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de
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Ber. En este trabajo nos proponemos reflexionar sobre el sentido de la enseñan za d,ela
üteratura enla actuahdad,'así como ftazrar algunas líneas gue.permitan una miiada
positiva y una acción creadora en momentos de crisis.
Abstract t
In. this paper we propose to reflest on the rneaning of the teaching of üterature
nowadays, as well as üace some lines that allow a positive look and creative action '
,**
qF tr
Partiendo de estas palabras de Bombini podríamos decir
que
casi imposible que en algún momento.ru u-"rruzanose
concrete
mayor o menor medida. Y cuanto más se acercan lab
prácticas a
"ritual desatinado", más se hace presente la sensación de
crisié.
los especialistas en el análisis pedagógico;
,de la3"r:
población, (haciendo
como el co
uso de lo que se conoce.como saber u
gógico.'olg*) estudian, opinan, reclaman en torno a la crisis: .ri*in
valores; crisis de contenidos; crisis en el alumnado
que,,no sabe hlf,
no escribe, nopiensa"; crisis del profesorado que ,,¡u
no está forrr
como antes"y no se compromete tanto; crisis en las instituciones:
9tc'
A los ojos de muchos,la educación parece haber perdido n
el
bo,la brújula, el norte; metáforas .orr lu. qrre se alude a la situaciór
estancamiento, "mecanicismos obsoletos" (Bombini),
dificultad
obiener los logros deseados en el aprendizaje.
Pero mientras que desde el saber pedagógico vulgar
el concepto
crisis se asocia a caos, ruptura, probl.-i, ?.r.fi.i.i.tr,
t,
profesi
nales de la educación deberíamos profu ndizar el concepto,
y rescad
sus componentes positivos. trtimológicamente
ffisisitene del griego
implica'beparaciórf,'distinción','elección','discernimiento,,,¿icj
a.,- 1 1 t ( . t
luicio', 'sentencia'. Alude ala acción de optar, elegir con criterio.:
crisis es el momento en que algo tomamos y abJdejamos;
de riür
idea de separación o ruprura. Desde .l p,rrrio ¿I
uirtá científico y r
losófico,la crisis se produce cuando upur"..., nueva's concepcioucr
teorías que desplazan anteriores, y este devenir es imprescindf
^las
intelectual. A partir áe esta concepción, ia
\del: título
.!yog.r:ro.
crisis de sentido es una inütación a hacer ctnsciente
expq6al
el
miento de las teorías y su relación con las prácticas, d"esde
lu ,orpue
qy. 1o que es percibido negativamenre como crisis, qulzás see
{t
desplazamiento de teorías desgastadas por otras nueva,
q.r. p"g*
por imponerse.
108
La pregunta por el sentido, en el caso de la educación, abarca com-
ponentes pedagógicos, sociológicos, psicológicos, epistemoiógicos
qrre .rceden en gran medida la intención y extensión de este trabaio.
Deberíamos, incluso, hacer presente lavoz de los jóvenes, como sugie-
re Bombini. Por 1o tanto, voy a centrarme, solamente, en el sentido de
la enseñanza de la literatura, desde el punto de vista docente.
Interesa, sobre todo para nosotros que trabajamos con las palabras,
la polisemia del término sentido. Sentido como significado, y entonces
podemos preguntarnos: ¿qué sentido tiene enseñar y aprender literatu-
ru? Sentido es también una dirección, un camino, una alternativa: ¿en
qué sentido deberíamos orientar nuestras prácticas? Y sentido como
participio del verbo yf.!ir, ¿cómo lograr que el texto literario llegue a
ser sentido por los alumnos?
Cuando enseñamos 1o hacemos con toda nuestra formación, nues-
tro bagaje cultural, y con la tradición en la que estamos inmersos que
a veces nos condiciona más de 1o que querríamos. Nuestras propias
experiencias como alumnos han dejado huellas que generan dicoto-
mias entre, podríamos decir,lo que la mente piensa y el cuerpo hace, y
constituyen el currículo oculto o implícito .P aru B ombini, " la pregunta
por ei sentido (...) ,. puede volver rica si es motor de nuevas formas
áe interrogarnos sobre la enseñanzay, de manera específica, sobre el
conocimiento en nuestra átea y sobre los modos en que ese conoci-
miento es transmitido a las nuevas generaciones" (23).
Mi propuesta,llegados a este punto, es recorrer brevemente cuáles
han sido lás mojon", t.óri.o, más importantes en la enseñ unü [élu
Iiteratura,los giios epistemológicos que se han ido dando, para mirar-
gor y hacer más conscientes nuestras prácticas. Una parte importánte
áe1 sentido es poder dar cuanta, con cierta claridad, del modelo teóri-
co al que responden cada una de nuestras opciones,y ctáleslatazón
por la que las elegimos. En definitiva, asumir la crisis como discerni-
miento, decisión, elección.
] oftu' en ios programas riceares. En 3." año del ci.io d,irr¿;;ibi-J denc
eI programa se organiza por géneros,
en cada una de estas unidades, hecL
1o§- autores ,. ordJru, .rirrolZgi.u,,.rr,.,
y son muchos ros docentes
que arman su planificación anual reorganizándolós F
en torno;l;; ;;:
neraciones literarias. En 1.'- año de Báchiilerato, dido
si bien .r p.og.ii.,,
propone una iniciación a la literatura comparada,y el ab
porlo tanto está
más alineado con teorías actuales, no
renunc ia araexigencia de que se la fil
incluya una obra medieval, una renacentista ahor
y una romántica, en reco-
nocimiento del devenir histórico y de Ia traáición.Lainclinación
por E
identificar y estudiar los grandes tópicos
de la literatura es también estar
ejemplo de ello.
timu
En el historicismo er sentido es extrínseco en
tanto ra obra es el T
producto de una época, una concepción firosófica,
una corriente artís- je su
tica,y una vida. Esto nos Íeva aaccionar,
en ros abordajes didácticos, mod,
del exterior al interior. La evidencia
más ,..orro.tli. ¿i-"r,u línea es la pres
inclinación por comenzar elestudio del texto
el contexto, en e1 entendido de que sin este
ritrárrdolJilffil]; recof
sustento ra obra pierde ejeml
gran parte de su sentido.
bos c
110
ADRTAN_A siNrioNr
Sin duda hay algunos casos en que ese conocimiento se',rrelve
im-
que, si
prescindible, por ejemplo, en el trabajo con los clásicos, puesto
pr.t..rd"*os hacer dialogar dos momentos históricos, es importante
.orro.., el de la obra y su autor. Pero aún en esta situación podríamos
preguntafnos si come flzaf pof el estudio del contexto es el
camino
de los alum-
más efrcazen términoS de motivación e involucramiento
actual,
nos o si, por el contrario, no deberíamos partir del momento
(el bien y el ma1,
de la vivencia que ellos puedan tener de la temática
los celos, lu .rripu, la violencia, los DD'HH', etc') para despertar
el
la obra en su
interés y.1.o*promiso lector, e ir luego al encuentro de
contexto, y co{nenz;ar el diálogo entre épocas'
Esta línea teórica, tiene otras implicancias en la postura pedagó-
en el papel de
gico-didáctica, por ejemplo,la de colocar al estudiante
L.orro..dor o aplicador. Si conoce todos los elementos del contexto
(histórico, cultural, de teoría literaria) estudiados previamente, enton-
ces se espera que pueda identificarlos en la obra' Hay
una fuerte ten- '
definiciones,
dencia a la incorptración y memorización de conceptos,
hechos.
1a obra Crín-
Pensemos en un ejemplo concreto: pata el análisis de
dido deVoltaire, en 3."' año de Bachillerato, es habitual encontrar
que
Ideas,
el abordaje transita por,e1 estudio de la Ilustración,las Nuevas
de parodia y,
la filosofia de Leibniz ,labiografía del autor, el concepto
ahoru sí, el encuentro con la obra'
cognitivo
Es preciso advertir también que desde el punto de vista
deductiva, y es-
estamos procediendo, predominantemente, en forma
timulando poco la capacidad de abstracción'
Teniendo en cuenta que nuestras concepciones de aptendiza-
je suelen aflorar en las instancias de evaluación, encontramos varios
cuando
modelos que responden a la línea historicista. Por ejemplo,
puedes
preguntaÁo, ¿Crral., son los aspectos del Romanticismo que
reconocer en esta rima de Bécquer? o ¿QIé es una alegoúa
y qué
En am-
ejemplos encuentras en el Canto I de la "Divina comedia"?
(artístico en la
bo, áro, subyace la necesidad de conocer el contexto
111
ENSEÑAI{ L]TEI].ATURI\:.CRISlS D]: SE\TIDO O EI' SENTIDO DIi I'A CITISIS¡
primera, y de teoría literaria en la segun da) para luego justificar cómo han l
la obra se inscribe en é1. algur
En la segunda década del siglo xx se produce un giro teórico mur. V
significativo con el desarrollo del Formalism o y 7a Estilística. El cen- briel
tro se despraza al mensaje, es decir a la obra. El concepto de litera- infor
riedad implica una mirada intrínseca que pone en un primer nivel a no tit
la estructura y los elementos constitutivos del texto. Los formalistas trascr
aportan una teoría de la lengua poética, de la literariedad, de los gé- ga1lo
neros literarios, y dan inicio dela narratología a partir de sus estudios E
sobre el relato. llamr
Desde el punto de vista didáctico demanda el conocimiento de 1a fece ,
texto literario, c''tya línea didáctica es claramente heredada del forma- Anal
lismo y el estructuralismo, al proponer el reconocimiento del tema,la E
distinción entre tema y argumento, estructura externa e interna, clasi- truct
ficación del título, abordaje de los fragmentos seleccionados, y análisis Pafa
de los recursos estilísticostpara "dar cuenta de 1o que el autor dice, inter
y cómo 1o dice" (Lázaro carreter). Es decir, el centro es la obra y el L
objetivo del estudio es el reconocimiento de las estructuras. De todas tran
maneras, estos autores hacen una buena síntesis en 1a que incorporan Con
también aspectos historicistas, pues los dos primeros pasos de su guía cada
refieren al estudio del contexto. deP
Nuestras prácticas están colmadas de ejemplos en los que de forma I
más o menos consciente ponemos en juego estas bases teóricas. He- com
mos incorporado casi como un mandato que un buen análisis requie- sím
re: la determinación del tema,la estructura, clasificación del título, r, hom
empujamos al alumno alabúsqueda de justificación. A veces tenemos l I
tan internalizada la impronta del mensaje como centro, que ni siquiera-- una
o
y disfrutar del humor, es imprescindible que entienda el significado b
de algunos giros idiomáticos y, sobre todo, cómo funcionarían esas p
expresiones en la actualidad, o cuá1 es el equivalente en el lenguaje lz
Encadafasedelarecepciónlectora,ellectorrealizaunasespecíficasactivi-
lectora del
,.U:"r.r.n d'e cierto adiestramiento para la formación
dades, qrr.
777
Di SE\f 1DO O EL SENTIDO D]i I,A CRISISi
ENSEÑAR LITER\TLTR{: .CRiSI:
individuo. El interés del planteamiento didáctico L,asado en la recepción
radica en que perrnite enlazar los distintos niveles (lingüísticos, estilísticos,
literarios) con las habilidades básicas (receptiva.s, productivas) en combi-
nación con diferentes códigos (lingüístico, artístico...). trste hecho sugiere
múltipies posibilidades de proyección hacia propuestas de tipo interdisci-
plinar y multicultural, y subraya en todo momento el carácter transversal
del hecho comunicativo (expresivo-receptivo) de todos sus componentes.
Por otra parte, el proceso requiere de la activación del intertexto del recep-
tor para la que intervienen saberes v habilidades lingüísticas, estrategias
de observación y percepción de contrastes expresivos entre producciones
escritas en cualquiera de las lenguas que usa y estudia (172).
Bibliograffa
Bombini, Gustavo. Reinventar la enseñanza de la lengua y la literatura. Buenos
Aires: Libros del Zorzal, 2006.
Chiama de Jones, Ma. Cristina. ¿Cómo leemos literatura en el aula? Buenos
Aires: Editorial Biblos, 201,0.
Lázaro Carrater,F y Correa Calderón, E. Cómo se comenta un textl literaria.7957
Madrid: Cátedra,L998-
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ENSEÑAR LITERATUM:
¿CRISIS DE SENTIDO.O EL SENTIDO
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119