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Espondilodiscitis
S. Emilie, V. Zeller, B. Fautrel, A. Aubry
La espondilodiscitis infecciosa es una infección del disco intervertebral y de los platillos vertebrales adya-
centes. Puede asociarse a una epiduritis o a un absceso paravertebral. El germen causal más frecuente
es Staphylococcus aureus. El diagnóstico se sospecha por dolores raquídeos de ritmo inflamatorio y
un síndrome de respuesta inflamatoria. La fiebre se presenta en un 50% de los casos. La exploración
fundamental es la resonancia magnética. Los exámenes microbiológicos son indispensables: hemoculti-
vos y/ punción-biopsia discovertebral. El tratamiento consiste en antibioticoterapia adaptada, asociada
a inmovilización y tratamiento de las complicaciones por decúbito y del dolor. Las formas más graves
pueden comprometer el pronóstico vital o funcional (complicaciones neurológicas y/o dolorosas) y deben
hacer considerar un tratamiento quirúrgico. La vigilancia es clínica (desaparición de los dolores y de
la fiebre, tolerabilidad del tratamiento antibiótico), biológica (desaparición del síndrome de respuesta
inflamatoria, tolerabilidad de la antibioticoterapia) y radiológica.
© 2016 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
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Descargado para Remberto Ramos González (rramosg4@unicartagena.edu.co) en Pontifical Xavierian University de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 28, 2019.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2019. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Espondilodiscitis E – 7-0585
Radiografías simples
RM de entrada si no está contraindicada (si no: TC o,
si está contraindica, gammagrafía ósea)
+ –
–
+
PBDV: examen bacteriológico + patológico
± búsqueda de ADN bacteriano
+
–
Tratamiento antibiótico ajustado al
germen, previa verificación + 2.ª PBDV: análisis bacteriológico + patológico
microbiológica
Medidas asociadas –
Diagnósticos diferenciales
Ante fuerte probabilidad de origen infeccioso :
- considerar la biopsia quirúrgica
- considerar la búsqueda de ADN bacteriano
- considerar un tratamiento antibiótico empírico
Medidas asociadas
Figura 3. Árbol de decisiones. Diagnóstico de espondilodiscitis. RM: resonancia magnética; TC: tomografía computarizada; PBDV: punción-biopsia disco-
vertebral; ADN: ácido desoxirribonucleico.
los casos, pero superior a 6 semanas también en un tercio de los Signos infecciosos
casos (hasta 8 meses según la etiología) [2] . En el estudio prospec-
Los signos infecciosos son inconstantes, aunque a veces ocu-
tivo francés DTS (Durée de Traitement des Spondylodiscites) [6] , la
pan el primer plano. La fiebre es inconstante: el 40-75% de las
mediana entre el comienzo de los síntomas y el diagnóstico fue
espondilodiscitis piógenas [5, 8, 9] y en menos de un tercio de los
de 49 días.
casos de espondilodiscitis tuberculosas [9] . Si la espondilodiscitis
es producida por un germen diseminado por vía hemática, la
Dolores raquídeos fiebre se asocia a escalofríos y mareos. En la exploración física
Los dolores y la rigidez raquídea son casi constantes. Puede afec- debe buscarse una puerta de entrada infecciosa, aunque sólo se
tarse toda la columna vertebral, aunque la lesión es más a menudo encuentra en el 50-70% de los casos, y argumentos a favor de una
lumbar (50-70% de los casos) y con menos frecuencia torácica endocarditis.
(23-35% de los casos) o cervical, sobre todo inferior (5-30% de
los casos) [2, 7] . La localización puede ser múltiple en el 4-11% de
los casos [5] , sobre todo en la espondilodiscitis tuberculosa (el 23% Marcadores biológicos
frente al 9% en las espondilodiscitis piógenas).
Determinar el ritmo inflamatorio de un dolor raquídeo es útil En un contexto diagnóstico presuntivo de espondilodiscitis
porque, aunque no todas las espondilodiscitis presentan este infecciosa, las pruebas de laboratorio se dirigen a la búsqueda de
ritmo (20-90% de los casos), orienta fuertemente hacia una etiolo- un síndrome de respuesta inflamatoria (hemograma, velocidad de
gía no mecánica, en primer lugar infecciosa o tumoral (Fig. 3). Un sedimentación globular, proteína C reactiva [CRP]) [2] .
dolor muy intenso, sobre todo exacerbado por la tos, es orientador El aumento de la CRP es casi constante (> 90% de los
de una lesión epidural. casos) [5, 7, 8, 10] , y el de la velocidad de sedimentación globular se
detecta en más de dos tercios de los casos [5, 7, 8, 10] . En cambio,
la leucocitosis con neutrofilia es inconstante (un tercio de los
Signos neurológicos casos [7, 8] ).
Los signos neurológicos deben buscarse de forma sistemática El interés de la determinación de la concentración de la procalci-
en caso de dolor y/o rigidez raquídea. Sin embargo, pueden ser tonina en las espondilodiscitis no ha sido estudiado. Sin embargo,
el modo de revelación de la espondilodiscitis infecciosa, sobre en otras infecciones osteoarticulares como la artritis séptica y la
todo en caso de lesión cervical o torácica. Se trata de una radi- osteomielitis es baja (sensibilidad = 0,67 [intervalo de confianza
culalgia, un síndrome de la cola de caballo o una compresión [IC] 95%: 0,37-0,88]) [11] . Esta prueba de laboratorio no se reco-
medular. Habitualmente estos signos se asocian a una epiduritis o mienda, como tampoco la determinación del fibrinógeno o la
un absceso epidural y se observan en el 14-20% de los casos [8, 9] . electroforesis de las proteínas, que son inútiles.
“ Punto importante
La CRP es la primera prueba de laboratorio en caso de
dolor raquídeo. Aunque su aumento no es específico, la
confrontación con los datos clínicos y radiológicos tiene
un fuerte valor de orientación.
Pruebas de imagen
La evaluación complementaria con métodos de estudio por
imagen es indispensable cuando los signos clínicos y de labora-
torio orientan hacia una espondilodiscitis infecciosa. Aunque las
radiografías simples se obtienen en primer lugar, la resonancia
magnética (RM) es el examen clave y se efectúa de urgencia, en
un lapso de menos de 6 horas en caso de déficit motor o de otro
signo de compresión medular o de epiduritis [12] .
“ Punto importante
La RM, que es el método de elección para el diagnóstico
de espondilodiscitis, debe efectuarse en un lapso menor de
6 horas en presencia de signos neurológicos que orienten
hacia una epiduritis o una compresión medular.
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A B C
Figura 5. Resonancia magnética lumbar.
A. Secuencia T1: hiposeñal de los platillos de L4 y L5 en espejo y del disco L4-L5.
B. Secuencia STIR (recuperación de la inversión en tiempo corto): hiperseñal de los cuerpos vertebrales centrada en el disco, hiperseñal del disco y de los
tejidos blandos, anterior y posterior (epiduritis), en L4-L5.
C. Secuencia T1 con inyección de gadolinio: realce marcado de zonas que inicialmente se ven en hiposeñal T1.
los platillos vertebrales, así como una lesión de los tejidos blan-
dos (se observa mejor tras la inyección de medio de contraste). Se
recomienda en preoperatorio si está indicada una descompresión
quirúrgica, ya que aporta datos sobre la magnitud de la osteóli-
“ Punto importante
sis y la presencia de secuestros intraductales, que se observan mal
La urgencia en el tratamiento de las espondilodiscitis es
en RM. En este caso, debe efectuarse de urgencia sin retrasar el
momento de la cirugía. Por último, puede ser útil para guiar la doble:
punción-biopsia discovertebral. • prevenir las complicaciones neurológicas;
Las gammagrafía óseas (con difosfonato marcado con tecne- • establecer el diagnóstico.
cio o citrato de galio) y la tomografía por emisión de positrones Excepto en presencia de signos de shock, el tratamiento
(PET) con 18 fluorodesoxiglucosa (18FDG) acoplada a la tomogra- antibiótico o antifúngico no debe instaurarse antes de
fía computarizada (PET/TC [18 F-FDG]) se usan cada vez menos obtener las muestras necesarias para el diagnóstico.
en esta indicación, pero pueden contribuir al diagnóstico de
las espondilodiscitis tuberculosas, en las que la lesión ósea es a
menudo multifocal, o si la RM está contraindicada [2, 14, 15] . Pue-
den asociarse a las radiografías simples y a la TC para mejorar
la especificidad y efectuar una evaluación de extensión precisa
dios clave del diagnóstico microbiológico. Es necesario realizarlos
de la espondilodiscitis, sobre todo a nivel de los tejidos blan-
antes de iniciar la antibioticoterapia. Si el paciente ya ha recibido
dos y del conducto vertebral. Los otros trazadores (leucocitos
un tratamiento antibiótico empírico y su estado lo permite, se
radiomarcados, antibióticos radiomarcados, inmunoglobulinas
recomienda respetar una ventana antibiótica de algunos días.
radiomarcadas o anticuerpos granulosos) son decepcionantes o
Aunque el índice de positividad de los hemocultivos varía del
se han estudiado poco.
14% (espondilodiscitis postoperatoria) al 70% (espondilodisci-
tis primaria, incluida Candida) [2, 7] , deben efectuarse de forma
Microbiología sistemática (2-3 hemocultivos en 24 horas, aeróbicos y anaeróbi-
cos), incluso en ausencia de fiebre. Clásicamente, deben repetirse
Salvo en situaciones muy infrecuentes en las que el tratamiento a lo sumo dentro de las cuatro horas siguientes a la punción-
antibiótico debe comenzar de urgencia (septicemia amenazadora, biopsia discovertebral, aunque tenga un interés discutible [16] . En
meningitis asociada), es primordial tomarse el tiempo necesario caso de hemocultivos positivos, sobre todo para estafilococo,
(hasta algunos días) para establecer el diagnóstico microbiológico estreptococo, enterococo y Candida, es indispensable buscar una
de la espondilodiscitis. Sólo la identificación del agente infec- endocarditis (observada en el 20% de los casos según los estudios).
cioso hace posible el diagnóstico de certeza y la adaptación del La presencia de un marcapasos es otro argumento fuerte y justifica
tratamiento, que es el factor principal del éxito terapéutico. Los una ecografía por vía transesofágica para visualizar correctamente
hemocultivos y la punción-biopsia discovertebral son los dos estu- los catéteres de estimulación endocárdicos.
Diagnóstico diferencial
La RM es la exploración clave para el diagnóstico etiológico de
los dolores raquídeos, incluidas la espondilodiscitis infecciosas, y
para hacer los diagnósticos diferenciales.
En caso de raquialgias febriles sin espondilodiscitis o espon-
dilitis en el estudio por imagen, debe sospecharse una
espondilodiscitis incipiente y repetir la RM 7-10 días después,
una lesión infecciosa raquídea sin espondilodiscitis (epiduritis o
Figura 6. Punción-biopsia discovertebral con control radioscópico: tro- absceso epidural, que es una urgencia médico-quirúrgica), artri-
car de biopsia en el disco L5-S1. tis interapofisaria posterior, miositis o absceso del psoas (caso en
que además de las raquialgias, a menudo se observa una psoítis),
endocarditis, meningitis o piomiositis del psoas.
Las otras etiologías de las raquialgias inflamatorias no suelen
Sólo la identificación de un germen claramente patógeno (S. acompañarse de fiebre: neoplasia como un tumor sólido o una
aureus, estreptococo, enterobacteria) en uno o varios hemoculti- hemopatía (sobre todo en caso de espondilitis o de lesión multifo-
vos permite prescindir de la punción-biopsia discovertebral. En cal), reumatismo inflamatorio como espondilitis anquilopoyética
cambio, el aislamiento de un germen en el estudio citobacterio- o síndrome SAPHO (sinovitis, acné, pustulosis palmoplantar,
lógico de la orina (ECBO) es ampliamente insuficiente para el hiperostosis y osteítis), artropatía por microcristales (condrocal-
diagnóstico microbiológico, aun cuando este examen forma parte cinosis, gota o reumatismo por apatita). Obsérvese, sin embargo,
de la búsqueda de la puerta de entrada. que la gota afecta de manera excepcional a la columna vertebral.
La punción-biopsia discovertebral es el método de referencia Los dolores raquídeos pueden tener un ritmo inflamatorio en las
para el diagnóstico de espondilodiscitis infecciosa. Permite hacer patologías mecánicas y en un contexto de discopatía inflamatoria
análisis microbiológicos y patológicos, de forma ideal con con- de tipo Modic 1: en este caso, existe un edema de los platillos
trol radioscópico o guiado por TC (Fig. 6). Es crucial tomar varias (hipo-T1, hiper-T2) asociado a erosión y captación de gadolinio,
muestras biópsicas: lo ideal son seis tomas óseas (dos del platillo pero sin hiperseñal T2 discal ni lesión de los tejidos blandos.
vertebral superior, dos del platillo vertebral inferior y dos del disco) Por último, los dolores raquídeos pueden obedecer a una causa
y una aspiración del líquido al final de la biopsia (si fuera necesa- extrarraquídea: aneurisma o disección de la aorta, úlcera gastro-
rio, previo lavado del espacio discal con solución fisiológica). Si ya duodenal, lesión pancreática.
se ha administrado un tratamiento antibiótico, puede resultar útil
sembrar un parte de la muestra en frascos de hemocultivo aeró-
bico y anaeróbico [17] . Las muestras, claramente identificadas, se
trasladan dentro de la hora siguiente y a temperatura ambiente al Casos particulares de algunos
laboratorio de microbiología y patología, acompañadas de datos gérmenes
precisos sobre el diagnóstico y los microorganismos sospechados.
El análisis patológico es útil en caso de espondilodiscitis tubercu- Tuberculosis
losa o fúngica y de diagnóstico diferencial. Si la punción-biopsia
es negativa, debe considerarse la repetición del examen. En un Aun en países en los que la prevalencia de la tuberculosis ha
estudio retrospectivo reciente, su rentabilidad (40%) era idéntica disminuido mucho, las espondilodiscitis tuberculosas represen-
a la de la primera biopsia y permitía establecer el diagnóstico en tan alrededor de un 25% de las espondilodiscitis. En países en
casi el 80% de los casos [16] . Si la segunda punción-biopsia fracasa, los que la prevalencia de la tuberculosis es elevada, representan la
puede considerarse la práctica de una biopsia quirúrgica. mayoría de las espondilodiscitis (hasta el 70%) [25] . Se trata de una
El diagnóstico microbiológico suele efectuarse mediante cul- enfermedad de declaración obligatoria [26] .
tivo bacteriano prolongado (10-14 días) en medios enriquecidos. Los elementos orientadores de una tuberculosis son:
La tuberculosis se busca de forma sistemática. La reacción en • contexto: paciente originario de un país con fuerte endemia,
cadena de la polimerasa (PCR) universal 16S se ha sugerido para inmunodepresión (sobre todo por VIH, pero también diabetes,
mejorar el diagnóstico, pero los resultados de los estudios son corticoterapia, tratamientos inmunosupresores, etc.);
preliminares y contradictorios como para incluir a la PCR 16S • clínicos: la mayoría de las veces, evolución tórpida con menos
entre los métodos «de rutina» para el diagnóstico de las infec- signos infecciosos (fiebre en menos de un tercio de los casos). El
ciones osteoarticulares y, por tanto, de las espondilodiscitis [18–24] . antecedente de contagio de tuberculosis, de enfermedad tuber-
De todos modos, el resultado negativo no descarta el diagnós- culosa, alteración del estado general, sudoración nocturna y
tico. Además, la ausencia de antibiograma limita el tratamiento. signos neurológicos, a menudo más marcados que en las espon-
Por otra parte, aunque todavía falta definir el lugar de la PCR 16S dilodiscitis piógenas, son otros factores de orientación hacia la
en las infecciones osteoarticulares, permitiría aclarar los resultado tuberculosis;
confusos de algunos cultivos, sin olvidar que debe reservarse para • biológicos: la leucocitosis con neutrofilia es menos marcada.
situaciones particulares como las infecciones con cultivos negati- La prueba tuberculínica intradérmica positiva, sobre todo en
vos y datos clínicos y biológicos a favor de una infección [24] . ausencia de vacunación con el bacilo de Calmette-Guérin
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meticilina [32, 33] . Su excelente biodisponibilidad permite la admi- El tratamiento de las espondilodiscitis infecciosas es ante todo
nistración por vía oral. Sin embargo, además del coste elevado, médico y no es necesario recurrir a la cirugía de manera siste-
su uso está limitado por una mielotoxicidad considerable y una mática. Durante la cirugía no debe olvidarse la obtención de las
neurotoxicidad que se manifiesta en caso de tratamientos prolon- muestras para los estudios microbiológico y patológico.
gados, que deben interrumpirse a las 3 semanas en un tercio de La indicación quirúrgica en la fase aguda se reserva para las
los casos [32, 34] . Cabe observar que el tiempo de administración complicaciones neurológicas deficitarias o la necesidad de evacuar
está limitado por la autorización de comercialización a 28 días. abscesos paravertebrales que no pueden drenarse mediante radio-
logía intervencionista, y de forma excepcional, para los fracasos de
Otros microorganismos control infeccioso con dolores y síndrome de respuesta inflama-
toria persistente o que se agrava. Para algunos, la cirugía debería
No se detallará aquí el tratamiento de la espondilodiscitis asociar una corticoterapia adyuvante (0,5-1 mg/kg/día), pero esto
tuberculosa. Se dirá simplemente que debe tratarse mediante es controvertido.
tetraterapia estándar (isoniazida, rifampicina, etambutol, pirazi- En la fase crónica, una intervención quirúrgica puede conside-
namida) de una duración controvertida que, según las sociedades rarse en caso de grandes trastornos posturales, con una angulación
científicas, se extiende de 6 a 12 meses. Los tratamientos de más cifótica de más de 20◦ en dorsolumbar y 10◦ en cervical, o en caso
de 12 meses no se apoyan en ninguna base racional sólida. de inestabilidad a raíz de una destrucción vertebral superior a 50◦
El tratamiento de las espondilodiscitis brucelares se basa en o una seudoartrosis secuelar a distancia del episodio infeccioso.
cinco combinaciones distintas (doxiciclina 200 mg/día, rifampi- La elección de una técnica sobre otra y de la vía de acceso qui-
cina 600 mg/día y estreptomicina 1 g/día; doxiciclina 200 mg/día, rúrgico depende de numerosos factores (localización de la lesión,
rifampicina 600 mg/día y gentamicina 5 mg/kg; doxiciclina número de niveles afectados, magnitud de la lesión, compresión
200 mg/día y rifampicina 600 mg/día; doxiciclina 200 mg/día neurológica, absceso, epiduritis, etc.). Cabe señalar que el drenaje
y estreptomicina 1 g/día; doxiciclina 200 mg/día, rifampicina de abscesos paravertebrales (incluido el psoas) puede guiarse con
600 mg/día y ciprofloxacino 1 g/día) con una duración mínima TC en abscesos voluminosos o en caso de evolución desfavorable
de 24 semanas [35] . bajo tratamiento antibiótico.
El tratamiento de las espondilodiscitis fúngicas, que son
infrecuentes, debe discutirse con un médico especialista en enfer-
medades infecciosas. La mayoría de las veces se producen en un Inmovilización y rehabilitación
contexto predisponente. Puede tratarse de hongos oportunistas,
Hay pocos datos publicados sobre las modalidades y la dura-
básicamente Candida albicans, Aspergillus spp. y Cryptococcus neo-
ción de la inmovilización. Existe un acuerdo profesional que
formans, o de hongos exóticos, en particular Histoplasma duboisii.
recomienda proseguir la inmovilización en decúbito mientras
Las recomendaciones francesas y estadounidenses se basan sobre
la infección no haya sido controlada (persistencia del síndrome
todo en opiniones de expertos. Aunque la anfotericina B sigue
inflamatorio clínico y biológico) [2] . Sin embargo, según datos
siendo la molécula de referencia, debido a su toxicidad medular y a
recientes, el decúbito prolongado no se asociaría a un mejor pro-
la ausencia de datos sobre su difusión ósea se han propuesto como
nóstico funcional a distancia [41] . La rehabilitación es útil en la fase
alternativas el voriconazol y el fluconazol (sobre todo a modo de
aguda, sobre todo para prevenir las complicaciones por decúbito,
relevo del tratamiento con anfotericina B). Así, para el tratamiento
de las candidiasis, se sugieren dos esquemas terapéuticos [36] : 1) y, más tarde, durante la verticalización progresiva. Ésta se inicia
fluconazol de entrada si la cepa es sensible a los derivados azó- cuando en la radiografía aparecen los primeros signos de recons-
licos, a la dosis de 400 mg/día en una perfusión o toma oral trucción ósea, por lo general 3-4 semanas después del comienzo
(preferible en ausencia de trastornos digestivos por su excelente del tratamiento antibiótico. En las recomendaciones se señala que,
biodisponibilidad) después de una dosis de carga de 800 mg/día; después de controlar la infección, el modo de proceder depende
2) anfotericina B (estándar a la dosis de 0,5-1 mg/kg/24 h o lipo- de la localización.
sómica a 3-5 mg/kg/24 h) durante al menos 2 semanas, seguida
de relevo oral con fluconazol. Se recomienda un tratamiento de Otros tratamientos
6-12 semanas. La caspofungina no ha sido evaluada en esta indi-
cación. El tratamiento antálgico debe ajustarse, en lo posible sin recurrir
Para el tratamiento de las aspergilosis óseas se usa más el al paracetamol, para vigilar la fiebre. Como estos pacientes requie-
voriconazol [37] que la anfotericina B por mayor eficacia, mejor ren inmovilización, la anticoagulación preventiva es necesaria.
difusión tisular, menor toxicidad y una excelente biodisponibi- Por último, si se ha identificado la puerta de entrada, su trata-
lidad que permite la administración por vía oral. La duración miento es indispensable.
del tratamiento no está definida, pero las recomendaciones esta-
dounidenses señalan una duración mínima de 6-8 semanas en el
paciente inmunocompetente. En los pacientes inmunodeprimi- Vigilancia
dos, se recomienda un tratamiento supresivo muy prolongado o
equivalente a la duración del tratamiento inmunosupresor [38] . En La vigilancia de la disminución del síndrome inflamatorio clí-
los tratamientos prolongados es necesaria la vigilancia regular de nico y biológico y de la evolución neurológica y el seguimiento
las concentraciones residuales de voriconazol [39] . radiológico prosiguen hasta 12 meses después del final del tra-
El tratamiento de elección de las espondilodiscitis criptocócicas, tamiento. Por lo general, la fiebre y el síndrome inflamatorio
en ausencia de lesión meníngea y en el paciente inmunocompe- biológico desaparecen en pocos días y después lo hacen los dolores
tente, consiste en fluconazol durante 6-12 meses [40] . raquídeos, aunque, sin embargo, éstos pueden tardar en desapare-
cer, sobre todo en el contexto de las espondilodiscitis tuberculosas.
La vigilancia biológica del síndrome inflamatorio se efectúa con la
Tratamiento quirúrgico [2]
CRP una vez por semana en las primeras 2 semanas, seguida de una
vez cada 2 semanas hasta el final del tratamiento antibiótico y, por
último, a 4 semanas, 3 meses y 6 meses del final del tratamiento. El
seguimiento radiológico se efectúa con radiografías simples y no
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de signos de consolidación ósea con esclerosis de los platillos y for- [11] Shen C-J, Wu M-S, Lin K-H, Lin W-L, Chen H-C, Wu J-Y, et al. The
maciones óseas, a veces con un bloqueo intervertebral completo use of procalcitonin in the diagnosis of bone and joint infection: a
o incompleto). systemic review and meta-analysis. Eur J Clin Microbiol Infect Dis
En función de la antibioticoterapia, hay que vigilar también la 2013;32:807–14.
tolerabilidad de ésta (hemograma, creatininemia, transaminasas, [12] Bousson V, Chicheportiche V, Berçot B, Laredo J-D. Infection rachi-
etc.). dienne : du germe lent au staphylocoque doré. Rev Rhum Monogr
2014;81:27–35.
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Pronóstico Duchesneau PM, et al. Vertebral osteomyelitis: assessment using MR.
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La mortalidad por espondilodiscitis infecciosas (sin distinción 18F-FDG hybrid PET in patients with suspected spondylitis. Eur J
de etiologías) a 1 año varía en función de los estudios del 1,5% [8] al Nucl Med Mol Imaging 2002;29:516–24.
11% [7] , pero en este último estudio la mitad de los fallecimientos [15] Lazzeri E, Pauwels EKJ, Erba PA, Volterrani D, Manca M, Bodei L,
fue imputable a las comorbilidades. et al. Clinical feasibility of two-step streptavidin/111In-biotin scinti-
El índice de recaída varía del 0% [6] al 14% [42] . graphy in patients with suspected vertebral osteomyelitis. Eur J Nucl
Las secuelas funcionales (dolores y/o déficit neurológico) afec- Med Mol Imaging 2004;31:1505–11.
tan a un tercio de los casos [3, 7, 8] . Los dolores raquídeos persisten [16] Gras G, Buzele R, Parienti JJ, Debiais F, Dinh A, Dupon M, et al. Micro-
en alrededor del 50% de los pacientes [7] a los 6 meses y en el 10% biological diagnosis of vertebral osteomyelitis: relevance of second
a 1 año [8] . La secuela más grave, ligada a la persistencia de signos percutaneous biopsy following initial negative biopsy and limited
neurológicos por la compresión medular inicial, es, por suerte, yield of post-biopsy blood cultures. Eur J Clin Microbiol Infect Dis
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Conclusión
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[18] Fenollar F, Roux V, Stein A, Drancourt M, Raoult D. Analysis of
Las espondilodiscitis infecciosas son una urgencia diagnóstica 525 samples to determine the usefulness of PCR amplification and
y terapéutica a raíz de la morbimortalidad que producen. El diag- sequencing of the 16S rRNA gene for diagnosis of bone and joint
nóstico se basa en dolores raquídeos inflamatorios asociados a un infections. J Clin Microbiol 2006;44:1018–28.
síndrome de respuesta inflamatoria. La fiebre sólo se verifica en un [19] Fenollar F, Lévy P-Y, Raoult D. Usefulness of broad-range PCR
50% de los casos. Las radiografías simples y la resonancia magné- for the diagnosis of osteoarticular infections. Curr Opin Rheumatol
tica son las exploraciones morfológicas de elección para establecer 2008;20:463–70.
el diagnóstico de espondilodiscitis. El diagnóstico microbiológico [20] Fuursted K, Arpi M, Lindblad BE, Pedersen LN. Broad-range PCR
se basa en los hemocultivos y, si son estériles, en la punción- as a supplement to culture for detection of bacterial pathogens in
biopsia discovertebral. El análisis microbiológico (bacteriológico, patients with a clinically diagnosed spinal infection. Scand J Infect
micobacteriológico, ± fúngico) y patológico permite adaptar el Dis 2008;40:772–7.
tratamiento antiinfeccioso. También se incluye una inmoviliza- [21] Ince A, Rupp J, Frommelt L, Katzer A, Gille J, Löhr JF. Is “aseptic”
ción adecuada al nivel afectado y a la evolución de la enfermedad, loosening of the prosthetic cup after total hip replacement due to non-
kinesiterapia y tratamiento antálgico. Por último, es fundamental culturable bacterial pathogens in patients with low-grade infection?
el tratamiento de la puerta de entrada. Clin Infect Dis 2004;39:1599–603.
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Emilie S, Zeller V, Fautrel B, Aubry A. Espondilodiscitis. EMC - Tratado de medicina
2016;20(1):1-10 [Artículo E – 7-0585].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
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Descargado para Remberto Ramos González (rramosg4@unicartagena.edu.co) en Pontifical Xavierian University de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 28, 2019.
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