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Poema 15

Pablo Neruda.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma


emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.


Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio


claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.


Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Piececitos

Gabriela Mistral

Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
Dios mío!

¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!

El hombre ciego ignora


que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;

que allí donde ponéis


la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.

Sed, puesto que marcháis


por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.

Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!
El primer beso

Amado Nervo

Yo ya me despedía.... y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.

Salí a la calle alborozadamente


mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí... Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»
Si Dios fuera mujer

Mario Benedetti.
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez


para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos


para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría


lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío


si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
¿Qué les queda a los jóvenes?

Mario Benedetti

¿Qué les queda por probar a los jóvenes


en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes


en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes


en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.
A-LA CABRA-PANK
David Aniñir

Quiero besarte los ojos


y tragármelos
como las ostras a las perlas
para que me mires por dentro
y cachí que no soy de acero

Quiero besar tu boca


masticar tu lengua
y succionar tu vomito
al decirme te quiero

Quiero navegar sobre tu blanda piel


lubricarte de miel
y dejar que el amor sangre

Quiero encontrarte en la esquina fría


y solitaria
violar la invisibilidad de tus prejuicios
y drogarte de amor.
SALMO 1997
David Aniñir
A Simón
Padre nuestro que estas en el suelo
Putificado sea tu nombre
Vénganos de los que viven en los faldeos de La Reina
Y en Las Condes
Hágase señor tu unánime voluntad
Así como lo hacen los fascistas en la tierra
-nuestra tierra -
Y los pacos en la comisaria
Danos hoy nuestro pan que nos quitan día a día
Perdona nuestras verdades
Así como nosotros condenamos
A quien no las entiende
No nos dejes caer en esta invasión
Y más líbranos del explotador.

Maaaaaaaaaaaammeeeeeéén

En el nombre del padre soltero


Del hijo huérfano
And the saint spirit.
(Q.E.P.D.)
Ceremonia de amor
Jaime Huenún

Los árboles anoche amáronse indios: mañío e ulmo, pellín


e hualle, tineo e lingue nudo a nudo amáronse
amantísimos, peumos
bronceáronse cortezas, coigües mucho
besáronse raíces e barbas e renuevos, hasta el amor despertar
de las aves ya arrulladas
por las plumas de sus propios
mesmos amores trinantes.

Mesmamente los mugrones huincas


entierráronse amantes, e las aguas
cholas abrieron sus vertientes alumbrando, a sorbos
nombrándose, a solas e diciéndose: aguas buenas, aguas
lindas, ay pero violadas somos aguas Rahue,
plorosas Pilmaiquén, floridas e parteras e aún felices
las arroyos que atraviesan como liebres
los montes e los cerros.

E torcazos el mesmo amor pronto ayuntáronse


los Inallao manantiales
verdes, las Huaiquipán bravías
mieles, los Llanquilef veloces
ojos, las Relequeo pechos
zorzales, las Huilitraro quillay
pelos tordos, los Paillamanque
raulíes nuevos.

Huilliche amor, anoche amaron más


a plena chola arboladura, a granado
cielo indio perpetuo
amáronse, amontañados
como aguas potras e como anchimallén encendidos, al alba
aloroso amáronse,
endulzándose el germen lo mesmo
que vasijas repletas de muday.
Arco de nguillatún

Bernardo Colipan

Las bandurrias vuelan en bandada.

Bajo las piedras algunos insectos

corren perseguidos por otros.

Harina tostada y muday

ardiendo en el fuego sagrado.

De rodillas esperamos la salida del sol.

Con el rocío las oraciones ascienden

hacia la “Tierra de Arriba”.

La tierra vuelve a ser jardín

poblado por antiguos pasos

Una página en blanco

una vasija

en donde cabe todo

un puñado de semillas en un instante.

El fin de mi aliento es

el comienzo de otro.

Nuevamente la palabra traduce

la reunión de las cosas.


LOS PASOS DEL SOL

(José Teiguel – Castro)

El sol baja en puntas de pie

hacia el mar

buscando un poco de agua fresca

para tomar.

En la orilla del mar azul

el sol baila disfrazado

de sargazo, de collofe,

hasta que al caer la tarde

se regresa al bosque

muerto de cansancio

y de sed.

II

A Juanito Ancapán Mascareño

el profesor de dibujo le ha pedido

que llene una página con los medios de locomoción

existentes en el mundo moderno.

Juanito Ancapán pasa una tarde entera

pensando en trenes que no ha visto

y en camionetas 4X4 que no conoce.

Entonces dibuja un caballo de hermosa grupa

y pelaje hermoso,

con un sol en las espaldas.

Al día siguiente la clase entera

es una estampida, un galope alzado

de caballos sanos, de relámpagos niños.


LENGUAS SECRETAS

(Adriana Pinda)

Lo dijo la machi, no lo repitas

Entraba en trance. Anda

a la montaña a esperar

que la lengua de la tierra

también se abra para ti.

Iremos al cerro sobre la luna llena

allá te cantaremos, la única manera

escuchar los espíritus al amanecer.

Si las balsas de la muerte no la llevaron

a la muchacha

será por algo. Que el dueño la tomó

no la suelta más. Tiene que seguir soñando.

Aparecen los espíritus, sólo algunos

pueden entrar a la laguna.

Que se cuide la guerrera de alumbrantes trenzas.

La toman de repente. No la vemos más.


Mapurbe
David Aniñir

Somos mapuche de hormigón


Debajo del asfalto duerme nuestra madre
Explotada por un cabrón.

Nacimos en la mierdopolis por culpa del buitre


cantor
Nacimos en panaderías para que nos coma la maldición

Somos hijos de lavanderas, panaderos, feriantes


y ambulantes
Somos de los que quedamos en pocas partes

El mercado de la mano de obra


Obra nuestras vidas
Y nos cobra

Madre, vieja mapuche, exiliada de la historia


Hija de mi pueblo amable
Desde el sur llegaste a parirnos
Un circuito eléctrico rajó tu vientre
Y así nacimos gritándoles a los miserables
Marri chi weu!!!!
en lenguaje lactante.

Padre, escondiendo tu pena de tierra tras


el licor
Caminaste las mañanas heladas enfriándote el sudor

Somos hijos de los hijos de los hijos


Somos los nietos de Lautaro tomando la micro
Para servirle a los ricos
Somos parientes del sol y del trueno
Lloviendo sobre la tierra apuñalada

La lágrima negra del Mapocho


Nos acompañó por siempre
En este santiagoniko wekufe maloliente.
PARA QUE NADIE ME MIRE

(Jacqueline Canihuan – Puerto Saavedra)

Al estero de aguas brillantes corría yo

cuando su voz me alcanzaba.

Él viene silbando por el bosque

él viene a sonreír junto a mí.

Qué contenta era mi vida,

qué contenta era mi vida.

Una noche (de esas sin estrellas)

él viajó a un lugar nuevo

y mi cántaro encontró su lugar

en el fondo del estero.

Ya no quiero adornar mi cabello

ya no quiero cantar cuando el sol

aparezca en la mañana.

Iré a la montaña a esconderme,

para que nadie me mire,

para que nadie me mire.


SEÑALES EN LA TIERRA DE ARRIBA

(Elicura Chihuaylaf – Quechurehue – Cunco)

Salió el viento del mar

Lloverá lloverá gritan los huesos

y los sembrados que parecen

enfermos

cargan de ensueños los botes

que como nubes navegan

en el agua del cielo

Salió el viento del mar

y se han volcado los botes

sobre el Llaima

Lloverá, sí, dice el aroma

cerrando sus puertas

Y veo la luz del cielo

que abre sus vertientes azules

y las espigas levantan

sus cabezas

silban, las oigo, ¡jubilosas!


EL CANTO DEL PESCADOR

(José Santos Lincomán Inaicheo – Compu – Chiloé)

Cantaba un día en Melinka,


en su lancha un pescador
que se salvó de la muerte
en el golfo Corcovao feroz.
Era una tarde de invierno
me despedí de Quellón,
manda el piloto arrogante
arriba el ancla y las velas
tengo calado el timón.

El viento ya está bonito


el mar se ha puesto enojado,
nubes negruscas del norte
lluvias que vienen llegando
la noche fea y oscura
solo en popa se ven blanquear
como dientes de una fiera
que ya nos quieren tragar.
Sobre la espuma blanca
vimos al faro Duatao
su reflejo de alegría,
que ofrece en la tempestad.

Sigue el viento, sigue el viento,


más grande la tempestad
dice el bravo piloto ¡bajen las velas!
se ruempe las velas
se ruempe el timón
dos remos en popa
que ayude al timón.
Alma de roca chica, del marino defensor,
calma el viento y las olas
que te lo pido yo
ya estamos en la Isla de Canelo
ya nos hemos salvado.
Faro Melinka que alumbra
en la oscuridad.
YO PECADORA

(Roxana Miranda Rupailaf – Osorno)

Confieso que le he robado el alma al corazón de Cristo,


que maté una flor por la espalda
y le disparé a una cigüeña.
Confieso
que me comí todas las manzanas
y que suspiro tres veces
al encenderse la luna.
Que le mentí a la inocencia
y golpeé a la ternura.
Confieso que he deseado a mis prójimos
y que tengo pensamientos impuros
con un santito.
Confieso que me vendí por dinero.
Que no soy yo
y que he pecado de pensamiento
palabra y omisión.
Y confieso que no me arrepiento.
LA PRIMERA PÉRDIDA
(José Teiguel – Castro)

Una vez que se patentizan


el pasto
el agua
y el paisaje es letra muerta
cada uno arregla la soledad
a su manera.

A golpes de hacha y machete


sucumben los territorios
en estado de gracia.
A golpes de fuego los fusiles
apuntan sus binoculares
hacia la noche.

Que no se te olvide, Pérez Rosales.


Que no se te olviden los Cuncos
huyendo hacia el sur
con su cielo a rastras
y la esperanza llena de hematomas.

Dieciocho varas de ancho tiene la suerte


De los fugitivos nonatos.
VIAJE EN SUEÑOS

(Carmen Curiche – Ragintulewfu – Nueva Imperial)

Y en tu fuerte y seguro galopar


abriste la puerta de mis sueños.
kaballo bañado en tristes lágrimas de plata
te veo correr por los suaves caminos de los sueños,
donde con calma buscas
la ruka de esa persona escogida por los dioses;
los viejos y los jóvenes de la tierra azulada.

Galopas danzante y te acercas cada vez más


para llevarme a esa tierra desconocida para mí,
para unirme junto a tu andar me llevas hasta las estrellas.
Me acercas a la luna y me haces abrazarla,
me dejas tímidamente por un momento contemplarla
y ella con su mirada brillante y coqueta
abre los brazos para contarme que en esta tierra
habitan mis antepasados,
habitan los dioses que desde siempre nos han protegido,
que desde esta tierra han luchado junto a nosotros.

Se acerca el caballo de plata


y me lleva hacia mi hogar,
mientras siento la fragancia del canelo que cobija nuestro camino.
OFICIAL CONFORMISMO
(Emilio Guaquin – Puqueldon – Chiloé)

Usted ha decidido
ver el río que baja de la montaña
sin pisar las piedras donde choca
y vuelve andar.

O escuchar el ruido de la cascada


sin sentir esa niebla de gotas diminutas
que refrescan tanto.

Usted simplemente ha decidido sentarse


frente a un televisor
a unos parlantes
esperando llenar su cabeza con nuevas órdenes.
Escondido en su cueva.

Duerme trabaja come y caga toca la bocina


y habla de la vida de sus jefes.

Usted finalmente ha pasado las riendas


de su corta vida
al oficial conformismo.
Y ni una palabra más sobre usted
vale la pena decir.
CUANDO LLEGABAS
Cristian Antillanca – Huiro – Corral)

El sol cae sobre el chuponal


El viento sur llega a los huesos
Los caballos que pastaban quietos
se asustan
corren
En el mar el marullage ha florecido.

Recuerdo cuando en la orilla


los perros y yo te esperábamos.
Cuando llegabas a puerto
ellos saltaban sobre ti
te lamían la cara
tú reías
Yo los envidiaba
Pero no te culpo
lo nuestro era el silencio
Para mí tú eras la lanza que descansaba
en un lugar preciso de la casa
Ahora que no estás escribo
para que el silencio venga
como cuando de la mar llegabas.
LA CHICA MELINAO
(Salvador Mariman – Temuco)

Hoy temprano en la mañana desperté


y el olor a soledad rondaba en mi ventana,
seis de la mañana,
la chica Melinao en la esquina embarazada.
Su sueldo varía según miércoles o fin de semana,
los feriados por lo general no se le ve;
cuentan que ya no celebra el We Xipantü
porque su familia se avergüenza de volverla a ver.
Ella tenía sueños y estaba cansada de su vida en el lof,
quería ser independiente
y tener una vida más allá del matrimonio.
A ella le molestaba el barro, el frío
y tener que levantarse en la mañana a alimentar a los chanchos;
cuando había visita ella no hablaba,
pero tenía que estar cerca del padre para llenarle el mate.
Sola, lejos de la vida,
la chica Melinao es fuerte,
duerme en el día y de noche un taxi la viene a buscar,
no conoce el amor y mañana hará un aborto
pues sabe que en su vida la comida no alcanza para dos,
no alcanza.
ARTE POÉTICA

Vicente Huidobro

Que el verso sea como una llave

Que abra mil puertas.

Una hoja cae; algo pasa volando;

Cuanto miren los ojos creado sea,

Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;

El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.

El músculo cuelga,

Como recuerdo, en los museos;

Mas no por eso tenemos menos fuerza:

El vigor verdadero

Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!

Hacedla florecer en el poema ;

Sólo para nosotros

Viven todas las cosas bajo el Sol.

El Poeta es un pequeño Dios.


Corazón coraza

Mario Benedetti

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía


porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera


pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
NATURALEZA

(Eliana Pulquillanca – San José de la Mariquina)

Háblame otra vez, dame tus señales

que tu dolor no sea tránsito en silencio

en este parto interminable.

Se funde el útero y tus pechos,

exterminio de la fecundidad.

Tu poder, fuerza y energía

se manifieste ante el devastador “progreso”.

Háblame mujer, en tu defensa.

Háblame de los ríos, de los mares,

del aire, del oxígeno.

¿Cuánto es la reserva que nos queda?

Desde tu potestad,

háblame para despertar

de este somnoliento baile de luciérnagas.

¿Cuéntame, quedan pájaros en los bosques dialogando?

¿Cómo salvaremos esa música,

después de la agonía?
LA TÓRTOLA

(Lorenzo Aillapan – Rukatraro – Puerto Saavedra)

Al igual que una hembra humana

que llora cuando está adentro de la ruka

y que también llora cuando está afuera

la tórtola llorona desde que existe la humanidad

este pájaro melancólico anda trinando su pena

así como cuando mueren seres queridos.

El nido de cuatro palitos de la tórtola

se ha derrumbado y por eso llora

por la continua tala del bosque nativo

por le viento y por la lluvia, al comienzo del otoño venidero

por eso es sincera la melancolía de la madre tórtola.

De lo alto de un cerro desde un árbol

por el camino culebreado hacia la comunidad

al ver pasar los intrusos, los ajenos codiciosos

y canta: se quebraron los huevos

muy triste llora la tórtola por la desgracia

por ser testigo del permanente castigo a la Madre Tierra.


HOY AMANECÍ

(María Teresa Panchillo – Chol Chol)

Hoy amanecí optimista

Y me planteé la recuperación de tierras

Llegué primero a una reunión importante

Y planteé agotar todos los caminos

Irrumpí en la distancia

Con un te quiero intenso

Como volcán que estalla

Y prometí lo único que me quedaba

La lealtad.

Icé mi otra bandera

Al centro de un poema sin mancha

Hoy resolví que el amor debe ser patriota

Como el de Leftraru y Wakolxa

Y marqué con tinta roja

Un día importante

En el calendario

Ese día se llamará Wixvwe, me sugerí.

En pleno discurso ordené en fila

Los cinco siglos de resistencia

Y viajé en lluvia de sangre

Al paraíso usurpado.
EL CEMENTERIO DEL FUEGO

(Javier Milanca – Valdivia)

A mi pueblo del sur: Los Lagos.

Ellos plantaron en la greda la sutil inercia de la muerte


Dejaron que el recodo sea memoria, que el cerro sea lápida atenta
Y que el río se convierta en lluvia los últimos suspiros del delirio

Y así fue que sobre el hueso y el cráneo aterido


Se desparramó el cemento ajeno
Y el paño verde de la maleza se cubrió con la telaraña de las casas.

Pero en ciclo de lluvias lunares el fuego abraza las construcciones


hasta convertirlas en humo incierto
las lenguas rojas derriten en humo las maderas
las fotografías y las ventanas.
Es la venganza de los verdaderos hijos del arco iris
Que vuelven convertidos en seres crepitantes.

Nadie puede descifrar la premura de las llamas


en la incandescencia de la noche
Puede que de tanto incendio vuelva a reinar algún día
la soberana estirpe de las nalcas
Y los árboles vuelvan a entonar la canción de las ramas
Por sobre la pobreza de nuestros techos aplastados
Nosotros, no seremos más que el simple futuro de la nada.

Los Lagos: eres la flor de loto de un cementerio de antes


Convertido ahora en un molino de aspas tristes y humeantes
Tu razón de viejo eterno
Juguetea entre los astros de pies húmedos
Nosotros esperamos bajo las piedras mojadas
Que Pillán duerma la mona en el más allá
nos despierte en su averno
Y nos lance en la cara que toda eternidad comienza con la muerte
Y que a toda semilla también le precede la ceniza.
SÓLO ESTABAS DE PASO EN EL TECHO DE SU AFECTO
(Juan Huenuan – Temuco)

Tragaste la noche como el agua turbia de los rezagados.


La tortilla quemada era el día que comías
pues del animal perdiste la cría más gorda
y en lo siguiente la vergüenza.
Toleraste la paga con semillas roídas.
Nada dijiste cuando de tu animal predilecto hicieron cazuela
o que al lacear a tu hembra rompieran la tregua de la cena
a la hora del mote agusanado de palabra
o huevo podrido que el azadón encuentra en vez de papa.
Pero cuando dijeron:
La mitad del pantano para tu hermano y sus hijos
pensaste en la culebra que con piel alimentaste
en la cueva que ahora tendrías que buscar
para tus diálogos cubiertos de nalcas y helechos.
De tu bolsillo sacaste el último bocado para la criatura
y te fuiste al galope mascando una hoja de eucaliptos.
ALIWEN
(Alan Paillan – Santiago)

Di los rumbos que alojan tus hebras.


Quebrantado fue el tejido en necesarias ausencias.
Anduve el hogar anhelado, con fiebre y sangre en los huesos.
Caí de espaldas y frente a la lluvia costeña,
supe la roca que entibiaba los años.
De nos ser así, cuáles fríos hubiesen llevado mis ansias de herencias continuas,
los oscuros cabellos fecundos, como la Tierra Madre.
Hoy plagada de “pinos y eucaliptos, que secan el agua…”
¡Enferman los suelos Pulquillanca! Angol y Los Sauces… Traiguén.
Tantas huellas anduve tristezas, Carahue y su chicha.
Peñi Loncoli, romanceando historias de tiempos antiguos.
“Lenguaje lactante” Aniñir y Mapurbe.
Insana condena que aplasta, y ya no pude asimilar.
¡En buena hora! ¡Muy en buena hora!
los tiuques sobre el techo,
bandadas de Treiles en la pobla’ y acá en el sur,
Murra rebelde en los confines del Ser,
pa’ que crezca, crezca y más crezca,
como así nuestro destino,
en franca defensa de lo natural.
SEÑOYKAWE

(Ricardo Loncon – Lefhueluan – Traiguen)

A veces la olla se subía


desparramando el jugo de la carne
y un olor a grasa se levantaba de las grasas.
Mi abuela Elisa decía que Señoykawe,
el alma alegre del fogón,
estaba probando el sabor de la comida.

Señoykawe es pequeñito como tú,


pero mucho más travieso, mucho más.
¡Mira, él ya probó este alimento! me decía
extendiéndome un trozo de carne.

Señoykawe, diminuto remolino,


emergía desde el centro de las brasas
levantando una nube de cenizas
y desaparecía,
seguramente en dirección a otro fogón
donde se estuviera cocinando carne.
Visitas
Octavio Paz

A través de la noche urbana de piedra y sequía


entra el campo a mi cuarto.
Alarga brazos verdes con pulseras de pájaros,
con pulseras de hojas.
Lleva un río de la mano.
El cielo del campo también entra,
con su cesta de joyas acabadas de cortar.
Y el mar se sienta junto a mí,
extendiendo su cola blanquísima en el suelo.
Del silencio brota un árbol de música.
Del árbol cuelgan todas las palabras hermosas
que brillan, maduran, caen.
En mi frente, cueva que habita un relámpago...
Pero todo se ha poblado de alas.
Nada
Carlos Pezoa Véliz

Era un pobre diablo que siempre venía


cerca de un gran pueblo donde yo vivía;
joven rubio y flaco, sucio y mal vestido,
siempre cabizbajo... ¡Tal vez un perdido!
Un día de invierno lo encontramos muerto
dentro de un arroyo próximo a mi huerto,
varios cazadores que con sus lebreles
cantando marchaban... Entre sus papeles
no encontraron nada... los jueces de turno
hicieron preguntas al guardián nocturno:
éste no sabía nada del extinto;
ni el vecino Pérez, ni el vecino Pinto.
Una chica dijo que sería un loco
o algún vagabundo que comía poco,
y un chusco que oía las conversaciones
se tentó de risa... ¡Vaya unos simplones!
Una paletada le echó el panteonero;
luego lió un cigarro; se caló el sombrero
y emprendió la vuelta...
Tras la paletada, nada dijo nada, nadie dijo nada.
Soneto XXIII
Garcilaso de la Vega

En tanto que de rosa y de azucena


se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena


del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera


el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,


todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.

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