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OTITIS MEDIA

Se refiere a un proceso inflamatorio dentro de la hendidura del oído medio. La otitis


media puede ser aguda o crónica. No hay un periodo absoluto, pero en general, la
enfermedad que persiste por más de tres meses debe considerarse crónica.
La trompa de Eustaquio parece tener un papel central en la patogenia de todas las
modalidades de OM (con la posible excepción del colesteatoma). Las actividades
fisiológicas de la trompa de Eustaquio son:
1) Mantener la presión gaseosa dentro de la hendidura del oído medio a un nivel
aproximado al de la presión atmosférica.
2) Prevenir el reflujo del contenido de la nasofaringe hacia el oído medio.
3) eliminar secreciones del oído medio mediante el transporte mucociliar y una
“acción de bomba” de la trompa de Eustaquio.
La falla de cualquiera de estas funciones normales de la trompa de Eustaquio puede
dar como resultado OM.
Tanto la obstrucción anatómica como la funcional resulta en falla de la regulación
normal de la presión del oído medio
• La obstrucción anatómica está ocasionada en su mayor parte por inflamación
de la mucosa de la trompa de Eustaquio o compresión extrínseca por un tumor o
adenoides grandes.
• Es usual que la obstrucción funcional se presente como consecuencia de la
falla del mecanismo muscular normal de la abertura de la trompa.

OTITIS MEDIA AGUDA


Generalidades
Es una de las enfermedades infecciosas más frecuentes observadas en niños, con
un máximo de incidencia durante los dos primeros años de vida.
Puede ocurrir en sus modalidades supurativa, no supurativa y recurrente.
Se relaciona con el tabaquismo por la inflamación de la mucosa de la hendidura del
odio medio, así como eliminación mucociliar alterada; con el invierno por la
incidencia de infecciones de la parte alta del aparato respiratorio y afecciones
genéticas como paladar hendido y deficiencias inmunológicas.
Datos esenciales para el diagnóstico
• Otalgia. •Pirexia. • Membrana timpánica hiperémica, abombada y engrosada.
• Pérdida auditiva. • Otorrea.
Patogenia
En la mayoría de los casos de AOM, el antecedente de infección viral de la parte
alta del aparato respiratorio lleva a la alteración de la función de la trompa de
Eustaquio. La inflamación de la mucosa del oído medio origina un exudado, el cual
no puede eliminarse a través de una trompa de Eustaquio obstruida. El exudado
proporciona un medio favorable para la proliferación de agentes patógenos
bacterianos, los cuales alcanzan el oído medio a través de la trompa de Eustaquio,
y causan supuración.
Aunque la infección viral es importante en la patogenia de la AOM, la mayoría de
los sujetos desarrolla colonización bacteriana subsiguiente y, por tanto, la AOM
debe considerarse una infección de predominio bacteriano.
Muchos estudios, mediante timpanocentesis, han identificado Streptococcus
pneumoniae (hasta 40%), Haemophilus influenzae (25 a 30%), y Moraxella
catarrhalis (10 a 20%) como los microorganismos principales que causan AOM.
Prevención
Las estrategias para la prevención de AOM incluyen antibióticos profilácticos,
vacunas y cirugía.
• El esquema más recomendado para la profilaxis antibiótica de la AOM
recurrente es la dosis diaria oral de 20 mg/kg/día de amoxicilina.
• Se ha introducido una vacuna antineumocócica para usarla en lactantes y
niños menores de dos años, así como para niños mayores de esta edad que tienen
alto riesgo de AOM recurrente.
• Profilaxis de tubos de timpanostomía y la adenoidectomía disminuye los
episodios de AOM y uso de antibióticos.
Manifestaciones clínicas
a. Signos y síntomas
Antes de los síntomas de AOM, se presentan síntomas de infección de la parte alta
del aparato respiratorio; dolor de oído, fiebre alta, se puede presentar anorexia,
vómito y diarrea, membrana timpánica hiperémica engrosada clásica, puede
provocar rotura espontanea encontrándose otorrea.
b. Pruebas especiales
En la mayoría de los casos el diagnóstico es clínico.
• En quienes el tratamiento de primera elección no tiene éxito un cultivo del
exudado del oído es útil para guiar la antibioticoterapia.
• Si ocurre AOM recurrente además de infecciones recurrentes en otros
sistemas, entonces debe considerarse una inmunodeficiencia de base y solicitarse
la investigación apropiada.
• Los padecimientos de la motilidad ciliar necesitan considerarse si la AOM
recurrente se vincula con infecciones respiratorias o sinusales recurrentes o
crónicas.
Diagnóstico diferencial
Otorrea recurrente – considerarse otitis media supurativa crónica (CSOM), ya sea
tubotimpánica o colesteatoma.
Otalgia y otorrea – otitis externa consecuente a exudado infectado desde el oído
medio.
Otalgia referida con membrana timpánica normal – dientes, articulación
temporomandibular y neoplasias malignas de faringe y laringe.
Fiebre alta y afección sistémica (neonatos y lactantes) – meningitis.
Tratamiento
a. medidas no quirúrgicas
1) observación expectante – sin antibioticoterapia en niños sanos de 2 años o
mas con enfermedad leve, síntomas mejoran en uno o tres días. *No recomendable
en menores de 2 años si la AOM es segura.
2) Antibioticoterapia – en AOM no establecida después de un periodo de
observación expectante dar amoxicilina 80 mg/kg/día dividido en 3 dosis x 10 días.
En casos resistentes combinar con clavulanato.
3) Tratamiento complementario – analgésicos y antipiréticos.
b. medidas quirúrgicas
Pacientes que no responden a la farmacoterapia o generan complicaciones –
miringotomía para permitir el drenaje de pus desde el espacio del oído medio.
Pronóstico
La mayoría de AOM no complicada se cura sin resultado adverso.
En algunos persiste exudación estéril en el oído medio, si esta persiste debe
realizarse diagnostico de Otitis Media con Exudado.
En perforación de la membrana timpánica con otorrea una pequeña porción
desarrolla Otitis Media Supurativa Crónica, debido a la imposibilidad de la
membrana timpánica de sanar.
DATOS ESENCIALES PARA EL DX:
OTITIS MEDIA CON EXUDADO
 Pérdida auditiva persistente
Persistencia de una secreción serosa o mucoide en el oído
 Membrana timpánica inmóvil y
medio durante 3 meses o más. Es la causa más habitual de
opaca.
pérdida auditiva en niños entre los 2-5 años. Ocurre con
 Timpanograma plano.
frecuencia después de un episodio de otitis media aguda.
Factores de riesgos son iguales a los descritos en AOM.
PATOGENIA:
Se presenta como consecuencia de una sobreproducción de moco, una eliminación
alterada de éste o ambos puede ocasionar la formación de un exudado en el oído
medio.
1.Esto puede ser secundario a infecciones virales o bacterianas.
2. Por una falta de apertura de la trompa de Eustaquio; debido a que se absorbe
gas de modo constante hacia la microcirculación del oído medio, se produce una
presión negativa en la hendidura del oído medio si la trompa se bloquea, esto
produce trasudación de líquido hacia la hendidura del oído medio.
3. Si el moco es demasiado mucoso o seroso entonces los cilios serán incapaces
de eliminarlo con eficiencia.
PREVENCIÓN:
Dado que la otitis media con exudado aparece como resultado directo de una otitis
media aguda, se deben de evitar los factores de riesgo para evitar una progresión.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La otitis media con exudada puede ser por completo asintomática. En caso que se
presenten síntomas el más frecuente es la reducción auditiva. En pacientes
preescolares el único síntoma tal vez sea el retraso en el desarrollo del lenguaje o
problemas conductuales. Otro síntoma frecuente es la sensación de bloqueo, y un
dato clásico en la otoscopia es una membrana timpánica opaca de color amarillento
o grisáceo con movilidad reducida.
DIAGNOSTICO:
Timpanometría: es un recurso valioso en la investigación de OME. Al medir la
distensibilidad del mecanismo transformador del oído medio, hace posible la
valoración objetiva del estado del oído medio. Si hay un exudado en el oído medio,
entonces la distensibilidad no varía con cambios en la presión del conducto, y se
produce un timpanograma plano (tipo B). Si el aire del oído medio está a presión
atmosférica o cercano a ella, se produce un timpanograma normal (tipo A). La
presión negativa del oído medio origina un timpanograma tipo C, con el máximo de
distensibilidad en -99 decapascales.
Audiometría: Los sujetos con OME tienen una pérdida auditiva por conducción
moderada.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:
Hay una superposición considerable entre AOM y OME, y quizá sea difícil distinguir
entre las dos a la primera presentación a menos que la otalgia y la fiebre sean
prominentes.
TRATAMIENTO:
Observación: Gran cantidad de pacientes con OME no requiere tratamiento, en
particular si la afección auditiva es leve, se recomienda un periodo de observación
3 meses a partir del inicio antes de considerar intervención.
Medidas no quirúrgicas: La autoinflación con globos nasales ha sido beneficiosa,
pero el cumplimiento es casi siempre malo. Los tratamientos médicos incluyen
antibióticos y antihistamínicos.
Medidas quirúrgicas: Las opciones son los tubos de timpanostomía y la
adenoidectomía. Timpanostomía: es objetivo de ésta es hacer posible la ventilación
del espacio del oído medio y mejorar los umbrales auditivos. Hay dos tipos
principales de tubos; tubos para corto plazo, que permanecen un promedio de 12
meses y los tubos para largo plazo los cuales perduran largos años.
Adenoidectomía: Alivia la obstrucción nasal, mejora la función de la trompa de
Eustaquio y elimina el reservorio potencial de bacterias. Muchos cirujanos solo la
para OME recurrente.
PRONOSTICO:
Ha habido una disminución súbita de la prevalencia de OME en niños mayores de
7 años, lo cual refleja una mejor función en la trompa de Eustaquio y maduración
del sistema inmunitario.

DATOS ESENCIALES PARA EL DX:


OTITIS MEDIA SUPURATIVA CRÓNICA (tubotimpánica).
 Otorrea crónica/recurrente
Se define como un exudado persistente a través de una
 Hipoacusia: Pérdida auditiva
membrana timpánica que no está intacta, de por lo menos 6
 Perforación de membrana
semanas de duración, que se alterna con fases inactivas.
timpánica.
PATOGENIA:
En la mayoría de los casos se presenta como consecuencia de un episodio de otitis
media aguda con perforación.
La presencia continua de exudado en el oído medio, provoca una degeneración del
estrato fibroso de la membrana timpánica, dicha degeneración genera una
debilidad, lo cual predispone a la perforación y reduce la probabilidad de curación
espontánea.
Existen 2 mecanismos principales por los cuales una perforación crónica puede
ocasionar infecciones repetidas del oído medio:
1) Ocurre por infección bacteriana desde el CAE a través de la perforación
timpánica, las bacterias contaminan la hendidura del oído medio
directamente a partir del oído externo (ya que existe una pérdida de la barrera
física protectora de la membrana timpánica).
2) La exposición prolongada del oído medio a bacterias patógenas de la
nasofaringe.

Las bacterias aisladas que causan con mayor frecuencia la otitis media supurativa
crónica (CSOM) son: gramnegativos aerobios como Pseudomona aeruginosa
(agente patógeno principal), Proteus y grampositivos como Staphylococcus
aureus, aunque el 40% de las infecciones son polimicrobianas.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS:
(Se diferencia de la otitis media supurativa aguda, en que esta otorrea no se
acompaña de dolor ni fiebre)
- Antecedente de otorrea (signo clínico + frecuente) intermitente o continua.
- Hipoacusia (el grado varía dependiendo del tamaño de la perforación y de la
indemnidad de la cadena osicular).
- Exudado seroso (casos simples) o mucopurulento y fétido en formas
avanzadas.
- Mucosa de oído medio edematosa.
- NOTA. El dolor no es usual, si llega a presentarse, existe posibilidad de una
enfermedad más invasora.
- Si la perforación tiene tamaño suficiente, es posible que se observe
discontinuidad osicular debida a necrosis de la rama inferior del yunque. (esto
se debe a que el tejido de granulación produce mediadores de la inflamación
y enzimas osteolíticas que pueden destruir la cadena osicular).

CLASIFICACIÓN:

DX:
El dx es posible por valoración clínica.
1) Otoscopia: MT perforada, otorrea serosa/mucopurulenta, mucosa del O.M
hiperemica y edematosa, cadena osicular integra/osteítica.
2) Puede realizarse un frotis del exudado para efectuar cultivo, antes de iniciar
antibioterapia.
3) Audiometría: Igualmente se requiere evaluación audiológica, ya que la
mayoría de los px tienen hipoacusia conductiva, aunque puede ser
neurosensorial en casos muy avanzados por paso de toxinas a través de la
ventana oval.

DX. DIFERENCIAL:
- Colesteatoma por evolución clínica similar.
- Si hay presencia de granulación grave y no responde a antimicrobianos,
puede considerarse granulomatosis de Wegener, infección micobacteriana,
histiocitos X y sarcoidosis.

TRATAMIENTO:
*objetivos  eliminar la infección, prevenir la evolución de la infección y restaurar el
funcionamiento normal del oído medio.
El tx médico está enfocado en la otorrea y el quirúrgico en la corrección de secuelas
que condicionan hipoacusia (perforación timpánica y lesiones de cadena osicular)
Medidas NO quirúrgicas Medidas quirúrgicas
Higiene auricular, con el fin de eliminar Timpanoplastia, con reparación de
las secreciones membrana timpánica
Antibióticos tópicos (más eficaces que Cirugía timpanomastoidea, en casos
los sistémicos), QUINOLONAS: resistentes al tx médico
Gotas óticas antibióticas de
ciprofloxacina, 10 gotas en el oído
afectado 2 veces al día x 14 días
Antibióticos sistémicos
-ciprofloxacina, ofloxacina: actividad
antiseudomónica (NO en niños)
-niños amoxi-clavulánico
-penicilinas de amplio espectro.
piperacilina, cefalosporinas, vía
parenteral.
Complicaciones
1. Secuelas
 Timpanoesclerosis
Ésta se caracteriza por hialinización y deposición de calcio en la membrana
timpánica, el oído medio, o ambos. Ocurre con frecuencia como resultado de
inflamación o traumatismo y por ello es común observarla después de episodios
recurrentes de AOM y OME, así como después de la inserción de tubos de
ventilación. La apariencia clínica clásica es la de placas blanquecinas en la
membrana timpánica.
 Aelecasia
Atelectasia se refiere a la presencia de una membrana timpánica colapsada o
retraída de manera gruesa. Es probable que ocurra como resultado de una presión
negativa prolongada del oído medio consecutiva a disfunción crónica de la trompa
de Eustaquio. Puede afectarse toda la membrana timpánica, pero si colapsa sólo
de forma parcial, se forma un bolsillo de retracción localizado. La presencia de una
membrana timpánica atelectásica quizá no produzca síntomas, pero con más
frecuencia ocasiona pérdida auditiva por conducción. El contacto prolongado entre
la membrana timpánica y los osículos puede provocar erosión osicular, en particular
de la rama inferior del yunque; como consecuencia, ocurre una pérdida auditiva más
significativa. Otro efecto de las atelectasias persistentes es que el patrón de
migración normal del epitelio escamoso desde la membrana timpánica puede
alterarse, lo cual da lugar a acumulación de detritos escamosos y formación de
colesteatoma
2. Complicaciones intratemporales
 Mastoiditis
El hecho de que el sistema de celdillas aéreas mastoideas sea parte de la hendidura
del oído medio significa que ocurre algún grado de inflamación mastoidea cuando
hay infección en el oído medio. En la mayoría de los casos, esta infección no
progresa a mastoiditis aguda clínicamente aparente. Sin embargo, si se acumula
pus en las celdillas aéreas mastoiditis deas bajo presión, aparece necrosis de las
trabéculas óseas, lo cual ocasiona formación de un absceso en la cavidad. La
infección entonces puede evolucionar a periostitis y absceso subperióstico, o a
infección intracraneal, más grave.
A. Mastoiditis aguda
Es clásico que la mastoiditis aguda se presente como complicación de AOM en
niños. El dolor y la hipersensibilidad sobre la apófisis mastoides son los indicadores
iniciales de mastoiditis. Mientras la infección progresa, aparecen edema y eritema
de los tejidos blandos posauriculares con pérdida del pliegue posauricular. Estos
cambios dan pie a desplazamiento anteroinferior del pabellón auricular. La plenitud
de la pared posterior del conducto auditivo externo se observa con frecuencia en la
otoscopia como resultado de osteítis subyacente. Si se ha creado un absceso
subperióstico, es posible encontrar fluctuación en el área posauricular. En escasas
ocasiones, un absceso mastoideo puede extenderse al cuello (absceso de Bezold)
o al hueso occipital (absceso de Citelli). Una vez sospechado el diagnóstico de
mastoiditis aguda, la investigación radiográfica de elección es un rastreo por CT, el
cual brinda información sobre la extensión de la opacificación de las celdillas aéreas
mastoideas, la formación de un absceso subperióstico y la presencia de
complicaciones intracraneales.
B. Mastoiditis subaguda
La mastoiditis subaguda o “enmascarada” puede surgir cuando el tratamiento
inadecuado de la AOM resulta en una infección de bajo grado de las celdillas aéreas
mastoideas. Los síntomas y los signos son equivalentes a aquellos de la mastoiditis
aguda, pero son menos intensos y más persistentes. La mayoría de los casos se
resuelve con ventilación del oído medio combinada con la antibioticoterapia
apropiada.
 Petrositis
Esta infrecuente complicación de la OM supurativa ocurre tanto en la modalidad
aguda como en la crónica. En la presentación aguda, hay extensión de la mastoiditis
aguda al vértice petroso neumatizado. Por lo general, la presentación crónica de
petrositis ocurre como resultado de CSOM colesteatomatosa o mucosa; la
neumatización del vértice petroso no es prerrequisito, ya que la infección se esparce
por tromboflebitis, diseminación hematógena o extensión directa. Debido a la
relación cercana de la división oftálmica del nervio trigémino y el nervio motor ocular
externo con el vértice petroso, la característica clásica de la petrositis es otorrea
vinculada con dolor retroorbitario y parálisis del músculo recto lateral
(síndrome de Gradenigo). Dada la alta incidencia de extensión intracraneal de la
infección a partir de petrositis, una combinación de antibióticos y drenaje quirúrgico
del vértice petroso es el tratamiento de elección
 Parálisis de nervio facial
Ésta tal vez aparezca como resultado de OM aguda o crónica. Hay dos mecanismos
por los cuales la OM puede producir parálisis de nervio facial:
1) como resultado de toxinas bacterianas generadas en el sitio.
2) por presión directa de un colesteatoma o tejido de granulación sobre el nervio.
Si hay dehiscencia congénita del conducto óseo del nervio facial en el oído medio,
entonces un episodio de AOM puede ocasionar edema inflamatorio del nervio y
parálisis subsiguiente. Esta situación debe tratarse con miringotomía y aspiración
del pus del oído medio además de antibioticoterapia, que en la mayoría de los casos
provoca la rápida curación de la parálisis. La exploración quirúrgica adicional del
nervio facial no está indicada a menos que la parálisis no desaparezca. Cuando hay
parálisis de nervio facial como resultado de CSOM, se indica la exploración
quirúrgica urgente con descompresión de dicho nervio.
 Laberintitis supurativa
La infección del oído medio puede ocasionar la invasión bacteriana directa del oído
interno, casi siempre mediante la ventana redonda, lo cual da como resultado
laberintitis supurativa aguda. La erosión de la cápsula ósea del oído interno por
colesteatoma (de modo más habitual el conducto semicircular lateral) proporciona
una vía de entrada en el oído interno. La laberintitis supurativa se presenta con
pérdida auditiva neurosensitiva súbita, vértigo intenso, nistagmo, náusea y vómito.
El acueducto coclear proporciona una comunicación directa entre la perilinfa y el
líquido cefalorraquídeo; por tanto, hay riesgo significativo de desarrollar meningitis.
El objetivo del tratamiento es erradicar la infección, con lo que se previene la
meningitis. La intervención quirúrgica con frecuencia es necesaria para la
enfermedad del oído medio crónica subyacente, aunque el momento de la cirugía
es controvertido. Las funciones cocleares y vestibulares se pierden para siempre de
modo invariable y, si aquélla sana, es frecuente que aparezca osteítis obliterante
del oído interno.
3. Complicaciones intracraneales
 Meningitis
La otitis media aguda es la causa más frecuente de meningitis bacteriana. Aparece
como resultado de diseminación hematógena, extensión directa desde el oído
medio a través de una dehiscencia ósea o a través del acueducto coclear mediante
el oído interno. Los microorganismos más habituales que causan la meningitis ótica
son S. pneumoniae y H. influenzae tipo B. La presentación clásica es con cefaleas,
fotofobia, rigidez cervical y niveles fluctuantes del estado de alerta. La valoración
debe incluir una MRI del cerebro para descartar otras complicaciones
intracraneales, así como punción lumbar. Si la meningitis es consecutiva a AOM,
entonces es indispensable llevar a cabo una miringotomía una vez iniciada la
antibioticoterapia. En el caso de CSOM que provoque meningitis, el paciente ha de
estabilizarse por completo antes de considerar el tratamiento quirúrgico de la
enfermedad auditiva crónica.
Absceso intracraneal
Por lo regular, los abscesos intracraneales son causados por múltiples bacterias
aerobias y anaerobias. Los microorganismos habituales cultivados incluyen
estreptococos, S. aureus, S. pneumoniae, H. influenzae, P. aeruginosa, Bacteroides
fragilis y Proteus.
A. Absceso cerebral
La mayoría de los abscesos cerebrales otógenos aparece dentro del lóbulo temporal
o el cerebelo. La progresión de los síntomas de un absceso cerebral tal vez sea
gradual, y ocurre en un lapso de días o incluso semanas. Además de los síntomas
generalizados, los signos neurológicos focales pueden surgir, según sea la
ubicación anatómica del absceso dentro del cerebro. Mientras el absceso crece, se
desarrollan las características clásicas de presión intracraneal alta. Una vez
diagnosticado un absceso cerebral, se indica la intervención neuroquirúrgica
urgente para drenar el absceso. La cirugía para la enfermedad vinculada del oído
es menos urgente y debe planearse cuando el estado del paciente sea más estable.
B. Absceso subdural
Éste se forma entre la duramadre y la aracnoides. Los signos y los síntomas tienden
a progresar con mucho mayor rapidez que aquellos observados en el absceso
cerebral. El drenaje del absceso es la piedra angular del tratamiento.
C. Absceso extradural
Por lo general, los abscesos extradurales se forman en la fosa media entre la
duramadre y la delgada lámina ósea del techo. También pueden hallarse en la fosa
posterior, donde es ordinaria su concomitancia con trombosis del seno lateral. Las
características clínicas con frecuencia son inespecíficas y pueden fluctuar si hay
dehiscencia del techo, permitiendo al absceso drenar de modo parcial a la cavidad
mastoidea. Como con otras complicaciones intracraneales, la cefalea y la fiebre son
las características más habituales. Debido a su ubicación, un absceso extradural
casi siempre es sensible de drenarse a través de un acceso para mastoidectomía
mientras se trata la enfermedad de base del oído medio.

 Trombosis del seno lateral


Debido a la proximidad de las celdillas mastoideas, el seno lateral o sigmoides es
propenso a afectarse por infecciones del oído medio, las cuales pueden ocasionar
su trombosis. Una vez formado un trombo infectado en el seno lateral, es sensible
de propagarse tanto en dirección distal como proximal, y puede dar origen a un
émbolo infectado. Es clásico que haya episodios intermitentes de pirexia alta
vinculada con rigidez muscular. Si el trombo se propaga al cuello, habrá
hipersensibilidad cervical a lo largo de la vena yugular interna y rigidez de cuello o
tortícolis. La extensión proximal del trombo al seno sagital puede resultar en signos
y síntomas de presión intracraneal aumentada.
La MRI hace el diagnóstico de trombosis de seno lateral con mayor certeza. El
tratamiento de esta última requiere antibióticos de amplio espectro y cirugía. Es
necesario llevar a cabo una mastoidectomía completa, con exposición del seno
lateral. Una vez confirmado el diagnóstico por medio de aspiración con aguja, el
seno se abre y se evacua el trombo infectado. Si los síntomas persisten después de
este procedimiento, ha de considerarse la ligadura de la vena yugular interna
ipsolateral, una vez excluida la posibilidad de otras complicaciones intracraneales.
 Hidrocefalia ótica
Esta anomalía es una complicación infrecuente en la cual se incrementa la presión
intracraneal como resultado de una infección del oído medio, pero su fisiopatología
no se ha comprendido del todo. Las características usuales son cefalea, vómito,
estado mental alterado, afección visual y papiledema vinculados con una infección
del oído medio. Las imágenes del cerebro revelan que el tamaño ventricular es
normal, pero la punción lumbar confirma una presión incrementada del líquido
cefalorraquídeo. El tratamiento busca eliminar la infección del oído medio mientras
normaliza la presión intracraneal con esteroides, diuréticos (como manitol) y, si se
requiere, drenaje intermitente del líquido cefalorraquídeo.

REFERENCIAS
Martínez Basterra, Z., Bolinaga Zubizarreta, U., & Algaba Guimera, J. (s.f.). OTITIS MÉDIA CRÓNICA.
En Libro virtual de formación en ORL, Hospital Donostia. San Sebastián.

Lalwani, A. K. (2009). Diagnóstico y tratamiento en OTORRINOLARINGOLOGÍA. Cirugía de cabeza y


cuello. McGrawHill.

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