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Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

ALLEN GINSBERG

SANDWICHES
DE REALIDAD
1953-60 He
emborronado en secreto estos
cuadernos para mi propia
satisfacción

Traducción de
ANTONIO RESINES

VISOR MADRID 1978

1
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

VOLUMEN LXXXIV DE LA COLECCION VISOR DE POESIA

Título original: Reality Sandwiches

© City Lichts Books


© VISOR, Alberto Corazón, Editor
Roble, 22. Madrid-20
I.S.B.N. 84-7053-189-1 Depósito
legal: M. 14.344-1978
Impreso en España
Talleres Gráficos Montaña
Avda. Pedro Díez, 3. Madrid-19

2
Allen Ginsber –
Sándwiches de realidad

Dedicado al más Puro


POETA
Imaginista
Gregory Corso

3
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

MI ALBA

Ahora que he desperdiciado


cinco años en Manhattan
pudriéndoseme la vida
mi talento en blanco

desconectada el habla
paciente y mental
regla de cálculo y número
máquina en una mesa

triplicado autografiado
sinopsis e impuestos
obediente rápido
mal pagado

me mantuve en el mercado
juventud de mis veinte años
me desmayaba en oficinas
lloraba sobre máquinas de escribir

engañaba a multitudes
en vastas conspiraciones
acorazados de desodorante
asunto serio, la industria (9)

4
Allen Ginsber – Sándwiches de
realidad

cada seis semanas cualquiera


bebía de mi banco de sangre
inocente mal ahora
parte de mi sistema

cinco años de trabajo infeliz


de los 22 a los 27 años trabajando
encima ni un centavo en el banco
en justificación

llega el alba no es más que el sol


el Este humea O mi dormitorio
Estoy condenado al Infierno qué
despertador está sonando

NY 1953 (10)

5
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

SAKYAMUNI SALIENDO DE LA MONTAÑA

Liang Kai, Southern Sung

Arrastra sus pies desnudos


saliendo de una caverna
bajo un árbol,
las cejas
crecidas de tanto llorar
y dolor de nariz ganchuda
con harapientas y suaves vestiduras
mostrando una magnífica barba,
manos infelices
prietas contra su desnudo pecho—
la humildad es estar abatido—
la humildad es estar abatido—
se tambaleó cayendo entre los arbustos junto a un
arroyo,
todas las cosas inanimadas
pero su inteligencia—
se mantiene erguida allí
aunque temblando:
Arhat
que buscó el Cielo
bajo una montaña de piedra,
se sentó pensando
hasta que se dio cuenta
de que la tierra de la bendición existe (11)

6
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

en la imaginación—
viene el flash:
espejo vacío—
qué doloroso nacer de nuevo
con una magnífica barba,
entrar de nuevo en el mundo
amarga ruina de un sabio:
su único camino la tierra ante él.
Nosotros podemos ver su alma,
el no sabe nada
como un dios:
estremecido
humilde desgraciado—
l a h u m il d a d e s e l a b a t i m i e n to
ante el Mundo absoluto.

NY Librería Publica 1953 (12)

7
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

EL AUTOMOVIL VERDE

Si tuviera un Automóvil Verde


Me iría a buscar a mi viejo compañero
a su casa en el océano
Occidental. .. Ha! Ha!
Ha! Ha! Ha!

Tocaría mi bocina ante su viril verja,


en el interior su mujer y tres
niños espatarrados desnudos
en el suelo del cuarto de estar.

El saldría corriendo
hasta mi coche lleno de heroica cerveza
y saltaría gritando al volante
porque él es mejor conductor que yo.

Peregrinaríamos al monte más alto


de nuestras anteriores visiones de las
Monta- . . ñas
Rocosas riéndonos el uno en los brazos del otro,
nuestro deleite sobrepasando las más
altas Rocosas

y después de la vieja agonía, borrachos de años nuevos,


saltando hacia el nevado horizonte (13)

8
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

el sapilcadero reventando de bop original


bólido en la montaña

sacudiríamos la nubosa autopista


donde ángeles de ansiedad
se tambalean entre los árboles
y huyen gritando del motor

Arderíamos toda la noche en el pico frondoso de pinos


vistos desde Denver en la oscuridad del verano,
innatural resplandor semejante al del bosque . . . .
. iluminando la cumbre de la montaña:

infancia juventud ancianidad & eternidad


se abrirían como dulces árboles
en noches de otra primavera
dejándonos pasmados de amor.

porque podemos ver juntos


la belleza de las almas
ocultas como diamantes
en el reloj del mundo,

igual que los magos Chinos pueden


maldecir a los inmortales
con nuestra intelectualidad
ocultos en la neblina

en el Automóvil Verde
que he inventado
imaginado y visualizado
por las carreteras del mundo
más real que el motor
en un sendero del desierto (14)

9
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

más puro que el Greyhound y


más rápido que el reactor físico

Denver! Denver! volveremos


rugiendo a través de la pradera del edificio
City & County
que capta la pura llama esmeralda
que floree en la estela de nuestro
auto.
¡Esta vez compraremos la ciudad!
Hice efectivo un gran cheque en el banco de
mi cráneo
para fundar un milagroso colegio del cuerpo
en lo alt o del teja do de la termi nal
de autobuses

Pero primero recorreremos las paradas del centro,


billar posada de mala muerte antro de jazz
cárcel
casa de putas Folsom abajo
hasta las más oscuras callejas de La-
rimer

presentando nuestros respetos al padre de Denver


perdido en las vías del tren
estupor de vino y silencio
saludando el barrio bajo de sus dé-
cadas,

saludarle a él y a su santa maleta


de oscuro moscatel, beberemos
y reventaremos las dulces botellas
sobre Diesels como muestra de fide-
. lidad (15)

10
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Entonces iremos conduciendo borrachos sobre los bule-


vares
donde marchan ejércitos y hacen aún paradas
militares
tambaleándose bajo la invisible
bandera de la Realidad—

Lanzados a lo largo de la calle


en el auto de nuestro destino
compartimos un cigarrillo arcangélico
y nos leemos el futuro el uno al otro:

famas de sobrenatural iluminación,


desolados y lluviosos espacios de tiempo,
gran arte aprendido en la desolación
y nos separamos después de seis dé-
cadas...

Y en un cruce de asfalto,
nos encargamos el uno del otro con princi-
pesca
suavidad una vez más, recordando
famosas charlas muertas de otras ciu-
dades.

El parabrisas está lleno de lágrimas,


la lluvia humedece nuestros pechos desnudos,
nos arrodillamos juntos en la sombra
en medio del tráfico nocturno del pa-
raíso

y ahora renovemos el solitario juramento


que nos hicimos hacer el uno al otro una
vez en Texas: (16)

11
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

No puedo inscribir aquí...

¿Cuántos sábados por la noche se convertirán


en borrachera por culpa de esta leyenda?
¿Cómo vendrá la joven Denver a llorar
. a su olvidado ángel sexual?
¿Cuántos muchachos golpearán el piano negro
en imitación de los excesos de un santo na-
tivo?
o¿ cuántas muchachas caerán lascivamente ba-
jo su espectro en las
escuelas superiores de noche melan-
cólica?

Mientras continuamente en la Eternidad


en la tenue luz de la radio de este poema
nos sentaremos tras sombras olvidadas
prestando atención al jazz perdido de . . .
. todos los sábados.

Neal, ahora seremos héroes de verdad


en una guerra entre nuestras vergas y el
tiempo:
seamos los ángeles del deseo del mundo
y llevémonos el mundo a la cama con
nosotros antes de morir.

Durmiendo sólo, o con compañero,


muchacha o marica, oveja o sueño,
fallaré por falta de amor, tu saciedad:
todos los hombres caen, nuestros
padres cayeron antes, (17)

12
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

pero el resucitar esa carne perdida


no es más que trabajo de un momento
para la mente:
un intemporal monumento al amor
en la imaginación:

monumento construido con nuestros propios cuerpos


consumidos por el poema invisible—
Nos estremeceremos en Denver y aguanta-
remos
aunque la sangre y las arrugas
cieguen nuestros ojos.

Así este Automóvil Verde:


Te doy en vuelo un
regalo, un regalo
de mi imaginación.

Iremos montados en el
sobre las Rocosas
seguiremos montados en el
toda la noche hasta el amanecer,

y después de vuelta a tu vía férrea, el SP


tu casa y tus hijos
y destino de pata quebrada
montarás planicies abajo

por la mañana: y de vuelta


a mis visiones, mi oficina
y mi apartamento del este
volveré a Nueva York.

NY 1953 (18)

13
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

LA HABANA 1953

El café nocturno—4AM
Cuba Libre 20c:
plazas enlosadas de blanco,
luces de neón triangulares,
larga barra de madera a un lado,
un gran puesto de delicatessen
en el otro de cara a la calle.
En el centro
entre los grandes bebedores de media
noche de la ciudad,
Junto a el Palacio Aedama
En la esquina Gómez
Hombres blancos y mujeres
con tumbadoras,
mariachis, voces, guitarras—
tamborileando en las mesas,
cuchillos sobre botellas,
golpeando el suelo
y el uno al otro,
con clacks de madera,
silbando, aullando,
mujeres gordas cubiertas de seda sin
tirantes. (19)

14
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Bofia hablando con la muchacha de la nariz gruesa


que viste un llamativo traje negro
Entra un extraño Cézanne
visión del cubano moderno de ninguna parte:
alto delgado, traje gris a cuadros,
zapatos grises de fieltro,
estrepitoso sombrero de jugador,

mostacho de proxeneta a lo Cab Calloway


—baja hasta juntarse en un punto
en el centro—
generaciones que se aproximan a toda velocidad, cu-
bano hablador de madrugada
apuntando con un dedo con anillo de oro
hacia el amarillento techo,
la otra mano, la del cigarrillo apuntando,
el brazo rígido, hacia su costado,
afeminado: —ve al policía—
corren a encontrarse—se abrazan
como hermanos largo tiempo separados—
nariz gorda olvidada.

Delicados acordes
del guitarrista negro
—cantantes en El Rancho Grande,
farsa de borrachera
gritos de agonía,
¡VIVA JALISCO!
Yo como un sandwich de bagre
con cebolla y salsa roja
20 c. (20)

15
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

II

Un lugar verdaderamente romántico,


más guitarras, Plaza de Colón
enfrente de la Catedral de Colón
—Yo estoy en el restaurante París
está al lado, es el mejor de la ciudad,
Cuba Libres 30c—
antigüedad tropical curtida por la intemperie
. como si fuera roca en putrefacción
al contrario que los puros
tamborileros Chinos de piedra negra
cuya pulida armonía puede aún oírse
(procesión de músicos) en el Freer,
ésta con sus romas cornucopias y trompas
de conquista hechas de piedra—
es una enorme y estúpida iglesia en
putrefacción.

Noche, luces en las ventanas,


altos balcones de piedra
en la antigua plaza,
habitaciones verdes
Empalidecidas por la iluminación fluorescente
una comodidad moderna.

Me siento espantosamente.
Me sentaría con mis sirvientes y sería el bobo.
He gastado demasiado dinero.

Electricidad blanca
en los apliques de gas de la callejuela.
Agujeros de Bala y clavos en la
pared de piedra.
(21)

16
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

El preocupado jefe de camareros


erguido entre las palmas plantadas en latas
e n l a pue rt a de ma de r a de qui nc e
. pies me mira
En el interior mariachis artistas de la armónica
todavía llegarán al Banjo on My Knee.
Vestidos con desgastados trajes de
fullero.

Antiguas farolas a lo largo de la estrecha Calle frente


a la que estoy
el arco, la plaza,
palmas, borrachera, soledad;
voces al otro lado de la calle,
llanto de bebé, chillido de muchacha,
camareros dándose codazos el uno
al otro
gruñidos y risotadas de jóvenes muchachos en
esperas de esquina,
perro ladrando desde fuera del esce-
nario
bebé ahogándose de nuevo,
banjo y armónica,
ruido de automóvil y una brisa
fresca—

Súbita idea paranoide de que los camareros me están


observando:
Bien podrían,
cuatro apelotonados en la puerta
y yo solo en una mesa
en el patio en la oscuridad
observando la plaza, borracho.
(22)

17
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

25c para ellos


y pedí que tocaran «Jalisco»—
al final de la canción
carro de bueyes que pasa
imponiendo sus ruedas
sobre la música de la noche. (23)

18
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

SIESTA EN XBALBA
Y
VUELTA A LOS ESTADOS UNIDOS

dedicado a Karena Shields

Sol de atardecer al abrir el libro,


página en blanco como luz,
voces invisibles desgarrapateadas,
sintaxis imposible
del apocalipsis—
Uxmal: Nobles Ruinas
Sin construcciones—

dejad que caiga la mente.

—Uno podría pasarse valiosos meses


y años tal vez una vida
no haciendo más que estar tumbado en una
hamaca
leyendo prosa con las blancas palomas
copulando debajo
y monos ladrando en el interior
de la montaña
y he sucumbido a esta
tentación—

«Se vuelven locos en la Selva—»


leyó el loco
y se rió en su hamaca (24)

19
Allen Ginsber – Sándwiches de
realidad

ojos que me miran:


incomodidad impropia de la selva
la pobrecilla,
puede cansarle a uno—
todo ese barro
y todos esos bichejos...
ugh...

Soñando hacia el pasado vi


un souvenir eterno en
kodachrome de una reunión
de almas en una fiesta,
apelotonadas en un flash oval:
cigarrillos, sugerencias
risas de borrachera,
dulce conversación rota,
presentaciones en el recibidor,
caras posando juntas,
gestos estilizados,
extrañas caras familiares
y singulares reencuentros
que registraron indiferentes
saludos a través del tiempo:
Ansón leyendo a Horacio
con la cabeza inclinada,
Hohnsbean de las manos blancas
parloteando gravemente
con mirada ausente,
el calvo Kingsland bebiendo
de un enorme vaso,
Dusty con un traje de fiesta,
Durgin con zapatos blancos
haciendo gestos desde una silla,
Keck en una esquina esperando (25)

20
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

música subterránea,
Helen Parker alzando
sorprendida las manos:
todos posando en un marco,
superficialmente alegres
o trági cos según los casos,
iluminados por el fatal
carácter y los inteligent es
actos de sus vidas.

Y yo en una habit ación de cemento


sobre el abandonado
laberinto de Palenque
midiendo mi destino,
vagando solitario en la selva
—parpadeando con fijación
sobre una desolada idea—
hasta que exhausto con
su acción y contemplación
mi alma podría destrozarse
en un momento atávico
de sensación del vasto
movimiento de la divinidad.

Mientras me apoyaba contra un árbol


en el interior del bosque
expirando de amor engendrado por mí mismo
alcé la vista a las estrellas de modo ausente
como si buscara
algo más en la noche azul
a través de las ramas,
y por un momento me vi a mí mismo
apoyado contra un árbol...
...allá atrás el ruido de una gran fiesta (26)

21
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

en los apartamentos de Nueva York,


cuadros a medio crear en las paredes, fama,
chupadas de polla y lágrimas,
dinero y discusiones de grandes asuntos
la cultura de mi generación...

mis propias burdas imaginaciones nocturnas,


mi propia burda alma anota apunta
en momentos de aislamiento, sueños,
atravesamientos, secuencias de pensamiento nocturno
y primitivas iluminaciones

—espeluznante sensación el gato blanco


que duerme sobre la mesa
abrirá sus ojos en cualquier momento
y se quedará mirándome—.

Uno podría estar sentado en este Chiapas


registrando las apariciones en el campo
visibles desde una hamaca
mirando a través de la sombra del pasto
en total semblanza de la Eternidad

...un empequeñecido tejado de paja


en la hierba en una pendiente hueca
bajo la alta muchedumbre de la vegetación
esperando en el salvaje borde:
la larga sombra de la montaña más allá
en la cercana distancia,
su individual línea capilar de árboles
trazada nítida y oscura a lo largo de la cresta
contra la transparente luz del cielo,
Fisuras y agujeros en el aire azul
e iluminaciones ámbar de las nubes (27)

22
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

desapareciendo por la otra vertiente


hacia el sur...

palmas con letárgicos palpos


castañeteando presagiando lluvia,
moviendo sus frondas
en la dirección del embalsamado aire,
monstruosos animales
rociados al aire desde la tierra
posándose y alzándose
como en el agua...
y más tarde en la noche
un momento de premonición
cuando el plenilunar cielo lleno de nubes
queda inmóvil y pequeño.

Así pasé una noche


con drogas y hamaca
en Chichen Itzá en el Castillo:—

Puedo ver la luna


moviéndose sobre el margen del bosque nocturno
y seguir su destino
a través de las claras dimensiones del cielo
de extremo a extremo del oscuro
horizonte circular.

Altos y mortecinos portales de piedra,


entabladuras de escritura ilegible,
Bajorrelieves de percepciones desconocidas:
y ahora el parpadeo de mi lámpara
y olor de keroseno en el suelo—
alfombrado de polvo donde la hormiga sigue su
camino (28)

23
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

su nocturno y ritual camino hacia grandes caras


desgastadas por la lluvia.
Frente a mí una calavera
con medio millar de años de antigüedad
—y he visto pollas de un millar
cubiertas de musgo y cagadas de murciélago
saliendo de la pared
en una goterosa y abovedada casa de roca—
pero la calavera está aquí
aún sobre el portal y piensa su camino
a través de siglos el pensamiento
de la misma noche en que me siento
en calavérica meditación
—se han sentado aquí muchas veces antes que yo
artesanos distintos de mí
hasta que su imagen de fantasmagórico cambio
pareció inalterable—
pero ahora su magnífico pensamiento es más vago
que mi sueño de él:
y sólo queda la demacrada insensible mirada
de la cruda figuración de la calavera,
con sus rotas plumas de sensación
e indescifrable tocado de intelecto
disperso en la locura del olvido
hasta agujeros y notas de piedra elemental,
cara ciega de trascendencia animal
sobre la sagrada ruina del mundo
disolviéndose en la pared sin sol de una habitación
oscurecida
en una pirámide áspera por el tiempo recons-
truida
en la desolada noche plana de Yucatán (29)

24
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

donde voy con mi propia mente enloquecida para es-


tudiar
. extraños jeroglíficos de eternidad.

Un crujido en las habitaciones me asustó.

Algún tipo de pájaro, vampiro o golondrina,


huye con un pequeño restallido de ala de papel
alrededor de la cumbre en su propio aire sin preocu-
paciones
sobre el gran árbol de pied ra sobre el que
estoy subido.

Continuo metálico
ruido de chicharras,
después ruidos menores
del grillo: 5 soplidos
del pito de la pierna. El
crujido de una puerta
abriéndose en el bosque,
algún tipo extraño de canto de ave
o de croar de reptil.

Mi sombrero tejido de cáñamo


sobre el suelo de piedra
como una hoja sobre las aguas,
igual de perecedero;
mi vela vacila continuamente
y se apagará.

Pálido Uxmal,
no histórico, como un sueño,
Tuluum vibrando en la costa en ruinas; (30)

25
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Chichén Itzá desnudo


construido sobre una planicie;
Palenque, capillas rotas sobre el verde
basamento de un monte;
solitaria Kabah junto a la autopista;
Piedras Negras enterrada de nuevo
por oscuros arqueólogos;
Yaxchilan
resurrecta en la jungla,
y todo el limbo de Xbalba desconocido aún—

suelos bajo el techo peine de ramas,


cimiento a ornamento
caído a las flores,
pirámides y escaleras
corridas de hiedra,
voladizos de piedra caliza
caídos en el río de árboles,
pilares y corredores
hundidos bajo la inundación de años:

La lenta muralla del tiempo sobrepasando


todo ese firmamento de mente,
como si una reluciente catarata de hojas y lluvia
cayera sólida desde el inacabable cielo
a través del cual no puede pasar pensa-
miento alguno.

Un gran gallo gordo


subido al tocón de un árbol
en el verde atardecer;
¡el ego de las mismísimas praderas,
grita en la sagrada luz del sol!
—no puedo pensar con esa (31)

26
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

supersónica intensidad de pene


crucificando mi cráneo
en su sueño de imaginería.

—estaba mirando atrás


con los ojos cerrados hacia
donde se arrastraban
como hormigas en viejos templos marrones
construyendo sus diminutas ruinas
y desapareciendo en la selva
dejando atrás muchos misterios
de mortal violación
para ser descifrados.

Sólo yo conozco la gran puerta de cristal


que lleva a la Casa de la Noche,
una leyenda de siglos
—yo y unos cuantos indios.

Y si tuviera mulas y dinero podría encontrar


la Caverna de Ambar
y la Cueva de Oro
que se rumorea están en los riscos de Tum-
bala.

Encontré la cara de uno


de los Nueve Guardianes de la Noche
escondida en una cabaña de caoba
en el área de las Almas Perdidas
—primera reliquia de este tipo de aquel lugar.

Y encontré también una hoja verde


con la forma de un corazón humano;
¿pero a quién puedo mandar esta (32)

27
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

anacrónica felicitación del día de San Valen-


tín?

Aun así estas ruinas hasta tal punto


me despertaron a la nostalgia
de las clásicas estaciones
de la tierra,
el antiguo continente
que no he visto
y los pocos años
de memoria que quedan
antes de la definitiva noche
de la guerra.

Como si estas ruinas no fueran suficientes,


como si el hombre no pudiera ir
más allá ante el paraíso
hasta dejar exhausto el
asalto físico
de su propia mortalidad
en las oscuras ciudades
ocultas en el mundo que va envejeciendo

...las escasas reales


almas extáticas conscientes
se hallarán seguro,
familiares...
volviendo después de años
a mi propio escenario
transfigurado:
acelerar el cambio
acelerar los años
llevarme hasta mi destino. (33)

28
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Así, sueño cada noche con una embarcación


capitanes, capitanes,
pasajes de hierro, luces de cabinas,
Brooklin al otro lado de las aguas,
el grande y torpe barco, visitantes, despedidas,
el borroso y vasto mar—
un viaje: ganancia o pérdida para toda una vida:

tal como Europa es en mi propia imaginación


—muchos la verán.
muchos no—
aunque no es más que el viejo y familiar mundo
y no algún sueño místico y abstracto.

Y en un momento de sueño premonitorio


veo ese continente lloviendo,
calles negras, noche vieja, un
monumento desvaneciéndose...

Y un largo viaje no logrado


y aún así, en los antiguos mares
ondeando en grises y estériles dunas bajo
el desperdicio de luz del mundo
hacia puertos de infantil geografía
el herrumbroso barco llegará
a puerto...

¿Qué noches no podría ver


sin un penique entre los misterios
Arabes de las sucias ciudades alrededor de .
los casbahs de los muelles?
caminos de arcilla, paredes de barro,
el olor de cigarrillos verdes. (34) .

29
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

creosota y agua salada rancia—


oscuras estructuras sobre mí,
formas de maquinaria y fachada de cascos: y la
lám- . para de
un bar brillando en el chigre de madera
frente a la oscura
montaña de azufre del amarradero.

¿Hacia qué ciudad


viajaré? ¿Qué casas salvajes
voy a ocupar?
¿Qué vagas habitaciones y calles
y luces en la larga noche
exigen mi expectación? ¿Qué genio
de sensación en antiguos
halls? ¿qué jazz más allá del jazz
en futuros salones azules?
¿qué amor en los cafés de Dios?

Pensé, hace cinco años


sentado en mi apartamento,
mis ojos estuvieron abiertos durante una hora
viendo en terrible éxtasis
los inmóviles edificios
de Nueva York pudriéndose
bajo las mareas del Cielo.

Hay un Dios
muriendo en América
creado ya
en la imaginación de los hombres
hecho palpable
para la adora ción:
existe una interior (35)

30
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

i ma ge n a nt er io r
d e la d iv in i da d
q ue m e in di ca que sa l ga
d e p ere gr ina je .

O futuro, inimaginable Dios.

Finca Tapalacan de San


Leandro, Palenque
Chiapas, México 1954—
San Francisco 1955

II
Salto en el tiempo
al inmediato futuro,
otro poema:

volver a la vieja tierra


sin un penique y con
un manuscrito inconexo,
el recuerdo de unas cuantas
sensaciones, comenzando:

bote de troncos Río Michol abajo


bajo los plataneros
y árboles a la deriva
hasta la vía férrea,

oscuridad en el mar
mirando hacia las estaciones
del mundo clásico— (36)

31
Allen Ginsber – Sándwiches de
realidad

otra imagen descendiendo


cubierta de bruma blanca
autopista lunar abajo
de madrugada, sobre
el Lago Catemaco en el autobús
—me despertó—
la lejana similitud
de un archivo celestial
de santas
subiendo
sobre los arcos en miniatura
de una escalera de oro
hacia el cielo estrellado,
los millares de pequeñas
santas con capuchas azules
mirando hacia mí
y llamándome:
¡SALVACION!

Es ver da d,
simple como en la imagen.

Después las momias


en su Panteón
d e G ua na j ua t o—
una c i uda d de m ina s
Cortesianas en la primera
griet a de las Sie rras,
donde de sca ns é—

p o r q u e a ñ o r a ba v e r s u s
caras antes de irme:
aquella s no er an míticas imágenes
de roca, aunque de piedra
(37)

32
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

—efigies de caliza salidas


de la tumba, es lo que permanece
del carácter fatal—

recién resurrectos
agarrándose los cuerpos
con brazos rígidos, con sucias
ropas funerarias;
retorcidos, rodillas torcidas,
como ardientes
y aullantes abogados—
¿qué alucinaciones
de los nervios?–
con sexo indescifrable;
un hombre-muerte había
alzado los brazos
para cubrirse los ojos,
significativo intemporal
reflejo en el sepulcro:

apariciones de inmortalidad
consumidas hacia adentro,
esperando con la boca abierta
en la oscuridad sin fuego.
Cerca, apiladas simétricamente,
una pared de calaveras cerrando
el encalado corredor
bajo la necrópolis
—olor fétido reminiscente
a esperma y borracheras—
las calaveras huecas y frágiles,
numerosas como conchas,
—tanta vida ha pasado por esta
ciudad... (35)

33
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

El problema es el aislamiento
—allá en la tumba
o aquí en el olvido de la luz.

De la eternidad disponemos de
un número determinado de años
y aún menos momentos tiernos
— un m o m en to d e t er n u r a
y un año de inteligencia y
n er v i os : u n m om en t o d e pu r a
ternura corporal—
Podría despedir a Allen con adusto
placer. Recordatorio:
Me arrodillé en mi habitación
en el patio en San Miguel
junto a la cerradura: 2 A. M.
L a anci an a en cen dió un a v el a.
D os ho m b r e s j ó v e n e s y s u s c h i c a s
e s p er a b a n a n t e el p or t al ,
noticias de la calle, Ella
cambió las sábanas sonriendo.

¡Qué gozo! ¡La desnudez!


¡Bailan! Hablan
y sonríen tontamente ante la puerta,
se apoyan sobre una pierna,
la mano en la cadera, y posan,
desnudez en sus corazones,
se dan una palmada en la cabeza
y dan la vuelta y entran,
empujándose los unos a los otros,
felices, felices, (39)

34
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

en busca de un momento de amor...

Qué soledad he
heredado finalmente.

Después quince horas en


una escomb rosa carretera de una sola dirección,
autobús roto tambaleándose a lo largo
de las gargantas y despeñaderos continentales
d e l a t a rde d e l a mo n t añ a ,
los distantes valles difuminándose,
más allá los picos reinantes hacia
días en el Pacífico
donde me bañé—

después atravesando, espasmódico,


mirando, durmiendo
el desierto
junto a un bracero
viejo-hombre-joven
de triste expresión, exhausto
que iba hacia Mexicali

para erguirme
cerca del chamizo o scuro de una noche
sobre los farallones de basura
del borde de la ciudad que se cierne sobre
la villa de casas de lata
de los hombres pobres,
cavilaciones demolidas por el tiempo
de una última noche
y adiós,
el final de un viaje. (40)

35
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

–De vuelta
armado con el Nuevo Testamento,
crítico del caballo y la mula,
bronceado y barbudo
satisfaciendo a Whitman, preocupado
por unas pocas Tradiciones,
métricos, místico, viril
—...y ciertos fallos característicos

—¡suficiente!

La nación más allá de la frontera,


afila sus armas y sus sueños
de guerra: veo
el fiero choque azul
de ruedas de metal
resonando en las industrias
de la noche, y la
detonación de bombas infernales

...y el silencioso centro


de los Estados Unidos
inmerso en una acuosa oscuridad.

Guanajuato—Los Angeles, 1954

(NOTA: Uxmal y otros nombres propios mencionados en la


primera parte del poema son los de ciudades en ruinas. Xbalba,
traducible por Estrella de la mañana en Región Oscura, o por
Esperanza, y pronunciado Chivalvá, es el área de Chiapas entre
la frontera del Tobasco y el río Usumascintla, al borde del
Bosque de Lluvias Peten; la frontera de Méjico del sur y Guate-
mala está hoy en día por esa zona. Esta zona era considerada
como un Purgatorio o Limbo, la leyenda es vaga, en el (antiguo)
Imperio Maya. Hasta el gran árbol que se halla en lo que hoy
es llamado Monte Don Juan, al pie del cual fue escrito este
poema, iban los antiguos artesanos para completar el trabajo
que había quedado inacabado a causa de su muerte.) (41)

36
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

SOBRE LOS TRABAJOS DE BURROUGHS

El método ha de ser carne purísima


y sin aderezo simbólico,
visiones reales & prisiones reales
como son vistas entonces y ahora.

Prisiones y visiones presentadas


con raras descripciones
correspondientes exactamente con las
de Alcatraz y Rose.

Una comida desnudos es natural para nosotros,


nosotros comemos sandwiches de realidad,
Pero las alegorías no son más que lechuga.
No ocultéis la locura.

San José 1954 (42)

37
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

POEMA DE AMOR BASADO EN UN TEMA


DE WHITMAN

Entraré en el dormitorio silenciosamente y me acos- taré


entre el novio y la novia,
esos cuerpos caídos del cielo estirados esperando des-
nudos e inquietos
los brazos reposando sobre sus ojos en la oscuridad,
hundiré mi cara en sus hombros y pechos, respirando
su piel, y acariciaré y besaré cuello y boca y
haré abierta y conocida la espalda,
piernas alzadas y abiertas para recibir, la verga en la
noche impulsada, atormentada y atacando
excitada desde el agujero hasta la cabeza irritada
cuerpos entrelazados temblando desnudos, labios ca-
lientes y nalgas atornilladas
las unas contra las otras
y los ojos, los ojos brillantes y embrujadores, abrién-
dose a miradas y abandonos,
y gemidos de movimiento, voces, manos al aire, manos
entre muslos,
manos en la humedad de labios enternecidos, palpi-
tante contracción de abdómenes
hasta que llega un blanco flujo en las agitadas sábanas,
y la novia grita pidiendo perdón, y el novio queda cu-
bierto de lágrimas de pasión y compasión,
y me alzo de la cama repleto de últimos gestos íntimos
y besos de despedida— (43)

38
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

todo antes de que la mente despierte, tras persianas y


puertas cerradas en una casa oscurecida
donde los habitantes vagan insatisfechos durante la
noche,
fantasmas desnudos buscándose los unos a los otros
en medio del silencio. (44)

39
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Sobre Kansas

Empezando con patadas de los globos oculares


contra los escaparates desde la ventana del autobús
en camino al aeropuerto de Oakland:
Yo no soy ningún ego
estos son ellos mismos
madera gris teñida y pulida
cristal de negro y anuncio de barbero
eso es todo.
Pero entonces, Bésame de Nuevo
en el oscuro salón de ladrillo, .
a pa ga da m úsi c a mode r na. .
¿A dónde puedo volar
para no estar triste, querido?
Los otros hombres de negocios
inclinados pesadamente sobre sillones
iniciando mujeres en el arte de los coctails
en medio de una sombra fluorescente—
alegría de mesas,
alegría de obesos cuellos
alegría de partidas,
alegría de negocios nacionales,
manos denegando bromas.
Me estoy poniendo sentimental
sobre la suave alfombra mirando,
whisky mezclado ante mí (45)

40
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

en la pequeña mesa negra


sobre la que yace mi portafolios
lleno de investigaciones de mercado
notas y papel en blanco—
ese viaje en avión por venir
—o un descarado peregrinaje
a través de planicies imaginarias
que nunca hice a pie
hasta la alucinación de Kansas
y la redención sobrenatural.

Más tarde: místico de Hawthorne


esperando en el banco
componiendo también su sermón
con blancos y huesudos dedos
mordisqueados, con un anillo de oro de su ciudad de .....
. origen
con un traje de sarga azul
y un mostacho rubio vagamente
visible en la cara mental
ojos en blanco: cuerpo lamentablemente delgado
–¿qué cuerpo podrá amar?–
Dios mío! la suave belleza en
comparación–aquel joven futbolista
con su solar traje amarillo de amor
resolviendo el problema de su viaje de Navidad
seguro de muerte por medio de una máquina
de nuevo sensación virginal,
Estaría dispuesto a morir en las alturas ahora.

No puedo ver el exterior en la oscuridad,


auténticos y siniestros extraños a mi alrededor,
y me siento infeliz al alejarme volando.
Todas estas comodidades para volar (46)

41
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

demasiado superficiales para la inclinación


que yo tengo hacia la soledad.
Desnudez
tiene que volver de nuevo—no el sexo, sino
algún desnudo aislamiento.
Y allá abajo está Hollywood,
el estrellado mundo que hay debajo
—expresando desnudez—
ese anhelo, esa gloria
ese aplauso–osio, mente,
apetito de sueños, cuerpos,
viajes: apetito por lo real,
creado por la mente
y besado por la mente
y besado en coito–
¡ese anhelo, ese fundirse!
Ni siquiera la imaginación
humana satisface
el inacabable vacío del alma.

La Costa Oeste a mis espaldas


durante cinco días mientras vuelvo
al antiguo Nueva York–
¡ah borrachera!
Veré de nuevo tus ojos.
¡Desesperada desilusión!
Viajar a través del oscuro vacío
sobre Kansas y aún así yendo a ninguna parte
en el oscuro vacío del alma.

Angel me despertó para ver


—al otro lado de mi propio reflejo,
un negociante calvo con gafas de concha
adormilado en la visión de la redonda ventana— (47)

42
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

esqueleto espectral de electricidad


sistema nervioso iluminado
flotando en el vacío salido
de la central energética de la planta cerebral central
corriendo hacia la luz estelar del cielo
por encima de nosotros. Fue sobre Hutchinson.
El aparato pasó sobre unas luces,
la visión desapareció.

Exuberante Jorge en mi avión.

Y Chicago, la primera vez,


humeante ciudad de invierno
—temblando envuelto en mi chaqueta de tweed
caminando junto al aeropuerto
dando la vuelta al bloque en Cicero
bajo el brumoso y plano
supercielo del paraíso—
otro proyecto para el corazón
seis meses para aquí algún día
hacer Chicago natural,
recoger unas cuantas imágenes extrañas.

Lejanos signos rojos


en la huérfana autopista
atisbo vacilante de los camiones del hogar.
¿Quién circula ahora por esa solitaria carretera?
¿Qué corazón? Quién fuma y ama
en autos de Kansas ahora?
¿Quién habla magia
bajo la noche? ¿Quién camina
por el centro y bebe cerveza negra
en su eternidad? ¿De quién son los ojos
que recogen las calles y las cumbres de las montañas
(48)

43
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

para almacenarlas en su memoria?


¿de qué sabio en la oscuridad?
¡Alguien que debería cobrar
mi seguro!
mejor será que haga un
espinoso peregrinaje sobre pies
de teoría para sufrir el total
aislamiento del vagabundo,
antes que este viaje familiar
de extravagantes hombres de negocios
—cruzar los Estados Unidos de noche—
en un súbito atisbo
siendo nadie en el aire
nada más que nubes a la luz de la luna
con humanos follando
debajo...

SF-NY Diciembre 1954 (49)

44
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

MALEST CORNIFICI TUO CATULLO

Estoy contento Kerouac, tu enloquecido Allen lo


ha logrado al fin: ha descubierto un nuevo y joven
cachorro,
y mi visión de un muchacho eterno
camina por las calles de San Francisco,
hermoso, y se encuentra conmigo en cafeterías
y me ama. Ah no pienses que soy repugnante.
Estás enfadado conmigo. ¿Por todos mis amantes?
Es difícil comer mierda, sin tener visiones;
cuando tienen ojos para mí, es como el Paraíso.

SF 1955 (50)

45
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

REGISTRO DE UN SUEÑO: 8 JUNIO, 1955

Una noche de borrachera en mi casa con un


muchacho, San Francisco; Yo yacía dormido:
oscuridad.
Fui de vuelta a ciudad de México
y vi a Joan Burroughs inclinada hacia
adelante en una silla del jardín, los brazos
apoyados sobre sus rodillas. Me estudió con
ojos claros y boca abatida, en su
cara había recuperado una magnífica belleza que
el tequila y la sal habían hecho extraña antes de
recibir la bala en la frente.

Hablamos de la vida desde aquel tiempo.


¿Bueno, qué está haciendo ahora Burroughs
Bill en la tierra, está en Africa del Norte.
¿Oh, y Kerouac? Jack todavía colea
con el mismo genio beat que antes,
libros de notas llenos de Buda.
Espero que lo logre, rió ella.
¿Está Huncke en la trena todavía? No,
la última vez le vi en Times Square.
¿Y cómo está Kenney? Casado, borracho
y dorado en el Este. ¿Y Tú? Nuevos
amores en el Oeste— (51)

46
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Entonces supe
que ella era un sueño: y la interrogué
—¿Joan, qué clase de conocimiento tienen
los muertos? ¿podéis amar aún
a vuestros conocidos mortales?
¿Qué recuerdas de nosotros?
Ella
se desvaneció ante mí—El instante siguiente vi
su lápida manchada por la lluvia
detrás un epitafio ilegible
bajo la retorcida rama de un pequeño
árbol entre la hierba salvaje
de un jardín que nadie visita en México. (52)

47
Allen Ginsber – Sándwiches de
realidad

* * *

B e n d i t a s se a n la s Mu s a s
por su descenso,
bailando en torno a mi mesa
coronando mi incipiente calva
con Laurel. (53)

* * *

48
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

FRAGMENTO 1956

Ahora a la llegada del poema, que pueda ser digno &


cantar santamente el pathos natural del alma hu-
... mana,
desnuda piel original bajo nuestros sueños
& ropajes de pensamiento, la perfecta identidad del yo
radiante de pasiones y caras intelectuales
Quién lleva las líneas, las dolorosas contorsiones
del entrecejo de los ojos superiores, la totalidad del
cuerpo
respirante y sensible entre flores y edificios
con ojos abiertos auto - conocedores, temblando de
amor—
Alma que yo tengo, que Jack tiene, que Huncke tiene
que Bill tiene, que Joan tenía, y aún tiene en mi me-
.... moria,
que tiene el vagabundo harapiento, que tiene el loco
bajo ropas negras.
Almas idénticas entre sí, como cuando en pie en
la esquina de la calle miré a Jack
y le dije que éramos la misma persona—mírame
a los ojos y háblate a ti mismo, esto me hace
el amante de todo el mundo, hace a Hal mío en contra
de su voluntad,
yo tenía ya su alma en mi cuerpo, mientras él
fruncía el ceño—junto a la farola 8.ª Avenida & 27.ª
(54)

49
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Calle 1947—acababa de volver de Africa


con un atisbo de la iluminación que de hecho
me llegaría a su tiempo como le llega a todo el mun-
. . . do—Jack
el peor asesino, Allen el más cobarde
con una veta de amor amarillo  atravesando
mis poemas, una colilla en la ciudad, Joe Army gri- . . . .
. tando
con angustia en Dannemora, cárcel de 1945,
rompiendo su propio nudillo blanco contra las barras
su atontado y triste compañero de celda golpeado por
los guardas
debajo un suelo de hierro, Gregory llorando en Tumbas,
Joan con los párpados pesados, debajo ojos de benze-
drina
escuchando la paranoia de la pared,
Huncke de Chicago soñando en Galerías
de infernal Pokerino luz de piel azul de Times Square,
Bill King aullando pálido en la ventana del metro
espasmo-muerte de último minuto luchando por volver,
el propio Morphy, principal suicida, expirando envuel-
.. to en sangre
en el Passaic, trágico & desconcertado en
sus últimas lágrimas, logrando la muerte en aquel mo- . . . .
. mento
humano, intelectual, barbudo, ¿quien
era el en aquel momento más que sí mismo? (55)


Yellow (amarillo) significa coloquialmente cobarde en
Inglés. (55)

50
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

UNA EXTRAÑA CASITA DE CAMPO NUEVA EN


BERKELEY

Toda la tarde cogiendo moras de las zarzas de una


tambaleante verja marrón
bajo una rama baja con sus podridos y viejos mis-
celáneos albaricoques bajo las hojas,
arreglando la gotera en las intrincadas tripas-ma-
quinaria de un nuevo toilet;
encontré una buena cafetera en las yedras junto
al porche, saqué una gran rueda de los matorrales
escarlata, escondí mi marihuana;
mojé las flores, llevando la soleada agua de la una
a la otra volviendo para otorgar divinas gotas extra
a las judías y las margaritas;
caminé tres veces en torno a la hierba y suspiré
ausente:
mi premio, cuando el jardín me daba sus ciruelas en
forma de un pequeño árbol en la esquina,
un ángel considerado con mi estómago, y con mi
seca lengua herida de amor.

1956 (56)

51
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

ILUMINACION DE SATHER GATE

¿Por qué le niego el maná a lo demás?


Porque me lo niego a mí mismo.
¿Por qué me lo he negado?
¿Quién más me ha rechazado?
Ahora creo que eres preciosa, mi alma, alma de
Allen, Allen—
y tú tan amada, tan endulzada, tan recordada a tu
verdadera amabilidad,
tú original desnudo respirante Allen
¿volverás a negar a alguien de nuevo?

Querido Walter, gracias por el mensaje


Te prohíbo que no me toques, de hombre a hombre, . . . .
. Americano Auténtico.

Los bombarderos rasgan el cielo en un unísono de


doce,
los pilotos están nerviosos y sudando ante los contro-
les en las calientes cabinas,
¿Sobre qué almas dejarán caer sus bombas sin amor?

El Campanario hinca su blanco granito (?), cabeza


inocente en las nubes para que yo lo mire.
(57)

52
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Una dama tullida explica gramática Francesa con voz


potente y dulce: Regarder es mirar—
toda la lengua francesa observa los árboles del campus

Las hechizadas voces de las chicas, concier-


tan citas en voz baja para las 2 en punto
—Aún así una dice adiós con la mano y sonríe al fin—
su falda roja al ondear muestra como se ama a sí mis-
ma.
Otra envuelta en llamativas ropas escocesas
trota por el cemento a toda prisa—entra por la puer- ta
—¡pobrecita mía!—¿quién te recibirá en los despa- chos
del amor? ¿Cuántos
muchachos bellísimos habré visto en este
lugar?
Los árboles parecen estar a punto de moverse—¡ah!
de hecho se mueven en la brisa.
De nuevo el rugido de aviones en el cielo—todo el
mundo alza la vista.

¿Y sabéis que todo ese frotarse los ojos & esos gestos
dolorosos para la frente
de escolares trajeados entrando Dwinelle (Hall) son
Signos Sagrados?—
¿ansiedad y miedo?;

Cuántos años tengo que flotar sobre esta almibarada


escena de
árboles & humanos trotando pesadamente sobre
el suelo—
¡O tengo que estar loco para quedarme aquí sentado
solitario en el vacío & la alegría & construiros
. ..... pensamientos de amor! (58)

53
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Pero de qué puedo dudar más que de mis propios


brillantes ojos, qué
perder más que la vida que es una visión hoy
esta tarde.

Mi estómago se siente ligero, me relajo, nuevas


frases saltan a mi mente desde la escena para
describir formas espontáneas de Tiempo —árboles, perros
durmiendo, aviones vagando por los aires, negros con
sus libros de almuerzo de ansiedad, manzanas y
sandwiches, hora del almuerzo, helado, Intemporal—

E incluso los más feos buscarán la belleza—«¿Qué vas


a hacer
este viernes por la noche?»
pregunta el marinero con su gorra escolar blanca de
entrenamiento & sus botones dorados & su
chaqueta azul,
y el pequeño mono con una chaqueta verde y
pantalones colgantes y sobre—
cargada cartera de libros dice «Cuartetos»

Cada Viernes por la noche, bellos cuartetos para


celebrar y agradar mi
alma con todo su pelo—¡Música!
y después se va con grandes zancadas, partiendo
trozos de chocolate de una barra envuelta
en papel marrón de Hershey y papel de plata,
comiendo rosa de chocolate

& ¿cómo pueden esos otros muchachos ser sus propios


alegre yoes con sus marrones
uniformes de estudio del ejército? (59)

54
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Ahora una chica tullida se balancea bajando por el


camino con ademanes de coito al paso largo de
sus torcidas caderas—
dejadla poner los ojos en blanco & pasearse por el
campus angélica
moviendo su cuerpo gozosamente—
sin duda a alguien le gustará esa energía pélvica.

Esas cintas blancas que bajan de su copa de pastel de


chocolate, Dama (Mantenida
frente a su nariz terminando la frase
preparatoria
para el mordisco),
fueron pintadas para deleitarla por alguna mano
artística industrial
esta noche en una fábrica de pan muy lejos,
mano experta en mensajes simplones de bandas
blancas sobre
millones de copas de pastel mensajeras.

Tengo un mensaje para todos vosotros—¡denotaré


una particularidad .
. de cada uno!

Y ahí va el Profesor Hart zanqueando iluminado


por los años a través de la puerta y la arcada que
construyó (en su mente) y conoce—él también vio
una vez las ruinas de Yucatán—

seguido por un solitario bedel con un sombrero gris


paloma de vendedor italiano de fruta
estilo Chico Marx empujando su estómago de
budín entre los árboles (60)

55
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

N ve a todas las muchachas


como visiones de
sus coños interiores,
¡sí, es verdad!
y todos los hombres caminando
por ahí pensando
en sus pollas espíritu.

Así que miras atrás a aquel pobre asustado muchacho


con pelo negro de dos días
cubriéndole toda la sucia cara,
cómo debe odiar su polla
—Chinos dejad de temblar

y ahora para acabar con todo esto con un


alzamiento y una
elipse—

Los chicos están ahora hablando todos con


las chicas «Si yo fuera una chica amaría a todos los
chicos» & las chicas con sus risitas expresando lo con-
trario, todas bonitas
en cualquier aspecto
e incluso yo tengo mis camas y amantes secretos bajo
otra luz de luna, estad seguros

& en cualquier momento espero ver aparecer en


escena un carrito de niño
y que todo el mundo se de la vuelta atento como con
los aeroplanos y la risa,
como un Campus Griego
Y que el gran perro astroso marrón y silencioso
perezoso con los ojos abiertos tumbado a la sombra (61)

56
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

alce la cabeza & olfatee & apoyé la cabeza en sus


doradas patas
& dejé a sus entrañas gruñir sin preocuparse.
...los rojizos ojos del león
Fluirán con lágrimas de oro.

Ahora el silencio se rompe, los estudiantes se vierten


sobre la plaza, las puertas atestadas, el perro se
levanta y se va,
la tullida se balancea saliendo de Dwinelle, hasta una
monja, me pregunto
acerca de ella, una vieja dama distinguida
por un bastón de caña,
todos alzamos la vista, el silencio se mueve, inmensos
cambios en la tierra,
y en el aire vuelan pensamientos por doquier
llenando el espacio.
Mi dolor porque Peter no me amara fue dolor por no
amarme a mí mismo.
Enormes Karmas de mentes rotas en cuerpos bellísi-
mos incapaces de
recibir amor por no saber que el yo es
adorable—
¡Padres y Profesores!

Viendo en la gente la visible evidencia del


yo interior pensando por su tratamiento de mí: quien
se ama a sí mismo me ama a mí que me amo.

1956 (62)

57
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

GARRAPATO

La cara de Rexroth reflejando humana


dicha cansada
Pelo blanco cejas aladas
...... mostacho de
gas,
salen flores a chorros de
su triste cabeza,
escuchando la canción de calle de Edith Piaf
mientras ella recorre el universo ...
. toda la vida desaparecida
. y las ciudades desaparecidas
sólo queda el Dios del Amor
sonriendo. (63)

58
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

SEATTLE AL ATARDECER

Viaje en autobús a lo largo de la costa. Yessler


abajo, bajo el puente de la calle hasta el viejo rojo
Tambaleante Ayuntamiento—
Una Gran Unión, posters de la Gran Mandala del
Trabajo, jugadores de cartas polvorientos de ojos
empañados soñando tras el conductor... «pero estos
tipos jóvenes no son capaces de ver el futuro y nos-
otros nada que ofrecer»—
Después Snyder su pequeña barba roja y erizada
mente de Buda crucé sollozando los barrios bajos hacia
la cerveza a 10c.
Laberinto de escaleras de madera y películas grie-
gas bajo el Mercado Farmers ciudad de segunda mano,
salmón ahumado Indio viejos abrigos y secos zapatos
rojos,
Teatro El Loro Verde, Maytime, y hacia abajo
hasta el borde de la bahía los barcos, caminamos sobre
Alaska juntos en silencio—un ferry que viene de lejos
en la niebla desde la isla Brementon oníricamente
pequeño a mis ojos sobre las aguas de Holanda
—y entró en mi cabeza la gaviota, un alarido, cen-
tinelas firmes sobre oxidadas piezas de muelle, rocas
goteando bajo podridos desembarcaderos, paredes cu-
biertas de légamo— (64)

59
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

el pequeño grito de la gaviota—inhumano no


perteneciente a la ciudad solitarios centinelas de Dios,
aves animales indiferentes entre nosotros, sus desola-
dos gritos solitarios representando nuestras almas.
Una barca de remos atracada y encadenada flotan-
do en la marea junto a un desembarcadero, La rana
de Basho. Alguien la dejó allí, deriva.
Tienda de curiosidades de marineros con conchas
y cráneos colgados, una máscara de hueso de ballena,
mares de la india. Las ciudades se pudren a partir
de las partes más viejas. Pequeña momia roja de Idaho
Frank H. Little tu gran sombrero pómulos altos ojos
bizcos y canción.
Las ciudades se pudren desde el centro, los subur-
bios se desmoronan, un lento apocalipsis de podre- dumbre
los tranvías espectrales se desvanecen.
Las ciudades se pudren las escaleras de incendio
cuelgan y se oxidan el ladrillo se vuelve negro el polvo
cae sin ser recogido la basura se amontona contra la
pared los pájaros invaden con sus gritos los barrios
bajos avanzan lentamente hacia el centro la antigua
cárcel gruñe vagabundos roncan bajo el pavimento un
oscuro baño Turco la cornisa abre la boca a media-
noche.
¡Seattle! —almacenes llenos de abrigos de pieles y
equipos de camping, locos hombres de negocios de
mediodía con abrigos de gabardina hablando en las
esquinas de las calles para mantener la estructura
incólume, floto por delante pájaros gritan,
El Ejército de Salvación ofrece sopa en un bloque
en descomposición, seis mil mendigos gimen ante una
comida de esperanzadas judías—

1956 (65)

60
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

SALMO III

A Dios: que ilumine a todos los hombres. Empe-


zando por los bajos fondos.
Que Occidente y Washington se transformen en un
lugar más elevado, la plaza de la eternidad.
Ilumina a los soldadores de los astilleros con el
resplandor de sus sopletes.
Que el operario de la grúa alce su brazo alegre-
mente.
Que los elevadores crujan y hablen, ascendiendo
y descendiendo con temor reverencial.
Que la misericordia de la dirección de la flor llame
al ojo.
Que la flor recta hable de los propósitos de su rec-titud
—buscar la luz.
Que la flor retorcida hable de los propósitos de su
retorcimiento—buscar la luz.
Que la rectitud y el retorcimiento hablen de la luz.
Que Puget Sound sea una explosión de luz.
Me alimento de tu nombre como una cucaracha de
una migaja de pan—esta cucaracha es sagrada.

Seattle 1956 (66)

61
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

LAGRIMAS

Ahora lloro todo el tiempo.


Lloré toda la calle cuando abandoné el Tambaleante
Ayuntamiento de Seattle.
Lloré escuchando a Bach
Lloré mirando las alegres flores de mi patio, lloré
ante la tristeza de los árboles maduros.

La felicidad existe lo puedo sentir.


Lloré por mi alma, lloré por el alma del mundo.
El mundo tiene un alma bellísima.
Dios apareciendo para ser visto y llorado. Corazón
desbordante de Paterson.

Artico, 1956 (67)

62
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

PREPARADO PARA ECHAR A RODAR

¡A México! ¡A México! ¡Carretera gris paloma abajo,


sobrepasando a la Policía de la Ciudad Atómica,
sobrepasando la ardiente frontera hasta canti-
nas de ensueño!
En pie sobre la soleada meseta metropolitana, príncipe
forastero en la calle, dólares en mi bolsillo, sólo, libre
— genitales y muslos y nalgas bajo piel, y cuero.
¡Música! ¡Taxis! ¡Marihuana en los barrios bajos!
¡Antiguos parques sexy! ¡bulevares continenta-
les en América! ¡El centro moderno de la ciudad
por un dólar! ¡Monos de faena en Les Ambas-
sadeurs! ¡Y aquí hay una rígida polla marrón
por 25c!
¡Borrachera! y las largas caminatas nocturnas reco-
rriendo calles marrones, ojos, ventanas, auto-
buses, osarios interiores tras la Catedral, plazas
perdidas y tacos hambrientos, la cabeza de un
ternero cocinada y despedazada para aprovechar
la carne,
y los ennegrecidos tejados interiores y tiendas del
Mercado de los Ladrones, calle enmarañada
sobre calle, laberinto de desnudo y extravagan-
te joven robo, pausas, remoloneos, percepción de
tambores, sin comprar nada (68)

63
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

mas que una cafetera rota de aluminio con el brazo


de una muñeca sobresaliéndole de la boca.
¡Haha! ¿qué es lo que quiero? Cambio de soledad,
espectro de borrachera en taxis paranoicos,
miedo y alegría de amantes desconocidos
dando la vuelta a la vacía esquina con ojos oscuros y
observándome hacerlo allí sólo bajo la nueva
sofisticada luna.

S.F. 1956 (69)

64
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

ESCRIBI ESTO LA NOCHE PASADA

Escuchad la historia del coche sensitivo


que fue esputado de la tierra en Pittsburgh.

Ella chillaba como un Primer Ministro Sueco


en su primer vuelo por la autopista de neón rojo,

ella no podía soportar las sirenas y las luces ciegas


de los coches macho Fords Oldsmobiles Studebakers

—el capataz de su cadena de montaje había


profetizado choque salvaje
en el Sunset Boulevard faros & globos oculares rotos
parachoques & huesos.
Ella anduvo por todo México esquivando los Angeles
rezando por ser una vieja drogota en un cementerio ..
. de una ciudad fronteriza
con traqueteantes puertas y amarillentas ventanillas
rotas
placa de la matrícula doblada frenos débiles & motor
invendible
desgastado por las lentas nalgas de una pesadilla de
adolescente
jadeando bajo el empobrecido brillo de la luna de
Agosto, (70)

65
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Cualquier cosa menos ese paseo final alocado con el


productor loco
y su estrella de bombazo intelectual en la última noche
despierto en Mexicali. (71)

66
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

CHILLIDO

Se levanta se estira se licua de nuevo es martillado


Está dividido en participaciones cubre el suelo de la
Bolsa
Está recortado a diamantinos tijeretazos y es trans-
portado por medio de trenes
Acumulado en el margen por el huesudo Goldfinger
tiene varias
Visiones de ser un automóvil se consolida
La fortuna de abogados espectrales herederos sollozan
sobre él
Se disuelve sufre llamativas metamorfosis peculiares
Alucinaciones esputa pagarés machacados
Por inmensos martillos en una vasta buhardilla se
vierte en hipos de fuego
Hacia arriba en forjas fundidas se equilibra sueña y se
enfría
y el presente acero ajustado entorna los ojos.

Un jorobado vendedor de tuberculosis le conduce rien-


do ásperamente hasta San Luis
En la lluvia escrito mercenario sin voluntad propia
tipo siniestro chiflado de la próxima reventa?
San Pedro mañana S. Joe Squeak no acabará nunca Hohokus
— (72)

67
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Se incrusta contra una máquina de tren sucia el bas-


tardo nunca
Importa que las medias del almacén mental decaigan
levemente aquí está el mecánico
Blam el vertedero Ayudad al fundidor más tarde una
presión de consolidación se acumula
Está acabado ahora Eek el Bes un Gemido de aero-
plano quiere irse a casa
Súbitamente pica sobre el mercado como una bomba.

1958 (73)

68
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

CALDERILLA AMERICANA

Lo primero que vi, después de un largo tiem-


po lejos de casa en medio del Atlántico un día de ve-
rano
Delfines rompiendo las cristalinas aguas bajo
el cielo azul,
un brillo de plata en mi camarote, extraído
de mi tintineante bolsillo lleno de monedas y verdes
dólares
—en la palma de mi mano, la cabeza del indio
emplumado, vieja cara aguileña de Buck Rogers, un
tajo de hambre en la mejilla
mandíbula rechinante de hombre desapareci-
- do ido como un Hebreo con el rizo peinado
hacia un lado— o Rabino Indio
qué visionario resplandor hace 100 años en
las praderas de Buffalo bajo el cielo manchado de nu-
bes fundidas, «la misma luz clara 10.000 millas en
cualquier dirección»
pero ahora con toda la música de violín de
Viena, que ha ido a parar a la gran máquina traga-
monedas de Kansas City, Renor—
La moneda parecía tan pequeña después de
los vastos cobres Europeos, gruesos francos, plúmbeas
pesetas, las interminables y pesadas liras,
un primitivo en miniatura rememorado en
(74)

69
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

5c de níquel nostalgia de confitería por los pieles ro-


jas, muertos en la plateada moneda,
con astroso búfalo en la otra cara, giboso, la
pequeña cola curvada hacia el interior, la cabeza em-
bistiendo contra la redondez de la Eternidad,
debajo melena del pene, barbudo músculo dor-
sal cubierto de músculos, cabeza de profetas, inclinada,
........... bestia del Tiempo en extinción, vetusto
cuerpo frotado hasta la desaparición de sus arrugas
y brillante como piedras pulidas, reluciente metal en
mi índice, ridículo búfalo—Vete a Nueva York.

El siguiente níquel que encontré, Minerva,


asexual & frío, ascendente del dinero—¿y era real-
mente la esposa de Wallace Stevens?
Y ahora desde los rizos que fluyen las alas
en miniatura del rápido pensamiento,
marimacho ejecutivo, Minerva, diosa de Ma-
dison Avenue, olvidado inútil níquel que no puede
comprarme un perro caliente, níquel muerto—
Después tenemos a George Washington, me-
nos primitivo, el cuarto de dólar chato, ojos y boca
autocomplacidos, diseño de algún idiota del Padre ase-
xuado,
desnudo hasta el cogote, con una cinta en
la peluca, frente despejada, línea Romana a lo largo
de su nariz, mejillas gordas, mostrando aún sus ideas
de diente postizo—O Eisenhower & Washington—O Pa-dres

Nada de la belleza de las estrellas de cines—O vos-
otros Narizotas—
Cuarto de dólar, recordado cuarto de dólar,
40c en total—Qué podrás comprarme cuando aterrice
—¿un helado con soda?— (75)

70
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

pobre montón de monedas, recordatorios ori-


ginales de la tristeza, olvidada moneda de América—
nostalgia del primer contacto con esas mone-
das, calderilla Americana,
el recuerdo de mi mano envejeciendo, el mis-
mo viejo reflector de plata en ella,
el delgado níquel escondido entre mi pulgar y
mi índice
Todas las luchas en pos de estas monedas,
la tristeza de su reaparición
mi reaparición en aquellas fabulosas costas
y el fracaso de aquel Sueño, aquella Visión de
Dinero reducida a éste recuerdo de pesadilla
del solar de gasolina en Paterson donde en-
contré medio dólar brillando sobre la hierba—
Tengo un billete de 5 dólares en mi bolsillo—es
la negra y amarga cabeza de Lincoln llena de lunares,
arrugada, también, con su mechón en la frente, orejas
grandes, banderas de aviso flameando por todo el bi- llete,
sellos en verde y negro de tela de araña,
largos números en color verde pista de ca-
rreras, inmensa promesa, una muchacha, un hotel, un
viaje en autobús a Albany, una noche de brillante bo-
rrachera en algún lejano rincón de Manhattan
un canuto de varios tés, o una gorra de papel
de heroína, o un extraño regalo de 5$ para los ciegos.
Dinero, dinero, recordatorio, igual podría es-
cribirte poemas a ti—querido dinero Americano—O
Estatua de la Libertad cabalgo envuelto en dinero en
mi mente hacia ti— y final

Ahhh! Washington de nuevo sobre el Dólar,


la misma poética impresión negra, oscuras palabras, (76)

71
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Los Estados Unidos de América, innumerables nú-


meros
R956422481 Un Dólar Este Certificado es Mo-
neda de curso legal para todas las deudas públicas y
privadas
Señor, Señor por qué me has abandonado
serie de Sacerdotes de Ivy Baker 1935 F
y por encima, el Aguila, sus salvajes alas ex-
tendidas, halo de las estrellas rodeadas de bocanadas
de humo & llamas—
un círculo la Pirámide Masónica, la sagrada
Swedenborgiana América del dólar, enladrillada hasta
el tope, & flotando surreal por encima
el triángulo del sagrado Ojo que mira recor-
tado en el aire, brillando
luz emitida desde el triángulo sin cejas—y
un desierto de cactus, disperso por todos los alrededo-
res, las nubes en la lejanía,
este ser el Gran Sello de nuestra Pasión, An-
nuit Coeptes, Novis Ordo Seculorum,
el todo rodeado de verdes telas de araña di-
señadas por hombres-T  para evitar la asquerosa falsi-
ficación—
UN

S.S. Estados Unidos, 1958 (77)


T - del Tesoro (N.T.)
72
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

«DE VUELTA A TIMES SQUARE,


SOÑANDO CON TIMES SQUARE»

Que algún triste trompetista se alce


en las vacías calles al amanecer
y toque un estribillo de plata en honor a los
edificios de Times Square,
recordatorio de diez años, a las 5 AM, con
la delgada luna blanca escasamente
visible

sobre las verdes & cernidas oficinas de


McGraw Hill

Un poli pasea pero es invisible


con su música

El Globe Hotel, Garver yació en


grises camas ahí dentro y encogió su
espalda y limpió sus agujas—
donde yo yací muchas veces adormilado
por sus abandonados y ensangrentados algodones
y soñé con la voz de Blake hablando—
Me sentía solitario,
la muerte de Garver en Méjico hace dos años,
el hotel se ha convertido en un aparcamiento
y yo estoy aquí de vuelta— sentado de nuevo en
las calles— (78)

73
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Las películas nos arrebataron nuestro lenguaje, el


gran anuncio rojo
* A DOUBLE BILL OF GASSERS
Pesadilla de Adolescente
Pandilleros de la Luna
pero nosotros nunca fuimos pandilleros de
pesadilla sino buscadores de
la rubia nariz por la Verdad

Algunos viejos están aún vivos, pero


los viejos Drogotas han desaparecido—

Somos una leyenda, invisible pero


legendaria, tal como fue profetizado

Ny 1958 (79)

74
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

MI TRISTE YO

Para Frank O'Hara

A veces cuando mis ojos están enrojecidos me


subo a lo alto del edificio de la RCA
y observo mi mundo, Manhattan—
mis edificios, calles en las que he hecho
proezas,
buhardillas, camas, pisos de agua fría
—abajo en la Quinta Avenida, que también tengo en
mente,
sus coches hormiga, pequeños taxis amarillos
hombres que
caminan del tamaño de motitas de
lana—
Panorama de los puentes, amanecer sobre la máquina
de Brooklin.
el sol poniéndose sobre New Jersey donde yo
. nací & Paterson donde jugué con las hor-
. migas—
mis amores más tarde en la calle 15,
mis amores mayores del Lower East Side,
mis una vez fabulosos amours en el Bronx
lejanos—
caminos que se cruzan en estas escondidas calles,
mi historia resumida, mis ausencias
. y éxtasis en Harlem—
—sol brillando sobre todo lo que poseo (80)

75
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

en un parpadeo hasta el horizonte


en mi última eternidad—
la materia es agua.

Triste,
cojo el elevador y parto
hacia abajo, pensativo,
y camino sobre los pavimentos mirando fijamente el
escaparate de todos los hombres,
caras,
preguntando por aquel que ama
y me detengo sorprendido
frente a un escaparate de una tienda de
coches
el tráfico se mueve arriba & abajo
recorriendo los bloques de la
5.a Avenida
detrás de mí . .
. esperando un momento en que

Hora de irse a casa & hacer la cena & escuchar las


románticas noticias de guerra en la
radio

...todo el movimiento se
detiene
& yo camino en la intemporal tristeza de la existencia,
con la ternura que fluye a través de los edificios,
las puntas de mis dedos tocan la cara de la
realidad,
mi propia cara surcada de lágrimas reflejada en
el espejo
de alguna ventana—al atardecer—
donde no tengo deseo alguno— (81)

76
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

de bombones—o de poseer los trajes o las pantallas


japonesas de la comprensión

Confundido por el espectáculo a mi alrededor,


Hombre forcejeando calle arriba
con paquetes, periódicos,
corbatas, hermosos trajes
hacia su deseo
hombres mujeres, fluyendo sobre el pavimento
luces rojas registrando acelerados
relojes & .
. los movimientos del bordillo—

Y todas estas calles guiando


tan torcidamente, bocinantemente, largamente,
por avenidas
con altos edificios siguiéndoles la pista o incrustados
en barrios bajos
a través de un tráfico tan inseguro .
. coches y motores aullantes
tan dolorosamente a este .....
. campo, este cementerio
. este silencio
en el lecho mortuorio o montaña
una vez visto
nunca recuperado o deseado
en la mente por venir
donde todo el Manhattan que he visto tiene que
desaparecer.

NY 1958 (82)

77
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

FFFFF U U NN N
F U U N N N
FFFFF U U N N N
F U U N N N NY DEATH
F U U N NN
F UU N N
La música de las esferas—que termina en silencio
El Vacío es un gran piano
un millón de melodías
. una detrás de otra
entre medias el silencio
más bien una interrupción
. del silencio
Aunque la música es bellísima
Bong Bong Bon---------
gnob
gnob
gno--------

Bong Bong Bong


o n . .
n o
g b
b g
o n
n o
obgnobgnobgnob
El círculo de formas
Se Encoge
y desaparece
. regresando al piano. (83)


Graciosa muerte.
78
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

NOTICIARIO DE BUQUE DE GUERRA

Estaba bebido de té en mi cabina cerca del escotillón de


carga delantero escuchando a las estrellas
visualizando los kamikazes aleteando y girando en las
manchadas nubes
* ack ack empezó a disparar, un vasto agujero arran- .
. cado de la proa como un lirio ardiendo
arrojamos nuestros bidones de aceite de nitroglicerina
entre los ondulantes octópodos
sordo thud y boom de truenos bajo el mar la tos del
tuberculoso ametrallador
llamas en la bodega entre las latas de éter el rugido de
buques de guerra en la lejanía
cabeceando en el mar como ballenas rodeadas de
hormigas moribundas los gritos el capitán loco
Súbitamente una luz dorada iluminó el océano y se hizo
enorme su resplandor entró en el cielo
un frío mortal y una gran pesadez entraron en mi
cuerpo casi no podía alzar la vista
y el barco quedó envuelto en luz como una fotografía
sobreexpuesta desvaneciéndose en el cerebro.

1959 (84)


Ametralladora antiaérea.
79
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

TE RUEGO QUE VUELVAS Y ESTES ALEGRE

Esta noche me piré en la ventana del sillón de mi


apartamento a las 3 : A.M.
mirando fijamente antorchas Azules incandescentes
a mis pies la brillantemente iluminada calle
sombras coaguladas cerniéndose en un pavimento
recién hecho
—como la semana pasada el rabbiz Medieval
pasó pesadamente a través de la cruda
y levantada tierra marrón—palos
& latas
y cansadas damas sentadas en cubos
de basura españoles—en medio del calor mortal
—hace un mes
las tomas de agua estaban inundadas—
el sol a la 3 P.M. está hoy envuelto en bruma—
ahora está todo oscuro afuera, una gata cruza
la calle silenciosamente—yo maullo
y ella alza la vista y pasa ante un
montón de escombros que hay en medio de su
camino
hasta un dorado y brillante cubo de basura
(fósforo en la noche
& peste de callejuela)
(o puré de cubo de basura) (85)

80
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

—Pensando que América es un caos


La Policía atasca las calles con su ansiedad,
Coche Patrulla chirría y se detiene:

Hoy una mujer, de 20 años, abofeteó a su hermano


que jugaba con sus ladrillos de niño—
jugueteando con una enorme roca—
«¡No hagas eso ahora! ¡la bofia! ¡la bofia!»
Y no había ningún policía—
miré por encima del hombro—
un montón de mierda en dirección opuesta

¡Gas Lacrimógeno! ¡Dinamita! ¡Mostacho!


Me dejaré una barba y llevaré preciosas
. bombas,
Destruiré el mundo, me deslizaré entre
. las grietas de la muerte
Y cambiaré el Universo—¡Ha!
Tengo el secreto, Llevo
salami subversivo en
mi destartalada maleta
«Ajo, Pobreza, un testamento al Paraíso»,
un extraño sueño en mi carne:
Nubes radiantes, he oído la voz de Dios en
mis sueños, o Blake está despierto, o la mía o
el sueño de un delicatessen de resoplantes vacas
y aullantes cerdos—
La caída de un cuchillo
un dedo cortado en mi cerebro—
unas cuantas muertes que conozco—
. O hermanos del Laurel
¿Es real el mundo?
¿Es el Laurel
una broma o una corona de espinas?— (86)

81
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Rápido pasa
culo arriba
Abajo voy yo
Viene la Aflicción
—la calle está fuera,
yo espiando a Nueva York.
El oscuro camión pasa gruñendo &
vibrando profundamente—

Y
si
los
mundos
fueran
una
serie
de pasos

Y
si
. los
pasos
se juntaran
. de nuevo de .
. en .
. el . ..
Margen

Nos dejan volando como aves hacia el Tiempo


—ojos y faros de coche—
El encogimiento del vacío
en la Nebulosa (87)

82
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Estas Galaxias pasan como molinillos & pasan


como un gas—
Qué bosques nacen.

15 de septiembre 1959 (88)

83
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

UN VIEJO POETA EN PERU

Porque nos encontramos al atardecer


bajo la sombra de la estación de ferrocarriles,
de su reloj
Mientras mi sombra estaba visitando Lima
Y tu espíritu moría en Lima
anciana cara necesitada de un afeitado
Y mi juvenil barba en flor
magnífica como el pelo muerto
en las arenas de Chancay
Porque equivocadamente pensé que estabas
melancólico
Saludando tus pies de 60 años de edad
que huelen a muerte
de arañas sobre el pavimento
Y tu saludaste mis ojos
con tu voz de anisette
Pensando equivocadamente que yo era genial
para ser tan joven
(mi rock and roll es el movimiento de un
ángel volando en una ciudad moderna)
(tu oscuro andar cansino es el movimiento
de un serafín que ha perdido
sus alas)
Beso tu gruesa mejilla (una vez más mañana (89)

84
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Bajo el estupefaciente reloj de Desaguaderos)


Antes de dirigirme hacia mi muerte en un accidente
aéreo
en Norte América (hace mucho tiempo) Y
tú te diriges a tu ataque cardíaco sobre una calle
indiferente de Sudamérica
(Ambas rodeadas por comunistas
... que gritan con flores
en el culo)
—tú mucho antes que yo—
o una larga noche solo en una habitación
en el viejo hotel del mundo
observando una puerta
negra ...rodeada de girones de papel

MUERE CON GRANDEZA EN TU SOLEDAD

Anciano,
Yo profetizo un Premio

Más vasto que las arenas de Pachacamac


Más brillante que una máscara de oro martilleado
Más dulce que el gozo de desnudos ejércitos
follando en el campo de batalla
Más rápido que un tiempo pasado entre
la vieja Nasca de noche y la nueva Lima
en el atardecer
Más extraño que nuestro encuentro junto al Palacio
Presidencial en un viejo café
fantasmas de una vieja ilusión, fantasmas
de amor indiferente—

LA DESLUMBRANTE INTELIGENCIA

85
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Emigra de la muerte
para ofrecerte de nuevo un signo de Vida
Fiero y hermoso como un choque de automóviles
en la Plaza de Armas
Juro que he visto esa luz
No dejaré de besar tu repulsiva mejilla .....
. cuando tu ataúd esté cerrado

Y los plañideros humanos vuelvan


a su viejo y cansado
Sueño.
Y despiertas ante el Ojo del
Dictador del Universo.

¡Otro estúpido milagro! ¡de


nuevo estoy equivocado!
¡Tu indiferencia! ¡mi entusiasmo!
¡Insisto! ¡Toses!
perdido en la ola de Oro que
fluye a través del Cosmos.

Agh ¡estoy cansado de insistir! Adiós,


Me voy a Pucallpa
a tener Visiones.
¿Tus limpios sonetos?
Quiero leer tus más sucias
y secretas escrituras,
. tu Esperanza,
en Su más Obscena Magnificencia. ¡Dios Mío!
19 de mayo, 1960

N OTA : Chancay, Pachacamic, Nasca, culturas pre-


incaicas del desierto costero de Perú. Miríadas de
reliquias encontradas por profanadores de tumbas al
escarbar en la arena de estas necrópolis. (91)

86
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

ETER

11 : 15 PM Mayo 27

4 Olisqueos & estoy Pirado


en ropa interior en la cama,
algodón blanco en la mano izquierda
degenerado arquetípico,
sabor a sangre en mi boca
de Sillón de Dentista
música, Sonoros Eructos de la Eternidad— un
búho con gafas garrapateando en la
fría oscuridad—
Continuamente en mis tímpanos el sonido
de tranvías en la calle
tos de parachoques de taxi—crujido de calles—
Risa y pistoletazos rebotando
de todas las paredes—
filtraciones de neón como tics—la voz
de una Miríada
de corredores del cuenco del cere-
bro
todos los chirps que los grillos han creado
resonando contra mis oídos en el
instante anterior a la inconsciencia
antes—
la lágrima del ojo por venir—,
el Miedo a lo Desconocido— (92)

87
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Uno no sabe aún si Cristo era


Dios o el Diablo—
Buda es más reconfortante.

¡Y aún así los experimentos han de continuar!


Toda posible combinación del Ser—¡todas
las viejas! todos los viejos universos Hindúes
Shabahadabadie-pluralicos
resonando en Grandilocuente
Barbada Yuxtaposición,
con todos sus minaretes y torres enla-
.... zadas de hierro
iluminadas por la luna
o adornos de porcelana
todos han existido—
. y los Sabios con
pelo blanco que se sentaban con las piernas cruzadas en
un canapé femenino
escuchando cualquier música que pudie- .
. ra llegarles
desde el bosque o la Calle,
a cualquier ave que trinara en el
Mercado,
cualquier nota que el reloj diera
para decir
. Tiempo—
cualquier droga o aire que respiraran
para hacerles pensar tan profun- ......
. damente
o simplemente oír lo que pa-
. saba,
como un automóvil pasando por la calle 1960
junto al Palacio Gubernamental
en Perú, en este año (93)

88
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

de Lima, en el que escribo.


¡Kerouac! saludo tu
palabrera barba. ¡Triste Profeta!
Salutaciones y profundas inclinacio-
nes de
pantalones abombados y mente con turbante y pie
córneo
cejas arqueadas & Sonrisa Judía—
Un único espécimen de la Eternidad—cada
... uno de nosotros poetas.
¡Rompe el ritmo! (demasiado pentámetro)
...Dios mío ¿en qué soledad estás ahora
Kerouak?
—oí el susurro de ruedas en la lluvia de 1950—

Y cada campana sonó a tiempo,


Y todo lo que fue creado
Resonaba especialmente a la vista de la Creación
Porque
Este es el fin de la creación
Esta es la redención de la que se Hablaba
Esta es la visión de lo Creado
por todos los Drs., enfermeras, etc., de la
creación;
por ej.,—

Lo inexpresable pasó sobre mi cabeza por


segunda vez.
¡y sigo sin poder decirlo!

por ej. somos las barreduras de la luna (94)

89
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

somos lo que sobra de la perfección—


El universo es un VIEJO error
Lo he comprendido un millón de veces anteriormente
y siempre he vuelto a la misma
tijeril onda mental—
El
Más pronto o más tarde la Consciencia será
eliminada
porque la Consciencia es
un subproducto de—
(algodón & N20)
Sacar saliva de atrás de la lengua—
Cristo te esfuerzas por comprender
Una consciencia
& te ves enfrentado con Miríadas—
después de un billón de años
con el mismo zumbido en los oídos
y sonrisa de pterodáctilo de Oops
la Creación,
lo he sabido todo antes.
Un Buda como en la antigüedad, con sirenas de
cualquiera que sea la máquina que está haciendo rui- . .
. dos crujientes
en . la calle
y luz de pavimento reflejada en la fachada
ventana de una estación de FC en un
diminuto puerto en Backwash
de la lóbrega vieja olvidada
fabulosa cualesquiera
Civilización de
la Eternidad—
con el Reloj de la Est. de FC dando medianoche
como ahora, (95)

90
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

& esperando al 6.°


escribes tu
Palabra,
y terminas con la última campanada—
y recuerdas
Estas doce horas fueron dadas
antes,
y nunca más; ambas cosas.
................................................................ Estaba en el balcón
esperando una explosión
de Consciencia Total de la Totalidad—
siendo Ginsberg olisqueando éter en Lima. La
misma pugna de la Mente, alcanzar la
Cosa
que termina su proceso con una X
comprehendiendo sus antes y después,
inexplicables a cada uno, excepto en un
profético
secreto recuerdo colectivo, oculto
no escrito como a media
tinta
Como los viejos sabios de Asia o las blancas barbas
de Persia
garrapateaban en los márgenes de sus rollos
de pergamino
con delicada tinta
recordando con lágrimas las antiguas campanas .
. de los relojes de sus ciudades
y las ciudades que habían sido—
Nasca, Paracas, Chancay & el Secreto de los
Sacerdotes
enterrado, Dioses Gato
de todos los colores, una mortaja
funeraria
(96)

91
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

para un museo—
Nadie lo recuerda pero todos vuelven al mismo
pensamiento
antes de morir—qué triste antiguo
conocimiento, repetimos de nuevo.
Sólo para perderse
en las arenas de Paracas, o envueltos en una
mística mortaja
de Poesía
y ser encontrado por algún muchacho tras
un millar de años
para inspirar qué teribles pensamientos
propios en él?

Es una horrible, solitaria experiencia. Y


la carta de Gregory, y la de Peter...
28 de mayo 7:30 PM
...En las asquerosas heces de la Circunstancia
«El los creó Macho y Hembra»
con mostachos.
Hay ciertos REPETIDOS
(disparo de pistola) aspectos de fiar
de referencia que los locos
(disparo de pistola repetido al exterior de
la ventana)—loco súbitamente escribe
—EL DISPARO DE PISTOLA fuera—las
REPETIDAS situaciones
la experiencia de volver al
mismo lugar en el Tiempo de la Creación
Universal—y cada vez que volvemos
reconocemos de nuevo que nosotros
HEMOS estado aquí & esa es la
Llave de la Creación—el mismo disparo de pistola (97)

92
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

—ABAJO, inclinándose sobre su libro de Un


inteligibles maravillas con su mostacho.

(mi) Locura es expresables reacciones


ante Ininteligibles fenómenos.
Muchacho—qué maravillosa botella,
Una esfera de cristal claro de transparente
éter líquido—
(Cloroetil Merz)

9 PM
Sé que soy un poeta—en este universo—pero para
qué sirve eso—cuando en otro, sin estas ayudas mecá-
nicas podría estar condenado a ser un pobre empleado
de Almacén de zapatos Disneyano—Esta consciencia!
un accidente de uno de los mundos Eter-posibles, no
el Mundo Definitivo

Donde todos parecemos Bizcos .


. & triunfamos en nuestra Virginidad .
. sin necesidad de llevar patas de Conejo
Los oídos o ambos ojos mirando extrañamente
.. de reojo pero en Oro
Más humildes & más sabios, aceptamos
el vasto misterio de nuestra creación—
sin mostrar signo alguno de que
hemos oído del

GRAN CREADOR

CUYO NOMBRE EN ESTE MOMENTO

. PRONUNCIO; (98)

93
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

GRAN CREADOR DEL UNIVERSO, SI


TU SABIDURIA LO PERMITE
Y SI NO ES MUCHO
PEDIR
¿PODRÍA PUBLICAR TU NOMBRE?
. PREGUNTO EN LA NOCHE ..
. DE LIMA

TEMEROSAMENTE ESPERANDO
RESPUESTA,

oyendo los autobuses fuera en


la calle susurrando,
Conociendo el Terror
del Mundo Lejano—

He estado jugando con Bromas


Y la Suya es demasiado poderosa para tenerla
en la mano como una Pluma
y Suya es la Respuesta del Disparo de Pistola
que lleva la sangre al cerebro Y

¿Qué puede ser posible


en un universo menor
en el que se puede ver
a Dios oliendo el
gas en un algodón?
La respuesta habrá de ser tomada al
revés & Duplicada Mate-
máticamente en ambas direcciones.

¿Soy yo un pecador? (99)

94
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Hay universos difíciles & universos fáciles. Este


no es ninguno de los dos.

(¿si cierro los ojos recuperaré la consciencia?)


Esa es la Pregunta Final—con
todas las viejas campanas de iglesia sonando y
el resollar de la parada de autobús & el crac de látigos de
hierro dentro de cilindros & el chirrido de frenos y
viejos crescendos de sensitivo
demiúrgico éxtasis susurrando en las calles del oído
—¿y cuando fue Nunca
contestado Afir-
mativamente? ¿Palabra de Dios?

UN UNIVERSO MAGICO
Moscas & grillos & el sonido de autobuses & mi
estúpida barba.
¿Pero qué es Magia?
¿Hay Dolor en la Magia?
¿Es la Magia una de mis creaciones de boyscout?
¿Soy acaso responsable? ¿Yo con mi fracaso?
¿Acaso puede la Amenaza ocurrirle a la Magia?
¡Sí! éste es precisamente el universo en el que
hay una amenaza para la magia escribir
mientras se está pirado.
Un Universo en el que estoy condenado a escribir
declaraciones.
«Los Juicios Ignorantes Crean Mundos Equivocados—»
y éste está unido en unión
Indica para
Afirmar con ojos
rientes— (100)

95
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

El mundo es como lo vemos,


Varón & Hembra, pasando por los años, . .
. como ha ocurrido antes &, pasará tal vez de nuevo
con todas sus incontables perlas & Ensangrentadas
narices
y yo pobre estúpido Todo en G
. . . . estoy empantanado con esa antigua Elección—
Tu, Basura ¿qué Himno buscar, & en
qué lengua, si es esto la máxima
venganza que puedo obtener de la
Consciencia?—
¿Qué puedo espumar? & ¿poner en palabras?
podría espumarlo más aprisa con
más jugo—
podría espumar una cosecha con la Muerte,
tal vez
—y aún así nunca saberlo en este
viejo mundo.
¿Sabré en la Muerte?
¿Y antes?
Será en
Otro saber.
Y en otro saber.
Y
en otro saber:
Y
¡Parad de concebir mundos!
dice Philip Whalen
(Mi Salvador) (¡oh que esnobismo!)
(como si pudiera salvar a Alguien)
.. Al menos, él no comprenderá.
Alzo mi dedo al aire para crear
un universo que él no comprenderá, lleno
de tristeza. (101)

96
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

—finalmente mirando fijamente al frente sumido en


la sorpresa
& en recuerdos al espejo del
cuarto del Hotel Comercio.
El Tiempo se repite. Incluyendo
esta consciencia, que se ha visto
a sí misma anteriormente—por eso el silbido de
langosta
de la guarda nocturna de la antigüedad en mi
tímpano...
Propuse una pregunta final, y
escuché una serie de respuestas finales.
¿Qué es Dios por ejemplo, ¿pregunta la respuesta?
. ¿Y qué otra cosa puede replicar el que replica
más que replicar?
Cualquiera que sea la naturaleza de la mente, eso
la naturaleza tanto de la pregunta como de la
respuesta.

& aún así uno quiere vivir


en un único universo
O no es así?
¿Tiene que ser Uno?
Vaya, como en el caso de los Judíos
¿Tiene el Dios que ser Uno?
¿O qué
significa el concepto UNO?
¡ES UNA LOCURA!

¡DIOS ES UNO!

ES X

ES INSENSATO— (102)

97
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

ADONOI—

ES UNA BROMA— .

. LOS HEBREOS ESTÁN

EQUIVOCADOS—(CRISTO & BUDA

¡DAN FE, también equivocadamente!)

¿Qué es Uno más que Formación


de mente?
¡locura arbitraria! 6.000 años
extendiéndose en todas las direcciones simultánea-
mente—

Perdono tanto el bien como el mal


& yo no busco nada, como un salvaje pintado con
una lanza cubierta de bandas naranjas negras &
blancas!
«encontré a los jíbaros y me vi
atrapado en su universo»
Estoy garrapateando nadas.
Páginas y páginas de profundísima nada,
como escribía el Antiguo Hebe, cuando
escribió Adonoi Echad o Uno—
... sólo para divertir, ganar dinero, o engañar—
Que Yo sea la Perversión
. ¡y éste el peor de
los universos!
¡No el peor! ¡Llamas no!
no puedo soportar eso—(Si, eso
es para alguna otra persona!
¡Aún así acepto (103)

98
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

O Dios de Cara de Gato, lo que quiera que venga! Soy


yo!
Yo soy la Llama, etc.
¡O Dios!
¡Pistoletazo! ¡Crack!
... látigo del Jefe del Circo
— ¡IMPERFECTA!
y un alma es condenada al
¡INFIERNO!
¡Y la campana de la iglesia suena!
y hay melancolía, una vez más por todo el reino.
y soy esa alma, por pequeña que sea.

HE SENTIDO LO MISMO ANTERIORMENTE

La muerte de la consciencia es terrible


¡y aún así! cuando todo ha terminado
¿qué deplorar?
No queda nada que recordar u olvidar.
Y se ha ido hacia lo extraño. .
. La única cosa que temo es la Ultima
Oportunidad. Veré esa última oportunidad también
antes de acabar, Vieja Mente. Todas aquellas
viejas Ultimas Oportunidades que conociste anterior- . . . .
. mente.
—algún día a través de la pared de sueño
hasta la vecina consciencia
como a través de esta azul pared de hotel
—millones de habitaciones de hotel em-
...
pañan . . el foco de mis ojos—

Sea la que sea la actitud con la que sujeto el algodón


contra mis narices, sigue siendo una broma secreta (104)

99
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

ora con el meñique alzado, o con consumido y


curioso
ojo en el espejo mirándome
o afectación de entrecejo serio
& oscurecida barba,
sigo siendo el niño de la obscena casualidad que espera

inspirando un Universo chino
a través de la nariz como algún antiguo Dios
Brahmánico.

¡O CAMPANA DEL TIEMPO SUENA TU


MEDIANOCHE POR EL BILLONESIMO

SONORO TIEMPO, O OIGO DE NUEVO!

Saldré a andar por la calle,


Quién me
encontrará en medio de la noche, en Lima, en mi
33 avo año,

En la Calle (Cont.) El pesado balcón


cuelga sobre el blanco
Las almas de Peter & mármol del Palacio del
mía se contestan la una a Obispo al lado de la
la otra Catedral—
Pero—¿y qué es un alma? La fuente juega
Ser un poeta es una en la luz como siempre—
ocupación seria, los autobuses & los
condenado a ella motociclistas pasan
en el universo— a través de la noche, las
recorrer la ciudad luces de los coches brillan
garrapateando en el pordiosero da la vuelta a
un libro—recién abordado una
(106)

100
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

por un borracho— esquina con su


en la Plaza de Armas colilla &
en una calle lateral bajo su bastón, los Ruidosos
un cielo neblinoso, y abandonan la taberna
en ocasiones sin y remolonean, conversando
luna. en alta voz,
Despiertos, El Ruiseñor de Keats
Hasta Mañana —el
dicen todos— instante de realización
y en algún lugar una única consciencia
al otro extremo de que oye los tañidos
la línea, un teléfono del tiempo, repetido
suena, una vez más interminablemente—
con noticias desconocidas—
La noche Toda la noche c/. Eter,
se cierne sobre Lima oleada
el cielo niebla negra— tras oleada de mágica
y yo me siento, impotente comprensión. Una altera-
fumando con la mano ción del campo
del lápiz— de la consciencia.
La larga grieta Mágica noche, mágicas es-
en el pavimento trellas,
o el volcán mágicos hombres, mágica
de ayer en Chile, música,
o el día anterior antes mágico mañana, mágica
del terremoto muerte,
que dio a luz al mágica Magia.
Mundo. Qué cruda magia
es en la que vivimos (vien-
El pavimento de la pla- do el trole
za como un monstruo grosero
brilla bajo la luz en una calle del centro de
eléctrica. Espero la ciudad
La barba solitaria c/diamante eléctrico
(106)

101
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

del trabajador se tambalea antena de alambre tendida


hacia casa y su cama desde al cielo
la Muerte. paso por un café nocturno
Si pero estoy bajo
un poco cansado de blanca luz de arco junto
estar solo... al Gran Hotel Bolívar)
El alfarero loco de explicáramos,
Mochica hizo un serio camino lateral
pote c/ 6 ojos & 2 Kosmos de calle cortada.
Bocas & media Nariz
& 5 Mejillas & sin Barbilla (De vuelta en la Habi-
para que nosotros nos lo tación).

Qué extraño recordar algo, incluso un botón


.... mucho menos un universo.
El Universo está loco, ligeramente loco
«¿Qué criatura se nace a sí misma?»
—y las dos partes serpentean apartándose
en direcciones opuestas para morir
cercenadas
El universo está loco, ligeramente loco
la ciega longitud metálica enroscada
débilmente & moviendo los pies
en la hierba
la negra cabeza del miriápodo moviéndose a unas
pulgadas de distancia en
la escalera de Macchu Picchu
la Criatura se siente
destruida,
cabeza y cola del universo
cortada en dos.

Hombres con acicalados mostachos de misterio tienen


horribles climax & Karmas de alcahuete—
(107)

102
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

—el mago loco que creó el Caos


en el pacífico vacío & suave
con mis jodidos modales suaves & mis ojos
sabelotodo, y la mente llena de fantasía—
el Yo! ese horror que me mantiene consciente
..... en este Infierno de Nacimiento & Muerte, .
. me acerco a los 34—súbitamente me sentí
viejo—sentado con Walter & Raquel en un Restauran-
te Chino—se besaron—yo solo—la edad de Burroughs
cuando nos encontramos por primera vez.

Hotel Comercio
Lima, Perú
28 de mayo, 1960 (108)

103
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

INDICE

Mi alba.................................................................. 9
Sakyamuni saliendo de la montaña.................... 11
El automóvil verde.............................................. 13
La Habana............................................................ 19
Siesta en Xbalba y vuelta a los Estados Unidos. 24
Sobre los trabajos de Burroughs........................ 42
Poema de amor basado en un tema de Witman. 43
Sobre Kansas........................................................ 45
Malets Cornifici tuo catullo................................. 50
Registro de un sueño: 8 junio 1955................... 51
Benditas sean las nubes....................................... 53
Fragmento 1956................................................... 54
Una extraña casita de campo nueva en Bekerley. 56
Iluminación de Sather Gate............................... 57
Garrapato.............................................................. 63
Seattle al atardecer.............................................. 64
Salmo III.............................................................. 66
Lágrimas............................................................... 67
Preparado para echar a rodar........................... 68

104
Allen Ginsber – Sándwiches de realidad

Escribí esto la noche pasada.............................. 70


Chillido................................................................. 72
Calderilla americana .......................................... 74
De vuelta a Times Square, Soñando con Times
Square............................................................. 78
Mi triste yo........................................................... 80
Noticiario de buque de guerra........................... 84
Te ruego que vuelvas y estés alegre .............. 85
Un viejo poeta en Perú .................................... 89
Eter....................................................................... 92

105

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