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DOS MODELOS DE LA MENTE

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El psicólogo CORDONWILLARDALLPORT 1, comentando las po-
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~~,,~ nencias realizadas en el XIV Congreso Internacional de Psi-


cología -cuyo eje temático fue la teorización sobre persona-
lidad- señaló la existencia, a escala mundial, de dos psicolo-
gías que, según él, monopolizarían la casi totalidad del haber
investigativo y conceptual. Estas dos psicologías estarían im-
pulsadas por conceptos antagónicos del hombre, esto es, por
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("-=' 'r········')' cosmovisiones que, explicitadas o no, irían dejando su im-
pronta en las definiciones de objeto y método que se van
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dando los psicólogos y también, en la vida ordinaria, en la
idea que se tiene sobre la mente humana.
Este antagonismo ontológico y gnoseológico se reflejaría,
para ALLPORT, en una suerte de geopolítica de la psicología:
por un lado, la tradición angloamericana nacida en JOHNLoc-
KE, DAVIDHUMEo DAVIDHARTLEY; por otro, la centroeuropea,
Raúl Scrroni-Copdllo hija de RENÉDESCARTES, COTTFRIEDLEIBNIZ o IMMANUEL KANT.Re-
Editor cordemos que para LOCKEy los empiristas en general la men-
te humana era, en su origen, una hoja en blanco, y sobre ella
las sensaciones garabatearían los contenidos. El ambiente, en
este esquema, es el verdadero constructor del psiquismo, y la
mente no trae al mundo más que sus ínsitas maleabilidad y
pasividad. La cultura racionalista y apriorista centroeuropea
opuso, ante todo a través de LEIBNIZ, un modelo opuesto: el
psiquismo es autodinámico, se maneja con fuerzas propias,
nace organizado y tiende naturalmente al movimiento. Ad-
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mitiendo que su propuesta conlleva la posibilidad de una su- inconmovible: LUOWIG KLAGES, PHILIPPLERscH, J. P. GILBERT,
SIG-
persimplificación de la historia de la psicología, ALLPORr se MUNO FREUO o CARLJUNGserían exponentes típicos.
mantiene, empero, firme en la idea de que la teoría co~tem- Por último, también habría disidencias metodológicas. El
poránea refleja aún esta polaridad inicial y que ello se ha ma- empirismo, como sabemos, echó las bases del positivismo y
nifestado en las ponencias del congreso. del positivismo lógico, y esto da color a las investigaciones
¿En qué sentido los psicólogos de hoy recorren, peniten- angloamericanas tanto como a sus constructos teóricos. Esta
temente, aquellos trajinados senderos? Las psicologías ingle- vertiente epistemológica se retrata en el ateoricismo anglosa-
sa y norteamericana continúan con tenacidad adheridas al jón (<<filosofía»o «especulación» son vocablos que se utilizan
atomismo gestado por los primeros asociacionistas, y conci- con fin ofensivo), su rígido experimentalismo, su búsqueda
ben un psiquismo construido de abajo hacia arriba, esto es, de una creciente simplicidad, parsimonia o «elegancia». Para
nacido de la sumatoria de elementos discretos. Los modelos la militancia empirista el concepto centroeuropeo de mente
estímulo-respuesta (con o sin variables intervinientes) no se- es nebuloso, descansa sobre corazonadas o conclusiones de
rían sino la continuación fisicalista del mentalismo asociacio- sillón y sus conceptos van, indebidamente, mucho más allá
nista: lo que antes fue la suma de ideas simples que da lugar de los datos. Y, en efecto, el psicólogo europeo confía en la
a las ideas complejas, es hoy suma de condicionamientos re- captación fenomenológica, en la empatía, en la comprensión
flejos que da como resultado la personalidad. A este enfoque súbita y en ~a pura y simple descripción. Al rigor opone la
Europa continental opone su tradición holística o guestáltica: fecundidad conceptual, sin la cual, supone, ni siquiera es po-
el todo es bastante más que la suma de las partes; la organi- sible saber qué investigar.
zación indica la función de cada elemento. En la mente adul- Estaríamos entonces, y en los marcos de esta simplifica-
ta (DILTHEY, EouARoSPRANGER) sólo la organización extraindivi- ción, ante una psicología lockeana y otra leibniziana o kantia-
dual de la cultura y sus símbolos explica el acto aislado de na, y ambas poseerían sus dominios geográficos y políticos.
cualquier sujeto. En el fondo, la querella moderna empirismo-apriorismo ha-
La tradición angloamericana, en tanto que heredera del bría efectuado una pirueta adaptativa instalándose, sin que
ambientalismo empirista, sería, para ALLPORT, más optimista lo percibiéramos, en el centro de la lucha contemporánea por
que la centroeuropea. Los modelos de mente conexionista, imponer modelos de psiquismo -y de hombre-, aunque
funcionalista o conductista, con aceptar la idea de una casi con propósitos históricos distintos (o, en su defecto, la esci-
infinita maleabilidad, dejan siempre abierta la posibilidad de sión de hoy sería un remanente inercial de aquella vieja y
convertir al transgresor en sujeto moral, al réprobo en virtuo- mucho más significativa bifurcación filosófica).
so, al enfermo en sano, al inerme intelectual en sabio, etcéte- ¿Cuáles son las determinaciones sociohistóricas que pro-
ra. Como hubiera señalado ERICH FROMM: el amor y el odio, el vocaron o facilitaron esta distribución geopolítica de los con-
deseo de poder y el anhelo de sumisión, el goce de los place- ceptos de hombre y de sus consecuentes psicologías? El filó-
res sexuales y el miedo a ese goce, todos ellos son resultantes sofo francés LUOENGOLOMANN 2 propone una interpretación

del proceso social; pasiones y angustias humanas son un pro- emergente de las premisas del materialismo histórico. Según
ducto ambiental. El pesimismo europeo, en cambio, proven- él, la tradición empirista derivaría de los actos concretos por
dría del endogenismo propio de sus filosofías y psicologías, medio de los cuales la burguesía inglesa luchaba para impo-
las cuales, habitualmente, nos presentan un psiquismo con- ner su poder, en tanto el racionalismo francés reflejaría, tam-
formado por estratos caracteriales de base innata, o bien por bién puntualmente, las vicisitudes de las burguesías conti-
una vida pulsional de objetivos cambiantes pero fuente nentales.
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En efecto; fue en Inglaterra donde la burguesía realizó gaciones actuales, dista mucho de su cancel~ción.
sus primeras conquistas fácticas, obligando a la nobleza a un ¿Nada hay en el intelecto que no haya Ingresado por los
cogobierno en el que su participación languidecería progresi- sentidos? Es posible, según evidencias investigativas (algu-
vamente. La dialéctica de la realidad social británica fue una nas ya clásicas). En la década del 50, algunos estudios esta-
afirmación en la praxis concreta, y el empirismo, realista, blecieron que la imagen corporal deriva de procesos de
agnóstico, sensista y ateórico, resultó la infrutescencia inte- aprendizaje y no de algún sistema cenestésico invariante3• La
lectual de una clase que no necesitó luchar por principios ni verificación se realizó sobre el fenómeno del miembro fantas-
por entes de razón. Los hechos de la experiencia eran su ob- ma, el cual no existe cuando la carencia es innata o se origina
jeto; en ellos estaba contenida una realidad que se autoexpli- al nacer. Treinta años antes, R. N. ZINGG había constatado, en
caba.
niños criados por lobos, la imposibilidad definitiva de la bi-
Las burguesías continentales y ante todo la francesa, su pedestación y del lenguaje articulado, así como el arraigo in-
punta de lanza, se encontraban en otra situación. Sin posibili- extirpable de los hábitos generales de esa especie4• Prome-
dad de negociar el poder de a peldaños, se enfrentaron a una diando los '50, otros tipos de experiencias controladas evi-
nobleza autocrática y poderosa con argumentos, principios, denciaron que la autopercepción, el sentido del «yo>~,la i~~e-
derechos, cos~ovisiones. La lucha resultó ante todo ideológi- gración de los procesos de pensamiento y la no dIsperslOn
ca: el. pensamIento burgués -libertad, igualdad jurídica, per- perceptual, ~n variable dependiente del campo de e~tímulos
sonalIsmo- sustituyó a la acción burguesa, las ideas a las presente, esto es, que los llamados procesos s.upenor~s se
armas, la razón a la experiencia. Más adelante, Estados Uni- conservan organizados en tanto y en cuanto eXIsta un mput
dos continuará, con su pragmatismo, la tradi~ión insular sensorial externo que los «contenga»; con lo que, básicamen-
constituyéndose una entidad transcontinental de afirmació~ te, no constituirían más que respuestas complejas a estímulos
gloriosa de la burguesía. Alemania, Francia, todo el centro de complejos 5.
Europ~, van a su zaga en lo que respecta al poder, pero han
consolIdado ya una tradición cultural principista e ideologi- Quizá se deba al psicólogo norteamericano MARI<ROSFNZ-
cista sin camino de retorno. WEIG el hallazgo más contundente en favor de las tesis am-
Sin quitar autoridad a estos enfoques que procuran pre- bientalistas. En experimentos realizados con ratas comprobó
sentar ambas filosofías como formas superestructurales des- que aquellas que habían sido criadas en contextos muy pro-
tinadas a le?itimar o demoler modos de producción, pensa- ,,' ' vistos de estimulaciones sufrían cambios en el metabolismo
mo~ 9ue, aSI com? hay un,a historia externa de las ideas psi- cerebral, engrosamiento de la corteza y facilitación notoria de
cologlCas -que bIen podna ser la aludida-, hay otra, inter- todos los aprendizajes posteriores, en tanto que los animales
na, que a veces resulta una derivación mediada de la anterior hipoestimulados quedaron sumidos en un bajo rendimiento
ya veces no . crónico 6. Estos descubrimientos se extrapolaron con éxito al
. Una de las razones por las cuales puede hablarse de una plano humano, inaugurando la era de la «estimulación tem-
tradición lockeana y otra leibniziana en psicología parece te- prana». La estimulación cerebral intrauterina, producida con
ner una autonomía flagrante de las condiciones infraestruc- recursos acústicos y lumínicos, se muestra también capaz de
turales. Apriorismo o empirismo, endogenismo o exogenis- generar rendimientos cognoscitivos superiores. La masa ce-
mo, biologismo o ambientalismo, heredado o aprendido: éste rebral y con ella su núcleo precioso, la inteligencia, ostentan
es el .corazón d~l debate científico actual en psicología, deba- la misma docilidad hacia el ambiente que la tabla rasa de
te abIerto que, SI nos atenemos a los resultados de las investi- LOCKE.
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El psicólogo chino Z. Y. Kuo 7, luchador infatigable contra la misma actividad celular no proviene del estímu~o externo,
el apriorismo de cuño instintivista, logró la coexistencia pací- sino del funcionamiento vital mismo. Los orgams~os -y
fica de ratas y gatos, demostrando con ello la ausencia, en las sus correspondientes psiquismos- n~cen ~ar~ funclOnar y
primeras, de la propensión a huir, y, en los segundos, a co- estar vivos. La mente humana no reqUIere SIqUIera la presen~
merlas. No es posible siquiera una enumeración sumaria de cia de un objeto por percibir o de un suje~o por con:actar; SI
los hallazgos proempiristas de los teóricos del aprendizaje, éstos no están, el propio individuo saldra en s~ busqueda.
pero parece pertinente la mención de la tendencia más atre- Tanto los animales corno los niños muestran I::rslstentes ~en-
vida en esta escuela. El reflexólogo soviético K. M. BYKov, dencias hacia la actividad curiosa, la exploraclOn, la mampu-
quien desde los años '20 comenzó a explorar la posibilidad lación y la exposición a estímulos nuev?s, aun, cuand~ los
de condicionar vísceras a través de los interoceptores, inició impulsos. biológicos conocidos hay~n sld~ satIsfechos. El
una tradición de condicionamientos internos -vasos sanguí- hombre no estaría movido por el estImulo mterno o externo
neos, riñones, metabolismo, corazón, ritmos fisiológicos- su meta última no sería el reposo, sino un incremento con~
que hoy se ha impuesto la empresa más audaz: generar o iante de la tensión en aras de batir incesantes records, neceSI-
suspender «instintos»8. Corno sabemos, buena parte de la tra- dad que habría hecho nacer el jue~o y :1.deporte1o.,. ..
dición leibniziana descansa sobre la idea de un programa he- El niño humano nacería con dlSposlClOnes orga~lcas, h~J~s
redado de conductas (instintos) o de impulsos de objeto va- de la evolu~ión, que necesitan actualizarse en la mte~acclOn
riable pero fuente somática. Pues bien, la puerta ha quedado con el medio social; y un buen ejemplo puede s~r el ar~~ de
abierta, desde BYKov,para que aun estas fuentes de los instin- Broca, órgano históricobiológico qu~ facilita la mtelecclOn y
tos, propensiones o impulsos, puedan ser influidas por la articulación dellenguajell. Los estudlOs de ARNOLDGESELL c?n
experiencia en grados impredecibles. Las evidencias señala- niños y de KONRAO LORENZcon animales ~p~ntan a desprecIar
das no llevan más que a una conclusión: el hombre nace sin los factores del ambiente y del aprendIzaJe, subrayando el
psiquismo; y no hay operaciones cognitivas, tendencias, sen- primero la gravitación de lo maduracional y e~ segundo la
timientos, deseos o aptitudes que no respondan a un proceso fuerza del instinto. El psiquiatra JOHNLIu,y 12, plOn~ro de ~as
de asimilación de lo que la cultura propone. investigaciones sobre deprivación sensorial, descnbe la m-
Pero recordemos que, para LEffiNIz,nada hay en el intelec- tensa autoactividad psíquica que se genera cuando se an~l~
to que no haya ingresado por los sentidos, excepto el propio el campo de estímulos exteriores, atribuyendo tal product1v~-
intelecto (nisi intel1ectus ipse). No con sus rasgos adultos, pero .' dad a la sustancia nerviosa misma y no a hechos de aprendI-
sí corno gérmenes a madurar, las funciones psíquicas son zaje. . d 't'
virtualidades que traemos al mundo. ¿Existen evidencias que Nada más lejos de nuestra intención que zanjar ogma 1-
amparen a este aserto? camente este dilema lockeano-leibniziano al cual se enfrenta
Las teorías psicológicas llamadas «maduracionales» sos- la laboriosa investigación; sólo nos anima dejar expuesto el
tienen que, hasta que ciertos centros nerviosos se mielinicen, problema en sus perfiles más sugestivos. Se han gropu,e~to,
algunas actividades serán imposibles; pero una vez organiza- corno es de suponer, muchas fórmulas de transacclOn teo~l~a;
dos los factores internos del desarrollo, las funciones apare- y, excepto el conductismo radical, por un lado, y el, gen~t1Cl~-
cerán sin aprendizaje. ALLPORT, JOSEPHNUTTIN,CARLROCERSY mo extremo de algunos biólogos, por otro, la teona ~slcolo-
ABRAHAM MASLOW,en textos que serán citados a lo largo de gica actual acepta a un tiempo los hechos de la he~encla y del
este libro, nos ofrecen una muy rica evidencia experimental y ambiente. Sin embargo, aunque hablemos de senes comple-
observacional. En ella se constata que el punto de partida de mentarias (FREUO)o de construcción (JEANPlACET)-para re-
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chazar la simplificación «o herencia o ambiente»- sigue en


pie el tema del peso de cada instancia en esta interacción; y
una teoría psicológica útil será aquella -aún inexistente-
que dé precisiones unÍvocas sobre la acción recíproca entre
las experiencias sociales específicas y los procesos específicos
de raíz genética. La polémica contemporánea no lo es de
extremos, sino apenas de énfasis. Y la psicología humanística
se destaca por su énfasis en la tradición nacida en LEIBNIz,tra-
dición sin embargo muy heterogénea y que revisaremos his-
tóricamente.

REFERENCIAS

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Estados Unidos». En H. David y Von Brackern, Teorfas de la personalidad,
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