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Universidad Del Atlántico

Programa de sociología

Curso: Seminario de grado

Planteamiento del problema y objetivos.

Estudiantes: Alexandra Castro Gonzalez, Gabriela De la Hoz Gómez, Tania


Gualdron Jiménez

Presentado a la profesora:

Celmira Castro Suárez.

Barranquilla Marzo de 2023


TÍTULO DEL PROYECTO:

Una mirada feminista de la percepción de inseguridad de las mujeres en la ciudad de


Barranquilla desde el 2019-2022.

¿Qué conocimiento nuevo se produciría al llevar a cabo mi investigación


grupal?

Planteamiento del problema:

De camino a casa o haciendo uso de cualquier lugar público, la cotidianidad de las mujeres
es interrumpida por ataques de carácter sexual realizados por algunos hombres. Los
“piropos”, las insinuaciones sexuales, los gestos y el abuso físico constituyen una realidad
hostil frente a la mujer, causante de daños físicos y psicológicos. Este fenómeno,
denominado acoso sexual callejero, es una forma de violencia sexual que se encuentra
ligada a una ideología machista en donde prevalecen los roles de género y los estereotipos.
Su tipificación se complica debido a que es normalizado e invisibilizado en las calles de la
ciudad de Barranquilla.

De acuerdo con un estudio realizado por la CEPAL (2015), 6 de cada 10 mujeres han sido
víctimas del acoso callejero (párr. 2). Esta conducta misógina justifica la construcción de
una representación social de la mujer como un objeto sexual. El barranquillero desde una
visión machista de la realidad, cree que los piropos representan un halago y, dada la
naturalización del acoso verbal, no se señala esta acción como una conducta inmoral o
errónea. Los varones violentan a la mujer, recreándolas como un objeto de satisfacción y de
placer a su disposición, prescindiendo de la relación de igualdad que debe haber entre
ambos sexos.

La sociedad barranquillera obvia las consecuencias de los piropos sobre la mujer; omite que
las experiencias de abusos representan un obstáculo en el quehacer cotidiano de la víctima,
quienes, a su vez, tienden a tener culpa, vergüenza, baja autoestima, desánimo, confusión y
depresión. Estas afectaciones psicológicas suelen causar dolores de cabeza y musculares,
cambios en el apetito, malestar de estómago, náuseas e insomnio. Es decir, la conducta
machista causa, sin lugar a duda, un daño sobre la mujer. Así que el estudio del acoso
callejero permite, a través de su visualización, la reivindicación del rol sociocultural de la
mujer, es decir, representa una herramienta en la búsqueda de la igualdad de género,
construyendo, así, un camino hacia una sociedad ecuánime.

Descripción del problema.

La estructura heteropatriarcal vigente dentro de la sociedad colombiana ha definido el


desarrollo integral de la mujer a partir de un proceso de socialización que toma como base a
los estereotipos de género, determinando su conducta, su forma de pensar, y de habitar en
todos los ámbitos sociales, incluyendo los espacios públicos.

Con respecto al espacio, ocurre una dicotomía entre lo público-privado, de acuerdo con la
ideología patriarcal, se sostiene una diferenciación de roles donde el hombre es quien
naturalmente debe habitar lo público, mientras que la mujer debe permanecer en el ámbito
privado/familiar. Esto nos sitúa en un panorama urbano desigual, que legitima la
superioridad del hombre en las calles, lugar que según le corresponde a este. Pero con el
salto de la mujer al ámbito público supone para el hombre una pérdida del control que se
tiene que recuperar de alguna forma. Lo anterior ha conllevado a normalizar, invisibilizar, y
en unos casos, hasta subestimar la violencia sistemática ejercida hacia las mujeres en las
zonas urbanas.

La violencia que normalmente se ejerce hacia las mujeres en los espacios públicos es de
carácter sexual, así que la percepción de inseguridad que estas sienten en los espacios
públicos está más relacionada a sucesos como el acoso, las violaciones, los secuestros, los
feminicidios, etc. Manifestaciones violentas que ocurren constantemente y que son por lo
general, naturalizadas y hasta cuestionadas por parte de la sociedad. Esto se contrapone con
la visión de inseguridad que perciben los hombres, quienes temen más que todo a perder
bienes mediante hurtos.
En la ciudad de Barranquilla, las zonas urbanas son percibidas por la mayoría de las
mujeres como amenazadoras y atemorizantes. El sentimiento de inseguridad es una
constante en las mujeres mientras circulan en los espacios públicos, puesto que, en casi
todos los lugares, tiene que lidiar con miradas abusivas o comentarios sexuales sobre su
cuerpo o sobre el cómo están vestidas. En casos más graves, hasta pueden encontrarse en
situaciones más comprometedoras que ponen en peligro su bienestar físico y emocional. El
barranquillero dentro de su visión machista de la realidad concibe que los piropos son un
halago, que tienen el derecho a opinar y a veces hasta tocar partes del cuerpo de la mujer.
Para ellos, no se trata de una acción inmoral o errónea, sino que hace parte de la
manifestación de su masculinidad. De esta forma, partiendo de lo que se considera
“objetivo”, los habitantes de esta ciudad mantienen la opresión masculina sobre la mujer.

El miedo y el sentimiento de inseguridad en este sentido no sólo tiene que ver con los
sucesos que ocurren realmente, sino también a los imaginarios sobre posibles escenarios
violentos. Este miedo incrementa con la divulgación de sucesos anteriores, es decir, las
mujeres temen pasar por situaciones similares que ya ocurrieron en el pasado. A su vez,
este sentimiento de inseguridad conlleva a una praxis de autoprotección, en la medida de
que la mujer comienza a implementar medidas de autocuidado que le generen sentimientos
de tranquilidad al momento de habitar el espacio público, por eso es que suelen cambiar su
forma de vestir, evitan salir a ciertas horas y salir solas, eligen medios de transporte más
“seguros” según sus criterios, analizan en todo momento las señales de peligro en los
espacios en donde se sitúan desde la infraestructura, el flujo de personas y la iluminación.

Pero, además, el miedo fomenta la creación de “un mapa cognitivo, obteniendo una
multiplicidad de imágenes sobre la ciudad en las que se establecen muros físicos y mentales
a partir de los cuales se generan limitantes diferenciadas en las formas de acceso y
desplazamiento en la ciudad” (Deávila, como se citó en Nieto, 2012, p. 54). En otras
palabras, las mujeres delimitan los espacios que consideran altamente inseguros, y evitan
pasar por ellos, o si lo hacen, se muestran más precavidas de lo normal.

Ahora bien, dicha inseguridad impacta negativamente en el bienestar físico y emocional de


las mujeres, al estar en un constante estado de alerta y de autoprotección, sumado al miedo
que naturalmente sienten en los espacios públicos, trae consigo una carga de estrés bastante
fuerte que puede desencadenar ansiedad, dolor de cabeza, sudoración excesiva, tensión
muscular, pensamientos alarmantes, etc.

La percepción de la inseguridad hacia la mujer en el espacio público, como objeto de


estudio presenta una debilidad: la negación de la ideología patriarcal que normaliza e
invisibiliza la problemática. La inseguridad en la mujer está tan arraigada en las personas
que su desnaturalización resulta compleja. Por otro lado, una amenaza importante en el
análisis de este tema es la aceptación de la violencia verbal por parte de las víctimas. Es el
caso de muchas mujeres, que aceptan los halagos y las frases referentes a sus cuerpos y
critican a sus homólogas por no hacer lo mismo. Esto dificulta, en última instancia, la
constatación del problema social.

Por otro lado, el estudio de la percepción de inseguridad hacia la mujer en el espacio


público permite, a través de su visualización, la reivindicación del rol sociocultural de la
mujer, es decir, representa una herramienta en la búsqueda de la igualdad de género.
Sumado a esto, como oportunidad, se encuentra la superación de la cosificación de la
mujer. El análisis de este fenómeno social aporta, más allá de la definición como una
problemática social, una base para la creación de espacios seguros para las mujeres,
señalando aquellas zonas de la ciudad que generan un peligro alarmante para ellas.

Formulación del problema

¿Cuál es la percepción de las mujeres sobre la inseguridad en las calles y cómo ésta impacta
en su comportamiento cotidiano en los espacios geográficos y sectores inseguros de
Barranquilla desde 2019-2022?

Preguntas derivadas:

● A partir de la percepción de inseguridad de las mujeres en barranquilla, ¿Qué


sectores dentro del espacio público delimitan como peligrosos/inseguros?
● ¿Qué factores influyen en la percepción de inseguridad de las mujeres de la ciudad
de Barranquilla desde 2019-2022?
● ¿Cómo afecta la percepción de inseguridad de manera negativa en el
comportamiento cotidiano de las mujeres de la ciudad de Barranquilla desde
2019-2022?

Justificación

Esta propuesta de investigación parece justificarse por sí sola en el momento en el que no


se encuentra ningún estudio de intervención en cuestión a la normalización de la percepción
de la inseguridad de las mujeres de Barranquilla, por esta razón esta investigación
pretendería visibilizar la percepción de inseguridad de las mujeres desde una mirada
feminista en la ciudad de Barranquilla, debido a que en esta ciudad es muy recurrente que
se normalice cualquier circunstancia que no deje una marca física o violenta, es decir, las
mujeres deben bajar la voz e interiorizar el peligro constante ante el acoso callejero,
miradas y perseguimiento en las calles por parte de algún desconocido por el hecho de que
no hay una evidencia física del delito.

Y como elementos novedosos, esta propuesta evidencia el incremento de la inseguridad en


el contexto de la pandemia causada por el virus Covid-19. No obstante, esta investigación
no buscaría quedarse en el plano de concientización y visibilización, se propone recolectar
testimonios de mujeres que han sido víctimas de estas situaciones que ante la ley parecen
ser menos graves, como el acoso callejero, intimidación y demás problemáticas
relacionadas con la violencia simbólica y sexual contra la mujer, y para también trazar un
mapa de las zonas y puntos geográficos que generen inseguridad o alarma para las mujeres
que habitan en la ciudad de Barranquilla.

En un inicio se pretenderia en el ámbito tecnológico, involucrarse en la creación de una


página web que tomaría como base los puntos que señalaron las personas que hicieron parte
de los grupos focales o entrevistas, en este escenario se les daría a las mujeres la
oportunidad de delimitar por medio de internet los lugares en que han sentido incomodidad
o temor de algún tipo, así como se brindaría el espacio para que colocaran de manera
voluntaria la descripción de la persona que las acosó o las hizo sentir mal, para que así las
demás mujeres que transiten por esa zona estén alerta.

A partir de lo anterior, esta investigación ayudaría a que las mujeres adopten una posición
crítica sobre el acoso o cualquier otro tipo de mecanismo de violencia. Será, por tanto, un
apoyo para la mujer que ha sido víctima y que ha estado en silencio por la indiferencia
social de estas experiencias traumáticas. Este estudio constituirá, entonces, una voz para las
mujeres y a su vez expondrá a muchos hombres que practican el acoso constante en las
calles porque no reciben ningún castigo o llamado de atención. Y en últimas se esperaría
que esta investigación con sus objetivos generará una alarma a las autoridades de organizar
mejor la seguridad en estos sectores de Barranquilla.

Este proyecto sería un primer acercamiento a esta problemática a nivel local y sus
resultados serían una contribución para los siguientes estudios sobre el tema y así darle
mayor visibilidad a la problemática no sólo en Colombia sino en otros países.

Objetivo General

Analizar desde una mirada feminista la percepción de inseguridad de las mujeres y su


impacto en el comportamiento cotidiano, delimitando los espacios geográficos y sectores
inseguros de la ciudad de Barranquilla desde 2019-2022

Objetivos Específicos

1. Identificar la percepción de inseguridad de las mujeres en las calles a partir de una


perspectiva feminista en la ciudad de Barranquilla.
2. Comparar la percepción de inseguridad de las mujeres en los espacios públicos, con
la visión de inseguridad de los hombres en la ciudad de Barranquilla.
3. Evaluar el impacto que tiene la percepción de inseguridad en el comportamiento
cotidiano de las mujeres en los espacios públicos de la ciudad de Barranquilla.
4. Establecer las zonas y puntos geográficos que generen inseguridad o alarma para las
mujeres que habitan en la ciudad de Barranquilla.
Bibliografía:

Comisión Económica para América Latina y Caribe (CEPALC). (2015). Acoso sexual en el
espacio público: la ciudad en deuda con los derechos de las mujeres. Párr. 1-2
Recuperado en: https://www.cepal.org/fr/node/34890

Nieto, P. (2012). Mujeres habitando el espacio público, con miedo, pero sin dejar de andar
(Tesis de maestría). Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco, México.

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