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BLOG: ALTERNATIVAS DE MANEJO ANTE EL RIESGO EN SALUD

MENTAL.

Alternativas de manejo del riesgo psicosocial individual y colectivo.

Estamos en un mundo en el que el conocimiento técnico y la velocidad a la que


corren los cambios nos colocan frente a una cantidad de nuevos riesgos que al
día de hoy lucen incalculables. Esa es quizás una de las más grandes
paradojas de nuestra época: entre más conocimiento y capacidad técnica
acumulamos menos capaces somos de determinar qué resulta riesgoso para la
vida. En cuanto a las formas contemporáneas de trabajo estas generan nuevas
formas de riesgo psicosocial. Las competencias emocionales, comunicativas y
afectivas, que hoy se le exigen al trabajador y empresario atribuyen al
individuo la responsabilidad del proceso productivo, al tiempo que lo colocan
frente a una cantidad inédita de riesgos; dada la relación con las competencias
actualmente exigidas en el trabajo, algunos de estos riesgos son ordenados por
el criterio de psicosociales.

Desde el inicio de nuestras vidas estamos expuestos a una infinidad de riesgos


que pueden marcar de manera positiva o negativa el desarrollarse dentro del
contexto individual y social. Así que teniendo en cuenta nuestro entorno, la
familia y la sociedad debemos diseñar alternativas que nos mejoren o den un
buen manejo de los diferentes riesgos a los que estamos expuestos,
especialmente en salud mental. Los estilos de vida pueden llevar a las
personas por dos caminos, por un lado, enfermedad, adicciones, violencia,
maltrato y muerte o por el contrario pueden ser sinónimo de positivismo,
felicidad, buen trato, buena alimentación, actividad física y vida sana. Si bien es
cierto la exposición a ciertos riesgos lleva a que se tenga mayores
posibilidades de desarrollar alguna alteración mental, también es real la
posibilidad de protegerse a sí mismo y de proteger a otros de estos riesgos.
Por ejemplo dentro de la familia se generan situaciones de crisis propias del
ciclo vital de la misma o por duelos, problemas económicos, entre otras; sin
embargo, sin estas situaciones no se lograría desarrollar la capacidad para
enfrentarlas. Aprender a ser fuertes, a superar la adversidad, a acompañar y
ser solidario y a generar formas sanas de superar los momentos difíciles para
propiciar una vida más sana, es lo que llamamos resiliencia y se aprende en
familia, con el afecto.

Dentro de las alternativas de protección están el amor propio, la autoestima, la


familia, el amor hacia uno mismo, sentirse bien y creer en nuestras
capacidades; el control de lo que se piensa y se siente de sí mismo disminuye
la posibilidad de desarrollar cualquier alteración mental. Aprender a amar a
través del apego y de los vínculos afectivos y efectivos. La ética del cuidado
nos invita a hacer de esta práctica una forma de vida, cuidar de otros y
preocuparse por su bienestar es una manifestación de solidaridad, de mejores
formas de convivencia y sobre todo de prevención. Prevención de violencias,
prevención de abusos, prevención de seguridad individual y colectiva. Desde
esta perspectiva, la defensa y garantía de los derechos sería una
responsabilidad de todos y para todos. Tenemos que la ética del autocuidado
del cuerpo teniendo hábitos de vida sanos, como en la alimentación en deporte,
actividades deportivas, también el cuidado de nuestra mente equilibrando
nuestras pasiones para aplicarlas al desarrollo de un proyecto de vida
coherente con nuestra condición humana. Igualmente cuidamos el espíritu, nos
permite sentirnos parte de realidades abstractas como la humanidad y el
universo, pero que en lo cotidiano se traduce en la vivencia de una ética
autónoma. Finalmente, cuidamos el intelecto, mediante una actitud que nos
permite desarrollar nuestros mejores talentos para ponerlos al servicio de
nosotros mismos, de nuestra familia, nuestra comunidad, con una actitud
solidaria y altruista.

Las alternativas a nivel individual y el propósito del cumplimiento de metas y


objetivos ya sean corto o a largo plazo, hacen mantener la energía y la mente
puesta en el cumplimiento. Promover una vida saludable procurando despejar
la mente y mantener el cuerpo con descansos, esparcimiento y actividades
físicas. Mantener una comunicación dentro del respeto amor y comprensión
con las personas que amo. Dentro del manejo de alternativas en la parte social
es el mejoramiento como persona, manteniendo valores, el respeto por mí y
por ende por la sociedad teniendo claro las percepciones y las opiniones de los
demás con una comunicación basada en el respeto y de manera asertiva con el
propósito de una convivencia sana.

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