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Estética de los Primeros

Poetas

Hesíodo y la Musa, por Gustave Moreau


(Museo de Orsay, París).
Hesíodo (en griego antiguo,
Ἡσίοδος [Hēsíŏdŏs]; en
neogriego, Ησίοδος; en latín,
Hēsiodus), segunda mitad del
siglo viii a. C. o la primera del
siglo VII a. C.

Un poeta arcaico, posiblemente Hesíodo.


Copia romana de un original helenístico,
Museo Británico.
Poeta de la Antigua Grecia. Su datación en torno al año 700 a. C.
es discutida. Algunos autores lo han considerado también como el
primer filósofo griego [Enrique Ángel Ramos Jurado (1979), Los filósofos griegos y
Hesíodo, p.17, en Revista Habis, (10), pp.17-38]. La investigación actual suele
situar cronológicamente a Hesíodo como posterior a Homero y
sitúa su nacimiento hacia la segunda mitad del siglo viii a. C. o la
primera del siglo vii a. C. Hay acuerdo en que fue anterior a
Simónides de Ceos, ya que se considera evidente que este se
inspiró en versos de Los trabajos y los días, de Hesíodo. No es,
en cambio, seguro que fuera anterior a Arquíloco de Paros,
puesto que es posible que las coincidencias que se dan entre la
obra de ambos pueda ser debida a que los dos usaran una fuente
común.
Hesiodi Ascraei quaecumque exstant
(Escritos reunidos de Hesíodo el
ascreo), 1701.
Los datos biográficos de Hesíodo se han obtenido principalmente de lo que él mismo dice en sus propias
obras, con la excepción del dato del fallecimiento (que procede de Aristóteles).

El padre de Hesíodo se dedicaba al comercio de cabotaje en Cumas, en la costa occidental de Anatolia,


donde pretendió hacer fortuna pero, arruinado, tuvo que regresar a la tierra de sus padres: Beocia. Allí,
en la pequeña población de Ascra, se le concedieron unas tierras y se dedicó a cultivarlas y al pastoreo, y
fue probablemente donde nació Hesíodo. Este pasó su infancia y adolescencia dedicándose también a la
agricultura y al pastoreo, junto a su hermano Perses, con quien acabó enfrentado debido a la herencia
que recibieron. Al parecer, Perses había dilapidado su parte rápidamente y entabló un pleito judicial con
Hesíodo. El tribunal de justicia dio la razón a Perses y Hesíodo tuvo que darle parte de lo que había
recibido como herencia. Con posterioridad, Perses volvió a quedar en situación económica precaria e
intentó recurrir a la ayuda de su hermano al que incluso volvió a amenazar con ir a los tribunales, pero
este rehusó ayudarlo.

Hesíodo cuenta que decidió hacerse poeta cuando las musas se le aparecieron mientras estaba con su
rebaño al pie del monte Helicón.

Fue a Calcis para asistir a unos juegos funerarios en homenaje a Anfidamante, y allí participó en un
certamen poético en el que venció. Obtuvo como premio un trípode de dos asas que ofreció a las musas
del Helicón.

Murió en Ascra. Poco tiempo después, Ascra fue atacada por los tespios, que destruyeron la ciudad. Los
supervivientes se fueron a Orcómeno y llevaron con ellos las cenizas de Hesíodo, que colocaron en el
ágora, al lado de la tumba de Minias, el héroe epónimo de la ciudad.
Hesíodo y la Musa, por Gustave
Moreau (Museo de Orsay, París).
Hay otros datos acerca de Hesíodo que fueron transmitidos por otras fuentes antiguas: el Certamen de
Homero y Hesíodo, una Vida de Hesíodo, el artículo de la Suda, un relato de Plutarco y otro relato de
Pausanias. Sin embargo, estos datos se consideran dudosos.

En el Certamen de Hesíodo y Homero se relata una competición poética en la que el público proclamó
vencedor a Homero pero los jueces otorgaron el premio a Hesíodo por haber cantado este la paz
mientras Homero había cantado la guerra.

Una leyenda acerca de la muerte de Hesíodo decía que un oráculo había advertido a Hesíodo que debía
evitar el paso por Nemea, por lo que cambió de ruta para tratar de eludir el peligro, pero en Énoe, en
Lócrida Ozolia, encubrió a un hombre que había seducido a la hija de su huésped. Los hermanos de ella,
para vengarse, atrajeron a Hesíodo al santuario de Zeus Nemeo, donde lo mataron, junto a su sirviente,
y lo tiraron al mar. El cuerpo fue recogido por delfines, que lo dejaron en Rion, situado junto a Molicria
a la entrada del golfo de Corinto. Los locrios recogieron el cuerpo, persiguieron a sus verdugos, los
mataron y los arrojaron al mar. El cuerpo de Hesíodo fue sepultado en un lugar guardado en secreto por
los habitantes de Naupacto, ya que los de Orcómeno querían llevarse los restos. Pero, según cuenta
Alcidamante, quienes mataron a Hesíodo huyeron en una embarcación, hasta que Zeus los fulminó.

Pausanias señala que algunos admitían como verdadero y otros no que la causa del crimen fuera la
deshonra de la joven, y cuenta que los de Orcómeno, aconsejados por la Pitia, siguieron el vuelo de una
corneja, que les condujo hasta la tumba de Hesíodo, y así se hicieron con sus restos.

Se supone que el origen de la leyenda es la rivalidad que había entre Naupacto y Orcómeno por
considerarse ambos lugares como el de la tumba de Hesíodo.
Sus obras, como las de Homero, fueron objeto ya desde el siglo
vi a. C. de estudio y veneración.

Hesíodo puso por escrito y ordenó todo el cuerpo mitológico


transmitido hasta entonces de forma oral. En su obra se basaron
los mitógrafos posteriores clásicos, gracias a lo cual se ha
conservado en gran parte.

Se le han atribuido muchas obras, pero actualmente se


consideran auténticas solo la Teogonía, en la que relata la
genealogía de los dioses de la mitología griega a modo profético
(escrita en versículos), como lo escrito en 'Trabajos y días, los
54 primeros versos de El escudo de Heracles — el resto se
considera apócrifo — y el Catálogo de mujeres (también llamado
Eeas). De este último, solo quedan fragmentos.

Otras obras que le fueron atribuidas y de las que se conservan


fragmentos son:

Consejos de Quirón o Lecciones de Quirón.


La boda de Ceix.
Grandes Eeas (Μεγαλαι εοιαι).
Melampodia (Μελαμποδεια).
Descenso de Pirítoo
Dáctilos ideos.
Grandes trabajos (Μεγαλα εργα).
Egimio (Αἰγίμιος).
Los alfareros.
Ornitomancia.
Astronomía.
Otros fragmentos.
Eponimia:

El cráter lunar Hesiodus lleva este nombre en honor


del poeta.

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