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Antes de comenzar el cuerpo de este informe vamos a comentar el concepto de grupo

de trabajo y equipo de trabajo.

Grupo de trabajo es un conjunto de personas que trabajan juntas de forma amistosa,


pero sin coordinación ni objetivos en común. Conjunto de personas unidas con una
finalidad común. Ahora bien, el equipo de trabajo es un grupo de personas que
persiguen un objetivo, que trabajan coordinadas y que contribuyen con su talento, sus
aptitudes y su energía al trabajo.

El equipo se forma con la convicción de que las metas propuestas pueden ser
conseguidas poniendo en juego los conocimientos, capacidades, habilidades,
información y, en general, las competencias, de las distintas personas que lo integran.
El término que se asocia con esta combinación de conocimientos, talentos y
habilidades de los miembros del equipo en un esfuerzo común, es sinergia.

Sinergia significa que el resultado alcanzado por el trabajo de varias personas, es


superior a la simple suma de las aportaciones de cada una de ellas. Este es el objetivo
del trabajo en equipo. Tras la discusión en el equipo, cada componente puede aportar
un conocimiento del que no disponen los demás. Igualmente, el resto puede tener
ciertos conocimientos importantes de los que carecen los otros miembros.

Cada uno pone a disposición de los otros sus competencias; sus conocimientos,
habilidades y capacidades en general. Así, y tras un diálogo abierto, se ayudan
mutuamente hasta alcanzar una comprensión más nítida de la naturaleza del problema
y de su solución más eficaz.

Para que un grupo de personas sea considerado un equipo de trabajo es preciso que
tengan un objetivo común. Y que se trabaje para lograr la meta mediante la
cooperación y la ayuda mutua. No hay equipo sin meta compartida.

Las ventajas del trabajo en equipo, en primer lugar, aumenta la productividad y la


comunicación en la empresa. Trabajar para un objetivo común conlleva una
comunicación fluida y constante con la que compartir ideas y opiniones, así como para
resolver problemas o conflictos. Además, es inevitable que la energía positiva se
contagie y que la motivación crezca, pues la colaboración con otras personas aporta
bienestar y la satisfacción de trabajar hacia un mismo destino. Todo ello,
inevitablemente, implica una mejora del rendimiento y, por tanto, un aumento de la
productividad.

En segundo lugar, se reparten las tareas y la carga de trabajo. Una excesiva carga de
trabajo puede hacernos caer en un estrés que no nos permitirá realizar bien nuestro
trabajo. Tener la sensación de no llegar a todo, o encargarnos de tareas que no se nos
da tan bien, no nos permite focalizarnos en el objetivo. Sin embargo, compartir las
preocupaciones, dividir el trabajo e ir logrando los objetivos uno tras otro nos permite
trabajar con más ligereza, desglosar las tareas y enfocarnos en la actividad a llevar a
cabo.

Tercer lugar y ultimo beneficio es mejora las capacidades individuales de los


integrantes. Una buena coordinación con el resto del equipo en la que se tienen en
cuenta las fortalezas de cada uno de los miembros permite que cada persona aporte lo
mejor de sí misma. De esta manera, un buen equipo trabaja en común por un objetivo y
nutriéndose de lo mejor de cada integrante. Además, posibilita un aprendizaje mutuo y
una motivación compartida.

Sin embargo, trabajar en equipo no son todo ventajas, pues esas características
positivas de compartir tareas y objetivos con otras personas pueden convertirse en
negativas:

Primera desventaja, no todas las personas son capaces de trabajar en equipo. Un


equipo trabaja bien cuando todos sus miembros lo hacen en común, valorando cada
opinión y sin intención de llevar siempre la razón. Sin embargo, hay personas cuyo
(mal) liderazgo o egocentrismo no les permite escuchar a los demás o dejar de imponer
su criterio. En estos casos, cuando alguien no es capaz de trabajar en equipo, el
conflicto está servido y entonces es difícil que el grupo produzca y trabaje bien.

Segundo, falta de organización y discusiones. El reparto de tareas según las aptitudes


de los integrantes del grupo puede fomentar una buena fluidez del trabajo, pero ¿y si
unos trabajan más que otros?, ¿y si la división no es equitativa?, ¿y si uno se queda
siempre con la tarea menos pesada? Esto puede dar lugar a discusiones o, lo que es
peor, a una falta de comunicación. Entonces, trabajar en equipo no resultará liviano ni
se fundamentará en un reparto equitativo de la carga.

Tercera desventaja, se pierde la individualidad. La otra cara de la moneda en cuanto al


desarrollo de las aptitudes personales es que puede perderse esa individualidad y
esencia únicas. Sobre todo si se trabaja con líderes que no permiten una libertad
creativa y personal, se puede caer en una pérdida de la personalidad frente a lo que el
grupo establezca.

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