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§1 Estética Trascendental
Definiciones preliminares:
SENSACIÓN: efecto de un objeto sobre nuestra capacidad de representación (en cuanto somos
afectados por él).
INTUICIÓN EMPÍRICA: se refiere al objeto por medio de la sensación (debe ser distinguida de
la intuición pura, a la que Kant se refiere más adelante).
LA FORMA del fenómenos: es lo que permite que lo múltiple del fenómeno pueda ser
ordenado en ciertas relaciones. Es dada a priori en el espíritu o mente [Gemüt]. García
Morente y Del Perojo traducen “espíritu”; Ribas traduce “psiquismo”; Caimi traduce “mente”
(ver “Nota a la traducción” de Caimi, p. LXIV).
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Se aclara que son “representaciones puras” aquellas en las que no se encuentra nada que
pertenezca a la sensación (por ejemplo: las intuiciones puras, que son dadas a priori, y no a
través de la sensación; son, por tanto, independientes de toda experiencia).
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Por medio del sentido externo nos representamos objetos “como fuera de nosotros”, en el
espacio. En el espacio determinamos la figura, la magnitud y la relación existente entre esos
objetos (situación relativa de los mismos en el espacio).
A través del sentido interno el espíritu se intuye a sí mismo (aunque no como un objeto).
Todo lo que pertenece al sentido interno es representado en relaciones del tiempo.
Kant se pregunta: ¿Qué son el espacio y el tiempo? (Leer, p. 91: las tres posibilidades).
Para dilucidar esto se expondrá el concepto de espacio.
(.) La importancia de las exposiciones del “concepto” de espacio reside –como se verá– en
que en dichas exposiciones se demuestra una tesis fundamental del idealismo trascendental
kantiano, a saber: que el espacio y el tiempo no son cosas en sí, ni pertenecen a las cosas en
sí, sino que son las formas a priori de la sensibilidad, y que los objetos dados en el tiempo y
el espacio no son, por consiguiente, cosas en sí sino meros fenómenos).
En una sección de la “Dialéctica trascendental” (titulada “Crítica del cuarto paralogismo de la Psicología
trascendental”) Kant define qué debe entenderse bajo el título de “idealismo trascendental”:
“Entiendo por idealismo trascendental la doctrina según la cual los fenómenos son considerados como
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meras representaciones, y no como cosas en sí mismas. De acuerdo con esta doctrina, espacio y tiempo
son simples formas de nuestra intuición, no determinaciones dadas por sí mismas o condiciones de los
objetos en cuanto cosas en sí mismas” (A 369).
En otra sección de la “Dialéctica” (titulada “Sección sexta de la antinomia de la razón pura”), Kant
define a l idealismo trascendental en términos similares:
“En la Estética trascendental hemos probado suficientemente que todo lo que es intuido en el espacio o
en el tiempo, y por tanto, todos los objetos de una experiencia posible para nosotros, no son nada más
que fenómenos, es decir, meras representaciones [...], que no tienen en sí, fuera de nuestros pensamiento,
existencia fundada. Esta doctrina la llamo el idealismo trascendental” (A 490-491/B 518-519).
“concede que los objetos de la intuición externa son efectivamente reales, tales como son intuidos en el
espacio, y que en el tiempo son efectivamente reales todas las mutaciones, tales como las representa el
sentido interno [...] en el espacio y en el tiempo la verdad empírica de los fenómenos es suficientemente
segura, y se distingue suficientemente del parentesco con el sueño...” (A 491-492/B 520/521).
Estas observaciones tienen el fin de establecer una distinción entre el idealismo kantiano (“idealismo
trascendental” o “crítico”) y el idealismo convencional, que –según Kant– rechaza o pone en duda la
existencia de los objetos externos).
El punto que queremos destacar es que la concepción del espacio y del tiempo como formas a priori
de la sensibilidad, y la distinción que de allí resulta entre el fenómeno y la cosa en sí, son dos tesis
fundamentales del “idealismo trascendental”.
LA “EXPOSICIÓN METAFÍSICA DEL CONCEPTO DE ESPACIO” incluye cuatro puntos (en los dos
primeros puntos se demuestra el carácter a priori de la representación del espacio; en los dos
puntos siguientes se demuestra el carácter intuitivo de dicha representación).
2) el espacio es la condición de toda intuición externa (esto se deduce del argumento 1) y está
a la base de todos los fenómenos (objetos) externos. Se introduce un nuevo argumento: no
podemos representarnos que no haya espacio, aunque sí podemos representarnos que no haya
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objetos en el espacio (es decir, un espacio vacío). Este argumento intenta demostrar la
prioridad del espacio con respecto a los objetos: el espacio, la representación del espacio, no
puede ser suprimida o eliminada del pensamiento porque es una representación necesaria, que
está a la base de toda representación de objetos extensos. Y como es una representación
necesaria, entonces es a priori (es como si se dijese: el espacio es la condición necesaria a
priori de toda representación externa, y por eso esta representación no puede ser suprimida).
Para Kant, una representación puede ser o intuición, o concepto. La representación intuitiva
es representación de un objeto singular, único. Por el contrario, la representación conceptual
es representación general (o universal). El argumento es que, dado que nos representamos un
espacio único, la representación del espacio es una intuición, y no un concepto.
Además, la intuición y el concepto suponen diversa maneras en que puede darse la relación
entre las partes y el todo: en el caso de la intuición, las partes son representadas en el todo (es
decir, como partes del todo); mientras que en el caso del concepto, las partes son
representadas bajo el concepto general. Dado que nos representamos las partes del espacio
como partes en el espacio (incluidas en el espacio único), podemos afirmar que el espacio es
intuición y no concepto.
El punto tres incluye además un nuevo argumento a favor del carácter intuitivo de la
representación del espacio:
Los principios geométricos (en tanto proposiciones sintéticas) no podrían deducirse a partir
de un mero concepto de espacio, sino que deben fundarse en una intuición, pues a partir del
mero análisis de un concepto de espacio sólo podríamos obtener proposiciones analíticas,
pero no proposiciones sintéticas (como las que se hallan incluidas en la geometría). Por otra
parte –señala Kant– las proposiciones geométricas se fundan en una intuición pura (no en una
intuición empírica), ya que, si se fundaran en una intuición empírica, dichas proposiciones no
tendrían certeza apodíctica.
Podría decirse que este argumento (el “argumento de la geometría, pertenece, en rigor, a la
exposición trascendental, de manera que Kant debió suprimirlo, en la segunda edición (1787)
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del punto 3 de la “Exposición metafísica”, ya que en esta segunda edición introduce la
distinción entre “exposición metafísica” y “exposición trascendental” del espacio.
4) (segunda edición) Nos representamos al espacio como una magnitud infinita dada. El
argumento, tal como es formulado en la segunda edición, parece remitir (como el punto 3) a
la diversa relación entre la parte y el todo implicadas en la intuición, o bien, en el concepto:
los conceptos contienen infinitas representaciones posibles bajo sí, mientras que las
intuiciones contienen infinitas representaciones parciales en sí. Dado que nos representamos
infinitas partes del espacio en tanto dadas en él, el espacio es una intuición, y no un concepto.
La expresión “nos representamos al espacio como una magnitud infinita dada” querría decir
entonces que nos representamos al espacio como infinito ya que podemos representarnos
infinitas partes del espacio en tanto dadas en él (aclaración: lo infinito no puede ser dado, esto
es, no es posible una representación actual de lo infinito, de manera tal que la infinitud del
espacio no es dada como tal –no puedo representármela como dada_ sino que lo infinito
remite a la ausencia de límites en el progreso de la intuición, tal como se observa en la
primera versión del argumento, correspondiente a la primera edición de la Crítica).
En la primera edición (1781), este argumento era formulado de un modo diverso: aquí se
indica que un concepto nada puede establecer con respecto a la magnitud de lo representado,
y como la infinitud es una característica o determinación relativa a la magnitud, la
representación del espacio como infinito ha de ser una representación intuitiva, y no una
representación conceptual.
§3
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Exposición trascendental del concepto de espacio
(añadida en la segunda edición)
La Geometría determina sintéticamente, y sin embargo a priori, las propiedades del espacio.
¿QUÉ CLASE DE REPRESENTACIÓN DEBE SER LA REPRESENTACIÓN DEL ESPACIO PARA QUE
ACERCA DE ÉL?
Podría decirse que esto equivale a preguntar: qué clase de representación debe ser el espacio
para que sea posible establecer acerca de él proposiciones sintéticas a priori, como las que
están contenidas en la geometría (se trata aquí de una de las preguntas parciales implicadas en
la pregunta general acerca de la posibilidad de los juicios sintéticos a prioi: ¿cómo son
posibles estos juicios en la geometría?).
Leer, p. 94
Kant pregunta qué debe ser el espacio para que pueda establecerse un conocimiento
geométrico acerca de él (conocimiento sintético a priori), y responde:
- el espacio debe ser una INTUICIÓN (pues de un concepto no podrían obtenerse
proposiciones sintéticas, sino meras proposiciones analíticas).
- el espacio debe ser una representación a priori (pues, si fuese una representación
empírica, sólo podrían obtenerse proposiciones meramente contingentes acerca de él, pero
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las proposiciones de la geometría no son contingentes, sino que son universales y
necesarias).
El espacio debe ser una intuición a priori (a través del “argumento de la geometría”, se
constata, en esta segunda “Exposición”, aquello demostrado ya en la primera “Exposición”).
Una vez demostrado esto el argumento avanza, a fin de demostrar que el espacio es no sólo una
intuición pura, sino que es además, la forma del sentido externo (leer, p. 94) . Kant se pregunta:
¿CÓMO PUEDE ESTAR EN EL ESPÍRITU UNA INTUICIÓN EXTERNA QUE PRECEDE A LOS OBJETOS
MISMOS Y EN LA CUAL PUEDE SER DETERMINADO A PRIORI EL CONCEPTO DE ESTOS ÚLTIMOS?
(esto equivale a preguntar cómo es posible una intuición externa pura, independiente de toda
experiencia, que además sea la base a partir de la cual pueden ser conocidos a priori otros
objetos externos (como en el caso del conocimiento geométrico)?)
Recordemos que la intuición ha sido definid, en el §1, como la relación inmediata del
conocimiento con el objeto. Pero al intuir el espacio, no intuimos, propiamente, un objeto, es
decir: se da en este caso una intuición externa a la cual no corresponde, propiamente, objeto
alguno. Por otra parte, a partir de esta intuición externa a priori del espacio se construyen
proposiciones sintéticas a priori acerca de objetos espaciales (en la geometría). ¿Cómo es esto
posible? ¿Cómo es posible que la geometría pueda establecer a priori determinadas
propiedades de los objetos de la experiencia, propiedades relativas a su figura, su magnitud?
¿Cómo es posible conocer, por ejemplo, las propiedades de un triángulo antes de toda
experiencia del mismo (cómo es posible conocerlo a priori)?
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Se responde aquí, entonces, a la pregunta “cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en
la geometría”. Estos juicios son posibles porque el espacio:
1) es una representación a priori; por ello las proposiciones geométricas son universales y
necesarias. Si la representación del espacio fuese a posteriori –es decir, empírica– las
proposiciones geométricas sólo tendrían un valor contingente, mas no un valor apodíctico (en
tal caso la geometría no sería una ciencia en sentido estricto).
2) porque el espacio es una intuición; por ello las proposiciones geométricas pueden ser
sintéticas. Si el espacio fuese un concepto (y no una intuición) las proposiciones geométricas
serían analíticas (y en tal caso la geometría no sería una ciencia).
En síntesis, podemos conocer a priori ciertas características espaciales propias de los objetos
que serán dados en la experiencia, porque tales características o determinaciones de los
objetos están basadas en nuestra propia facultad de conocimiento, más precisamente: en la
naturaleza propia de nuestra sensibilidad. Como el espacio es la FORMA DEL SENTIDO
EXTERNO (es decir, no es sino el modo en que la sensibilidad se representa a los objetos
externos), las determinaciones espaciales de los objetos –de las cuales se ocupa la geometría–
pueden ser conocidas a priori.
a) El espacio no representa una propiedad de las COSAS EN SÍ (es decir, de las cosas cuando se
hace abstracción de las condiciones subjetivas de su intuición). (leer, p. 95).
b) el espacio no es algo real en sí, sino la forma de todos los fenómenos del sentido externo.
El espacio corresponde a las cosas en tanto APARECEN ante nosotros (es decir, corresponde a
las cosas sólo en tanto en tanto son dadas ante la sensibilidad).
El espacio es la FORMA según la cual intuimos los objetos externos y, si se prescinde de esos
objetos, es una INTUICIÓN PURA que llamamos espacio.
(Kant parece descartar que el espacio pueda ser, a la vez, una condición de los fenómeno y,
por otra parte, una determinación propia de las cosas en sí)
No podemos afirmar, pues, que TODAS LAS COSAS están en el espacio, sino que todas las
cosas COMO FENÓMENOS EXTERNOS, están en el espacio.
(.) Este status del espacio se proyecta a los objetos dados en el espacio: objetos
empíricamente reales, pero trascendentalmente ideales. Los fenómenos son reales en el plano
de la experiencia (es decir, en sentido empírico) pero no son nada trascendente, nada en sí
(son puras representaciones).
Fuera del espacio no hay ninguna otra representación subjetiva referida a algo externo que
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pueda llamarse objetiva y a priori. Kant se refiere a las sensaciones (son subjetivas, están
referidas a algo externo... pero no son a priori). Las sensaciones no son intuiciones; no dan a
conocer objeto alguno y menos aún a priori.
..........
En A (nota a pie, p. 51) se establece una distinción entre el espacio como representación
subjetiva y representaciones subjetivas como el sabor, relativas a la sensación). La
representación subjetiva del espacio tiene valor objetivo (no así las representaciones
conocidas como cualidades secundarias). El espacio pertenece necesariamente a los objetos y
a la intuición de los mismos (pues es una condición suya). No así las propiedades
secundarias, que resultan del modo particular según el cual son afectados nuestros sentidos (y
son, por tanto, contingentes). Además, las sensaciones no son -como el espacio-
representaciones a priori, sino a posteriori.
.......
El espacio es una determinación necesaria de los objetos.
Por el contrario, lo relativo a la sensación, es meramente contingente.
Kant aclara esto porque quiere evitar confusiones respecto a su tesis de que el espacio es
subjetivo (es subjetivo, pero tiene valor OBJETIVO Y APRIORI, y en esto se diferencia de la
sensación). Ej.: el color de la rosa puede aparecer distinto ante distintos espectadores (el color
es una propiedad del objeto cuyo origen es subjetivo). Sin embargo, lo subjetivo de la
sensación no es equivalente al carácter subjetivo del espacio.
(lo que no es más que un fenómeno, la rosa, puede valer como cosa en sí misma en el
entendimiento empírico.... aclarar los dos niveles: empírico y trascendental).
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