La infancia intermedia es un período de desarrollo crítico en el que los niños

comienzan a establecer su identidad y a explorar su independencia. Para los padres, esto

puede ser una instancia emocionalmente desafiante, ya que ven a sus hijos crecer y

cambiar a un ritmo acelerado.

Uno de los principales desafíos emocionales que enfrentan los padres durante la

infancia intermedia es el equilibrio entre la protección y la autonomía. Por un lado, los

padres quieren proteger a sus hijos y mantenerlos seguros. Por otro lado, los niños de

esta edad están comenzando a querer tomar sus propias decisiones y a experimentar con

nuevas situaciones y actividades. Esto puede crear conflictos entre los padres y los

hijos, y los padres pueden sentirse muy preocupados por la seguridad de sus hijos.

Otro desafío emocional común para los padres durante la infancia intermedia es el

desarrollo de la autoestima de sus hijos. Los niños en esa edad, están comenzando a

compararse con sus compañeros y a ser más conscientes de sus propias habilidades y

limitaciones. Los padres pueden sentirse frustrados si sus hijos parecen inseguros o

desmotivados, y pueden sentirse presionados para ayudar a sus hijos a desarrollar una

autoestima positiva.

Además, la infancia intermedia puede ser un momento de cambio y transición en la

vida de los padres también. Al mismo tiempo, muchos padres pueden estar lidiando con

el estrés y lo que demanda la vida laboral y familiar, lo que puede hacer que se sientan

agotados.

Es importante que los padres se tomen el tiempo para cuidarse y buscar apoyo

cuando sea necesario, ya que esto puede ayudarles a estar más presentes y efectivos en

la crianza de sus hijos durante este período crítico.