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¿Qué es un texto expositivo?

El texto expositivo es aquel texto que ofrece al lector una información explícita sobre un tema
puntual, de manera objetiva, es decir, sin que medie en ningún momento la opinión del autor
o sus posicionamientos respecto al tema. En consecuencia, tampoco necesita utilizar
argumentaciones para convencer.

La intención única de los textos expositivos es la de agotar el tema, es decir, transmitir al lector
una información. Comúnmente, los textos expositivos se circunscriben al tema que abordan,
sin ir más allá del mismo y sin echar mano generalmente a contenidos emotivos. Pueden
entenderse como un despliegue de información únicamente, que bien puede ser de dos tipos,
dependiendo de su público ideal:

 Textos divulgativos. Se trata de los textos expositivos que están dirigidos a un público
amplio, sin requerimientos previos especializados, y por lo tanto abordan temas de
interés general, usualmente desde una perspectiva simple, accesible y democrática.

 Textos especializados. Por el contrario, están destinados a un público reducido y


especializado, por lo que se manejan en un lenguaje técnico, difícil o exigente con el
lector, que únicamente manejan los entendidos, lo cual supone una necesidad de
conocimientos previos de parte del lector.

Características de un texto expositivo

Los textos expositivos se caracterizan por:

 Tener como único fin el de transmitir una información específica, sea común o
especializada.

 Aspirar a la objetividad, o sea, no involucrar puntos de vista ni argumentos de ningún


tipo, ya que no buscan convencer, sino informar.

 Puede emplear figuras retóricas y otros mecanismos para presentar de manera más
eficiente su información, siempre y cuando eso no empañe su claridad y precisión.

 Suelen emplear gramaticalmente un presente intemporal y el modo indicativo del


español.

Estructura de los textos expositivos

La estructura de los textos expositivos es simple, y se compone de tres partes sucesivas:

 Introducción. En la que se le brinda al lector el contexto necesario para conocer el


tema en cuestión, saber cómo será tratado, en qué términos, etc.

 Desarrollo. Que constituye el cuerpo del texto, en donde se lleva a cabo la exposición


de la información de manera clara y organizada.

 Conclusión. Donde se resumen los aspectos fundamentales del tema y se recapitula o


hace una breve síntesis de lo dicho.

Ejemplos de textos expositivos

Algunos ejemplos en línea de textos expositivos son:

 Este artículo mismo sobre los textos expositivos.


 “Infecciones por coronavirus”, texto en la página web de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) informando sobre este tipo de infecciones.

 “Cómo buscar o descargar apps o contenido digital”, instructivo para la descarga de


software y contenido a través de la plataforma Google Play.

 “Segunda Guerra Mundial”, entrada de la Wikipedia sobre este evento histórico.

 “Acetaminofen y codeína”, información en MedlinePlus sobre este fármaco.

¿Cuáles son los tipos de texto?

Cuando hablamos de un texto nos referimos a cualquier unidad de sentido compuesta por
oraciones escritas e integradas en párrafos, en la cual se aborda uno o varios temas
determinados. Cualquier mensaje escrito es un texto, y por lo tanto es posible distinguir entre
muchas tipologías textuales, esto es, entre muchos tipos diferentes de texto, dependiendo del
criterio que se aplique.

Así, podemos clasificar los distintos textos posibles de acuerdo a su propósito, es decir, a qué
cometido persigue su lectura; o de acuerdo a su área de interés, o sea, de qué temas se
abordan en él; o de acuerdo a su soporte físico, esto es, a qué medio emplean para
transmitirse. Dichas clasificaciones son:

 Según su propósito o estrategia textual, podemos diferenciar entre textos expositivos,


argumentativos, narrativos y descriptivos.

 Según su área de interés, podemos diferenciar entre textos literarios, periodísticos,


publicitarios, jurídicos, administrativos o académicos.

 Según su soporte físico, podemos distinguir entre textos manuscritos, textos impresos
y textos digitales.

Textos según su propósito

A continuación, explicaremos cada uno de los tipos de texto de acuerdo a su propósito:

 Textos expositivos. Son aquellos que tienen como propósito el ofrecimiento objetivo
de ideas al lector, esto es, el de instruir respecto de un tema determinado de la
naturaleza que sea, siempre y cuando no se tomen posiciones personales al respecto,
sino que se conserve un interés meramente informativo. Por ejemplo: un libro de
texto escolar o una enciclopedia.

 Textos argumentativos. Son aquellos que tienen como propósito convencer al lector
de asumir un punto de vista determinado en la materia, o de invitarlo a asumir una
actitud o una serie de acciones, y se lo hace a través de argumentos de distinto tipo,
esto es, ofreciéndole razones, motivos y persuadiéndolo a través de diferentes
estrategias. Por ejemplo: un panfleto político o un artículo de opinión.

 Textos narrativos. Son aquellos que tienen como propósito contar algún tipo de relato
o de historia, sea real o ficticia, empleando para ello diferentes estrategias y
mecanismos narrativos. Este tipo de textos se reconocen porque poseen siempre la
figura de un narrador. Por ejemplo: una novela, una crónica periodística.

 Textos descriptivos. Son aquellos que tienen como propósito detallar alguna realidad
o algún objeto específico, detallando sus componentes, o bien detallando los pasos
específicos que uno debe dar para cumplir con un cometido. Por ejemplo: una receta
gastronómica, las instrucciones para armar un mueble.

Textos según su área de interés

A continuación explicaremos cada uno de los tipos de texto de acuerdo a su área de interés:

 Textos literarios. Aquellos que se leen con el propósito de entretener, o de brindar al


lector una experiencia estética, y que han sido compuestos por un autor empleando su
imaginación y recursos estilísticos o retóricos, como metáforas, símiles, etc. Por
ejemplo: poemas, novelas, literatura infantil.

 Textos periodísticos. Aquellos que forman parte de los medios de comunicación y que
tienen el cometido de informar a sus lectores de un modo más expositivo (en el caso
de los reportajes) o más argumentativo (en el caso de los artículos de opinión). Estos
textos se manejan en una fina línea entre lo literario y lo documental o científico, ya
que abordan siempre la realidad, no la ficción. Por ejemplo: artículos periodísticos,
notas de prensa, reportajes periodísticos.

 Textos publicitarios. Aquellos que intentan convencer al lector de que compre un


producto determinado, exaltando sus virtudes o la necesidad que supuestamente se
tiene de comprarlo, o simplemente intentando que el consumidor se entere de la
existencia del producto. Por ejemplo: anuncios publicitarios e incluso spots
publicitarios en televisión.

 Textos jurídicos. Aquellos que forman parte del lenguaje propio de las instituciones
judiciales y de las cortes, decisiones y documentos propios del acto de impartir justicia.
Suelen estar escritos en un lenguaje muy técnico, lleno de latinismos y neologismos
propios del área. Por ejemplo: veredictos de la corte, códigos penales o la Constitución
Nacional.

 Textos administrativos. Aquellos que son propios del lenguaje formal de las
organizaciones: las empresas, el Estado mismo y sus instituciones del poder público, o
cualquier otra forma de organización humana que requiere de su propio papeleo. Por
ejemplo: actas fundacionales, memorandos o informes administrativos.

 Textos académicos. Aquellos que provienen del mundo universitario y del saber
especializado, ya sean científicos o humanísticos. Suelen hallarse escritos en un
lenguaje más o menos especializado, ya que están hechos por y para entendidos en la
respectiva materia abordada. Por ejemplo: artículos científicos, tesis doctorales y otras
monografías similares.

Textos según su soporte físico

A continuación explicaremos cada uno de los tipos de texto de acuerdo a su soporte físico:

 Textos manuscritos. Aquellos que han sido escritos “a mano”, generalmente en papel
o algún soporte tradicional, empleando el grafito de un lápiz o la tinta de algún
bolígrafo o marcador. Por ejemplo: una nota dejada en el refrigerador.

 Textos impresos. Aquellos que son fruto de una imprenta o de algún otro sistema
mecanizado de producción de textos. Por ejemplo: un libro cualquiera, una revista, o
una monografía impresa en computadora.
 Textos digitales. Aquellos que son propios del mundo virtual, o sea, que existen en
Internet o en otros tipos de software, sin poseer un soporte físico tangible, más allá de
alguna pantalla. Por ejemplo: libros electrónicos y páginas web.

Ideas principales y secundarias de un texto

Te explicamos qué son las ideas principales y secundarias de un texto, las características de
cada una y cómo identificarlas.

Las ideas principales y secundarias se distinguen por su importancia en el texto.

¿Cuáles son las ideas principales y secundarias de un texto?

Todo texto tiene diferentes clases de ideas que, a pesar de abordar un mismo tema, difieren
en su jerarquía dentro del texto, es decir, en su grado de centralidad o importancia a la hora
de reflejar el punto de vista del autor. Es decir: todo texto tiene ideas indispensables e ideas
complementarias.

Así, puede hablarse de ideas principales, que son aquellas de más alto rango y que contienen
la información medular, nuclear o clave, y resultan indispensables para el texto; y también de
ideas secundarias, de menor rango y que se desprenden de las principales, ocupando un lugar
complementario y más o menos optativo dentro del texto. Cada una de ellas se caracteriza de
la siguiente manera:

Ideas principales:

 Expresan la información clave del desarrollo del tema, por lo que constituyen la
columna vertebral del texto.

 Suelen ser menos en cantidad que las secundarias, pero más centrales.

 Son indispensables, no pueden suprimirse sin hacer del texto algo que no dice nada.

 Son autónomas, por lo que pueden leerse por separado. En todo caso, dependen de
otras ideas principales para su contexto.

 Pueden no ser explícitas, sino que deben deducirse de la lectura del texto.

 Generalmente hay una o dos articulando cada párrafo.

Ideas secundarias:

 Amplifican, modulan, ejemplifican o caracterizan la información provista por las ideas


principales.

 Suelen ser más abundantes que las principales, pero al mismo tiempo optativas.

 Se puede prescindir de ellas y aún así llevarse una idea general del texto.

 Dependen directamente de las ideas principales, sin ellas no pueden comprenderse.

 Pueden ser tantas como se desee.

Ver también: Síntesis

¿Cómo identificar las ideas principales y secundarias?


Identificar las ideas principales y secundarias puede ser más o menos difícil, dependiendo de la
complejidad del texto. Desde luego, siempre será totalmente indispensable la lectura atenta
del mismo para reconocer sus ideas. Una vez completada la lectura global, podremos releer
cada párrafo conforme sea necesario, prestando atención a lo siguiente:

 Para determinar las ideas principales. Lo primero que debemos pensar para hallar las
ideas principales es ¿de qué trata el texto? pues responder a esa pregunta con
nuestras propias palabras, elaborando un pequeño resumen personal, nos revelará
qué información nos quedó de la lectura. Esto es importante porque las ideas
principales no siempre están explicitadas en el texto, sino que se van formando a
medida lo leemos. Incluso podemos hacer un pequeño esquema de las ideas que
constituyen el esqueleto conceptual del texto, aquellas que constituyen la información
central del mismo y que se encuentran en cada párrafo. ¿Cuáles serían esas ideas clave
que resumen cada párrafo? ¿Cuáles, en su conjunto, las que resumen luego el texto
completo?

 Para determinar las ideas secundarias. Esto siempre resulta mucho más simple, ya
que al diferenciar las principales, el descarte mismo nos indica que el resto serán
necesariamente ideas secundarias. Aun así, podemos fijarnos en las ideas que rodean
a cada una de esas ideas principales, y que se desprenden de ella. ¿Cuáles son las más
relevantes de esas ideas secundarias? ¿De qué ideas principales se desprenden, para
incorporarse a nuestro esquema del ítem anterior?

Ejemplo de ideas principales y secundarias

A continuación presentamos un ejemplo de extracción de ideas principales y secundarias, a


partir de un fragmento del ensayo “De la amistad” del escritor francés Michel de Montaigne
(1533-1592):

«La relación entre padres e hijos se basa en el respeto. Es la comunicación lo que alimenta la
amistad, y esta no puede darse entre hijos y padres debido a la disparidad que existe entre
ellos, y además, porque chocaría con los deberes que la naturaleza impone: ni los padres
pueden contar a los hijos todos sus pensamientos íntimos, para no dar lugar a una confianza
perjudicial y dañina, ni los hijos podrían dirigir a los padres las advertencias y correcciones que
constituyen uno de los primeros deberes de la amistad.»

De este extenso párrafo del ensayo, debemos extraer la o las ideas principales. Luego de leerlo
por completo, podemos decir que la idea fundamental del fragmento es la siguiente:

“Es la comunicación lo que alimenta la amistad, y esta no puede darse entre hijos y padres
debido a la disparidad que existe entre ellos, y además, porque chocaría con los deberes que la
naturaleza impone”

Si nos fijamos, de esta idea matriz se desprenden otras secundarias que vienen de inmediato,
como son:

 “ni los padres pueden contar a los hijos todos sus pensamientos íntimos, para no dar
lugar a una confianza perjudicial y dañina”

 “ni los hijos podrían dirigir a los padres las advertencias y correcciones que constituyen
uno de los primeros deberes de la amistad”.
Estas dos ideas complementan la principal, la explican más extensamente y nos dan un
porqué de ella. Ninguna de estas ideas secundarias tiene sentido sin la idea principal que las
estructura y les provee de un marco de sentido, o sea, de una dirección y un contexto.

El subrayado de ideas principales y secundarias

El subrayado es una técnica muy utilizada para marcar en un texto las ideas principales y
secundarias, que nos permite volver a la lectura posteriormente y saber dónde está ubicada la
información más relevante.

El método usual de subrayado consiste en marcar las ideas principales, ya sea subrayándolas
con un lápiz o resaltándolas con algún color, para distinguirlas del resto del texto. También es
posible enmarcar la oración en corchetes u otros signos de nuestra preferencia.

Una variante de la misma técnica es la que asigna un color a las ideas principales y otro
distinto a las secundarias, con la condición de que no haya más colores en el texto, pues la
idea es clasificar y organizar las oraciones, y no convertir el texto en un carnaval. Esta opción
puede resultar idónea, sobre todo, si estamos aprendiendo a distinguir las ideas principales de
las secundarias.

TEXTO EXPOSITIVO
Un texto expositivo. Estos tipos de documentos se utilizan básicamente para la divulgación,
especialmente cuando pueden comunicarse datos específicos. Los ámbitos principales en los
que encontrarás textos expositivos son el académico, el científico, el jurídico y el económico,
entre otros.

1. Características de un texto expositivo

2. Estructura de un texto expositivo

3. Cómo hacer un texto expositivo paso a paso

4. Temas para hacer un texto expositivo

Características de un texto expositivo

El texto expositivo es un documento en el que se escribe o describe un concepto, una idea o


un hecho de forma objetiva, aportando datos específicos que ayuden al lector a situarse y
entender lo que se está exponiendo. Su principal función es la comunicativa, puesto que este
tipo de textos informan del tema que se está tratando mediante un vocabulario formal y
específico. Veamos más detalladamente las principales características de un texto expositivo:

 Vocabulario específico: estos textos se sirven de un vocabulario específico y bastante


formal, acorde con la disciplina tratada. Se trata de un lenguaje formal y con mucha
precisión para que el texto sea claro y conciso.

 Aportan referencias: además, los textos expositivos suelen aportar muchas referencias
al lector a través de ejemplos, reformulaciones o definiciones de conceptos clave.
 Texto objetivo: una de las principales características de los textos expositivos es que al
ser objetivos carecen de las opiniones personales del autor. Por ello suelen
estar escritos en tercera persona.

 Léxico denotativo: aunque ya hemos hablado del vocabulario, cabe destacar que estos
textos utilizan conceptos claros y generales que no dan lugar a la confusión. Hay que
evitar dobles sentidos o significados ocultos, ya que el lector no tiene que hacer su
propia interpretación del texto, sino seguirla a rajatabla.

Tipos de textos expositivos

Las características de estos documentos dependerán también del tipo de texto expositivo que
tengamos que redactar. Están los siguientes:

 Divulgativos: textos dirigidos a un público amplio que puede no tener conocimientos


previos sobre el tema a tratar. Se encuentran principalmente en periódicos, libros
académicos u otras publicaciones de consumo generalizado.

 Especializados: textos dirigidos a un sector de público concreto que sí tiene


conocimientos elevados sobre el tema que se trata, puesto que son muy técnicos y
complejos y utilizan un léxico específico. Estos documentos son comunes en áreas
como la medicina, la ciencia, la economía o el derecho, entre otros ámbitos.

Dependiendo del tipo de estructura del relato, también podemos diferenciar entre:

 Inductivos: yendo de un concepto concreto hasta una conclusión genérica.

 Deductivos: yendo de lo general a lo específico.

Cabe mencionar que los textos expositivos se diferencian de los argumentativos porque los
primeros no intentan convencer, sino dar datos exactos y objetivos sobre el ámbito que están
tratando. Si, por ejemplo, te preguntas cómo hacer un texto expositivo argumentativo,
deberás tener en cuanta una mezcla de características de ambos tipos de texto; tendrás que
exponer datos específicos pero, ahora sí, con el objetivo de convencer al lector.
Estructura de un texto expositivo

La estructura de un texto expositivo debe mantener una clara jerarquía para que el lector


entienda el mensaje de manera clara, directa y concisa, sin dar lugar a confusiones. El texto
debe mantener una estructura básica dividida en tres partes: introducción (donde se presenta
la idea), desarrollo (para aportar todos los datos necesarios) y conclusión (donde se da por
finalizada la exposición y se recopilan los aspectos más importantes). Veamos más
detalladamente cuáles son las partes de un texto expositivo a considerar:

Introducción

La primera parte de cualquier texto debe utilizarse para introducir al lector al tema que se va a
exponer a continuación. En la introducción de un texto expositivo también debe presentarse la
temática principal de una manera simple y práctica para orientar y situar al lector en el texto.
¿De qué vas a hablar? ¿Por qué es relevante?

Desarrollo

Después de la introducción se inicia el desarrollo del tema. Se trata de la parte más importante
del texto, pues en ella se deben exponer los argumentos, conceptos, ideas o datos que
ayuden al lector a entender el tema en su profundidad. El texto debe presentarse de manera
clara, ordenada y coherente, siempre siguiendo un orden lógico que permita entender la
exposición en su totalidad después de que el autor haya hecho el trabajo de investigación
pertinente al respecto.

Conclusión

Para dar cierre al texto se debe incluir una conclusión. Esta parte es esencial para resumir
todas aquellas ideas importantes que se hayan expuesto a lo largo del texto; ten en cuenta que
el objetivo de esta parte es sintetizar las ideas principales del tema y, después, determinar los
resultados obtenidos o la conclusión final del texto.
Cómo hacer un texto expositivo paso a paso

Con los conceptos principales del texto expositivo claros, ha llegado el momento de saber el
paso a paso para que puedas redactar tu propio texto. A continuación, te damos un ejemplo
de cómo hacer un texto expositivo para que cumpla con todas las premisas previamente
comentadas.

Busca el tema para exponer

¿Tienes claro qué vas a explicar? Antes de iniciar la redacción es muy importante tener claro
cuál será el tema para exponer. Una vez hayas seleccionado el tema, tendrás que prepararlo
haciendo un listado con todos aquellos detalles o datos que quieres incluir en el texto a modo
de explicación. Si ves que la lista es muy larga, céntrate solo en los más importantes para hacer
un texto ameno y evitar que sea inabarcable.

Preparación previa a la redacción

Durante el periodo de preparación tendrás que reunir todos aquellos datos y referencias que
debes utilizar para realizar tu exposición. Recuerda que se trata de un texto objetivo en el que
el autor debe aportar datos que sostengan su tesis.

Durante la preparación previa también tendrás que decidir el enfoque que darás al tema
expuesto. Eso sí, es importante evitar dar opiniones y basarte solo en datos objetivos.

¿A quién te diriges?

Además del tema y del enfoque, antes de empezar a escribir tendrás que determinar el público
al que te dirigirás. El texto deberá adaptarse dependiendo de los lectores a los que te dirijas,
pues no utilizarás el mismo vocabulario si escribes un artículo expositivo para un periódico que
si tienes que realizar una tesis doctoral más técnica y formal. ¿Harás un texto expositivo
divulgativo o especializado?

Distribución de los párrafos

Una vez tengas todos los elementos anteriores claros y hayas realizado la investigación
pertinente, debes distribuir toda la información en diferentes párrafos para que esta sea
coherente y pueda ir ligándose paso a paso, pues es esencial que el lector no pierda el hilo del
texto. Para que te resulte más fácil, ten en cuenta la introducción, el desarrollo y la conclusión.

Empieza la redacción

¡Hora de escribir! Empieza la redacción siguiendo la estructura básica y ten en cuenta estos
consejos:

 Oraciones breves: escribe oraciones breves para evitar que el lector se pierda y deba
releerlas.

 Conectores: además de hacer uso del listado principal de conceptos que debes añadir,
te aconsejamos hacer uso de conectores para que las ideas se entrelacen bien durante
todo el relato

 Lenguaje formal: no olvides utilizar un léxico formal y específico, así como evitar
palabras generales que no aportan nada, como "cosa, hacer, problema...". Procura
buscarlos términos justos para que el texto sea creíble y natural.
 Sinónimos: estos tipos de textos se basan en un solo tema o idea, así que deberás
emplear bastantes sinónimos para evitar crear un texto repetitivo.

Escojas el ejemplo de texto expositivo que escojas, recuerda que lo más importante es basarte
siempre en fuentes de información verídicas para desarrollar tu exposición de forma
profesional. Si puedes, apuesta siempre por obtener la información de primera mano, pues sin
duda aumentará la calidad de tu trabajo.

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