Está en la página 1de 3

ENSAYO SEMANA 3

Alumna: Gabriela Lizeth García Briceño.


Libro: e s a ti a quie n
Maestro: Mao Fidel. buscas.

Carrera: Lic. Ciencias de la comunicación.

Semestre: Cuarto.

Lugar: Cd. Victoria Tamaulipas, México


Vemos el problema como una oportunidad de crecimiento y desarrollo, por muy
desafiante que sea haciendo énfasis en las recomendaciones porque cuando se saben
controlar las emociones podemos llegar a la transformación intencional, porque cuando
nos inunda el pánico nos paralizamos y de verdad quedamos a la deriva en la vida,
perdiendo la capacidad de tomar decisiones el cambio en si no es el verdadero problema,
sino como lo afrontamos mientras nos adaptamos a él o encontramos una mejor solución
para sobrellevarlo es normal sentir que este tipo de situaciones nos desestabiliza, pues
mueven el piso en el que normalmente caminábamos.

Nos sacan de manera forzada de nuestra zona de confort y nos ubican en terrenos
inexplicables que nos llenan de incertidumbre. Pero, así como pueden representar
problemas y desafíos, también podemos verlos como grandes oportunidades para crecer
y aprender de ellos, pues, aunque vivimos una tremenda incertidumbre y no podemos
saber con exactitud cuál será el resultado de nuestras decisiones, si podemos determinar
cómo queremos enfrentar los retos que la vida nos presenta.

Si reflexionamos un poco, nos daremos cuenta de que es ´precisamente esa persistente


resistencia al cambio lo que más sufrimiento nos genera en el transcurso de nu estra vida,
fluir hacia la aceptación es normal que el miedo aparezca, pero lo importante es no dejar
que nos domine pues si lo hacemos no estaremos negando a la posibilidad de
sorprendernos con aspectos que quisa nunca hemos visto considerado ni experimen tado
nuestra actitud tiene un papel muy importante, pues los únicos que podemos tomar la
decisión de disfrutar este viaje llamado vida somos nosotros y nadie más.

Si comenzamos a ver los desafíos que nos representan el cambio como nuevas
oportunidades para experimentar y aprender, descubriremos otras maneras de
movernos con la vida, más libres de prejuicios y pensamientos limitantes, es hora de abrir
nuestro corazón a las bendiciones escondidas que hay detrás de cada situación, después
de todo, la vida es una cadena de pequeñas muertes y renacimientos.

Cambiar de la percepción a la reflexión te llevará a ver la luz donde antes había sombra,
no te enfrasques en el negacionismo, en la incredulidad o en el pesimismo. Recuperar y
alimentar la capacidad de asombro es imprescindible para abrir nuestro corazón a
nuevos puntos de vista, lee todo lo que puedas, todo lo que pase por tus manos, incluso
aquellos libros cuyas temáticas nunca pensaste que podrías leer. Haz amigos en lugares
insospechados, el hecho de expon erte constantemente a nuevas experiencias te
ayudará a adaptarte con mayor rapidez cuando te enfrentes a un cambio inesperado.
Esta bien ser organizado y querer mantener cada momento del día en la agenda, pero
no excedas, déjate llevar por la incertidumbre cotidiana, cuando aceptamos que todo en
el plano material tiene una fecha de caducidad, es más sencillo estar conscientes de las
oportunidades que nos regala el cambio cotidiano, es el momento de aprovechar al
máximo y disfrutar todo lo que se te vaya presentando en el camino.

Recuerda, bueno o malo, agradable o desagradable, placentero o doloroso, o cualquier


otra dupla que se te ocurra, son solo calificativos que nuestra mente le pone a todo por
costumbre, si trasformamos nuestras creencias entorno a los cambios, aprenderemos
que es posible improvisar y confiar en el resultado que obtendremos de ellos. Al modificar
nuestros propios sistemas de creencias, tendremos una actitud distinta, aprenderemos
a aceptar la incertidumbre sin resistirnos, confiaremos en el resultado y lograremos una
visión más bella y placentera de la vida. Además, estaremos en paz con el viaje que
hemos decidido crear para nosotros.

La mayoría de nosotros vivimos inmersos en un ritmo de vida acelerado, madrugamos


todos los días, desayunamos con apuro y salimos corriendo para alcanzar el autobús o
tren que nos llevará a nuestra escuela o lugar de trabajo. Nos enfrentamos a largas
clases o montañas de trabajo pendientes. Comemos lo más rápido posible para volver a
nuestras ocupaciones vespertinas y al terminar la jornada volvemos a internarnos en el
flujo de personas, autos y transportes que también se dirigen a casa y al día siguiente
ocurre lo mismo.

Con la misma rutina cinco días de la semana por el resto del año es natural que llegue
el punto donde nos sintamos desconectados de nosotros mismos, ahogados y perdidos,
no sabemos si lo que estamos haciendo con nuestra vida es correcto, pues no tenemos
una visión clara de nuestro futuro.

Si a eso le sumamos el clima de incertidumbre y conflicto también se respira el mundo


cuando nos asomamos al noticiario o a las redes sociales, el estrés aumenta. Cambio
climático, conflictos bélicos y políticos pandemias, crisis económicas.

También podría gustarte