PRINCIPIOS DE LA PLANEACIÓN

1. Principio de la universalidad.
Este principio de la planeación supone la inclusión de todo el universo de factores
que propicien desarrollar el plan de forma efectiva.
El proceso de planeación debe tener una cantidad de elementos necesarios (como
tiempo, personal, presupuesto) para que al diseñar el plan, todo pueda unificarse.
Todos estos elementos van a influir en el proceso. De esta manera, cuando se termine
dicho proceso de planeación, la administración puede ponerse en marcha enseguida.
2. Principio de racionalidad.
La sustentación de los planes deben apoyarse en el uso de la lógica, por lo que deben
incluir metas logrables, las cuales dispongan de los recursos necesarios para llevarlas
a vías de hechos.
La racionalidad es el proceso de entendimiento de un problema, seguido por el
establecimiento y evaluación de los criterios de formulación de planes, la
formulación de alternativas y su implementación.
Todas las decisiones deben estar basadas en la razón y la lógica, evitando a su vez
dejarse llevar por las emociones o el entusiasmo.
3. Principio de la precisión.
Para lograr el cumplimiento de las metas con la eficacia y eficiencia deseadas, es
planificación con un alto grado de precisión, que evite la eventualidad y las
improvisaciones.
Los planes deben constituir una sólida estructura a partir de la cual puedan calcularse
las adaptaciones a las condiciones específicas del futuro mediato.
Mientras las metas se fijen con mayor precisión, habrá una mayor probabilidad de
lograrlas con éxito.
4. Principio de la flexibilidad.
En la planeación debe dejar un margen para los cambios que pueda ser necesario
introducir, debido a variaciones no previsibles de las circunstancias del entorno, que
tengan lugar después de la concepción del plan.
Deberá ser suficientemente preciso para minimizar los cambios por variaciones
previsibles, y lo suficientemente flexible, para asimilar los cambios que sea necesario
introducir debido a variaciones no previsibles.
La flexibilidad permite que los planes se adapten a las contingencias que se puedan
desarrollar en el futuro. De esta manera, los planes deberían ser ajustados para que
 puedan adaptarse a los cambios que puedan desarrollarse después de que los planes
hayan sido formulados.
5. El principio de la unidad.
Todos los planes que se elaboren en la organización deben responder a un plan
general único, para lo cual es preciso garantizar su coordinación e integración de los
planes de las diferentes áreas funcionales.
Lo anterior evidencia la necesidad de que todas las áreas participen activamente en la
elaboración de los planes, de forma que se conjuguen todos los propósitos e intereses,
en un único documento que recoja las metas de la organización de manera
integral. Es una manera de garantizar el compromiso de todos los empleados con las
metas de la organización.
6. Principio de factibilidad.
Lo que se planee debe ser realizable; no tiene sentido elaborar planes demasiado
ambiciosos u optimistas que sean imposibles de lograrse.
La planeación debe adaptarse a la realidad y a las condiciones objetivas que actúan
en el medio ambiente. Debe representar un programa que sea posible ejecutar con los
recursos existentes.
El plan que realicemos tiene que ser viable; no se deben tener miras demasiado
altas o que sean demasiado optimistas, pues el proceso de planeación está ligado
también a los hechos y a la información y recursos que se poseen.
7. Objetividad y cuantificación.
Establece la necesidad de utilizar datos objetivos, como estadísticas, cuantificaciones
datos numéricos y cálculos matemáticos a fin de que no exista ningún riesgo a la hora
de realizar los planes.
Es imprescindible que los planes se encuentren basadas en datos reales y no en
especulaciones que no permiten que sus proyectos avancen. Pues la planificación se
encuentra supeditada a la información que se maneja.
8. El principio de compromiso.
Debe incluir el compromiso de todos los miembros de la organización para concretar
en hechos las decisiones adoptadas en la planificación. Si se quiere que un plan sea
exitoso, los recursos deben ser comprometidos durante el periodo de tiempo que sea
necesario para su logro.
Este principio asegura que los compromisos de la empresa encajen en el futuro, para
adaptar mejor sus objetivos y políticas a las tendencias descubiertas y a los cambios
imprevistos.
9. Principio de factor limitante.
El ejercicio de la planeación, supone que los administrativos dispongan de las
competencias necesarias para detectar los factores que puedan limitar o frenar el
logro de las metas y propósitos de la organización.
El factor limitante es algún factor, fuerza o efecto en la situación que limita la
habilidad de la organización para lograr un objetivo en particular. Por lo tanto, al
momento de decidir sobre un plan, el encargado debe concentrarse principalmente en
el factor limitante.
El análisis FODA es una herramienta utilizada para determinar no solo las
posibilidades y oportunidades, sino también para valorar las amenazas y debilidades
(factor limitante).
10. Principio de inherencia.
Este principio sustenta que la planeación es inherente a cualquier organización
humana y es condición necesaria de la administración.
Solo mediante la planificación eficaz se puede conducir la organización al éxito,
garantizar la eficacia de la gestión y ofrecer respuestas oportunas a los cambios del
entorno donde esta se inserta.