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Colegio Parroquial Jesús Obrero

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Juegos

Juegos para conocer y regular las emociones

1° Paso para entrenar las emociones: conocer cuáles son las emociones
Resumen de algunas emociones básicas…
Emoción Cambios en el cuerpo Utilidad de la emoción
Tono de voz alto y vocalizaciones Poner la mente en blanco para responder
Sorpresa
espontáneas. Ojos abiertos a lo imprevisto.
Dolor en la panza, acompañado de ganas Evitar un estímulo que nos puede
Asco
de vomitar. Inquietud. contaminar.
Inquietud, transpiración, ganas de ir al
Miedo baño, pupilas dilatadas, pensamiento Nos prepara para luchar o escapar.
rápido, dolor de panza.
Nos mueve a la acción de aquellas cosas
Alegría Sonrisa, sensaciones de bienestar. que nos acercan a una meta. Aumenta la
posibilidad de hacerla de nuevo.
Falta de energía, ganas de llorar. Sin Invita al recogimiento, a no gastar energía
Tristeza
fuerza. excesiva y recuperarse ante una pérdida.
Nos llena de energía cuando algo es
Músculos tensos, dientes y puños
Enojo injusto o frustrante para lograr nuestra
apretados, calor. Corazón late más fuerte.
meta.
Nos ayuda a pensar sobre los que
Sube la temperatura de nuestro cuerpo, y
Vergüenza estamos haciendo y evaluar si es
se pone colorada la cara.
adecuado socialmente.
2° Paso para entrenar las emociones: ¿cómo se relacionan las emociones con nuestros pensamientos?
Nuestras emociones nunca se presentan solas: Aunque no nos demos cuenta, siempre vienen acompañadas de pensamientos, ideas o imágenes.
Incluso muchos científicos y específicamente psicólogos, sostienen que los pensamientos se presentan en nuestra mente antes que nos demos
cuenta y eso hace que se desencadene una u otra emoción. Muchas psicoterapias se centran justamente en este principio: si podemos hacer
consciente nuestros pensamientos, podremos regular mucho más fácilmente nuestra emoción. Incluso podremos verificar si ese pensamiento o
idea está algo exagerada o equivocada.
A los niños y adolescentes podremos explicarles esto de la siguiente manera: Una misma situación la podemos interpretar de diferentes maneras y
eso influye en la manera en que nos sentimos. Los pensamientos son como anteojos a la hora de mirar. Según qué color tengan los lentes será el
color con el que vamos a ver. Supongamos que estamos acostados en el sillón mirando televisión y pasa nuestro hermano por al lado, y nos golpea
la pierna al pasar. Si en ese momento pensamos que “lo hizo para molestarnos, para pelearnos y provocarnos… que lo hizo a propósito…” ¿Cómo
nos vamos a sentir? ¿Qué vamos a hacer? Seguramente estos anteojos, esta forma de mirar la situación hará que nos enojemos y tendremos ganas
de devolverle lo que nos hizo o descargar nuestra bronca. Ahora supongamos la misma situación, estamos en el sillón y pasa nuestro hermano por
al lado, y nos golpea la pierna. Si en ese momento pensamos que “lo hizo para hacernos reír, a manera de un chiste, para divertirnos…” ¿Cómo nos
vamos a sentir? ¿Qué vamos a hacer? Seguramente estos anteojos, esta forma de mirar la situación, nos va a causar más o menos gracia, y
queramos devolverle el chiste con alguna otra broma.
Juego: Los anteojos con los que miramos: Este juego tiene por objetivo introducir al análisis de la relación entre pensamiento y emoción.
Buscamos reflexionar sobre la siguiente idea: “Hay muchas maneras de interpretar una misma situación. Depende como miremos las cosas que nos
pasen es cómo nos vamos a sentir”.
Se colocan dos pares de anteojos sobre la mesa. En tarjetas o papelitos se copian cada una de las situaciones de la tabla
de abajo con sus dos posibles emociones. Por cada situación pasará al frente un participante. Deberá leer en voz alta la
situación que saque del papelito (ejemplo: “Me regalan una bicicleta nueva”). Al ponerse el primer par de anteojos,
deberá decir la emoción que le tocó y qué podría estar pensando (ejemplo: “La emoción que me tocó es Miedo. Podría
estar pensando que si quiero practicar y aprender tengo que salir a la calle. Encima de que me puedo caer me podría
contagiar. Eso me da mucho miedo”). Luego deberá cambiarse el par de anteojos y decir la otra emoción que le
corresponde (ejemplo: La otra emoción que me tocó es Alegría. Lo que me llevaría a ponerme contento es pensar que
¡Tengo una bici nueva! Siempre quise aprender a andar en bici. ¡Qué bueno!). Una vez que hayamos utilizado todos lo
papelitos, se podrán crear situaciones nuevas o de la vida cotidiana.

SITUACIÓN EMOCIONES
Me regalan una bicicleta nueva. Miedo – Alegría
Pido si me dejan jugar, y me dicen que no. Bronca – Tristeza
En casa hicieron una torta para comer. Asco – Alegría
Me están por entregar la nota de un Trabajo
Vergüenza – Miedo
Práctico.
Me invitan a jugar por internet a un juego
Sorpresa – Miedo
que nunca jugué.
A mis amigos que van a otro colegio no les
Alegría – Celos
están dando tarea.

Recursos: 2 pares de anteojos que se utilizarán para representar la situación. Podremos usar anteojos de sol que
tengamos en casa, o un par de anteojos de papel que pueden imprimir y recortar o dibujar en un papel y recortar (al
final de este texto, podrán encontrar un modelo para imprimir y recortar).

Al finalizar, se podrá reflexionar en familia: ¿Podía cambiar mi forma de pensar sobre las situaciones? ¿Me costaba
interpretar las cosas de otra forma? ¿Había alguna emoción que me resultaba más fácil imaginarme los pensamientos?

3° Paso para entrenar las emociones: relación pensamiento, emoción y conducta


- Juego: Cambiando la tele de canal: El objetivo de este juego es introducir la relación entre pensamiento-emoción-
conducta. Explorar la diversidad en la interpretación de una misma situación. Trabajaremos con la “Metáfora de la
televisión”. Les diremos a los niños: “Imaginemos que nuestra mente es como un televisor, y tenemos el poder de
cambiar de canal. En el canal 1 nos pasan malas y en el canal 2 nos pasan buenas noticias. Les voy a leer diferentes
situaciones, y ustedes me van a tener que ir diciendo qué pensamiento tendrían si estuvieran en el canal 1 (el de las
malas noticias) y qué pensamiento tendrían si estuvieran viendo el canal 2 (buenas noticias). Por ejemplo, si se levantan
un día y tus papás te están esperando para desayunar juntos y conversar con vos. ¿Qué podrían estar pensando en el
canal de las buenas noticias? ¿y en el canal de las malas noticias?”. Luego se agrega: “Ahora vamos a ir diciendo
diferentes situaciones. Cada uno irá anotando en una hoja que emoción sentiríamos, qué podríamos pensar en el canal
de las buenas noticias y qué en el canal de las malas noticias.
Situaciones
1) Mis papás me llaman para ordenar mi habitación.
2) Están jugando Boca y River, y hay un gol de River.
3) No encuentro mi juguete preferido y creo que alguien de mi familia me lo escondió.
4) Un nuevo jueguito para computadora saldrá hoy a la tarde.
5) Es el cumpleaños de uno de mis mejores amigos.
6) No quedó ninguna galletita de las que me gustan en casa.
Luego en familia se podrá reflexionar: ¿Todos pensamos las mismas cosas, o había diferencias? ¿Cuál de los canales uso
más seguido en la vida? ¿El de las buenas noticias o el de las malas noticias? ¿Cómo me siento si tengo ese canal todo el
tiempo?
Algunas personas piensan que las emociones sólo se expresan cuando llegamos al límite y tenemos que descargar. Es como si pensáramos que
fueran como una bomba, que no le damos importancia hasta que explotamos. Pero si esperamos a explotar para prestarle importancia, ya será
tarde porque cuando la bomba explotó saldrá lastimada mucha gente, entre ellos nosotros.
Otra manera de pensar a las emociones es como un globo. Un globo no se llena de una vez y explota. Sino que se va llenando de a poco. A medida
que lo vamos inflando vamos prestando atención a si es suficiente la cantidad de aire o podemos inflarlo un poco más. Así, por ejemplo, cuando
estamos muy enojados es como un globo que se hincha y se hincha y cuando explota, es porque perdimos el control. ¿A quién le gusta escuchar el
ruido de un globo que explota? Por eso, hay que evitar explotar como el globo y cuando notemos que vamos a explotar como un globo no seguir.
Tanto en el caso de la bomba, como con el globo, existen señales de alarma que nos pueden avisar antes de que exploten:
En los pensamientos: “me están provocando”, “lo quiero matar”, “si lo agarro…”, “es un…”,
En el cuerpo: se me ponen tensos los músculos, me pongo colorado, el corazón late más fuerte, me muerdo los labios, cierro los puños,
En la conducta: subo el tono de voz, se me escapa algún insulto, me pongo en actitud de ataque o de defensa.
Como actividad podremos jugar a dibujar nuestras alarmas de enojo, o actuarlas entre los miembros de la familia.
Juegos para entrenar la atención

- Juego de los detalles: Buscar una película que les guste, o un video en Youtube de algo que sea de interés del niño o
adolescente, para compartir con los demás. Comentarla entre todos, estar pendientes de los detalles para después
hacernos preguntas y descubrir quien vio más cosas. Lo mismo se puede hacer observando durante un tiempo una
lámina, foto o revista y preguntarle qué había (cantidad, vestimenta, etc.).
- Juego “Simón dice”: Uno de los participantes es el llamado “Simón”, el que dirige la acción y los otros tienen que hacer
lo que Simón dice. Por ejemplo, “Simón dice salten” y los jugadores tienen que saltar. Pero, si Simón dice simplemente
“Salten” no deben saltar o quedarán fuera del juego. El rol de Simón, es intentar que los jugadores queden afuera del
juego lo más rápido posible, y el rol de los jugadores, es quedarse en el juego, el mayor tiempo posible.
- Juegos con pelota: Podemos iniciar el juego, practicando atrapar una pelota, pasándola entre dos o más personas
sin seguir un orden fijo. Luego, podemos agregar una mayor dificultad y cambiar la dinámica: a medida que la
pelota pasa, las personas tienen que recordar lo que van diciendo los demás, en el mismo orden en el que lo
dijeron. Algo similar al juego del teléfono descompuesto, o al juego del “Pepe Repite”. También se puede hacer el
mismo ejercicio, diciendo una palabra perteneciente a una categoría (instrumentos musicales, frutas, verduras,
animales, juegos, entre otras). Una vez dicha, le paso la pelota a la persona que elija y esta tendrá que repetir lo
que dije antes y decir algo nuevo dentro de la misma categoría. El juego sigue, hasta que alguien repita una palabra
o se olvide o equivoque en el orden. Por lo tanto, estarán pendientes no sólo de sí mismos, sino también de lo que
dicen los demás.
- Rayuela: (podemos dibujarla con tiza en el piso o hacer una de papel): podemos pisarla diciendo palabras de una
categoría, sin repetir ninguna; o podemos pisar el 1 y decir la primera letra del abecedario, A, el 2 y decir el B,
tratando de no equivocarnos.
- Aprendiendo en movimiento: Si les gusta bailar, también pueden seguir coreografías, o si les gusta un deporte,
¡pueden buscar videos para aprender técnicas e imitarlos!

Juegos para entrenar las funciones ejecutivas

- Clasificar cosas de la cocina, o de la habitación, y ordenarlas por color, tamaño o tipo de objeto.
- Si tenemos la rayuela: ahora podemos jugar diferente, pisar el 1, y decir el número inverso, 10; pisar el 2 y decir el 9, así
sucesivamente.
- Hacer listas de pasos a seguir para determinadas situaciones: ir a algún lugar, lavarse las manos, bañarse, organizar un
cumpleaños, hacer una merienda, entre otras.
- Armar una obra de teatro, o una coreografía para compartir en familia.
- Completar laberintos. Se pueden descargar en internet buscando en google imágenes con las palabras “laberintos para
niños”.
- Juego de la estatua con música, parando la música de improvisto y quedándose quietos hasta que vuelva a empezar.
- Hacer experimentos, siguiendo una serie de pasos. Si te gusta la ciencia y los desafíos, podes hacer uno de ellos, con
cosas que podés tener en casa y a la vez estar entrenando tus funciones ejecutivas. En internet podés encontrar varios.
Por ejemplo: La burbuja que rebota. Necesitas:
1 vaso con agua tibia;
1 cucharada de azúcar;
2 cucharadas de detergente concentrado;
1 sorbete;
1 guante de lana.
El Paso a paso: Prepará la solución para burbujas, agregando en un vaso con agua tibia, una cucharada de azúcar y dos
de detergente concentrado. Mezcla bien y dejá enfriar la solución tapada con un film o un plástico. Ponete los guantes
de lana. Tomá un sorbete y sumergirlo en la solución para burbujas que preparaste; Sopla suavemente y armá una
burbuja un poco grande; Hacela posar en tu mano con guante de lana y ya podés hacer que rebote. ¿Lo lograste?
Juegos de relajación
Las siguientes propuestas de relajación pueden ser útiles para niños/as o adolescentes que suelen ponerse
más ansiosos/as en algunos momentos o para bajar las revoluciones antes de ir a dormir.

- Una propuesta de técnica de relajación para los/as más chicos/as… “Jugar al muñeco de nieve”. Es un
ejercicio de relajación donde el niño pasa de un estado de tensión a uno de relajación muscular, de manera
simbólica y lúdica. Podremos decirles: “Vamos a cerrar los ojos, imaginemos que somos muñecos de nieve. Es
invierno, estamos congelados y todos nuestros músculos están duros, no nos podemos mover, ¿lo sienten?
Ahora… está llegando la primavera y, muy de a poquito con el sol, nos vamos derritiendo, y todos nuestros
músculos se ponen más blandos, nos podemos estirar y relajar”.

- Una propuesta de técnica de relajación para los adolescentes… Podemos pedirles que, estando sentados,
coloquen las manos sobre las rodillas para comenzar a realizar las secuencias de movimientos de tensión-
relajación, promoviendo la toma de conciencia de los mismos. Podemos decirles: “Comenzamos estirando los
dedos como poniéndonos en puntas de pie, sostenemos la posición durante 3 o 4 segundos y relajamos;
seguimos con las piernas, las estiramos hacia adelante, contraemos las puntas de los pies hacia arriba,
mantenemos unos segundos y relajamos; inclinamos la espalda, hacia adelante, mantenemos la posición y
relajamos; continuamos con los hombros, los levantamos hasta la altura de las orejas presionamos y
relajamos; seguimos con los brazos y las manos, contraemos primero los brazos, luego apretamos los puños,
notamos la tensión en los brazos, antebrazos y manos, mantenemos y relajamos; ahora el cuello, llevamos el
mentón al pecho, y relajamos. Por último, llevamos nuestra atención a la cara, presionamos los dientes,
mantenemos y relajamos, arrugamos la frente, mantenemos y relajamos”.

No es necesario que estas actividades duren mucho tiempo, basta con que permitan el objetivo de relajarlos
para que luego puedan hacer otra actividad que sea dé más agrado.

Relajación para cuando estamos ansiosos: dibujar o pintar mandalas, jugar con masa (se pueden hacer mezclando
harina, vinagre, sal y un poquito de agua; y si tienen colorante de repostería pueden hacerlas de colores, sino blanca),
juego con globos.

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