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TEMA 2: HEIDEGGER

La filosofía de Heidegger se divide en dos partes:

1. Análisis del modo de ser del Dasein (primera fase desde Ser y tiempo (1927))
2. Análisis de cómo es el ser (segunda fase: el Heidegger de la Khere (vuelta))

A. El modo de ser del Dasein:

Heidegger dice sobre Husserl que él no reflexionó sobre el ser del sujeto. En Ser y
tiempo su intención es hacer una reflexión fenomenológica sobre el ser del sujeto.

En Ser y tiempo pretende responder a cuál es el sentido del ser del sujeto. Al tomar al
sujeto como existencia es un análisis del sentido de la existencia.

La crítica al Cartesianismo: “Con el “cogito sum” pretende Descartes dar a la filosofía


una base nueva y segura. Pero lo que él deja indeterminado en este comienzo
“radical” es la forma de ser de la res cogitans, o más exactamente, el sentido del ser
del “sum””. Con eso quiere decir que no se ha indagado en el sentido de la existencia.

La pregunta por el ser es la primera pregunta y nunca hay que olvidarla.

Dasein = existencia// Da-sein = el sujeto existente, el Dasein es ser-ahí


(da=ahí/sein=ser).

El Dasein es pregunta por su ser y el ser en general. La pregunta por el sentido del ser es
nuestro carácter, el del Dasein. Esta pregunta la pone Heidegger como fondo ontológico
fundamental.

Se distingue entre “ente” y “ser”. El ser no es un ente, el ente es acotado y el ser es el


acontecimiento de preguntar por el sentido de lo que hay. Somos pregunta por el ser, el
ser es acontecimiento. El modo de ser se especifica en entes que dependen del modo de
ser de la época que acontece. El modo de ser no está separado de los entes, pero el ser
mismo no es un ente (el ente es acotable y representable).

El ser es aparecer cómo o en cuánto. El ser se expresa en modos distintos que son los
entes. No se pregunta por el ser absoluto, sino por un ser determinado. Se da el
acontecimiento de ser de un modo determinado.

Los primero pasos del primer Heidegger: el modo de afrontar la fenomenología


husserliana fue desplazándose, se coloca en otro lugar y considera que hay una
deficiencia puesto que no se ha preguntado por el sentido del ser del sujeto (sentido =
modo de darse en cuánto o cómo). Se dio por hecho que el sujeto es un sujeto
trascendental. Nosotros somos la pregunta por el sentido de nuestro ser. Al preguntarnos
por nuestro ser al mismo tiempo nos preguntamos por el ser de lo que nos rodea.
Antes de añadir los rasgos del Dasein (todo Ser y tiempo se basa en la caracterización
del Dasein) se va a ver la vinculación de Heidegger a la fenomenología (1.5):

“Permitir ver lo que se muestra” = subraya la segunda dimensión que es una “pasividad
activa” en el Dasein. La realidad se muestra desde sí, pero para que se muestre desde sí
el sujeto tiene que permanecer en una “pasividad activa”

Hay dos modos de fenómenos:

1. Fenómeno fenomenológico es un acontecimiento que se muestra desde sí


2. Fenómeno vulgar es el fenómeno tal y como se describe en las ciencias naturales

Un “mostrarse algo” equivale a que yo no lo constituyo, sino que pongo las bases para
que se dé. El modo de ser se nos muestra, no es construible.

Queremos construir los acontecimientos y al hacerlo extraemos de ellos todo el carácter


de acontecimiento.

Análisis de los rasgos fenomenológicos que pertenecen al Dasein (existencia):

A los universales de la existencia los llama existenciarios. Cada rasgo al que se refiere
es un existenciario. La fenomenología se convierte en un análisis existenciario (un
análisis de los rasgos universales existenciarios de la existencia) o hermenéutica del
Dasein u ontología fundamental (la más básica). Se pasa de una fenomenología idealista
a un análisis existenciario.

En el texto 1.4 se presenta un existenciario de los más básicos, análisis del párrafo:

(1) El “ser-ahí” no es una cosa, “al Da-sein le va, en su ser, este, su ser”. Da-sein
(existencia) – ser-ahí = ser en un contexto determinado, esto implica: a) que la
esencia es la existencia (lo esencial en el ser humano es la existencia, ser-ahí).
No cree que el ser humano tenga una esencia fija, quiere introducir nuevas
significaciones a conceptos tradicionales. No es que tenga una esencia que se
actualiza y que dé lugar a la existencia como se consideraba en la tradición, sino
que la esencia es la existencia; b) El Da-sein no es algo determinado, en anhelo
de ser o hacer por ser. En cada contexto en el que soy, soy anhelo de ser, soy
indeterminado, soy “mi hacerme”, nos hacemos a nosotros mismos.
(2) El Dasein en su estar siendo se juega su ser. Tu ser se pone en juego en su estar
siendo. La relación del Da-sein consigo mismo (jugársela) es una “relación de
ser”, es una relación no contingente. Lo inherente del Da-sein es la relación que
tiene consigo mismo cuando se juega su ser en el estar siendo = relación de ser.

El Dasein es anhelo de ser, descubre lo que le está demandando la existencia y esta


última siempre es demandante.
El a priori de correlación entre el ser y el Dasein:

DASEIN

HORIZONTE DE SENTIDO (DEMANDANTE)

En lo profundo hay una demanda de existencia. El anhelo de ser es la capa profunda (el
acontecimiento= en la que está instaurado el Dasein quiera o no quiera.

Facticidad: 1. Faktizitat; 2. Geworfenheit (ser arrojado a la existencia)

Mathesis universalis: ciencia universal que englobaría a todas las ciencias y contiene a
la matemática como su ciencia más clara. La Mathesis universalis = ciencia del orden y
la medida.

El sujeto está ante el mundo como objeto. El mundo es objeto y es verdadero si es


asequible al suelo de la Mathesis universal. Heidegger aquí pega un golpe a la
concepción de la Modernidad. El Dasein está hundido en el existir (facticidad de la
existencia) y no puede poner la existencia como objeto, sino que es el suelo en el que
arraigas. Nosotros no estamos frente al mundo (Mathesis universal), sino que
pertenecemos al mundo. Perplejidad de estar en el mundo sin ser agente del mundo. No
podemos poner el suelo de la existencia en frente.

La facticidad de la existencia: carácter irrevasable de la existencia como suelo en el


que arraiga el Dasein. Esto nos permite considerar al Dasein como arrojado a la
existencia. En el intento de dominar el mundo, el ser humano deja de ser existencia. La
existencia no puede convertirse en objeto, intentar hacerlo es un modo de ser a poner en
obra el acontecimiento del ser. Otro rasgo de la facticidad es que estamos nosotros en
ella de tal modo que siempre ha una dimensión opaca o lo que no podemos conocer. La
existencia es abismática, nunca hay un conocimiento seguro, sino que tiene una
dimensión de opacidad. (Textos 3.1 y 3.2 sobre la facticidad).

En el texto 4.1 se tratan las actitudes ante lo que nos rodea, modos de estar entre los
entes:

1. Vorhandensein (“estar ante los ojos”)


2. Zuhandensein (“estar a la mano”): como si se formase parte del mundo, el ente y
el ser pertenecen al mismo mundo.

MUNDO DE SENTIDO

VORHANDENSEIN ZUHANDENSEIN
El “ser-en-el-mundo equivale a habitar el mundo y no simplemente “estar en”. Habitar
es poder pertenecer a un mundo de sentido. El ser-en-el-mundo es un existenciario.

En la actitud de Vorhandensein se está en una posición de 3ª persona (se objetiva desde


fuera lo que hay dentro de mundo). En la existencia habitamos un mundo de sentido,
esto es la comprensión del mundo que va ligada a un determinado contexto. Esta
comprensión o bien la aprehendo hermenéuticamente o bien no. Si no se aprehende se
está en la perspectiva del “ser ante los ojos”, estamos fuera como un espectador
(perspectiva de la 3ª persona). Esta perspectiva es no participativa.

En la actitud Zuhandensein está uno con el ente habitando un mismo mundo de sentido
participativamente. “Forma parte de”, “estar dentro de”…equivale al abandono de la
perspectiva de 3ª persona. Siempre que se habita un mundo de sentido se está en
relación con el ente, “estoy con” este ente formando parte de un contexto.

Si solo vives en el Vorhandensein estás fuera de la existencia.

4.1. “detenerse en”= entenderlo en el sentido del tiempo de Aión, “demorarse en”
haciendo que se muestre a sí mismo saliéndose del tiempo cronológico (Cronos). Aión
es el tiempo existencial, vivencial. El “detenerse en” tiene que ver con el pensar puesto
que el pensar surge en el habitar.

Para tomar distancia (Vorhandensein) primero hay que habitar, es decir, “ser en”
(Zuhandensein). Ejemplo:

a) Voy al cine → habito la película → puedo tomar distancia (3ª persona) y hablar
de aspectos específicos de la película.
b) Voy al cine→tomo distancia, me centro en aspecto específicos→no he habitado
la película.

Si yo no estoy habitando no puedo tomar la perspectiva de la 3ª persona genuinamente.


El habitar es el punto de partida de todo lo que elaboramos en 3ª persona. Dejar que la
cosa misma lleve la dirección, cuando estamos en Vorhandensein tras haber habitado
(Zuhandensein) tomamos sutilmente la dirección de la cosa misma. En el habitar
emerge el pensamiento, pensar desde el Vorhandensein es algo en lo que se ha
esfumado la existencia y se convierte en un asunto sin sentido. Solo habitando se puede
construir y pensar y no al revés. El ser humano se ha colocado en la perspectiva de la 3ª
persona en la que no habita y es un hombre desarraigado que quiere objetivar el mundo
y dominarlo.

Otro existenciario es SORGE (=cuidado; cura):

Cuando estás en el Vorhandensein lo que te dirige es un impulso de emplear y utilizar el


ente. La Sorge implica cuidado (cuidar con solicitud). Cuando habito los entes,
necesariamente los cuido. De la perspectiva del Vorhandensein surge el dominio, desde
la perspectiva del Zuhandensein surge el cuidado.
¿Qué sería cuidar el pensar? Cuando habitamos el pensar, la actitud del cuidado es
como un estar sembrando micro pensamientos que van a dar lugar después a un
pensamiento que me sorprende. En texto 4.2 se ve la matización del existenciario Sorge.

Sorge implica:

1. “Pre-ser-se”: yo habito, habitando no solo estoy aquí y ahora, sino que estoy en
un proyecto de ser, siempre estoy en un proyecto de ser. El proyecto de ser, es
proyectivo, tiene un horizonte de sentido. Yo habito un proyecto de ser hacia un
horizonte de sentido. Representación del proyecto de ser:

HORIZONTE DE SENTIDO

Lo que hago en este momento no es solo “aquí y ahora”, sino que lo hago
dentro de un proyecto de ser en dirección al horizonte de sentido.

Este proyecto surge de mi propio “hacer por ser”. Lo que nos imponen actualmente
supone el derrumbamiento de nuestro proyecto de ser.

Existenciario “pre-ser-se”: yo solo estoy en el horizonte de mi proyecto y mi ser ahora


solo cobra sentido en este advenir.

2. “Curarse de”; “procurar por”: estoy “curándome de” en virtud del proyecto
de ser que soy, intento que el ser se intensifique. Promociono el ser
intensificándolo de acuerdo al proyecto al que estoy arrojado.
“Procurar por” es en referencia al otro. Se caracteriza por un “dejar ser”, no es
abandonar al otro, sino que es aproximarse a él de tal modo que procuremos que
emerja desde sí. “Dejar ser” es llevarlo a un lugar donde él mismo sea capaz de
proyectarse desde sí. Es tratar al otro de tal manera que lo conducimos a una
situación en que dejamos que se muestre desde sí.

Heidegger nos quiere transmitir que todos estamos arrojados a un proyecto de ser. La
sociedad nos ofrece proyectos exógenos para tratar de sustituir el proyecto de ser que
surge de nuestra propia existencia. Heidegger dirá que nos daremos cuenta de que no
san impuesto un proyecto de ser externo y entonces dejaremos emerge un proyecto de
ser que puedo vivir, pero que no puedo construir. EL proyecto de ser es algo en lo que
reparamos, algo que ha surgido de ti como acontecimiento y no algo que
reconstruyamos nosotros. Lo único que podemos hacer es preparar las condiciones para
el surgimiento.
El ser “habla”: esta es una metáfora que utiliza Heidegger para tratar de explicar que el
Dasein no dirige la aparición del ser. El ser tiene un hilo conductor que arrastra al
Dasein y que permite que este lo aprehenda. Que yo sea ser es el acontecimiento de
estar siendo.

El pre-ser-se en el mundo consiste en que yo estoy en un proyecto, pero no sé cuál es


mi proyecto. Me encuentro sobre él, pero no soy consciente de sobre qué proyecto de
ser estoy. El proyecto de ser precede al Dasein. Yo estoy siempre en proyecto, lo sepa o
no, entonces me pre-soy (yo no soy solo en un espacio y en un tiempo concreto, sino
que soy del modo en que mi proyecto de ser es lo que estoy haciendo en cada momento
lleva la impregnación del proyecto entero. El advenir es mirarse a sí mismo para ver qué
tipo de proyecto de vida estoy viviendo. Pre-soy en un proyecto que se dirige hacia en
horizonte de sentido. Yo soy en este momento y en este lugar, pero si solo soy en ese
momento y lugar determinado, entonces estoy viviendo un proyecto de vida impuesto
desde fuera, un proyecto falso.

La otra cara es que si yo habito pre-siéndome entonces habito en relación con entes. Si
se habita un mundo y hay relación Zuhandensein con los entes que habitan ese mundo
de sentido contigo esto significa que lo estás cuidando.

El Dasein es posibilidad, somos relativos al poder ser y por eso el Dasein tiene la
responsabilidad de hacerse a sí mismo, de hacer por ser. En función del proyecto de ser
que yo soy se tiene una relación u otra con los entes que habitan mi mismo mundo de
sentido.

Todo esto ocurre en la existencia, entonces ¿qué ocurre con la conciencia, con lo
teorético? Heidegger no está diciendo que la conciencia carezca de sentido, pero lo
teorético es derivado respecto de lo existencial. El pensar conscientemente es derivado
del habitar de un modo concreto. El modo en que yo reflexiono dependerá del modo en
el que habite, del modo en el que sea en el mundo. Atendiendo a las condiciones de
emergencia, al génesis de la conciencia, la conciencia emerge por una disidencia del ser
en el mundo.

(El texto 4.3 hay que leerlo con el texto 2)

Heidegger afirma que la posición “ante los ojos” respecto de los entes ya es un modo de
ser y no una abstracción del modo de ser y hay que demorarse en ese modo de ser. Si de
verdad se está en el ser ante los ojos, se está siendo. Por lo tanto, Heidegger no está en
contra de la técnica, sino que a esta le da valor, pero deja claro que se parte del habitar y
a partir de ahí se va a lo teorético (estar ante los ojos).

Lo que viene es una inversión (siguiendo a Nietzsche). Lo que se viene es un ser que ya
no habita el mundo y que parte directamente del Vorhandensein. Esta es la época en la
que nos encontramos inmersos y de la que debemos salir.

MUNDO EUROPEO ACTUAL: neoliberalismo, capitalismo, pos verdad, dogmatismo,


transhumanismo, cientificismo…. Heidegger diría que estos son tópicos y que no se está
mirando a lo importante. No se está mirando al modo de ser de nuestra época. Si la
filosofía se quedara analizando estos tópicos seria devorada por otras ciencias como la
psicología o la sociología. La filosofía quedaría dividida. El modo de ser de nuestra
época es el resentimiento. Me siento vacío y forjo mi identidad hundiendo la del otro,
invierto los valores…Para transformar el mundo tendríamos que hacernos conscientes a
través de la filosofía del modo de ser de nuestra época y cambiarlo por otro modo de
ser.

Hay tres existenciarios en Ser y tiempo que constituyen el modo de ser proyectivo:
el encontrarse, el comprender y el habla.

El comprender no es un método de conocimiento como considera Dilthey, sino que es


un modo de ser del Dasein, es decir, forma parte del ser del Dasein. El Dasein es
comprensión, es siempre aprehensión de sentido de su ser y del ser del mundo. Nos
podemos encontrar con un ser desarraigado que no habita, que no comprende, pero que
pretende explicar. Siempre se comprende finitamente en la facticidad y se proyecta
hacia un futuro y esto se hace a partir de una pre-comprensión que está basada en el
encontrarse (tiene que ver con el afecto, la emoción o sentimientos. Hay que trata las
emociones de un modo ontológico: la emoción es nuestro sello de estar en el mundo). El
Dasein es proyecto (hacer-por-ser), es un proyecto-yecto: estoy hundido en la facticidad
hacia delante (pro-yecto) y el yecto se comprende a través del encontrarse. Una vez
explicado el comprender y el encontrarse se puede sintetizar que el Dasein es “pro-
yecto-yecto”. El habla no es el lenguaje estrictamente, sino que distingue entre lenguaje
como estructura y habla como acontecimiento. El habla emerge de la situación en que
estoy, me trasciende y me captura, soy su rehén. Estoy poseído por aquello de lo que
hablo.

LENGUAJE

HABLA

El problema del MAN (UNO): la existencia puede ser propia o impropia. En la vida
cotidiana al estar el Dasein arrojado todo está deformado, ¿cómo sabe que tiene un
proyecto propio? Porque lo empuña, lo propio respecto al proyecto de ser de uno es
empuñarlo, “apoderarse de el”. Que el proyecto de ser sea propio es que yo lo empuñe-
Pero esto es sustituido en el mundo cotidiano por la creación de un proyecto externo. El
MAN es el generador de proyectos desde fuera.

Rasgos del MAN:


MAN (UNO): La situación existencial en la que el Dasein está sumergido en la
cotidianeidad y preso en la inercia propia de una objetividad. Si queda apresado en esta
inercia, deja que le construyan una objetividad. Si el proyecto de ser no es empuñado
por el Dasein es impropio.

1. Habladurías:
1.1.No hay cosa misma que lleve las riendas, es un mero hablar referido a lo
hablado del habla. Hay un vacío de significación, no hay cosa misma.
1.2.El hablar se convierte en un mero transmitir y repetir. Lo transmitido y
repetido pretende llenar el vacío interno.
1.3.El que sí trata los problemas y las cosas lo hace como si lo hubiera
comprendido todo, como si no hubiese un fondo interrogante del asunto,
como si no hubiese nada más por lo que preguntar.

2. Avidez de novedades: consiste en estar ofuscado con la cosa de que lo mejor es


lo último, lo anterior no vale. Es algo compulsivo y el que está en esta situación
es un ser desarraigado y sin mundo porque va tras una novedad y tras otra...

Se da la primacía del ver, se considera que el mundo está ahí para ser visto, para
ser contemplado y esta primacía del ver se opone al ser a la mano
(zuhandensein). El ver es un ver des-alejador. Des-alejar es no empuñar la cosa,
sino que se mantiene distante aunque sea una distancia próxima.

La avidez de novedades tiene relación con un no demorarse en lo inmediato, se


convierte en una especie de compulsión en la que nunca estoy aprehendiendo
algo, sino que estoy en el intersticio, en el salto hacia lo nuevo. Es como si se
quisiera estar siempre disipado. Hay una falta de paradero. El objeto de la Sorge
aquí es la disipación (deformación de este Existenciario), aquello que se cuida es
la disipación misma porque así se escapa del habitar y del relacionarse con. Se
quiere el propio no-querer.

3. Ambigüedad: no se distingue entre lo abierto en un genuino comprender y lo


que no. Se vive ambiguamente cuando hemos perdido la capacidad de distinguir
una apertura del ser. El Dasein tiene el acceso a una aprehensión de cuando una
situación es propia o impropia, pero cuando está en la ambigüedad no sabe hacer
esta distinción. Se pierde el hábito de hacer estas distinciones, por ejemplo no
nos interesa el “ser” de lo político.

Estar en la ambigüedad implica una especie de estar sobre el rastro, es un modo


de estar en el mundo en el que estás continuamente en el rastro de…La
ambigüedad conduce a este modo de estar en el rastro. Quien realmente persigue
algo no lo explicita, sin embargo el que está perdido si lo explicita y está
continuamente en el rastro de las cosas sin estar en ninguna.
Cuando te das cuenta de que estas en el UNO e intentas salir, este ya tiene previsto
como se sale e impide que lo lleves a cabo. Se sale del UNO con lucidez y empuñado el
propio proyecto. El salir, el ser lucido seria el intentar empuñar el propio proyecto. La
relación entre seres humanos se convierte en un acecho reciproco. Tengo que estar
acechando al otro para ver si es otro sospecha que no estoy en una existencia propia. Se
deforma el ser-con-otro. Lo que me interesa es que nadie descubra que estoy en el vacío
de la existencia.

B. Cómo es el ser, el Heidegger de la Khere:

El ser hasta ahora ha sido analizado desde una analítica existenciaria del Dasein. Este
proceder tiene un sesgo kantiano, el sesgo de una filosofía trascendental. Este sesgo está
centrado en el análisis del sujeto como condición previa del análisis del mundo.
Heidegger reconoce este sesgo en Ser y tiempo, el Dasein es una re-significación del
sujeto (sustituye al sujeto clásico). Se mira al ser desde la estructura existenciaria del
Dasein.

Ahora quiere ir directamente al Ser sin pasar por la estructura existenciaria del Dasein.

El olvido de la diferencia óntico-ontológica es el olvido del ser y este es el que atraviesa


a la historia de Occidente.

¿Qué es el SER? El ser humano aparece como alguien que se admira con lo que le
rodea. Aprehende lo que le rodea como un mundo que ES (admiración humana). ¿Cómo
aparece en nuestra vida cotidiana la pregunta por el ser? La pregunta por el ser
acompaña al ser humano continuamente. Darse cuenta de que algo está ahí ES, esto es
algo que no puede hacer un ordenador puesto que no puede experimentar que algo ES,
pero nosotros sí y lo hacemos sin darnos cuenta. Asumir que lo que hay ES nos
pertenece como seres humanos.

En el SER hay una diferencia entre el ser en sentido estricto y el ente. El ser es lo que da
sentido al ente. El mundo nunca aparece separado sin una interpretación, su
interpretación es el ser de un modo o en cuánto. El ser no es algo separado, es siempre
ser del mundo, del ente, pero el ser no es el ente ni viceversa. El ser solo puede ser el ser
del ente.

El ser es el acontecimiento de estar siendo. El ser es venir a presencia, no es presente,


sino que da sentido y hace presente al ente. Es el acontecimiento de estar viniendo a
presencia. El ser es una diferencia óntico-ontológica y no una identidad en sí mismo. Es
una unidad heterogénea, el ser es lo que genera una comprensión del ente, pero él no es
un ente. El ser es la reunión del ser y lo presente como ya dado en una determinada
comprensión.

El venir a presencia es un des-encubrir: el sentido del ente que aparece es des-


encubierto, antes estaba velado. Esto no quiere decir que el ser sea un conjunto de
posibilidades, sino que el ser acontece y no tiene ningún fondo. La dimensión
ontológica del ser es un des-encubrir, la dimensión óntica es lo des-encubierto de un
modo determinado. Lo que aparece se des-encubre y aparece de un modo.

El ser no es un ente, cuando lo consideramos como un ente determinado lo estamos


limitando en un ente. El ser nos pedirá apelándonos que no lo limitemos en lo óntico y
esta es la normatividad (el impulso del ser de no ser sometido, de ser libre). El ser no
quiere que se le limite en un ente puesto que no es un ente.

El ser en su des-encubrimiento al mismo tiempo se oculta o se encubre porque des-


encubre un modo ontológico, pero como no es un ente es repelido por lo óntico, es un
des-ocultamiento-ocultamiento porque no puede permanecer en lo óntico.

El ser necesita del Dasein para presentarse de un modo determinado y el Dasein necesita
del ser para el hacer-por-ser, necesita que acontezca el ser. La actividad el Dasein es una
respuesta a la petición o apelación del SER.

DIMENSIÓN ÓNTICA Dasein Ente: llegada encubridora

Des-encubrimiento Ocultamiento

Sobrevenida que des-encubre

DIMENSIÓN ONTOLÓGICA

La dimensión óntica es lo que es representable.

El ser es un venir a presencia (acontecimiento) que da sentido al mundo óntico, pero no


es un ente. Es des-encubrimiento/encubrimiento o des-ocultamiento/ocultamiento. El
ser, al generar el sentido del ente desaparece de nuestra mirada porque el Dasein está
puesto en algo óntico. El acontecimiento es aprehensible, desaparece de nuestra mirada
y se oculta. El acontecimiento del ser es epocal. El ser es indisponible para el ser
humano, el acontecimiento tiene un sentido que va más allá del ente, sobreviene al ser
humano y no puede ser sujeto del acontecimiento, este se produce desde sí.

Se des-encubre un mundo de entes que tienen determinado sentido, pero el sentido


general del acontecimiento como todo global se nos oculta.

El ser es la sobrevenida que des-encubre y el ente es la llegada que encubre. Son lo


mismo porque son las dos caras de la realidad, es heterogéneo y, por tanto, no es igual.
El des-encubrimiento y el encubrimiento son un mismo movimiento. El encubrimiento
deja un claro (el mundo de sentido de la época) y el claro nos permite comprender e
interpretar el ser. El Dasein es lo que permite el claro.
EL OLVIDO DEL SER:

Occidente está en decadencia, en esta tiene lugar el olvido del ser. El ser humano ha
dejado de preguntarse por el sentido del ser y se pregunta por el ente y busca un
fundamento en el plano óntico.

La realidad se constituye de entes que se fundan unos en otros y hay un ente primero del
cual dependen los otros. A partir de la primera Ilustración griega se olvida la dimensión
ontológica del acontecimiento y el ser humano se interroga solo por relaciones ónticas.

DIOS→ C → B → A

Las corrientes filosóficas del S.XX realizan una crítica al mundo contemporáneo.

Occidente se ha hundido en el olvido del ser, el olvido de la diferencia óntico-


ontológica. Se ha perdido la pregunta por el ser, se atienen solo a lo ente, a la dimensión
óntica. Fundan entes en otros entes y siempre se busca un fundamento último de toda la
organización óntica.

Las fases del olvido del ser:

1. Pre modernidad: la idea es un ente ideal del mundo suprasensible, se pierde la


pregunta por el ser que estaba en los presocráticos. Se confunde al ser con la
idea o la esencia. La consecuencia es que se entiende la verdad como
correspondencia.
2. Modernidad: se agudiza la tendencia anterior, en la época pre moderna se
confunde el ser, este es objetividad, pero en la modernidad el ser es un ente par
el sujeto que es construido para el sujeto. El sujeto es constituyente del objeto, el
ente con el que se confunde el ser es objeto. Un objeto es algo que se adecua a la
estructura del ser humano.

2.1.Descartes: surge el ideal de la Mathesis universal (se entiende a la


matemática como la expresión más fidedigna de la ciencia que se busca). Es
la ciencia del orden y la medida, la clave de esto la da la evidencia. La
realidad entera o bien es y se presenta al sujeto en la certeza interna o bien
no es. Lo que aparece como real es lo que se ajusta a la certeza cognoscitiva.
Heidegger dice que lo que hay debajo de esto es un tendencia al dominio del
ser humano sobre tolo lo real. Mediante la certeza el sujeto tiende a
asegurarse de sí mismo y se asegura de sí mismo como fundamento de lo
real. Si lo real es el fundamento del sujeto y este se autoasegura, todo el
conocimiento está al servicio del autoaseguramiento del ser humano. El ser
humano se relaciona con el mundo como algo que es óntico, como objeto
construido por el y como objeto de dominio. Texto 10.5, la metafísica de la
subjetividad.
Texto 10.3: la decadencia en la filosofía es denominada por Heidegger como
“metafísica de la presencia” porque se atiene al ente, a lo presente. En la fase
pre moderna y moderna dentro de esta metafísica de da la tendencia de
“onto-teo-logía”. Se confunde al ser con el ente (onto-logía), pero hace
recaer todo sobre un ser supremo que sustituye al ser (teo; onto-teo-logía)

3. Época contemporánea, la comprensión técnica del mundo: el ente no solo es


objeto, sino que se identifica la decadencia y los entes pasan a ser existencias.
En La pregunta por la técnica se refiere a que la técnica como uso de
instrumentos da una esencia de la época. El problema de la técnica como uso de
instrumentos es que se está desarrollando a gran nivel y no nos preguntamos por
ello. Occidente no solo pretende la supervivencia, sino el dominio global del
mundo.

3.1.Rasgos de la época de la técnica como comprensión global del mundo (texto


11.2):
El rasgo fundamental: en la comprensión técnica del mundo el ente se
considera como “existencia” (como algo cuantificable, ordenable,
clasificable (acumulable) que se pone a disposición del arbitrio humano). Se
pierde el lazo con la existencia propia y se requiere constantemente al ente
para la disposición del arbitrio humano.

Segundo rasgo: La usura, la técnica aniquila al ser, el producto se


autonomiza y convierte al creador en un esclavo. El consumo del ente en
sentido propio es el desarrollo de hacer disponible al ente y, por tanto, de
dominarlo. La dominación es la clave de la deriva de Occidente. El
desarrollo de la ciencia, la tecnología,… es equipamiento para la tarea de
dominio. Se da un uso reglado del ente para hacer la disponibilidad del ente
accesible como algo reglado.
El ente se organiza según un impulso de eficacia. Este uso hace un
equipamiento más eficaz. Si el uso del ente tuviese alguna meta, seria
justificable, pero como no hay tal meta se absolutiza al uso y se convierte en
un expolio de la tierra, en usura. No hay metas, valores, horizonte
significativo….solo tenemos el ideal de sobrevivir.
Tercer rasgo: el ser humano no solo está dirigido intencionalmente a la
consideración de existencias, sino que está compulsivamente orientado y no
lo puede remediar. Al caer en la sobrevivencia el ser humano cae en el vacío.
Por el hecho de que se tiene una actividad desaforada se hace evidente el
vacío, la organización del vacío es la necesidad de actividad para llenar el
vacío. Se reordena una y otra vez el orden (ordenación del orden). La
organización del ente dura un pequeño espacio temporal y se reorganiza ese
orden porque debajo del orden subyace el vacío que acecha. Por muy pleno
que se organice el mundo, ese ordenamiento no toca al ser porque solo afecta
al ente.

Cuarto rasgo: “ge-stell” = “dis-positivo”. La Ge-stell es el engranaje entre


dos fenómenos que son unitarios: por un lado, el acontecimiento del ser se
niega a sí mismo como “lo dispuesto” y, por otro lado, está la compulsión
del ser humano a disponer de todo.
El disponer es la actitud de hacer de todo algo disponible y lo dispuesto es la
apertura del ser como disponible. Ambas actitudes se refuerzan mutuamente.
La Ge-stell se suele entender como estructura de emplazamiento (ambos
polos emplazados).

La técnica como consumación de la Metafísica y como máximo peligro:

Rasgos de la técnica como máximo peligro:

a) Abandono del ser y penuria: Siendo así esta época, con esta estructura de
emplazamiento, resulta que es una apertura que tiende a hacer confortable la
existencia del hombre en ella. En todos los ámbitos, el ser humano se
experimenta a sí mismo como “señor de la tierra”. Esta arrogancia con la que se
coloca ante todo lo que le rodea le hace experimentarse “a gusto”, se siente
complacido. Esto hace que nuestra época sea muy peligrosa porque al sentirse
complacido puede darse que ya no se pregunte por el ser y que se llegue a un
olvido del olvido del ser (texto 11.4).
Hay una recíproca necesidad entre el ser humano y el ser. Este último necesita
del Dasein para aparecer desde sí y el Dasein necesita del ser porque es su
abrigo, su ámbito en el que habita. En el caso de no habitar, nos convertimos en
constructores que aplican normatividad y que, por ejemplo intentan dominar una
conversación sin que el ser fluya, es decir, que no se participa en la
conversación.
Lo que tiene lugar en la comprensión técnica del mundo como máximo peligro
es que el Dasein al sentirse confortable caiga en el olvido de la penuria (su
necesidad de ser) y esto será la máxima penuria. Su penuria es la no penuria.

b) Técnica como compulsión a lo esencialmente imposible: El ser es indisponible,


desde la subjetividad humana no se puede construir el acontecimiento del ser.
Desde la comprensión técnica del mundo se pretende hacer disponible lo
indisponible, esto es una contradicción, es como si el ser humano quiere ir mas
allá de lo que puede. En el mundo de la técnica, el ser humano se encuentra en
autocontradicción.

La cuestión del nihilismo (textos 13):

La historia de la decadencia es la historia del nihilismo.

Distingue dos tipos de nihilismo: propio e impropio (característico de la época del


olvido del ser).

Sentido positivo de nihilismo, el nihilismo propio: en ¿Qué es Metafísica? Habla de la


inducción a la experiencia del ser para que aparezca la expresión de la nada. El ser y la
nada se coopertenecen: la nada del ser es su ausencia de fundamento. La angustia es una
experiencia no de malestar o asfixia agónica, sino que es la experiencia de un
extrañamiento ante el mundo en su totalidad y no ante el ente en particular. Es una
experiencia de perplejidad que nos lleva a la cuestión de ¿Cómo que hay ser de este
modo y no de otro? O ¿Por qué hay ser y no más bien nada? Esta es una pregunta sin
respuesta, se basta a sí misma, habita en el ser humano y tiene sentido por sí misma. La
confirmación de que hay un ser es sin fundamento, la pregunta es recursiva y se
comprende entonces que el ser es Ab-grundig, abismal, sin fundamento. El ser humano
se experimenta como habitando sin razón y se reconoce como una pregunta viviente, no
simplemente es un ser que se pregunta por cuestiones ónticas, sino que se pregunta por
el ser. El ser humano no solo está remitido a relaciones con entes, la experiencia
“maravilla de las maravillas” es que el ser humano también está remitido a la pregunta
por el ser.

Para Heidegger, la metafísica es el autotrascender humano (el ir más allá, entrar en


relación con el ser en cuanto tal). La nada es productiva, en el sentido en el que esta
ausencia de fundamento hace que el ser sea un acontecimiento que surge de muy
diversos modos. Es productiva porque permite que el ser sea una multiplicidad de
mundos, de modos de habitar. Porque hay ausencia de fundamento, hay ente. El ente
surge de la ausencia de fundamento (coorpertenencia del ser y la nada).

Todo ente se funda en una falta de fundamento, la idea de “Dios ha muerto” indica la
muerte de la idea de que el mundo tiene fundamento. Lo óntico se funda en una
comprensión de sentido que carece de fundamento.

Que el ser no tenga fundamento implica que el ser es su propia manifestación, es su


propio venir a presencia en un mundo de sentido concreto. El ser es finito en su
manifestación. La nada que se coopertenece con el ser es relacionada también con el
encubrimiento del ser, es el carácter de encubrimiento que acompaña al ser como des-
encubrimiento y no solo es ausencia de fundamento.
El retraimiento del ser en su venir a presencia es como un recusar ser ente, un no poder
ser ente. Es una especie de negación (el recusar ente), se puede decir que es la nada del
ser, su nada de ente.

En el texto 13.1 se ve el modo en que presenta el nihilismo positivo como


coorpertenencia de ser y nada, es lo que hasta ahora se ha dicho.

La explicitación del nihilismo impropio: el ser humano se enroca en una relación con
cuestiones ónticas de tal modo que deja fuera al ser. Dejar fuera al permanecer fuera
quiere decir convertir al ser en un ente- Lo único que le concierne al ser humano es lo
que está presente, lo que permanece fuera de lo óntico no le importa . En el olvido del
ser, el nihilismo propio acontece en la impropiedad de sí mismo. El olvido del ser es el
acontecimiento propio del ser en su impropiedad, como contradiciéndose a sí mismo. Es
la negación del ser en su aparecer.

Esbozo de la posición Nietzscheana:

Diferencia entre nihilismo activo o positivo (pertenece al carácter mismo de la voluntad


de poder) y nihilismo reactivo o negativo (coincide con la historia del platonismo)

“Dios ha muerto” equivale a que la realidad carece de fundamento. El fundamento es la


necesidad de seguridad, una seguridad que coloque al ser humano en un lugar
determinado (esto es el producto del miedo al devenir). Lo real, la vida es devenir. La
voluntad de poder es voluntad de superación o de autotrascendimiento, es voluntad de
expansión y no voluntad de dominio. No hay una tendencia a la sobrevivencia. La vida
es un impulso a más, una intensificación de la vida, la tendencia de la vida a superarse a
sí misma. La finitud no es una carencia, es una potencia. El devenir mismo es el
sometimiento a constantes mutaciones y el dolor es propio de la vida.

Afirmar la vida como voluntad y crecimiento implica convertir la finitud, el devenir, el


dolor… en potencias de la vida. Por ello, hacer esto es difícil por el miedo. El fuerte es
aquel que frente a esta condición de la vida dice SÍ a la vida. El que dice sí a la vida seía
un nihilista activo. El fuerte ante la muerte de Dios no se asusta, sino que ve un nuevo
frente.

El nihilista reactivo es el débil. Este tiene miedo, necesita seguridad, necesita un


fundamento último al cual aferrarse. Al descubrir que no hay ese fundamento se aterra y
huye. En la huida envidia al fuerte y así le surge el espíritu de la venganza (el
resentimiento conduce a este espíritu) y pretende vengarse del fuerte y de la vida. Su
venganza es la inversión de los valores, el débil inventa un mundo ideal frente a cual el
mundo sensible es mera apariencia y engaño, así pone al fuerte en un lugar miserable y
el débil (el presunto fuerte) se atiene a valores eternos que son opuestos a aquellos que
rigen en el mundo sensible o presente. El nihilismo reactivo es producto de la huida de
la vida como voluntad de crecimiento y expansión.
¿Qué dice Heidegger sobre esto? La crítica de Heidegger a Nietzsche (texto 12):

Considera que la conversión del ser en ente es la voluntad de dominio. Nietzsche ha


sabido ver el dualismo que es producto de la voluntad de dominio, pero se equivoca
porque negó al ser, lo identifico con el Ser inventado del mundo ideal. Ha confundido
un tipo de ser con el ser en cuanto tal. La voluntad de poder es un modo de interpretar al
ser, está definiendo un mundo de sentido, afirmar al ser que niega.

Si la voluntad no es voluntad de dominio ocurre lo siguiente: si es voluntad de dominio,


lo seria de algo de fuera de la voluntad; la voluntad de poder es la “voluntad de la
voluntad”, la voluntad quiere a la voluntad en su intensificación. Nietzsche está preso en
la metafísica de la presencia y acaba explicando lo que se expresa en esta metafísica.

A la compresión técnica del mundo no le es inherente una voluntad de autotrascender


cualitativa, sino que lo único que se da es algo cuantitativo que encaje en esa
comprensión. Esta comprensión no tiende al autorebasamiento, a generar algo nuevo,
pero es productivo de existencias, es producción de lo mismo, es autoproducción, es
“voluntad de voluntad”. El eterno retorno es el retorno de la voluntad a sí misma.

¿Cómo se supera el nihilismo negativo o impropio? (Texto 13.3):

Hay dos modos fundamentales:

1. No huyendo de él, mirarlo de frente a frente y esto en gran parte es comprender


al ser en su coorpertenencia con la nada. Hay que aceptar que no hay un
fundamento último.
2. Rememorar lo “impensado”

Texto 13.4: superar el nihilismo implica, en último término, experimentar su


consumación.

El nuevo comienzo (texto 14):

Tendría que ser un nuevo modo de posicionarse en el mundo y un nuevo modo de


pensarlo (el pensar esencial)

Texto 14.1: la experiencia de consumación no es translineal, lo que va a continuación no


se puede concebir, solo se puede esperar manteniéndonos en una zona de pensamiento
esencial que esclarezca el nihilismo impropio. Esperar el nuevo comienzo es
permanecer en la zona de pensamiento en vez de lanzarnos a un nuevo modo. El
acontecimiento del ser no es construible, sino que hay que mantenerse en una zona de
pensar que prepare el advenimiento del acontecimiento del ser (14.2). Hay que pensar el
olvido del ser (lo impensado) hasta sus últimas consecuencias y esta sería la preparación
para el nuevo comienzo.

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