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Concepto:

Discapacidad mental leve son todas aquellas personas cuyos recursos cognitivos suelen ser
menores a lo esperable en su edad cronológica. Según el DSM-V se caracteriza porque quienes
la tienen se sitúan entre 50 y 70 de Cociente Intelectual, y, aunque te parezca asombroso, el
85% de los discapacitados intelectuales se sitúa en este nivel y por lo general, suelen presentar
ligeros déficits sensoriales y/o motores, adquieren habilidades sociales y comunicativas en la
etapa de educación infantil y adquieren los aprendizajes instrumentales básicos en la etapa de
educación primaria.

Características
 Corporales y motrices
- Ligeros déficits sensoriales y/o motores, Por lo general no precisan atención
especial en estos aspectos.
 Autonomía, aspectos personales y sociales
- En general, aunque de forma más lenta, llegan a alcanzar completa autonomía
para el cuidado personal y en actividades de la vida diaria.
- Se implican de forma efectiva en tareas adecuadas a sus posibilidades.
- A menudo, la historia personal supone un cúmulo de fracasos, con baja autoestima
y posibles actitudes de ansiedad.
- Suele darse, en mayor o menor grado, falta de iniciativa y dependencia del adulto
para asumir responsabilidades, realizar tareas...
- El campo de relaciones sociales suele ser restringido y puede darse el
sometimiento para conseguir aceptación.
- En situaciones no controladas puede darse inadaptación emocional y respuestas
impulsivas o disruptivas.
 Cognitivas
- Dificultades para discriminar los aspectos relevantes de la información.
- Dificultades de simbolización y abstracción.
- Dificultades para extraer principios y generalizar los aprendizajes.
- Dificultades en habilidades metacognitivas (estrategias de resolución de
problemas y de adquisición de aprendizajes).
 Comunicación y Lenguaje
- Desarrollo del lenguaje oral siguiendo las pautas evolutivas generales, aunque con
retraso en su adquisición.
- Lentitud en el desarrollo de habilidades lingüísticas relacionadas con el discurso y
de habilidades pragmáticas avanzadas o conversacionales (tener en cuenta a la
otra persona, considerar la información que se posee, adecuación al contexto.)
- Dificultades en comprensión y expresión de estructuras morfosintácticas
complejas y del lenguaje figurativo (expresiones literarias, metáforas).
- Posibles dificultades en los procesos de análisis y síntesis de adquisición de la
lectoescritura y, más frecuentemente, en la comprensión de textos complejos.

Causas:
Los doctores han encontrado muchas causas de la discapacidad intelectual. Las

más comunes son:


Condiciones genéticas; A veces la discapacidad intelectual es causada por genes anormales
heredados de los padres, errores cuando los genes se combinan, u otras razones.

Algunos ejemplos de condiciones genéticas incluyen síndrome de Down y phenylketonuria

Problemas durante el embarazo; La discapacidad intelectual puede resultar cuando el bebé no


se desarrolla apropiadamente dentro de su madre. Por ejemplo, puede haber un problema con
la manera en la cual se dividen sus células durante su crecimiento. Una mujer que bebe alcohol
o que contrae una infección como rubéola durante su embarazo puede también tener un bebé
con una discapacidad intelectual.

Problemas al nacer; Si el bebé tiene problemas durante el parto, como, por ejemplo, si no está
recibiendo suficiente oxígeno, podría tener una discapacidad intelectual.

Problemas de la salud; Algunas enfermedades tales como tos convulsiva, varicela, o meningitis
pueden causar una discapacidad intelectual. La discapacidad intelectual puede también ser
causada por malnutrición extrema (por no comer bien), no recibir suficiente cuidado médico, o
por ser expuesto a venenos como plomo o mercurio.

La discapacidad intelectual no es una enfermedad. No se lo puede contraer de otras personas.


La discapacidad intelectual no es un tipo de enfermedad mental, como la depresión. No hay
cura para la discapacidad intelectual. Sin embargo, la mayoría de los niños con una
discapacidad intelectual pueden aprender a hacer muchas cosas. Sólo les toma más tiempo y
esfuerzo que a los otros niños.

Síntomas
La mayoría de los niños con discapacidad intelectual (DI) no presentan síntomas perceptibles
hasta el periodo preescolar. El primer problema que notan los padres es un retraso en el
desarrollo del lenguaje. Los niños con discapacidad intelectual son lentos para usar palabras,
unir palabras y hablar con frases completas. Su desarrollo social es a veces lento debido al
deterioro cognitivo y a las deficiencias del lenguaje. Los niños con discapacidad intelectual
pueden ser lentos para aprender a vestirse y a alimentarse por sí mismos. Algunos padres no
consideran la posibilidad de una deficiencia cognitiva hasta que el niño está en la escuela o en
un centro preescolar y se demuestra una incapacidad para mantener las expectativas normales
para su edad.

Los niños con discapacidad intelectual son más propensos que otros a tener problemas de
comportamiento, como crisis explosivas, rabietas y comportamiento físicamente agresivo o
autolesivo. Estas conductas se relacionan frecuentemente con situaciones frustrantes
específicas, desencadenadas por la incapacidad de comunicarse y de controlar los impulsos.
Los niños mayores, que suelen ser ingenuos y crédulos para su edad, son fácilmente víctimas
de otros que se aprovechan de ellos o se dejan llevar a comportamientos y conductas
improcedentes.

Entre el 20 y el 35% de las personas con deficiencia intelectual (DI) también presentan
trastornos de la salud mental. Son frecuentes sobre todo la ansiedad y la depresión,
especialmente en los niños que son conscientes de ser distintos de sus compañeros o que son
acosados y maltratados debido a su discapacidad.
Diagnóstico
- Detección prenatal

Durante el embarazo se realizan ciertas pruebas, como ecografía, amniocentesis, biopsia de


vellosidades coriónicas y diversos análisis de sangre, como el cribado cuádruple, con el fin de
identificar enfermedades que a menudo dan lugar a una discapacidad intelectual.
Frecuentemente se practica una amniocentesis o una biopsia de vellosidades coriónicas a las
embarazadas de más de 35 años porque presentan un riesgo elevado de tener un bebé con
síndrome de Down; estas pruebas también se practican con frecuencia a las embarazadas con
antecedentes familiares de trastornos metabólicos. La prueba cuádruple es una prueba que se
realiza a la mayoría de las mujeres embarazadas. Se realiza para medir las concentraciones de
cuatro sustancias en la sangre de una mujer. Los resultados de esta prueba ayudan a los
médicos a evaluar si el feto presenta un riesgo mayor de sufrir ciertas afecciones, como
síndrome de Down, trisomía 18 o defectos del tubo neural.

La medida de la concentración de alfafetoproteína en la sangre materna es una prueba de


cribado eficaz para la previsión de las anomalías congénitas del tubo neural, el síndrome de
Down y otras alteraciones. El cribado prenatal no invasiva (NIPS) detecta pequeñas cantidades
de ADN del feto en la sangre de la madre y lo utilizan para diagnosticar trastornos genéticos en
el feto, como la trisomía 21 (síndrome de Down), la trisomía 13 o la trisomía 18 y algunos otros
trastornos cromosómicos.

- Pruebas de cribado del desarrollo

Dado que los padres no siempre se aperciben de los problemas de desarrollo leves, los
médicos realizan de forma sistemática pruebas de cribado del desarrollo durante las revisiones
pediátricas de rutina. Para ello se utilizan cuestionarios sencillos que deben cumplimentar los
padres, o inventarios de los hitos característicos del desarrollo infantil para evaluar de forma
rápida las habilidades cognitivas, verbales y motoras del niño. Los padres han de ayudar al
médico a determinar el nivel de funcionamiento del niño completando una prueba de
evaluación de su estado evolutivo. A los niños que, en estas pruebas de cribado, muestran un
nivel bajo para su edad, se les aplican otras pruebas más formales y específicas.

- Pruebas formales intelectuales y de habilidades

La prueba formal consta de tres partes:

- Entrevistas con los padres


- Observaciones del niño
- Cuestionarios en los que se compara el rendimiento del niño con el obtenido por
muchos otros niños de la misma edad

Algunas pruebas, como el test de inteligencia de Stanford-Binet y la Escala de inteligencia de


Wechsler para niños-IV (test de WISC-IV, por sus siglas en inglés), se realizan para la capacidad
intelectual. Otras, como las Escalas de conductas adaptativas de Vineland, se realizan para
valorar áreas tales como la comunicación, las habilidades de la vida diaria y las destrezas
sociales y motrices. En general, estas pruebas formales comparan con precisión las habilidades
intelectuales y sociales de un niño con el segmento de población de su misma edad (llamadas
pruebas normativas). Sin embargo, los niños con un origen cultural diferente, los que proceden
de familias que no hablan el idioma del país y los que tienen una posición socioeconómica muy
baja son más propensos a obtener un resultado bajo en estas pruebas. Por esta razón, el
diagnóstico de discapacidad intelectual requiere que el médico integre los datos de la prueba
con la información obtenida de los padres y con una observación directa del niño. Un
diagnóstico de discapacidad intelectual es oportuno solo en los casos en que tanto la
capacidad intelectual como la adaptativa están significativamente por debajo del promedio.

- Identificación de la causa

Los recién nacidos con anomalías físicas u otros síntomas sugestivos de una afección asociada
a discapacidad intelectual a menudo necesitan ciertas pruebas.

Se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen, como la resonancia magnética nuclear


(RMN), para detectar problemas estructurales en el cerebro. El electroencefalograma (EEG),
que registra la actividad eléctrica del encéfalo, se usa para valorar la posibilidad de
convulsiones en el niño. Las radiografías óseas también pueden ayudar a descartar las posibles
causas de la discapacidad intelectual.

Las pruebas genéticas, como el análisis de micromatrices cromosómicas, pueden ayudar a


identificar trastornos. Los médicos recomiendan pruebas genéticas a las personas que tienen
un miembro de la familia u otro hijo con un trastorno hereditario conocido, especialmente los
relacionados con la discapacidad intelectual, como la fenilcetonuria, la enfermedad de Tay-
Sachs o el síndrome del cromosoma X frágil. La identificación de un gen asociado a un
trastorno hereditario permite a los consejeros genéticos ayudar a los padres a comprender el
riesgo de tener un hijo afectado.

Se realizan otros análisis de orina y de sangre dependiendo de cuál sea la causa que sospechan
los médicos.

Algunos niños con retraso en el aprendizaje del lenguaje y en el dominio de las habilidades
sociales tienen enfermedades diferentes de la discapacidad intelectual. Por lo general, se lleva
a cabo una evaluación auditiva, ya que los problemas de audición afectan al desarrollo social y
del lenguaje.

Los problemas emocionales y los trastornos del aprendizaje también se confunden con la
discapacidad intelectual. Los niños que han sido gravemente privados de cariño y de atención
(ver Introducción al maltrato y negligencia infantil) durante largos periodos de tiempo puede
parecer que sufren discapacidad intelectual. Un niño que tarda en sentarse y en caminar
(habilidad motriz gruesa) o en manipular objetos (habilidad motriz fina) puede sufrir un
trastorno neurológico no asociado con la discapacidad intelectual (DI).

Pronóstico
Una persona con discapacidad intelectual leve tiene una esperanza de vida relativamente
normal, y la atención sanitaria está mejorando los pronósticos de salud a largo plazo para las
personas con todo tipo de discapacidades intelectuales. Muchas personas con discapacidad
intelectual atienden a su cuidado personal, hacen vida independiente y pueden ser empleados
con éxito en trabajos que cuentan con el apoyo adecuado.

Dado que la discapacidad intelectual coexiste en ocasiones con graves problemas orgánicos, la
esperanza de vida de estas personas suele verse disminuida, según el problema de que se
trate. Las personas con discapacidad intelectual más grave suelen necesitar apoyo vitalicio. En
general, cuanto más grave es la discapacidad cognitiva y cuantos más problemas orgánicos
tenga la persona, menor es su esperanza de vida.
Prevención
Los trastornos del espectro alcohólico fetal constituyen una causa muy frecuente y totalmente
evitable de discapacidad intelectual. March of DimesMuchas asociaciones se ocupan de la
prevención de este efecto y orientan muchos de sus esfuerzos a alertar a las mujeres de las
graves consecuencias de consumir alcohol durante el embarazo.

Las mujeres que planean quedarse embarazadas deben recibir las vacunaciones necesarias,
especialmente contra la rubéola. Las que son vulnerables a trastornos infecciosos que pueden
ser perjudiciales para el feto, como la rubéola y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),
deben hacerse pruebas antes de quedarse embarazadas.

El cuidado prenatal adecuado reduce el riesgo de tener un hijo con discapacidad intelectual
(DI). El consumo de un suplemento vitamínico denominado ácido fólico antes de la concepción
y al comienzo del embarazo, ayuda a evitar ciertos tipos de anomalías cerebrales,
especialmente los defectos del tubo neural.

Los avances en los trabajos de parto y en el alumbramiento, así como en los cuidados de los
prematuros, han ayudado a reducir el índice de discapacidad intelectual relacionado con el
parto prematuro.

Durante el embarazo se pueden tratar algunas enfermedades, como la hidrocefalia y la


incompatibilidad de Rh grave. Sin embargo, la mayoría de las enfermedades no tienen
tratamiento, y la identificación precoz sirve solo para preparar a los padres y permitirles que
consideren la opción del aborto.

Tratamiento

- Apoyo multidisciplinario
- La mejor atención para un niño con discapacidad intelectual es la que proporciona un
equipo multidisciplinario compuesto por:
- El médico de atención primaria
- Trabajadores sociales
- Logopedas
- Audiólogos
- Terapeutas ocupacionales
- Fisioterapeutas
- Neurólogos o pediatras del desarrollo
- Psicólogos
- Nutricionistas
- Profesores
- Traumatólogos

Otros profesionales también pueden formar parte del equipo si es necesario. Junto con la
familia, estas personas desarrollan un programa amplio e individualizado para el niño, que
debe comenzar tan pronto como se sospeche el diagnóstico de discapacidad intelectual. Los
padres y los hermanos del niño también necesitan apoyo emocional y, en ocasiones,
orientación. Toda la familia debe ser una parte íntegra del programa.

Hay que tener en consideración el conjunto global de aspectos débiles y fuertes de la persona
para determinar el tipo de apoyo necesario. Deben tenerse en cuenta todos los factores
relativos a la discapacidad física, problemas de personalidad, enfermedad mental y habilidades
interpersonales. Las personas con discapacidad intelectual y afectadas por problemas de salud
mental concomitantes, como depresión, han de recibir medicación apropiada en dosis
similares a las administradas a personas sin discapacidad intelectual. De todos modos,
administrar medicamentos a estos niños sin proporcionarles terapia conductual y sin realizar
cambios en su entorno no suele ser eficaz.

Todos los niños con deficiencia intelectual sacan provecho de la educación especial. El Acta
Federal para la Educación de Personas con Discapacidades [Individuals with Disabilities
Education Act (IDEA)] establece que los niños y adolescentes con discapacidad intelectual u
otros trastornos del desarrollo tienen derecho a una educación gratuita y apropiada impartida
en las escuelas públicas. La educación debe impartirse de la forma menos restrictiva posible y
en ambientes no excluyentes, es decir, un entorno donde los niños tienen la oportunidad de
interaccionar con compañeros no discapacitados, con igual acceso a los recursos de la
comunidad. La Americans with Disability Act (Ley para los estadounidenses con discapacidad) y
la Section 504 of the Rehabilitation Act (Sección 504 de la Ley de Rehabilitación) también
proporcionan alojamiento en escuelas y otros lugares públicos.

SINDORME DE DONW

Definición
El Síndrome de Down es la causa más frecuente de retraso mental; se trata de una alteración
cromosómica, caracterizada por un exceso de material genético.

Características
 Cognitivos; se caracteriza por tener un bajo nivel intelectual, sin embargo, son mejores en
las tareas que implican la inteligencia concreta que en las que hay que utilizar la
inteligencia abstracta; por ello, las diferencias con otras de su edad empiezan a ser
notables durante la adolescencia, que es cuando se pasa a la etapa de pensamiento
formal abstracto. Asimismo, en los tests que miden la inteligencia, obtienen mejores
puntuaciones en las pruebas manipulativas (por ejemplo, la construcción de
rompecabezas) que en las de carácter verbal (por ejemplo, la asociación de palabras y su
significado).
 Fisonómicos; se caracteriza por tener ojos almendrados, nariz pequeña con una gran
depresión en el tabique nasal, forma anormal de las orejas, etc.
 Memoria; Los problemas de memoria del Síndrome de Down se refieren, tanto a la
capacidad para guardar la información (memoria a corto plazo), como para almacenarla y
recuperarla (memoria a largo plazo).
 Percepción; Los bebés y niños/as con Síndrome de Down procesan mejor la información
visual que la auditiva; perciben mejor lo que ven que lo que oyen. Su umbral de respuesta
general es más elevado que el del resto de la población, incluido el umbral para el dolor.
Por lo que necesitan estímulos de mayor intensidad y duración para que puedan
reaccionar ante ellos. Así, en ocasiones, la falta de respuesta ante las interpelaciones de
otra persona se debe a que no se ha percibido la petición, más que a una distracción.
 Atención; Las alteraciones de determinados mecanismos cerebrales explican las
dificultades a la hora de mantener la atención durante mucho tiempo en la misma tarea u
objeto. Las personas con Síndrome de Down se distraen con facilidad ante los estímulos
diversos y novedosos. Parecen más sensibles a las influencias externas que predominan
sobre la actividad interna reflexiva y ejecutora. La capacidad de los mecanismos de
autoinhibición es menor
 Personalidad
- Escasa iniciativa y baja tendencia a la exploración. Por ello, se les debe animar, incluso,
empujar para que participen en actividades normalizadas.
- Poca capacidad para controlar e inhibir sus emociones, que se manifiesta en una
excesiva efusión de sentimientos.
- Tendencia a la persistencia de la conducta y resistencia al cambio. Les cuesta cambiar
de tarea o iniciar actividades nuevas, por lo que pueden parecer tercos y obstinados.
- Baja capacidad de respuesta y de reacción frente al ambiente. Responden con menor
intensidad a lo que ocurre a su alrededor lo que puede parecer desinterés ante lo
nuevo, apatía y pasividad
- Dificultades para interpretar y analizar los acontecimientos externos
- Constancia, tenacidad responsabilidad y puntualidad. Son muy cuidadosos y
perfeccionistas con el trabajo.
 Síntomas Psicomotrices.
- Hipotonía de los músculos. Tienen reducido tono muscular debido a la perdida de
ligamentos. Lo que se traduce en flacidez y torpeza de movimientos.
- Ausencia del reflejo de Moro en recién nacido. Un bebé sin síndrome de Down, si se le
suelta, o se le expone a un ruido fuerte, extiende brazos, piernas y manos, arquea la
espalda, echa la cabeza hacia atrás.
- Hiperflexibilidad. Habilidad excesiva de flexionar las extremidades
- La torpeza y lentitud de movimientos puede deberse tanto a problemas de la
psicomotricidad gruesa (movimientos de brazos y piernas), como de la psicomotricidad
fina (coordinación ojo-mano).
 Problemas Sensoriales.
- Pérdida de la capacidad auditiva. Según estudios recientes, entre el 66% y el 89% de
los niños/as con síndrome de Down sufren una pérdida auditiva superior a los 15 y 20
decibelios en, al menos, un oído.
- Problemas de visión. Aproximadamente un problema de cataratas.
 Retraso del Desarrollo.
El desarrollo de los niños/as con síndrome de Down es más lento que el de los demás.
Alcanzan más tardíamente la capacidad para darse la vuelta, sentarse o para responder a
los estímulos externos. El retraso de desarrollo podría estar relacionado con la hipotonía.
 Habilidades Sociales.
La imagen del síndrome de Down va asociada a ciertos estereotipos, como la creencia de
que se trata de personas muy "cariñosas". pero lo cierto es que pocas veces se relacionan
socialmente de manera espontánea. Durante la infancia, son altamente dependientes de
las personas adultas, no solo de su familia, sino también de otras personas de su entorno,
como los profesores del colegio.

REFERENCIA:

Brian S. (2020). Discapacidad intelectual. Merck Sharp & Dohme Corp. Recuperado de:
https://www.msdmanuals.com/es-pe/hogar/salud-infantil/trastornos-del-aprendizaje-y-del-
desarrollo/discapacidad-intelectual

NICHCY, (2010). FHI360 recuperado de:


https://www.parentcenterhub.org/wp-content/uploads/repo_items/spanish/fs8sp.pdf
Madrigal A, El síndrome de Down, recuperado de:
https://sid.usal.es/idocs/F8/FDO10413/informe_down.pdf

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