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CONTROL DE LECTURA LIBRO KEYNES VS.

HAYEK

Consigna: Tiene que entregar un resumen crítico de los capítulos correspondientes por semana
(2 capítulos). Recuerde que no puede presentar diferentes capítulos exigidos por semana, caso
contrario automáticamente tendrá la nota de (1) uno, también tendrán la misma penalidad
resúmenes similares y/o idénticos. Para ello tiene que presentarlo en este documento el resumen
correspondiente, mínimo (2) dos cuartillas.

Apellido Paterno, Materno y Nombres: Huandia Mamani Begonia Indira


Capítulos Presentados en la semana: Capítulo 7 Respuesta a disparos
Capítulo 8 The Italian Job

RESUMEN:
CAPITULO 7 RESPUESTA A DISPAROS

Cuando Keynes había leído la reseña de Hayek que básicamente eran 26 hojas de ataque directo
hacia sus ideas y a medida que iba avanzando con su lectura se ponía más furioso sintiéndose
indignado por el contenido de la reseña. Esta reseña criticaba ideas que Keynes había escrito en el
“Tratado sobre el Dinero” y también mencionaba el debate en general, pero no mencionaba los
cambios de ideas que el propio Keynes admitía que tenía en sus opiniones y lo hacía según
cambiaban los hechos en la economía, en el prefacio del tratado Keynes menciono que se sentía
insatisfecho ya que a lo largo de las páginas del tratado había cambiado muchas veces de idea lo
cual fue extraordinario para sus seguidores al mismo tiempo Keynes estaba tan seguro de sí mismo
por ello él quería que sus argumentos fueran públicos. En realidad, el principal objetivo de Hayek
era rebatir a Keynes, pero no tomo en cuenta que Keynes ya se estaba moviendo mucho más allá de
las ideas expresadas en el Tratado.

En otoño de 1931 luego de que Hayek hizo pública su reseña Keynes decidió responder fuego con
fuego y lo hizo con el mismo tono mencionando en su respuesta que el doctor Hayek había leído su
libro con poco interés, sin analizarlo y desde una perspectiva antigua de la escuela austriaca,
también reconoció que sus contribuciones al debate económico actual habían despertado una
curiosidad en él y evaluó los argumentos que Hayek había presentado en su libro “Precios y
producción”. Por otro lado, ambos tenían similitudes en sus pensamientos porque asumían que en
una economía cerrada la producción total era fija y que cuando todo el mundo estuviera empleado
se conseguiría el equilibrio. Al mismo tiempo tenían diferencias en la definición de los motivos y
las consecuencias de la igualdad del ahorro y la inversión, ya que Hayek a diferencia de Keynes,
recurría a la teoría del capital de la escuela austríaca y concluía que en esos momentos el nivel de
crédito de una economía no se correspondía en absoluto con la demanda. Keynes también hizo
mención de que Hayek sin saber con exactitud decía que las conclusiones de Keynes eran
incorrectas y que le era difícil explicar su desacuerdo exacto, también menciono que Hayek había
malinterpretado sus conclusiones y que estaba tergiversando su opinión para causar problemas.

Keynes explicó detalladamente sus diferencias con Hayek. Hayek afirmaba que, si el ahorro y la
inversión no eran iguales, era porque los bancos habían ofrecido unos niveles inapropiados de
crédito y que, con el tiempo, acababan produciendo un cambio en el precio de los bienes. A Keynes,
sin embargo, le preocupaba que el tipo de interés natural y el de mercado no coincidieran.
En su respuesta Keynes le propuso a Hayek soluciones sugiriendo que debía trabajar más en las
teorías del capital y el interés, basándose en el trabajo de Böhm-Bawerk y Wicksell, y dijo que si no
aceptaba el solo haría.
En fin, el resultado de la reseña de Hayek fue una respuesta dura de Keynes casi visceral a un
oponente que consideraba anclado en la rigidez de pensamiento de la escuela austríaca y que era
incapaz de entender un punto de vista que exigía una gran dosis de imaginación.
Por su parte Robbins estaba emocionado con el duelo que se estaba produciendo y le pidió a Hayek
que respondiera lo antes posible.
Hayek escribió la segunda parte de su reseña al Tratado para preparar apresuradamente una
respuesta en donde dijo que Keynes no aclara muchas de las dificultades que había señalado en la
primera reseña y enumero las diferencias de terminología que creía que constituía la esencia de su
desacuerdo.
Dijo que no entendía como es que tiene definiciones tan claras de beneficio cuando ni siquiera había
aclarado lo que era la inversión, tras ofrecer su explicación a los fallos del argumento de Keynes,
Hayek volvió a la carga diciendo que, al ignorar la teoría europea del capital, Keynes había
demostrado que no tenía ni idea de economía.
Por su parte Keynes escribió una breve respuesta personal a su reseña que desencadenó una serie de
intercambios y le dijo que si pudiera aclararle un poco más la definición de ahorro él lo tendría
mucho más claro y le pidió una fórmula que demostrara cómo se mide el ahorro. Y Hayek le
respondió mediante una carta con una compleja definición algebraica de ahorro que creía que tenía
en cuenta la afirmación de Keynes y creía que por fin había llevado a Keynes al límite, y estaba
deseando que no se escondiera.
Posteriormente Keynes le respondió agradeciendo la aclaración de ahorro y le pidió que le aclarara
el termino velocidad. Hayek le respondió explicando que por velocidad el quería decir la
circulación del dinero y así fueron intercambiando conceptos e ideas.
Hasta que Hayek se fue a Viena por fiestas navideñas en ese lapso se dio cuenta de que no le era
fácil expresarse y hacer entender sus ideas, pero al fin y al cabo siguieron pidiéndose el uno al otro
más explicaciones para adentrarse más en lo que pensaban ambos y seguir con la batalla.

Keynes por su parte tenía otra forma de atacar indirectamente a Hayek, eligió al miembro más
elocuente de la sociedad este personaje era Sraffa para que hiciera una extensa reseña de Precios y
producción en el próximo número del Economic Journal.
CAPÍTULO 8 THE ITALIAN JOB

Ya en 1932 antes de que Keynes respondiera a los ataques de su oponente este se le adelanto e hizo
pública lo que sería una segunda parte de su reseña a través de la “Económica” donde se expresó de
una forma más tranquila que en la primera reseña insistiendo en que Keynes no era preciso con los
conceptos que manejaba, lo acuso de que mediante la radio impulsaba a las amas de casa a que
gasten su dinero pero concluyo que el precio era una inflación descomunal y como Hayek había
visto que en Viena la hiperinflación había dejado a la mayoría de las personas sin ahorros. También
en forma resumida explico el pensamiento de Keynes acerca de los ciclos económicos y dijo que era
simple, e hizo una explicación del por qué creía que la idea de Keynes de incrementar la inversión
reduciendo el tipo de interés, impulsando así la producción, no era visionaria y que, con el tiempo,
acabaría siendo ineficiente, se refirió también a que la política de dinero fácil adoptada de Keynes
después del crac de 1929 no tuvo ningún efecto lo que demostraba que Hayek estaba en lo cierto.
Las dos reseñas de Hayek fueron un golpe a las teorías de Keynes pero las hizo públicas muy tarde
porque Keynes prefirió desarrollar su libro más conocido en el que había trabajado tanto con sus
discípulos el cual era “Teoría general de la ocupación, interés y dinero” que explicaba acerca de la
ausencia de inversión privada, el aumento de la inversión pública en un momento de recesión y la
ayuda a las personas desempleadas que se reincorporaran al mundo laboral sin provocar la crisis e
ignoro las críticas de Hayek. Lo cual fue un duro golpe a Hayek porque si él hubiera publicado más
antes sus reseñas tal vez Keynes se hubiera detenido a analizarlos.
Por otra parte, como se mencionó en el anterior capitulo Keynes ataco a Hayek mediante Piero
Sraffa.
El señor Sraffa se volvió un enemigo del estado italiano y había hecho un análisis de la inflación en
Italia durante la primera guerra mundial, conoció a Keynes cuando estaba estudiando en Londres en
la LSE mediante Mary Berenson y gracias a su buena reputación de intelectual Keynes le pidió que
escribiera un artículo en donde fue muy crítico hacia las prácticas de los bancos italianos lo que le
trajo muchos problemas porque los bancos querían demandarle por difamación, por obvias razones
tuvo que salir de Italia y llego otra vez a Londres se unió a Cambridge gracias a Keynes y era parte
de la Marshall Society. Para Keynes él era la persona perfecta para enfrentarse a Hayek y en marzo
de 1932 le pidió que escribiera a una reseña de “Precios y producción” de Hayek para el Economic
Journal pero los argumentos que Sraffa escribió con un tono sarcástico no eran fáciles de seguir y
los de Hayek de la misma manera era muy dificultoso de entender.
Sraffa inicio su reseña con las conferencias que Hayek había dado en la LSE y luego se centró en
una de las ideas de Hayek en donde sugería que había un tipo de interés ideal al que había que
prestar el dinero como un equilibrio, se trataba del tipo de interés natural que daba al dinero un
papel neutral, Sraffa dijo que la noción de dinero neutral de Hayek contradecía el principio de
cualquier manual sobre dinero, lo que quiere decir que el dinero no sólo es un medio de
intercambio, sino un depósito de valor e indico que las teorías de Hayek se contradecían y solo
generaban confusión en los lectores. También dijo que Hayek no era un oponente de Keynes más
bien al contrario de forma indirecta era un seguidor de sus ideas.
Hayek por su parte de forma sarcástica si lanzo una respuesta a la reseña de Sraffa para la siguiente
edición de Economic Journal en donde manifestó que el tiempo dedicado de Sraffa para escribir su
reseña no le traería ningún beneficio y que solo añadía más confusiones al tema, pero volvió a
explicar su idea de que si se inyecta más dinero en una economía los que están empleados cobrarán
más y esto provocará una inflación salarial concluyendo que el incremento del gasto en salarios en
lugar de obtener más capital, a la larga, acabaría ralentizando el crecimiento en la producción y se
llegaría a un nuevo equilibrio en el que los tipos de interés serían los mismos que había antes de
producirse el ahorro forzoso y el capital de los productores se devaluaría. De este modo Hayek y
Sraffa se desafiaban acusándose y también respondían las reseñas del otro.
Básicamente esta serie de disputas entre Hayek y Sraffa se puede considerar como un duelo técnico
y secundario al gran debate entre Keynes y Hayek.
Debemos resaltar que Hayek veía la economía desde el punto de vista que hoy conocemos como la
teoría microeconomía analizando elementos como los costes y el valor, Keynes por su parte tenía
una visión más amplia de la economía lo que hoy conocemos como macroeconomía que considera
la economía como un todo. Las discusiones entre Keynes y Hayek antes de la publicación de la
Teoría general no servían mucho, ya que estaban intentando explorar por medios exclusivamente
microeconómicos la profunda diferencia que estaba emergiendo entre el enfoque microeconómico
de Hayek y las nociones macroeconómicas de Keynes

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