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Unidad II

Introducción

¿Qué es el género narrativo?


Para responder a esta pregunta, vamos a desglosar el concepto:

- Género: esta palabra viene del latín genus, que significa “clase o tipo natural de algo”.
La palabra género se usa para agrupar cosas que tienen elementos en común. Se usa
mucho en literatura, y también en gramática (el género gramatical, que en español es
femenino o masculino)
- Narrativo: esta palabra, que es un adjetivo, se usa para describir algo que tiene
carácter de narración. Es decir, cuando se cuenta un relato o una historia.

El género narrativo es, entonces, una clasificación: una etiqueta que podemos ponerle a los
textos que tengan ciertas características.

Cuando hablamos de literatura (que es una clasificación también), estamos hablando de


ciertos textos que pertenecen al género literario. El género narrativo es uno de los tipos de
género literario, junto con el género dramático (que es el teatro), y el lírico (que es la poesía).

Qué es y qué no es literatura es una discusión muy antigua, y parece que a los teóricos (que
son los que arman todas estas clasificaciones) encuentran complicaciones para ponerse de
acuerdo. Por esta razón, hay muchas definiciones de literatura dando vueltas.

Volviendo a la pregunta inicial, vamos a pensar algunas características del género narrativo, y
las vamos a relacionar con lo que hemos leído y lo que vamos a leer.

La narrativa
Llamamos narrativa o género narrativo a esa gran clase de textos que se caracterizan porque
en ellos siempre hay una voz que narra, y que, al narrar, construye un mundo. En ese mundo
se despliegan una serie de acciones, nacidas de un conflicto, llevadas a cabo por diversos
personajes que habitan un espacio y un tiempo determinados. Muchas veces usamos la
palabra relato para hacer referencia a la narrativa.

Los primeros relatos


Todos los pueblos, desde épocas remotas, han construido relatos. A través de ellos, se ha
intentado explicar el fundamento de todas las cosas: es el caso de los mitos y las leyendas, que
buscan dar respuesta a la existencia de los fenómenos naturales, el origen del universo y de
diversos seres, así como la existencia del bien y el mal.

Los relatos también han servido para transmitir hábitos y costumbres consideradas
convenientes para la subsistencia y la organización de los grupos humanos. Esta función se
observa en las fábulas, entre otros tipos de relato didáctico.

Además de explicar y enseñar, las narraciones exponen los deseos profundos que todos
tenemos (tener poder, viajar por lugares lejanos, o volvernos invisibles, por ejemplo), tal como
se manifiesta en los relatos maravillosos.
Si bien tanto los mitos y las leyendas como los relatos didácticos y maravillosos surgieron en
épocas más remotas de las comunidades humanas, no son solo algo del pasado que haya
quedado clausurado: estos tipos de relatos han seguido existiendo a lo largo del tiempo.

La epopeya
Cuando los pueblos buscaron encontrar su identidad, reflexionar sobre sí mismos, y afirmarse
en relación con otros pueblos, produjeron un tipo de narración llamada epopeya.

La epopeya es un relato extenso, en verso (como un poema), transmitido oralmente antes de


que sea registrado por escrito. En él se narran las hazañas de un héroe (en algunos casos, de
existencia real comprobada) que lucha para poder defender a su pueblo y que encarna las
virtudes deseables para la comunidad que lo sigue: valor, honradez, firmeza, y también piedad,
con el enemigo. Las hazañas del héroe épico buscan consolidar un pueblo y su organización, él
es un símbolo de lo colectivo.

Los géneros de la modernidad


Los géneros aludidos hasta ahora pertenecen a etapas alejadas del presente (como la Edad
Antigua, y la Edad Media), aunque siempre reaparezcan retomados o adaptados.

En cambio, la novela y el cuento son especies narrativas cuyo surgimiento está vinculado a la
modernidad.

La novela, en particular, es un género asociado a la Edad Moderna (siglos XVI-XVIII), y se trata


de una narración extensa, que no está ligada en su origen a la epopeya, sino al relato de la vida
contemporánea al momento en que se escribe. Su héroe no es una representación de lo
colectivo (como en la epopeya) sino un individuo.

Cuentos y novelas
De lo anterior se desprende, en resumen, que los cuentos y las novelas tienen libertad
temática, mientras que los otros tipos de relato siempre están organizados en función de
ciertos temas en particular.

Los “temas” de los cuentos y las novelas, pueden agruparse en diferentes categorías (que a su
vez se subdividen)

Pueden ser maravillosos, fantásticos, realistas, y también policiales, de ciencia ficción, de


aventuras. Cada tipo tiene sus propias características, y algunos de ellos suelen aparecer
combinados, habiendo relatos que tienen algunas características de cada tipo.

La diferencia entre cuento y novela, entonces, no necesariamente tiene que ver con el tema
que tratan, sino con la forma en la que lo desarrollan.

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