Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Material de apoyo para mis alumnos de la catedra DERECHO PROCESAL CIVIL III,
Universidad José Antonio Páez, San Diego, Venezuela.
martes, 28 de junio de 2011
LA SENTENCIA
La función jurisdiccional está destinada a la creación por parte del juez, de una norma jurídica
indivi¬dual y concreta, necesaria para determinar el significado o trascendencia jurídica de la
conducta de los particulares, por lo tanto, la sentencia es esa norma jurídica individual y
concreta creada por el juez mediante el proceso para regular la conducta de las partes en
conflicto,
Además de ello, dado que la pretensión procesal es el objeto del proceso, es deber del juez
examinarla para declararla con o sin lugar, es decir procedente o improcedente, por lo que
podemos concluir que la sentencia también puede ser considerada como acto de tutela
jurídica, esto es, la resolución del juez que acoge o rechaza la pretensión que se hace valer en
la demanda.
Conjugando ambas ideas tenemos una definición mas amplia de sentencia:
La sentencia se define entonces como el mandato jurídico indivi¬dual y concreto, creado por el
juez mediante el proceso, en el cual se acoge o rechaza la pretensión que se hace valer en la
demanda.
Elementos de la definición:
a) La sentencia es un mandato jurídico individual y concreto.
Cuando el Juez decide, no hace mas que subsumir la conducta concreta de las partes con la
consecuencia jurídica querida por la ley, esto es, tomar como norma general o modelo, la Ley,
es decir, la norma de derecho positivo en la cual se sustenta, en ella “encuadra” los hechos
que quedaron probados y crea así, una norma “especial” unica y exclusivamente para esas
partes y para ese caso concreto, siendo por lo tanto una lex specialis que evidencia el proceso
de creación normativa que va del mandato jurídico abstracto (lex generalis) al mandato
jurídico concreto (sentencia: lex specialis).
Es decir, la sentencia hace “concreto y especifico” un mandato jurídico que antes sólo estaba
expresado en forma general y abstracta en la Ley.
Para que el juez pueda declarar con lugar la demanda, esto es, acoger la pretensión, necesita
examinarla en su mérito, y que al hacerlo, la encuentre fundada, es decir, que las afirmaciones
de hecho contenidas en la demanda, resulten verdaderas y debidamente probadas en el
proceso. En caso contrario, el juez niega o rechaza la pretensión, es decir, declara SIN LUGAR o
IMPROCEDENTE la demanda.
Clasificación de las sentencias
La clasificación de las sentencias puede hacerse con arreglo a di¬versos criterios. Nos
referimos a continuación a dos de ellos, que consideramos de interés, no sólo doctrinal, sino
positivo:
Por la oportunidad en que son dictadas: a) Definitivas
b) Interlocutorias: b.1) Interlocutorias con fuerza de definitivas
b.2) interlocutoria Simple
b.3) Autos de Mero Tramite
b.4) Definitivas formales
a) La sentencia definitiva es la que se dicta por el juez al final del juicio y pone fin al proceso,
acogiendo o rechazando la pre¬tensión del demandante. Es la sentencia de mérito. La
sentencia por excelencia. La que da siempre satisfacción al derecho de ac¬ción, pero que sólo
satisface la pretensión cuando se de¬clara con lugar la demanda.
b) Las sentencias Interlocutorias: Son aquellas que se dictan a lo largo del proceso, para
resolver cuestiones incidentales, por ejemplo, las sentencias que resuelven la incidencia de
cuestiones previas; la admisión o negativa de una prueba; la negativa de acordar una medida
cautelar, etc.
1) Interlocutorias con fuerza de definitivas, que son aquellas que ponen fin al juicio, como las
que resuelven las Cuestiones previas de los ordinales 9, 10 y 11 del Artículo 346 C P.C.,
declarándolas con lugar, por lo que su efecto es de dese¬char la demanda y extinguir el
proceso (Art. 356 C.P.C.) o la que declara la perención de la instancia (art. 267 del CPC.)
2) interlocutoria Simple: que son las demás sentencias que deciden cuestiones incidentales, sin
que en ningún caso pongan fin al juicio. Mediante este tipo de sentencias, el juez resuelve las
peti¬ciones y alegatos de las partes relativas al desarrollo del proceso, por ejemplo: Las
sentencias que resuelven oposiciones a pruebas, solicitudes de nulidad y reposición, etc.
3) Autos de Mero Tramite: Son en realidad sentencias interlocutorias que dicta el juez por
necesidad del proceso, para ordenarlo o impulsarlo, pero que no resuelven ningún punto
controvertido, ni alguna petición de alguna de las partes, ellas no tienen previsto el recurso
procesal de apelación y son revocables por “contrarío imperio”, es decir, las puede revocar el
propio juez que las dictó (excepción al principio d eirrevocabilidd de los fallos – 252 cpc)
constituyen en realidad meros auto de sustanciación, siendo como son, providencias que
perte¬necen mas bien al impulso procesal. (310 cpc)
Actualmente el CPC en el art. 209 establece que la declaratoria del vicio de la sentencia por el
tribunal de alzada, no será motivo de reposición de ésta, y el tribunal debe resolver sobre el
fondo del litigio, apercibiendo a los jueces inferiores de la falta cometida. Esto NO ES una
sentencia definitiva formal, esto es, simplemente una sentencia definitiva que dicta la alzada,
conociendo al fondo y sin reponer la causa.
Pero cuando el Juez de Alzada (O el TSJ) encuentren que en el curso del proceso (en el “iter
procesal”) en primera instancia o en alzada, se han cometido vicios procesales que afectan la
validez del proceso y que menoscaban el debido proceso o el derecho a la defensa, los jueces
deben ordenar la reposición de la causa al estado en que el acto viciado se vuelva a realizar
conforme a derecho. Tal como se lo permite el 245 cpc. Se hace la salvedad de que el vicio se
debe haber cometido en el curso del proceso y no en la sentencia, pues si es así, lo que
procede NO ES LA REPOSICION de la causa, sino que el Juez de alzada sentencie al fondo, sin
ordenar que primera instancia vuelva a sentenciar.
Recuérdese que la acción concebida como derecho subjetivo procesal de las partes, o derecho
cívico, no admite clasificación alguna, por lo tanto se debe hablar de clasificación de
“PRETENSIONES” y no de “acciones”
Para poder pronunciar la condena, el tri¬bunal debe encontrar que la demanda está FUNDADA
en derecho, esto es, que exami¬nado su contenido, y analizadas las pruebas, el tribunal
encuentre que las afirmaciones de hecho o de derecho expuestas en la pretensión son
verdaderas y justifican la resolución pedida. Esto supone una previa declaración del tribunal
acerca de la existencia de la obligación reclamada y pos¬teriormente, en caso de
incumplimiento de la condena, la ejecu¬ción forzada jurisdiccional. Por ello, en toda
pretensión de con¬dena se pide al tribunal la declaración oficial sobre la existencia del derecho
reclamado y de la obligación insatisfecha, y también la condena del deudor a la prestación
debida. Esto es, toda sentencia condenatoria, es a su vez, una sentencia declarativa.
En general se admite que esta forma de tutela jurídica tiende a conseguir la realización más
acabada del orden jurídico objetivo y la protección de los derechos subjetivos de los
ciudadanos, sin esperar a que el equilibrio que aquel orden establece y ordena respetar, se
halle menoscabado y roto. En estos casos, lo que mueve a la parte a activar el aparato judicial
es la incertidumbre del derecho o relación jurídica, la cual para su reconocimiento pleno,
requiere de la investidura de una decisión judicial que la declare.
El nuevo código la admite expresamente en el Artículo 16, según el cual: El interés puede estar
limitado a la mera declaración de la existencia o inexistencia de un derecho o de una relación
jurídica.
Nótese como el legislador PROHIBE expresamente que se admitan las demandas
merodeclarativas, cuando se observa que lo pretendido es, en realidad, otra cosa, por ejemplo:
Si Juan firmó un documento donde declara que le adeuda a pedro Bs. 100 y que los pagará en
determinada fecha, no podrá Juan demandar a Pedro, por pretensión mero declarativa, a fin
de que el tribunal declare que Pedro es deudor de Juan, por que?? Porque lo que en realidad
quiere Juan, su interés, es que Juan le cumpla la obligación, que le pague, por lo tanto, su
interés se vería satisfecho con una demanda por cobro de bolívares.
c) La pretensión constitutiva es aquella en que se pide al juez una resolución mediante la cual
se crea, se modifica o se extin¬gue una relación jurídica. Este tipo de pretensiones se debe
plantear en estos dos tipos de situaciones:
A) En los casos en los cuales la Ley exige que el cambio de ciertas rela-ciones o estados
jurídicos, no puede ocurrir, sino previa declara¬ción por el tribunal, de que en determinado
caso, se han dado los requisitos que la ley exige a fin de que ese cambio pueda producirse; en
estos casos, la sentencia es INDISPENSABLE porque aunque los sujetos de la relación estén DE
ACUERDO en la modificación o extinción, la misma no se produce por acuerdo de voluntades,
sino por la senten¬cia del juez, ejemplos: nulidad del matrimonio, divorcio, interdicción, etc.
B) Cuando la ley exige que a falta del consentimiento de ambos contratantes, la relación no
pueda modificarse ni suprimirse, sino mediante la constatación por el tribunal de las
condiciones fijadas por la ley para su mo-dificación o cesación. En estos casos, la sentencia del
juez no es necesaria, cuando los su¬jetos interesados pueden -de común acuerdo- lograr la
modifica¬ción (ejemplo: resolución de contratos por mutuo consentimiento 1.159 cc) y sólo
cuando los sujetos NO PUEDEN PONERSE DE ACUERDO para que opere el cambio o
modificación o extinción de la relación, es cuando resulta necesaria la sentencia que así lo
declare (por ejemplo: demanda de resolución de contratos por incumplimiento de una de las
partes).
Requisitos de la sentencia
Como la sentencia, debe acoger o rechazar la pre¬tensión que se hace valer en la demanda y
que es objeto del pro¬ceso, es por lo que debe haber una completa y total correspondencia
entre la sentencia y la pretensión, pues de otro modo la función de la sentencia, como acto de
tutela jurídica, no podría cumplirse.
Para ello, es necesario que la sentencia examine y analice los elementos de la pretensión:
sujetos, objeto y título y, ade¬más, que analice todas las pruebas que han aportado las partes,
valorando las legales y pertinentes, y desechando las que no aporten nada al proceso.
REQUISITOS FORMALES DE FONDO (243 CPC) 1. La indicación del tribunal que la pronuncia.
2. La indicación de las partes y de sus apoderados. (DETERMINACION SUBJETIVA)
3. Una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado planteada la
controversia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan en autos. (PARTE
NARRATIVA)
4. Los motivos de hecho y de derecho de la decisión. (PARTE MOTIVA)
5. Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la preten¬sión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda absolverse de la instancia.
(PARTE DISPOSITIVA o DISPOSITIVO DEL FALLO)
6. La determinación de la cosa u objeto sobre que recaiga la decisión (DETERMINACION
OBJETIVA)
REQUISITOS FORMALES EXTRINSECOS • Deliberación
• Documentación
• Publicación (246 – 247 cpc)
• Se pronuncia “en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la
Ley”
En la NARRATIVA se indica, entre otras cosas, los nombres de las partes, los datos que las
identifican, la pretensión y la de¬fensa. Esta indicación ha de ser una síntesis clara, precisa y
lacónica (breve, exacto, conciso) de los términos en que ha quedado planteada la
contro¬versia, sin transcribir en ella los actos del proceso que constan en autos.
La exigencia de una síntesis clara, precisa y lacónica de los términos en que ha quedado
planteada la controversia, se refiere a la expresión en la parte narrativa de los términos del
problema judicial o thema decidendum, entendido como el problema circunscrito a los
térmi¬nos de la demanda y de la contestación que debe ser hecha en toda sentencia, pues de
lo contrario, mal podría decirse que el juez resolvió con arreglo a la pretensión y a la defensa.
Es igualmente un vicio copiar in extenso los actos del proceso (libelo, contestación, escritos de
pruebas etc) porque ello va contra la concisión y claridad del fallo, por lo que igualmente este
tipo de sentencias son nulas.
En la parte DISPOSITIVA se contiene la decisión propiamente, que debe ser expresa, positiva y
precisa, con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas, sin que
en ningún caso pueda absolverse de la instancia, y la determinación de la cosa u objeto sobre
que recaiga la decisión.
Esto significa, de una parte, que el juez está constreñido a decidir sobre TODAS las cuestiones
que las partes le hayan propuesto, pero SOLAMENTE sobre esas cuestiones, porque los límites
de la controversia se en¬cuentran ceñidos por los hechos alega¬dos por el actor como
fundamento de la pretensión y por los hechos a su vez invocados por el demandado como
fundamento de las excepciones o defensas opuestas (princi¬pio de congruencia); La decisión
debe expresarse en términos que revelen claramente y sin lugar a dudas, el pensamiento del
sentenciador en lo dispositivo, el cual no puede ser implícito o tácito, ni conte¬ner expresiones
vagas u oscuras (Art. 254 C.P.C.) ni requerir de inferencias, interpretaciones o razonamientos
para saber que fue lo decidido.
La sentencia debe nombrar las partes y sus apoderados y a cualquier interviniente voluntario o
forzado en la causa; pero, como se verá más adelante, lo que desea legislador es que se
establezca, sin duda, entre quienes recae el fallo, toda vez que el efecto de cosa juzgada de la
sentencia, tiene sus límites subjetivos determinados por las partes que han intervenido en la
controversia.
Debemos destacar que NO ES NECESARIO que esas menciones aparezcan en la parte
dispositiva del fallo, y por el contrario, ya es costumbre en los tribunales, que los nombres de
las partes y sus apoderados, se expresan en la parte narrativa del fallo, incluso en una especie
de formato preelaborado que ya utilizan casi todos los jueces, donde se mencionan las partes y
sus apoderados, el motivo del juicio, el tipo de sentencia, el numero de expediente etc.
Cumpliendo así satisfactoriamente la exigencia del legislador.
La sentencia debe determinar la cosa u objeto sobre la cual recae la decisión:
Aquí ha de entenderse la palabra "cosa" no sólo en su sentido material, sino también
inmaterial, como son los derechos u objetos incorporales. En sentido propio, la ley quiere
refe¬rirse en este caso al objeto de la pretensión, que es un elemento de ésta y constituye el
interés jurídico que se hace valer en, la pre¬tensión. Este objeto puede ser ya una cosa
corporal: inmueble, mueble o semoviente, o bien un derecho u objeto incorporal, que así
como debe determinarse en el libelo de la demanda (Art. 340 C.P.C.), debe serlo también en la
sentencia (Art. 243 C.P.C.).
Ejemplo: Si en materia de reivindicación, no se determina la extensión de terreno que se
ordena entregar, por sus medidas y linderos, hay indeterminación objetiva; o cuando se
condena a pagar intereses, sin determinar el quantum de la condenatoria, ni ordenar su
deter¬minación por una experticia complementaria del fallo, conforme al Art. 249 C.P.C.
Como se ha visto antes, con esta exigencia se protege a las partes contra lo arbitrario, para que
la decisión del juez aparezca como el resultado de un juicio lógico fundado en el derecho y en
las cir¬cunstancias de hecho comprobadas en la causa. No han de consis¬tir los fundamentos
en simples afirmaciones del juez, sino en las razones y demostraciones de lo resuelto en el
dispositivo del fallo.
Deben expresarse en el fallo las razones de derecho que condujeron a lo dispositivo, lo que
implica la men¬ción de las normas jurídicas que el juez uti¬lizó para determinar el contenido
material (la sentencia).
La vinculación del juez al derecho no significa que ha de atenerse exclusivamente a las
disposiciones legales y argumentos de dere¬cho que le sometan las partes, es decir, a los
jueces les esta permitido suplir argumentos de derecho que no hubieren sido alegados ya que
precisamente su labor jurisdiccional implica su obligación de aplicar las adecuadas y correctas
normas jurídicas para resolver la controversia, aun cuando estos sean distintos a los alegados
por las partes, y esa facultad-deber esta recogida en el principio de que “el juez conoce el
derecho” (iura novit curia).
En cuanto a la llamada cuestión de hecho, el juez debe llegar a la de la existencia de los hechos
alegados en la demanda y en la contestación, es decir, debe considerarlos DEMOSTRADOS o
ESTABLECIDOS como también suele mencionarse, y expresar en la sentencia las razones que le
han llevado a esta convicción, es decir, las pruebas que ha analizado y el valor que les ha
atribuido. (509 cpc)
En esta materia, lo que tiene valor como apreciación de las pruebas y de fundamentación
congruente, no es la mera afirmación que ha¬ga el juez de haber apreciado y comparado las
pruebas, sino el pro¬cedimiento lógico seguido en el análisis y en la utilización de los recaudos
y demás elementos del proceso, labor que debe quedar evidenciada en el propio cuerpo de la
sentencia.
De modo que no es admisible que el juzgador emplee ciertas frases muy frecuentemente
utilizadas, tales como: "resulta de¬mostrado de las pruebas evacuadas", "aparece comprobado
de au¬tos", etc., las cuales no son motivos fundados, sino meras peticiones de principio,
porque aceptan como demostrado o probado, precisamente aquello mismo que se debe
demostrar.
Tampoco lo está permitido al juez elegir caprichosamente las pruebas en que ha de fundar su
razonamiento y conclusión, porque obligado como está a atenerse a lo alegado y probado en
autos, debe analizar y juzgar todas las pruebas que se hayan producido, aun aquellas que en su
criterio sean inidóneas para ofrecer algún elemento de convicción. (509 cpc).
Son aquellos actos o hechos procesales que le ponen fin al juicio, de un modo distinto del
normal, que es la sentencia, bien sea porque así lo han querido las partes (o solo una de ellas)
o bien sea por el solo transcurso del tiempo.
Los actos a través de los cuales las partes le ponen fin al proceso, por su propia voluntad, se
llaman “actos de autocomposición procesal” y los mismos deben ser realizados –
necesariamente- por los sujetos que están legitimados para ello, es decir, por las partes
(demandante y demandado).
No corresponde en esta etapa estudiar los modos de terminación por el transcurso del tiempo
(perención o caducidad), por lo que nos limitaremos a estudiar los modos de AUTO-
COMPOSICION PROCESAL:
EL DESISTIMIENTO
El desistimiento es una figura procesal PROPIA DEL DEMANDANTE, pues siendo que la
DEMANDA le pertenece al demandante, solo él puede “abandonarla” es decir, manifestar su
desinterés en que se continúe con el tramite de la misma.
El desistimiento puede ser de dos tipos:
DESISTIMIENTO DE LA DEMANDA
DESISTIMIENTO DEL PROCEDIMIENTO
Desistimiento de la demanda
A través de esta figura, el actor pone fin al juicio pero ADEMAS y esto es lo mas importante,
con el desistimiento de la demanda EL DEMANDANTE RENUNCIA DEFINITIVA E
IRREVOCABLEMENTE al derecho cuyo reclamo planteó en la demanda.
Es decir, el actor no se limita a dejar sin efecto la demanda interpuesta, sino que RENUNCIA al
derecho controvertido en el juicio, y esto es, precisamente lo que distingue el desistimiento de
la demanda, del desistimiento del procedimiento, que se analizará mas adelante.
264 CPC: En cualquier estado y grado de la causa puede el demandante desistir de la demanda
y el demandado convenir en ella.
El Juez dará por consumado el acto, y se procederá como en sentencia pasada en autoridad de
cosa juzgada, sin necesidad del consentimiento de la parte contraria.
El acto por el cual desiste el demandante o conviene el demandado en la demanda, es
irrevocable, aun antes de la homologación del Tribunal.
Es posible que el actor desista del procedimiento, porque en nuestro proceso civil rige el
principio dispositivo, que impide la iniciación y continuación de un proceso sin instancia de
parte “Nemo iudex sine actore”
Recuérdese que según el art. 14 del CPC, el juez puede impulsar de oficio el proceso y también
puede declararlo perimido (Art. 267); ya que el Estado tiene en el proceso un interés superior a
los intereses de los particulares, pero ello no implica en ningún caso que una vez presentada la
demanda, el demandante pueda DISPONER de ella, ya que continúa siendo su INTERES
procesal el que mueve el proceso.
Ahora bien, conforme a lo que dispone el art. 265 del CPC, “si el desistimiento se efectuare
después del acto de la contestación de la demanda, no tendrá validez sin el consentimiento de
la parte contraria”, ello se explica porque esa RENUNCIA es sólo momentánea y el actor puede
promover de nuevo la demanda, por lo que el demandado puede tener interés en que se siga
con el juicio actual, porque, por ejemplo, la demanda esta mal redactada, o ya se habían
decretado medidas y el demandado logró que las suspendieran, o porque en fin, existe algún
tipo de ventaja procesal que el demandado desea aprovechar.
Convenimiento
El convenimiento difiere de la confesión porque quien conviene admite los hechos concretos
que sirven de base a la pretensión, y además admite la afirmación de derecho contenida en la
demanda, es decir, la calificación jurídica que da el actor a la relación sustancial controvertida.
Expresamente el legislador así lo consagra en el art. 263 del CPC. Esa irrevocabilidad solo se
refiere al desistimiento de la demanda y al convenimiento.
Lo cual está consagrado por una parte, por el principio de adquisición procesal, según el cual,
los resultados de las actividades procesales son comunes entre las partes, y por tanto, una
puede aprovechar el acto de la otra (según lo afirma el maestro Chiovenda).
La otra causa que justifica la irretractabilidad del convenimiento y retiro de la demanda estriba
en el interés que tiene el Estado de poner fin a los pleitos, ya que al solucionarse una
controversia mediante sentencia definitivamente firme que alcance cosa juzgada MATERIAL (y
no solo formal) no se puede proponer nuevamente la demanda.
El desistimiento del procedimiento, previsto en el artículo 265 del Código de Procedimiento
Civil, si es revocable por el actor, antes de que el demandado preste su consentimiento o el
tribunal lo homologue.
Transacción
La transacción es UN CONTRATO según lo dispone el art. 1.713 del Código Civil «la transacción
es un contrato por el cual las partes, mediante recíprocas concesiones, terminan un litigio
pendiente o precaven un litigio eventual».
Es en principio un negocio jurídico por lo tanto, no es simplemente un acto procesal, en el cual,
por contrato las partes resuelven la causa o relación sustancial sometida a beligerancia en el
juicio, y en el que, por mutuo acuerdo y previo el otorgamiento de mutuas y recíprocas
concesiones, desaparece por vía de consecuencia la relación procesal esto es, el litigio o
proceso ya instaurado.
En la transacción judicial debe estar siempre presente una doble renun¬cia a algunas de las
pretensiones procesales: Por ejemplo, el actor desiste de su pretensión (o parte de ella
cuando, por ejemplo, renuncia a una parte de los daños, o a la indexación…) y el demandado
por su parte, también debe acceder a cumplir algunas de las prestaciones reclamadas,
renunciando a otras….
Basta que en la autocomposición haya una minima renuncia a algo de lo aspirado, por
ejemplo, al pago de las costas, o la concesión de un plazo paga pagar o para desocupar el
inmueble, etc., para que se considere que se han dado concesiones recíprocas en el orden de
los derechos procesales.
Una vez que se han producido las reciprocas concesiones, el juez debe homologar la
autocomposición procesal, y si ninguna de las partes apela de ese auto del tribunal, la misma
adquiere el carácter de cosa juzgada y no puede volver a plantearse en ningún proceso futuro.
El procedimiento ejecutivo que sigue a la transacción proviene de ella misma y no del juicio
previo, es decir, una vez que se ha homologado la transacción y la misma adquiere firmeza, lo
que se ejecuta es la transacción misma, no los derechos reclamados. La transacción se ejecuta
como si fuera la sentencia definitivamente firme del juicio, por esa razón los abogados deben
ser cuidadosos al momento de redactarla.
Recuérdese que el principio res inter alios acta iudicata implica que la sentencia se ejecuta solo
entre quienes fueron parte en el juicio, igualmente si la transacción solo se celebró entre el
demandante y uno de los co-demandados, solo ese codemandado podrá ser ejecutado por
virtud de la misma.
Por otra parte, con respecto a terceros, la misma también contra algún tercero AUNQUE NO
HAYA SIDO PARTE EN EL JUICIO, si participó en el acto de autocomposición; en efecto, la
ejecución obrará contra cualquier tercero transigente, aunque no haya sido parte en el juicio.
La transacción es novativa cuando el deudor primitivo contrae para su acreedor una prestación
que tiene por título el nuevo contrato. El título inmediato de ejecución en caso de
incumplimiento es la transacción celebrada y no el documento o hecho fundamental que
generó la demanda.
Cuando la transacción engloba a alguna de las partes pero no a todas, la ejecutoria tiene que
respetar la unidad del proceso. Por ello, la parte demandante no puede solicitar la ejecución
judicial contra quienes hayan transigido, si insiste en su pretensión de que, en ese mismo
juicio, se juzgue y sentencie el crédito respecto de los otros deudores que no transigieron, por
lo que debe desistir de la demanda respecto de éstos últimos, si aspira a ejecutar la
transacción respecto de quienes transigieron.
Tipos de Transacción
Extrajudicial la que es celebrada sin que exista ningún juicio ya en curso, y por lo tanto con
ella solo se busca precaver un juicio eventual.
Judicial: La que es celebrada en las propias actas del expediente, en la cual, sin duda alguna,
se requiere la homologación del tribunal para que adquiera fuerza ejecutoria.
Extralitem cuando es celebrada fuera de las actas del expediente, ante un notario u otro
funcionario público, pero que se refiere a un juicio ya en curso.
La Transacción Extralitem, no surte efectos procesales ni puede ejecutarse, hasta tanto no sea
homologada de acuerdo a lo previsto en este artículo 256.El principio de presentación,
consagrado en el artículo 12 (quod non est in actis non est in mundo) establece que un acto o
hecho procesal solo surte efectos en el proceso a raíz y a partir de consignación en autos, ello
con la finalidad de evitar desigualdades e inseguridad jurídica.
El otro tipo de transacción extrajudicial, la que precave un litigio eventual, tiene entre las
partes la misma fuerza que la cosa juzgada, de acuerdo al artículo 1.718 del Código Civil y 255
del Código de Procedimiento Civil, por lo tanto, si ha sido celebrada por notaría o aun
mediante documento privado, y se instaura juicio sobre lo mismo, el demandado puede
oponer la cuestión previa de cosa juzgada (ord. 10° Art. 346), aunque no exista homologación
del Tribunal competente.
Prof.RORAIMA BERMUDEZ en 4:26
17 comentarios:
1.
2.
Excelente información
Responder
3.
4.
5.
6.
¿Será que todas esas sentencias "Sin Lugar" dan pie para que sean
declaradas "Nulas de toda nulidad" Y los jueces o magistrados que se
han inhibido para favorecer al Estado Venezolano deberían ser
destituidos de sus cargos. Por violar los Derechos Humanos de todos los
querellantes.?
Responder
7.
8.
9.
10.
gracias
Responder
12.
13.
14.
15.
16.
‹
›
Página principal
Prof.RORAIMA BERMUDEZ