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Resumen:

Concepto de Neuropsicología.
Brahiam Valencia Zuluaga

En primer lugar, es necesario comprender que el abordaje del capítulo uno (Concepto de
Neuropsicología), del libro Introducción a la Neuropsicología (2005), del doctor Portellano, se
divide o se desglosa en tres momentos, los cuales aluden a:

1. Características de la Neuropsicología.
2. Desarrollo Histórico y Orientaciones Actuales.
3. Ámbito de actuación.
1. Características de la Neuropsicología

En consecuencia, en el apartado uno (1), la Neurociencia se erige como un referente para


Neuropsicología, puesto que ésta se constituye como una ciencia que aborda
interdisciplinarmente el estudio del SNC, (Sistema Nervioso Central), teniendo como objetivo
desvanecer la brecha dualista que ha dictaminado durante siglos la dicotomía de mente y cerebro,
en donde incluso, una muestra de este razonamiento radica en lo planteado por el estudio de la
filosofía, haciéndose ésta cargo de lo mental, y en contraste, la bilogía enfocada a lo cerebral.
Dichos planteamientos que devienen de la antigüedad han gestado una idea axiomática que
repercute directamente sobre sobre la concepción dualista de mente y cerebro viva aún en la
contemporaneidad. No obstante, el afloramiento de las Neurociencias, después de la segunda
mitad del siglo XX, ha propiciado un abordaje del SN (Sistema Nervioso) desde diferentes
disciplinas, tales como: Bilogía, Neurología, Psicología, Química, Farmacología, la Genética y la
Informática, hecho que ha implicado un diverso abordaje encaminado a la comprensión de la
mente humana, y las funciones propias de ella, es decir, las funciones mentales superiores.
Además de eso, el enlazamiento disciplinar supone a su vez, un reconocimiento anatómico,
bilógico, patológico y funcional del SN.

Como es natural, la relación científica contiene implícitamente a los sujetos que han aportado
a las neurociencias, por lo que es llamativo que muchos de estos científicos sean psicólogos. Este
dato no es en vano cuando se analiza bajo el marco de los efectos cognitivos sobre la estructura
cerebral, lo que distancia aún más la concepción dualista reproducida históricamente.
Por otra parte, es menester mencionar que el basto estudio de las Neurociencias, aparecen dos
orientaciones llamadas Conductuales y No Conductuales. Las No Conductuales, centran su
interés en las estructuras del SN, dejando en un segundo plano los procesos cognitivos y
comportamentales. Es de ese modo, como emergen las Conductuales, cuya preocupación va
dirigida al estudio de las relaciones del SN, con las dimensiones cognitivas y comportamentales,
caso contrario, si se compara con las No Conductuales.

Para ilustrar detalladamente lo expuesto en el párrafo anterior es pertinente hacer uso del
siguiente cuadro explicativo.

Fuente: (Portellano, 2005)


Ahora bien, la Neurociencia Cognitiva compone el marco de las Neurociencias
Conductuales, de ahí que, autores como Kandel. (1996) les reconozca como efecto de la fusión
entre Neurociencia y Psicología. Es así entonces, como deviene la Neuropsicología, como
disciplina que estudia la cognición en relación a la estructura del SN, entendiendo a la cognición
como el proceso de integración, trasformación, codificación, almacenamiento y respuesta de los
estímulos sensoriales. Vale mencionar, que existe una difusa distinción entre Neurociencia
Cognitiva, Neuropsicología y Psicología Fisiológica. Ha sido de conocimiento, que las
Neurociencias han sustentado de modo disciplinar a la Neuropsicología, ya que las patologías
cerebrales, se ponen en relación, mediante estudios con las características comportamentales
humanas. Según Benton, (1971), la Neuropsicología es la Neurología de la Conducta. No
obstante, los neurólogos, se interesan en la compresión de la conducta, para conocer así en
profundidad el funcionamiento neurológico y cerebral del sujeto estudiado, mientras que los
neuropsicólogos pretenden comprender el funcionamiento cerebral, en virtud de un mejor
entendimiento de la conducta. También es válido advertir que ambos campos, y ambos
profesionales, recurren a la neuroimagen, técnica que no es suficiente en algunos casos, puesto
que existen variadas condiciones cognitivas y comportamentales que no se develan en el sondeo
neuronal y cerebral. En virtud de estas condiciones, la Neuropsicología formula un esquema de
evaluación más exhaustivo para el tratamiento y rehabilitación de los daños cognitivos y
mentales, en contrate con la Neurología que propende al paciente de tratamientos
farmacológicos.

La síntesis de Neurología y Neuropsicología, la condensa la Neurología de la Conducta¸


en donde hay una aceptación por parte del neurólogo para tratar síndromes clásicos desde las
aportaciones de la Neuropsicología Cognitiva, aunque vale resaltar, que la Neurología de la
Conducta, es en esencia una Neurociencia No Conductual. Lo mencionado con anterioridad en el
presente párrafo, se pone en consideración cuando se analiza a la Neuropsicología, ya que la
Neurología de la Conducta, está implícita en los principios de ésta.

Para caracterizar a la Neuropsicología, es menester reiterar que la misma diluye el


dualismo de mente y cerebro, ya que estudia las relaciones entre lo neurológico y lo conductual,
tanto en sujetos sanos como en sujetos que hayan sufrido algún tipo de daño, tal como lo advierte
Kolb (2002). Una distinción más, respecto a otras Neurociencias Conductuales, es que la
Neuropsicología centra su foco en los procesos mentales superiores, por lo que es preciso que los
estudios sean humanos.

Síntesis de características:

 Carácter Neurocientífico: la Neuropsicología es una Neurociencia Conductual que


hace uso del método científico para el estudio del cerebro, mediante el procedimiento
hipotético deductivo o a través del analítico inductivo. El método hipotético
deductivo establece hipótesis refrendadas o refutadas, mediante la Experimentación.
En ese orden de ideas, el procedimiento analítico inductivo, pone a prueba la relación
funcional entre variable controladas a través de experimentos. (Portellano, 2005)
 Estudia las funciones superiores mentales: como se dijo con anterioridad, los
procesos cognitivos superiores son estudiados por la Neuropsicología, tales como el
pensamiento, las funciones ejecutivas, la percepción y la motricidad, además del
estudio sobre las consecuencias del funcionamiento cerebral, sobre la conducta
emocional.
 Trata preferentemente de las manifestaciones del córtex cerebral asociativo: esta
zona es la que determina los procesos cognitivos superiores, además es propensa a
contraer daños que afectan las funciones cognitivas. En áreas del encéfalo, por
ejemplo, el cuerpo calloso, el tálamo, los ganglios basales, el hipocampo y la
amígdala, los daños causados allí, repercuten en los procesos cognitivos superiores y
en la actividad emocional.
 Estudia las consecuencias del daño cerebral sobre los procesos cognitivos: existe
una distinción entre Neuropsicología básica y Neuropsicología médica. La primera de
ellas, enfoca sus estudios en sujetos sanos y es homologable a la Neurociencia
Cognitiva. La segunda, centra su reflexión en las repercusiones que causan los daños
cerebrales en la conducta, en suma, tiene más peso que la básica, ya que los
Neuropsicólogos encaminan su práctica a sujetos con síndromes, disfunciones
cognitivas o trastornos de conducta, sospechando que la causa de éstos deviene de
afectaciones en el SNC.
 Utiliza modelos humanos: la neuropsicología, centra sus estudios en lo humano, ya
que equipararle con otras especies no tendría tanta cabida, porque las diferencias son
acentuadas. Un argumento que sustenta la idea anterior, se manifiesta en la
proporción de la corteza animal, en donde se explicita una marcada inferioridad
equiparándola con la del humano. Sin embargo, el estudio psicofisiológico en
animales, ha aportado en la comprensión sobre lo humano desde las Neurociencias,
claro está, no cayendo paralelismos excesivos.
 Carácter interdisciplinar: la correlación disciplinar se da desde la constitución de la
Neuropsicología, dado que en su marco han aportado disciplinas variadas, como la
neurología, la biología, la psicología experimental y cognitiva, solo por mencionar
algunas. En suma, los profesionales de este campo, conviven con diversos expertos,
lo cual reafirma el carácter interdisciplinar de la Neuropsicología.

2. Desarrollo Histórico y Orientaciones Actuales.

En la antigüedad, se erigieron dos hipótesis, la Cerebral y la Cardiaca, en concreto, los


egipcios ya suponían sobre el devenir de las ideas, llevando a cabo la craneotomía en relación a
rituales. En el siglo V a.c, en Grecia, por ejemplo, ya se armaba una concepción sobre el origen
de los sentimientos y de las ideas, en donde respectivamente, unos afloran del corazón, y las
otras del cerebro; el padre de la medicina, Hipócrates defendía dicho planteamiento. Por otro
lado, uno de los mayores representantes de la hipótesis cerebral fue Platón (420 ac -347 ac),
quien creía que la actividad racional es propia del cerebro; en contraposición de este argumento,
emerge la hipótesis de Aristóteles y Empédocles, los cuales suponían que el corazón era la fuente
de la razón.

La hipótesis que prevaleció fue la Cerebral, ya que los romanos inocularon este
planeamiento dentro de su tradición. Galeno (129 -199), estableció, que la actividad mental
circula en el líquido cefalorraquídeo (LCR) presente en los ventrículos cerebrales, pero es claro
que la hipótesis cardiaca aún perdura en la contemporaneidad, con aseveraciones como esta: “el
corazón fuente de la emoción”, ello fruto de la tradición oral reproducida en las culturas, para
hacer más explícito este argumento, es pertinente mencionar que la palabra Psicólogo en Japón,
significa “persona que estudia el corazón”

La propuesta de Galeno, fue la base del estudio cerebral durante quince siglos por
filósofos y médicos medievales, árabes y renacentistas. No es pues hasta el siglo XVI, donde
Andrea Vesalio con sus estudios anatómicos y disecciones de animales, propone que la actividad
mental se ubica en el tejido nervioso. Vesalio, fundamentó su hipótesis en el estudio de diversos
mamíferos, pero siendo enfático en la anatomía humana, y reformulando las falencias de Galeno,
con respecto a la poca especificidad distintiva entre órganos animales. La proposición de
Vesalio, tardo más de un siglo por ser acepta en Europa. En el siglo XVIII, aparece Willis, uno
de los anatomistas que da por sentado que la actividad mental está ubicada en el perénquima
cerebral.

Con Descartes (1596-1650), la concepción dualista sobre cuerpo y mente se fortalece, no


obstante, es él quien propone también unos puntos de conexión entre estas dos dimensiones,
ubicando así a la mente como una sustancia metafísica que se manifiesta en la estructura de la
glándula pineal. Con esta hipótesis cartesiana y los supuestos de Galeno quince siglos atrás, se
genera el paradigma del Localizacionismo, que, a groso modo, comprende a la estructura
cerebral como un aglomerado de piezas dispuestas a cumplir una función conductual y/o
cognitiva de modo específico, es decir, cada área cerebral, responde a una actividad mental.

La anterior acotación, se reviste con la presencia de los anatomistas Josef Gall y Johan
Casper Spurzheim en el siglo XIX, quienes, desde sus hipótesis, también conocida como
frenología, señalaron que las atribuciones mentales corresponden a una locación en el encéfalo,
estimando así un aproximado de veintisiete facultades mentales ubicadas en la corteza cerebral.
Con esta conclusión deliberada, suponían a su vez que la estructura craneal influía en la
capacidad y/o existencia de las facultades mentales. Menester es reconocer que, en sus estudios y
reflexiones de locación, lograron aportar en lo que posteriormente sería la neurología y sus
descendientes las neurociencias, ya que descubrieron la materia gris y blanca, el área del
lenguaje en el lóbulo frontal, y la vinculación de daños en el lóbulo frontal izquierdo como causa
de un caso de afasia.

Como contraposición del localizacionismo, Pierre Flourens, médico francés, advierte que
las funciones mentales, son producto de la conexión de diversas partes del cerebro, hecho
causado por la actividad mental unificada, por lo que, según él, es erróneo aludir a una
especificación aislada de las facultades mentales. Flourens baso su trabajo en estudios
anatómicos con animales, emitiendo equiparaciones con la anatomía cerebral humana, ello
implica que su tesis f8uese refutada, por las diferencias cualitativas en las áreas cerebrales entre
animales y humanos, especialmente en el neo córtex.
Las tensiones dadas por el debate entre Localizacionistas y Antilocalizacionistas, fue
continua en las primeras décadas, en donde por momentos el holismo se erigía por encima del
localizacionismo. No obstante, es este último el que ve la luz posteriormente, cuando Auburtin,
basándose en Gall y otros estudiosos, pone manifiesto que el habla se localiza en los lóbulos
frontales.

Sin lugar a dudas, fue Broca y Wernicke, los que revitalizaron la concepción
localizacionista, dado que desde sus fundamentos lograron esculpir un modelo para el estudio del
cerebro y de las condiciones cognitivas y conductuales causadas por las afectaciones en las
diferentes áreas cefálicas. No es fortuito, que exista la Afasia de Broca y la Afasia de Wernicke,
como reconocimiento a las aportaciones de ambos científicos.

La Neuropsicología como concepto científico, emerge a mediados del siglo XX, aunque
ya a principios del siglo, el medico William Osler había hecho alusión a el mismo. En ese
sentido, la primera publicación Neuropsicológica, ve la luz en 1963, a través de un artículo que
dilucida el entramado científico de la disciplina.

Los estudios de Goltz, retomaron la concepción global del funcionamiento del cerebro,
tras haber experimentado con caninos. Jackson, por su parte, reafirma el inconformismo de los
planteamientos del localizacionismo radical, advirtiendo que el SNC, funciona de modo
jerárquico, en donde las funciones inferiores se dan en la medula espinal y el tallo cerebral,
además, las funciones sensibles y motoras se localizan en los ganglios basales y la corteza
motora, es de ese modo, como el nivel declarativo y voluntario se manifiesta en mayor medida,
en la actividad del lóbulo frontal, por lo que un daño en cualquiera de estas zonas, no implicaría
el deterioro preciso de esa función en específico, sino más bien una desorganización de las
funciones.

Como propiedad dinámica de la Neuropsicología, las propuestas Kart Lashley (1890-


158), fueron cruciales, en especial sus trabajos titulados Acción en Masas y el Principio de la
Equipotencialidad. Ambas obras compuestas en un marco holístico. Gracias a lo enunciado en
las dos hipótesis, especialmente en la última, Lashley, desarrolla una teoría más precisa, la cual
es la Teoría del Campo Solapado, trabajo fundamental en la comprensión básica del
funcionamiento cefálico.
Otro pionero de la constitución Neuropsicológica, fue Kurt Goldstein (1876-1965), el
cual enfoco sus estudios en los efectos de las heridas causadas en la guerra sobre el SN, por este
hecho, se le considera como el precursor de la rehabilitación Neuropsicológica, de ahí, que sus
aportes como neuropsiquiatra, aportará sobre las repercusiones causadas por el deterioro o daño
en los hemisferios cerebrales.

Uno de los más influyentes académicos en los aportes Neuropsicológicos, fue Donald
Hebb, discípulo de Lashley. Hebb, aporto de modo excepcional en los análisis mnémicos, dando
a conocer, a través de sus hipótesis, que la estructura cerebral es modificada mediante la sinapsis
química, ya que la memoria a corto plazo, establece un nuevo aprendizaje en el sujeto, y por
tanto enlaces neuronales nunca antes dados.

Alexandre Romanovich Luria (1907 – 1977), influenciado en Von Monakow y Pavlov,


fortalece la concepción holística dentro de los procesos Neuropsicológicos. Es así, como Luria se
erige como una de las piedras angulares dentro de la Neuropsicología contemporánea. La
hipótesis antilocalizacionista es un sustento esencial en la comprensión del funcionamiento
cerebral, puesto que Luria propone tres unidades funcionales, las cuales corresponden a
localizaciones anatómicas, sin que esto cause un localizacionismo, sino más bien, una óptica
holística que detalla la actividad cerebral y cognitiva, como procesos no aislados entre áreas
cefálicas. Dentro de ese orden de ideas, las Unidades Funcionales aluden a:
Fuente: (Portellano, 2005)
Dentro de sus investigaciones (La Ley de la Estructuración Jerárquica), Luria sostuvo
que, en la edad temprana, es donde más actividad hay en las áreas primarias del cerebro,
mientras que, en la edad adulta, las actividades declarativas son más puestas en función, por lo
que las áreas del lóbulo frontal resultan más activas durante estos años.

En las primeras décadas del siglo XX, la Neuropsicología fue una disciplina que se ocupó
más del estudio de las áreas cefálicas que, de la misma conducta y cognición del sujeto a
estudiar, esto, porque la Neuropsicología fue influenciada en gran medida por la Neurología de la
época, la cual centraba sus análisis en las posibles lesiones localizadas en anatomía cerebral.
Pese a ello, la Neuropsicología constituyo un hito importante, puesto que diferentes profesionales
del campo, se incursionaron en el diseño de pruebas de evaluación neuropsicológicas, como la de
Reitan y el test gestáltico visomotor de Lauretta Bender.

A partir de los años sesentas, emerge una nueva óptica en la Neuropsicología, la cual se
ve afectada por las teorías de la psicología cognitiva, esa incidencia, ocasionó un abordaje más
holístico por parte de la Neuropsicología, distanciándose del anquilosado sesgo localizacionista
de la Neurología. Es así, como el nuevo enfoque Neuropsicológico considera a la cognición y la
conducta como el producto final de su reflexión, consideración que se desfasa de un equilibrio
entre estructura anatómica cerebral y cognición, lo cual es un infortunio, porque oscila en la
comprensión dualista de antaño.

Como fruto de las tenciones entre Neuropsicología neurológica y Neuropsicología


psicológica, aflora la Neurología dinámica, cuyas bases se cimientan en los postulados de Luria,
y propone una fusión o síntesis de sus antecesoras. En la actualidad, las tres accionan en el
campo Neuropsicológico, no obstante, las estáticas o de orientación neurológica y fragmentada,
tienden a ser relegadas, en virtud de los estudios realizados bajo en margen de la
Neuropsicología dinámica. Por otra parte, aparece también la Neuropsicología Cognitiva, la cual
diseña dentro de su entramado teórico, una hipótesis que refiere a los procesos cognitivos, como
un Sistema de Procesamiento de la Información (SPI), por lo que el SN en su dimensión
anatómica, procesa las representaciones que el sujeto vislumbra en su interacción con el mundo,
implicando diferentes momentos de procesamiento, denominados así:
 Procesamiento de entrada: se da desde el componente periférico de cerebro,
llegando a las áreas primarias del mismo, para emitir un análisis sensorial de la
información.
 Procesamiento central: Constituye un análisis semántico y declarativo, por lo
que se dan en las áreas cerebrales asociativas. Por esto, es el fundamento del
estudio Neuropsicológico.
 Procesamiento de salida: se devela en las acciones que impliquen pensamiento y
conducta, dándose en las áreas motoras.

3 Ámbito de actuación.

Es amplio el campo de acción de la Neuropsicología, se sintetiza en cinco procesos


claves, ellos son: evaluación, intervención, prevención, investigación y orientación de las
relaciones conducta-cerebro (Portellano, 2005)

Evaluación Neuropsicológica: es de los primeros campos de la Neuropsicología, su


función es seleccionar, diseñar y aplicar test para generar un diagnóstico de los procesos
psíquicos y cognitivos de los sujetos evaluados, además de posibles irrupciones es la anatomía
cefálica, de modo singular.

Rehabilitación cognitiva: por medio de técnicas psicológicas, pretende intervenir en


rehabilitar las funciones cognitivas de los sujetos sanos y no sanos, todo ello teniendo como
fundamento la singularidad de los pacientes.

Prevención del daño cerebral: en primera instancia, se llevan a cabo capacitaciones con
en diferentes ámbitos sociales, por lo que su aplicabilidad es muy variada.

En segundo lugar, los pacientes que han mostrado síntomas de potenciar daños
cerebrales, con ellos, la intervención debe ser inmediata, ya que esto puede prevenir reacciones
psicopatológicas desadaptativas.

Por último, la prevención terciaria es poco común, dado que se lleva a acabo años
después del daño cerebral, basándose en la hipótesis de los cambios cerebrales en las áreas
dañadas del encéfalo.
Investigación de las relaciones conducta cerebro: La Neuropsicología, ha trabajado en
la difusión, creación y distribución de teorías y proyectos que aporten al su crecimiento teórico y
practico dentro de su campo disciplinar.

Orientación: Finalmente, los profesionales de la Neuropsicología acompañan a los


pacientes y familiares en el proceso de afrontamiento de los daños causados en el cerebro, esto
como un apoyo adaptativo del sujeto y su entorno laboral, familiar y social en general.

En consecuencia, los profesionales en Neuropsicología pueden ejercer en múltiples campos,


desde centros de tratamiento de daños cerebrales, hasta en psicología educativa.

Referencias
Benton, A. (1971). Introducción a la Neuropsicología. Fontanella.
Kandel, E., & Schwartz, J. y. (1996). Neurociencia y Conducta. Prentice Hall.
Kolb, B., & Whishaw, I. (2002). Cerebro y Conducta. Mc Graw Hi.
Portellano, J. A. (2005). Introducción a la neuropsicología.: McGrawHill.

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