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1. Proteínas
2. Carbohidratos
3. Vegetales
4. Grasas y aceites
5. Frutas
Coma las frutas sin combinarlas entre sí. Esto se debe a que es como mejor se absorben los nutrientes
en el organismo. Especialmente si es por la mañana o al mediodía.
Lo que debe saber: Ojo con las frutas muy ácidas (como el kiwi, la piña, la naranja, las fresas y las
cerezas) ya que inhiben la absorción de los nutrientes cuando se comen juntas.
2. Combinar vegetales con carbohidratos, legumbres y proteínas
Combine alimentos ricos en carbohidratos de lenta asimilación (como la pasta, el arroz o las papas) con
verduras o con legumbres. Cuide la mezcla con proteínas animales o grasas, ya que se vuelven
indigestos.
Mezcle legumbres y verduras para conseguir proteínas con alto valor nutrimental. Esta opción es una de
nuestras más enfáticas recomendaciones por sencilla, nutritiva y saludable.
Las proteínas de origen animal (carnes, huevos y pescado) demandan del cuerpo mucho más recursos y
por ello requieren una digestión más larga. Evite el reflujo y gases al combinarlos con verduras frescas,
como los espárragos, calabacín, pepino o lechuga. De esta forma le damos velocidad a la digestión. Por
el contrario, con papas fritas, arroz o guisantes, la digestión se volverá aún más lenta.
Si toma mucha agua durante su comida puede diluir los jugos gástricos y hacer más difícil la absorción
de nutrientes y la conclusión de la digestión.
Dado que la fruta es el alimento que se digiere más rápido, quisimos ahondar en sus características de
digestión: es cuestión de media hora para que el estómago procese este tipo de alimentos.
Pero si, por ejemplo, come fruta como entrada o postre en una comida en la que incluyó proteínas, los
azúcares de la fruta quedarán retenidos a altas temperaturas mientras esperan ser digeridos, pero se
terminarán fermentando y acidificarán al resto de los alimentos.
Los vegetales de hoja verde son los únicos que combinan con las frutas. Puede mezclar frutas subácidas
con las ácidas o con las dulces, pero no mezcle frutas dulces con ácidas.
El melón se debe comer solo porque es una fruta que se cuece aparte. De todas las frutas, es el que
tarda menos tiempo en digerirse. Si lo mezcla con otras frutas, se frena este proceso.
No es que prohibamos las frutas en un almuerzo o comida, pero ahora que sabe esta regla de
combinación de alimentos, procure comer la fruta al menos una hora y media antes de otro tipo de
comida.
Combinar alimentos para bajar o subir de peso, mantener una correcta digestión o
simplemente para aprovechar sus nutrientes es indispensable a la hora de garantizar
una correcta alimentación, pero ¿y qué pasa con los alimentos que no se deben
combinar?, ¿cuáles son? A continuación, dejaremos algunos alimentos que
definitivamente no se deben mezclar a la hora de comer :
Espinacas + lácteos
Los oxalatos son sustancias que contienen algunos vegetales como la espinaca, este
compuesto impide que nuestro organismo pueda absorber el calcio
correctamente. Es por ello que consumir espinacas con algún producto lácteo como
el queso no es lo más adecuado.
Frutas ácidas + frutas dulces
Ya hemos aclarado que la mejor opción es comerse las frutas solas para aprovechar
mejor sus nutrientes, pero esta vez hacemos énfasis en no mezclar frutas ácidas
con dulces. Si lo hacemos ocasionamos reacciones químicas en el estómago que
podrían ocasionar indigestión e inflamación estomacal.
Leche + lentejas
¡Cuidado con tomar leche después de comer sus lentejas!, esta combinación podría
traer gases e inflamación abdominal, al mismo tiempo que el calcio de la leche puede
afectar la absorción del hierro contenido en las lentejas cuando entran en contacto
con el organismo.
Proteína + proteína
Los distintos tipos de proteína animal poseen estructuras diferentes que nuestro
cuerpo reconoce y digiere en tiempos variados. Por ejemplo, la carne de res se
digiere más lento que la carne de pollo. No es correcto ligar distintos tipos de
proteínas a menos que sean proteínas vegetales.
“La mayoría de las comidas que ingerimos a diario contienen una mezcla
de distintos macronutrientes (hidratos de carbono y proteínas), los cuales
en conjunto con las grasas son los 3 componentes esenciales para que
nuestro organismo funcione adecuadamente”.