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1 EL MUNDO DE LAS IDEAS: MERCADOS Y EMPRENDEDORES

2 Martín Krause1
3

4 Resumen
5 Las ideas gobiernan al mundo, o al menos lo guían, pero es poco lo que sabemos acerca de
6 cómo se forman, cómo se transmiten, cómo evolucionan, se difunden y llegan a conformar
7 eso que llamamos “opinión pública". El presente artículo tiene como objetivo explorar la
8 posibilidad de extender parte de la metodología y los desarrollos de la ciencia económica, en
9 particular los relacionados con el análisis de las acciones individuales para una mejor
10 comprensión de los mercados y el papel de los emprendedores, al mundo de las ideas.
11 Palabras clave: ideas, mercado de ideas, emprendedores, emprendedores de ideas, opinión
12 pública
13 Abstract
14 Ideas rule the world or, at least, guide it, but there is not much that we know about how they
15 are born, transmitted, evolve, spread and end up building what we call "public opinion". The
16 present article tries to explore the possibility to partially extend the methodology and
17 developments from economics, particularly those related to individual actions for a better
18 understanding of markets and the role of entrepreneurs, to the world of ideas.
19 Keywords: ideas, marketplace of ideas, entrepreneurs, entrepreneurs of ideas, public opinion
20

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1 1
Martín Krause es profesor titular de Economía en la Universidad de Buenos Aires y profesor de Economía en
2 UCEMA, Buenos Aires. Obtuvo un doctorado en Administración en la Universidad Católica de La Plata,
3 Argentina. Es investigador para la Universidad Empresarial Siglo XXI, Córdoba, Argentina; cuyo apoyo ha hecho
4 posible esta investigación.
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23 Introducción
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25 "Nothing appears more surprizing to those, who consider human affairs with a
26 philosophical eye, than the easiness with which the many are governed by the few;
27 and the implicit submission, with which men resign their own sentiments and passions
28 to those of their rulers. When we enquire by what means this wonder is effected, we
29 shall find, that, as Force is always on the side of the governed, the governors have
30 nothing to support them but opinion. It is therefore, on opinion only that government
31 is founded; and this maxim extends to the most despotic and most military
32 governments, as well as to the most free and most popular.”
33 David Hume (1777); “Of the first principles of government"; Essays: Moral, Political
34 and Literary; Revised Edition (Indianapolis, Liberty Fund)
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36 Las ideas gobiernan al mundo o, al menos, lo guían. Son de fundamental importancia para las
37 ciencias sociales, algo que fuera reconocido en la economía, disciplina que le está dedicando
38 cada vez más atención y estudio. Los objetos de la acción humana “… se definen, no en
39 términos de sus propiedades ‘reales’, sino de las opiniones que las personas tienen acerca de
40 ellas. En resumen, en las ciencias sociales las cosas son lo que las personas creen que son. El
41 dinero es dinero, una palabra es una palabra, un cosmético es un cosmético, solamente y en la
42 medida en que alguien piense que lo son”. (Hayek, 1990, p. 243).
43 El mundo de las ideas ha sido objeto de estudio y análisis, principalmente de la sociología.
44 Este trabajo buscará presentar algunas contribuciones iniciales que puede ofrecer la
45 economía, en particular dado su énfasis en la aplicación del individualismo metodológico, lo
46 que permite analizar el papel que cumplen ciertos actores individuales en la formación y
47 divulgación de ideas en la sociedad respecto al rumbo que debería seguir, el papel que
48 deberían jugar el mercado y el estado y de allí al impacto que éstas tienen en las instituciones.
49 Esa metodología, si bien no predominante, no es ajena a la sociología (Boudon, 1987), y su
50 aplicación al mundo de las ideas permitirá comprender mejor el origen de los cambios que
51 allí se producen.
52 Trataré aquí de explorar la posibilidad de trasladar y aplicar el análisis de los mercados y el
53 papel del emprendedor, tal como lo utilizamos ahora para describir a quien realiza nuevas
54 combinaciones de recursos (Schumpeter, 1934, p.74) o a quien muestra la capacidad de estar
55 alerta y percibir nuevas oportunidades que hasta ahora nadie ha reconocido (Kirzner, 1973).
56 Estas definiciones fueron desarrolladas para describir las actividades de emprendedores en
57 los mercados de bienes y servicios, no parecen describir lo que realiza quien trabaja o
58 produce ideas. Más aún, un emprendedor es alguien que compite en el mercado: ¿podemos
59 decir que existe algo así como un mercado de las ideas? ¿Hay una demanda y una oferta
60 donde el emprendedor cumple con su papel?
61 El trabajo está estructurado de la siguiente forma: en la primera sección haremos una revisión
62 de la literatura sobre el mercado y el emprendedor de ideas en el ámbito de la ciencia
63 económica (hay otros aportes sobre estos temas en la sociología o las ciencias jurídicas,
64 algunos de los cuales serán mencionados); en la segunda sección trasladaremos algunos
65 conceptos económicos al análisis del mundo de las ideas para considerarlo como un mercado
66 y presentaremos un modelo sobre su funcionamiento y su impacto en las instituciones; en la
67 tercera sección consideraremos el papel del emprendedor, para finalmente concluir afirmando
68 que este desarrollo agrega elementos que facilitan la comprensión de este mundo, cuya
69 naturaleza de orden complejo y evolutivo lo han hecho particularmente difícil.
70 1. Los economistas y las ideas
71 Algunos de los más destacados economistas han enfatizado la importancia de las ideas para
72 explicar las políticas económicas aplicadas y la evolución de las sociedades. Tal vez la más
73 reconocida al respecto es la cita de John Maynard Keynes al final de su Teoría General
74 (1936) donde señala que las ideas de los economistas, tanto cuando son correctas como
75 erróneas, son más importantes de lo que se cree y que aquellos hombres prácticos que se
76 creen fuera de toda influencia son esclavos de algún economista difunto. Keynes también
77 señala que son las ideas, y no los intereses, los que son peligrosos para bien o para mal.
78 ¿Intereses o ideas? O tal vez: ¿cuál es la diferencia entre un “interés” y una “idea”? Siguiendo
79 la anterior definición de Hayek sobre el carácter de los hechos sociales, un “interés” es todo
80 aquello que alguien “piense” que lo es, que es importante. En definitiva, una idea. Los
81 economistas han prestado atención a los incentivos económicos por siglos, pero, si las
82 acciones están guiadas por ideas, aquellas que surgen para defender o proteger “intereses”
83 son tan ideas como cualquier otra (Mises, 1957, p. 113). ¿Acaso es diferente si una idea tiene
84 como objetivo defender un interés monetario? No obstante, Keynes presenta un punto
85 importante si interpretamos que lo que está queriendo decir es que las personas no están
86 solamente motivadas por el dinero sino por muchas otras cosas. Algunas han dado sus vidas
87 por ciertos valores sin esperar ningún retorno monetario.
88 Ludwig von Mises dedica al tema un capítulo de su libro Acción Humana (Capítulo XI: “El
89 papel de las ideas", 1949), donde afirma que la sociedad es el producto de la acción humana
90 guiada por ideologías, considerando a ésas como todas las doctrinas relacionadas con la
91 conducta individual y las relaciones sociales, más las doctrinas acerca de los fines últimos
92 que el hombre debe buscar alcanzar en sus cuestiones terrestres. Para Mises, cada acción
93 social es el resultado de ideologías que se han desarrollado previamente, surgiendo para
94 reemplazar a otras
95 En ese mismo año, Hayek publica su artículo sobre los intelectuales y el socialismo (1949)
96 donde destaca su importancia y la influencia que tienen en el devenir de los sucesos sociales.
97 Para Hayek, los intelectuales no son los autores originales de ciertas ideas sino quienes las
98 reproducen, tales como periodistas, profesores, ministros religiosos, propagandistas, locutores
99 y conductores de radio, escritores de ficción y humor y toda clase de artistas. En otros
100 trabajos (Hayek 1933, 1954), describe al proceso de difusión de las ideas desde los autores
101 originales a los intelectuales y al público en general, como gotas que caen en un estanque,
102 generando círculos cada vez más grandes. ¿Podríamos llamar a los periodistas y demás
103 emprendedores de ideas? Por un lado, parece que estuvieran promoviendo ciertas ideas y se
104 encuentran en competencia con otros. Parecen estar en el lado de la oferta del mercado frente
105 a una audiencia general que conforma una demanda. Pero, si es así, ¿es éste un mercado en el
106 que eventualmente se alcanza un precio? ¿Hay una tendencia hacia el equilibrio?
107 Milton y Rose Friedman (1988) presentan su propia versión, siguiendo las conferencias de A.
108 V. Dicey (1917) sobre el impacto de la opinión pública en la legislación. En 1898 el
109 constitucionalista inglés fue invitado a dar una serie de conferencias en Harvard, la última
110 concerniente a la relación entre la opinión legislativa y la opinión pública, es decir, cómo esta
111 última influye sobre los cambios legislativos. Según los Friedman, se producen distintos
112 ciclos que llevan a ciertas ideas a alcanzar una posición predominante y así guiar el rumbo de
113 la sociedad, ideas que al comienzo prometen soluciones para los problemas del momento y
114 van ganando el favor de la opinión pública, pero como inevitablemente no podrán alcanzar
115 todos los resultados prometidos, se generará cierta frustración, abriendo el espacio para que
116 otras nuevas ideas se propongan como superadoras y comiencen su ciclo ascendente. Es lo
117 que habría ocurrido con las ideas de Adam Smith y su impacto en el siglo XIX, luego las de
118 Marx y el suyo en el siglo XX.
119 Douglass North explicaba el cambio institucional como la reacción de los individuos a
120 cambios en los precios relativos, originados exógenamente: por ejemplo, una pandemia
121 diezmaba a la población, volviendo escasa a la mano de obra. Pero a medida que fue
122 desarrollando su proyecto de investigación, terminó compartiendo la perspectiva de los
123 autores antes citados sobre el papel de las ideas. Para North, las creencias y las instituciones
124 que los seres humanos han desarrollado a través de los años sólo tienen sentido como un
125 esfuerzo para hacer frente a la incertidumbre. Ésta se reduce a través de la experiencia sobre
126 el entorno en diferentes culturas y épocas. Por lo tanto, para comprender cómo los seres
127 humanos forman sus ideas es crucial entender cómo hacen frente a la incertidumbre. Por
128 siglos la incertidumbre sobre el mundo físico se ha reducido a través de la evolución de las
129 ciencias naturales, desplazando explicaciones basadas en la brujería, la magia o las religiones,
130 pero el entorno social se ha vuelto mucho más complejo, por eso seguimos encontrando
131 algunas explicaciones esotéricas.
132 Para North (2005) el proceso de aprendizaje parece ser una función de la forma en que
133 distintos sistemas de valores y creencias filtran información adquirida a través de la
134 experiencia, y las diferentes experiencias que las sociedades han tenido en distintos puntos de
135 su historia. De esa visión se derivan reglas, normas informales y mecanismos de control,
136 creando una estructura institucional que, a su vez, determina un mejor o peor desempeño
137 económico. La estructura institucional está compuesta por la estructura política del Estado,
138 los derechos de propiedad y las reglas y convenciones sociales que definen incentivos
139 informales en la economía. En palabras de North, los sistemas de creencias y visiones del
140 mundo son la representación interna mientras que las instituciones son la representación
141 externa. La cultura, en este sentido, es la transferencia intergeneracional de normas, valores e
142 ideas, o la transmisión de nuestro stock acumulado de conocimiento (Hayek, 1960, p. 27).
143 La forma en la cual esa transferencia se produce bien podría ser, por ejemplo, a través de
144 memes, de ahí su carácter viral, evolutivo (Dawkins, 1976). Pero ese proceso no se produce
145 en forma ciega o automática, hay quienes lo ponen en movimiento o multiplican su efecto en
146 una dirección u otra. Esto deja abierta una pregunta que no vamos a considerar aquí: ¿cómo
147 se crean las ideas? ¿cuál es su origen? El paradigma prevaleciente de la “página en blanco”
148 está siendo desafiado por desarrollos recientes de las neurociencias y la psicología
149 evolucionista, presentado usualmente como un debate entre culture vs nurture. ¿Tomamos o
150 recibimos ideas y valores del entorno o, al menos algunas de ellas, son heredadas? ¿Son
151 memes que toman control de nuestro cerebro?
152 Actualmente, el interés sobre el papel de las ideas entre los economistas ha explotado,
153 desarrollando un nuevo campo de investigación y análisis: la economía de la cultura
154 (McCloskey, 2006, Alesina & Giuliano, 2013; Mokyr, 2016; Acemoglu & Robinson, 2021),
155 y la teoría de la economía del relato (Shiller, 2017, 2019). En ambos casos buscan avanzar en
156 la comprensión de cómo las ideas surgen y se extienden por el mundo, utilizando conceptos
157 provenientes de la economía, mostrando al proceso como un mercado de ideas impulsado por
158 emprendedores. Shiller (2017), por ejemplo, al tratar de explicar el dinámico mundo de los
159 relatos introduce la figura del emprendedor como un promotor del cambio, quien presenta
160 innovaciones causales para explicar los hechos sociales relevantes. Mokyr (2016) señala que
161 un pequeño número de individuos elige ciertos rasgos culturales para sí mismos, que también
162 agregan opciones para otros, y llama a aquellos emprendedores culturales, los que movilizan
163 un mecanismo de transmisión de uno a muchos, difundiendo así sus ideas en la cultura
164 general.
165 ¿Por qué la gente estaría motivada a difundir ciertas ideas? Para Shiller, los relatos son
166 historias simples describiendo eventos que la gente presenta en conversaciones o en noticias
167 o redes sociales para estimular la atención o emociones de otros y/o, porque parece promover
168 el interés personal. Pero la idea de una acción empresarial comienza a desvanecerse y casi
169 desaparece por completo cuando avanza en desarrollar un modelo basado en la
170 epidemiología, particularmente la teoría matemática de Kermack-McKendrick sobre las
171 epidemias. Porque las enfermedades infecciosas no requieren ninguna acción emprendedora
172 por parte de los virus. Además, y Shiller lo reconoce, en estos tiempos las ideas se transmiten
173 menos a través de la comunicación cara a cara y más a través de los medios sociales. El
174 emprendedor reaparece cuando el autor menciona que “la historia exitosa de un emprendedor
175 puede tener detrás una vida de intentos fallidos y tal vez uno o pocos éxitos. Algunos de ellos
176 hacen que toda la actividad resulte valiosa”2 (2017, p. 20).
177 2. El mercado de las ideas
178 Un mercado es el punto de encuentro para realizar intercambios, donde compradores y
179 vendedores buscan aprovechar las ventajas de la división del trabajo. Toda relación de
180 intercambio entre ellos es un precio; en el mercado, demandantes y oferentes interactúan y
181 éste tiende a un precio donde la cantidad demandada y ofrecida se igualan. ¿Son éstas las
182 características que muestra el mercado de las ideas?
183 Restringimos nuestro análisis a las ideas relacionadas con el rumbo que sigue o debería seguir
184 la sociedad y el papel que cumplirían el mercado y el gobierno. Por supuesto, intercambiamos
185 ideas de todo tipo (deportes, espectáculos, conductas éticas, valores, etc.) pero restringiremos
186 el análisis a aquellas que afectan el marco institucional de nuestras sociedades, aunque los
187 principios puedan luego aplicarse a todo tipo de ideas. Parece claro que existe una demanda
188 de ideas: en mayor o menor medida queremos comprender qué es lo que está sucediendo y
189 cómo puede impactarnos. También hay una oferta de ideas: nosotros, y los demás, ofrecemos
190 opiniones o explicaciones sobre lo que ocurre y lo que puede ocurrir.
191 ¿Tiene la demanda de ideas una relación entre precio y cantidad demandada, como se la
192 presenta en todo análisis básico de un mercado, con pendiente negativa, es decir, a mayor

5 2
Traducción del autor
193 precio, menor es la cantidad demandada? ¿Tiene la oferta de ideas una relación opuesta, con
194 pendiente positiva y a mayor precio, mayor cantidad ofrecida?
195 El primer obstáculo que se nos presenta es considerar si las ideas tienen un precio. Dijimos
196 que un precio es una relación de intercambio y, más específicamente, es un intercambio de
197 derechos de propiedad. En el mercado de las ideas tiene una característica específica: no es
198 sencilla la implementación de un derecho de propiedad. Una vez que una idea es expresada,
199 en forma escrita o verbal, está disponible para cualquiera que quiera usarla. Este es uno de los
200 motivos para expresarla. En términos de la economía del bienestar neoclásica, las ideas caen
201 en la categoría de bienes públicos: no se puede excluir, es decir, una vez dada a conocer no se
202 puede excluir a quienes no paguen y tendrán así el incentivo a ser usuarios gratuitos de
203 cualquier idea que consideren útil o interesante; y no hay rivalidad en el consumo, la misma
204 idea puede ser consumida a la vez por una, dos o un millón de personas. Según esta teoría
205 esto es una falla de mercado, el mercado no proveerá un óptimo de ideas y, yendo del análisis
206 positivo al normativo sin mayor elaboración, los gobiernos deben intervenir para resolver el
207 problema (Stiglitz, 2001). Nadie ha sido capaz de definir este óptimo: ciertamente nos faltan
208 teorías, por ejemplo, para entender el origen del Universo, o cómo funciona el cerebro; y nos
209 sobran teorías conspirativas o creencias esotéricas. No conocemos todos los precios ni todos
210 los productos o servicios disponibles a nuestro alrededor (Hayek, 1945).
211 No obstante, aunque no hay derechos de propiedad claros sobre las ideas, vemos una
212 increíble producción. Particularmente, nunca ha habido derechos de propiedad en ideas sobre
213 las condiciones sociales y las instituciones. Las ideas de la Ilustración, que dispararon el
214 progreso económico como nunca se había visto antes, no estaban patentadas. ¿Cómo es que
215 hay quienes dedican buena parte de su tiempo y esfuerzos mentales para desarrollar o
216 transmitir ideas por las que no podrán poner un precio? ¿O sí? En verdad, si bien ciertas ideas
217 específicas no parecen tener un precio que refleje la valuación individual detrás de la
218 demanda y la oferta, hay forma de generar ingresos con ellas, ya sea través de la venta de
219 libros, el premio Nobel, honorarios por conferencias, nombramientos académicos,
220 contribuciones remuneradas a los medios, y también ingreso psíquico, en forma de prestigio,
221 reputación. Solamente hay que mirar a los influencers para ver cómo se arreglan para generar
222 ganancias proveyendo privadamente estos bienes públicos. Más aún, muchos emprendedores
223 de las ideas no se preocupan por la compensación monetaria y lo hacen por una espiritual,
224 aquí o en el más allá: los revolucionarios o los mártires religiosos han dado sus vidas en
225 defensa de sus ideas.
226 Una de las primeras referencias al mercado de las ideas no surgió de la economía, sino de un
227 miembro de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, Oliver Wendell Holmes,
228 uno de los más citados en ese país, quien, en disidencia en un caso en 19193 planteó la
229 competencia en el mercado de ideas, y también que bajo libre comercio habría una tendencia
230 hacia el equilibrio, que sería la verdad. Esto, por supuesto, plantea más preguntas que
231 respuestas: ¿son verdad aquellas ideas que han logrado el mayor número de seguidores? ¿O
232 lo es una que no se ha demostrado que sea errónea todavía, pese a que tiene menos
233 seguidores?
234 No solamente muchas ideas forman precios en el mercado, también podríamos decir que la
235 demanda tiene pendiente negativa: cuando el precio de unas ideas es alto, la cantidad

6 3
Abrams, 250 U.S. at 624–31 (Holmes, J., dissenting).
236 demandada es menor. Por ejemplo, conocer los fundamentos de la física moderna, o las
237 tendencias del arte plástico contemporáneo tiene un alto costo de oportunidad: requiere
238 mucha dedicación y esfuerzo intelectual para comprender el tema; opinar de fútbol o de
239 relaciones personales tiene un costo de oportunidad menor y Google Trends muestra que su
240 demanda es mayor. La oferta tiene pendiente positiva: seguramente es mayor la retribución, o
241 tiene mayor audiencia, quien comenta un Mundial de fútbol que quien comenta al último
242 premio Nobel de física.
243 2.1. Un modelo del mercado de ideas y las instituciones
244 Probablemente, uno de los mejores desarrollos de este tema es el de Leighton & López
245 (2013), quienes adaptan el triángulo hayekiano sobre la estructura de producción para
246 describir el proceso detrás del origen de las ideas hasta su impacto en las instituciones, los
247 incentivos y, finalmente, los resultados (p. 119):
248 Figura 1 aquí
249

250 Se asimilan las ideas a los bienes de capital de orden superior. Los resultados dependen de los
251 incentivos, que a su vez dependen de las instituciones y éstas de las ideas. La interacción, sin
252 embargo, va en ambos sentidos, no es solamente de arriba hacia abajo. Veremos luego que
253 vamos a encontrar distinto tipo de emprendedores para cada uno de los sentidos considerados.
254 Presentan un modelo que lo describe así (p. 132):
255 Figura 2 aquí
256 … y combinan esto con el triángulo adaptado para describir el cambio institucional y el
257 impacto que tiene en la sociedad. Este modelo “reloj de arena” describe cómo las ideas se
258 forman en procesos de arriba hacia abajo y viceversa, moldeando las ideas y creencias que
259 luego se mueven hacia abajo del triángulo (p. 133):
260

261 Figura 3 aquí


262

263 Es importante destacar que el modelo presenta con claridad los dos caminos por los que se
264 generan las ideas y valores que forman a la opinión pública en relación a la estructura
265 institucional de una sociedad. Hemos mencionado antes el impacto de las ideas que generan
266 emprendedores que se describen en el gráfico de más arriba como los escritorzuelos de los
267 que hablaba Keynes, pero es muy importante destacar la importancia del triángulo en la parte
268 inferior, que trata cómo se forman las ideas en la mente de las personas. En el triángulo
269 invertido superior se muestra el impacto que tienen los emprendedores de ideas en la
270 formación de la opinión pública; en el triángulo inferior, por otro lado, se nota el camino
271 inverso: cómo se forman las creencias de la gente y en qué medida esto influenciará la
272 actividad de los emprendedores de ideas. Éstos, como los emprendedores de bienes y
273 servicios, tienen que estar atentos y tomar en cuenta cuáles son las preferencias de los
274 potenciales consumidores, lo que lleva a la pregunta: ¿cómo se forman esas preferencias? O,
275 en este caso, ¿cómo se forman nuestras ideas y valores?
276 Leighton & López hacen mención de un debate central en este sentido: ¿genética o cultura?,
277 (en inglés ¿nature or nurture?). En 1690 John Locke publica su Ensayo sobre el
278 entendimiento humano, cuyo Libro II se titula precisamente “Sobre las ideas en general, y su
279 origen". Allí estará planteada una teoría que tendrá un fuerte predominio hasta nuestros días:
280 como lo titula el Capítulo II, del Libro I, que “No hay principios innatos en la mente".
281 Llegamos al mundo como una página en blanco y, a través de los sentidos, vamos llenando
282 esa página con lo que vemos, olemos, escuchamos, sentimos. David Hume, en 1739-40,
283 publica uno de los libros más influyentes en la filosofía moderna, su Tratado sobre la
284 Naturaleza Humana, donde sigue básicamente el mismo temario que trató Locke en su
285 Ensayo, pero con una diferencia no menor, el rol que juegan las pasiones. ¿Tienen las
286 pasiones un origen genético o cultural?
287 La visión originada en Locke predominó durante siglos, pero de a poco, comenzó a cambiar.
288 Tooby & Cosmides (1992) lo denominan Sistema Estándar de las Ciencias Sociales (SECS).
289 Los avances en áreas como la biología evolutiva, ciencias cognitivas, psicología, antropología
290 social y biológica, primatología y neurobiología han dado como resultado un nuevo modelo
291 que esos autores denominan Modelo Integrado Causal (MIC), cuyos componentes principales
292 serían que la mente humana consiste en un conjunto de mecanismos procesadores de
293 información desarrollados en el sistema nervioso humano; que estos mecanismos, y los
294 programas que los producen son adaptaciones, producidas por la selección natural en el
295 transcurso del tiempo en entornos ancestrales; que muchos de estos mecanismos son
296 funcionalmente especializados para producir conductas que resuelven problemas adaptativos
297 específicos, como la selección de pareja, la adquisición de lenguaje, las relaciones familiares
298 y la cooperación; y que estos mecanismos generan el contenido de la cultura humana.
299 La búsqueda del origen de las ideas nos lleva a profundidades todavía insondables, aunque es
300 mucho lo que se está haciendo ahora en este campo. Es tratar de explicar el origen de la
301 conciencia y en qué medida ésta pertenece a los seres humanos o también a otros (Dennett,
302 1996), como así también la importancia del lenguaje y su evolución, un elemento central para
303 comprender el distinto camino evolutivo seguido por los humanos y no por otras especies
304 (Pinker, 1997). Después de todo, las ideas se expresan en palabras, aunque parece ser que los
305 animales tienen algunas de las primeras, pero no de las segundas.
306 Hay ciertas ideas que han tenido y tienen un impacto extraordinario en la sociedad humana,
307 su origen se pierde en el tiempo en algunos casos y es imposible conocer al emprendedor de
308 ideas que la originara. Es más, y como parte del debate antes mencionado, no sabemos si su
309 origen es cultural o biológico. Entre éstas, podemos destacar a cuatro: dios, propiedad,
310 autoridad y evolución. Tal vez sean las ideas más poderosas que se hayan generado hasta
311 ahora, y en algunos casos se muestran antagónicas entre sí, como puede ocurrir con la idea de
312 dios y la de evolución, o con la de autoridad y propiedad. Dios y evolución son ideas
313 generadas culturalmente, no parecen encontrarse en otras especies entre nuestros ancestros,
314 pero las de autoridad y propiedad, al menos como conductas, sí pueden encontrarse en ellos,
315 y alimentan el debate entre naturaleza y cultura.
316 3. El emprendedor de ideas
317 El mercado de las ideas ha sido descripto con diferentes metáforas: en una de ellas como
318 gotas que caen en un estanque, en otra como una pirámide. La quietud del estanque es
319 afectada por gotas de lluvia que crean círculos que se abren, unos más grandes que otros. Las
320 pequeñas ondulaciones se entrecruzan con otras y se fusionan o distorsionan su forma
321 creando algo nuevo. Hay ideas poderosas, o gotas, que crean círculos amplios de aceptación,
322 mientras que otras generan círculos pequeños, mueren rápidamente o son absorbidas por otras
323 más grandes. La metáfora es buena para mostrar un lugar competitivo, pero, nuevamente, las
324 gotas caen sin ninguna acción emprendedora. La metáfora de la pirámide muestra ideas
325 creadas en su cima, por un individuo o grupo, que se mueven hacia abajo alcanzando
326 audiencias más amplias hasta que llegan a la base.
327 Es un mercado escalonado, compuesto de diferentes submercados, cada uno con sus propias
328 características. Aquellos en la cima son emprendedores schumpeterianos quienes, a través de
329 su destrucción creativa, generan nuevas ideas o relatos y vuelven obsoletas a otras ideas o
330 relatos a medida que avanzan hacia abajo. El movimiento de un escalón hacia otro es
331 impulsado por emprendedores kirznerianos, alertas para encontrar oportunidades entre ideas
332 que puedan tener audiencias mayores en otros escalones. Los que están en la cima son parte
333 de una élite, aunque no necesariamente científica o académica. En términos de la Figura 2,
334 los emprendedores schumpeterianos son disruptivos, generan una nueva idea o relato que
335 luego los emprendedores kirznerianos, mostrando su perspicacia para descubrir estas
336 novedades, se ocupan de difundirlas, conectando al creador disruptivo con los valores y
337 principios que predominan en la población. Muchas veces hemos visto que un genio descubre
338 la idea, pero es otro emprendedor el que la vuelve un producto real o una idea masiva.
339 El modelo de Wayne y López, sin embargo, es estático y como tal no genera espacio para
340 cambios y para el rol de los emprendedores, quienes se esfuerzan para conseguir esos
341 cambios. Dentro de los cambios posibles que podrían considerarse para mejorar este modelo,
342 vamos a considerar solamente a dos.
343 El primero tiene que ver con el tamaño del mercado, representado por el triángulo superior.
344 Regularmente es como un triángulo invertido, en el sentido de que hay mucha más actividad
345 en la cima que en la base. Los intelectuales de Hayek, o los emprendedores de ideas, están
346 activos todo el tiempo, pero la mayor parte de la población es pasiva o no se interesa en
347 cuestiones sociales cruciales o importantes asuntos políticos. El mercado de las ideas es
348 intensamente activo en esos círculos, pero permanece dormido para muchos otros para
349 quienes hay cosas más interesantes para prestar su atención. Esta es la situación básica, no
350 porque prevalezca la mayor parte del tiempo, una afirmación empírica que debería ser
351 modificada, sino porque es el primer paso de nuestro análisis.
352 Lo que modifica la estructura del mercado es la llegada de una crisis, o al menos la
353 percepción de una crisis. Podemos hacer una diferencia entre crisis esperadas e inesperadas,
354 pero en todo caso, disparan una nueva demanda de ideas por parte de quienes quieren
355 comprender lo que sucede, y una consiguiente respuesta por el lado de la oferta. El mercado
356 de las ideas se hace más grande y, como en la forma original del modelo más arriba, como un
357 triángulo con una pequeña cima y una amplia base. Bajo esta nueva configuración del
358 mercado, una sociedad se moverá en un sentido u otro dependiendo de la interpretación de la
359 crisis o, podríamos decir, el origen y causa de la crisis que se vuelva más aceptado. Cualquier
360 interpretación que gane dará a quienes la proponen más ámbito de maniobra para proponer y
361 aplicar las medidas que entienden son las mejores para resolver la crisis.
362 El triángulo invertido ahora es parte del triángulo regular, que muestra la configuración del
363 mercado. Tiene una base más amplia y una extensión hacia la cima porque quienes están en
364 la base ahora se preocupan de las consecuencias de la crisis y tratan de comprender qué la ha
365 causado para poder entrever sus posibles consecuencias; y una extensión hacia la cima
366 porque hay más gente que se involucra en el mundo de las ideas a niveles más altos que
367 antes.
368 El segundo cambio posible al modelo original tiene que ver con la posición del triángulo.
369 Esto requerirá un supuesto simplificado que debe considerarse con cuidado, tal como
370 posicionar a cada uno y todos los miembros de la sociedad en un espectro de ideas que va de
371 la izquierda a la derecha. Como bien sabemos, esta es una decisión imperfecta, ya que hay
372 ciertas posiciones que no es sencillo clasificar como derecha o izquierda (un libertario, por
373 ejemplo), y al mismo tiempo hay un gran número de cuestiones que pueden afectar las
374 opiniones y decisiones de individuos más allá de esta división política básica. Pero para
375 continuar la línea del argumento, tomaremos este supuesto simplificado. Esto significa que el
376 triángulo no es estático, se mueve, en este caso de izquierda a derecha y viceversa.
377 Asumamos que el triángulo está en el medio del espectro. Esto significa que algunos
378 intelectuales y/o políticos en la extrema derecha o izquierda, están fuera del triángulo, o al
379 menos de su base y escalones más bajos. Siguen activos, pero no tienen mayor impacto en la
380 opinión pública. Pero el triángulo se mueve, probablemente en el sentido de las corrientes y
381 contracorrientes que mencionan Milton & Rose Friedman (1988). Los intelectuales en los
382 distintos niveles del triángulo se esfuerzan para moverlo en una dirección u otra. No hay
383 muchos cambios en una situación normal, pero cuando una crisis o, y esto es importante, la
384 percepción de una crisis aparece en el horizonte, pueden llegar a tener una oportunidad y ser
385 parte de la corriente principal, siendo que eran ajenos a ella hasta entonces.
386 El triángulo, entonces, se puede mover a la derecha, y aquellos intelectuales o líderes de
387 opinión activos en esa región ahora serán aceptables para la mayor parte de la opinión
388 pública; o puede moverse a la izquierda y lo mismo sucede con quienes están activos en esa
389 área.
390 Tomemos el caso de América Latina. En la segunda mitad del siglo XX el populismo
391 regional adoptó las ideas estructuralistas desarrolladas bajo el liderazgo de Raúl Prebisch en
392 la CEPAL (Comisión Económica para América Latina, parte de Naciones Unidas). Esos
393 experimentos colapsaron en las hiperinflaciones de los años 70s y 80s (Chile, Argentina,
394 Bolivia, Brasil, Perú). Frente a profundas crisis, el mercado de las ideas explotó y aquellos
395 que adjudicaban el origen de la crisis a los déficits fiscales, el gasto público, las empresas
396 estatales, las economías cerradas y el financiamiento vía emisión monetaria, básicamente
397 triunfaron. El triángulo se movió a la derecha, y tuvimos las reformas económicas de los 90s.
398 Algunos solitarios en la derecha se volvieron parte de la corriente principal y, como suele
399 suceder, muchos intelectuales y políticos saltaron a este nuevo grupo, y podíamos encontrar a
400 líderes populistas presentándose como liberales. En algunos casos, las reformas se afianzaron
401 o se demoraron muchos años para mostrar un cambio en la tendencia (Chile, por ejemplo);
402 otros colapsaron a comienzos del nuevo siglo (Venezuela, Argentina, Bolivia) y el triángulo
403 se movió en la dirección opuesta. El socialismo del siglo XXI se expandió entre distintos
404 grupos de intelectuales y, eventualmente, impactó en sus respectivos países.
405 La metáfora de la pirámide describe diferentes escalones o áreas donde están activos ciertos
406 específicos emprendedores. Todos estamos recibiendo y transmitiendo ideas, también, en
407 cierto punto, creando algunas nuevas, pero hay profesiones específicas que están más
408 estrechamente conectadas a ellas o hay emprendedores más activos en el lado de la oferta del
409 mercado. Obviamente, los científicos que presentan nuevas teorías están en la cima, pero
410 muchos otros pueden generar un proceso descendente si consideramos las modas, las
411 tendencias en la literatura, pintura, música u otras artes. Algunas de estas personas están
412 ocupadas en ideas como su tarea principal, ellas son el producto de sus esfuerzos.
413 Un nivel más abajo en la pirámide encontrará a aquellos que reciben las ideas originales o
414 combinaciones de éstas y las difunden en un círculo más amplio: estos incluyen a profesores
415 y maestros, ministros religiosos, periodistas, activistas políticos y sociales, y ahora
416 influencers a través de los medios digitales, los que muestran una gran cantidad de seguidores
417 en Twitter, Facebook o Instagram. De alguna forma generan ingresos con sus esfuerzos: los
418 profesores y maestros pueden obtener mejores puestos o invitaciones a dar conferencias
419 remuneradas, eventualmente vender libros o escribir artículos pagos; los periodistas también
420 pueden obtener mejores puestos y su ingreso estará estrechamente relacionado con el impacto
421 que tengan sus informes en términos de audiencia o referencia; los activistas sociales y
422 políticos pueden eventualmente alcanzar posiciones políticas (por ejemplo, ser nominados
423 como candidatos al Congreso) lo que viene acompañado de sus propios privilegios e ingresos,
424 o pueden disfrutar del beneficio psíquico de ver sus ideas impactar en la comunidad a la que
425 se dirigen; los ministros religiosos pueden incluso esperar recompensas más allá de este
426 mundo material; y un buen número de puertas se abren a los influencers en distintos campos:
427 la moda tal vez sea uno de los más relevantes.
428 Todos ellos, como los emprendedores de productos y servicios, pueden realizar una
429 contribución productiva, innovadora, a la sociedad o lo contrario, promover la búsqueda de
430 privilegios o la realización de actividades delictivas (Baumol, 1990). El hecho de que los
431 clasifiquemos como emprendedores no significa que su contribución sea positiva en algún
432 sentido social.
433 Pero esto tal vez implique una diferencia en los incentivos que movilizan a distinto tipo de
434 emprendedores que lleva a un tema muy interesante cual es la capacidad de motivación de
435 incentivos materiales versus incentivos, digamos, conceptuales o espirituales. Vamos a
436 encontrar emprendedores de ideas de los dos tipos. Por un lado, aquellos que, siguiendo a
437 Tullock (1967) podríamos llamar buscadores de rentas, quienes están detrás de obtener
438 ciertos resultados monetarios para un determinado grupo, y por otro quienes actúan para
439 promover determinados valores o principios de organización social. Para la literatura del rent
440 seeking, aquellos tendrían una ventaja sobre los segundos, no ya por la intensidad del
441 incentivo (puede ser muy fuerte para quienes actúan en pos de ciertos valores) sino por el
442 hecho de que responden a grupos pequeños y bien organizados en quienes se concentra el
443 beneficio buscado, mientras que en el otro caso se trata de grupos dispersos, poco
444 organizados, sujetos a incentivos a ser free riders de los esfuerzos de otros.
445 No obstante, hemos visto muchos casos en la historia donde el emprendedor de valores
446 supera al buscador de rentas. Un ejemplo clásico de esto sería la contribución teórica de
447 Adam Smith y David Ricardo en relación a las ventajas absolutas o relativas del libre
448 comercio, luego corporizadas en el movimiento Anti-Corn Law League liderado por Richard
449 Cobden y John Bright, superando los intereses mercantilistas. Aunque, por las mismas
450 características antes señaladas, estos emprendedores tienen problemas para sostener el
451 impulso inicial en el tiempo y los buscadores de rentas pueden corroer en forma regular y
452 constante el resultado obtenido por los primeros.
453 Más allá de la valoración del resultado, debemos tomar nota que en los modelos de equilibrio
454 general no hay mucho lugar para la empresarialidad, y algunas variables son considerabas
455 como fijas (Kirzner, 1992): las preferencias de los consumidores, los recursos disponibles y
456 las tecnologías. Si nos abstraemos de cambios en estas variables, si los consumidores
457 continúan prefiriendo el ocio al trabajo, la cerveza al vino o un auto a una bicicleta en las
458 proporciones que actualmente lo hacen; si no hay nuevos desarrollos tecnológicos o no se
459 encuentran nuevos recursos, o nuevas teorías de management, los mercados alcanzarán ese
460 punto de equilibrio. Kirzner las llama “variables subyacentes”. Obviamente, esto no sucede
461 en el mercado, especialmente en el mercado de las ideas, las variables son, pues, variables.
462 Las “variables inducidas” se mueven inevitablemente hacia el equilibrio. Estas son los
463 precios de los productos y servicios, los métodos de producción y las cantidades y calidades
464 de los productos. Las variables subyacentes se relacionan con las ideas cada vez que las
465 preferencias de los consumidores cambian, se desarrollan nuevos recursos o nuevas
466 tecnologías. El emprendedor se mueve en ese mundo, en ambos lados del reloj de arena, en
467 un sentido schumpeteriano (preferencias cambiantes, combinación de recursos y tecnologías
468 a través de ‘nuevas ideas’) y estando alerta y descubriendo que esos cambios han ocurrido,
469 dando inicio a un proceso que buscará satisfacerlas, en un sentido kirzneriano.
470 El emprendedor es aquel que produce cambios o es capaz de ver que se han producido
471 cambios en las preferencias de los ciudadanos, que se ha modificado la dotación de recursos o
472 que hay nuevas posibilidades tecnológicas, y elabora una idea, una propuesta de cambio
473 sobre el marco político o institucional. En el mercado de bienes y servicios, el emprendedor
474 consigue esa información por medios muy diferentes: cambios en los precios de los productos
475 o insumos, estadísticas sobre la evolución del mercado, estudios sobre la conducta o
476 preferencias de los consumidores, encuestas, y otros. Existen métodos muy sofisticados para
477 detectar leves cambios en lo que los consumidores prefieren. En la política hay diferencias:
478 no existen precios claros como en el mercado, y la revelación general de preferencias
479 políticas se obtiene en una elección que solo tiene lugar cada cierto tiempo, no en forma
480 continua, como en el mercado. Pero los políticos recurren a encuestas y otro tipo de estudios
481 de opinión para saber qué es lo que está pasando entre los votantes. Cualquier elección —sea
482 local, regional o nacional— será tomada como una señal de la que se puede desprender
483 alguna conclusión sobre la evolución de las preferencias.
484 En palabras de Mokyr (2016, p. 101): "Los emprendedores culturales fueron muy exitosos en
485 este mercado (de ideas). Como todo emprendedor innovador exitoso, los emprendedores
486 culturales combinaron una capacidad para 'leer’ el mercado con su visión original, alterando
487 la cultura agregando ítems al menú de opciones culturales, pero no siendo tan atrozmente
488 diferentes como para tornarse inefectivos. Algunos lo hicieron percibiendo una demanda
489 latente: un descontento con algunas creencias o conocimientos culturales, o intentos
490 anteriores, difusos e incoherentes, de lidiar con una nueva realidad. Para que los
491 emprendedores culturales tengan éxito, cierto descontento debe existir entre los elementos
492 culturales prevalecientes y cierta nueva información que no encaja con ellos" (traducción del
493 autor).4
494 Tomemos el caso del cambio climático como ejemplo. En un sentido schumpeteriano está
495 quien primero señaló el fenómeno y su importancia, puede haber encontrado nuevos datos
496 (aunque sean parciales) y plantea los peligros que enfrenta la humanidad. La nueva idea
497 comienza su recorrido descendente en la pirámide a través de comerciantes de segunda mano
498 y se vuelve parte de la opinión pública. O, podríamos decir, en un sentido kirzneriano que
499 alguien percibe que estas preferencias han cambiado; los consumidores, especialmente en los
500 países ricos, han satisfecho sus necesidades básicas en la escala de Maslow y ahora quieren
501 algo más, algo que dé significado a sus vidas. Conscientemente o no, el emprendedor tiene
502 una en oferta: salvar al planeta. La idea comienza a expandirse como si fuera una pandemia,
503 pero una que es impulsada por emprendedores en los diferentes niveles de la pirámide. El
504 reporte del escritorzuelo es tomado por el editor en ciencias de un periódico importante, de
505 allí al programa de noticias en la televisión y a una audiencia mucho más grande, y luego
506 hacia arriba a los políticos, quienes están observando los temas de interés de los potenciales
507 votantes. Un problema adicional es que una idea, o conjunto de ideas, probablemente se verá
508 distorsionada en el camino, tanto hacia arriba como hacia abajo, creando todo tipo de
509 ramificaciones a partir de un tema original.
510 No hay, tal vez, mejor ejemplo del emprendedor de ideas que el influencer. El nombre lo dice
511 todo, son líderes de opinión que pueden alcanzar una audiencia mucho mayor que los medios
512 tradicionales a través de plataformas como Facebook, Instagram, Twitter, Tik Tok y otras. El
513 diario de mayor circulación es el japonés Yimiuri Shimbun con 9,1 millones de lectores, pero
514 Cristiano Ronaldo tiene más de 500 millones de seguidores en Instagram. Estas plataformas
515 ofrecen análisis de datos y pueden segmentar a los seguidores por edad, género, empleo,
516 intereses, ubicación y muchas más categorías. Los influencers obtienen ingresos por
517 publicidad; se estima que su negocio alcanzó los 10 mil millones de dólares en 2020. Se
518 estima también que el 70% de las decisiones de compra de los millenials es influenciada por
519 pares, y un 60% de las ventas en negocios están influenciadas por las redes sociales.5
520 Es importante en este punto que veamos cuál es la función del emprendedor y la diferencia
521 que hay entre esta y la del capitalista. En muchos casos ambas funciones las cumple la misma
522 persona, pero es necesario comprender que estamos hablando de dos cosas distintas, pues
523 muchas veces ocurre que alguien tiene una idea brillante y es otro el que pone el capital para
524 llevarla a cabo. En el caso de las ideas, en muchos casos pareciera requerir poca inversión de
525 capital, solamente tener esa capacidad de detectar el pulso de la sociedad; pero no siempre ya
526 que desarrollar nuevas ideas en muchos campos demandan una inversión importante en
527 tiempo y esfuerzo porque es necesario, entre otras cosas, estar al tanto del desarrollo

7 4
Cultural entrepreneurs were very successful sellers in this market (of ideas). Like all successful innovating
8 entrepreneurs, cultural entrepreneurs combined an ability to 'read’ their market with their original insights,
9 altering the culture by adding items to the menu cultural choices but not being so outrageously different as to
10 become ineffectual. Some of them did so by sensing a latent demand: a dissatisfaction with some cultural beliefs
11 or knowledge, or diffuse and incoherent earlier attempts to cope with a new reality. For cultural entrepreneurs to
12 be successful, some discontent must exist between the prevalent cultural elements and some new information
13 that does not quite square with it.”
14 5
Rachel David, “How Influencers have transformed Modern Marketing": https://www.youtube.com/watch?
15 v=gbbEXnRG9d8
528 producido en ese campo. Por ejemplo, una nueva idea en filosofía demanda que quien la
529 proponga haya invertido no poco tiempo en conocer el estado de la disciplina.
530 El capital, por otro lado, es esencialmente una reputación, prestigio, que se va acumulando
531 con el paso del tiempo a medida que se recibe la aprobación de las ideas propuestas. No es el
532 único capital que es necesario en este mundo, por supuesto, también es muy alta la inversión
533 necesaria para imprimir y distribuir libros, para crear y conducir medios de comunicación. En
534 este sentido, Internet ha revolucionado la necesidad de capital, permitiendo un ingreso
535 masivo de emprendedores al mercado de las ideas, en muchos casos sin capital alguno o con
536 una inversión mínima.
537 En los mercados de bienes y servicios podemos aislar la función empresarial de quienes
538 combinan nuevas ideas y descubren oportunidades, pero hay por lo menos dos funciones más:
539 la inversión de capital y la gestión del proyecto de start-up. Podemos encontrarlas en la
540 misma persona o separadas en otras diversas. ¿Podemos adaptar esto a las ideas? En este caso
541 del emprendedor, como el influencer por ejemplo, necesita invertir esfuerzo humano,
542 creatividad y tiempo para construir capital, que en este caso es básicamente una reputación.
543 Los costos de oportunidad siempre están presentes, ya que podrían estar empleando su tiempo
544 en alguna otra actividad. Una vez que han construido un importante capital a través de la
545 reputación, lo arriesgan en cada intervención subsiguiente, y en mercados tan fluidos como
546 éste, puede ganarse y perderse rápidamente. También deben manejar sus activos, sean libros,
547 videos o cuentas en distintas plataformas.
548 ¿Cuáles son las ganancias que motivan a los emprendedores de ideas político/institucionales?
549 Pueden ser tanto monetarias como no monetarias. En el caso de las segundas, es básicamente
550 la satisfacción de llevar adelante una propuesta para alcanzar un tipo de sociedad o mejorar la
551 existente de alguna forma que se entiende generará una mejor calidad de vida y conseguir que
552 la estructura social concuerde con ciertos valores; en el caso de las monetarias, pueden ser
553 tanto ventajas económicas para ciertos sectores como ventajas personales. Las grandes
554 inversiones que se realizan en campañas electorales sugieren que han llegado a ser
555 importantes.
556 Esto significa que habría una diferencia entre el emprendedor de ideas y el emprendedor de
557 bienes y servicios ya que este último guía sus decisiones en base al cálculo económico que
558 toma en cuenta precios de los bienes y servicios a ofrecer en relación al precio de los recursos
559 que tiene que invertir en el proceso (Landoni, 2015). En el caso del empresario de ideas,
560 algunos de esos recursos no tienen precios claramente definidos (por ejemplo, ¿cuál es el
561 precio de una buena reputación?). Esto impediría realizar un presupuesto monetario previo a
562 la decisión empresarial, pero no por ello impide un cálculo general que alienta la toma de
563 decisiones del emprendedor de ideas. No podrá cuantificar por anticipado el resultado de una
564 cierta iniciativa, pero puede que sea solamente necesario tener la sospecha o la convicción de
565 que vale la pena.
566 Seguramente las motivaciones de los emprendedores de ideas son diversas y complejas,
567 monetarias o espirituales, pero encontraremos a todos estos emprendedores, con sus distintas
568 motivaciones, compitiendo entre sí y el resultado será el complejo entramado institucional
569 que encontramos en nuestras sociedades. La opinión pública determina los límites del cambio
570 institucional pero luego la competencia entre estos distintos tipos de emprendedores
571 determinará el rumbo de ese cambio, para bien o para mal.
572

573 Conclusión
574 La idea de que existe un “mercado de ideas” y “emprendedores de ideas” parece ser una que
575 se explica a sí misma: es una idea originada por alguien que pensó que el paralelo con los
576 emprendedores de bienes y servicios podría describir cómo nacen, evolucionan, cambian y
577 eventualmente mueren. No podemos decir ahora si esta idea va a prosperar, florecer, cambiar
578 de forma, languidecer o simplemente ser olvidada, pero podemos observar que está teniendo
579 una creciente atención.
580 Desde el primer uso de la metáfora por el Juez Holmes, o probablemente alguien antes, se ha
581 extendido desde el campo jurídico al de la libertad de expresión, a la sociología, a la
582 economía. En el Capítulo Uno de Acción Humana (1949), Ludwig von Mises presenta una
583 tercera sección titulada “La acción humana como un dato final”, donde sostiene que los
584 juicios de valor y las acciones humanas precisas no están abiertas a más análisis, tenemos que
585 tomarlas como dadas. Pero, de la misma forma que la teoría económica ha avanzado hacia
586 campos como el derecho (law & economics) o la política (public choice), ahora busca
587 también explorar el campo de las ciencias cognitivas.
588 No hemos tratado aquí la cuestión del origen de las ideas, si es biológico o cultural, aunque la
589 ciencia contemporánea ha realizado grandes avances en comprender cómo funciona la mente
590 y cómo concebimos nuestras ideas. No es el campo de acción del economista investigar eso,
591 aunque es siempre útil considerarlo y estar al tanto de los desarrollos en otros campos de la
592 ciencia. Pero, sin entrar en ese tema, los economistas tienen todavía mucho para aprender, y
593 luego mucho para decir, sobre el impacto de las ideas en las acciones. Hemos concentrado
594 nuestros esfuerzos en las consecuencias de la acción, y ahora podemos movernos hacia sus
595 causas. Y las causas son ideas.
596 Eso es lo que está ocurriendo en estos días. Un buen número de economistas está
597 considerando estos temas, muchos trasladando el modelo del mercado y el papel del
598 emprendedor para entender cómo ciertas ideas prevalecen sobre otras, y qué clase de impacto
599 tienen en las acciones humanas que luego determinan los resultados económicos. Hemos
600 solamente rasgado la superficie de lo que está ocurriendo en este campo y buscamos
601 contribuir con una aproximación al análisis fundamental de los mercados y el papel del
602 emprendedor en ellos.
603 La idea del emprendedor de ideas puede desvanecerse, pero quien sabe, puede que
604 evolucione hacia algo mejor, y lleve a nuestra disciplina a una mejor comprensión de porqué
605 y cómo los seres humanos actuamos en un entorno signado por la escasez y los recursos
606 limitados.
607

608 Referencias
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691
692

693 Figura 2
694

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696

697 Figura 3

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