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República Bolivariana De Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.


Universidad Nororiental Privada.
Gran Mariscal de Ayacucho.
4to semestre, Sección 3

Docente: Alumna:
Isaura Peña Belén Marín
C.I: 28.607.198
Las fracturas coronarias constituyen las lesiones de origen traumático más frecuentes en
dentición permanente. Hoy en día se les considera un problema de salud pública, ya que además de
demandar esfuerzos en el ámbito educacional y preventivo, requieren tratamiento restaurador en el
paciente. La prevalencia de estos traumatismos varía entre 26 al 76% de las lesiones dentales y pueden
ocurrir en la infancia y en la adolescencia, aunque no es raro observarlas en la edad adulta. La aplicación
de un tratamiento rápido y adecuado es esencial para disminuir el daño ocasionado por el impacto y
prevenir la aparición de complicaciones. La restauración del diente afectado por el trauma constituye
una prioridad no sólo por su implicación estética y psicológica en el paciente sino por su valor biológico y
funcional para el sistema estomatognático.

➢ Fracturas no complicadas de la corona:

1. Infracción de esmalte: Cuando se produce una fractura incompleta del esmalte (grieta o fisura),
sin pérdida de sustancia dental.

2. Fractura de esmalte: Cuando se produce una fractura con pérdida de sustancia dental pero
localizada en el esmalte.

3. Fractura esmalte - dentina: Cuando se produce una fractura con pérdida de sustancia dental
que abarca al esmalte y a la dentina, pero sin compromiso pulpar.

➢ Fracturas complicadas de la corona:

1. Fractura esmalte - dentina con compromiso pulpar.

2. Fracturas de la corona con afectación pulpar

En este caso el diente también presenta dolor y sensibilidad a variaciones de temperatura,


deshidratación y presión causadas por el corte de los túbulos dentinarios y de la pulpa expuesta.

La respuesta a las pruebas pulpares suele ser positiva y la radiografía es muy útil para determinar el
tratamiento a realizar. Si el nervio está afectado es necesario un tratamiento de endodoncia.
A: Infracción coronal y fractura coronal no
complicada de esmalte.

B: Fractura coronal no complicada con


compromiso de la dentina.

C: Fractura coronal complicada.

➢ Epidemiologia:

Las fracturas coronales suelen producirse en los incisivos maxilares con una prevalencia del 96% con
respecto al resto de los dientes. Dentro de este grupo, los incisivos centrales se ven afectados en
aproximadamente el 80% de los casos con respecto a los incisivos laterales. De acuerdo a lo descrito en la
literatura el género masculino es el más afectado en una proporción 3,6:1,0 con respecto al femenino y
las edades más susceptibles están entre los 7 y 20 años.

Las fracturas pueden ser verticales, horizontales o ligeramente oblicuas, clasificándose


según el tercio radicular donde se producen. Las fracturas verticales son raras, tienen un pronóstico
sombrío, y la mayor parte tienen que ser resueltas por la exodoncia del diente. Mientras que las fracturas
horizontales son más frecuentes en los dientes anteriores de pacientes jóvenes, en tanto que las
verticales son más comunes en dientes posteriores en pacientes de más de 40 años.

➢ Diagnóstico:

Observaron que, en la mayoría de los casos, la evidencia de


los síntomas se reconocen por la presencia de dolor en el área de la fractura,
acompañada por tumefacción, fístula y una bolsa profunda justo en el área de la
fractura.

➢ Fractura:

Los signos radiográficos se revelan por una banda radiolúcida perirradicular. Algunos investigadores
concluyeron que son más comunes las fracturas iatrogénicas que las ocasionadas por trauma.

➢ Tratamiento:

Las fracturas horizontales del tercio apical son las que tienen mejor pronóstico y
pueden repararse muchas veces conservando la vitalidad pulpar. Generalmente no hay
movilidad y el diente se encuentra asintomático y no requiere tratamiento. Las fracturas
horizontales del tercio cervical o gingival debido la movilidad del fragmento coronarlo y a la
facilidad con que pueden infectarse, tienen pronóstico reservado. El tratamiento inicial
consiste en reposicionar el segmento coronal (si está desplazado) y luego la estabilización del
diente para permitir la cicatrización del ligamento periodontal que brinda soporte al segmento
coronal. El grado de luxación y de movilidad del segmento coronal afecta el pronóstico, en
virtud e que cuanto más grave es la luxación, tanto menor será la probabilidad de lograr la
reducción de la fractura. Las fracturas horizontales del tercio medio tienen un mal pronóstico
por la dificultad de elegir qué fragmento conviene conservar, además de la formación
frecuente de bolsas periodontales.

Pueden dividirse en cuatro tipos según lo proponen Andreasen y Hjörting-Hansen:

1. Cicatrización con tejido calcificado. En el examen radiográfico es distinguible la


radiografía la línea de fractura, pero los fragmentos guardan contacto estrecho

2. Reparación con tejido conectivo interproximal. En las radiografías, los


fragmentos aparecen separados por una línea radiolúcida angosta y los bordes
fracturados tienen aspecto redondeado

3. Cicatrización con hueso interproximal y tejido conectivo. En las radiografías,


los fragmentos están separados por un puente óseo definido

4. Tejido inflamatorio interproximal sin reparación. En las radiografías se aprecia


un ensanchamiento de la línea de fractura, una radiolucidez en desarrollo o ambas
Los tres primeros tipos se consideran casos de reparación satisfactoria, son asintomáticos,
posiblemente reaccionen a las pruebas de vitalidad eléctrica y pueden presentar sólo signos
de cambio de color de la corona (a amarillo) debido a calcificación coronal. Las fracturas que
no cicatrizan necesitan tratamiento endodóntico adicional

➢ Conducto terapia

1. Tratamiento del conducto radicular de ambos segmentos. Está indicado en


casos de fractura cuando los segmentos no están separados, lo cual permite el paso
de limas y materiales de obturación por el segmento coronal a través de la fractura
hacia el segmento apical

2. Tratamiento del conducto radicular del segmento coronal únicamente. Esta


es la recomendación actual, sobre todo con el punto de vista de que el segmento
apical puede contener tejido pulpar saludable vital

3. Férula intrarradicular. Han recomendado el empleo de una férula que


es similar al primer procedimiento descrito: los dos segmentos se someten a
tratamiento endodóntico. Después de la obturación radicular se prepare un espacio
posterior en él que se extiende desde el segmento coronal hacia el apical, y que
permite la colocación de un poste rígido de aleación de cromo-cobalto para
estabilizar los dos segmentos
4. Extrusión radicular. Es una solución en los dientes con fractura radicular en la
cresta alveolar o cerca de ella. La cantidad de raíz que queda después de la extrusión
debe ser lo suficiente para sostener un poste y su corona. Una guía razonable estriba
en considerar un mínimo de relación corona-raíz

Los dientes sufren un ligero grado de movilidad dental fisiológica y dicha movilidad afecta en mayor
medida a los dientes unirradiculares, es decir, los que tienen una sola raíz. Esto se puede observar en
enfermedades como la periodontitis y el trauma oclusal, llegando a ser extremadamente perjudicial. El
desplazamiento de dientes se da por ciertas causas principalmente, y a continuación analizaremos
cuáles son las más comunes.

➢ La movilidad dental

La boca es un engranaje perfecto que está estructurada de una forma natural estratégica. Cada
pieza tiene su función y por eso, cuando se pierde una de ellas, la mordida adopta posiciones que en la
mayoría de ocasiones son incorrectas y dañinas con el objetivo de compensar la pieza o piezas perdidas.
Se genera un desequilibrio completo del aparato estomatognático al tratar de encontrar la mordida más
correcta posible.

Cuando existe una ausencia dental los dientes adyacentes y opuestos intentarán ocupar el espacio
libre y se irán inclinando poco a poco hasta encontrar el contacto perdido. Irán perdiendo anclaje poco a
poco, habrá movilidad e incluso podrán perderse. Finalmente, el cambio de posición de los dientes hará
que estos se articulen de forma incorrecta, apareciendo contactos indebidos y sobrecargas que
provocaran desgastes y dolor.

El diente posee lo que se denomina aparato periodontal que está compuesto por el hueso, el
ligamento periodontal y cemento. Muchos pacientes sufren un ligero grado de movilidad dental, esta
movilidad entra dentro de unos parámetros básicos. Bien es cierto que es movilidad va a afectar a los
dientes unirradiculares, es decir, a los dientes que tienen una sola raíz.

El desplazamiento de los dientes tiene fundamentalmente dos causas posibles: por un lado, la
existencia de un estrés inusual mientras se mastica, que se produce sobre el periodonto, es decir, sobre
el tejido que rodea la raíz del diente y lo fija a la encía. Este periodonto suele estar previamente enfermo
cuando esto se produce. Por otro lado, este desplazamiento también puede deberse a un traumatismo
sobre dicho tejido sano.

➢ Diferentes causas de la movilidad dental

Existen diferentes tipos de desplazamiento dental y se pueden señalar diferentes grados de


movilidad dental en función del desplazamiento que veamos que se produce. En la mayoría de las
ocasiones, el desplazamiento que se produce suele ser horizontal y se catalogan de la siguiente manera:
desplazamientos en los que no existe movilidad detestable, cuando existe un desplazamiento menor de
1 mm, cuando se presenta un desplazamiento mayor de 1mm y cuando existe desplazamiento intrusivo
o vertical.
La movilidad de los dientes es un problema que se puede detectar con cierta rapidez, lo que
deja lugar a poner en marcha las medidas necesarias para influir sobre el problema de manera directa y
solucionarlo. El desplazamiento de dientes suele tener una causa principal y no ser un mal en sí mismo.
Principales motivos del desplazamiento de dientes

Una de las primeras razones por las que aparece el desplazamiento de dientes en pacientes es la
existencia de una higiene dental muy deficiente. El hecho de acumular sarro entre los dientes, va a hacer
que se cree un proceso infeccioso e inflamatorio que irá destruyendo e incidiendo sobre el hueso y los
ligamentos periodontales.

El bruxismo es otra de las razones por las que puede surgir este problema. La continua presión
que ejerce el paciente sobre sus dientes, va a crear un proceso inflamatorio que destruirá los ligamentos
periodontales y el hueso. La combinación de ambos factores podría ser definitiva para la aparición del
desplazamiento de los dientes.

En otra de las situaciones que se pueden encontrar problemas de la movilidad de los dientes, es en
el caso de pacientes embarazadas que presentan gingivitis o periodontitis. Este hecho unido a los
diferentes cambios hormonales que se sufren durante el embarazo hará que el tejido periodontal sea
mucho más delgado, haciendo más susceptible a proceso periodontales.

➢ Posibles soluciones para el desplazamiento de dientes

Un buen consejo es acudir a los profesionales para proceder a la eliminación temprana de los
cálculos dentales, de esta manera se evitará el avance en la destrucción de los ligamentos periodontales
y el hueso. Esto lo debe evaluar un profesional por lo que conviene visitar periódicamente la clínica
dental.

Llevar a cabo placas de mordida o la ferulización van a ser fundamental para poner solución al
problema de movilidad. En todos aquellos casos de enfermedad sistémica, lo primero que se debe tener
claro es que habrá que someterse a un tratamiento médico junto con el tratamiento odontológico.

Una de las mejores propuestas siempre es el tratamiento preventivo, es decir, mantener siempre
una buena higiene que impida debilitar la estructura de los dientes o encías y acudir a los profesionales
para mejorar ciertos problemas como el bruxismo desde el inicio, impidiendo que todo ello desemboque
en desplazamiento dental.

Las lesiones de origen traumático suelen ser frecuentes en la dentición primaria y constituyen en la
actualidad uno de los principales motivos de consulta odontopediátrica. Las estadísticas revelan que del
15 al 30% de la población infantil mundial menor de 3 años está afectada.

Las luxaciones dentarias en la dentición primaria son lesiones severas que pueden involucrar la
pérdida de los dientes afectados y son producidas por impactos de gran intensidad. Dentro de las
luxaciones que generan daño al ligamento periodontal se halla la intrusión dental considerada por la
mayoría de los autores como una Emergencia Traumatológica
La intrusión es sin duda uno de las más graves lesiones de luxación, lo que lleva a la necrosis pulpar
en el 96% de los casos de dientes con raíces completamente formadas. Por lo tanto, la endodoncia debe
hacerse lo más rápidamente posible para evitar la reabsorción e inflamación de la raíz.

Andreasen observó que el 100% de la necrosis pulpar se daba en dientes con ápice cerrado y el
62,5% en los dientes con ápice abierto.

Tronstad recomendó el tratamiento endodóntico de los dientes intruídos con ápice abierto en 1-2
semanas, evaluando la sensibilidad pulpar posteriormente con el frío.

Anteriormente se creía que el desarrollo en que se encontraba la raíz, nos daba el pronóstico sobre
el éxito del tratamiento. Actualmente se cree que es la profundidad a la que se encuentra el diente
intruído, la causa de la necrosis pulpar y de la supervivencia del diente.

Algunos estudios han demostrado que las intrusiones de hasta 3 mm tienen un pronóstico
excelente, mientras que incisivos con intrusión grave, mayor de 6 mm; el pronóstico es más
desfavorable debido a que se produce una reabsorción radicular inflamatoria y la necrosis pulpar.

No existe un consenso en cuanto al tratamiento más idóneo para la luxación intrusiva, por lo que se
sugieren diferentes técnicas que van desde la reerupción espontánea, reubicación quirúrgica seguida
inmediatamente por la retención y el reposicionamiento ortodóntico.

Kenny sugiere que la reducción quirúrgica (reposicionamiento inmediato) permite que el diente
pueda volver a su estado original (reposicionamiento pasivo) o reposicionamiento con tracción
(reposicionamiento activo).

Skieller también sugiere la reposición quirúrgica inmediata. Sin embargo, este tratamiento ha sido
asociado con una alta incidencia de anquilosis, necrosis pulpar y la pérdida de hueso marginal.

Según Ebeleserder una ventaja de la técnica quirúrgica es que puede ser fácilmente llevada a cabo,
por otra parte, devuelva a los tejidos adyacentes a la situación anatómica original, permitiendo la
reparación y hacer la endodoncia lo más rápidamente posible.

Un traumatismo dentoalveolar se define como el producto de una fuerza impactante de


potencia variada que es transmitida a una estructura dentaria y/o a sus tejidos de soporte, que resulta
en una fractura de una o más partes del diente y/o en un desplazamiento de éste, lo que puede causar
lesiones en tejidos soporte (encía, ligamento, hueso). En el caso particular de una fractura alveolar, se
entiende como la lesión ósea que afecta sólo al proceso alveolar y puede afectar también al alveolo
dentario. El diagnóstico de este tipo de lesiones es primordialmente clínico, pues se observa el
desplazamiento de la totalidad del fragmento.

Los traumatismos dentoalveolares se consideran un problema de salud pública, pues se


presentan en numerosas poblaciones, amenazan la vida o tienen un impacto significativo en la sociedad.
Existe bibliografía suficiente acerca de la etiología, que es variada y su tratamiento; su prevalencia es
alta, afectan la calidad de vida de quien lo sufre; existen ciertos factores que predisponen como la
sobremordida horizontal aumentada, incompatibilidad labial, personalidad del niño, ambiente en el que
se desenvuelve, entre otros. Los Odontólogos y Odontopediatras son los profesionales de la salud a
quienes los pacientes que sufren algún traumatismo dentoalveolar acuden, por ser los niños el grupo
más afectado y vulnerable, razón por la que deben estar capacitados para manejar las lesiones
adecuadamente. Al saber que los traumatismos orales son un problema de salud pública, se debe
abordar como tal, en el caso particular de los odontólogos se deberá hacer promoción de la salud para
prevenirlos, algunas sugerencias son: evitar eventos potencialmente dañinos; prevenir los traumatismos
dentoalveolares cuando dicho evento no se pueda evitar y finalmente la prevención de lesiones
biológicas y psicosociales por el traumatismo mediante manejo adecuado y un tratamiento óptimo.

Todo traumatismo dentoalveolar dejará secuelas patológicas diversas, la mayoría se relacionan


directamente con la severidad del traumatismo, que pueden ir desde una pulpitis reversible e
irreversible, obliteración pulpar, necrosis, reabsorción radicular, cambios de color, inflamación
periapical, entre otros

La fractura alveolar se encuentra dentro de las lesiones de hueso alveolar. En la dentición


temporal se producen generalmente en los primeros años de vida; la movilidad de todo el segmento es
visible y palpable, así como las interferencias oclusales; radiográficamente, la línea de fractura es
fácilmente detectable y casi siempre se acompañan de laceraciones gingivales.

➢ Presentación del caso

Preescolar femenino de 2 años 2 meses de edad se presenta a la clínica de Odontopediatría con


motivo de urgencia, con traumatismo mandibular en zona de anteriores acontecido el mismo día por la
mañana; los padres refieren que la paciente se encontraba bebiendo agua directamente de la llave y se
le dificultó retirarse de ésta, al intentarlo bruscamente, se provoca la fractura. A la inspección clínica se
observa irregularidad en el proceso alveolar, se revisa movilidad para descartar fractura dentaria o de
alveolo. Se complementa el diagnóstico con radiografías dentoalveolares que muestran fractura del
proceso alveolar sin involucramiento dental. Debido a la falta de cooperación del paciente se utilizaron
técnicas de restricción física como abrebocas y estabilización protectora.

La avulsión o exarticulación es la completa salida del diente de su alvéolo. La frecuencia es del 1


al 16% de todas las lesiones traumáticas de los dientes permanentes. Los incisivos centrales superiores
son los más afectados y el grupo de edad donde ocurren con más frecuencia oscila entre los siete y los
diez años.

En el tratamiento de la avulsión, el «mejor tratamiento» que se puede hacer a un niño es la


reimplantación de su propio diente, pero la terapéutica ofrece grandes retos al profesional. El
mantenimiento del diente en la arcada va a depender de múltiples factores. Cada uno de ellos, puede
ser considerado como un eslabón de una larga cadena. Cada paso de este proceso es crítico, y el éxito
final del reimplante refleja la calidad del tratamiento en cada uno. Sin embargo, los aspectos más
importantes son los que se realizan inmediatamente antes del reimplante. Por excelentes que hayan
sido la ferulización y el tratamiento endodóntico, la reabsorción radicular es mayor si las células del
ligamento periodontal estaban necróticas.
➢ Consecuencias de la avulsión dental

Al producirse la avulsión, el sistema de fijación del diente (ligamento periodontal y cemento) se


lesionan; además hay rotura del paquete vasculonervioso, con lo que la pulpa se necrosa. Debido a las
características de la lesión, tras el reimplante, los fenómenos biológicos que ocurren tanto en la pulpa
como en el ligamento periodontal son importantes, y son los que van a decidir la conservación o la
pérdida del diente avulsionado.

1. Reacción pulpar

En dientes con ápice cerrado es imposible la revascularización, pudiendo ello ocurrir en los dientes
inmaduros (más de 1 mm de diámetro apical). El proceso de revascularización, en resumen, se
produciría de la siguiente manera: en el tercer día después del reimplante se aprecian grandes lesiones
pulpares, sobre todo en la pulpa coronal (necrosis, desorganización de la capa de odontoblastos).
Siguiendo el módulo de reparación tisular, a las dos semanas el tejido afectado en la parte coronal es
reemplazado gradualmente por células proliferativas del mesénquima y por capilares, conduciendo a la
formación de una capa de nuevas células a lo largo de la pared dentinal, en las zonas donde los
odontoblastos habían sido destruidos.
Al mes se pueden observar fibras nerviosas regeneradas. Los vasos neoformados aparecen en toda la
pulpa. Si no es posible la revascularización, se va a producir la infección de la pulpa necrótica, que ocurre
en dos o tres semanas.

2. Reacción periodontal

Inmediatamente después del reimplante, se forma un coágulo entre las dos zonas del ligamento
periodontal seccionado. La solución de continuidad generalmente se encuentra en la mitad del
ligamento, pero puede ocurrir a nivel del cemento o en el hueso alveolar. Dos semanas después, la
herida está cicatrizada y las fibras de colágeno se extienden desde el cemento hasta el hueso. En este
momento se empiezan a observar procesos de reabsorción a lo largo de la superficie radicular, pudiendo
evolucionar a una nueva reparación con cemento (reabsorción superficial) o a procesos de reabsorción
inflamatoria o anquilosis.

Consideraciones generales sobre el tratamiento

El tratamiento de la avulsión es el reimplante, pero el porcentaje de éxito a largo plazo varía entre el 4 y
el 70%, ya que va a depender de las condiciones clínicas específicas de cada caso en particular.

El objetivo del tratamiento es evitar o disminuir los efectos de las dos grandes complicaciones, las del
ligamento periodontal y la pulpa. Las alteraciones celulares del ligamento periodontal no se pueden
evitar; sin embargo se pueden agravar según el tiempo y condiciones en que el diente esté fuera de la
boca (deshidratación), pues en medio seco el fibroblasto no vive más de una hora2. Si se consideran
seguras las complicaciones (por las condiciones que presenta el diente), hay que instaurar medidas que
frenen el proceso de reabsorción.

En los dientes inmaduros es posible la revascularización. En dientes con ápice cerrado la necrosis es
inevitable, por lo que las medidas terapéuticas deben ir encaminadas a eliminar la infección del
conducto radicular.
En resumen, los factores clínicos a tener en cuenta son: 1) tiempo que lleva el diente fuera de la boca
(período extraoral), 2) estado del ligamento periodontal (medio de conservación) y 3) grado de
desarrollo radicular.

Tratamiento en el lugar del accidente

Reimplante inmediato

Para obtener las mayores probabilidades de éxito es preciso que los fibroblastos se encuentren en el
mejor estado, pues al no estar irrigados pierden rápidamente metabolitos.

Por tanto, el factor que más repercute en el éxito es la rapidez en realizar el reimplante2-7. Hay que
procurar hacerlo en los primeros cinco a veinte minutos2,3. Si nos consultan telefónicamente es preciso
indicar a la persona que atienda al niño que si el diente está limpio debe reimplantarlo de la forma más
suave, sosteniéndolo por la corona. Si está algo sucio, hay que lavarlo con agua o suero fisiológico y a
continuación colocarlo en el alvéolo. Es prioritario atender al paciente en nuestra clínica con carácter de
urgencia.

Si el reimplante inmediato no es posible, el diente avulsionado deberá ponerse rápidamente en un


medio adecuado hasta que pueda realizarse en la clínica dental.

Medios de conservación

1. Saliva, agua

El agua es el medio de transporte menos adecuado, pues al ser hipotónica desencadena la lisis celular. Si
el almacenamiento en agua es de más de veinte minutos provoca grandes reabsorciones radiculares. La
saliva no es muy idónea, tanto por su osmolaridad (60-80 mOsm/kg) y pH, como por contener gran
cantidad de bacterias. No obstante, si el diente se pone debajo de la lengua o en el vestíbulo bucal, los
fibroblastos pueden mantenerse vitales unas dos horas8. Pero tanto el agua como la saliva (por los
enzimas salivares y gérmenes) alteran la estructura del fibroblasto, por lo que no son aconsejables como
medio de transporte del diente4, aunque desde luego son mejores que hacerlo en seco.

2. Suero fisiológico

Tiene una osmolaridad de 280 mOsm/kg y es estéril, por lo que es un medio de conservación a corto
plazo aceptable, manteniendo la vitalidad celular de dos a tres horas. La temperatura de transporte no
juega un papel importante4.

3. Medios de cultivo

Los medios de cultivo celular, como el sobrenadante de cultivo de fibroblasto gingival9, que contienen
factores de crecimiento, son significativamente los mejores medios de conservación; pero al ser sus
disponibilidad tan escasa, casi utópica, quedan reservados al ámbito puramente académico, por lo que
su recomendación es poco realista.

4. Otros medios
Se han realizado estudios de la vitalidad celular con medios que podían ser más accesibles en el lugar del
accidente. Así se probó con bebidas, como el Gatorade® o soluciones conservantes de lentes de
contacto, pero se han considerado poco útiles, ya que conservan las células del ligamento periodontal
menos tiempo que la solución salina8.

➢ La ferulización dental
En algunos casos, los dientes con movilidad pueden ser tratados con un procedimiento conocido
como ferulización dental. Esta consiste en unir los dientes entre sí para aumentar su estabilidad. El
tratamiento de ferulización dental no duele y es de una alta eficacia.
Cuando dos o tres dientes, por ejemplo los incisivos inferiores que son unos de los primeros en verse
afectados por la periodontitis, presentan movilidad dental, se pueden unir a los dientes adyacentes más
estables.
Una técnica muy común es utilizar resina de relleno para sujetar los dientes que quedan unidos
por la férula. Esto se puede aplicar ya que una vez que están unidos son mucho más estables. Esto te
permitirá comer con mayor comodidad.
➢ Férula de resina: Se caracteriza por ser estética y fácil de realizar, pero frecuentemente se
fractura en el área interdental, ya que el material es frágil. Esta férula es rígida y por lo tanto
viola la demanda para la ferulización en la mayoría de los casos Además, debido a su similitud en
el color y la fuerza de adhesión al esmalte grabado, es difícil de retirar sin dañar la estructura
dental subyacente. En el caso que se coloquen puntos de resina a nivel interproximal en tercio
incisal se considera una férula flexible, férula recomendada en la guía de traumatología dental
de la Asociación Internacional de Traumatología dental del 2011.
➢ Fijación de alambre resina: Fue introducida en 1987 y desde entonces ha sido revisada y
probada tanto in vitro como in vivo.13 Una de sus ventajas principales es que la férula se
construye con materiales que generalmente están disponibles en el consultorio. Este tipo de
ferulización puede ser modificada fácilmente a una férula rígida cambiando la dimensión del
alambre o añadiendo resina a lo largo de la superficie vestibular de alambre hasta el espacio
interdental. Se recomienda el uso de alambres de ortodoncia 0,3 o 0,4 mm.
➢ Arco de alambre labial (Ridson): En esta técnica se utiliza un alambre de acero inoxidable que
será el alambre pivote (0,4mm), se realiza alrededor del cuello de un molar y se trenza,
midiendo previamente hasta donde será extendido en el arco. Luego se pasan alambres en cada
diente (0,3-0,4 mm) alrededor del cuello, cada uno de trenzado sucesivo en el alambre pivote
hasta alcanzar el molar de la hemiarcada opuesta; de esta forma el alambre principal o pivote
cumple la función de arco, para brindar la estabilidad y rigidez en segmentos alveolares
fracturados. La principal desventaja de este procedimiento es el daño periodontal y de la
mucosa bucal. Es utilizado como una alternativa de ferulización rígida ante la carencia de
materiales.

El hidróxido de calcio Ca (OH)2 es una sustancia ampliamente utilizada en endodoncia desde su


introducción por Herman en 1920 (5).
Sus propiedades para controlar la inflamación, y su actividad antimicrobiana, lo hacen
aconsejable para su empleo como medicación tópica entre sesiones o como componente de materiales
de obturación temporarios y definitivos.
Es un material ampliamente utilizado en odontología conservadora de fácil manejo, sencilla
aplicación y de muy bajo coste.
El hidróxido de calcio es un polvo blanco, inodoro, que se obtiene por calcinación del carbonato cálcico:
Co3Ca = CaO + CO2; CaO + H2O = Ca (OH)2.
Éste es un compuesto inestable, susceptible de combinarse con el anhídrido carbónico del aire,
transformándose de nuevo en carbonato cálcico, por lo que se recomienda usar el producto recién
preparado y cerrar herméticamente el recipiente que lo contiene.
El hidróxido de calcio posee un pH muy alcalino (aproximadamente 12, 4), lo cual le confiere
propiedades letales sobre las bacterias.
Para que la medicación intraconducto sea eficaz, ésta debe penetrar en los túbulos dentinarios
accediendo así a los microorganismos alojados en ellos. Para esto, el profesional debe aumentar la
permeabilidad dentinaria utilizando durante la preparación del conducto hipoclorito de sodio y EDTA,
para eliminar el barrillo dentinario.
En cuanto al tiempo de aplicación, el hidróxido de calcio debe permanecer en el conducto al
menos una semana para lograr un pH altamente alcalino en la dentina interna.
Algunos autores recomiendan que en casos de grandes lesiones periapicales, el hidróxido de calcio se
deje por un periodo de 30 días en los conductos radiculares; realizando la reposición del mismo pasados
15 días después de la colocación inicial, porque este recambio contribuye de forma positiva a la
reparación de los tejidos periapicales.

➢ Propiedades del hidróxido de calcio


• Eliminación de los microorganismos que puedan persistir en los conductos tras su preparación.
El efecto antibacteriano del hidróxido de calcio es debido al aumento del pH provocado al liberarse
iones hidroxilo, que inhibe el crecimiento bacteriano.
Hay autores que opinan que el efecto antibacteriano del hidróxido de calcio podría deberse a que éste
absorbe el dióxido de carbono, necesario para el desarrollo de muchas especies bacterianas.
Se ha comprobado que el hidróxido de calcio hidroliza la fracción lipídica de los lipopolisacáridos,
presentes en la pared celular de muchas bacterias anaerobias, favoreciendo la destrucción bacteriana.
• Reducción de la inflamación de los tejidos periapicales.
• Controla el absceso periapical: mediante una disminución del exudado persistente en la zona apical.
• Momificación de las sustancias orgánicas que puedan quedar en los conductos radiculares.
• Favorece la disolución del tejido pulpar, al combinar la acción del hidróxido de calcio con la irrigación
de hipoclorito de sodio.
• Previene la reabsorción inflamatoria radicular.
• Reparación hística periapical: En casos de periodontitis con osteolisis o posibles lesiones quísticas ,
debido al efecto de actividad antimicrobiana (pH elevado) y de inhibición de la lisis ósea mediada por las
prostaglandinas.
• Mejora la acción anestésica: Ya que reduce la sensibilidad de la pulpa inflamada difícil de anestesiar en
una primera sesión.
• Previene o controla el dolor postoperatorio, mediante su acción antimicrobiana y antiinflamatoria. Sin
embargo, algunos autores opinan que el dolor postoperatorio no está relacionado solamente con la
presencia de bacterias, sino también con una irritación química o traumática provocada durante los
procedimientos operatorios tales como la sobreinstrumentación o un desbridamiento incompleto de los
conductos.
ndicaciones del hidróxido de calcio como medicación intracoducto
• En conductos radiculares con anatomía compleja con múltiples zonas inaccesibles a la instrumentación
y a la irrigación.
• En las periodontitis apicales y cuando se sospechen reabsorciones del ápice, en los que puedan
permanecer bacterias inaccesibles al tratamiento endodóntico (17, 18).
• En los casos en los que el profesional cuente con poca experiencia clínica y realice el tratamiento
endodóntico en varias sesiones.
• En pulpas necróticas, donde el operador no tiene la certeza de haber conseguido eliminar
completamente la infiltración bacteriana.
• En hemorragias pulpares, durante el procedimiento de extirpación pulpar.
• En tratamientos de apicoformación, en dientes permanentes jóvenes.
• En todos los tratamientos que se realicen en más de una sesión operatoria.

Modo de preparación
Cuando el hidróxido de calcio se usa como medicación temporal intraconducto, se emplean preparados
que no fraguan, y que se solubilizan y reabsorben en los tejidos vitales.
El vehículo más usado para ser mezclado con el hidróxido de calcio es el agua destilada, aunque entre
los más frecuentes también se encuentran la solución anestésica, clorhexidina, suero fisiológico,
paramonoclorofenol alcanforado, yodoformo y propilenglicol.
Para rellenar el conducto con hidróxido de calcio, se puede utilizar una pasta industrializada (ejemplo,
Calcipulpe®, Septodont®; Octocanal®, Clarben); o preferiblemente preparar una pasta en el momento
del uso, utilizando hidróxido de calcio puro, en polvo, disponible en casas comerciales o fabricado por un
laboratorio farmacéutico.

En este caso el hidróxido de calcio en polvo debe mezclarse con un vehículo acuoso, de los
anteriormente citados, hasta obtener la consistencia deseada. Para ello, debemos poner sobre una
loseta de vidrio esterilizada una pequeña cantidad de hidróxido de calcio puro, y a su lado, algunas gotas
de agua destilada.
Luego mezclar con una espátula lentamente los dos componentes, llevando paulatinamente el
polvo al líquido, hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
Cuando se requiere prolongar la acción del hidróxido de calcio durante más de una semana,
como ocurre en los tratamientos de apicoformación, se recomienda un vehículo viscoso como el
propilenglicol o la glicerina.
En casos de hemorragias pulpares provocadas por la extirpación pulpar o por una sobreinstrumentación
del conducto durante la primera visita; se debe mezclar el hidróxido de calcio hasta conseguir una pasta
consistente y colocarla en la cámara pulpar, atacándola dentro de los conductos con la ayuda de una
lima embolada en algodón, fabricada por el profesional.
La pasta de hidróxido de calcio debe llenar por completo la totalidad del conducto, para ello es útil
realizar una radiografía de comprobación. El hidróxido de calcio puro no es radiopaco, por lo que
algunos autores recomiendan añadir a la mezcla de hidróxido de calcio una pequeña cantidad de
yodoformo, que aumentará considerablemente su radiopacidad para detectarlo radiográficamente.
También existen preparados comerciales de hidróxido de calcio con yodoformo (Metapex®, Metadental)
u otros que incorporan sulfato de bario para darle radiopacidad (Metapaste®, Metadental).
En los dientes en los que ha fracasado el tratamiento endodóntico, las bacterias más prevalentes son las
anaerobias facultativas, especialmente el Enterococcus faecalis; en estos casos se recomienda mezclar
una proporción de hidróxido de calcio con paramonoclorofenol alcanforado, obteniendo buenos
resultados.
Se realiza la introducción de la pasta acuosa de hidróxido de calcio en los conductos radiculares
mediante un léntulo preferiblemente manual (Handy lentulo®, Maillefer), o con una lima, llevándolo
hasta la constricción apical.
Algunos autores recomiendan que una vez se haya rellenado el conducto, se coloque una punta de
gutapercha del mismo calibre que el último instrumento utilizado, para evitar los espacios vacíos y para
facilitar el traspaso de una ligera cantidad de pasta más allá del foramen apical por su acción
antiinflamatoria, alcalinizante y antiexudativa.

Caliskan también apoya esta conducta en casos de lesiones crónicas con presencia de fístula (23).
Una vez llenado el conducto con hidróxido de calcio, debemos limpiar la cámara pulpar, colocar una
bolita de algodón y sellar adecuadamente la cavidad de acceso con un cemento temporal resistente,
como el IRM® de Dentsply Maillefer, ya que un mal sellado puede favorecer la filtración de saliva, la cual
inhibirá la acción del hidróxido de calcio, y esto llevará probablemente al fracaso del procedimiento.

Modo de empleo
Es difícil retirar la totalidad del hidróxido de calcio de los conductos en una segunda sesión, ya que
éste tapona los túbulos dentinarios dificultando el sellado (24). Se sugiere irrigar abundantemente con
hipoclorito de sodio al 2,5 por ciento. Después de esto colocar EDTA líquido (EDTA solution®, Pulpdent)
(Figura 8) (25) con una pipeta (Figura 9) y dejar que actúe durante 5 minutos y realizar una última
irrigación con hipoclorito de sodio, para remover la pasta de hidróxido de calcio remanente, y propiciar
así las condiciones óptimas para la obturación definitiva del conducto.

➢ TÉCNICA DE FRANK

Como material de obturación temporal se sugiere una pasta de hidróxido de calcio, debido a su
rápida disponibilidad, la simplicidad de preparación y la facilidad de eliminación. El hidróxido de calcio
también tiene la ventaja de no provocar problemas si el exceso de material pasa hacia la zona periapical,
puesto que puede reabsorberse. No obstante, se han obtenido resultados satisfactorios comparables
con otras pastas y medicamentos; por lo tanto, es relativamente poco importante qué medicación o
pasta se utilice.

Es importante colocar la obturación del conducto radicular tan pronto como se han efectuado el
desarrollo y el cierre apicales. A pesar de que la pasta de sellado absorbible es adecuada para reducir el
espacio del conducto y sus contaminantes, debe reemplazarse por una obturación permanente para
prevenir la posible recidiva de patología periapical. La gutapercha es la obturación no reabsorbible del
conducto radicular de elección. La terapia no se considera finalizada hasta que se ha logrado un
desarrollo apical adecuado y se ha colocado una obturación permanente del conducto.

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