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La adolescencia es una etapa del ciclo vital, en la cual son más vulnerables debido a

una reorganización de su dinámica familiar, a la influencia de sus pares y a problemáticas

socioeconómicas, por consiguiente, aumenta la probabilidad de que adopten patrones de

conducta desadaptativos (Morales Rodríguez, 2022).

Se ha evidenciado que el uso excesivo del internet puede generar riesgo de presentar

una conducta de dependencia y los adolescentes pueden ser vulnerables a visualizar

contenidos inapropiados y mantener contactos con desconocidos que pueden amenazar su

seguridad (Escudero et al., 2019)

Por otro lado, se han descrito características de los adolescentes que pueden tener

mayor vulnerabilidad a presentar una adicción al internet, como tener dificultades en la

regulación emocional, dificultades en la interacción social y estrategias de afrontamiento

inadecuadas (Echeburúa & Iglesias, 2016).

En cuanto al concepto de adicción al internet, este es definido como una adicción

psicológica, puesto que la conducta de mantenerse conectado online se origina por

reforzamiento positivo y posteriormente se mantiene por reforzamiento negativo, dado que

la persona busca evitar un malestar emocional (Echeburúa, 2011)

Desde el enfoque cognitivo, se considera la adicción al internet como una conducta

compulsiva, en la que se busca comprobar distorsiones cognitivas, como, por ejemplo,

pensamientos catastróficos (Armayones et al., 2016). Dentro de las consecuencias a

mediano y largo plazo de la adicción al internet, se identifica: alteraciones familiares,

incapacidad para asumir responsabilidades, necesidad de que otras personas proporcionen

dinero o recursos para mantener su conducta (Chóliz Montañés & Moliner, 2020 ).

Dado que es una problemática que va en aumento, como técnicas de intervención

efectivas se identifican la terapia cognitiva conductual, la cual se compone de cinco fases:


a) fase motivacional; b) fase de superación de abstinencia; c) modificación conductual y

motivacional; d) prevención de recaídas y e) seguimiento (Marco, 2014).

Referencias

Armayones, M. (n.d.). El efecto smartphone : conectarse con sentido.


Chóliz Montañés, M., & Marcos Moliner, M. (2020). Tratamiento psicológico de la adicción al
juego online. https://doi.org/10.0/CSS/ALL.MIN.D74D1A5D029B.CSS
Clara Marco, M. C. (2014). Tratamiento cognitivo-conductual de la adicción a videojuegos  de
rol online: fundamentos de propuesta de tratamiento y estudio de caso. Anales de
Psicología, 30(1). https://www.redalyc.org/pdf/167/16729452005.pdf
Echeburúa, Enrique. (2011). ¿Adicciones ... sin drogas? Las nuevas adicciones : juego, sexo,
comida, compras, trabajo, Internet (2a. ed.). 125.
Echeburúa Odriozola, E. 1951-, & Becoña Iglesias, E. (2016). Abuso de Internet : ¿antesala
para la adicción al juego de azar online?
Morales, M. (2022). Adolescentes en riesgo: Búsqueda de sensaciones, adicción al internet y
procrastinación. Informes Psicológicos, 22(1), 43–60.
https://doi.org/10.18566/INFPSIC.V22N1A03
Escudero, J. L., Saura-Garre, P., López-Soler, C., Martínez, A., & Alcántara, M. (2019).
Adicción al móvil e internet en adolescentes y su relación con problemas psicopatológicos
y variables protectoras. Escritos de Psicología - Psychological Writings, 12(2), 103–112.
https://doi.org/10.24310/ESPSIESCPSI.V12I2.10065
 

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