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 E – 20-183-C-10

Hipoacusia autoinmunitaria
S. Schmerber, J.-M. Lejeune, G. Dumas

La hipoacusia autoinmunitaria es una entidad clínica basada en una serie de argumentos


experimentales y clínicos que indican la existencia de una alteración inmunológica en el
oído interno y que se observa en tres tipos de situaciones: asociada a una enfermedad
conocida por tener una base inmunológica casi segura, asociada a una enfermedad
disinmunitaria o autoinmunitaria (en la que el oído sólo es uno de los órganos afectados
por mecanismos no específicos del oído interno), o bien totalmente aislada o asociada a
una enfermedad autoinmunitaria específica de órgano, pero de evolución independiente.
La hipoacusia es neurosensorial, en la mayoría de las ocasiones con una progresión
rápida e invalidante, bilateral en el 80% de los casos y a menudo se asocia a trastornos
vestibulares. Debido a que no existen pruebas formales del carácter autoinmunitario de la
hipoacusia (sobre todo ante la ausencia de pruebas biológicas de certeza), su prevalencia
no se conoce con detalle y el diagnóstico se establece por exclusión. Sin embargo, entre las
pruebas de inmunidad humoral, la inmunotransferencia tipo Western blot parece ser la
más útil, porque permite sospechar el posible papel de la proteína del shock térmico (HSP-
70) en el mecanismo de la reacción inmunológica. El tratamiento es empírico y no está
bien sistematizado. Se basa en la corticoterapia, que ofrece un argumento diagnóstico de
confirmación si desaparecen los síntomas. El papel de los tratamientos inmunosupresores,
que pueden proponerse en caso de corticorresistencia, es motivo de controversia. La
administración local de fármacos, como la inyección intratimpánica, suscita muchas
esperanzas en el tratamiento de la hipoacusia autoinmunitaria, pero su eficacia aún
está por demostrar. Si el cuadro evoluciona hacia una hipoacusia profunda bilateral, el
implante coclear permite pensar en una rehabilitación auditiva comparable a los otros
casos de hipoacusia.
© 2012 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Hipoacusia neurosensorial; Enfermedad autoinmunitaria; Autoinmunidad;


Enfermedad sistémica; Inmunopatología; Corticoides; Oído interno

Plan ■ Tratamiento 12
Corticoterapia 12
■ Introducción 1 Inmunosupresores 12
Plasmaféresis 13
■ Fisiopatología de la autoinmunidad 2 Gammaglobulinas 13
Sistema inmunitario del oído interno 2 Inyección transtimpánica 13
Modelos experimentales en animales 3 Implante coclear 13
Hipótesis fisiopatológicas 3
■ Conclusión 13
Estudio en el hueso temporal 4
■ Otros argumentos a favor del origen autoinmunitario 4
Factores genéticos 4


Factores ambientales
Presentación clínica
4
4
 Introducción
Afectación del oído interno en las enfermedades Aunque la hipoacusia autoinmunitaria se reconoce en
sistémicas 5 la actualidad como una entidad clínica de pleno derecho,
Hipoacusias aisladas 9 se desconoce su incidencia, que es motivo de controversia.
■ Pruebas complementarias 10 Es una causa infrecuente de hipoacusia neurosensorial,
Pruebas no específicas del oído interno 10 responsable de menos del 1% de todas las hipoacusias
Pruebas específicas del oído interno 10 neurosensoriales rápidamente progresivas y bruscas, y
Otras pruebas 12 plantea dificultades de comprensión de sus mecanismos

EMC - Otorrinolaringología 1
Volume 41 > n◦ 4 > noviembre 2012
http://dx.doi.org/10.1016/S1632-3475(12)63407-9
E – 20-183-C-10  Hipoacusia autoinmunitaria

Cuadro 1.
Criterios de la enfermedad autoinmunitaria.
Criterios directos Transferencia de la enfermedad por
“ Punto fundamental
autoanticuerpos o LT:
− en el ser humano: transferencia Definiciones de las hipoacusias
maternofetal neurosensoriales
− en animales: inyección de
anticuerpos de pacientes
Hipoacusia autoinmunitaria
Efecto patógeno in vitro:
• En la mayoría de los casos, hipoacusia neurosen-
− anti-RTSH en tirocitos en cultivo sorial rápidamente progresiva
• Hipoacusia bilateral y asimétrica
Criterios indirectos Respuesta autoinmunitaria B o T
simultánea a una enfermedad
• Signos vestibulares asociados (frecuentes, hasta
Infiltrado inflamatorio de un órgano el 50% de los casos)
Asociación con un alelo HLA • Ligero predominio en mujeres de mediana edad
Antecedentes personales o familiares • Enfermedad autoinmunitaria sistémica asociada
LT: linfocitos T; HLA: antígeno leucocítico humano; RTSH: receptor de
en menos del 30% de los casos
la tirotropina. Hipoacusia neurosensorial rápidamente progresiva
• Pérdida de más de 30 dB o más en tres frecuen-
fisiopatogénicos, su diagnóstico y su tratamiento. Por
cias consecutivas que aparece en un período de
tanto, la causa de la mayoría de las hipoacusias neurosen-
soriales rápidamente progresivas queda sin determinar, a varias semanas a varios meses
pesar de unos estudios que suelen ser complejos y caros, Sordera brusca o súbita
destinados a buscar una etiología dismetabólica, infec- • Pérdida de más de 30 dB o más en tres frecuen-
ciosa, tumoral, malformativa, congénita y disinmunitaria. cias consecutivas que aparece en un período de
La existencia de una enfermedad autoinmunitaria que menos de 3 días
afecta al oído interno fue sugerida por primera vez en • Causa desconocida o conocida
1927 por Guttich [1] y después por Kindler en 1943 [2] ,
Lenhardt en 1958 [3] y Kikuchi en 1959 [4] , al sugerir una
«otitis simpática» [5] para describir una hipoacusia neu-
rosensorial unilateral después de una cirugía del oído Cuadro 2.
contralateral. La definición clásica de hipoacusia auto- Tolerancia del sistema inmunitario a los antígenos propios.
inmunitaria propuesta por Mac Cabe en 1979 [6] , quien
se considera el fundador de esta nueva entidad clínica, Linfocitos B Linfocitos T
es la de una hipoacusia neurosensorial rápidamente pro- Tolerancia Médula ósea Timo
gresiva, bilateral, en ocasiones asimétrica y reversible central Deleción/edición Deleción/edición
con un tratamiento inmunosupresor. En su descripción del receptor a del receptor a
inicial en una serie de 18 pacientes, la velocidad de evo-
Órganos linfoides
lución de la hipoacusia era un argumento diagnóstico secundarios
relevante, pues descartaba los casos infrecuentes de hipoa-
cusia brusca, la enfermedad de Ménière, la otospongiosis Tolerancia Ignorancia Ignorancia
coclear y las hipoacusias crónicas progresivas que evo- periférica Anergia Anergia
lucionan a lo largo de varios años. No fue hasta algo Deleción Deleción
más tarde, cuando Mac Cabe y otros autores sugirieron Regulación
la posibilidad de un mecanismo autoinmunitario en las a
Edición del receptor: mecanismo durante el cual los linfocitos B
hipoacusias de evolución más lenta, como en la enfer- inmaduros que reconocen un ligando endógeno reorganizan los genes
medad de Ménière. La fisiopatología de la hipoacusia de los dominios V para modificar la especificidad al antígeno del recep-
autoinmunitaria sigue sin conocerse con detalle y sólo se tor del linfocito B.
ha establecido que varios síndromes que se manifiestan mantenimiento de las características iónicas peculiares
con una hipoacusia supuestamente autoinmunitaria com- de los compartimentos endo y perilinfáticos del oído
parten la misma fisiopatología. Otros criterios adicionales interno, que son esenciales para el funcionamiento ade-
refuerzan la probabilidad de autoinmunidad: el meca- cuado de la micromecánica coclear. La perilinfa contiene
nismo autoinmunitario implicado debe asociarse de un inmunoglobulinas en un título de 1/1.000 respecto al
modo uniforme con la enfermedad y la autoinmunidad suero y comparable al del LCR [7] . Sin embargo, la inmu-
natural y patológica debe poder replicarse en anima- norreactividad del oído interno es mayor que la del
les (Cuadro 1). Es esencial poder realizar su diagnóstico cerebro y se refleja por la mayor capacidad de concentrar
positivo, porque se trata de una de las pocas formas de las inmunoglobulinas (Ig) respecto al compartimento del
hipoacusia neurosensorial potencialmente reversible con LCR (Cuadro 2).
un tratamiento médico basado en corticoides.

 Fisiopatología de la
autoinmunidad “ Punto fundamental
Sistema inmunitario del oído interno Funciones inmunitarias del oído interno
• Barrera hematolaberíntica
El oído interno tiene un perfil parecido al del cere- • Mantenimiento de la homeostasis
bro (composición de la inmunoglobulina de los líquidos
• Escaso drenaje linfático
del oído interno similar al líquido cefalorraquídeo [LCR],
ausencia de drenaje linfático y barrera de separación res-
• Contenido de inmunoglobulinas de 1/1.000
pecto a la circulación sanguínea). Ahora bien, durante respecto al suero
mucho tiempo se ha creído que el cerebro y el oído interno • Capaz de generar una respuesta de tipo inmu-
estaban protegidos de una respuesta autoinmunitaria por nitario
la barrera hematoencefálica. Esta barrera participa en el

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Figura 1. Mecanismos de la autoinmunidad.


Ajeno

Virus, bacterias, parásitos Agresiones fisicoquímicas Tumores

Sistema inmunitario

Respuesta humoral Respuesta celular

Propio

Autoinmunidad biológica

Enfermedades autoinmunitarias

Las IgG son las inmunoglobulinas predominantes en la


perilinfa, en especial la subclase de las IgG2, pero también
existe IgM e IgA en menor cantidad [8] . Se producen a nivel
local, probablemente por células inmunocompetentes del “ Punto fundamental
saco.
La presencia de células inmunocompetentes en el saco Vías de entrada al oído interno
endolinfático se ha demostrado ampliamente: presencia • Infección sistémica (vía hematógena)
de macrófagos, de polimorfonucleares y de linfocitos [9, 10] . • Extensión directa desde el sistema nervioso cen-
Se trata de células ya presentes a nivel local o que transitan
a partir de la sangre y a través de la barrera hematolabe- tral (SNC) a través de las meninges y el nervio
ríntica. cocleovestibular
• Propagación desde el LCR hacia el espacio peri-
linfático a través del acueducto coclear y hacia los
espacios endolinfáticos a través del acueducto ves-
“ Punto fundamental tibular
• A través de las ventanas redonda y oval secun-
daria a una infección/inflamación del oído medio
Funciones inmunitarias del saco
endolinfático endoteliales de las vénulas poscapilares de la vena espiral
• Abundancia de linfocitos modiolar, una liberación de moléculas de adhesión inter-
• Producción de inmunoglobulina celulares en el endotelio, que provoca una salida de las
• Entrada sistémica de linfocitos: células inmunocompetentes de la circulación sanguínea
◦ vena espiral modiolar hacia el oído interno. La presencia de complejos inmu-
◦ molécula de adhesión intercelular nitarios de antígeno-anticuerpo (a partir de anticuerpos
migrados al oído interno a través de la circulación sis-
témica) en la perilinfa provoca una activación de los
polimorfonucleares y, después, de los macrófagos, que
Las lesiones de laberintitis viral inducidas por la infec-
produce IL-1 y factor de necrosis tumoral (TNF). Los poli-
ción perilinfática de citomegalovirus (CMV) ya no se
morfonucleares llegan en 10 minutos, tras los que acuden
observan en caso de inmunización previa contra el CMV
los macrófagos 10 horas después y luego los linfocitos T,
por vía sistémica en animales [11] . La aparición de una pér-
B y citolíticos naturales (NK) 7 días después, con produc-
dida auditiva neurosensorial progresiva en algunas otitis
ción final de anticuerpos específicos. El conjunto de las
crónicas, en ausencia de laberintitis evidente, sugiere un
reacciones da lugar a la producción final de una matriz
mecanismo de estimulación antigénica del oído interno
osteofibrosa en el oído interno.
por estimulación de antígenos bacterianos o virales [12] .
Este sistema inmunitario, mediado por el saco endolinfá-
tico, parece proteger al oído interno contra las agresiones
extrañas (Fig. 1).
Modelos experimentales en animales
El mecanismo de entrada de los linfocitos en el oído Los modelos animales se han empleado ampliamente
interno aún no se conoce con detalle. Una cóclea normal desde que Biechert, en 1961 [14] , inmunizase por primera
no contiene linfocitos. vez a una cobaya con antígenos antioído interno.
La reacción inmunitaria del oído interno es secunda-
ria a la irrupción de factores inflamatorios a partir de la
circulación y, sobre todo, de la vena espiral modiolar [13] . Hipótesis fisiopatológicas
Los antígenos son transportados al saco endolinfático,
donde son presentados por los macrófagos al sistema En condiciones normales, el oído interno, a semejanza
inmunitario sistémico. Tras la presentación del antígeno del ojo, es un órgano protegido del riesgo antigénico
por los polimorfonucleares a nivel del saco endolinfático, sistémico por la barrera hematoencefálica. Varios meca-
aparece una liberación de interleucina 2 (IL-2), que pro- nismos inmunitarios pueden causar una disfunción del
voca una modificación de la permeabilidad de las células oído interno por un mecanismo humoral y celular.

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Mecanismo humoral genes de la fracción del complemento o de citocinas, así


como por una mayor prevalencia de enfermedades auto-
Los autoanticuerpos específicos o cruzados pueden
inmunitarias en gemelos monocigóticos.
reaccionar con los tejidos del oído interno (hiperreac-
tividad de tipo II). Estas reacciones se verían favo-
recidas por los linfocitos T desviados de su diana Factores ambientales
primaria.
Después de una agresión viral o bacteriana, se podrían Se trata de factores exógenos, como algunos agentes
depositar complejos inmunitarios circulantes en el oído infecciosos, virales (p. ej.: virus de Epstein-Barr [VEB] y
interno. lupus, CMV y síndrome de Guillain-Barré, virus Coxsackie
B4 y diabetes insulinodependiente) y bacterianos, agentes
Mecanismo celular tóxicos (p. ej.: esclerodermia y cloruro de vinilo), fármacos
(p. ej.: lupus inducido y procainamida). Se ha observado
Una respuesta inmunitaria mediada por los linfocitos
una relación inversamente proporcional entre la frecuen-
T citotóxicos durante una cascada inflamatoria actuaría
cia de las enfermedades autoinmunitarias y la prevalencia
sobre diversas dianas celulares del oído interno. Las célu-
de los contagios infecciosos. Estos agentes pueden simular
las presentadoras de los antígenos (macrófagos, células
antígenos propios (mimetismo molecular) o modificar la
de Langerhans, etc.) captan el antígeno y lo transfor-
respuesta inmunitaria del individuo. También se ha apun-
man. La presentación de péptidos autoantigénicos por
tado a factores psicológicos.
las moléculas de clase II expresadas de forma aberrante
puede culminar en su reconocimiento y su destrucción
por linfocitos T autorreactivos. Los linfocitos T cito-
tóxicos (LT CD8) pueden causar lesiones celulares por  Presentación clínica
diferentes mecanismos de citotoxicidad (p. ej.: exocito-
sis de moléculas citotóxicas, inducción de la apoptosis Los factores endocrinos, la edad y la respuesta a los tra-
de la célula diana). Los autoanticuerpos pueden tener un tamientos inmunosupresores son elementos sugestivos.
papel patógeno por distintos mecanismos: citotoxicidad Cuando no hay pruebas formales de la naturaleza auto-
en presencia del complemento, depósito de complejos inmunitaria de la hipoacusia, el clínico se ve confrontado
inmunitarios, autoanticuerpos que interfieren con los a menudo al dilema de la hipótesis diagnóstica basándose
receptores celulares o con diferentes estructuras celula- en una serie de argumentos, que se refuerzan a posteriori
res [15] . Los anticuerpos antifosfolípidos asociados a los por la reversibilidad de la hipoacusia tras un tratamiento
anticuerpos anticoagulantes lúpicos provocarían una acti- con corticoides (tratamiento de prueba). La prevalencia de
vación y microlesiones de las células endoteliales a nivel las enfermedades autoinmunitarias es mayor en mujeres
de la microcirculación coclear. Estas lesiones produciría en edad fértil. Los andrógenos tienen un papel protector
radicales libres, que causarían alteraciones de las células y los estrógenos un papel agravante. Las enfermedades
endoteliales, lo cual favorecería la aparición de micro- autoinmunitarias afectan de forma preferente a pacientes
trombos y de lesiones isquémicas del órgano periférico. jóvenes y la enfermedad aparece tras el síndrome causal
Esto ha hecho que algunos autores propongan trata- en la segunda, tercera o cuarta década de la vida.
mientos anticoagulantes asociados a los tratamientos con Las hipoacusias de origen autoinmunitario pueden rea-
corticoides en el síndrome de los anticuerpos antifosfolí- gruparse en tres categorías principales:
pidos. • las que son conocidas por tener una base inmunológica
casi cierta: síndrome de Cogan, policondritis atrofiante,
enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada. Son infrecuen-
Estudio en el hueso temporal tes pero constituyen un modelo de estudio interesante
en el ser humano;
Se han publicado varios estudios sobre pacientes que • las asociadas a una enfermedad disinmunitaria o auto-
presentaban una enfermedad autoinmunitaria como una inmunitaria y en las que el oído no es más que una
granulomatosis de Wegener, una panarteritis nudosa, un diana entre otros órganos, debido a mecanismos ines-
síndrome de Cogan o un lupus [16, 17] . Las modificacio- pecíficos del oído interno;
nes morfológicas reflejaban dos mecanismos patogénicos. • las que aparecen de forma totalmente aislada o aso-
En algunas preparaciones, se observa una neoosteo- ciadas a una enfermedad autoinmunitaria específica
génesis con fibrosis en el interior de las rampas, lo del órgano, pero de evolución independiente. Los
que indica una inflamación en la fase de estado. En pacientes con un síndrome disinmunitario pueden pre-
otras preparaciones, las modificaciones apuntaban más sentar una hipoacusia perceptiva que suele descubrirse
a una isquemia con atrofia celular y ausencia de sig- durante el seguimiento de su enfermedad, lo que a
nos inflamatorios, compatibles con una vasculopatía veces dificulta atribuir la responsabilidad del trastorno
inespecífica por oclusión de la arteria laberíntica sin disinmunitario en la hipoacusia, debido a que ya se
inflamación. han iniciado tratamientos a menudo ototóxicos, o a
que puede relacionarse con la edad o los antecedentes
del paciente, con la posible sospecha de una presbiacu-
 Otros argumentos a favor sia banal. Su patogenia permanece incierta, sin que se
pueda afirmar el tipo de mediación inmunitaria a nivel
del origen autoinmunitario del órgano de Corti.
La hipoacusia afecta en la mayoría de los casos a
La aparición de enfermedades autoinmunitarias se debe
pacientes de 30-50 años, con un predominio femenino.
a dos tipos de factores principales: genéticos y ambienta-
Suele ser bilateral, a menudo asimétrica y evoluciona en
les.
varias semanas o meses, asociada en ocasiones a vértigo
y acúfenos. La hipoacusia suele evolucionar con bastante
Factores genéticos rapidez y en ocasiones es reversible con o sin tratamiento.
Esta evolución rápida de la hipoacusia es un elemento
La predisposición genética se atestigua por la existen- diagnóstico relevante que apunta hacia una causa auto-
cia de casos familiares de enfermedad autoinmunitaria, inmunitaria, pero no debe hacer que se descarten ciertas
de la asociación de haplotipos del antígeno leucocítico causas genéticas. Se debe buscar la existencia de una enfer-
humano (HLA) especiales que confieren una susceptibili- medad autoinmunitaria en la familia o de antecedentes
dad elevada a la enfermedad (gen de susceptibilidad), de personales disinmunitarios, que estarían presentes en el

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Hipoacusia autoinmunitaria  E – 20-183-C-10

Cuadro 3.
Principales enfermedades autoinmunitarias que afectan al

“ Punto fundamental laberinto.


Reumatismos Artritis reumatoide
inflamatorios Policondritis atrofiante
Clasificación de las enfermedades autoin- Síndrome de Sjögren
munitarias Enfermedades del Esclerodermia sistémica
• Enfermedades autoinmunitarias específicas de tejido conjuntivo Granulomatosis de Wegener
órgano: Lupus eritematoso sistémico
◦ lesiones limitadas a un tejido u órgano Síndrome antifosfolípido
◦ lesiones secundarias a una respuesta inmu- Enfermedad de Horton
Enfermedad de Takayasu
nitaria dirigida contra un antígeno cuya
Enfermedad de Kawasaki
distribución se limita a este tejido
• Enfermedades autoinmunitarias no específicas Vasculitis sistémicas Panarteritis nudosa
de órgano: Crioglobulinemia
Síndrome de Churg-Strauss
◦ afectación sistémica Enfermedad de Behçet
◦ afectación secundaria a una respuesta inmu-
nitaria dirigida contra un antígeno de Cuadro nosológico Síndrome de Cogan
mal definido Síndrome de
distribución ubicua
Vogt-Koyanagi-Harada
Sarcoidosis
12-30% de los casos según los autores. La exploración ¿Enfermedad de
otorrinolaringológica (ORL) suele ser normal. En ocasio- Ménière?
nes, se observa una otitis serosa, que puede provocar
dudas diagnósticas. La audiometría carece de caracterís-
ticas específicas, aunque las curvas observadas suelen ser
en meseta, con una caída en agudos. La afectación es de Cuadro 4.
tipo endococlear. El cuadro puede tener una evolución Frecuencia de las manifestaciones clínicas en el síndrome de
fluctuante, a menudo con una mejoría significativa de la Cogan (según [22] ).
hipoacusia al administrar corticoides.
Fiebre 39%
Vasculitis (vasos de gran y/o pequeño calibre) 28%
Signos neurológicos 27%
“ Punto fundamental Manifestaciones digestivas 26%
Adelgazamiento 26%
Aspectos esenciales de la hipoacusia auto- Piel-mucosas 19%
inmunitaria
• Enfermedad rápidamente incapacitante Manifestaciones urogenitales 16%
• Diagnóstico difícil, de exclusión y, en la mayoría Adenopatías 8%
de los casos, incierto
• Ausencia de pruebas de laboratorio específicas: Síndrome de Cogan
pruebas de sospecha diagnóstica
• Pruebas de imagen: resonancia magnética (RM) Se describió por primera vez en 1934 por Mogan y
Baumgartner [19] y después por Cogan en 1945 [20] .
(con o sin tomografía computarizada [TC] de los En la forma típica, presente en el 70% de los casos,
peñascos) consta de una queratitis intersticial no sifilítica y una
• Fondo de ojo hipoacusia progresiva bilateral asociada a vértigo, lo
• Tratamiento no causal, mal sistematizado, que constituye un cuadro parecido a la enfermedad de
basado en la corticoterapia Ménière. En ocasiones, la queratitis intersticial se asocia o
• Tratamiento en dosis elevadas aparece después de unas lesiones oculares, como conjun-
• Necesidad de comentar con el paciente los tivitis, uveítis, epiescleritis o escleritis. En la mayoría de
riesgos, beneficios y alternativas de los diversos los casos, la afectación es bilateral durante la evolución y
tratamientos también puede incluir fotofobia, lagrimeo, dolor ocular y
• Rehabilitación auditiva ante la ausencia de disminución de la agudeza visual, casi siempre transito-
ria. La evolución hacia la hipoacusia es bastante rápida,
mejora o de agravación auditiva: audioprótesis en un período de 1-3 meses. La amplitud del intervalo
auditivas, implante coclear entre los síntomas auditivos y oculares dificulta a veces el
• Seguimiento del paciente: desarrollo o agra- diagnóstico, pues puede ser de hasta 2 años [21] (Cuadro
vación de la enfermedad sistémica asociada, 4).
conservación de la función del oído contralateral En la forma atípica, la afectación ocular y/o del
oído es diferente, como una queratitis intersticial, una
hemorragia subconjuntival, o bien los síntomas audioves-
tibulares no presentan las características de un síndrome
de Ménière, o aparecen más de 2 años antes o después
Afectación del oído interno en las de los síntomas oculares. La afectación predomina en los
enfermedades sistémicas (Cuadro 3) adultos jóvenes, afecta a otro órgano en dos tercios de
los casos y da lugar a un verdadero cuadro de enferme-
La prevalencia de la hipoacusia autoinmunitaria dad sistémica, que recuerda una vasculitis, en un tercio
durante la enfermedad sistémica se estima en un 15- de los pacientes. Los síntomas más comunes son cardio-
30% [18] , pero puede estar sobrestimada, debido a la vasculares, musculoesqueléticos, neurológicos, digestivos
ausencia de pruebas diagnósticas específicas. y cutaneomucosos.

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La incidencia del síndrome de Cogan se desconoce. Se especial pruebas de imagen aórticas, debido a la presen-
han descrito 30 casos en un período de 15 años en Francia cia de una vasculitis asociada que puede comprometer el
y el número de casos clínicos publicados en la literatura pronóstico vital.
internacional es de alrededor de 200 [22] .
El síndrome de Cogan afecta sobre todo a adultos jóve- Tratamiento
nes. En alrededor del 50% de los casos se inicia entre El tratamiento se basa en la administración de corticoi-
los 20 y los 30 años (promedio de edad: 30 años) en des, que suelen tener un efecto favorable sobre los signos
pacientes de raza blanca sin predominio en función del oculares, vasculares o viscerales, pero cuyo efecto sobre la
sexo, ni tampoco según el grupo HLA en los pacientes audición es mucho más aleatorio, sobre todo cuando ya
afectados. se ha instaurado la hipoacusia.
Una afectación vestibular aislada o asociada de forma El tratamiento debe iniciarse de forma precoz y
inmediata o secundaria a una afectación auditiva suele comienza con un bolo de 1 g de prednisolona, seguido de
constituir un cuadro de enfermedad de Ménière con vér- una dosis oral recomendada de 1-1,5 mg/kg/día de metil-
tigo, inestabilidad, síndrome nauseoso y acúfenos. La prednisolona, con disminución progresiva hasta llegar a
evolución es fluctuante e intermitente a lo largo de varios una dosis de mantenimiento mínima.
días. Los trastornos vestibulares suelen experimentar una Si esto no es eficaz, se puede plantear una alterna-
regresión cuando aparece el déficit auditivo, a menudo tiva con un tratamiento inmunosupresor, sobre todo con
bilateral de entrada con una evolución bastante rápida metotrexato, aunque no ha demostrado ser eficaz.
hacia una hipoacusia intensa y después total, que suele
evolucionar por crisis. El pronóstico está dominado por
el riesgo de hipoacusia definitiva y por las complicacio-
Enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada
nes cardiovasculares, sobre todo la insuficiencia aórtica. Al Esta enfermedad asocia un síndrome meníngeo de tipo
final de la evolución, el 80% de los pacientes presenta una viral, una uveítis bilateral y una hipoacusia neurosensorial
cofosis. También se ha descrito una hipoacusia de trans- bilateral en el 50-80% de los casos, en la mayoría de las
misión con efecto on/off, así como trastornos vestibulares ocasiones simétrica, asociada a veces a vértigo y vitíligo
centrales. seguido de alopecia [27] .
Otros síntomas La enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada, aún denomi-
nada enfermedad de Harada, afecta sobre todo a mujeres
Aunque los signos oculares y audiovestibulares for-
jóvenes y a personas de piel oscura (asiáticos, hispa-
man parte de la definición del síndrome de Cogan y son
nos, amerindios), con una incidencia anual estimada
indispensables para el diagnóstico, otros síntomas son
de 1/400.000. El promedio de edad al comienzo es de
habituales y existe una afectación de otro órgano en al
30 años.
menos dos tercios de los casos, que puede simular una
Los criterios diagnósticos fueron precisados en 1999 y
enfermedad sistémica autoinmunitaria en un tercio de los
han permitido distinguir tres formas: completa, incom-
pacientes. Estas enfermedades sistémicas deben incluirse
pleta y probable [28] . La forma completa incluye una
en el diagnóstico diferencial, al igual que la sífilis con-
afectación multivisceral. En la forma incompleta, existe
génita (criterio de exclusión del síndrome de Cogan), el
una afectación ocular con signos neurológicos, auditivos o
síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada, el síndrome de Susac
cutáneos. La forma probable sólo tiene afectación ocular.
que afecta a las arteriolas retinianas cocleares y cerebra-
La enfermedad evoluciona según cuatro fases clínicas:
les y que se manifiesta por brotes, con disminución de
• la fase prodrómica, que consta de fiebre, cefalea, náu-
la agudeza visual, hipoacusia y trastornos neurológicos
seas y vértigo, seguidos de síntomas neurológicos
centrales.
(debilidad muscular, hemiparesia, hemiplejía, disartria
La etiología y los mecanismos fisiopatológicos no se
y dolor orbitario);
han determinado con claridad. El papel favorecedor de
• la fase oftalmológica comienza unos días después, con
una infección en las semanas previas a los síntomas se
fotofobia, dolor ocular y, con frecuencia, un desprendi-
ha sugerido en el 30% de los casos. La intervención de
miento bilateral seroso de retina. En este estadio, en un
un mecanismo de tipo vasculitis o de una infección por
tercio de los pacientes se puede observar una hipoacusia
Chlamydia trachomatis o bien de otros agentes infecciosos,
y signos vestibulares;
aún está por demostrar. Se ha demostrado la presencia
• la fase de convalecencia se produce en los tres meses
de anticuerpos dirigidos contra la cóclea y la córnea de
posteriores al comienzo de la enfermedad y se caracte-
manera puntual, lo que hace sospechar la intervención
riza por signos cutáneos como poliosis (que afecta a las
de la inmunidad humoral. Más recientemente, Lunardi
pestañas y la cejas), alopecia y vitíligo;
et al [23] , han identificado un péptido Cogan que presenta
• la última fase es recidivante y crónica, con aparición de
homologías con antígenos que se expresan intensamente
uveítis recidivante y de complicaciones oftalmológicas.
en el endotelio vascular y en el oído interno.
La patogenia se asocia a un trastorno inmunológico de
Pruebas complementarias IgG antimelanocitos, que causa citotoxicidad y apopto-
Aunque algunas pruebas biológicas complementarias sis mediada por linfocitos T, pero cuya etiología sigue
pueden estar alteradas en el síndrome de Cogan, sobre sin conocerse.
todo en los episodios agudos, ninguna es específica. En la actualidad, no existen marcadores específicos de
Es frecuente la existencia de un síndrome inflamatorio. una afectación disinmunitaria del oído interno.
Se pueden observar diversas anomalías de tipo inmunoló- El diagnóstico es clínico y, si aparece un síndrome
gico de forma puntual, pero el estudio no suele aportar meníngeo monolinfocítico fugaz, la exploración del
elementos determinantes [24] . Se ha descrito una eleva- líquido cefalorraquídeo muestra una pleiocitosis que con-
ción de anticuerpos anti-HSP-70 en todos los pacientes firma el diagnóstico. La exploración oftalmológica es
adultos [25] y también se han observado autoanticuer- fundamental, en busca de una iridociclitis y uveítis pos-
pos anticocleares y anticorneales [26] . Se han detectado terior.
anticuerpos anticonexina 26 y podrían ser un argu- El síndrome inflamatorio biológico muestra pocas alte-
mento diagnóstico interesante, pues se sabe que una raciones. Se encuentran con más frecuencia los haplotipos
modificación del gen que codifica esta proteína provoca HLA DRB0405, DR4 y DRW53. Se han observado anti-
hipoacusias neurosensoriales intensas [23] . cuerpos antigangliósidos en el 70% de los casos [29] y
Es necesario realizar una exploración oftalmológica se han descrito anticuerpos antimelanina o una autoin-
detallada, en busca de una queratitis intersticial asociada munidad celular contra los melanocitos [30] . Es necesario
a una uveítis anterior y/o posterior más completa. Es realizar un estudio serológico para descartar una borre-
indispensable llevar a cabo un estudio cardiovascular, en liosis, sífilis, toxoplasmosis, rubéola y una afectación por

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Hipoacusia autoinmunitaria  E – 20-183-C-10

citomegalovirus o herpes. Además, hay marcadores espe- la presencia de una afectación reumatoidea moderada de
cíficos para la enfermedad de Wegener o la sarcoidosis. evolución lenta y crónica. La biopsia de las glándulas
Un tratamiento precoz con corticoides en dosis altas salivales accesorias es un elemento esencial, pero no es
suele ser eficaz. La hipoacusia puede regresar al principio indispensable cuando la sintomatología responde a los
de la evolución, mientras que los signos oculares progre- criterios de la enfermedad. Existe una hipoacusia per-
san. La evolución a más largo plazo suele estar marcada ceptiva hasta en el 40% de los casos [43] . La presencia de
por una alteración intensa de la audición y la visión. anticuerpos anticardiolipinas parece ser un factor de mal
En las formas graves, se puede proponer también un pronóstico para la audición, mientras que ni la edad, la
tratamiento inmunosupresor [31] . La evolución de la enfer- gravedad, el tiempo de evolución de la enfermedad ni
medad se caracteriza por complicaciones oftálmicas como los antecedentes de tratamiento con corticoides parecen
el glaucoma, cataratas, neovascularización de la mem- correlacionar con el estado auditivo [43] . Los diagnósticos
brana coroidea, fibrosis subretiniana y ceguera [32] . Si el diferenciales que causan un cuadro similar al síndrome
cuadro evoluciona a una hipoacusia profunda bilateral, de Sjögren son numerosos: causas farmacológicas, infec-
está indicado recurrir a un implante coclear. ciosas (sobre todo virus de la inmunodeficiencia humana
[VIH], hepatitis C), tumorales (linfomas, amiloidosis),
Policondritis crónica atrofiante metabólicas (hiperlipidemias de tipos II, IV y V) o pos-
radioterapia. Un síndrome de Sjögren secundario aparece
La policondritis crónica atrofiante está marcada por una
en muchas enfermedades autoinmunitarias (artritis reu-
condritis aséptica recidivante de los pabellones auricu-
matoide, lupus eritematoso, esclerodermia, cirrosis biliar
lares y los cartílagos nasales, que provocan su necrosis
primaria, enfermedad mixta del tejido conjuntivo).
progresiva. Afecta a todos los tipos de cartílago: fibroso,
La afectación predomina en mujeres (proporción 9/1),
elástico o hialino.
lo que sugiere la implicación de las hormonas sexuales [44] .
El diagnóstico se realiza según los criterios de McA-
Aparece en la cuarta o quinta década de la vida, sin predi-
dam [33] (asociación de tres de los siguientes elementos:
lección geográfica, con una prevalencia del 1-3%, lo que la
condritis recidivante de las dos orejas, poliartritis no
convierte en la segunda enfermedad reumatológica auto-
erosiva, condritis nasal, inflamación ocular, condritis
inmunitaria más frecuente, después del lupus eritematoso
laríngea o traqueal y lesión coclear) o los criterios de Mac
sistémico [45] .
Caffrey [34] (existencia de una condritis recidivante de dos
El tratamiento es esencialmente sintomático para el
estructuras cartilaginosas distintas). Puede haber una afec-
síndrome seco, con medidas terapéuticas específicas de
tación cutánea y cardiovascular.
órgano si están afectados varios órganos de gran tamaño.
El promedio de edad es de 50 años y esta asociación
El tratamiento de la hipoacusia con corticoterapia no ha
puede observarse junto a otro síndrome disinmunitario
demostrado su eficacia en esta afección.
en el 25% de los casos. La hipoacusia es progresiva o
súbita, uni o bilateral, en ocasiones con un componente
de transmisión asociado por afectación tubárica.
Enfermedad de Behçet
La etiopatogenia de esta afectación sigue sin conocerse. La enfermedad de Behçet asocia una aftosis bipolar
El mecanismo causal parece ser una afectación inmuni- (bucal y genital), así como una afectación retiniana (uveí-
taria anticolágeno de tipo II y de tipo IX [35] , con depósitos tis, iritis), cutánea (eritema nudoso, acné, fenómeno de
de colágeno de tipo II en el interior de la membrana tec- patergia), articular, del sistema nervioso y, en menos oca-
toria y en la cápsula ótica [36] . siones, de otros órganos.
El estudio biológico muestra un síndrome inflamatorio Esta afección de causa desconocida, denominada tam-
inespecífico en el momento de la evolución inicial aguda, bién enfermedad o síndrome de Adamantiadès-Behçet,
con elevación de la velocidad de sedimentación globu- por el nombre de los médicos que la identificaron y des-
lar (VSG), de la proteína C reactiva (CRP), de los factores cribieron, aparece por lo general hacia los 30 años y afecta
del complemento CH 50 y C3, así como hipergamma- tanto a varones como a mujeres. Es más frecuente en
globulinemia [37] . Existen anticuerpos antinucleares en el Oriente Medio y en Asia, con un predominio de los haplo-
5-20% de los casos, mientras que el haplotipo HLA DR4 tipos HLA B5 (Oriente Medio y Lejano Oriente) y B51
es frecuente en el 56% de los casos [38] . Se pueden obser- (israelitas). El diagnóstico es clínico. La prueba de patergia,
var anticuerpos anticolágeno II nativos, pero sólo en el consistente en puncionar el antebrazo del paciente con
30% al principio de la enfermedad [39] , así como pruebas de una aguja, lo que provoca una pústula con aréola infla-
transformación linfoblástica positivas dirigidas contra los matoria, es específica de la enfermedad de Behçet, pero
proteoglucanos del cartílago [40] . La mejor prueba diagnós- la reacción no se observa en todos los pacientes [46] . Los
tica es el estudio histológico de un cartílago inflamatorio, diagnósticos diferenciales que deben sospecharse en caso
en el que existe un infiltrado de linfocitos y macrófagos de aftas son el síndrome de Reiter, el lupus eritematoso, la
simultáneo a la destrucción de la matriz cartilaginosa, con aftosis idiopática, el herpes recidivante, el VIH y, en caso
necrosis. Se pueden observar depósitos de Ig y de com- de manifestaciones cutáneas y articulares, la sarcoidosis o
plemento con una técnica de inmunofluorescencia en el la espondilitis anquilosante.
interior de los cartílagos afectados, con más frecuencia en La afectación audiovestibular, descrita por vez primera
una localización articular. por Alajouanine en 1961 [47] , es bastante frecuente, con
El tratamiento consiste en una corticoterapia en dosis deterioro progresivo de la audición.
de 0,5 mg/kg/día, con un pronóstico de mejoría de la
audición en alrededor de un tercio de los casos. Enfermedad de Wegener
La enfermedad de Wegener es una granulomatosis de
Síndrome de Sjögren todo el aparato respiratorio, asociada a una vasculitis
El síndrome de Sjögren primario consiste en la asocia- necrosante de los vasos de pequeño y mediano calibre.
ción de queratoconjuntivitis con xerostomía y trastornos Se puede manifestar por una amplia gama de signos clí-
sistémicos de etiología desconocida [41] . Las glándulas sali- nicos. El promedio de edad es de alrededor de 45 años,
vales y lagrimales son las más afectadas, lo que da lugar pero puede aparecer a cualquier edad, con un ligero pre-
a un síndrome seco, que puede causar una hipoacusia de dominio masculino. Es una enfermedad infrecuente, cuya
transmisión con otitis serosa por alteración de la mucosa prevalencia es del orden de 2-3/100.000. La formación de
tubárica. No existen signos ni síntomas patognomónicos granulomas (pansinusitis destructivas, afectación otoló-
y el diagnóstico positivo se realiza en presencia de varios gica), la vasculitis pauciinmunitaria (nódulos pulmonares
signos clínicos, histopatológicos y biológicos (conferen- parenquimatosos) y las glomerulonefritis (vasculitis renal)
cia de consenso internacional de 2001) [42] . Es frecuente son el reflejo histológico de la granulomatosis de Wegener

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y pueden aparecer asociadas durante una forma com- Cuadro 5.


pleta, lo que constituye la tríada de la enfermedad de Criterios diagnósticos de la enfermedad de Horton (según los
Wegener (manifestaciones ORL, pulmonares y renales), criterios del American College of Rheumatology [1990]).
o hacerlo por separado en la fase inicial de la enfer- Inicio de la enfermedad después de los 50 años
medad. De este modo, se distinguen las formas difusas
Cefaleas recientes
(signos sistémicos, afectación renal, hemorragia alveolar
profusa y evolutiva, afectación de uno o de varios órganos Sensibilidad dolorosa o disminución de los latidos de una
adicionales) y las formas localizadas (sobre todo respira- arteria temporal
torias a nivel ORL y/o pulmonar sin hemorragia alveolar Velocidad de sedimentación superior a 50 mm en la primera
y sin afectación renal, pero a veces también cutáneas, sin hora
alteración del estado general). El paso de una forma loca- Biopsia de la arteria temporal con signos de vasculitis, con
lizada a una generalizada y viceversa es posible durante la infiltrados por células a mononucleares o granuloma con
evolución de la enfermedad y refleja su espectro clínico presencia de células gigantes
continuo.
Si están presentes tres criterios, la sensibilidad es del 93% y la especi-
La etiología es desconocida y la afectación del oído es ficidad, del 91%.
variable, en un 19-61% de los casos [48] . La característica a
Sensibilidad del 60-97% (carácter segmentario de la arteritis). La
de la alteración otológica en la enfermedad de Wegener es negatividad de una muestra no permite descartar el diagnóstico y se
una hipoacusia mixta a la que se asocia una otitis media debe plantear la biopsia de la arteria temporal contralateral.
muy inflamatoria, con un aspecto otoscópico a menudo
sugestivo y una hipoacusia neurosensorial. La afectación longitud suficiente, pues las lesiones tienen un carácter
aislada del oído es infrecuente. segmentario. Su sensibilidad es del 60-97%, debido en
La búsqueda de anticuerpos anticitoplasma de neu- gran medida al carácter segmentario de esta arteritis. Por
trófilos (ANCA) tiene un valor diagnóstico indudable lo general, se afectan las tres capas de la pared (panarteri-
(sensibilidad y especificidad elevadas). Los ANCA pro- tis), con lesiones variables de tipo arteritis gigantocelular,
ducen una fluorescencia perinuclear (p-ANCA), cuyo destrucción de las fibras musculares lisas de la media,
antígeno principal es la mieloperoxidasa, aunque son también variable y en ocasiones asociada a una necro-
menos específicos y pueden observarse en otras vascu- sis fibrinoide, destrucción de la limitante elástica interna
litis sistémicas (Churg-Strauss, poliangitis microscópica, (indispensable para el diagnóstico) y ausencia de fibrosis
artritis reumatoide, lupus), en las glomerulonefritis con adventicial. Por tanto, la negatividad de una muestra no
medialunas o incluso en las enteropatías inflamatorias. permite descartar el diagnóstico y se debe plantear una
La prueba histológica puede ser difícil de obtener, lo que biopsia de la arteria temporal contralateral, aunque en los
puede justificar la realización de múltiples tomas. Las cuadros característicos y, sobre todo cuando existen com-
biopsias nasales, sinusales o bronquiales suelen mostrar plicaciones oftalmológicas o neurológicas, su realización
zonas de necrosis rodeadas de un granuloma de células no debe retrasar la aplicación del tratamiento. En las prue-
gigantes en empalizada, asociado a una angitis necrosante bas biológicas se observa un síndrome inflamatorio que
aguda circunferencial. suele ser significativo (VSG superior a 80 mm). Es bastante
El tratamiento de ataque se basa en la asociación de frecuente observar una colestasis anictérica. Los estu-
corticoides y ciclofosfamida. Las formas limitadas pueden dios inmunológicos sólo aportan información cuando son
recibir un tratamiento menos agresivo con corticoides y negativos, por lo que su utilidad es limitada. La afecta-
metotrexato en dosis baja. La evolución, en la que existe ción auditiva en la enfermedad de Horton es infrecuente
un riesgo elevado de recidiva, justifica que se suela pres- y plantea el problema del diagnóstico diferencial con la
cribir un tratamiento durante 1 año tras lograr la remisión presbiacusia. Sin embargo, una evolución rápida de la
completa, con una reducción progresiva. sordera deja pocas dudas con la presbiacusia y obliga a sos-
pechar una enfermedad de Horton como factor causal o
agravante de la hipoacusia. Si no se aplica un tratamiento,
Enfermedad de Horton la enfermedad de Horton conlleva un riesgo funcional que
La enfermedad de Horton se define como una panar- se relaciona sobre todo con las afectaciones oculares (en
teritis inflamatoria subaguda gigantocelular segmentaria un 50% de los casos, con riesgo de ceguera en el 20% de los
y plurifocal. Puede afectar a todo el sistema arterial de casos) y vital, relacionado con las afectaciones vasculares
pequeño y mediano calibre, con predilección por las de los grandes vasos. La corticoterapia es el tratamiento
ramas de la carótida externa y las oftálmicas de la caró- esencial de la enfermedad de Horton, al igual que en la
tida interna. Afecta a pacientes mayores de 50 años y, mayoría de las vasculitis. La posibilidad de que se produz-
por lo general, a mayores de 70 años, con un incremento can complicaciones vasculares (infarto de miocardio, acci-
de su incidencia con la edad. Las mujeres se afectan más dentes cerebrovasculares, oclusiones arteriales en general)
que los varones (en proporción 7/2). El diagnóstico de la secundarias a la introducción de la corticoterapia (sin que
enfermedad de Horton es sobre todo clínico y se basa en su implicación sea segura) justifica para algunos autores
la existencia de signos cefálicos asociados a un síndrome la asociación de un tratamiento anticoagulante o antia-
inflamatorio intenso en un paciente anciano (Cuadro 5). gregante al iniciar los corticoides. La evolución es muy
Las cefaleas suelen ser lancinantes, en ocasiones pulsátiles, favorable con el tratamiento: los síntomas clínicos experi-
permanentes o a veces intercaladas con períodos asinto- mentan una regresión en algunas horas o días y los signos
máticos bastante prolongados. Suelen ser temporales o biológicos en unos días (CRP) o en varias semanas (VSG).
frontotemporales y a veces difusas. La hipersensibilidad
dolorosa del cuero cabelludo al tacto (signo del cojín) es
Panarteritis nudosa
característica, así como su agravamiento con el contacto La panarteritis (o periarteritis) nudosa (PAN) es una
(signo del peine). Puede haber dolor masetero asociado, vasculitis necrosante que afecta de forma preferente a
que es muy sugestivo (claudicación intermitente de la las arterias de mediano calibre, destinadas a las vísceras
mandíbula por afectación de la arteria maxilar interna). (renales, hepáticas, coronarias, tronco celíaco y arterias
Por último, el dolor puede ser cervicooccipital y simu- mesentéricas) y a las pequeñas arterias correspondientes a
lar un tortícolis febril (afectación de la arteria occipital). las arterias intraparenquimatosas que se conectan con las
Las manifestaciones oftalmológicas de origen isquémico arteriolas [49] .
son frecuentes y constituyen el elemento de gravedad de Las arteriolas están poco o nada afectadas. La incidencia
la enfermedad, pues pueden ocasionar ceguera. Su diag- anual es de 5-10 por 100.000 habitantes, sin diferencias
nóstico formal se basa en el estudio anatomopatológico en función del sexo [50] . Afecta a todos los grupos de edad,
de la biopsia de la arteria temporal, que debe ser de una con un predominio entre los 40 y los 60 años.

8 EMC - Otorrinolaringología
Hipoacusia autoinmunitaria  E – 20-183-C-10

La gravedad de la PAN se define por la presencia de una • mayor proporción de afecciones sistémicas autoinmu-
proteinuria superior a 1 g/24 h, una insuficiencia renal nitarias en los pacientes con enfermedad de Ménière
con creatininemia superior a 140 μmol/l, miocardiopatía, respecto al grupo control;
así como afectación digestiva grave y del sistema nervioso • asociación con el alelo CW7 del complejo principal de
central. Se han descrito pocos casos de afectación audio- histocompatibilidad (MHC) [75] ;
vestibular. • presencia de hídrops endolinfático como marcador his-
tológico a partir del hueso temporal de pacientes con
enfermedad de Ménière [76, 77] ;
Sarcoidosis
• eficacia del tratamiento corticoideo [78] .
La sarcoidosis se localiza sobre todo a nivel pulmonar y Sin embargo, el diagnóstico es esencialmente clínico y
ganglionar. Se caracteriza por la formación de conglome- la presencia de marcadores inmunológicos, como los anti-
rados celulares denominados granulomas sarcoideos, que cuerpos antiproteína del shock térmico 70 (HSP-70), el
intervienen en la inflamación. Estos conglomerados se factor de necrosis tumoral alfa (TNF-␣), ANCA, anticuer-
forman en especial en los pulmones, pero pueden afectar pos antifosfolípidos [79] no parece tener una correlación
a cualquier órgano [51, 52] . Se debe realizar una exploración positiva con la enfermedad de Ménière ni ser predictiva
oftalmológica sistemática en busca de una uveítis [53, 54] . de la eficacia del tratamiento corticoideo [80] .
La afectación auditiva se caracteriza por acúfenos y, en
menos ocasiones, por una hipoacusia, que tiene mal pro- Sordera brusca
nóstico [55, 56] .
La sordera brusca es un síndrome que se define por
una hipoacusia neurosensorial unilateral de al menos
Lupus sistémico 30 dB en un mínimo de tres frecuencias audiométricas
consecutivas, que aparece o se instaura en menos de 24-
También se denomina lupus eritematoso agudo disemi-
72 horas y de etiopatogenia desconocida. La sordera
nado. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica,
brusca representa alrededor del 1% de las hipoacusias neu-
que afecta a muchos órganos, como la piel, los riñones,
rosensoriales. En todo el mundo, se producen alrededor
las articulaciones, los pulmones y el sistema nervioso,
15.000 nuevos casos anuales. Se han propuesto muchas
lo que explica el término de sistémico. La palabra lupus
hipótesis etiopatogénicas, como infecciones virales, cau-
(lobo en latín) hace referencia al aspecto característico en
sas vasculares, neurológicas o traumáticas. Se debe buscar
forma de máscara de la afectación facial. Se han descrito
de forma sistemática una causa tumoral benigna (sch-
casos de hipoacusias lentamente progresivas o de apari-
wannoma, meningioma) o maligna (linfoma, mieloma,
ción súbita [57] , así como cuadros variables de acúfenos y
metástasis) mediante una prueba de imagen. Aunque una
vértigo [58] . Se ha sugerido la posibilidad de lesiones de la
sordera brusca puede asociarse a una enfermedad autoin-
estría vascular y del ligamento espiral con microinfartos a
munitaria y constituir una de las manifestaciones clínicas
nivel capilar o arteriolar [59] , sobre todo por la presencia de
de la enfermedad, no se ha demostrado que una sordera
anticuerpos anticardiolipinas (síndrome antifosfolípido)
brusca aislada fuera de cualquier contexto disinmunita-
causantes de microtrombos de la vascularización labe-
rio pueda deberse a una fisiopatología autoinmunitaria.
ríntica [60] . La respuesta al tratamiento con corticoides es
Además, los estudios inmunológicos realizados en el con-
inconstante.
texto de una sordera brusca no aportan ningún elemento
orientativo del diagnóstico que apunte a un origen auto-
Otras enfermedades sistémicas inmunitario.
Se ha descrito un pequeño número de casos que
asocian hipoacusia y enfermedad de Crohn, derma- Hipoacusia neurosensorial rápidamente
tomiositis/polimiositis, síndrome de Susac, síndrome progresiva
antifosfolípido [61, 62] , esclerosis sistémica progresiva [63] , La hipótesis de la naturaleza autoinmunitaria de una
enfermedad de Takayasu [64] y enfermedad de Kawa- hipoacusia neurosensorial rápidamente progresiva res-
saki [65, 66] . pecto a una sordera brusca se ve reforzada por una
presentación clínica diferente: aparición rápidamente
progresiva (unas semanas o unos meses) en lugar de brusca
Hipoacusias aisladas (unas horas), bilateral (en lugar de unilateral), asimétrica y
en ocasiones fluctuante. En ocasiones tiene una evolución
Enfermedad de Ménière basculante. Puede haber vértigo asociado a la hipoacusia,
La presencia de una red linfática profusa cerca del con un déficit vestibular en ocasiones bilateral, que puede
saco endolinfático y la existencia de células inmunocom- llegar hasta una arreflexia vestibular bilateral. En ocasio-
petentes (linfocitos T y macrófagos) han suscitado las nes, el paciente refiere una sensación de plenitud ótica y
sospechas de un origen inmunitario de la enfermedad de la presentación clínica puede simular del todo una enfer-
Ménière [67] . Se admite que el término de enfermedad de medad de Ménière. La presencia de acúfenos es variable.
Ménière puede aplicarse a las formas puramente cocleares Afecta a todos los tramos de edad, con un ligero predomi-
o vestibulares de la enfermedad [68] , en las que se sospe- nio femenino [81] . La audiometría no tiene ningún aspecto
cha una causa autoinmunitaria hasta en el 33% de los específico. Las curvas pueden ser ascendentes. El tipo más
casos [69] . La hipótesis autoinmunitaria en la enfermedad frecuente es una curva en meseta con caída en agudos,
de Ménière se ve respaldada por muchos índices experi- pero se han descrito todos los perfiles. Pueden citarse dos
mentales y clínicos: elementos orientativos complementarios: la sordera uni
• posibilidad de inducir un hídrops experimental por o bilateral mejora con el tratamiento inmunosupresor y,
inyección de antígeno o de un autoanticuerpo mono- en ocasiones, se encuentra una enfermedad autoinmuni-
clonal [70] ; taria de cualquier tipo en los antecedentes familiares o
• presencia de numerosos antígenos del oído interno personales del paciente, de modo que la sordera sería la
detectados en la enfermedad de Ménière: colágeno manifestación inicial de la enfermedad autoinmunitaria
III [70] , IV, proteína PO [71] , beta-tubulina [39] , beta sistémica.
actina [72] , Raf-1 [39] , proteína de 68 kDa [73] ; Los datos clínicos son poco específicos, pero la afec-
• depósito de complejos inmunitarios circulantes en tación bilateral de entrada o la afectación contralateral,
un 21-96% de los pacientes con enfermedad de la rapidez evolutiva y la mejora con corticoterapia, que
Ménière [74] ; a veces es espectacular, deben hacer que se busque una
• presencia de anticuerpos antivirales [39] ; causa inmunológica.

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Cuadro 6. Cuadro 7.
Estudio autoinmunitario: principales pruebas complementarias Estudio autoinmunitario: principales pruebas complementarias
de primera elección (según [84] ). de segunda elección.
Hemograma completo-plaquetas, CRP, ionograma sanguíneo, Fuera de los Grupo HLA
creatinina, pruebas hepáticas laboratorios Búsqueda de una elevación de la
CPK, LDH, electroforesis de las proteínas sanguíneas, especializados HSP-70
proteinuria de 24 horas Ac anticolágeno II
Factores antinucleares, anti-ADN nativo, anti-ENA a Ac antimielina P0
Látex-Waaler Rose, anticoagulante circulante, anticardiolipina, En laboratorios Ac dirigidos contra proteínas
C3, C4, CH50 especializados presentes en gran cantidad en la
Exploración oftalmológica (incluido el fondo de ojo y la cóclea, pero no sólo:
búsqueda de un síndrome seco) − Ac antibetatubulina
Capilaroscopia b −Ac antilaminina
−Ac antiproteína Raf 1
Biopsia de las glándulas salivales accesorias c
Ac dirigidos contra proteínas
Radiografía de las manos d presentes sólo en la cóclea
−Ac antibetatectorina
CRP: proteína C reactiva; CPK: creatina fosfocinasa; LDH: lactato des-
hidrogenasa; ADN: ácido desoxirribonucleico; ENA: antígeno nuclear −Ac anticoclina
extraíble
a
Los anticuerpos anti-ENA pueden estar presentes aunque la bús- HLA: antígeno leucocítico humano; Ac: anticuerpos.
queda global de factores antinucleares sea negativa. Los antígenos
nucleares solubles son principalmente Sm, SSA o Ro, SSB o La y RNP.
b
Sobre todo en caso de síndrome de Raynaud, en busca de megacapila- antinucleares, anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos
res presentes en la esclerodermia, pero también en la dermatomiositis,
la enfermedad mixta del tejido conjuntivo o, en menos ocasiones, el
(ANCA), anticuerpos inespecíficos (antinúcleo, antitiro-
lupus. globulina, antimitocondrias, antimúsculo liso y estriado,
c
Debe plantearse, incluso ante la ausencia de síndrome seco, en busca antimicrosomas tiroideos, anticélulas parietales gástricas,
de un infiltrado linfoide (Sjögren) o de un granuloma (teniendo en antiendotelio, antifosfolípidos, antimicrosoma hepático
cuenta que la sarcoidosis no es «autoinmunitaria»).
d y renal, antirretículo) [85] . Un estudio reciente retros-
Búsqueda de calcinosis o de artritis.
pectivo [86] realizado con 49 pacientes que tenían una
hipoacusia progresiva idiopática no ha mostrado que la
 Pruebas complementarias positividad de los anticuerpos inespecíficos tenga valor
predictivo sobre la eficacia de la corticoterapia. En la enfer-
medad de Ménière que se presenta como una hipoacusia
En la actualidad, no existe ninguna prueba que se fluctuante, se detectan complejos inmunitarios circulan-
realice en la práctica corriente lo bastante fiable para tes [87] con más frecuencia que en personas sanas. La
confirmar el diagnóstico de afectación cocleovestibular búsqueda de un haplotipo HLA concreto puede reforzar
autoinmunitaria, es decir, que permita demostrar la pre- la sospecha de enfermedad autoinmunitaria, en espe-
sencia de células inmunocompetentes o de anticuerpos cial si varias pruebas previas orientan a una afectación
circulantes dirigidos contra las estructuras laberínticas [82] . disinmunitaria. La presencia aislada de un autoanticuerpo
La sensibilidad y la especificidad de las diversas pruebas no basta para definir una enfermedad autoinmunitaria
propuestas en la literatura es discutible y se debe inter- y la hipótesis diagnóstica de hipoacusia autoinmu-
pretar con prudencia porque, debido a la ausencia de un nitaria sólo debe plantearse cuando existan varios
patrón oro con el que comparar, existen numerosos sesgos argumentos clínicos y pruebas complementarias que la
metodológicos (sesgos de reclutamiento, de verificación, apoyen.
de lógica circular), que provocan una probable sobresti-
mación de la sensibilidad y especificidad de las pruebas,
lo que se traduce, sobre todo en la literatura, por una gran Pruebas específicas del oído interno
variabilidad dependiendo de los estudios que se lean [83] .
La realización de las pruebas complementarias, sobre Las pruebas de transformación linfoblástica (PTL) que
todo las de tipo biológico, dependerá de la anamne- evalúan la inmunidad celular y la inmunotransferencia
sis (antecedentes personales y familiares, búsqueda de tipo Western blot que estudia la inmunidad humoral
traumatismos, incluso antiguos, síndrome viral reciente, son análisis de antígenos específicos del oído interno.
vacunación reciente, toma de fármacos ototóxicos) y Las pruebas de inhibición de la migración leucoci-
de la clínica. La exploración otoscópica y vestibu- taria, que tenían una fiabilidad insuficiente, se han
lar se completa con mediciones audiológicas subjetivas abandonado.
(audiometría) y a veces objetivas (potenciales evocados
auditivos, otoemisiones evocadas acústicas provocadas) Prueba de inmunidad celular (PTL)
y con pruebas vestibulares instrumentales. Cuando una
Tras incubar linfocitos de pacientes con antígenos
afectación cocleovestibular acompaña a otra enfermedad
del oído interno humano, se puede medir su estimu-
disinmunitaria conocida, el estudio corresponde al de
lación si se habían sensibilizado previamente durante
esta última (Cuadros 6 y 7) y el método clínico suele ser
un proceso autoinmunitario. La realización de estas
comparable al usado en medicina interna [84] .
pruebas requiere la recogida de extractos de laberinto
membranoso humano durante una intervención por vía
Pruebas no específicas del oído interno translaberíntica. Los resultados obtenidos proceden de
un número limitado de pacientes y la correlación con
Se suelen analizar parámetros inflamatorios (VSG, CRP) la mejoría mediante el tratamiento con corticoides es
de forma sistemática. Dependiendo del resultado, se muy variable. Se ha descrito una elevación de la pro-
requerirá un estudio complementario, consistente en ducción de interferón ␥ por los linfocitos T puestos en
serologías virales, de sífilis o de la enfermedad de Lyme, presencia de antígenos del oído interno humano [88] . La
una electroforesis de las proteínas séricas, inmunoglo- realización práctica de esta prueba requiere sangre fresca
bulinas séricas y determinaciones sanguíneas en busca usada de inmediato y sólo la han llevado a cabo muy
de diversos marcadores de enfermedad autoinmunitaria: pocos equipos [40, 83] . Hughes et al han descrito una sen-
crioglobulina, complejos inmunitarios circulantes, deter- sibilidad estimada del 50-80%, una especificidad del 93%
minación del complemento, factor reumatoideo, factores y un valor predictivo positivo del 56-73% en función de

10 EMC - Otorrinolaringología
Hipoacusia autoinmunitaria  E – 20-183-C-10

Cuadro 8.
Algoritmo para la solicitud de los análisis de anticuerpos disponibles fuera del laboratorio de investigación en función de la sospecha
diagnóstica (según [84] ).
Sospecha Lupus Síndrome de Esclero- Enfermedad Polimiositis/ Artritis Síndrome Vasculitis
diagnóstica sistémico Sjögren dermia mixta del dermatomiositis 2 reumatoide antifosfo- primaria
primario tejido lípido
conjuntivo
FAN 1 1 1 1 1 1 1
Anti-ADN 2 x x 2 x
Anti-Sm 2 x x 2 x
Anti-U1RNP x 2 2 2
Anti-SSA/SSB 2 1 x 2 x
Anti-Scl-70 2
Anti-Jo1 2
Factor reumatoideo 1 1
Anti-CCP 1
Anticardiolipina 2 x x x 1 1
ANCA a
Anti-MPO 2
Anti-PR 3 2

FAN: factores antinucleares; ADN: ácido desoxirribonucleico; PR3: antiproteinasa 3; ANCA: anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos; MPO: mielo-
peroxidasa; CCP: anticuerpos contra la proteína citrulinada; 1: de primera elección; 2: de segunda elección: x: opcional.
a
La búsqueda de anticardiolipina se asocia a la de un anticoagulante circulante, con dos determinaciones distanciadas 6 semanas.

la prevalencia de la enfermedad analizada en la pobla- tenían ningún papel en la hipoacusia autoinmunitaria [94] .
ción [83] . No existe ninguna prueba específica. Es difícil Se han estudiado otros antígenos, con resultados glo-
otorgarle un valor diagnóstico. El tratamiento con cor- balmente concordantes: los anticuerpos dirigidos contra
ticoides crea más falsos positivos con la PTL que con la una proteína de 68 kDa se han observado con frecuencia
inmunotransferencia tipo Western blot [89] . mediante inmunotransferencia tipo Western blot, hasta
en cerca del 60% de los casos de hipoacusias neuro-
Prueba de inmunidad humoral sensoriales evolutivas aisladas, pero también en otras
enfermedades inflamatorias extralaberínticas [95, 96] . Esta
Inmunofluorescencia indirecta (IFI)
proteína correspondería, según algunos autores, a la pro-
Su principio se basa en la visualización, a partir de teína del shock térmico (HSP-70), una proteína celular que
cortes del hueso temporal humano o de animales, de la se libera en caso de estrés de la célula [25] , mientras que para
fijación de anticuerpos humanos extraídos del suero de otros sería la proteína 2 similar al transportador de colina
pacientes, lo que permite confirmar que el suero contiene (CTL2) [19] .
anticuerpos específicos dirigidos contra las estructuras del
La proteína HSP-70 ha sido la más estudiada, en
oído interno o inespecíficos (otros tejidos). La sensibilidad
la sordera brusca [96] , progresiva [90] y la enfermedad de
es variable dependiendo de los estudios, al igual que el
Ménière [97] , y se ha comercializado un kit de análisis. Sin
umbral de positividad, que se ha fijado en el 50-75% [90] .
embargo, su determinación no se realiza habitualmente y
La especificidad también es intermedia y depende sobre
requiere un laboratorio de bioquímica muy especializado.
todo del soporte tisular utilizado para mostrar la presencia
Los autoanticuerpos responsables de las hipoacusias
de los anticuerpos séricos del paciente [91] . Las técnicas de
autoinmunitarias bloquearían este transportador CTL2,
inmunofluorescencia indirecta no son fáciles de realizar y
lo que provocaría una degeneración de las células del
sólo informan de la localización de fijación de los autoan-
órgano de Corti [98] . Sin embargo, la distribución de la
ticuerpos y, por tanto, de su presencia o no, sin carácter
CTL2 no se limitaría sólo a las células del órgano de
cuantitativo. Su interpretación es complicada, depende
Corti, y su proximidad con las isoformas de la coclina
de la técnica usada, del empleo de un hueso temporal
hace sospechar una función conjunta en el transporte
humano o de animales, de la ausencia de valores estándar
de moléculas del medio extracelular al intracelular de las
y de la existencia de falsos positivos.
células del oído interno [99] . De este modo, se han indu-
Inmunotransferencia tipo Western blot cido hipoacusias autoinmunitarias en animales [100] . Por
El principio de la prueba se basa en la detección y la otra parte, se sabe que una mutación del gen que codifica
identificación de los autoanticuerpos específicos circulan- la coclina causa una hipoacusia neurosensorial hereditaria
tes respecto a distintos antígenos presentes en el laberinto aislada (DFNA9). Se ha demostrado la presencia de célu-
humano, siguiendo su migración en un soporte según las inmunocompetentes sensibilizadas contra la coclina
su tamaño y su peso. Esta prueba es la más utilizada en en las hipoacusias neurosensoriales de apariencia autoin-
la actualidad. Se han estudiado muchos antígenos can- munitaria [101] , pero aún no hay ningún estudio con un
didatos como dianas en la hipoacusia autoinmunitaria: numero suficiente de casos en las distintas enfermeda-
colágeno tipo II, Po-mielina, ␤-actina, ␤-tubulina y diver- des cocleovestibulares para poder establecer conclusiones.
sas proteínas de peso molecular de 30, 32, 22, 24, 25, 58 Además, aún está por demostrar el carácter inmunógeno
68 y 220 kDa [79, 80, 85, 92] (Cuadro 8). de la CTL2 en animales. No obstante, esta proteína especí-
Algunos autoanticuerpos no específicos del oído fica del oído interno parece ser una pista interesante para
interno se implicaron inicialmente, como los anticuer- la investigación, pero aún no se ha desarrollado ninguna
pos anticolágeno II [93] , y se ha demostrado al final que no prueba con fines diagnósticos.

EMC - Otorrinolaringología 11
E – 20-183-C-10  Hipoacusia autoinmunitaria

que las lesiones del oído interno sean irreversibles, el pro-


ceso diagnóstico suele requerir varios días, sobre todo para
“ Punto importante las pruebas biológicas. Además, los mecanismos fisiopa-
tológicos de la hipoacusia autoinmunitaria seguramente
no sean los mismos que en la sordera brusca, aunque en
• Las pruebas biológicas carecen de la sensibilidad esta última el tratamiento urgente también se ha puesto
y de la especificidad suficiente para confirmar el en entredicho [107] . Si no hay respuesta a los corticoides
durante las cuatro primeras semanas, se interrumpe la
diagnóstico y sólo son elementos de sospecha que
corticoterapia durante un período de al menos 7 días
orientan hacia una hipoacusia autoinmunitaria. en dosis progresivamente descendentes. En los pacientes
• Las pruebas biológicas e inmunológicas com- que responden, puede proponerse una dosis de mante-
pletas con fines de detección precoz deben nimiento de 20-30 mg/día durante varias semanas [19] ,
contraindicarse. hasta un máximo de 6 meses [86, 98] . Ni los tratamientos
• Un estudio biológico dirigido, basado en los per- de corta duración (por ejemplo, 5 días en ciclo corto)
files de riesgo de los pacientes y orientado por el ni los que se instauran a largo plazo durante muchos
estudio diagnóstico, parece aportar una eficacia meses parecen ser eficaces [19] . En caso de recidiva, se admi-
diagnóstica equivalente a la de un estudio com- nistra un nuevo ciclo de corticoides, pero las recidivas
pleto, que es cinco veces más caro [102] . rápidas y reiteradas plantean el problema de la cortico-
terapia prolongada (efectos secundarios e inhibición del
eje hipotálamo-hipofisario).
En los niños, al instaurar el tratamiento se deben tener
en cuenta los riesgos específicos de la corticoterapia sobre
Otras pruebas un organismo en crecimiento.

Se debe solicitar un fondo de ojo con exploración de


la cámara anterior (estudio con lámpara de hendidura) y
posterior en busca de signos inflamatorios, como uveítis, Inmunosupresores
escleritis o epiescleritis.
Mediante la capilaroscopia de los capilares ungueales, Mac Cabe [108] propuso un tratamiento alternativo a la
se trata de observar los signos de vasculitis con alteración corticoterapia mediante ciclofosfamida [109] en los pacien-
de la microvascularización, como agregados de eritroci- tes que no responden a los corticoides, cuando éstos
tos, microaneurismas, vasculitis o acrocianosis [24] , pero su ya no puedan utilizarse debido a los efectos secun-
utilidad es limitada. darios o como continuación de la corticoterapia para
Se debe realizar de forma sistemática una RM cerebral estabilizar el resultado funcional logrado, pero había
de la fosa posterior y del oído interno como primera que suspenderlo con rapidez debido a su toxicidad
elección ante cualquier hipoacusia neurosensorial asimé- elevada (cistitis hemorrágica, mielosupresión, toxicidad
trica en busca de una afección retrococlear [103] . La RM de pulmonar, riesgo de esterilidad). Se han evaluado otros
alta resolución debería permitir en el futuro una mejor tratamientos farmacológicos inmunomoduladores, como
resolución espacial de los compartimentos endococlea- el metotrexato [110, 111] , el etanercept (anti-TNF-␣) [112] ,
res [104] . La inflamación de la membrana laberíntica en la el infliximab (anticuerpo quimérico monoclonal anti-
hipoacusia autoinmunitaria permite una acumulación de TNF-␣) [113] , la azatioprina [114] , la ciclosporina A [115] , el
gadolinio en los espacios líquidos intralaberínticos, pero micofenolato sódico [116] y el rituximab [117] . También se
carece de especificidad. ha propuesto una asociación de metotrexato y etaner-
La utilidad de la tomografía por emisión de positro- cept [118] . El tratamiento requiere una vigilancia estricta
nes en los pacientes con hipoacusia autoinmunitaria es (hematológica, biológica y radiológica) a cargo de medi-
incierta [105] . Los potenciales evocados del tronco cerebral cina interna y obliga a sopesar en todo momento la
tienen un papel limitado. La TC de los peñascos sí resulta relación beneficio/riesgo. Ninguno de estos tratamien-
útil, sobre todo en los niños, en busca de anomalías mor- tos ha sido validado en la indicación de la hipoacusia
fológicas del laberinto. autoinmunitaria que aparece de forma aislada o en el con-
texto de una enfermedad sistémica. Sólo el metotrexato
se ha evaluado en un amplio estudio reciente, prospec-
 Tratamiento tivo, aleatorizado y controlado, sin que parezca ser una
alternativa terapéutica eficaz a los corticoides [111] . Por otra
Corticoterapia parte, su prescripción no está desprovista de inconve-
nientes graves: aparición o reactivaciones de tuberculosis,
Es el único tratamiento validado que ha demostrado menopausia precoz y aparición de neoplasias.
ser eficaz en la hipoacusia autoinmunitaria y se suele La colchicina, que se usa esencialmente con fines tera-
proponer como primera elección como tratamiento de péuticos por su acción antiinflamatoria en la crisis de gota,
prueba, ante la ausencia de métodos diagnósticos específi- la condrocalcinosis articular, la enfermedad periódica, la
cos. Tiene una eficacia, al menos parcial, en alrededor del enfermedad de Behçet, la esclerodermia o algunas formas
50% de los pacientes [106] , con mejores resultados cuando clínicas de sarcoidosis y la enfermedad del suero, también
existe una fuerte sospecha diagnóstica basada en los datos se ha propuesto en la hipoacusia autoinmunitaria. Es un
clínicos y las pruebas complementarias. Sin embargo, no alcaloide que se extrae del cólquico, perteneciente a la
existe correlación entre la respuesta terapéutica en la familia de los tóxicos del huso mitótico y que impide la
sordera brusca idiopática y la presencia de anticuerpos polimerización de los microtúbulos, lo que bloquea las
dirigidos contra el oído interno [98] . Los protocolos tera- células en metafase. La dosis recomendada es de 1 mg/día.
péuticos varían según los autores. En adultos, la dosis En los animales, la colchicina modifica la regulación de los
recomendada es de 1-2 mg/kg/día de equivalente de metil- líquidos laberínticos por el saco endolinfático [119] . Su utili-
prednisolona durante 4 semanas. dad en el tratamiento de las hipoacusias autoinmunitarias
El tratamiento se instaura por vía oral, pues la corti- es incierta.
coterapia en bolo intravenoso no se ha evaluado fuera En la actualidad, salvo casos muy especiales, y cuando
del contexto de las sorderas bruscas. El grado de urgen- no es preciso tratar una enfermedad sistémica asociada, en
cia que requiere el inicio del tratamiento es discutible. nuestra opinión, el tratamiento inmunosupresor no está
Aunque, en teoría, un tratamiento precoz actúa antes de indicado para tratar la hipoacusia autoinmunitaria.

12 EMC - Otorrinolaringología
Hipoacusia autoinmunitaria  E – 20-183-C-10

Plasmaféresis Implante coclear


La plasmaféresis (o intercambio plasmático) se basa en El implante coclear está indicado cuando el cuadro evo-
el principio de la depuración de las gammaglobulinas del luciona a una hipoacusia profunda bilateral, según las
suero mediante un procedimiento parecido al de la diálisis recomendaciones oficiales del tratamiento de la hipoacu-
por depuración extrarrenal. Algunos autores la reservan sia profunda. Se puede plantear en diversos estadios de
para cuando fracasan todos los demás tratamientos [120] , la enfermedad, tanto al final de la evolución rápida de la
aunque aún no se ha validado [121] . hipoacusia en unas semanas o meses, como después de un
período más o menos prolongado en el que el tratamiento
con corticoides (y a veces con inmunosupresores) ha per-
Gammaglobulinas mitido una recuperación auditiva de calidad suficiente,
tanto con audioprótesis como sin ella, aunque transito-
Las inmunoglobulinas intravenosas se han propuesto ria. La indicación no se debe plantear como una urgencia,
como agente inmunorregulador en el tratamiento de pero conviene evaluar cada caso individualmente en fun-
enfermedades autoinmunitarias e inflamatorias, con una ción de la causa si existe un riesgo de fibrosis y/o de
eficacia comparable a las plasmaféresis, pero sin sus incon- neoosteogénesis con obliteración progresiva de la rampa
venientes [122] . Su modo de acción no se conoce con timpánica. Los resultados de la implantación coclear en
detalle. Regulan las funciones efectoras de muchas célu- pacientes con hipoacusia autoinmunitaria son semejantes
las del sistema inmunitario al interactuar con una amplia a los de otras etiologías [127] .
gama de elementos del dicho sistema, como las cito-
cinas, el complemento, los receptores Fc, así como las
moléculas de superficie. En países como Francia, no están
indicadas en el tratamiento de la hipoacusia autoinmuni-
 Conclusión
taria. Debido a la ausencia de datos diagnósticos definitivos
de tipo clínico, biológico o anatomopatológico, la hipoa-
cusia autoinmunitaria no es por el momento una entidad
Inyección transtimpánica nosológica bien definida. Sin embargo, la capacidad del
oído interno de reaccionar a mecanismos inmunitarios se
La inyección local transtimpánica de fármacos ha demostrado con claridad. Se trata de una forma infre-
(sobre todo corticoides) ofrece varias ventajas: faci- cuente de hipoacusia neurosensorial, difícil de estudiar,
lidad de administración bajo anestesia local en la cuyo diagnóstico suele ser de exclusión, salvo en los casos
consulta externa, coste moderado, difusión pasiva en en los que se inscribe en un contexto autoinmune polivis-
el oído interno de grandes concentraciones de la molé- ceral profuso y demostrado, lo que se respalda de forma
cula [123] , ausencia de paso sistémico, posible tratamiento secundaria tras una respuesta positiva a los tratamientos
secuencial entre el oído derecho e izquierdo, trata- con corticoides o inmunosupresores. Se debe sospechar
miento de segunda elección si fracasa un tratamiento en las formas aisladas cuando el estudio etiológico de
sistémico. una hipoacusia denominada brusca o neurosensorial pro-
La administración sistémica expone a una gran varia- gresiva es negativo. Las pruebas biológicas carecen de la
bilidad de concentración del fármaco dependiente de su sensibilidad y especificidad suficientes para confirmar el
perfil farmacocinético. Los posibles efectos secundarios se diagnóstico y sólo son argumentos de presunción a la hora
relacionan con las molestias que puede sentir el paciente de orientar hacia una hipoacusia autoinmunitaria. Aún
durante la inyección, la aparición de vértigo, la infección, falta por desarrollar pruebas específicas y accesibles en los
el deterioro auditivo y la perforación timpánica residual. laboratorios no especializados y es una de las principales
Varios estudios prospectivos aleatorizados sobre la sordera preocupaciones de la investigación sobre la autoinmuni-
brusca muestran que el tratamiento local tiene una efi- dad. Ante la mínima duda durante el proceso diagnóstico,
cacia comparable a la corticoterapia sistémica [124] . En la debe solicitarse una consulta oftalmológica, así como una
actualidad, no hay evidencia de que la administración prueba de imagen. Aunque el tratamiento de primera
transtimpánica tenga una eficacia superior, ya sea como elección con corticoides está ampliamente aceptado (a
tratamiento de primera elección, combinado o adyuvante pesar de que sus modalidades no están bien sistemati-
de segunda elección. Sin embargo, es previsible, al menos zadas), la aplicación de un tratamiento inmunosupresor
en teoría, que tenga una eficacia como mínimo equiva- como segunda elección tras el fracaso o insuficiencia de la
lente en la hipoacusia autoinmunitaria en comparación corticoterapia, sigue siendo muy discutible y, en nuestra
con la sordera brusca. Se han descrito buenos resultados opinión, no está justificado. Los tratamientos locales están
en el tratamiento de la hipoacusia autoinmunitaria, pero en pleno desarrollo y suscitan esperanzas en la hipoacusia
en series pequeñas lastradas por sesgos metodológicos [125] . autoinmunitaria, al igual que en otras enfermedades labe-
Los tratamientos locales abren perspectivas nuevas y rínticas. El tratamiento de los pacientes con hipoacusia
prometedoras, cuyas modalidades exactas y protocolos autoinmunitaria requiere en todos los casos una colabo-
terapéuticos constituyen un amplio campo de estudio: ración estrecha entre el ORL y el internista. La evolución
inyección intratimpánica, MicroWick de Silverstein, difu- del cuadro a una hipoacusia profunda es una buena indi-
sión por microcatéter conectado o no a microbombas cación de un implante.
osmóticas, hidrogeles, transportadores por nanopartícu-
las [126] . A semejanza de la sordera brusca, el tratamiento de
la hipoacusia autoinmunitaria se adapta bien, al menos en
teoría, a los métodos locales. Sus principales inconvenien-
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S. Schmerber, Professeur des Universités, praticien hospitalier (SSchmerber@chu-grenoble.fr).


Clinique universitaire, oto-rhino-laryngologie, Centre hospitalier universitaire Albert Michallon, BP 217, 38043 Grenoble cedex 9, France.
J.-M. Lejeune, Praticien hospitalier.
Centre hospitalier d’Albertville, 253, rue Pierre-de-Coubertin 73200 Albertville, France.
G. Dumas, Praticien hospitalier.
Clinique universitaire, oto-rhino-laryngologie, Centre hospitalier universitaire Albert Michallon, BP 217, 38043 Grenoble cedex 9, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Schmerber S, Lejeune JM, Dumas G. Hipoacusia autoinmunitaria.
EMC - Otorrinolaringología 2012;41(4):1-16 [Artículo E – 20-183-C-10].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
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