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Este mes, el Rijksmuseum en Ámsterdam abre sus puertas a la mayor

retrospectiva de Johannes Vermeer, agrupando 28 de las 37 pinturas en


existencia del artista. Es trata de una exposición inteligente,
cuidadosamente curada y elegante, que realmente ofrece una oportunidad
única en la vida.
Lo que primero te impresiona de la exposición es la increíble técnica realística
de la pintura de Vermeer, especialmente su habilidad de representar la luz.
Cómo le da forma y volumen a los objetos, y cómo los diferentes tipos de luz
solar, filtrados a través de ventanas y teñidos por la nubosidad, modifican el
color de los objetos y hacen que los textiles parezcan brillar.
Pero el arte de Vermeer es como un lago cubierto de hielo, donde una vida
oculta merodea bajo una superficie engañosamente fresca y cristalina.
Dentro de esa hermosa realidad visual construida por el artista hay otra
dimensión: una realidad invisible de ideas trasmitida en un lenguaje de
símbolos. "Para Vermeer, la simbología era crucial", comenta a BBC Culture
Pieter Roelofs, uno de los curadores de la exposición. Entre sus intereses está
cómo funcionaban los símbolos en el arte de Vermeer para comunicar ideas
religiosas. "Le ayudaban a presentar sus pinturas como un ejemplo de
virtuosidad".
Aquí podrás ver cómo cinco objetos aparentemente arbitrarios -una cortina, un
calentador de pies, una chaqueta, una balanza y un globo de cristal- revelan un
significado más profundo de las pinturas de Vermeer.
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