Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TRABAJO ESCRITO
VISIÓ N Y MISIÓ N DE LA IGLESIA BAJO LA GRAN COMISIÓ N Y SU
CRECIMIENTO EN EL LIBRO DE LOS HECHOS
Una “Misió n” es definida como el trabajo, funció n o encargo que una o muchas
personas deben cumplir.
La misió n fue designada por el Jesucristo a los inicialmente doce apó stoles,
enmarcá ndose en continuar Su presencia y Su acció n a lo largo y ancho de la historia y
de la geografía del mundo ejerciendo las siguientes acciones:
Por tanto, id: Porque Jesú s tiene esta potestad, estamos por
tanto obligados a ir. Es su autoridad la que nos envía, su autoridad la
que nos guía, y su autoridad la que nos fortalece.
Haced discípulos a todas las naciones: La orden es haced discípulos,
no solamente convertidos o seguidores de una causa. La idea detrá s de
la palabra discípulos es eruditos, aprendices o estudiantes. Haced
discípulos nos recuerda que los discípulos son hechos. Los discípulos no
se crean espontá neamente en la conversió n; son el producto de un
proceso que involucra a otros creyentes. Esta formació n de discípulos es
el poder de esparcir el cristianismo.
A todas las naciones: En su ministerio anterior, Jesú s deliberadamente
limitó su obra al pueblo judío (Mateo 15:24) y había enviado a sus
discípulos con la misma restricció n (Mateo 10:6). Solamente en raras
excepciones Jesú s ministró entre los gentiles (Mateo 15:21-28). Ahora
todo eso está en el pasado, y los discípulos han sido comisionados para
llevar el evangelio a todas las naciones. No hay lugar en la tierra donde
el evangelio de Jesú s no deba ser predicado y donde no se deban hacer
discípulos.
Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo: Significativamente, cuando Jesú s les dijo que fueran a todas las
naciones, no les dijo que circuncidaran a los que se convirtieran en
discípulos. En cambio, debían bautizarlos, sugiriendo la separació n con
el judaísmo tradicional. Las palabras y el contexto ciertamente indican
que son los discípulos quienes son bautizados, los que guardan las cosas
que Jesú s ordenó .
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: Los
discípulos se hacen a través de la enseñ anza. Esta enseñ anza no
solamente es con palabras, sino con el poder del Jesú s siempre presente.
É l estará presente con su pueblo hasta que el trabajo de hacer discípulos
esté terminado, hasta el fin del mundo. El contenido de la enseñ anza
debe ser todas las cosas que os he mandado. Los seguidores de Jesú s son
responsables de presentar todo el consejo de Dios a aquellos que son
hechos discípulos.
Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo: Jesú s envió a sus discípulos con una misió n a cumplir, pero no
los envió solos. La promesa de su presencia constante era má s que
suficiente para fortalecer y guiar a los discípulos mientras ellos
obedecían a Jesú s haciendo discípulos a todas las naciones.
Amar a Dios por sobre todas las cosas = ADORACIÓ N. Este debe ser el
propó sito principal de una iglesia. Si fallamos en amar a Dios, fallamos en todo
lo demá s.
Cada iglesia en particular debe tener claro que cumplir la Misió n encomendada
por el Señ or depende ú nicamente de la presencia del Espíritu Santo, ya que, sin su
obra, el crecimiento de la misma está en graves riesgos.
Es el libro de los Hechos el que nos permite formar una idea má s completa del
nacimiento de la Iglesia y de su maravilloso desarrollo.
Desde la llegada del pentecostés, la Iglesia aparece, así como una creació n u
obra sobrenatural con fin y medios sobrenaturales, no es una obra humana nacida de
la decisió n o de la voluntad humana.
El Espíritu Santo tiene una funció n ú nica dentro de la Iglesia del Señ or. Su
acció n se manifiesta:
Aquí los creyentes fueron llamados cristianos por primera vez (Hechos 11:26).
Con su mezcla de judíos y gentiles, la iglesia de Antioquía se convirtió en un terreno
fértil para el crecimiento y la difusió n del cristianismo y una congregació n modelo en
los primeros días de la nueva iglesia cristiana.
Antes de conocer al Señ or, Pablo había dedicado todas sus energías a la tarea
de perseguir a la Iglesia, pero cuando conoció la gracia de Dios, se produjo en él un
cambio tan radical que desde ese momento canalizó todas sus fuerzas en servir a la
causa de Cristo.
Pablo combinaba una extraordinaria visió n misionera con una actitud que le
permitía acercarse a las personas.
La misió n fue designada por el Jesucristo a los inicialmente doce apó stoles,
enmarcá ndose en continuar Su presencia y Su acció n a lo largo y ancho de la
historia y de la geografía del mundo.
Cada iglesia en particular debe tener claro que cumplir la Misió n encomendada
por el Señ or depende ú nicamente de la presencia del Espíritu Santo, ya que, sin
su obra, el crecimiento de la misma está en graves riesgos.
Desde la llegada del pentecostés, la Iglesia aparece, así como una creació n u
obra sobrenatural con fin y medios sobrenaturales, siendo el Espíritu Santo el
ayudados por excelencia en el crecimiento y desarrollo de la misma.
Pablo fue escogido por Dios como un instrumento para llevar un mensaje de
poder y servir en la extensió n del Reino de los cielos.