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Pietro Bembo fue el rector del gusto literario en la Italia del siglo XVI.

La literatura renacentista forma parte de un movimiento más general del Renacimiento


que experimenta la cultura occidental en los siglos XV y XVI, aunque sus primeras
manifestaciones pueden ser observadas en la Italia de los siglos XIII y XIV. Se
caracteriza por la recuperación humanista de la literatura clásica grecolatina y se
difunde con gran fuerza gracias a la invención de la imprenta hacia 1450.

La novedad afecta tanto a los temas como a las formas. Entre los primeros cabe
destacar el antropocentrismo, el interés por la naturaleza y la recuperación de la
mitología clásica. La filosofía recupera las ideas platónicas y las pone al servicio del
cristianismo. La búsqueda del placer sensorial y el espíritu crítico y racionalista
completan el ideario de la época. En cuanto a los aspectos formales, se recupera la
preceptiva clásica (cuya raíz está en la Poética de Aristóteles), basada en el principio
artístico de la imitación. También se desarrollan nuevos géneros (como el ensayo) y
modelos métricos (entre los que destaca el soneto como forma estrófica y el
endecasílabo como tipo de verso).Sus principales características son:

Sinceridad en la expresión de los sentimientos en la línea de la lírica humana, popular y


profundamente religiosa de San Francisco de Asís.
Presencia de una naturaleza primaveral en armonía con el hombre retomando el tópico
clásico del locus amoenus.
Musicalidad, suavidad, elegancia y eufonía en la expresión formal.
Amor concebido como una experiencia trascendente, que pone en contacto al
enamorado con la sabiduría, la felicidad y lo divino.
La mujer constituye una personificación del ideal neoplatónico. Es un ser angélico de
naturaleza celestial concebido como donna angelicata.
Uso de la lengua vernácula de Florencia: el toscano o italiano.
D
Dónde cogió el Amor, o de qué vena,
el oro fino de tu trenza hermosa?
¿En qué espinas halló la tierna rosa
del rostro, o en qué prados la azucena?

¿Dónde las blancas perlas con que enfrena


la voz suave, honesta y amorosa?
¿Dónde la frente bella y espaciosa,
más que el primer albor pura y serena?

¿De cuál esfera en la celeste cumbre


eligió el dulce canto, que destila
al pecho ansioso regalada calma?

Y ¿de qué sol tomó la ardiente lumbre


de aquellos ojos, que la paz tranquila
para siempre arrojaron de mi alma?
Petrarca, Cancionero, soneto CCXX. Traducción de Alberto Lista.

• Se puede decir que la figura más señera de la literatura versificada de su


tiempo en italiano fue Ludovico Ariosto, autor del Orlando furioso, un
extenso poema narrativo de género fantástico y raigambre épica que
continuaba el Orlando enamorado de Matteo Maria Boiardo y se inspiraba
en la materia de Francia y la materia de Bretaña medievales. El asunto de
esta obra es la locura de Orlando (personaje que con el nombre francés
Roland y el español Roldán) fue uno de los míticos pares de la corte
carolingia y protagonizó la Canción de Roldán' que, enamorado de la bella
Angélica, vive numerosas peripecias persiguiéndola y se vuelve loco. La
hermosa Angélica se ha enamorado de Medoro, guerrero musulmán a
quien esta había sanado, y presa de un ataque de celos, Orlando arrasa
montañas y destruye cuanto encuentra a su paso. Para recuperar la
cordura su amigo Astolfo, montado en un hipogrifo, viaja a la luna donde
encuentra, dentro de una botella, el elixir del raciocinio de Orlando quien,
tras beber de él, recobra el juicio. Durante toda la narración, presidida por
un tono muy fantasioso, se intercalan breves relatos. El Orlando furioso fue
objeto de numerosas traducciones, continuaciones e imitaciones, y supuso
el más importante modelo para la épica culta renacentista.
• Torquato Tasso, que escribió en la segunda mitad del siglo XVI, es autor
de la Jerusalén libertada, que narra la toma de Jerusalén por Godofredo de
Bouillon en la primera cruzada.

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