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Las pautas para combinar correctamente los alimentos surgieron en el siglo XX durante
el movimiento higienista. Su creador fue el doctor neoyorquino William Howard y, más
adelante, la popularidad de esta práctica creció con la difusión que hizo de ella el doctor
y naturópata Herbert M. Shelton.
1. Solo comer cuando se tiene hambre. El cuerpo es muy listo y está preparado
para indicarnos qué debemos hacer en cada situación orgánica (defecar, orinar,
comer…). Cuando necesita alimento, nos avisa con la sensación de hambre y es
entonces cuando le debemos aportar nutrientes. Si no nos pide, es porque aún
está procesando y asimilando los alimentos de la última comida. Comer cuando
no se tiene hambre congestiona el sistema digestivo y el proceso natural de
depuración del cuerpo se ve alterado.
4. Los vegetales sin almidón se pueden mezclar con todo. Este grupo combina
prácticamente con todo el resto, a excepción de la fruta, que solo se puede
mezclar con los vegetales de hoja verde, ya que requieren el mismo tiempo de
digestión.
8. La fruta se debe comer sola. La fruta es el alimento que se digiere más deprisa.
En veinte o treinta minutos ya está fuera del estómago. Imaginad que coméis
fruta de postre después de una comida llena de proteínas y almidones: los
azúcares de la fruta quedarían retenidos a altas temperaturas mientras esperan
ser digeridos, pero acabarían fermentando y acidificando el resto de los
alimentos.-Si queréis comer fruta antes de las comidas, lo debéis hacer entre
media hora y una hora antes de tomar nada más.-El único grupo de alimentos
que combina bien con la fruta son los vegetales de hoja verde. Esta
explosiva combinación es la base principal de los zumos verdes.-Podemos
mezclar las frutas subácidas con las ácidas o con las dulces, pero nunca frutas
dulces con ácidas.-Los melones se deben comer solos, ya que, de todas las
frutas, son las que requieren menos tiempo de digestión. Combinar melones con
otras frutas podría frenar el proceso.
9. Los líquidos fuera de las comidas. Hay que evitar tomar líquidos durante las
comidas para no diluir los jugos gástricos ni las enzimas necesarias para hacer el
proceso de la digestión. Podemos beber entre un cuarto y media hora antes y dos
o tres horas después de comer.
Tomar pequeños chupitos de té caliente (como el de jengibre) o de una bebida
probiótica, como la kombucha, durante las comidas puede mejorar la digestión
Los productos alimenticios, tal como los recogemos del huerto, están compuestos de
agua y de elementos orgánicos llamados proteínas, carbohidratos ( azúcares y
almidones), grasas (aceites),sales minerales y vitaminas. Estos productos constituyen
la base de la nutrición.
Las enzimas.
En nuestra digestión, las enzimas actúan de manera similar a una fermentación; sin
embargo, son las bacterias (fermentos orgánicos ) que realizan la fermentación.
Tipos de enzimas.
En la digestión de los alimentos hay varias etapas y cada etapa requiere la acción de
una enzima diferente. Por ejemplo, las enzimas que actúan sobre los carbohidratos no
pueden tener efectos sobre las proteínas. Por eso se dice que son específicas. Una
enzima es capaz de realizar su trabajo, si el trabajo precedente haya sido correctamente
realizado por la enzima que le precede.
Enzimas y substratos.
La enzima actúa sobre una substancia: el substrato. El fisiólogo Emir Fischer opina que
«debe haber un llave específica para cada cerradura». El fermento es la llave y el
substrato, la cerradura.
Si la llave no se ajusta a la cerradura, no hay reacción posible. Por ello es lógico creer
que la mezcla de carbohidratos, grasas y proteínas en una misma comida es perjudicial
para las células digestivas.
Si comemos legumbres y pan juntos; ocurre que , en lugar del jugo gástrico casi neutral
que debería verterse en el estómago durante las primeras dos horas de la digestión, se
vierte enseguida un jugo altamente ácido y la digestión del almidón se inhibe de
inmediato.
Los almidones deberán comerse tan secos como sea posible, masticándose y
ensalivándose por completo antes de ingerirlos. La ensalada que le precede al almidón
no debe aliarse con productos ácidos.
TOMAR PROTEÍNAS Y CARBOHIDRATOS EN COMIDAS SEPARADAS.
La Naturaleza nunca ha producido bocadillos. La mezcla de pan con carne, con jamón,
con queso, las tortillas de patatas y huevo,……no deben ser ingeridos. Almidón, pan,
cereales, patatas……van separados de las proteínas como los frutos secos.
Los alimentos que normalmente contienen grasa, como nueces, quesos, leche,
mantequilla, aceites….requieren más tiempo para ser digeridos que otros alimentos
proteicos que no la contienen. Grasas y proteínas no deben combinarse en la misma
comida.
TOMAR AZÚCARES Y PROTEÍNAS EN COMIDAS SEPARADAS.
Los azúcares combinados con proteínas impiden la digestión de éstas últimas. Los
azúcares se digieren únicamente en el intestino, y si se asocian con otros alimentos,
permanecen tanto tiempo en el estómago que retrasan la digestión y
producen fermentación.
Por lo tanto, pan con mermelada, tartas, galletas, bizcochos, incluso pan de dátiles que
aparenta tan sano; no se deben comer.
El melón es un alimento tan saludable y tan fácil de digerir que hasta los estómagos más
sensibles pueden digerirlo sin dificultad, pues se digiere en el intestino. Lo que hay que
tener en cuenta es que hay que comerlo solo.
Combinan muy mal con todo cuanto se haya ingerido, entorpecen la digestión y crean
gases.
LAS FRUTAS:
Las frutas, aparte de ser una delicia para la vista, el olfato y el gusto, contienen una
mezcla superior de elementos nutritivos puros, ricos y en proporciones óptimas.
Las frutas, junto con los frutos oleaginosos (nueces, almendras, avellanas…etc. ) y las
verduras; constituyen la dieta ideal para este animal frugívoro por naturaleza que es el
hombre.
¿La forma ideal de tomar las frutas? Comerlas solas. Ideal es hacer una comida
exclusiva con ellas . ¡Jamás deberán ser un postre!
Está comprobado que la ingesta de algunos alimentos en su estado natural sin haber sido
preparados, por ejemplo dándoles una cocción o en su defecto una mala cocción,
pueden caer muy mal y desencadenar problemas digestivos o hasta enfermedades.
También en la mejor digestión puede incidir el acompañamiento que se le dé a un
alimento.
Es importante mencionar que el término que nos ocupa también puede aplicarse a
cualquier tipo de producto que requiera un trabajo previo y no solamente a los
alimentos.
La persona que prepara los alimentos debe lavarse frecuente mente las manos con agua
caliente y siempre que manipule carne y pescado.
Tratamiento térmico
Las carnes deben cocinarse a fondo, si son piezas grandes habrá que tener cuidado con
que se hagan bien por el centro. Si se utiliza carne picada hay que consumirla de
inmediato.
Las verduras y hortalizas deben cocerse en poca cantidad de agua, evitando que estén
mucho tiempo en remojo. Si se van a consumir en crudo es recomendable poner a
remojo con 2 gotas de lejía en un litro de agua durante 20 minutos para eliminar los
posibles microorganismos dañinos.
Nunca deben mezclarse para freír dos tipos de aceites ni aceites nuevos con los ya
utilizados ya que cada tipo tiene diferentes temperaturas de calentamiento y pueden
formarse sustancias extrañas nocivas. La temperatura de fritura nunca debe ser mayor
de los 180ºC.
Descongelación