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La sentencia civil. Concepto.

Se puede entender como la resolución final que dicta una autoridad jurisdiccional
competente sobre el conflicto sometido a su conocimiento, en la que al aplicar una ley
sustantiva decide el fondo del asunto, ya sea absolviéndolo o condenando, declarando
o constituyendo un derecho a favor de una de las partes.
19.2 Clasificación de las sentencias.
1. Por la naturaleza de la pretensión que se plantea en el proceso, las sentencias se
pueden clasificar en declarativas, consecutivas y de condena.
* Declarativas: son aquellas que solamente reconocen la existencia de un derecho, por
ejemplo: las que reconocen la adquisición de la propiedad en virtud de haberse
verificado la prescripción positiva.
* Consecutivas: son las que modifican, crean o extinguen una resolución jurídica, por
ejemplo: las resoluciones que decretan la disolución del vínculo matrimonial;
* De condena: son aquellas en las que se ordena a una de las partes llevar a
cabo  una conducta específica, ya sea de dar, de hacer o de abstenerse de hacer algo,
por ejemplo: cuando se determina que el condenado le pague al actor cierta cantidad
de dinero.
2. Por el resultado que se obtenga con la sentencia, ésta puede constituirse
estimatoria o desestimatoria.
* Estimatoria: Aquellas en las que el juez considera fundadas la acción y las
prestaciones reclamadas por alguna de las partes. La sentencia puede ser estimatoria
en su totalidad o parcialmente.
*Desestimatoria: Caso contrario a la estimatoria.
3. Por su función en el proceso, las sentencias suelen ser clasificadas en
interlocutorias y definitivas.
* Interlocutorias: son aquellas que resuelven un incidente planteado en el juicio.
* Definitivas: Las que deciden sobre el conflicto de fondo sometido a proceso y ponen
término a éste.
4. Por su impugnabilidad, es decir, si la sentencia puede ser materia de impugnación,
se puede tildar de definitiva o ejecutoria si es susceptible de modificarse o revocarse
con algún medio ordinario de impugnación; y de firme si no existe dicha posibilidad, de
modo que aquella adquiere la categoría de cosa juzgada, es decir, será la verdad legal
que prevalecerá en la controversia planteada.
5. En razón del tribunal que dicta las sentencias, puede establecerse la clasificación
entre sentencias de primera instancia y sentencias de segunda instancia.
6. Finalmente, por la naturaleza de la decisión, las sentencias pueden ser de fondo o
de rito.
De fondo (Material): Las que resuelven la cuestión planteada.
De rito (Formal): Las que ponen fin a éste sin entrar en la resolución de la cuestión
planteada.
Requisitos de la sentencia: Formales y materiales.
Las sentencias civiles deben cubrir dos tipos de requisitos a fin de que puedan
reputarse como legales o dictadas conforme a derecho: los formales y los materiales.
Los requisitos formales de la sentencia se refieren a su estructura, es decir, se
encuentran relacionados con las formalidades que el documento como tal debe de
revestir, a saber:
a)    Estar redactadas en español.
b)    Deberá contener lugar y la fecha en que se dictó
c)    Estar autorizada por los jueces o magistrados y por los secretarios con firma entera.
d)    Las fechas y cantidades se deben escribir con letra, y no se emplearán abreviaturas, ni
se rasparan las frases equivocadas, sobre las que sólo se pondrá una línea delgada
que permita la lectura salvándose al final del documento con toda precisión el error
cometido.
Los requisitos materiales o sustanciales de una sentencia se regulan en los arts 81, 86
y 402 del CPCDF, que se pueden resumir de la manera siguiente:
a)    Deben ser claras, precisas y congruentes con las demandas y las contestaciones y con
las demás pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, condenando o
absolviendo al demandado.

b)    Además, en las sentencias, el juez se debe pronunciar sobre todos los puntos litigiosos
que hayan sido objeto del debate.

c)    Basta con que el juez apoye sus puntos resolutivos en preceptos legales o principios
jurídicos, de acuerdo con el art 14 constitucional, quedando abolidas las antiguas
fórmulas de las sentencias.

d)    El juez deberá exponer cuidadosamente los fundamentos de valoración jurídica de las
pruebas existentes en el proceso.

Los limites subjetivos de la cosa juzgada en materia civil.

Los límites de la cosa juzgada se refieren a los linderos de la sentencia que fue
dictada en un proceso, es decir, dicha resolución afectará los intereses de personas
determinadas respecto a bienes o derechos en específico identificables.

Los limites subjetivos, se relacionan con las personas que han de ser afectadas por la
sentencia pronunciada.
19.6 Los limites objetivos de la cosa juzgada en materia civil.

De acuerdo con Liebman, los limites objetivos de la autoridad de la cosa juzgada, de la


inmutabilidad del fallo, están dados por los límites del fallo mismo, “es solo el mandato
concreto pronunciado por el juez el que deviene inmutable y no la actividad
lógica  cumplida por el juez para preparar y justificar el pronunciamiento”. En
consecuencia, la autoridad de la cosa juzgada se extiende exclusivamente al objeto
del proceso decidido en la sentencia. El objeto del proceso se identifica, en términos
generales, por las partes, las pretensiones litigiosas (el petitum) y la causa de pedir (la
causa petendi).
En relación con los límites objetivos de la cosa juzgada, el artículo 422 del CPCDF
establece: “Para que la presunción de la cosa juzgada surta efecto en otro juicio, es
necesario que, entre el caso resuelto por la sentencia y aquél en que esta sea
invocada, concurra identidad en las cosas, las causas, las personas de los litigantes y
la calidad con que fueron”. Cabe aclarar que la cosa juzgada no es una “presunción”,
si no como hemos visto, una cualidad de la sentencia.
Medina Lima aclara con razón, que por cosa no debe entenderse sólo un bien
material, ya que hay procesos que no se refieren directamente a esta clase de bienes,
si no que por “cosa” debe entenderse, en general, el objeto (material o inmaterial)
litigioso. Por este motivo, el autor sostiene que los límites objetivos del mandato
contenido en la sentencia, quedan determinados por el objeto litigioso y la pretensión
deducida.
 En conclusión para que en un proceso ulterior la parte interesada pueda impedir
mediante la excepción de cosa juzgada que el juzgador conozca y resuelva un litigio
que ya fue resuelto mediante una sentencia firme, debe demostrar que ente el litigio
resuelto y el que se plantea en el nuevo proceso existe identidad: 1) las partes, 2) el
objeto litigioso y la pretensión, y 3) la causa de la pretensión.
Reconocimiento y ejecución de sentencia extranjera.

Durante el procedimiento de exequátur  el juez mexicano está obligado a hacer una


revisión oficiosa de la documentación recibida, con la finalidad de verificar la legalidad
y procedencia de la ejecución solicitada. Se trata de un requisito necesario e
indispensable para autorizar la ejecución. Debido a la obligación de revisar la
documentación recibida, no cabe la posibilidad de que se ordene la ejecución de una
sentencia extranjera en forma inmediata (es decir, sin  revisión previa) .Así ha sido
establecido en forma reiterada por los tribunales judiciales. Seguramente la disposición
de mayor interés es el artículo 571 del CFPC.
ARTÍCULO 571.- Las sentencias, laudos arbitrales privados de carácter no comercial y
resoluciones jurisdiccionales dictados en el extranjero, podrán tener fuerza de
ejecución si cumplen con las siguientes condiciones:
I.- Que se hayan satisfecho las formalidades previstas en este Código en materia de
exhortos provenientes del extranjero;

II.- Que no hayan sido dictados como consecuencia del ejercicio de una acción real;
III.- Que el juez o tribunal sentenciador haya tenido competencia para conocer y juzgar
el asunto de acuerdo con las reglas reconocidas en el derecho internacional que sean
compatibles con las adoptadas por este Código. El Juez o tribunal sentenciador
extranjero no tiene competencia cuando exista, en los actos jurídicos de que devenga
la resolución que se pretenda ejecutar, una cláusula de sometimiento únicamente a la
jurisdicción de tribunales mexicanos;

IV.- Que el demandado haya sido notificado o emplazado en forma personal a efecto
de asegurarle la garantía de audiencia y el ejercicio de sus defensas;

V.- Que tengan el carácter de cosa juzgada en el país en que fueron dictados, o que
no exista recurso ordinario en su contra;

VI.- Que la acción que les dio origen no sea materia de juicio que esté pendiente entre
las mismas partes ante tribunales mexicanos y en el cual hubiere prevenido el tribunal
mexicano o cuando menos que el exhorto o carta rogatoria para emplazar hubieren
sido tramitados y entregados a  la Secretaría de Relaciones Exteriores o a las
autoridades del Estado donde deba practicarse el emplazamiento. La misma regla se
aplicará cuando se hubiera dictado sentencia definitiva;

VII.- Que la obligación para cuyo cumplimiento se haya procedido no sea contraria al
orden público en México; y

VIII.- Que llenen los requisitos para ser considerados como auténticos.

No obstante el cumplimiento de las anteriores condiciones, el tribunal podrá negar la


ejecución si se probara que en el país de origen no se ejecutan sentencias o laudos
extranjeros en casos análogos
Cosa juzgada. Concepto. Sus formas de adquisición.

El termino cosa juzgada debe entenderse como la autoridad y fuerza que la ley otorga
a una sentencia definitiva, de modo que lo resuelto en ella no sea objeto de discusión
de nueva cuenta, debido a que ésta ha causado estado.

La figura jurídica de cosa juzgada se refiere a la definitividad que adquieren las


sentencias; su finalidad práctica consiste en determinar el momento a partir del cual ya
no podrá ser impugnada la sentencia, ni discutido el conflicto en ningún proceso
posterior.
En el CPCDF se establece que hay cosa juzgada cuando la sentencia definitiva causa
ejecutoria y en un proceso civil ordinario, las sentencias adquieren el carácter de
ejecutorias por: a) ministerio de ley, o b) por declaración judicial.

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