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Mayelin veloz

21-MPSM-6-012
Actividad II: Clasificaciones de las Investigaciones y planteamiento del problema  

 Objetivo: Descubrir de manera integral el proceso de la investigación psicológica y

fases que la integran.

 Realiza las siguientes actividades:

 Realizar un Ensayo argumentativo sobre lo que es un planteamiento del problema

de una investigación psicológica, el mismo debe ser en Word, de dos páginas,

además debe cumplir con el formato de las normas APA.

El Problema de Investigación define el hilo conductor de todo el proceso de

investigación. En la formulación del problema de investigación se evidencia la

competencia del investigador/a en cuanto a la capacidad de interrogar y elaborar los

elementos del campo temático elegido. Puede proponerse con estilo

interrogativo. La búsqueda bibliográfica (antecedentes) en el área temática ayuda a

la enunciación del problema a investigar. En su formulación, tiene que poder

visibilizarse la unidad de análisis y el contexto del estudio (dónde y cuándo se

realizará el mismo).

Los interrogantes de investigación desagregan el problema planteado. Estas

preguntas deben derivarse y quedar incluidas en el problema de investigación

planteado. Son interrogantes de mayor nivel de particularidad y suelen relacionarse

con los objetivos específicos.


En el siguiente cuadro encontrarán un ejemplo de planteo inicial de problema e

interrogantes y un avance en su redacción en un segundo momento. Véase la

diferencias entre problema de investigación y sus interrogantes derivados con las

preguntas que pueden estar en un instrumento de recolección de datos y aquellos

otros interrogantes que, en tanto preguntas iniciales, orientan la revisión

bibliográfica y la incorporación de las terminologías usadas en dicho campo de

estudio.

 Describir de manera específicas y con ejemplos las clasificaciones de las

investigaciones:

 Clasificación según su propósito.

Según su propósito o estrategia textual, podemos diferenciar entre textos

expositivos, argumentativos, narrativos y descriptivos.


Textos expositivos. Son aquellos que tienen como propósito el ofrecimiento objetivo

de ideas al lector, esto es, el de instruir respecto de un tema determinado de la naturaleza

que sea, siempre y cuando no se tomen posiciones personales al respecto, sino que se

conserve un interés meramente informativo. Por ejemplo: un libro de texto escolar o una

enciclopedia.

Textos argumentativos. Son aquellos que tienen como propósito convencer al lector de

asumir un punto de vista determinado en la materia, o de invitarlo a asumir una actitud o

una serie de acciones, y se lo hace a través de argumentos de distinto tipo, esto es,

ofreciéndole razones, motivos y persuadiéndolo a través de diferentes estrategias. Por

ejemplo: un panfleto político o un artículo de opinión.

Textos narrativos. Son aquellos que tienen como propósito contar algún tipo de relato o de

historia, sea real o ficticia, empleando para ello diferentes estrategias y mecanismos

narrativos. Este tipo de textos se reconocen porque poseen siempre la figura de un narrador.

Por ejemplo: una novela, una crónica periodística.

Textos descriptivos. Son aquellos que tienen como propósito detallar alguna realidad o

algún objeto específico, detallando sus componentes, o bien detallando los pasos

específicos que uno debe dar para cumplir con un cometido. Por ejemplo: una receta

gastronómica, las instrucciones para armar un mueble.

Según su área de interés, podemos diferenciar entre textos literarios,

periodísticos, publicitarios, jurídicos, administrativos o académicos.

Textos literarios. Aquellos que se leen con el propósito de entretener, o de brindar al lector

una experiencia estética, y que han sido compuestos por un autor empleando su
imaginación y recursos estilísticos o retóricos, como metáforas, símiles, etc. Por

ejemplo: poemas, novelas, literatura infantil.

Textos periodísticos. Aquellos que forman parte de los medios de comunicación y que

tienen el cometido de informar a sus lectores de un modo más expositivo (en el caso de

los reportajes) o más argumentativo (en el caso de los artículos de opinión). Estos textos se

manejan en una fina línea entre lo literario y lo documental o científico, ya que abordan

siempre la realidad, no la ficción. Por ejemplo: artículos periodísticos, notas de prensa,

reportajes periodísticos.

Textos publicitarios. Aquellos que intentan convencer al lector de que compre un producto

determinado, exaltando sus virtudes o la necesidad que supuestamente se tiene de

comprarlo, o simplemente intentando que el consumidor se entere de la existencia del

producto. Por ejemplo: anuncios publicitarios e incluso spots publicitarios en televisión.

Textos jurídicos. Aquellos que forman parte del lenguaje propio de las instituciones

judiciales y de las cortes, decisiones y documentos propios del acto de impartir justicia.

Suelen estar escritos en un lenguaje muy técnico, lleno de latinismos y neologismos propios

del área. Por ejemplo: veredictos de la corte, códigos penales o la Constitución Nacional.

Textos administrativos. Aquellos que son propios del lenguaje formal de

las organizaciones: las empresas, el Estado mismo y sus instituciones del poder público, o

cualquier otra forma de organización humana que requiere de su propio papeleo. Por

ejemplo: actas fundacionales, memorandos o informes administrativos.

Textos académicos. Aquellos que provienen del mundo universitario y del saber

especializado, ya sean científicos o humanísticos. Suelen hallarse escritos en un lenguaje

más o menos especializado, ya que están hechos por y para entendidos en la respectiva

materia abordada. Por ejemplo: artículos científicos, tesis doctorales y


otras monografías similares.

Según su soporte físico, podemos distinguir entre textos manuscritos, textos

impresos y textos digitales.

Textos manuscritos. Aquellos que han sido escritos “a mano”, generalmente en papel o

algún soporte tradicional, empleando el grafito de un lápiz o la tinta de algún bolígrafo o

marcador. Por ejemplo: una nota dejada en el refrigerador.

Textos impresos. Aquellos que son fruto de una imprenta o de algún otro sistema

mecanizado de producción de textos. Por ejemplo: un libro cualquiera, una revista, o una

monografía impresa en computadora.

Textos digitales. Aquellos que son propios del mundo virtual, o sea, que existen

en Internet o en otros tipos de software, sin poseer un soporte físico tangible, más allá de

alguna pantalla. Por ejemplo: libros electrónicos y páginas web.

 Clasificación según fuentes que la originan.

Actividades Primarias

El grupo principal de estas actividades económicas es el primario. Son las actividades que

satisfacen una necesidad empleando para ello elementos o procesos naturales. Las cinco
principales actividades primarias son: la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería y

la explotación forestal. Por ejemplo, en la agricultura, si un agricultor siembra trigo,

cuando lo coseche realizará una actividad primaria.

Actividades Secundarias

Ahora bien, si el agricultor decide vender su cosecha de trigo y el comprador decide

emplearla para fabricar harina en un molino, este fabricante y comprador realiza una

actividad secundaria. Las actividades secundarias son aquellas que transforman los

productos primarios en manufacturas.

Actividades Terciarias

Hay un grupo de las actividades económicas humanas denominadas terciarias que son las

que se realizan para poder brindarnos diferentes servicios, y son indispensables para la

realización de las actividades de tipo primarias y de tipo secundarias.

Por ejemplo, si se contrató a una empresa para transportar el trigo hasta el molino, los

dueños de la empresa de transporte y sus empleados se encargan de realizar una actividad

de tipo terciaria.

Otros ejemplos son los negocios inmobiliarios, los bancos, los lugares de comunicaciones,

las empresas de tipo aseguradoras, etcétera.

 Clasificación Según el nivel que alcanzan.


Nivel 1: recordar

El primer nivel es el más básico, ya que la única tarea del alumno será memorizar y

recordar el concepto, para que pueda repetirlo. El enseñamiento tradicional se basa en esta

habilidad de recuerdo, hecho que hace que el aprendizaje esté a un nivel muy superficial.

Por ese motivo, las nuevas metodologías y propuestas de trabajo permiten al alumno

avanzar de manera creativa hacia niveles de aprendizaje más profundos, que motivan tanto

al estudiante como al docente.

Nivel 2: comprender

Cuando el alumno es capaz de comprender el concepto, y no solo memorizarlo, se pasa al

siguiente nivel de aprendizaje. 

En este caso, el alumno todavía no lo ha aplicado a un caso práctico, pero es capaz de

explicarlo con sus propias palabras a los compañeros.

Nivel 3: aplicar

Al aplicar los conocimientos, el estudiante demuestra explícitamente que ha podido

comprender el concepto y además darle un uso práctico. 

Para poder llegar a este nivel de conocimiento, puedes ayudarte con recursos

como superletras o emat, en el que el alumno usa ejercicios prácticos para respaldar lo

aprendido.
Nivel 4: analizar

Cuando el estudiante tiene un conocimiento avanzado de la materia, no solo es capaz de

aplicar, sino que también puede analizar situaciones concretas para encontrar el

mecanismo que esconde.

Una buena manera de comprobar que el alumno está progresando, es presentar casos

prácticos que deberán analizar en grupo.

Nivel 5: aplicar en otras áreas

En algunas ocasiones, la separación entre asignaturas puede limitar el pensamiento creativo

del alumno. 

Sin embargo, al comprender por completo el concepto, el estudiante no solo será capaz de

relacionarlo en la materia que se trate en el aula, sino que podrá aplicarlo para encontrar

nuevas soluciones a problemas de otros ámbitos.

Algunas propuestas como el aprendizaje basado en proyectos (poner enlace al artículo de

abp) proponen a los alumnos buscar una solución, sin encasillar los conocimientos en una

única asignatura. Este hecho propicia alcanzar no solo la comprensión del alumno, sino

llegar al quinto nivel de aprendizaje.

Nivel 6: evaluar

Ya en el último y sexto nivel, el alumno no solo es capaz de relacionar conceptos con otras

áreas o de analizar un problema, sino que también puede evaluar el resultado final.

Además de evaluar a sus compañeros, también le permite autoevaluarse para encontrar

mejoras y seguir evolucionando en su aprendizaje.

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