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La parálisis fácil sin ningún otro síntoma ocurre con mucha frecuencia en la llamada
“Parálisis de Bell”.
1. ANTECEDENTES.
La parálisis facial es la causa más frecuente de parálisis facial (tipo periférico).
CAUSALES.
Es un padecimiento unilateral de aparición brusca en personas “aparentemente sanas”.
Su naturaleza es desconocida no obstante se puede relacionar a las siguientes situaciones.
a) VIRAL
b) VASOMOTORA
2. CUADRO CLÍNICO.
La parálisis del Bell suele iniciarse en forma súbita con dolor retro auricular sordo, sin llegar
a constituir una verdadera otalgia clara.
Poco después se establece la parálisis de la zona afectada, la cual es rápidamente progresiva
hasta el cabo de unas cuantas horas es total.
3. DIAGNÓSTICO.
El diagnostico de la parálisis de Bell es fácil de realizar.
Parálisis facial súbita en persona “sana” sin otra sintomatología más que la que se ha
mencionado.
La confirmación del diagnóstico debe excluir las causas de parálisis secundaria o central,
como es el caso de padecimientos crónicos degenerativos que puedan afectar esta área desde
el punto de vista sistémico y local, como sería el caso de hipertensión arterial, enfermedades
reumáticas, cardiovasculares y problemas de índole neurológico.
4. TRATAMIENTO.
No se contempla un tratamiento generalizado para el manejo de la parálisis de Bell,
en base a que las causas no se han definido en forma concreta.
No obstante en base a la teoría de la isquemia se han sugerido para su manejo
vasodilatador de diversas naturalezas.
Des inflamatorios como corticoides y no esteroides.
5. PRONÓSTICO.
Generalmente la recuperación de la parálisis de Bell es buena en todos los casos.
COMENTARIO.
Si bien es de tomar que cuenta que aparentemente no hay una causal bien definida que
determine la presencia de esta patología, se hace recomendable dar un buen manejo y
seguimiento a los problemas crónico degenerativos, tratar oportunamente los problemas
derivados de oído, nariz y garganta, dar atención medica preventiva y correctiva a todos los
problemas de índole estomatológico, por otro lado los problemas disfuncionales de
naturaleza psicosocial deben ser atendidos oportunamente.
La parálisis de Bell relacionada con la presencia de problemas de tipo viral, es menester dar
seguimiento y manejo a las patologías de esta índole.
La patología en cuestión no es un padecimiento frecuente y su recuperación es casi total, será
pertinente tomar en consideración los planteamientos antes enunciados.
Descrita hace más de 2000 años por Hipócrates, y clasificada por el médico árabe Avicena
(980-1037), en el Canon en espástica atónica y convulsiva.3 En 1800 se reportaron tres casos
en el Annals of Medicine por Nikolaus Antón Friedreich. El nervio facial fue descrito y
diferenciado del nervio trigémino por Sir Charles Bell (1821) y en 1830 fue utilizado por
primera vez el término de signo de Bell, como sinónimo exclusivo de la parálisis facial
periférica idiopática. La parálisis facial periférica se produce por lesión directa sobre el
tronco nervioso o sobre sus ramas terminales. Es la parálisis que se presenta más
frecuentemente. Se relaciona con diversos factores etiológicos como: traumáticos,
neoplásicos, infecciosos, congénitos, neurológicos, metabólicos, vasculares, enfermedades
del colágeno, enfermedad de Adams, tóxicos con el uso de talidomida, difteria, tétanos y
alcoholismo.
Sin embargo, una gran mayoría de casos permanece sin un factor etiológico identificado,
diagnosticados como parálisis facial periférica idiopática.
Fuente: Fernández López, Carbajal Delgado, Reyes Mendoza (2009). Revista Odontológica
Mexicana. Vol. 13 Núm. 4. pp234.
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Ver Boletín UNAM DGCS-549 Ciudad Universitaria 11:00 horas 16 de septiembre de 2011.
“Aumenta frecuencia de Parálisis facial generada por un trauma” Dr. Antonio Joaquín Ruiz.
Disponible en https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2011_549.html
La frecuencia de parálisis facial generada por algún trauma como un accidente, una
caída o una agresión física, ha ido en aumento en los últimos años.
Ruiz Corona comentó que existen diversos tipos: la provocada por algún trauma como
una caída, accidente o agresión (en aumento el número de casos); pero hay otras cuyo
factor de origen es un tumor, infección del oído o por herpes zóster, entre otros.
No obstante, la más común es la Bell, la más benigna, pues incluso puede resolverse de
manera espontánea. Lo preocupante, acotó, es que se trata de una enfermedad idiopática,
es decir, que no se tiene conocimiento absoluto de la causa, pero ya existen tratamientos.
Aunque no se conocen con exactitud los factores que la originan, se describió desde el
siglo XIX, y desde entonces se sabe que ocurre la inflamación del nervio facial dentro
de un estrecho canal dentro del hueso temporal.
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Asimismo, hay algunos tipos que sólo dañan la parte inferior del rostro y pueden tratarse
de una afectación en el cerebro. También llega a sentirse vértigo y pérdida de la
audición.