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6.12.

Mitjans d'impugnació de resolucions fermes: Rescisió de sentències fermes a instància del demandat rebel,
revisió de sentències fermes i incident de nul·litat d'actuacions

Rescisión en rebeldía: es un recurso previsto por la Ley de Enjuiciamiento Civil para aquéllos declarados rebeldes en
juicio que, por haber permanecido en rebeldía en forma involuntaria y constante, no pudieron ejercer su defensa.

Artículo 501. Rescisión de sentencia firme a instancias del rebelde. Casos en que procede.

Los demandados que hayan permanecido constantemente en rebeldía podrán pretender, del tribunal que la hubiere dictado, la
rescisión de la sentencia firme en los casos siguientes:

1.º De fuerza mayor ininterrumpida, que impidió al rebelde comparecer en todo momento, aunque haya tenido conocimiento del pleito
por haber sido citado o emplazado en forma.

2.º De desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando la citación o emplazamiento se hubieren practicado por cédula, a tenor del
artículo 161, pero ésta no hubiese llegado a poder del demandado rebelde por causa que no le sea imputable.

3.º De desconocimiento de la demanda y del pleito, cuando el demandado rebelde haya sido citado o emplazado por edictos y haya
estado ausente del lugar en que se haya seguido el proceso y de cualquier otro lugar del Estado o de la Comunidad Autónoma, en cuyos
Boletines Oficiales se hubiesen publicado aquéllos.

Recordemos que la rebeldía consiste en la inactividad procesal del demandado. El procedimiento consiste en la concesión de una aud
condenado en rebeldía, si puede probar que se encontró en dicha situación de manera involuntaria.

La acción de rescisión es una acción basada en una pretensión del condenado, diferente de la que motivó la sentencia firme. Sin embargo, tie
objetivo la reapertura del proceso para que la persona condenada pueda realizar todos los actos que no pudo concretar por su ausencia invo
del juicio.

Artículo 502. Plazos de caducidad de la acción de rescisión.

1. La rescisión de sentencia firme a instancia del demandado rebelde sólo procederá si se solicita dentro de los plazos siguientes:

1.º De veinte días, a partir de la notificación de la sentencia firme, si dicha notificación se hubiere practicado personalmente.

2.º De cuatro meses, a partir de la publicación del edicto de notificación de la sentencia firme, si ésta no se notificó personalmente.

2. Los plazos a que se refiere el apartado anterior podrán prolongarse, conforme al apartado segundo del artículo 134, si subsistiera
la fuerza mayor que hubiera impedido al rebelde la comparecencia, pero sin que en ningún caso quepa ejercitar la acción de rescisión una
vez transcurridos dieciséis meses desde la notificación de la sentencia.

Revisión de st fime: es otro recurso previsto en LEC. No procura la nulidad de la sentencia sino el aporte de hechos que no están en aut
cuyo conocimiento puede ser determinante para el dictado de la sentencia firme. Es decir, que la misma pudo ser injusta o errónea. Solament
solicitarse la revisión en los casos enumerados por el artículo 510 de la Ley de Enjuiciamiento Civil:

Artículo 510. Motivos.

1. Habrá lugar a la revisión de una sentencia firme:

1.º Si después de pronunciada, se recobraren u obtuvieren documentos decisivos, de los que no se hubiere podido disponer por fuerza
mayor o por obra de la parte en cuyo favor se hubiere dictado.

2.º Si hubiere recaído en virtud de documentos que al tiempo de dictarse ignoraba una de las partes haber sido declarados falsos en
un proceso penal, o cuya falsedad declarare después penalmente.

3.º Si hubiere recaído en virtud de prueba testifical o pericial, y los testigos o los peritos hubieren sido condenados por falso
testimonio dado en las declaraciones que sirvieron de fundamento a la sentencia.
4.º Si se hubiere ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia o maquinación fraudulenta.

2. Asimismo se podrá interponer recurso de revisión contra una resolución judicial firme cuando el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos haya declarado que dicha resolución ha sido dictada en violación de alguno de los derechos reconocidos en el Convenio Europeo
para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales y sus Protocolos, siempre que la violación, por su naturaleza y
gravedad, entrañe efectos que persistan y no puedan cesar de ningún otro modo que no sea mediante esta revisión, sin que la misma pueda
perjudicar los derechos adquiridos de buena fe por terceras personas.

Además, la solicitud de la revisión se tendrá que realizar dentro de un plazo de 5 años a partir de la publicación de la sentencia.

Incidente nulidad actuaciones:

Artículo 227. Declaración de nulidad y pretensiones de anulación de actuaciones procesales.

1. La nulidad de pleno derecho, en todo caso, y los defectos de forma en los actos procesales que impliquen ausencia de los requisitos
indispensables para alcanzar su fin o determinen efectiva indefensión, se harán valer por medio de los recursos establecidos en la ley
contra la resolución de que se trate.

2. Sin perjuicio de ello, el tribunal podrá, de oficio o a instancia de parte, antes de que hubiere recaído resolución que ponga fin al
proceso, y siempre que no proceda la subsanación, declarar, previa audiencia de las partes, la nulidad de todas las actuaciones o de alguna
en particular.

En ningún caso podrá el tribunal, con ocasión de un recurso, decretar de oficio una nulidad de las actuaciones que no haya sido
solicitada en dicho recurso, salvo que apreciare falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional o se hubiese producido violencia
o intimidación que afectare a ese tribunal.

El apartado primero -ambos artículos son idénticos- consagra dos principios esenciales, el primero, el de la relevancia o
trascendencia del vicio o defecto, en el sentido de que para declarar la nulidad es necesario que se haya causado
indefensión o que el acto no haya alcanzado su fin; y el segundo, el del carácter subsidiario del incidente de nulidad y su
absorción o integración en el sistema de recursos, de modo que no podrá promoverse dicho incidente cuando puede
remediarse el defecto a través del oportuno recurso.
El segundo apartado establece, en primer lugar, que el incidente puede plantearse bien de oficio, bien a instancia de
parte, lo que le diferencia del incidente excepcional de nulidad de actuaciones, que solo puede promover la parte
interesada; en segundo lugar, delimita el ámbito del presente incidente, que es el de los defectos procesales que se
producen durante la tramitación del proceso declarativo y antes de dictar resolución que ponga fin al procedimiento, si
bien este incidente es también procedente respecto de los vicios producidos durante la tramitación del ulterior proceso
de ejecución (artículo 562.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 2000); pero si la declaración de nulidad ha de
comprender también la sentencia dictada, entonces nos hallamos ya en el ámbito del incidente excepcional de nulidad de
actuaciones que analizaremos a continuación.
En tercer lugar, se destaca la necesidad de que se proceda a la subsanación siempre que sea posible, en los términos
anteriormente analizados, y en último término el precepto alude lacónicamente a la tramitación del incidente, al exigir
-únicamente- que se resuelva el mismo previa audiencia de las partes, aunque ni establece plazo (normalmente suele
concederse un plazo de cinco días, que es el que se prevé en el artículo 228 de la LEC 1/2000 y en el artículo 241 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial en el incidente excepcional), ni dice nada en cuanto a la posibilidad de la práctica de
pruebas, lo que, no obstante, normalmente no será necesario en el caso de vicios formales cuya evidencia resultará de los
propios autos.
El tercer párrafo parte del carácter meramente anulable de los actos procesales, de modo que en ningún caso puede
decretar la nulidad de actuaciones no solicitada por las partes, a salvo los supuestos de falta de jurisdicción o de
competencia objetiva o funcional, o cuando se haya empleado violencia o intimidación sobre el Tribunal, ya que en estos
casos nos hallamos ante nulidad de pleno derecho que puede ser declarada de oficio por el Tribunal en cualquier tiempo.
Finalmente, nada dice la Ley en cuanto a si el auto resolutorio del incidente es recurrible o no. En este punto, hay que
tener presente que contra los autos resolutorios de cuestiones incidentales no cabe interponer recurso alguno salvo que
ponga fin al proceso (artículo 393.5 de la Ley de Enjuiciamiento Civil 2000), y, por otro lado, el legislador sí ha declarado
expresamente la irrecurribilidad del auto que resuelve el incidente excepcional de nulidad de actuaciones (artículo 228.2
de la Ley de Enjuiciamiento Civil 2000 y art. 241.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial) de mayor relevancia en cuanto
que puede suponer la anulación de la sentencia, e incluso puede el Juez inadmitir este incidente excepcional por medio de
providencia sucintamente motivada contra la que tampoco cabe recurso, por lo que forzoso será entender que tampoco en
el incidente "ordinario" cabe interponer recurso alguno contra el auto que lo resuelva, sin perjuicio de que la cuestión
pueda reiterarse al apelar la resolución definitiva del proceso. En este sentido cabe citar la Sentencia Tribunal
Constitucional Sala 1ª de 24 de julio de 2006 que claramente afirma la irrecurribilidad del auto.

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