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Trabajo Práctico N° 6: Sistema Financiero

1. ¿Cuáles son las características de los Bancos Centrales?


2. ¿En qué se diferencia el Banco Central de los Bancos Comerciales?
3. ¿Cómo funciona la emisión secundaria en los Bancos Comerciales?
4. ¿Qué significa un Banco Central “independiente”?
5. ¿Por qué se habla de una “supuesta independencia” de los Bancos Centrales?
6. Para usted, ¿puede existir un Banco Central independiente del poder político de turno?
Comente su punto de vista.

El Banco Central es el eje del sistema monetario-financiero de un país; es el banco del


gobierno y, por lo tanto, es su agente financiero en el país y en el exterior, ejecutando también la
política monetaria. Posee la facultad de emitir moneda manual y es el regulador de los medios de
pago de acuerdo a la necesidad del sistema.
Actúa como banco de última instancia para los bancos comerciales, quienes por diferentes
circunstancias, recurren al Banco Central para descontar documentos que ya han sido descontados
al público (operaciones de redescuento).
También, controla las divisas ingresadas al país por los exportadores o por entrada de
capitales y destinadas a importaciones, remisión de utilidades o salidas de capital.
Por último, elabora todas las normas de índole monetaria y bancaria, para luego controlar
su cumplimiento por parte de los bancos comerciales para que el sistema monetario-financiero
cumpla con sus objetivos (esto es, que los ahorros producidos no sean destinados a fines no
productivos o especulativos; más bien, para que el aparato productivo cuente con financiamiento
para inversiones y para su funcionamiento).

Los Bancos Comerciales tienen facultades de, más bien, custodia de valores depositados,
lo que les permite (mediante la recepción de depósitos a cuenta corriente o largo plazo), crear un
mecanismo de préstamo-depósito. Esto consiste en que, del total que los bancos admiten en
depósitos, sólo una parte es retirada con regularidad, por lo que el resto puede ser utilizado en
calidad de préstamo a los diferentes agentes económicos que lo soliciten. La devolución y/o
solicitud de este préstamo acarrea un interés, que le permite al banco obtener beneficios ya que
pagan una tasa a los ahorristas (tasa de interés pasiva) menor que la que le cobran a los
solicitantes de préstamos (tasa de interés activa).
Cabe destacar la función de financiamiento que tienen estos bancos a la inversión de
unidades productivas, esto es, canalizando los ahorros de familias o empresas a las unidades
productivas que lo necesiten para inversiones (= ampliación de capacidad productiva, mediante la
construcción de nuevas plantas, incorporación de maquinaria, etc.).
Los Bancos Comerciales también financian al sector público. Cuando este último tiene
déficit puede recurrir al sistema bancario, endeudándose. Y también, las familias pueden apoyarse
en estos bancos para adquirir recursos que les permitan financiar y adquirir bienes de consumo
durables (electrodomésticos, automotores, etc).

Las principales diferencias son, en principio, la escala en la que cada una de estas
instituciones desarrolla sus actividades: el público a que cada tipo de banco responde también
varía entre unos y otros; mientras unos realizan transacciones y financian cuestiones a nivel
internacional, los comerciales se integran un poco más dentro del país, manteniendo contacto
estrecho con pequeñas y medianas empresas y con las familias de forma más directa. En tanto, el
Banco Central se ocupa de cuestiones que tienen que ver con el sistema de gobierno y se apoya en
el sistema financiero internacional, donde allí desarrolla su función. Además, éste tiene la facultad
de emitir moneda nacional, lo que no pueden hacer los Bancos Comerciales.

Como el Banco Central es el encargado y el único que puede emitir dinero (monedas y
billetes), hablamos de la creación primaria de dinero. Aun así, también existe otra forma en la que
se puede emitir dinero, y los bancos comerciales son los principales involucrados en este aspecto.
Cuando uno de estos bancos otorga un préstamo a una persona, se crea un nuevo depósito que
antes no existía en el banco (gracias a la persona y su decisión de solicitar el préstamo); el banco
contaba con pasivos (reservas) para poder cumplir con el préstamo y, una vez otorgado, se crea un
nuevo activo (a través del préstamo otorgado) lo que hace que exista una nueva cuenta que
presenta un saldo (lo que se traduce en un nuevo activo en el banco, antes inexistente) que aún
no fue devuelto por el solicitante. Así, se genera la emisión secundaria del dinero, capacidad que
tienen los bancos comerciales.

Cuando se habla de que el Banco Central debe ser “independiente” del poder político, se
hace referencia “al aislamiento de las decisiones de política monetaria respecto a presiones de
origen político, particularmente de parte del gobierno” (Asiain, Andrés. Mitos económicos.
Artículo del diario Página 12). Esa supuesta independencia tiene que ver con que las instituciones
dependientes de intereses financieros privados condicionan la política económica de los gobiernos
democráticos. En Argentina, esa independencia del Banco Central fue introducida en su Carta
Orgánica a comienzos de la convertibilidad.

Ahora bien, podemos pensar si esta “independencia” del Banco Central respecto del poder
político tiene sentido o no (o al menos se justifica). Veamos un ejemplo. En época electoral,
podemos suponer que los intereses electoralistas de los políticos a corto plazo inducen a adoptar
una política monetaria de carácter expansiva, lo que sería totalmente dañino para la estabilidad
monetaria a largo plazo, tomando en consideración que la duración de los mandatos es de 4 años,
o de 2 años si nos guiamos por los funcionarios legislativos. Si existe riesgo de perder una elección,
el gobierno puede ser tentado a utilizar la política monetaria para impulsar la economía (lo que se
traduce en posibilidades de triunfo electoral). Esto puede darse mediante la emisión de dinero, lo
que contribuye a elevar la inflación a niveles críticos, e incluso puede llegar a una etapa de
hiperinflación. Esta decisión, a fin de lograr el éxito electoral, habrá tenido consecuencias grandes
a largo plazo, más allá del beneficio fugaz a corto plazo que se observó en principio.
También es posible que se genere un nivel de desconfianza en esta determinación por
parte del Banco Central de ser independiente, puesto que a su presidente no lo elige la sociedad
mediante votación (algo muy cuestionado en nuestro país). Aun así, los poderes del Banco Central
están regulados por diversas normas y leyes que son sancionadas desde el Congreso de la Nación,
institución en donde los funcionarios sí son elegidos mediante acto electoral. En resumen, la
versatilidad que tiene el Banco Central para poder regular la política monetaria y ofrecer un
control al proceso inflacionario, hace acertada esta decisión de “independencia” al tomar distancia
de cualquier argumento e influencia de índole política y no estando ligada a ella.

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