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Comentario del parágrafo 12 de Ser y tiempo

Vimos que el modo de acceso más apropiado hacia el ser es a través del Dasein, ahora
detallaremos esa característica propia del Dasein de estar-en-el-mundo, más
concretamente lo de estar-en.
El Dasein en tanto que participa del ser es, pero no es absoluta y cerradamente, sino que
siempre está siendo o llegando a ser. Su realización le llega al final. Y es que el Dasein
no deja de ser un ente el cual tiene modos de ser y el característico de este ente es ese
estar-en. Comúnmente entendemos el modo de estar-en como propiedad de un ente con
respecto a otro, esto es, en relación-con. Estas propiedades o caracteres categoriales
como nombrará Heidegger no deben aplicarse igual a un ente cualquiera como al Dasein
porque para el Dasein esta propiedad es esencial, en ella le va la existencia del ente.
Yendo a la raíz misma de en no significa dentro de algo o una situación espacial, más
bien, al menos en alemán, viene a referirse a habitar, residir… De igual manera que el
infinitivo de ser y, por tanto, ser-en o estar-en viene a decir habitar-en o estar-
familiarizado-con. De este modo ese estar-en-el-mundo no puede significar un mero
situarse dentro de una cosa, más bien un estar absorbido por.
Para otro ente no le va su ser en su estar-en-el-mundo, es algo que los acompaña, no
igual para el Dasein. Existen diversas maneras de estar-en, Heidegger menciona algunas
con verbos de acción tales como producir, cultivar, llevar a cabo… en definitiva,
ocuparse de algo. Y ese ocuparse de algo debe entenderse como cuidado de, en tanto
que al Dasein le va su ser en ese estar-en-el-mundo debe estar siempre ocupado de para
realizarse, se constituye como tal en su ocuparse. Es por esto que está en la base misma
de la estructura del Dasein, tiene la primacía con respecto a cualquier otro aspecto. El
científico se ha centrado en la idea tener un mundo circundante asumiendo
inconscientemente esta premisa puesto que sino no podría darse esta manifestación.
«[…] el Dasein se comprende ontológicamente a sí mismo- y esto quiere decir,
comprende también su estar-en-el-mundo primero a partir del ente y del ser del ente que
no es él mismo, pero que comparece para él “dentro” de su mundo.»
La cuestión ahora estará en sacar a la luz este hecho y fundar sobre este el resto de
saberes, los cuales han estado operando de un modo representacional de sujeto-objeto
encubriendo la primacía ontológica del Dasein que es su estar-en y estar-en-el-mundo.

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