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Autor: Lali Ferreyra

Revisado y corregido por María Esther Zegarra

Anorexia

A las 12am bajó las escaleras y todos quedaron boquiabiertos... Bajaba un esqueleto
enfundado en un vestido de 15 años. Al llegar al pie de la escalera, cayó para no levantarse
nunca más…

El problema de esta sociedad radica en idealizar la belleza de una manera extremadamente


equivocada.

Ella era sólo una adolescente como muchas otras, tenía la hermosura y la inocencia de las
chicas de esa edad. Pero su mente pronto le jugaría una mala pasada..

“Para ser bella debo tener una figura de revista” se dijo y contempló su imagen en el espejo,
estaba emocionada por su quinceañero pero lo que vio no le agradó nada.

Quería verse como las modelos de las revistas, sólo así se sentiría atractiva.

El espejo le devolvió la imagen de una chica gorda, rechoncha. Tenía asco de sí misma…

Inició una dieta que no funcionó, comenzó a tomar laxantes y luego a forzar el vómito
después de comer. Abusaba del ejercicio y bajó de peso rápidamente, pero no era
saludable.

Su apariencia era cadavérica y pronto comenzaron a aparecerle moretones en su cuerpo,


todo el tiempo se sentía cansada, estaba realmente mal. Se miraba al espejo y veía una
chica gorda, con una panza que no existía y rollos que solo estaban en su alterada mente.

Sus padres, preocupados, la llevaron al médico, quien tras una breve charla y observación,
le diagnosticó anorexia nerviosa. Dada su negativa al diagnóstico y resistencia a cambiar,
tendría que ser internada para recibir alimentación con sonda y tratamiento psicológico.

Tras un breve periodo regresó a casa. Estaba físicamente mejor, pero todo era un engaño.
Volvió a sus antiguos hábitos y para el día de la fiesta, el vestido elástico se entallaba a su
figura extremadamente delgada.

Y trozos de su esqueleto se dispersaron entre los asistentes…

#Transtornos

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