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Clase 1°

¿QUE SON LAS NEUROCIENCIAS?

1.1.

¿QUE SON LAS NEUROCIENCIAS?

A partir de finales delsiglo XX se ha producido un creciente m ovim iento de


integración entre diferentes profesionales interesados en estudiar la m ente hum ana.
Dicho m ovim iento de integración ha dado lugar alnacim iento de las neurociencias.

Las neurociencias constituyen un ám bito interdisciplinar que estudia alsistem a


nervioso en todos sus niveles, desde elm olecular hasta elanatóm ico, interesándose
por elestudio de su anatom ía, funcionam iento, desarrollo, patología, farm acología y
neuroquím ica. Su propósito principales poder integrar los diferentes niveles de
análisis en un conocim iento coherente e integrado de la estructura y función
encefálica y com o ésta prom ueve la m arcada individualidad de la acción y la
personalidad hum anas.

Se pueden distinguir dos grandes grupos de disciplinas neurocientíficas, según su


m ayor o m enor preocupación por elcom portam iento.

1. Neurociencias no conductuales o biológicas: se centran en elestudio de algún


aspecto específico delsistem a nervioso. Son todas aquellas cuyas variables
independientes y dependientes son de naturaleza no conductual, y que inciden
exclusivam ente en elestudio delsistem a nervioso. Para ellas, elestudio del
com portam iento es un elem ento accesorio. Por ejem plo, neurobiología, neurología,
neuroanatom ía, neurofarm acología, neuro-endocrinología.

2. Neurociencias conductuales: se centran m ás en elestudio de las m anifestaciones


externas delfuncionam iento delsistem a nervioso com o la sexualidad, elsueño o la
m em oria. Tienen com o variable dependiente elestudio de la conducta. Se interesan
por elestudio delsistem a nervioso com o origen delcom portam iento, pero ponen
m ayor énfasis en elestudio de cualquier m anifestación de la conducta com o variable
dependiente. Los neurocientíficos de orientación conductualtienen com o objetivo
conocer qué efectos tiene elfuncionam iento norm alo patológico delsistem a
nervioso sobre elcom portam iento, y viceversa (com o elam biente y la conducta
m odifican la estructura y la función cerebral, porque hoy sabem os que eso es
posible). Por ejem plo, la psicobiología la psicofisiología, psicofarm acología,
psicología fisiológica, psicoendocrinología y neuropsicología, se incluyen en elgrupo
de las neurociencias conductuales, alque recientem ente se han incorporado otras
disciplinas com o la neurociencia cognitiva o la neurología de la conducta.

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Eldogm a centralde todas las neurociencias es que lo que habitualm ente llam am os
m ente consiste en una serie de funciones realizadas por elcerebro. La acción del
cerebro es subyacente a toda conducta, no solo a las conductas m otoras
relativam ente sim ples, tales com o andar y com er, sino a todos los actos cognitivos
com plejos que asociam os con la conducta específicam ente hum ana com o por
ejem plo pensar, hablar, actuar, realizar obras de arte, hacer un juicio m oral, sentir
culpa, ansiedad o depresión, etc. De acuerdo a esta visión, los trastornos del
com portam iento que caracterizan a la enferm edad m ental, son en últim a instancia,
alteraciones de la estructura y/o la función cerebral.

“La tarea de las neurociencias es aportar explicaciones de la conducta en térm inos de


actividades delencéfalo, explicar cóm o actúan m illones de células nerviosas
individuales en elencéfalo para producir la conducta y cóm o, a su vez, estas células
están influidas por elm edio am biente, incluyendo la conducta de otros individuos.”
(Kandell, et.al., 1997).

Es decir, elobjetivo finalde la neurociencia es tratar de com prender los m ecanism os


neurobiológicos que son responsables de toda actividad (m entaly conductual)del
ser hum ano.

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1.2.

LA NEUROPSICOLOG ÍA ENTRE LAS NEUROCIENCIAS

La neuropsicología es una neurociencia conductualcuyo objetivo es el estudio de la


relación entre elcerebro y la conducta, tanto en sujetos sanos com o en aquellos que
presentan algún tipo de disfunción o lesión cerebral. Su objeto de estudio se centra
en la com prensión de las funciones cerebrales superiores, entendidas com o el
resultado delprocesam iento cerebral, asum iendo que dichas funciones están
supervisadas en últim a instancia por las dos grandes áreas de asociación de la
corteza cerebral: la prefrontaly la parieto – tém poro – occipital(Portellano, 2007).

A continuación podem os ver algunas im ágenes delcerebro, a fin de tener una


referencia para ir ubicando las distintas zonas que se van m encionando a lo largo de
la clase.

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La neuropsicología posee una dim ensión teórica y otra aplicada.

En tanto dim ensión aplicada, se configura la neuropsicología clínica, que


correlaciona alteraciones en elsistem a nervioso con alteraciones m entales,
conductuales y funcionales, que evalúa la función nerviosa a través de la conducta.
Esto im plica evaluar y describir los procesos neurocognitivos, realizar un diagnóstico
clínico – topográfico, y finalm ente, una program ación terapéutica tendiente a la
reorganización de m odalidades funcionales cerebrales y delcom portam iento.

A rdila (2007)afirm a que la neuropsicología ocupa un lugar interm edio entre la


neurología y las neurociencias por un lado, y la psicología y las ciencias del
com portam iento por elotro. Su objetivo es estudiar la organización (norm aly
anorm al)de la actividad psicológica a partir delsistem a nervioso, com o un producto
delm ism o. Para ello, utiliza tanto procedim ientos clínicos com o experim entales.
Com o neuropsicólogos, utilizarem os:

• Los clásicos test, algunos de ellos tom ados de la psicom etría tradicional, pero
interpretados a la luz de estos nuevos conocim ientos. Com o ejem plo
podem os m encionar las escalas de inteligencia de W eschler, que si bien
surgen en elám bito de la psicom etría, las versiones m ás actuales (W A IS IV,
W ISC IV que han abandonado los clásicos conceptos, por ejem plo elim inando
elcálculo de los CIV y CIE, y reem plazándolos por índices)han adoptado los
conocim ientos actuales de la neuropsicología tanto en su estructura com o en
la interpretación de sus resultados.

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• Otros test, que han surgido específicam ente delconocim iento
neuropsicológico, com o por ejem plo elTest de Clasificación de Tarjetas de
W isconsin, elTest de Stroop, TrailMaking Test, etc.

• Entrevistas, escalas y cuestionarios, m uy sim ilares (o iguales)a los que se


utilizan en la psicología cognitiva (con quien la neuropsicología com parte una
base com ún)pero que se interpretan a la luz de los procesos cerebrales
subyacentes a toda conducta.

Desde esta disciplina se considera que la estructura y organización delsistem a


nervioso no son algo estanco y heredado, sino que elcerebro es un órgano
dinám ico, producto de la interacción entre los genes y elam biente. Y cuando
hablam os de am biente incluim os tanto a los aspectos físicos am bientales, com o por
ejem plo los vínculos, la conducta de los otros, los sistem as fam iliares y sociales, los
estím ulos, respuestas y refuerzos.

Por ejem plo, sabem os que un niño que padece Dislexia, que es un trastorno
específico delaprendizaje, tiene una alteración cerebralfuncional(NO se produce
por causas em ocionales, com o tantas veces nos dijeron… ). Sin em bargo, un
adecuado tratam iento neurocognitivo, que contem ple no solo las fallas en la lectura,
sino tam bién las funciones cognitivas subyacentes a las m ism as, y la reorganización
de los circuitos cerebrales alterados, podrá, recuperar esta alteración. Trabajando con
la suficiente intensidad, frecuencia y am plitud de abordaje, y a la edad apropiada (en
elperíodo crítico)podrá de acuerdo a la severidad de la alteración recuperarse
totalm ente. O en elpeor de los casos, m ejorar sensiblem ente su nivelde
funcionam iento, increm entando su precisión y fluidez lectora.

¿Porqué se produce esta m ejora? Esta m ejora es elreflejo conductualde las


m odificaciones que eltratam iento produjo a nivelcerebral.

La pregunta aquíes ¿elcerebro se m odifica por influencia delam biente? La


respuesta es SI. ¿Porqué? Porque tiene com o característica fundam entala la
PLASTICID AD CEREB RAL. La m ism a puede entenderse com o la capacidad del
cerebro para m odificar su estructura y su funcionam iento m erced a las influencias
am bientales. La plasticidad cerebralconstituye elfundam ento últim o de todo
abordaje neuropsicológico.

A sí, para A rdila (2007)la im portancia de la neuropsicología es m últiple:

1. Constituye un área fundam entalde conocim iento en elanálisis y la


investigación en la organización, a partir delsistem a nervioso, de los fenóm enos
cognitivos y com portam entales.

2. Com o área clínica de trabajo, en elestudio y diagnóstico de personas cuyo


sistem a nervioso está com prom etido (lesionado o disfuncional)y que, en
consecuencia, presentan alteraciones cognitivo – com portam entales.

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3. Com o área aplicada de trabajo, en eldiseño e im plem entación de
procedim eitnos rem ediales y rehabilitativos en elcaso de patología delsistem a
nervioso.

Estas funciones inicialm ente (fines de la segunda guerra m undial)se realizaban


m ediante elestudio de los cerebros lesionados. A ctualm ente es posible estudiar al
cerebro “en vivo” m ediante las m odernas técnicas de neuroim agen (SPECT, PET, RMf
entre otras)y tam bién a través de los test neuropsicológicos que ya hem os
m encionado, cuyo análisis e interpretación requieren de un profundo conocim iento
tanto delcerebro com o de las funciones que éste lleva a cabo.

Diversas investigaciones e interrogantes planteados a lo largo de la historia, han


conform ado distintos m odelos para explicar las relaciones entre la función cerebraly
la conducta. Se puede observar com o las teorías propuestas han fluctuado a lo largo
de un abanico de concepciones dualistas (que sostienen que las funciones m entales
son una realidad diferente alsustrato biológico)hasta concepciones m onistas (que
consideran que m ente y cuerpo no form an realidades independientes o
diferenciadas).

A ctualm ente, a pesar de que existe acuerdo en que elindividuo es un com plejo bio –
psico – social, existe tam bién gran dificultad en asim ilar dichos avances,
particularm ente en elcontexto de la práctica asistencial, m édica y psicológica.

Se observa incluso, que las consultas clínicas que realizan de un m odo dicotóm ico y
diferenciado (Mías, 2001). Por ejem plo, cuando se trata de patologías que afectan
diferentes aspectos de la vida de los pacientes (afectiva, social, intelectual, etc.)se
considera que se está frente a problem as psicológico – psiquiátricos (según su nivel
de gravedad), o bien orgánico – neurológicas si se trata de afecciones som áticas
dem ostrables. Sin em bargo, es m uy frecuente encontrar pacientes con diagnósticos
parciales que no encuadran en un disciplina, con problem as de dudoso diagnóstico,
con anom alías que se observan por sus consecuencias, con pacientes que son
abordados por varios profesionales sim ultáneam ente, que no acuerdan en un
diagnóstico, o bien, con superposiciones diagnósticas.

En este sentido, la neuropsicología com o disciplina, perm ite una concepción integral
delsujeto, alabordar la interacción entre elcerebro y la conducta, considerando que
dicha interacción que se produce en un contexto o am biente, y está m ediada por el
aprendizaje (Mías, 2001).

Entonces, un tratam iento cognitivo com portam entalque logra m odificaciones


conductuales, un entrenam iento cognitivo en elque se logra la m ejora de una
función talcom o la com prensión, la atención o elrazonam iento, o los procesos de
aprendizaje que se realizan en elm arco de la institución escolar ¿producen cam bios
en elcerebro? La respuesta nuevam ente es SI. ¿Cuándo? Durante TODA la vida.
Porque la plasticidad cerebraldura toda la vida. Sí, y aún cuando un individuo, en la
vejez, sufre patologías degenerativas, tales com o la enferm edad de A lzheim er, el
cam bio cognitivo y la m odificación cerebralson posibles. Claro, que durante la

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infancia la plasticidad cerebrales m ayor, y aún m ás en los períodos críticos (que son
diferentes para cada región , estructura y función), y luego va dism inuyendo
paulatinam ente, pero nunca desaparece por com pleto.

Existen diversos m ecanism os cerebrales que perm iten explicar esto, com o cam bios
en la eficiencia de la transm isión sináptica, potenciación a largo plazo y activación de
sinapsis silentes, form ación de nuevas redes, estructuras y funciones, arborización
dendrítica, y aún proliferación neuronal.

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1.3.

¿D E QUÉ SE OCUPA UN NEUROPSICÓ LOG O?

Elinterés por esta área de conocim iento no se lim ita alneurólogo y alpsicólogo, sino
que se extiende a diversas áreas cercanas de trabajo, com o la psiquiatría, la
neurocirugía, la rehabilitación, la psicopedagogía, la gerontología, la fisioterapia, la
fonoaudiología, la psicología deldesarrollo.

Su im portancia clínica y aplicada es m uy grande. Interviene sobre diversos grupos


poblacionales

• Se calcula que por año de 1 a 2 % de la población generalsufre diversas clases


de accidentes cerebrovasculares. A proxim adam ente el80% de quienes
sobreviven presentan defectos residuales de tipo m otor, sensorial, cognitivo y
/ o com portam ental. Igualm ente las secuelas de traum atism os
craneoencefálicos representan una causa frecuente de incapacidad socialy
laboral. Se calcula que alm enos 1% de la población generalsufre anualm ente
traum atism os craneoencefálicos de diferente tipo y severidad. Los tum ores
cerebrales tienen una incidencia y prevalencia relativam ente baja (alrededor
del20-50/100.000), aligualque otros tipos de etiología de daño cerebral. Sin
em bargo, tom adas en conjuntos sólo estas tres poblaciones, se esperaría que
varios m illones de personas sufran lim itaciones cognitivas y conductuales
com o consecuencia de daños en elsistem a nervioso. En etapa aguda, el
m anejo de estos pacientes está a cargo delneurólogo o delneurocirujano, en
etapa crónica, su diagnóstico, seguim iento y rehabilitación es cam po del
neuropsicólogo, fonoaudiologo, fisiatra, terapeuta físico (A rdila, 2007).

• Los defectos cognitivos unidos aldesarrollo son otra causa frecuente de


incapacidad. Los cálculos sobre la prevalencia de los problem as específicos
delaprendizaje y eldesarrollo son m uy variables y se sitúan entre 1% y 10%
de la población infantilen general. Dichos problem as tam bién son abordados
por elneuropsicólogo, especializado en neuropsicología delaprendizaje, así
com o tam bién intervienen psicólogos escolares, pedagogos, pediatras,
neurólogos y fonoaudiólogos. Con destino a sujetos con esta franja de edad,
elneuropsicólogo puede tam bién realizar grandes aportes a la institución
escolar. H an surgido asícom o especialidad la Neuropedagogía y la
Neuropsicología delA prendizaje, que pueden abordar tanto alsujeto con
problem as específicos, com o a la escuela, aportando los conocim ientos que
perm itan elaborar y justificar m etodologías de enseñanza que apunten a la
optim ización deldesarrollo cerebral, cognitivo y em ocional(y cuando
hablam os de cognitivo solam ente incluim os todo ello)de quienes transitan
por elsistem a educativo, aprovechando los períodos críticos y de m áxim a
plasticidad!!!

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• Los defectos cognoscitivos que se producen junto al envejecim iento norm al
y en particular, alenvejecim iento patológico en caso de dem encias, reciben
cada vez m ás atención especializada. De acuerdo con la OMS, se calcula que
el6% de las personas m ayores de 65 años, 12-15% de las personas m ayores
de 75 años y cerca del40% de las personas m ayores de 85 años presentan
una dem encia causada por una u otra etiología. Elgeriatra y elneurólogo
participan en eldiagnóstico y m anejo de los pacientes seniles y con
dem encia, pero se requiere tam bién la intervención delneuropsicólogo para
llevar a cabo eldiagnóstico diferencial, la evaluación cognitiva y elm anejo del
paciente, im plem entándose tanto procesos restaurativos com o
com pensatorios.

• Tam bién es im portante m encionar elpapelpotencialdelneuropsicólogo en


cam pañas preventivas de salud. Por ejem plo elinterés en los efectos
cognitivos delconsum o de diferentes drogas psicoactivas (alcohol,
m arihuana, cocaína, etc.)perm ite acum ular un caudalde conocim ientos en
inform ación en neuropsicología, potencialm ente útilen m edicina preventiva.
Igualm ente, la inform ación alpúblico en generalsobre por ejem plo,
problem as de aprendizaje y desarrollo, cam bios cognitivos asociados al
envejecim iento norm aly la dem encia, elm anejo de pacientes con daño
cerebral, consecuencias cognitivas de la prem aturez, etc. representa un
valioso aporte para aplicar un m ejor tratam iento y ubicar m ejor algunas
poblaciones patológicas. La acción delneuropsicólogo puede ayudar
significativam ente a dism inuir los costos sociales de algunas patologías.

• La acción delneuropsicólogo tam bién se relaciona con las patologías de


carácter psiquiátrico / psicológico, altrabajar tanto en eldiagnóstico com o en
eltratam iento de los m ism os, pero abordándolo de m anera m ultifactorial, es
decir, considerando los síntom as com o expresión de la función cerebral (y
tanto la conducta com o la em oción son funciones delcerebro) y
prom oviendo la reorganización de la estructura y la función cerebralen el
trabajo terapéutico.

Para ejem plificar lo anterior, H errera Pino, et. al.(2005), m encionan entre las
funciones de un terapeuta neurocognitivo (que en este contexto, puede equipararse
alquehacer delneuropsicólogo), las estructuras, circuitos y funciones que se podrían
trabajar en las diferentes patologías.

Por ejem plo, m encionan estos autores, que en los trastornos de ansiedad, el
terapeuta neurocognitivo buscará reducir la hiperactividad de la am ígdala, m ediante
diferentes estrategias que tiendan a increm entar la actividad de las áreas
prefrontales que controlan la actividad am igdalina: orbitofrontal, dorsolateraly
cingulado, que adem ás tienen controlsobre diferentes procesos neurocognitivos. A
su vez, para lograr este increm ento de actividad, existen num erosos tipos de
intervenciones.

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• En algunos países, la actividad delneuropsicólogo ha influido notablem ente
en casos de carácter legal. Q uienes llevan a cabo actos delictivos son
som etidos cada vez m ás a una rigurosa evaluación neuropsicológica, a la que
se considera un elem ento esencialen cualquier decisión de tipo legal. De
m anera sim ilar, las decisiones sobre responsabilidad civily capacidad laboral
pueden requerir elconcurso de profesionales de la neuropsicología, que en
estos ám bitos tienen grandes perspectivas (A rdila, 2007).

Y podríam os continuar extensam ente con la nóm ina de grupos sociales y ám bitos de
intervención delneuropsicólogo. ¿Porqué sucede esto? Porque las neurociencias
constituyen un nuevo paradigm a, un “m etam odelo” (H errera Pino, et.al., 2005), que
puede ser aplicado en cualquier disciplina que tenga com o objeto de estudio a la
persona sola o en relación con otras, incluso en áreas de estudio tan aparentem ente
disím iles com o la econom ía, la pedagogía, los recursos hum anos, etc., y no se
restringe exclusivam ente a las disciplinas que se ocupan de la salud hum ana.

Para ejem plificar adecuadam ente todo esto, les recom iendo ver los videos 1 a 6 en el
siguiente enlace: http ://w w w .youtub e.com /w atch?v=H w ftAEfp 5Nk

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1.4.

NEUROPSICOLOG ÍA D EL AD ULTO V S. NEUROPSICOLOG ÍA


INFANTIL

La neuropsicología infantilo neuropsicología delniño es una disciplina aún m ás


nueva que la neuropsicología, nace de la neuropsicología deladulto, aunque ha ido
perfilando su propio objeto de estudio y m étodos, constituyéndose com o una
subespecialización dentro de la neuropsicología.

Esta disciplina tom a los principios fundam entales de la neuropsicología deladulto,


aunque am bas presentan grandes diferencias en sus poblaciones de estudio. Estas
diferencias, radican principalm ente en (Roselli, Matute & A rdila, 2010):

a) elniño posee un cerebro en desarrollo (a diferencia deladulto, con un


cerebro ya form ado), y está en proceso de adquisición de conocim ientos y
habilidades. Por ello algunos autores hablan de habilitación (en lugar de
rehabilitación neuropsicológica)ya que se trata de lograr la adquisición de
funciones que aún no han aparecido. Por ejem plo, en un niño con dislexia,
deberá apuntarse a que adquiera la lectoescritura a diferencia de un adulto
con alexia, que la había adquirido y la perdió, producto de una lesión cerebral.

b) la evaluación neuropsicológica delniño varía significativam ente a lo largo del


tiem po, existiendo correlaciones positivas entre la edad y las puntuaciones
obtenidas en diferentes test neuropsicológicos, a diferencia delperfildel
adulto, que resulta m ás estable. Por esto, quienes trabajam os en tratam iento,
vem os que tras cierto núm ero de intervenciones (lo habituales considerar 30
sesiones de tratam iento)las puntuaciones obtenidas en los test varían, esto se
debe a la m ayor plasticidad delcerebro infantil.

c) en elniño resulta centraldiferenciar entre un proceso patológico adquirido


de uno deldesarrollo.

d) la rehabilitación y recuperación son diferentes, ya que alser elcerebro m ás


plástico, su capacidad de recuperación o habilitación puede ser m ucho m ayor
a la deladulto, y m ás global(m enos focal).

e) alcontrario que en eladulto, los trastornos neurológicos adquiridos en la


infancia generan un déficit cognitivo m ucho m ás globaly generalizado. Por
eso, m uchas patologías en la infancia (infecciones en elsistem a nervioso por
ejem plo)generan cuadros globales, com o por ej. retardo m ental, o ciertos
trastornos deldesarrollo específicos (por ejem plo dislexia, discalculia, disfasia,
etc.)suelen acom pañarse de otra patología, es decir, es habitualla presencia
de com orbilidades.

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f) elvalor predictivo de la evaluación neuropsicológica es m ucho m enor en el
niño, puesto que existe una disociación tem poralentre elsíntom a y la noxa
que provocó la lesión.

g) eldesem peño delniño en las pruebas neuropsicológicas se ve afectado por


variables m aduracionales y de desarrollo, de allíque los instrum entos a
utilizar deban ser flexibles y adecuados a la etapa de desarrollo delniño.

En elanexo de esta clase figuran dos m odelos de entrevista neuropsicológica inicial,


una destinada a adultos y otra a niños. A llípuede evidenciarse, por eltipo de
preguntas form uladas y las características de la exploración, las diferencias básicas
entre la neuropsicología delniño y la deladulto en relación a la evaluación.

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1.5.

M OD ELOS FUNCIONALES D E LA ACTIV ID AD CEREB RAL

¿Porqué es tan im portante adoptar un m odelo sobre elfuncionam iento delcerebro


en la práctica clínica? Porque las teorías sobre elm odo de representación de las
funciones cerebrales, son las que determ inarán tanto los procedim ientos
diagnósticos com o las estrategias terapéuticas a seguir, ya que los m odelos de
organización cerebralsuelen servir de esquem a o guía para la planificación del
tratam iento, asícom o tam bién para la interpretación de los datos diagnósticos.

G inarte – A rias (2002)dos grandes grupos de m odelos de organización cerebral: 1)


Modelos de representación localo m odular, que afirm an la existencia de conjuntos
de neuronas en áreas cerebrales determ inadas, caracterizadas por unos sistem as de
transm isión específicos que garantizan la disponibilidad de funciones psicológicas, y
2)Modelos m ultim odales u holísticos, denom inados tam bién ecológicos, que
proponen un funcionam iento cerebralen form a “com pleta” y no por áreas.

A continuación abordarem os sintéticam ente dos m odelos de funcionam iento


cerebralcorrespondientes alprim er grupo, es decir, de representación m odular. Se
han seleccionado por su adecuado valor explicativo, asícom o por su extendida
utilización en elám bito de la evaluación y rehabilitación neuropsicológica, en la que
cuentan con am plias investigaciones científicas y fundam entos em píricos,
especialm ente elm odelo de Luria.

M OD ELO D E LURIA

Luria (1988)propone la consideración de las funciones cerebrales superiores


(lenguaje, atención, percepción, m em oria, etc.)en térm inos de sistem as funcionales
com plejos.

Plantea que las funciones m ás básicas y elem entales puede recibir una localización
exacta en elcerebro, sin em bargo, cuando hablam os de funciones superiores,
estam os frente a sistem as funcionales com plejos.

Estos están constituidos por un conjunto de áreas cerebrales, en interacción, donde


cada una realiza su propio aporte para eldesarrollo de la función, y donde la
alteración de una de estas regiones, dará com o resultado NO la ausencia de la
función, sino una desorganización de la m ism a, cuyas características dependerán de
cuálsea elcom ponente delsistem a dañado.

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Por ejem plo, de m anera m uy sim plificada podem os decir que elsistem a funcional
com plejo a cargo de la atención funciona así:

Form ación reticular– tronco encefálico: H ipocam po (sistem a lím ibico)+


estado generalizado de vigília,form as sistem as conectivos delnúcleo
elem entales de atención involuntaria, caudado:sistem a inhibidoro filtrante,
sustrato generaldelproceso atencional. habituación,inhibición de estím ulos
irrelevantes,identificación de estím ulos
novedosos,atención selectiva.

Corteza prefrontal:preservación de la conducta program ada y orientada a un fin,


form as superiores de atención

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Existen tam bién otras estructuras que participan delproceso atencional, sin
em bargo, este esquem a sim plificado es útilpara com prender elconcepto de
SISTEMA FU NCIONA L COMPLEJO. Dado que cada una realiza su aporte, una
lesión/disfunción de alguna de estas áreas producirá distinto tipo de alteración en la
función atencional. A su vez, cada una puede participar de otros sistem as funcionales
com plejos (por ejem plo elhipocam po participa tam bién en la m em oria, la corteza
prefrontales crucialpara las funciones ejecutivas, etc.).

Luria (1988)postuló la existencia de tres unidades funcionales delcerebro, que


actúan en interacción, participando de toda actividad m ental.

• U na prim era unidad, cuya finalidad es la regulación deltono corticaly estado


de vigilia, indispensable para toda actividad m ental. Su ubicación anatóm ica
es subcortical, y radica en la form ación reticular, constituida por un conjunto
de núcleos ubicados en eltronco cerebral, pudiendo distinguirse un sistem a
reticular ascendente, que juega un papeldecisivo en la activación de córtex y
la regulación de su estado de actividad (por ejem plo, aldespertarnos), y un
sistem a reticular descendente, que subordina las estructuras inferiores al
controlde program as que aparecen en la corteza y que requieren de la
m odificación y m odulación delestado de vigilia para su ejecución (por
ejem plo, alhacer un esfuerzo conciente para m antenernos despiertos,
cuando querem os term inar de ver una película o de leer un capítulo de un
libro).Esta unidad ejerce su activación gradualm ente, m odulando asíelestado
de vigilia delsistem a nervioso.

• La segunda unidad, es la encargada de recibir, analizar y alm acenar


inform ación. Incluye las regiones posteriores delcerebro: lóbulo occipital
(visual), lóbulo parietal(sensorialgeneral)y lóbulo tem poral(auditivo). A quí
se distinguen a su vez tres zonas: a)prim aria: con alta especificidad m odal
(por ej. áreas visuales prim arias procesan únicam ente, estím ulos visuales y
ninguno perteneciente a otra m odalidad sensorial), b)secundarias: de
proyección – asociación, son áreas gnósicas (de reconocim iento perceptivo)y
c)terciarias: de m uy baja especificidad m odal, son áreas parieto-tém poro-
occipitales, de asociación y abstracción, que com binan inform ación
procedente de diversas m odalidades sensoriales. Esta unidad tiene
com unicación con elexterior, de m odo principalm ente aferente, es decir,
desde la periferia (por ej. los sentidos)hacia elsistem a nervioso (para analizar,
reconocer e interpretar la inform ación que proviene delm edio, por ej. cuando
alguien realiza un com entario asociado a un gesto, y lo interpretam os com o
de enojo, dicha interpretación la llevam os a cabo en áreas terciarias de esta
segunda unidad funcional). A su vez, dichas áreas están som entidas al
principio de lateralización, según elcual, ejercen funciones relativam ente
diferenciadas de acuerdo alhem isferio (por ej. eltem poralizquierdo se
especializa en elprocesam iento auditivo de sonidos dellenguaje, y el
tem poralderecho se especializa en elprocesam iento de sonidos no
lingüísticos, tales com o los sonidos de la naturaleza, de la m úsica, etc. se trata

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de una especialización relativa, ya que ninguno de los hem isferios tiene
dom inio único y absoluto sobre una función).

• La tercera unidad funcionaldelcerebro, está encargada de program ar, regular


y verificar la actividad conciente. Es la encargada de crear intenciones, form ar
planes y program as de acción, inspeccionar su ejecución, regular la conducta
y verificar la actividad conciente, com parando los efectos de las acciones con
las intenciones originales, corrigiendo errores. A natóm icam ente la ubicam os
en los lóbulos frontales, y m ás recientem ente, estas actividades cognitivas,
han recibido la denom inación de funciones ejecutivas. Su relación con el
exterior es eferente, es decir, que los planes y program as de acción, la
regulación conductual, la verificación, se inician en las áreas superiores de la
corteza (específicam ente elcórtex prefrontal)y luego, m ediante vías de salida
delsistem a nervioso, se ejecutan. Por ejem plo, si tenem os la intención de salir
a dar un paseo, realizam os previam ente una serie de pasos, com o bañarnos,
vestirnos, etc., salim os y tom am os elcam ino que nos conducirá a donde
querem os llegar, si nos equivocam os de calle tom am os otra para rectificar el
error, etc.

La corteza prefrontalse considera elárea delcerebro que m ayor interconexiones


tiene, tanto con estructuras corticales com o subcorticales, y sus funciones son las
m as com plejas, ejerciendo un m onitoreo, supervisión, organización y controlsobre el
resto de las estructuras cerebrales y sobre toda actividad cognitiva y
com portam ental. Sobre este punto volverem os y profundizarem os en elsegundo
m ódulo, altrabajar específicam ente sobre las funciones ejecutivas.

Otro aspecto destacable, es que para esta unidad, ellenguaje, constituye elprincipal
organizador, cum pliendo una función de regulación de la actividad conciente y la
conducta.

16
Siguiendo elejem plo de atención propuesto podem os decir que si querem os prestar
atención para realizar la lectura de esta clase, en prim er lugar debem os contar con un
grado de activación cerebral(vigilancia)que nos perm ita procesar los estím ulos que
recibim os. Este estado nos lo proporciona la form ación reticular ascendente (prim era
unidad funcionaldelcerebro). Para poder leer, necesitam os procesar estos estím ulos
que recibim os por vía visual(segunda unidad funcional, áreas prim arias),
reconocerlos para poder leer (este reconocim iento recibe elnom bre de gnosias, y
está a cargo de las áreas secundarias de la segunda unidad funcional), y com prender
lo leído (lo que im plica asociación a conocim ientos previos, abstracción, etc. a cargo
de las áreas terciarias de la segunda unidad funcional).

Luego debem os m antenernos atentos durante toda la clase, haciendo un esfuerzo


voluntario para no desconcentrarnos, debem os planificar y organizar el proceso de
lectura, detenernos y releer cuando nos dam os cuenta que no hem os entendido, y al
llegar al final, sabrem os si debem os dar una segunda lectura, consultar al profesor,
etc. Todo ello, está a cargo de la tercera unidad funcional(corteza prefrontal).

M OD ELO D E M ESULAM

En este m odelo encontram os (Tam aroff & A llegri, 1995):

17
a)U n sistem a jerarquizado que contiene tres niveles funcionales subordinados: un
nivelsensorio m otor (la plataform a de llegada), un nivelgnósico – práxico (de
reconocim iento unim odal)y un nivelde sim bolización (polim odal, de asociación
interm odal).

b)U n sistem a superordinado prefrontal, encargado delcontrole iniciativa cognitivos.

c)Dos sistem as paralelos de m em oria y em oción, que interactúan con cada uno de
los niveles.

d)U n sistem a de alerta responsable deldespertar cognitivo.

A . Dentro de los sistem as de entrada de la inform ación, encontram os:

1. Canales sensoriales: por ej.visual, auditivo, som atosensitivo, etc, que perm iten el
ingreso de inform ación proveniente delm edio interno o externo.

2. Plataform as de llegada: Cada una de estas m odalidades sensoriales pasa por la


estación de relevo talám ico y llega a sus zonas correspondientes (áreas sensoriales
prim arias)en la corteza. Estas son: la corteza occipitalpara elsistem a visual, la
corteza tem poralpara la audición y la corteza parietalpara la sensibilidad táctil.

3. A reas de reconocim iento unim odal(gnosias): Estas áreas se encuentran ubicadas


en áreas vecinas a las áreas sensoriales prim arias, y se denom inan áreas secundarias o
áreas corticales de asociación unim odal. Form an parte delsegundo nivel, gnósico –
práxico. Perm iten a su vez que las áreas sensoriales prim arias se conecten con el
resto de la corteza, a través de ellas. En elser hum ano, predom inan las conexiones
entre las distintas areas de asociación secundarias entre sí, denom inadas conexiones
interm odales. U na lesión en estas zonas produce cuadros de agnosia (trastornos en
elreconocim iento unim odal, estando la sensación prim aria intacta)o si la lesión es a
la salida de estas áreas aparecen los síndrom es de desconexión.

4. A reas de asociación polim odal(sim bolización): se trata de redes neurales


com plejas, zona parietotem poral/ parietotem porooccipitaly frontalposterior. A quí
se elaboran la conceptualización y la sim bolización, base para ellenguaje.

B. Sistem a de salida de la inform ación: desde elSNC hacia la periferia se utilizan vías
diferentes a las de entreda pero estructuras jerárquicam ente de form a sim ilar. El
m ovim iento de planifica a nivelde los sistem as práxicos parietales y
frontosubcorticales (es decir, de conexión entre ellóbulo frontaly estructuras que se
encuentran debajo de la corteza cerebral)y se envía la inform ación hacia elárea
m otora prim aria, que es la plataform a de salida delsistem a cerebral(sensorio –
m otor).

C. Sistem a de controlsupram odal: es encargado delcontrolejecutivo (incluyendo


funciones de anticipación, preplaneam iento, form ulación de respuesta, m onitoreo

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de conductas propuestas y actuales), la organización secuencial(m antener y dirigir
unidades de inform ación en un orden adecuado)y la iniciativa (que energiza toda
actividad, m ovim iento, lenguaje y pensam iento):

D. Sistem as m nésicos: tienen com o unidad centralelhipocam po, aunque tam bién
existen otros sistem as m nésicos (los estudiarem os en elm ódulo correspondiente):

E. Sistem a em ocional: con un rolcentralde las áreas lím bicos y paralím bicas, que
estructuran elcom ponente afectivo, funcionando en paralelo con cada uno de los
niveles funcionales, facilitando o inhibiendo la actividad de los m ism os.

F. Sistem a atencionalde alerta: ubicado en la form ación reticular, encargado delciclo


sueño/vigilia, deldespertar de la corteza cerebreal, delnivelde conciencia y alerta.
Su patología ocasiona síndrom es confusionales y com a.

Com o puede verse, am bos m odelos ofrecen un m odo sim ilar de explicación del
funcionam iento cerebral. Existen m uchos otros m odelos, pero los precedentes son
los que m ayor uso tienen en la actualidad, por su pertinencia tanto para la evaluación
com o para la rehabilitación neuropsicológica.

NOS INICIAM OS EN LOS CONOCIM IENTOS ESPECÍFICOS D E LAS


NEUROCIENCIAS:EL ESTUD IO D E LAS ASIM ETRÍAS CEREBRALES
U n capítulo im portante e introductorio en la neuropsicología es elestudio de las
asim etrías cerebrales, cuyo conocim iento resulta m uy im portante a la hora de
considerar tanto la función norm alcom o la patología neuropsicológica.

En condiciones norm ales toda la actividad cognitiva presenta una organización


cerebralasim étrica. De hecho, los hem isferios cerebrales participan de m anera
diferencialen la organización de la actividad m ental. Esta organización es diferente y
se va estableciendo durante eldesarrollo ontogenético.

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Elconcepto de especialización hem isférica señala que existe una participación
diferente de cada hem isferio en la organización de las distintas funciones cognitivas.
En 1877 Brow n – Sequard le asignó elcalificativo de hem isferio “dom inante” al
hem isferio contralaterala la m ano preferida, aquelque m aneja las funciones
lingüísticas. La predom inancia delhem isferio izquierdo y sus características com o
hem isferio “m ayor” fueron reforzadas posteriorm ente por Liepm ann, Dejerine y
H enschen aldefinir, respectivam ente, las praxias, la lectura y elcálculo com o
funciones asociadas con elH I.

ElH D fue considerado durante décadas com o el“hem isferio no dom inante”, a pesar
de las dem ostraciones de Jackson desde 1876 sobre su im portancia en la
organización de las habilidades espaciales. Después de la Segunda G uerra Mundialse
publicaron num erosos trabajos que dem ostraron la superioridad delH D en
habilidades espaciales, m usicales, em ocionales y atencionales, y se reconoció la
función interactiva y com plem entaria de los dos hem isferios en eldesarrollo y
realización de distintas form as de cognición. Se aceptó que elH Ino siem pre es
dom inante para ellenguaje y que no necesariam ente la dom inancia m anualy el
lenguaje tienen la m ism a representación hem isférica.

U n concepto im portante a destacar es la diferencia entre asim etrías cerebrales, que


refieren a la participación diferenciada de cada hem isferio en la actividad m ental, del
concepto de dom inancia hem isférica, elcualrefiere alpredom inio relativo de un
hem isferio cerebralen la realización de una determ inada función m ental(Portellano
Pérez, en Mías, 2001).

Las asim etrías cerebrales no constituyen fenóm enos de “todo o nada”, sino que se
considera un fenóm eno gradual, en elque un hem isferio predom ina sobre elotro en
elcontrolde una determ inada función pero éste no se le puede adjudicar de form a
exclusiva y absoluta a ese hem isferio. Incluso durante eldesarrollo cognitivo delniño
la predom inancia de un hem isferio sobre elotro se m odifica en función de la
experiencia y elsexo delniño

1. A sim etrías neuroanatóm icas: Existe una serie de diferencias anatóm icas entre los
hem isferios, esto im plica que son estructuralm ente asim étricos. A síencontram os:

• Desigualdad en la cisura de Silvio entre am bos hem isferios, con m ayor


longitud en elH I.. Estas diferencias hacen que elplano tem poralsea m ás
grande en elH Ipor lo que la región parieto – occipitalposterior derecha se
encuentre aum entada en elH D.

• Elplano tem poral, que se encuentra junto alárea auditiva prim aria
(circunvolución transversa de H eschl)tiene m ayor tam año en elH Ien
aproxim adam ente el65% de los sujetos, m ientras que la circunvolución de
H eschl, pero no elplano tem poralpresenta increm ento en elH D.

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• Mayor núm ero de pliegues en elopérculo frontalizquierdo que en elderecho.

• Ciertas áreas im plicadas en funciones dellenguaje son proporcionalm ente


m ayores en elH I. La corteza cerebralde algunas regiones frontales,
tem porales y parietales es m ás gruesa en elH Ique en elderecho, y elpatrón
contrario de asim etría se observa en regiones posteriores tem poro parietales
delH D. La asim etría anatóm ica cerebralpodría correlacionarse con la
superioridad lingüística delH Iy la superioridad espacialdelH D (cuidado
superioridad, no “exclusividad”).

• Frecuentem ente elpolo frontalen elH D es m ayor, m ientras que elpolo


occipitalen elH Ies de m ayor extensión. Esta asim etría se relaciona con un
m ayor tam año dellóbulo parietalizquierdos y dellóbulo frontalderecho.

• A nivelsubcortical, elnúcleo talám ico lateralposterior izquierdo es


generalm ente m ás grande.

• Otros autores tam bién encontraron asim etría en la decusación de los tractos
piram idales: en 83% de los casos eltracto piram idalprocedente delH Ise
decusa a niveldelbulbo raquídeo antes que la ram a procedente delH D.

• Tam bién se han descubierto diferencias bioquím icas en la concentración de


neurotransm isores en cada hem isferio.

2. A sim etrías auditivas: Se han investigado m ediante la técnica denom inada


audición dicótica. Estos estudios evidencian:

a. La inform ación cruzada (contralateral)es superior a la inform ación


ipsilateral. La inform ación contralaterales de acceso directo, m ientras
que la ipsilaterales de acceso indirecto.

b. Existiría una ventaja delOD (H I)para elanálisis de los estím ulos


verbales en sujetos diestros. Los sonidos no verbales com o tonos o
ruidos de la naturaleza son m ejor reconocidos y evocados por elOI
(H D).

c. U n m ism o estím ulo puede im plicar ventaja delOD si se presta


atención alcontenido verbaldelm ensaje, o una ventaja delOIsi la
atención delsujeto se dirige a las características tonales delestím ulo.

3. A sim etrías visuales: La inform ación visualque cae sobre cada cam po visualse
proyecta sobre la corteza visualcontralateral.

a. La inform ación verbal(letras, palabras)se percibe siem pre m ejor


cuando se proyecto sobre elcam po visualderecho.

b. ElH D tiene la capacidad para reconocer rostros. Varios estudios han


dem ostrado que elcam po visualizquierdo (H D)es m ás apto para

21
reconocer rostros no fam iliares, m em orizar rostros que presentan un
contenido em ocionaly discrim inar fotografías en posición invertidas.

c. La superioridad de uno u otro hem isferio en elreconocim iento de


rostros depende deltipo de análisis que se lleve a cabo. A sí, elH D es
m ás apto cuando se hace un análisis holístico, con base en elcontorno
dela cara, y de las relaciones espaciales entre facciones, m ientras que
elH Iaventaja alderecho cuando elanálisis se realiza a partir de las
características particulares delrostro.

d. En conclusión, los estudios sobre discrim inación visualen sujetos


norm ales m uestran una superioridad delH D para elreconocim iento
de parám etros no verbales y una superioridad delH Ipara el
reconocim iento de inform ación verbal, en particular aspectos
sintácticos y lexicales dellenguaje. Sin em bargo, esta superioridad no
es exclusiva y puede alternarse durante elproceso de interpretación
delestím ulo.

4. A sim etrías som estésicas: Los estudios son relativam ente escasos, aunque
dem ostrarían la superioridad delH D en la percepción de form as.

5. A sim etrías m otoras: La evidencia m ás im portante es la preferencia m anual. El


controldelH Isobre la m ano derecha le concede superioridad en elcontrolde los
m ovim ientos. Se ha observado preferencia de la m ano derecha para acom pañar
ellenguaje oral.

6. Organización delcom portam iento em ocional:

a. Pacientes con lesiones en elH D m uestran frecuentem ente


desinhibición, indiferencia hacia la hem iplejía izquierda (anosognosia),
reacciones inadecuadas ante m aterialhum orístico, incapacidad para
juzgar em ociones adecuadam ente. Lesiones en elH Ien cam bio,
suelen acom pañarse de crisis de angustia, desesperación y depresión,
lo cualse ha denom inado “reacción catastrófica”.

b. Diversos estudios indican que las em ocionanes positivas tienden a ser


m ejor expresadas por elH I, y contrariam ente, las em ociones negativas
m ás expresadas por elH D.

c. EL H D tam bién parece estar m ás involucrado en la percepción de las


em ociones.

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PRINCIPALES ALTERACIONES NEUROPSICOLÓ G ICAS OB SERV AD AS
EN CASO D E LESIONES D E LOS H EM ISFERIOS D ERECH O E IZQUIERD O
(ARD ILA,2007)

Función H em isferio Derecho H em isferio Izquierdo

Lenguaje oral A prosodia A fasia

Escritura A grafia espacial A grafia afásica

Lectura A lexia espacial A lexia global

Cálculo A calculia espacial A calculia prim aria

Música A m usia A nálisis m usical

Praxias A praxia construccional A praxia ideom otora

Percepción espacial A gnosia topográfica A gnosia sim ultánea

Percepción corporal H em iasom atognosia A utotopagnosia

Mem oria A m nesia experiencial A m nesia sem ántica

A fecto Reacción indiferente Reacción catastrófica

D IFICULTAD ES D E APREND IZAJE Y ASIM ETRÍAS CEREB RALES


(M ÍAS,2001)
Elestudio de las asim etrías cerebrales adquiere relevancia fundam entalen la
consideración de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

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Es frecuente que la enseñanza escolar ( y de nivelsuperior tam bién en m uchos casos)
se sustente en aprendizajes verbales y m em orísticos, controlados principalm ente por
elH I, m ientras que los de tipo visuoespacial, m anipulativo y vivencial, controlados
por elH D, resulten descuidados (Mías, 2001). Vem os asíque los sistem as de
enseñanza tienen m ás en cuenta los apredizajes que fom entan la actividad de H I,
negando la posibilidad de instrum entar estrategias propias delH D en la resolución
de problem as.

U n claro ejem plo de ello son las evaluaciones, consistentes en su m ayoría en


“pruebas” escrita u orales, que dan cuenta delprocesam iento delcontenido
exclusivam ente por elH I.

Los factores neuropsicológicos que conducen a las dificultades específicas del


aprendizaje son variados, pero si nos lim itam os a su consideración en función del
tem a que nos ocupa, las asim etrías cerebrales, vem os que las dificultades resultantes
serán diferentes según resulte alterado (estructuralo funcionalm ente)uno u otro
hem isferio.

H em isferio Izq uierd o H em isferio D erecho

Lenguaje Retraso en la adquisición A lteraciones en la


dellenguaje. Trastornos prosodia y com ponentes
de com prensión y gestualy tonaldel
expresión (fonología, lenguaje.
sem ántica y sintaxis).

Lectura Problem as con la Dificultades en elcorrecto


secuenciación de reconocim iento de los
fonem as. Dificultades con grafem as. Dificultades en
las relaciones fonem a – la com prensión auditiva y
grafem a. Dislexia. visualde m odo global.
Dificultades para
com prender lo que no se
explicita.

Escritura A lteraciones en las praxias Deficiente habilidad


grafom otoras. A lteración grafom otora. Buena copia
de las secuencias de las pero escasa capacidad
palabras, frases o ideas. creativa propia.

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Aritm ética Dificultad en elcorrecto Dificultades para el
reconocim iento de los cálculo m ental.
sím bolos aritm éticos. Dificultades para
Dificultad para resolver encolum nar cantidades,
problem as aritm éticos para com prender
expresados verbalm ente. conceptos de todo –
Dificultad para utilizar parte, para razonam iento
estrategias verbales. geom étrico.

Razonam iento Lentitud en el Dificultad para establecer


procesam iento. nuevos procesos
Dificultades en elanálisis, asociativos. Pobre
secuenciación y m anejo razonam iento globaly
de sím bolos. paralelo.

Rend im iento acad ém ico Mayores dificultades en Problem as de orientación


literatura, com posición, espacialy m usical.
historia, m aterias con alto Dificultades en quím ica,
contenido verbalincluido geom etría, ciencias y en
idiom as. Problem as generaltodos aquellos
socioafectivos y de contenidos que requieran
autoestim a derivados de estrategias de tipo
las dificultades lingüísticas espacial.
y lectoras, requiriendo
m ayor tiem po para el
estudio y las evaluaciones.

¿Q ué significa que un hem isferio tiene “superioridad” pero no “exclusividad” en una


determ inada función?

Q ue tiene una participación principal, en ciertos aspectos que pueden considerarse


centrales de una función, pero que elotro hem isferio tam bién participa, y esto puede
verse claram ente frente a casos de lesión.

Por ejem plo, los aspectos sem ántico (de significados)y sintáctico (reglas
gram aticales)dellenguaje, están bajo elcontroldelH I. Sin em bargo los aspectos
gestuales y prosódicos (m elodía, ritm o, inflexión de voz, etc.)están bajo eldom inio
delH D. En una conversación norm alam bos aspectos se dan de m anera
indiferenciada, y la participación de am bos hem isferios se va alternando de m anera
arm ónica. Sin em bargo, frente a una alteración neuropsicológica específica que
involucra un hem isferio en particular, eldéficit se hace evidente.

Lo m ism o podem os encontrar en la m em oria. Diferentes sistem as actúan en paralelo


para dar lugar alrecuerdo, q ue es una función com pleja. Recuerdos de naturaleza

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verbaltienen su asiento en elH I, m ientras que los de naturaleza visuoespacialtienen
su asiento en elH D.

Tam bién ciertos síntom as conductuales tienen com o característica una desinhibición
o una m odalidad excitatoria de las neuronas de un área de alguno de los hem isferios
en particular.

Por ejem plo, la ideación intrusiva y repetitiva delTOC, es en parte, producción


ideatoria delH I, que puede ser alm enos parcialm ente, dism inuida o inhibida por la
actividad increm entada delH D. Entonces, actividades com o tocar un instrum ento
m usical, cantar o dibujar, contribuyen (junto a otras intervenciones conductuales)a
increm entar la participación delH D, con elconsecuente stand by de la producción
ideatoria delH I.

Otro claro ejem plo es elde una patología recientem ente conceptualizada en la
infancia, elTrastorno de A prendizaje No Verbal(TA NV). A quíeltrastorno es
específico delH D, y presenta com o características las dificultades visuoespaciales y
visuoconstructivas, de orientación espaciqal, problem as para dibujar, carencia de
im ágenes de conjunto , disfunción ejecutiva, problem as de atención y m em oria
visual, pobreza en la prosodia y la pragm ática de la com unicación, dificultades en la
percepción social, en eljuicio social, para com prender e interpretar gestos y
com unicación no verbal, tendencia a la ansiedad y depresión… … Y cuántos de estos
niños reciben un diagnóstico incorrecto!Y un tratam iento inadecuado!

Com prenderem os m ejor la conducta delser hum ano, en la m edida que


com prendam os m ejor alcerebro.

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