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Hay un dicho que dice que si deseas hacer reír a Dios cuéntale tus planes,
hoy quiero hacer reír a Dios por eso regreso a los pies del Sembrador para
contarle lo que vive en nuestros corazones para ver si responden a su proyecto,
pues antes que nuestro, el proyecto es de Dios.
"Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos y los envió
de dos en dos delante de él, a todas las ciudades y lugares a donde debía ir.
Les dijo: «La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues,
al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. Vayan, pero sepan que
los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero, ni bolsón, ni
sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos. Al entrar en cualquier casa,
bendíganla antes diciendo: La paz sea en esta casa. " Lc. 10 1 – 5
Jesús envía misioneros. Sólo hay una única misión: la de Cristo. El proceso
de toda misión debe tener como fruto final la formación de la comunidad
eclesial servidora del Reino. En muchas parroquias el trabajo pastoral es hacia
adentro, hacia ella misma y sus estructuras, Jesús nunca dijo “vengan” el envío
es “vayan y hagan discípulos”. Mt 28, 19 – 20. Hay muchos lugares en cada
parroquia donde no conocen a Jesús y los cristianos estamos “encerrados en la
sacristía”. Tal parece que Jesús en lugar de estar a la puerta tocando para
entrar (Ap 3, 20) está tocando y gritando para que lo dejemos salir al mundo a
llevar la Buena Nueva.
Debemos tener claro el proceso que nos enseña la Palabra: en primer lugar
que Jesús es el enviado del Padre: Jesús les volvió a decir: « ¡La paz esté con
ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.» Jn 20, 21
Ahora bien, el envío es “de dos en dos delante de Él, a todas las ciudades y
lugares a donde debía ir” esto quiere decir que nosotros debemos hacer como
Juan el Bautista, ir delante de El a preparar el camino para que cuando El
llegue, sea El quien crezca mientras nosotros disminuimos. Jn 3, 30
Por eso el salir de dos en dos no se trata de salir por salir, sino que debe
hacerse de manera organizada, con un plan para quedarse de manera
permanente, haciendo anotaciones de las personas y familias que visitas, sus
necesidades y talentos, pensando en una casa donde reunirse en comunidad,
pensando y conociendo a futuros animadores, es preparar un lugar, un ambiente
bonito para que Jesús viva con ellos.
1.- Lee despacio LUCAS 10, 1 – 5 y anota lo que más te llamó la atención del
texto Bíblico y por qué.
3.- Cuando nosotros hemos salido a alguna misión ¿anunciamos a Jesús o nos
anunciamos a nosotros mismos y a nuestro grupo o movimiento?
4.- ¿Has seguido todo el proceso que nos dice el Papa Francisco y Aparecida
sobre el tocar puertas?