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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN CRISTIANA


INSTITUTO BÍBLICO DE FALCÓN
MATERIA: PRINCIPIOS DE IGLECRECIMIENTO Y
PLANTACION DE IGLESIAS (MIES)

TRABAJO ESCRITO
VISIÓ N Y MISIÓ N DE LA IGLESIA BAJO LA GRAN COMISIÓ N Y SU
CRECIMIENTO EN EL LIBRO DE LOS HECHOS

Profesor (a): Realizado por:


Jeanett Gonzalez. Colina, Giorenny.
TST – IV Trimestre.

Santa Ana de Coro; octubre de 2.023.


INTRODUCCIÓN

El tema de la misió n, del envío, atraviesa toda la Biblia, Antiguo y Nuevo


Testamento. Dios ha enviado a Moisés, a los profetas, al pueblo de Israel para realizar
entre los hombres una acció n salvadora. Dios Padre ha enviado, sobre todo, a su Hijo
Jesucristo para que los hombres tuvieran vida y la tuvieran en abundancia. El Padre y
el Hijo resucitado han enviado su Espíritu para que vivifique y haga fecunda la acció n
de los discípulos de Jesú s. Los discípulos son enviados para continuar la presencia y la
acció n del Señ or a lo largo y ancho de la historia y de la geografía del mundo. La razó n
de existir de la Iglesia es ésa: prolongar la presencia y la acció n de su Señ or resucitado.
Jesú s mismo, ya durante su vida terrena, escogió un grupo de hombres, a quienes
envió a predicar en algunas ocasiones.

Desde el gran mandamiento, pasando por la gran comisió n designada por el


Señ or Jesucristo a los apó stoles, el inicio de la iglesia primitiva, la acció n del Espíritu
Santo en ésta, hasta tomar como ejemplo de la estrategia de crecimiento y métodos
del apó stol Pablo, será n puntos a tratar en el presente trabajo escrito para reflexionar
acerca de la gran responsabilidad que como iglesia del Señ or tenemos.
DESARROLLO

A) LA MISIÓN DECLARADA EN LA GRAN COMISIÓN DE MATEO 28:18-20.

Una “Misió n” es definida como el trabajo, funció n o encargo que una o muchas
personas deben cumplir.

En el evangelio de Mateo 28:19-20 describe lo que se conoce como la Gran


Comisió n: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizá ndolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñ á ndoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo".

La misió n fue designada por el Jesucristo a los inicialmente doce apó stoles,
enmarcá ndose en continuar Su presencia y Su acció n a lo largo y ancho de la historia y
de la geografía del mundo ejerciendo las siguientes acciones:

 Por tanto, id: Porque Jesú s tiene esta potestad, estamos por
tanto obligados a ir. Es su autoridad la que nos envía, su autoridad la
que nos guía, y su autoridad la que nos fortalece.
 Haced discípulos a todas las naciones: La orden es haced discípulos,
no solamente convertidos o seguidores de una causa. La idea detrá s de
la palabra discípulos es eruditos, aprendices o estudiantes. Haced
discípulos nos recuerda que los discípulos son hechos. Los discípulos no
se crean espontá neamente en la conversió n; son el producto de un
proceso que involucra a otros creyentes. Esta formació n de discípulos es
el poder de esparcir el cristianismo.
 A todas las naciones: En su ministerio anterior, Jesú s deliberadamente
limitó su obra al pueblo judío (Mateo 15:24) y había enviado a sus
discípulos con la misma restricció n (Mateo 10:6). Solamente en raras
excepciones Jesú s ministró entre los gentiles (Mateo 15:21-28). Ahora
todo eso está en el pasado, y los discípulos han sido comisionados para
llevar el evangelio a todas las naciones. No hay lugar en la tierra donde
el evangelio de Jesú s no deba ser predicado y donde no se deban hacer
discípulos.
 Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo: Significativamente, cuando Jesú s les dijo que fueran a todas las
naciones, no les dijo que circuncidaran a los que se convirtieran en
discípulos. En cambio, debían bautizarlos, sugiriendo la separació n con
el judaísmo tradicional. Las palabras y el contexto ciertamente indican
que son los discípulos quienes son bautizados, los que guardan las cosas
que Jesú s ordenó .
 Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: Los
discípulos se hacen a través de la enseñ anza. Esta enseñ anza no
solamente es con palabras, sino con el poder del Jesú s siempre presente.
É l estará presente con su pueblo hasta que el trabajo de hacer discípulos
esté terminado, hasta el fin del mundo. El contenido de la enseñ anza
debe ser todas las cosas que os he mandado. Los seguidores de Jesú s son
responsables de presentar todo el consejo de Dios a aquellos que son
hechos discípulos.
 Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo: Jesú s envió a sus discípulos con una misió n a cumplir, pero no
los envió solos. La promesa de su presencia constante era má s que
suficiente para fortalecer y guiar a los discípulos mientras ellos
obedecían a Jesú s haciendo discípulos a todas las naciones.

B) LA GRAN COMISIÓN Y EL GRAN MANDAMIENTO DE MATEO 22:37-39.

La Gran Comisió n de Mateo 28, aunque no es el má s grande mandamiento, sí


que emerge de él.
El Señ or Jesucristo haciendo énfasis al má s grande mandamiento dijo que
debemos amar al Señ or con todo nuestro corazó n, alma, mente, y fuerza. El segundo es
similar: debemos amar a nuestro pró jimo como a nosotros mismos. De estos dos
mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

Al relacionar la gran comisió n con el gran mandamiento no se trata reducir el


cumplimiento del gran mandamiento solo a hacer discípulos de Jesú s, sino que
realmente el gran mandamiento debe ser la categoría má s grande que gobierna la
gran comisió n.

Por consiguiente, la Gran Comisió n es un trabajo de Amor. Así como los


cristianos crecemos en el amor de Dios, de la misma manera cada discípulo de Cristo
debe responder en obediencia y crecer en el deseo ferviente de proclamar el
evangelio.

Para dar cumplimiento al Gran Mandamiento se tiene que:

 Amar a Dios por sobre todas las cosas = ADORACIÓ N. Este debe ser el
propó sito principal de una iglesia. Si fallamos en amar a Dios, fallamos en todo
lo demá s.

 Amar a tu pró jimo como a ti mismo = MINISTERIO. En este punto es donde se


cumple la Gran Comisió n, siendo:
 Id, y haced discípulos el trabajo de EVANGELISMO.
 enseñ á ndoles que guarden el trabajo de DISCIPULADO.
 bautizá ndolos está hablando del propó sito de la COMUNIÓ N.
C) ¿CÓMO AFECTA LA COMPRENSIÓN DE LA MISIÓN A LA VISIÓN QUE LA
IGLESIA TIENE DE SÍ MISMA Y DE SU LUGAR EN EL MUNDO?

Comprender la naturaleza y misió n propia de la iglesia del Señ or es vital para


mantener el propó sito por el cual ha sido establecida y en base a esto tener una visió n
clara de a donde se puede llegar.

Cada iglesia en particular debe tener claro que cumplir la Misió n encomendada
por el Señ or depende ú nicamente de la presencia del Espíritu Santo, ya que, sin su
obra, el crecimiento de la misma está en graves riesgos.

D) DESARROLLO DE LA IGLESIA EN EL LIBRO DE LOS HECHOS.

Es el libro de los Hechos el que nos permite formar una idea má s completa del
nacimiento de la Iglesia y de su maravilloso desarrollo.

Desde la llegada del pentecostés, la Iglesia aparece, así como una creació n u
obra sobrenatural con fin y medios sobrenaturales, no es una obra humana nacida de
la decisió n o de la voluntad humana.

La obra del Espíritu Santo en la vida de los creyentes de la iglesia primitiva


marca el inicio de un nuevo tiempo en la historia de la salvació n, en el que Dios obra
de una manera muy diferente y profunda en los corazones de sus siervos.

En el libro de los Hechos vemos al Espíritu Santo como el administrador y el


ejecutor de la Gran Comisió n. É l es el motor que impulsó la obra misionera en la
iglesia primitiva. El Espíritu es quien tiene bajo su responsabilidad convencer al
mundo de pecado, guiarnos a toda verdad y glorificar el nombre de Jesú s.
El Imperio romano fue el escenario para la mayor parte de la expansió n del
cristianismo. En el libro de Hechos, vemos que el evangelio cristiano se extendió desde
Jerusalén hacia el exterior por todo el Mediterrá neo oriental, terminando al final del
libro en Roma, a principios de los añ os 60 d. C. 100 añ os má s tarde, aproximadamente
en el añ o 150 d. C., encontramos reportes de cristianos esparcidos a lo largo del
Imperio, incluyendo todas las provincias romanas en la parte oriental del
Mediterrá neo, en todo el norte de Á frica, e incluso en la Francia de hoy día. El
cristianismo también se había propagado má s allá del Imperio hasta la India, y tal vez
incluso hasta el sur de Etiopía.

E) LA ACCION DEL ESPIRITU SANTO EN LA IGLESIA Y LOS CREYENTES.

El Espíritu Santo tiene una funció n ú nica dentro de la Iglesia del Señ or. Su
acció n se manifiesta:

 Convenciendo a las personas de su pecado, y llevá ndolas al


arrepentimiento y la fe, guiá ndolas a la plenitud de la vida en Cristo.
 Sirviendo de Consejero a los creyentes, recordá ndoles todo lo que Jesú s
dijo e hizo.
 Guiando al creyente a toda Verdad, quien guía al creyente, y sirviendo
como a garantía de la herencia eterna prometida en Cristo.
 Intercediendo por los creyentes de acuerdo con la voluntad de Dios.
Ayuda a los hijos de Dios en su necesidad, los limpia y los separa para
una vida santa, los reviste con poder para servir.
 Inspirando unidad, adoració n y servicio.
 Otorgando dones espirituales a todos los creyentes de acuerdo a su
propó sito y soberana voluntad. La Escritura identifica una variedad de
dones, dados para la edificació n de la Iglesia y para su ministerio en el
mundo.
 Guiando a la Iglesia en el escogimiento de sus líderes.
F) LA IGLESIA DE ANTIOQUIA.

La iglesia de Antioquía de Siria juega un papel crucial en el libro de los Hechos.


Es una iglesia que se destacó porque "la mano del Señ or estaba con ellos".

Aquí los creyentes fueron llamados cristianos por primera vez (Hechos 11:26).
Con su mezcla de judíos y gentiles, la iglesia de Antioquía se convirtió en un terreno
fértil para el crecimiento y la difusió n del cristianismo y una congregació n modelo en
los primeros días de la nueva iglesia cristiana.

La ubicació n de la ciudad en una de las principales intersecciones comerciales


entre Egipto, Asia Menor, Grecia, Italia y Mesopotamia convirtió a la iglesia en
Antioquía en un centro estratégico para difundir el evangelio a ciudades alrededor del
Mediterrá neo y má s allá .

Como características evidénciales de esta iglesia local:


 Fue fundada por el testimonio espontá neo de los laicos.
 Ganaban a muchas personas (11:24). Dios convertía a la gente por medio del trabajo
de los creyentes.
 Estaban entregados a la oració n y ayuno (13:1-8).
 Ofrendaban en forma sacrificada y espontá nea (11:27-30).
 Tenían una visió n para el mundo (enviaron a los primeros misioneros: Pablo,
Bernabé).
 Había compañ erismo entre judíos y gentiles (Gá latas 2:11-12). La sanidad de las
relaciones interpersonales era real. Sus estilos de vida y prejuicios habían sido
transformados por el Espíritu Santo.
G) PABLO ESTRATEGA DEL CRECIMIENTO Y SUS METODOS.

Antes de conocer al Señ or, Pablo había dedicado todas sus energías a la tarea
de perseguir a la Iglesia, pero cuando conoció la gracia de Dios, se produjo en él un
cambio tan radical que desde ese momento canalizó todas sus fuerzas en servir a la
causa de Cristo.

Pablo combinaba una extraordinaria visió n misionera con una actitud que le
permitía acercarse a las personas.

Entre sus estrategias fue determinante la plantació n de muchas iglesias.


Asimismo, el estilo de Pablo es totalmente contrario a lo que normalmente hacemos
en la Iglesia hoy. Su estrategia ministerial podría expresarse en este
orden: discípulos, congregación, programa. É l no empezaba por el programa, sino
que dejaba que el programa se desarrollara desde el contexto espontá neo del
discipulado y de la comunió n que surgía entre los discípulos. É l proclamaba el
Evangelio; luego invertía tiempo y esfuerzo en aquellos que respondían, y con ellos
formaba una comunidad de creyentes. Su ministerio creció sobre ese fundamento.

En cuanto a los Métodos que Pablo usó se tienen:

 La predicació n: Pablo predicó el arrepentimiento y la remisió n del


pecado por los méritos de Jesú s (Hechos 13:38-39).
 La exhortació n (1 Timoteo 2:1, Hechos 27:22)
 La consolidació n (Hechos 15:41, Hechos 18:23)
 Su testimonio personal: En su humilde ministerio aprendió a depender
del Espíritu Santo para hacer eficaz la Palabra de Vida, y así en las
diversas ocupaciones de la vida, daba testimonio de su fe en Cristo
(Filipenses 3:13).
CONCLUSIONES

 La misió n fue designada por el Jesucristo a los inicialmente doce apó stoles,
enmarcá ndose en continuar Su presencia y Su acció n a lo largo y ancho de la
historia y de la geografía del mundo.

 Al relacionar la gran comisió n con el gran mandamiento no se trata reducir el


cumplimiento del gran mandamiento solo a hacer discípulos de Jesú s, sino que
realmente el gran mandamiento debe ser la categoría má s grande que gobierna
la gran comisió n.

 Cada iglesia en particular debe tener claro que cumplir la Misió n encomendada
por el Señ or depende ú nicamente de la presencia del Espíritu Santo, ya que, sin
su obra, el crecimiento de la misma está en graves riesgos.

 Desde la llegada del pentecostés, la Iglesia aparece, así como una creació n u
obra sobrenatural con fin y medios sobrenaturales, siendo el Espíritu Santo el
ayudados por excelencia en el crecimiento y desarrollo de la misma.

 La llenura del Espíritu Santo en el creyente y la iglesia en general no debe verse


como una opció n sino una necesidad.

 la iglesia de Antioquía sirvió como un terreno fértil para el crecimiento y la


difusió n del cristianismo y una congregació n modelo en los primeros días de la
nueva iglesia cristiana.

 Pablo fue escogido por Dios como un instrumento para llevar un mensaje de
poder y servir en la extensió n del Reino de los cielos.

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