Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
636
estudiante de la escuela de derecho cursando la materia de Derecho Probatorio II
con el Doctor José Domador, en esta oportunidad estudiaremos las limitaciones a
la libertad probatoria como medio para esclarecer las pruebas o alegatos legales y
así permitir determinar los procedimientos de sustanciación en los hechos
judiciales.
Sin embargo, insiste el citado autor en que no debe confundirse las categorías
de idoneidad y utilidad de la prueba, pues un medio probatorio, útil en términos
abstractos, puede resaltar no idóneo respecto a determinados hechos y otro medio
absolutamente idóneo para probar un hecho concreto puede resaltar inútil, porque
ese hecho ya está suficientemente probado en el proceso o expresamente
admitido por aquel a quien afecta.
Ahora bien, con respecto a este cuarto aspecto Pérez (2003), señala que los
límites a la libertad de prueba antes expuestos, se refieren a situaciones concretas
dentro de procesos determinados, pues los supuestos de legalidad, en la
obtención de la fuente de prueba, o de idoneidad, pertinencia o utilidad de la
prueba deben ser apreciados siempre en relación con situaciones concretas. En el
plano abstracto prejudicial o apriorístico, en el proceso penal acusatorio están
únicamente limitadas por aquellas situaciones en las que la ley sólo admite
determinadas formas de prueba o prohíbe ciertas formas de la actividad
probatoria.
Por todo lo dicho, resulta obvio que allí donde una ley especial exige una
prueba específica para los hechos que son propios de la esfera de la vida social
que dicha ley regula, esa exigencia constituye una limitación para la libertad de
prueba en el proceso penal, cuando tales hechos son debatidos dentro de la
jurisdicción punitiva. De tal manera, la prueba de ciertos hechos en el proceso
penal depende de la naturaleza de dichos hechos y de que éstos tomados
independientemente o fuera de contexto del proceso penal, estén o no sujetos a
regulaciones especiales de prueba en la legislación particular.
Sin embargo, agrega Pérez (2003), lo anterior no implica que esas formas
específicas de prueba, exigidas por el legislador particular, estén fuera del alcance
de la libre crítica y del libre control de la prueba en el proceso penal acusatorio,
pues allí es perfectamente tachable de falsa la escritura pública tanto de falsedad
ideológica, así como cualquier otra prueba es criticable por prueba en contrario.