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La nieve es resultado de un fenómeno meteorológico que consiste en la precipitación de

pequeños cristales de hielo.1 Los cristales de nieve adoptan formas geométricas con ca-
racterísticas fractales y se agrupan en copos.

Se puede ver nieve en las zonas altas del Nevado Verónica, en Cusco (Perú)

Si no hay nubes no nieva La nieve es el vapor de agua que experimenta una alta deposi-
ción en las nubes a una temperatura menor a 0 °C y posteriormente cae sobre el suelo.
Está compuesta por pequeñas partículas ásperas y es un material granular. Normalmente
tiene una estructura abierta y suave, excepto cuando es comprimida por la presión ex-
terna. Consiste en agua cristalina congelada en las nubes durante todo su ciclo de vida,
comenzando cuando, en condiciones adecuadas, los cristales de hielo se forman en la at-
mósfera, aumentan a un tamaño milimétrico, se precipitan y se acumulan en las superfi-
cies, luego se metamorfosean en su lugar y finalmente se derriten, se deslizan o sublimar.2
Las tormentas de nieve se organizan y desarrollan alimentándose de fuentes de humedad
atmosférica y aire frío. Los copos de nieve nuclean alrededor de las partículas de la atmós-
fera atrayendo gotas de agua superenfriadas, que se congelan en cristales de forma hexa-
gonal. Los copos de nieve adoptan una gran variedad de formas, entre las que destacan
las plaquetas, las agujas, las columnas y la caliza dura. A medida que la nieve se acumula
en un manto de nieve, puede soplar en forma de ventisqueros. Con el tiempo, la nieve acu-
mulada se metamorfosea, por sinterización, sublimación y congelación-descongelación.
Cuando el clima es lo suficientemente frío como para que se produzca una acumulación
anual, puede formarse un glaciar. De lo contrario, la nieve suele derretirse estacional-
mente, provocando la escorrentía hacia arroyos y ríos y recargando las aguas subterrá-
neas.
Las principales zonas propensas a la nieve son las regiones polares, la mitad más septen-
trional del hemisferio norte y las regiones montañosas de todo el mundo con suficiente hu-
medad, temperaturas frías y altitud. En el hemisferio sur, la nieve se limita principalmente a
las zonas montañosas, aparte de la Antártida.3
La nieve afecta a actividades humanas como el transporte: creando la necesidad de man-
tener las carreteras, las alas y las ventanas despejadas; la agricultura: proporcionando
agua a los cultivos y salvaguardando el ganado; los deportes como el esquí, el snow-
board y los viajes en moto de nieve; y a la guerra. La nieve también afecta a los ecosiste-
mas, ya que proporciona una capa aislante durante el invierno bajo la cual las plantas y los
animales pueden sobrevivir al frío.4
La nieve se desarrolla en las nubes, que a su vez forman parte de un sistema meteoroló-
gico mayor. La física del desarrollo de los cristales de nieve en las nubes es el resultado
de un complejo conjunto de variables que incluyen el contenido de humedad y las tempe-
raturas. Las formas resultantes de los cristales que caen pueden clasificarse en una serie
de formas básicas y combinaciones de las mismas. Ocasionalmente, pueden formarse al-
gunos copos de nieve en forma de placa, dendríticos y estelares bajo un cielo despejado
con una inversión de temperatura muy fría presente.5
Las nubes de nieve suelen producirse en el contexto de sistemas meteorológicos más am-
plios, el más importante de los cuales es la zona de bajas presiones, que suelen incorporar
frentes cálidos y fríos como parte de su circulación. Dos fuentes adicionales y localmente
productivas de nieve son las tormentas de efecto lago (también de efecto mar) y los efec-
tos de elevación, especialmente en las montañas.

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