González Sánchez Erika Jasmín Hernández Ramírez Mónica Maricela Orellana Pineda Blanca Ismelda Ruiz Ortiz Jennifer Lisette Serpas de Ayala Dinorah Elizabeth
Universidad Pedagógica
Facultad de Educación Trabajo Social Didáctica
Lic. Patricia Panamá Rodríguez
06 de Marzo del 2023
Célestine Freinet (Gars, 1896 - Vence, 1966) Pedagogo francés, impulsor de métodos de renovación pedagógica dentro del marco del movimiento llamado "la escuela nueva". Maestro a los dieciocho años, la Primera Guerra Mundial le impidió incorporarse a las tareas docentes al finalizar sus estudios; enviado al frente, en 1916 resultó gravemente herido. Durante el período de convalecencia, Célestin Freinet descubrió los textos de Marx, Engels y Lenin, cuya lectura inspiró las directrices de su "materialismo escolar", método de pedagogía popular que puso en práctica a partir de su incorporación a la enseñanza pública en 1920 como maestro de primaria. En 1928 Freinet creó la Coopérative de l'Enseignement Laïc (CEL), cuyo órgano, la publicación mensual L'Éducateur Prolétarien, se desarrolló bajo su impulso. En 1932 abandonó la enseñanza pública para crear una escuela privada en las proximidades de Vence. Durante la Segunda Guerra Mundial participó en la Resistencia y hubo de padecer el internamiento en campos de concentración. Para coordinar el trabajo pedagógico y didáctico de sus discípulos, impulsó la creación del Institut Coopératif de l'École Moderne (ICEM), y en 1958, con el objetivo de coordinar el movimiento a escala internacional, se fundó la Federación Internacional de Movimientos de Escuela Moderna (FIMEM).Su concepto de la renovación escolar era solidario de la idea de una renovación social que propiciara la instauración de una sociedad popular donde la escuela tuviera una relación directa con las esferas familiar, social y política. La educación natural preconizada por Célestin Freinet se estructura en torno a la vida y las actividades del niño, poniendo en práctica una serie de técnicas originales, basadas en un conjunto de principios como la motivación, la expresión y la socialización. Sus aportes constituyen el punto de arranque del movimiento pedagógico nucleado en la Federación Internacional de Movimientos de Escuela Moderna que pretenden la renovación educativa por medio de la organización de una comunidad escolar auténticamente humana. El niño normal tiende a organizar su primitiva experiencia "a tientas", en formas cada vez más ricas, que se convierten naturalmente en experiencias sociales en las cuales se integra con otros niños, y a dejar de ser puro juego para ser juego-trabajo. La técnica fundamental que da cuerpo a su proyecto es el de "la tipografía en la escuela", que consiste en emplear en las clases un pequeño equipo de imprenta, cuyo manejo lleva a la producción de otros elementos y técnicas: textos libres, correspondencia Inter escolar, dibujos libres, cálculos de aplicación, ficheros, biblioteca y lo que se denomina "el libro de la vida", en el cual los niños narran sus vidas y la de la clase. Todo es útil para el proyecto de expresarse, hacer y comunicarse siempre de forma espontánea y democrática. Es decir, para cambiar las relaciones entre la escuela y la vida, adaptándolas progresivamente a las necesidades comunitarias y al uso de las tecnologías en vigencia. Su obra más representativa es Tipografía en la escuela. Metodología de Freinet en la Educación El Método Freinet acentúa el vínculo que debe existir entre la escuela y la cultura de los niños y niñas, la libre expresión de estas y su deseo innato de comunicación. La pedagogía de Freinet, parte de entender a los niños como seres que tienen conocimientos y experiencias antes de ingresar a los colegios y que su tendencia natural es a la acción, creación y a la expresión espontánea en un marco de libertad. Para Freinet se debe considerar a los estudiantes como centros de la educación. Además, se consideraba que el aprendizaje debía partir de los estudiantes y un docente no debe ser un dictador de lecciones, sino un orientador del estudio. Este debe colaborar con sus alumnos y trabajar junto con ellos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las diferentes materias. Freinet, creía que la educación era el lugar apropiado para que el niño combinara el pensamiento y la acción. Por ello, procuraban que el trabajo de los estudiantes en clase, el cuidado de un huerto y el de los animales estuvieran unidos en sus clases, como parte de un método natural. El objetivo principal de esta teoría es que los alumnos crean haciendo y hagan pensando. El método propone que los niños y niñas tomen decisiones dentro de la acción educativa, que los educadores sean guías, que compartan sus técnicas y herramientas y que dejen que cada niño desarrolle sus habilidades. También pretende que el estudio combine teoría y práctica Los grandes temas que orientan la pedagogía de Freinet son: la libre expresión, la experimentación, la vida cooperativa, la afectividad, el trabajo y la correspondencia. Es una pedagogía que propone una realidad escolar orientada al desarrollo democrático en los aspectos lingüísticos, científicos, informáticos, corporales, de ciencias humanas, comunicación no verbal, didáctica, prensa, correspondencia, inserción y antiselección, y educación para la paz. Las dimensiones pedagógicas, política y social son elementos fundamentales de la vida y obra de Freinet, una vez que las contradicciones de la vida social se manifiestan en la escuela, por ser una institución proveniente de ésta. La escuela debe ser activa, dinámica, abierta para el encuentro con la vida, participante e integrada a la familia y a la comunidad, contextualizada, en términos culturales. La adquisición del conocimiento debe efectuarse de forma significativa y placentera, en comunión con una nueva orientación pedagógica y social, en la cual la disciplina es expresión natural, consecuencia de la organización funcional de las actividades y de la racionalización humana de la vida escolar (Paiva, 1996). Freinet generó cambios en las relaciones profesor, alumno, escuela y saber, animado por la idea de ofrecer un papel activo a los niños y niñas en el plano escolar. Él realizó una acción educativa en la que teoría y práctica no se oponían, sino que una no podía desarrollarse sin la otra. Para Freinet (1969), la posibilidad de educar dentro de la dignidad dependía del respeto a los niños y niñas, ya que ésta era una de las principales condiciones para la renovación de la escuela y, de este modo, alumnos y alumnas respetarían a sus profesores. Otro aspecto a resaltar de la pedagogía freinetiana tiene relación con la libre expresión, la cual es la manifestación de la vida. Para Freinet (1979), al promover la libre expresión se da la palabra a los niños y niñas. El centro de la escuela son ellos, sus vidas, sus necesidades y sus posibilidades, que constituyen la base del método de educación popular defendido por esta pedagogía. Sobre la educación por el trabajo, Freinet la consideró el gran principio de la filosofía de la pedagogía popular, de la cual vendrán todas las adquisiciones. Se entiende el trabajo como una actividad libre, definida por el propio estudiante en el contexto de la comunidad/clase. Se trata de un trabajo motivado por el deseo del alumno de hacer y conocer, por la vida del grupo/clase y conciencia de las adquisiciones deseadas (Paiva, 1996). Freinet defendió la individualización del trabajo: los niños y niñas nunca tienen las mismas necesidades y aptitudes, y es absurdo pretender que todas avancen al mismo ritmo. En una comunidad cooperativa, la atención a las diferencias individuales es de gran importancia desde el punto de vista pedagógico y humano. Entonces, por medio de recursos apropiados como ficheros, planes de trabajo, cuadernos autocorrectivos y nuevas tecnologías, cada niño y niña puede progresar a su ritmo, según sus necesidades (Paiva, 1996). Para Freinet la educación es acción e intervención, lo que significa que la formación docente no puede separar la acción pedagógica de la vida. Es pertinente reconocer que la educación es un proceso intencional con objetivos claros. De acuerdo con éste, no existe educación no-directiva, porque toda educación dirige. Sin embargo, lo valioso es la direccionalidad que facilita la construcción, que estimula la reflexión y ofrece los medios para un pensamiento autónomo y de autoformación participada. Lo anterior es contrario a una direccionalidad que excluye y oprime la capacidad del educando de construir su aprendizaje, ya que lo entiende como un receptor que recibe las enseñanzas, sin tener participación activa en ese proceso. Por lo tanto, la formación no es acumulación (de cursos, conocimientos o técnicas); se construye por medio de un trabajo de reflexión crítica sobre la propia práctica, que posibilite la construcción permanente de la identidad personal (1996). La clase se transforma en lugar para la edición de diarios, álbumes, revistas, libros; para la realización de exposiciones, proyectos, dramatizaciones y trabajo personalizado (con el uso de fichas). Asimismo, se promueve la organización de visitas a otras clases e instituciones de la comunidad y la práctica de la correspondencia interescolar. En este último caso, grupos de diferentes escuelas envían y reciben cartas colectivas, dibujos, pinturas y diarios. De esta forma, se amplía el horizonte de la clase y se propicia entre los niños y niñas contactos con otras realidades, costumbres, culturas. Para Freinet, los niños y niñas vivas y activas producen textos que son reflejo de sus experiencias y sirven de apoyo al aprendizaje. La socialización de esos textos, colgados en la sala del aula, impresos en diarios enviados a los correspondientes, organizados en carpetas accesibles (libro de la vida), constituyen el referencial común del grupo en un momento histórico y el material de análisis, de comparaciones, que destacan semejanzas y diferencias, y descubren el código lingüístico. Freinet afirmaba que los niños y niñas saben leer antes de dominar el código, pues comprenden el sentido de los textos (Cordeiro y Vale, 1996). Para Santos (1996), la originalidad de la propuesta freinetiana se encuentra en el hecho de atribuirle a las actividades escolares las características de un verdadero trabajo y colocar a disposición de los niños y niñas los medios para poder comunicar sus realizaciones, descubrimientos e inquietudes a interlocutores próximos o distantes (estudiantes de otras escuelas, ciudades, países). Con esa intencionalidad, introdujo la impresora en la clase y, más tarde, sus seguidores fueron implantando el grabador, el video, el microcomputador, entre otros.