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La otitis media aguda es una infección bacteriana o viral del oído medio, que en

general acompaña una infección de las vías respiratorias superiores.

→ Más frecuente es el comprendido entre los 3m y los 3 años.

En esta edad, la trompa auditiva es inmadura desde el punto de vista tanto


estructural como funcional—su ángulo es más horizontal y el músculo tensor del
velo del paladar y el cartílago de la trompa auditiva forman un ángulo que determina
que el mecanismo de apertura sea menos eficaz.

• Otalgia.
• Síntomas sistémicos (p. ej., fiebre, náuseas, vómitos y diarrea), sobre todo
en los muy pequeños.
• En lactantes los síntomas se pueden ver limitados a irritabilidad, diarrea,
vómitos o malestar general.

se basa en la otoscopia.
Se puede observar el tímpano hiperémico, opaco y abombado con mala motilidad.

La etiología de la otitis media aguda puede ser viral o bacteriana. Las infecciones
virales suelen complicarse por infección bacteriana secundaria.

En los neonatos, las causas de otitis media aguda son los bacilos entéricos
gramnegativos, sobre todo Escherichia coli, y Staphylococcus aureus.

→ Existen dos formas clínicas de otitis media aguda (OMA): esporádica y de


repetición.

Esta a su vez se divide en:

Persistente: es cuando se presenta un nuevo episodio de OMA antes de una


semana de finalizado la curación de un episodio anterior, por lo que se considera
que ambos episodios son el mismo.
Recurrente: si el nuevo proceso agudo ocurre después de una semana, por lo que
se suponen como episodios diferenciados.
Inclinación o propensión: si hay 3 o más episodios de recurrencia en 6 meses o
5 en 12 meses.

se realiza con analgésicos y a veces con antibióticos.

• Puede ser útil irrigar suavemente con suero con una jeringa el conducto
auditivo y el empleo de productos de reblandecimiento del cerumen.

• Como tratamiento médico se utilizan antibióticos vía oral, siendo de primera


elección la amoxicilina.

• En niños que han sido tratados recientemente con amoxicilina o que viven en
áreas con una incidencia elevada de resistencias producidas por
betalactamasas sería de elección el amoxicilina clavulánica o una
cefalosporina de segunda generación.

La otitis media crónica (OMC), es un proceso inflamatorio crónico del mucoperiostio


de comienzo insidioso, curso lento y con evolución mayor a 3 meses.

Afecta a las estructuras de la cavidad del oído medio, celdas mastoideas y trompa
de Eustaquio. Puede preceder de procesos supurativos agudos, y afectar a la
membrana timpánica con perforación o cicatrices (neotimpano o timpanoesclerosis)
e incluso con lesiones osteolíticas, suele cursar con hipoacusia conductiva.

De acuerdo con los hallazgos clínicos, se clasifica en: OMC colesteatomatosa o no.

La OMC colesteatomatosa puede ser a su vez:

a) Congénita, que es de menor frecuencia, se diagnostica cuando hay persistencia


de tejido escamoso en la cavidad timpánica en el desarrollo embrionario.

b) Adquirida, cuando la aparición es por invaginación de la membrana timpánica o


por perforaciones (adquirido primario), o a su introducción en procedimientos
quirúrgicos, cuyo interés estriba en la terapéutica y pronóstico.
¿Son diferentes los factores causales en la OMC?

Existen diversos factores que contribuyen a la persistencia o no resolución de los


procesos agudos que perpetúan la afección otológica como:

• Factores anatómicos. Malformaciones craneofaciales (p. ej., hendidura


velopalatina, alteraciones mandibulares, síndrome de Down); neoplasias
nasofaríngeas; traumatismos; en edad pediátrica, ante falta de desarrollo, donde el
niño cursa con una trompa corta u horizontal.

• Factores infecciosos e inmunológicos. Alergias, síndrome de discinesia ciliar,


fibrosis quística, infecciones de repetición, entre otras.

La otitis media con efusión (OME) (también llamada otitis media serosa, otitis
media secretora o líquido en el oído) se define por la presencia de líquido en la
cavidad del oído medio, sin signos ni síntomas de infección aguda.

En niños preescolares, pueden darse en promedio 4 episodios al año de OME


autolimitada, habitualmente asociada a cuadros respiratorios agudos. También
puede presentarse una OME en forma espontánea, en relación con una disfunción
de la trompa de Eustaquio o por la respuesta inflamatoria que sigue a una otitis
media aguda (OMA).

→ Más frecuentemente entre los 6 meses y los 4 años de edad.

La mayoría de los episodios se resuelven espontáneamente, pero, 30-40% de los


pacientes tiene episodios recurrentes y en 5-10%, estos episodios pueden durar
más de un año.

La persistencia de la OME por más de 3 meses se denomina OME crónica y suele


estar acompañada de una hipoacusia conductiva, síntomas del equilibrio, mal
rendimiento escolar, problemas de conducta, molestia en el oído o alteraciones
medibles en la calidad de vida.

es variable, el tímpano puede tener un aspecto normal, una


leve pérdida de la transparencia, coloración rosada, hipervascularización de la
membrana timpánica, ligera retracción de la membrana timpánica, nivel hidroaéreo
o burbujas de aire que se ven por transparencia o francamente presentar bolsillos
de retracción o atelectasia timpánica.

Otoscopía neumática

La otoscopía neumática consiste en insuflar aire con una pera de goma adosada al
otoscopio, mientras se observa la membrana timpánica. Lo normal es la observación
de un ligero movimiento de la membrana con el cambio de presión producido en el
conducto auditivo externo (CAE), pero cuando existe OME, el líquido en el oído
medio reduce en forma significativa o elimina en forma completa esa movilidad.
Tiene una sensibilidad de 94% para la detección de OME y una especificidad de
80%, comparada con la timpanocentésis (punción timpánica).

Impedanciometría

Usualmente es indolora, simple y existen incluso aparatos portátiles para realizarla.


Esta prueba entrega una medición objetiva de la movilidad de la membrana
timpánica, al graficar la magnitud de la energía sonora reflejada por ésta, emitida
por una pequeña sonda en el Conducto Auditivo externo (CAE). El resultado se
expresa como un gráfico llamado timpanograma que tiene como parámetros la
presión de aire en el CAE en el eje X y la admitancia estática o compliancia en el
eje de las Y, que refleja la energía absorbida por la membrana timpánica,

Considerando que la OME muchas veces será autolimitada, está fuertemente


recomendado realizar un “control vigilado” del paciente en que se diagnostica por
primera vez una OME, o es un episodio nuevo. Se recomienda un tiempo de
observación por 3 meses.

El término amigdalitis aguda habitualmente se refiere a la inflamación de las


amígdalas palatinas. La inflamación en ocasiones se extiende desde los adenoides
hasta las amígdalas linguales, por lo que el termino faringitis también puede ser
usado.
Las amigdalitis pueden tener su origen en infecciones virales, bacterianas o
asociarse a factores inmunológicos. La mayoría de los episodios de faringitis y
amigdalitis aguda son causados por virus como el Virus del Herpes simple, el virus
Epstein Barr (Mononucleosis infecciosa) o el Citomegalovirus entre otros.
Las bacterias causan aproximadamente un 30% de las faringoamigdalitis y la
mayoría de casos están causados por el Streptococcus Pyogenes betahemolítico
del grupo A.

• Fiebre
• Mal aliento
• Odinofagia (dolor al tragar)
• Disfagia (dificultad para tragar)
• Inflamación de los ganglios cervicales

• Exploración física, la cual se realiza a través de la boca, donde se ve


inflamación y aumento del tamaño de las amígdalas palatinas, que pueden
tener exudados al igual que petequias en el paladar y aftas.
• En caso de que se trate de un absceso periamigdalino los hallazgos más
frecuentes en la exploración son: abombamiento unilateral por encima y
lateral a la amígdala con desplazamiento de la úvula hacia el lado
contralateral.
• En ocasiones puede ser necesaria la realización de una fibrolaringoscopia.
• La toma de un cultivo faríngeo puede ser útil en casos de resistencia a
tratamientos médicos convencionales.

• Adecuada hidratación y el control del dolor y la fiebre.


• El fármaco de elección será la penicilina en forma de penicilina G benzatina,
que al ser una sal de bencilpenicilina con benzatina forma un depósito tisular
desde donde se libera la penicilina G, alcanzándose la máxima concentración
plasmática al cabo de 18 horas. Se administra por vía intramuscular en dosis
única de 1,2 millones de UI.
• Otra penicilina indicada es la penicilina V (fenoximetilpenicilina). Al ser más
resistente a la hidrólisis ácida del estómago que la bencilpenicilina, se
administra vía oral, pero su efectividad antimicrobiana es menor y se
prescribe sólo para casos leves. La posología es de 250 mg cada 6 horas en
adultos y de 15 mg/kg también cada 6 horas para niños durante no menos
de 10 días. La amoxicilina (penicilina de amplio espectro) por vía oral también
es efectiva con una dosis de 500 mg cada 8 horas durante 10 días.
Los adenoides son tejidos linfáticos que se encuentran en las vías respiratorias altas
entre la nariz y la parte posterior de la garganta. Son similares a las amígdalas.
→ La hipertrofia de adenoides significa que el tejido está hinchado.
Las infecciones pueden provocar que las vegetaciones adenoides se inflamen. Los
adenoides pueden permanecer agrandadas aun cuando no se está enfermo.
La hipertrofia de adenoides (HA) es el crecimiento secundario a la proliferación de
células derivadas del tejido linfoideo asociado a las mucosas y que, por su
localización en la nasofaringe, impone una limitación en el flujo de aire. El proceso
inflamatorio crónico, algunas ocasiones asociado a un proceso infeccioso
subyacente, da como resultado

• Congestión nasal, respiración oral.


• Rinorrea anterior y posterior o roncopatía.
La respiración por la boca puede llevar a que se presenten los siguientes síntomas:
• Mal aliento
• Labios cuarteados
• Resequedad en la boca
• Rinorrea o congestión nasal persistente
La hipertrofia de adenoides también puede provocar problemas para dormir. Un niño
puede:
• Estar inquieto mientras duerme
• Roncar mucho
• Tener episodios de ausencia de la respiración durante el sueño (apnea del
sueño)
• Los niños con hipertrofia de adenoides también pueden tener infecciones
más frecuentes en el oído.
• Radiografía de la garganta o el cuello
• Estudios del sueño si se sospecha de apnea del sueño

• Muchas personas con hipertrofia de adenoides tienen pocos o ningún


síntoma y es posible que no necesiten tratamiento. Los adenoides se encojen
a medida que el niño va creciendo.
• Si se presenta una infección, se recetan antibióticos o aerosoles nasales con
esteroides.
• La cirugía para extirpar los adenoides (adenoidectomía) se puede hacer si
los síntomas son graves o persistentes.

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