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Universidad de Panamá

Facultad de Administración Pública


Escuela de Relaciones Internacionales
Licenciatura en Relaciones Internacionales
Qué entendemos por Seguridad Jurídica VS la Ciudadana
Estudiante:
Yenesis Camaño
8-977-388
Iden Valdés
9-761-1519
Teófilo Castillo
8-1006-1228
Joel Del Cid
3-751-2406
Trabajo presentado al profesor:
Fermín Góndola
Asignatura:
Seguridad Internacional
4044
24 de noviembre 2023
INTRODUCCIÓN

El propósito de la presente investigación es presentar los resultados de la


revisión bibliográfica que se adelantó en relación con algunos temas de la
seguridad jurídica y seguridad ciudadana, por tratarse de principios de amplia y
extensa significación.

La seguridad jurídica y la seguridad ciudadana son conceptos fundamentales


que abordan distintos aspectos de la estabilidad y protección en una sociedad.
Mientras que la seguridad jurídica se centra en la certeza y previsibilidad de las
normas legales, la seguridad ciudadana abarca la protección y bienestar de los
individuos en la vida cotidiana. En este análisis, exploraremos en detalle ambos
conceptos, destacando sus objetivos y examinando las similitudes y diferencias
inherentes.
QUÉ ENTENDEMOS POR SEGURIDAD JURÍDICA
VS LA CIUDADANA

SEGURIDAD JURÍDICA

La seguridad jurídica es un principio que implica la certeza y estabilidad de las


normas legales en una sociedad. Se refiere a la confianza que los ciudadanos y
actores jurídicos tienen en la consistencia y aplicabilidad justa de las leyes. La
seguridad jurídica es esencial para el funcionamiento adecuado de un Estado de
Derecho, proporcionando un marco confiable para las interacciones legales y la
resolución de disputas.

La seguridad jurídica es un concepto que genera disenso en su definición y


aplicación, particularmente en su papel como fin autónomo del derecho o como
un valor dependiente. Este debate se intensifica al considerar su dimensión
ontológica y axiológica. Gustav Radbruch, por ejemplo, postula que la
seguridad jurídica es esencial para evitar la arbitrariedad y asegurar la
justificación del derecho positivo, siendo un valor de orden que complementa a
la justicia y al bien común.

Desde una perspectiva subjetiva, la seguridad jurídica se relaciona con la


orientación, orden, previsibilidad y protección. Diversos autores, como Agustín
Squella, Max Ernst Mayer y Jorge Millas, ofrecen distintas interpretaciones que
abarcan desde la relación con garantías fundamentales hasta la protección del
individuo en sociedad.

Las acepciones de la seguridad jurídica son variadas, incluyendo su


consideración como orden u ordenamiento, herramienta de certeza, elemento
del bien común y remedio contra la arbitrariedad. Se clasifica en sentido
objetivo y subjetivo, genérico y específico, amplio y estricto. Sus
manifestaciones en el ordenamiento jurídico incluyen la presunción del
conocimiento de la ley, el principio de legalidad penal, la irretroactividad de la
ley, la causa juzgada y la prescripción.

Ricardo García Manrique (2012) da una perspectiva y reconoce que hay otros
conceptos de seguridad jurídica diferentes del formal. Se trata de un concepto
material y de un concepto mixto. En cuanto al material, debe entenderse como
la seguridad “respecto de determinados bienes o respecto de la satisfacción de
determinadas necesidades realizada a través del derecho; es material en el
sentido de que requiere que las normas primarias de un sistema jurídico
incluyan determinados contenidos”. Y es mixto aquel concepto según el cual la
seguridad jurídica se “entiende como la seguridad respecto de un derecho
justo”.
El autor colombiano Javier G. Rincón Salcedo concibe la seguridad jurídica
fundamentalmente desde una perspectiva formal, pues la considera como “la
expectativa que tiene todo operador jurídico de que el marco legal es y será
confiable, estable y predecible y como tal, es por sí sola fundamento esencial
de la construcción del Estado y del adecuado funcionamiento de la
Administración Pública, lo que implica que su consolidación y garantía
constituyan uno de los imperativos de actuación para la administración pública
de cualquier Estado.”

El principio de seguridad jurídica implica, por un lado, la certeza del derecho


en cuanto al conocimiento de cuáles serán las normas aplicables en un caso
concreto y, por otro lado, algún grado de seguridad en cuanto a la interpretación
uniforme que jueces y tribunales darán a dichas normas, de tal forma que tenga
realización el principio de igualdad ante la ley, es decir, que ante situaciones de
hecho similares deben seguir pronunciamientos jurisdiccionales similares.

Relación de la seguridad jurídica y el derecho


Puede afirmarse: (i) que el concepto de seguridad jurídica contiene tres
dimensiones desde las cuales debe ser entendido: como la certeza de la
actuación del Estado y de sus agentes, al igual que la de los ciudadanos; como
la certeza y estabilidad del derecho mismo, independientemente del contenido
material de las normas que integran el ordenamiento; y como la seguridad que
resulta del derecho, que deviene de las normas bien dispuestas, y que resulta en
una seguridad específica con respecto a algunos o varios bienes jurídicos
protegidos; (ii) que la seguridad jurídica es un elemento fundamental de
cualquier ordenamiento jurídico, y que su relación con el derecho es
esencialmente legitimadora y garantista, pues es a través de la seguridad jurídica
que los demás principios del derecho se materializan y son garantizados,
logrando así un armónico funcionamiento de cualquier sistema legal.

Importancia de la seguridad jurídica


La importancia de la seguridad jurídica para la existencia y correcto
funcionamiento de un Estado no puede soslayarse. No resultaría posible hablar
de un Estado de derecho, sin Seguridad Jurídica, de ahí su fundamental
importancia.

La seguridad jurídica no solamente resulta un principio fundamentador del


Estado de derecho y un cimiento necesario para todos los demás principios que
lo componen, sino que además constituye uno de los argumentos esenciales que
pueden presentarse para justificar la obediencia al derecho. Además, la
seguridad jurídica hace posible que los bienes que más preciamos se
materialicen, tales como la vida, la libertad, la igualdad, la propiedad y otros,
sin los cuales no parecería viable la existencia tal como la hemos conocido hasta
ahora.

Principales amenazas a la seguridad jurídica


Entre las variadas causales que se han identificado como responsables de afectar
la seguridad jurídica se cuentan: el irrespeto a la división de poderes por parte
de los funcionarios públicos, las actuaciones del Ejecutivo que pretenden
impacto social pero que contradicen el texto de las normas legales, los
funcionarios del Estado que ignoran los precedentes judiciales, la invasión de
la órbita de competencia de las otras ramas del poder por parte de los jueces,
por ejemplo. Sin embargo, parece haber consenso entre los autores en cuanto a
que las mayores amenazas a la seguridad jurídica pueden ubicarse en el campo
de las leyes, ya sea por una excesiva producción legislativa o por una legislación
que es contradictoria, así como también en el campo de la jurisprudencia,
especialmente girando alrededor del espinoso tema del precedente judicial.

OBJETIVOS DE LA SEGURIDAD JURÍDICA


Los objetivos de la seguridad jurídica incluyen garantizar la igualdad ante la
ley, la protección de los derechos individuales y la promoción de la confianza
en las instituciones legales. Busca crear un entorno en el cual los ciudadanos
puedan prever las consecuencias de sus acciones y confiar en que las normas
legales se aplicarán de manera justa y consistente.

• Garantizar que los ciudadanos y las autoridades conozcan y se sujeten al


ordenamiento jurídico.
• Asegurar que las conductas susceptibles de consecuencias penales estén
claramente tipificadas por la ley.
• Impedir que las normas tengan efectos retroactivos, brindando certeza
jurídica sobre las situaciones pasadas.
• Establecer la irreductibilidad de las decisiones judiciales, eliminando la
incertidumbre sobre casos ya resueltos.
• Poner fin a situaciones jurídicas inciertas y reducir la beligerancia legal
mediante la limitación temporal para reclamar derechos.

Ha quedado claro que la Seguridad Jurídica es uno de los valores o principios


más importantes de un ordenamiento jurídico, pues sin ella no resulta posible la
convivencia pacífica entre los ciudadanos, ni posible la planificación o
ejecución de un plan de vida individual o colectivo; es la primera y más
importante manifestación de un Estado de derecho bien dispuesto, en razón a
que sirve como freno y control al poder del Estado y de sus agentes, lo cual
constituye una de las principales justificaciones de obediencia al derecho.

SEGURIDAD CIUDADANA

La seguridad ciudadana es un concepto que se refiere a la protección y


preservación de la seguridad, el orden público y el bienestar de los ciudadanos
en una sociedad. Este concepto abarca una amplia gama de aspectos, incluyendo
la prevención del delito, la gestión de crisis, la respuesta a emergencias, la
protección de los derechos individuales y la promoción de un entorno seguro y
pacífico para la convivencia.

Origen:
La noción de seguridad ciudadana tiene sus raíces en la preocupación por la
seguridad y el bienestar de los ciudadanos. A lo largo de la historia, diversas
sociedades han buscado formas de mantener la paz y proteger a sus habitantes
de amenazas internas y externas. El enfoque en la seguridad ciudadana ha
evolucionado con el tiempo y se ha convertido en un componente importante
de la política y la administración pública en muchos países.

¿Qué es?
La seguridad ciudadana implica la implementación de medidas y políticas
destinadas a prevenir la comisión de delitos, proteger a los ciudadanos de
amenazas a su seguridad y garantizar el cumplimiento de la ley. Incluye la
colaboración entre diversos actores, como fuerzas de seguridad, instituciones
judiciales, gobiernos locales y la comunidad en general. Además de la
prevención y la respuesta al delito, también aborda cuestiones relacionadas con
la seguridad vial, la seguridad en eventos públicos y la gestión de crisis.

Cómo se efectúa:
La implementación de la seguridad ciudadana implica una combinación de
estrategias y acciones a nivel preventivo, reactivo y de participación
comunitaria. Algunas de las medidas comunes incluyen:

Prevención del delito: Desarrollo e implementación de políticas y programas


destinados a reducir las condiciones que propician el delito, como la pobreza,
la falta de acceso a la educación y la desigualdad.

Presencia policial: Aumento de la presencia policial en áreas de mayor riesgo y


patrullaje para disuadir la actividad delictiva.

Cooperación comunitaria: Involucramiento de la comunidad en la identificación


de problemas locales y en la búsqueda de soluciones. Esto puede incluir
programas de vecindario seguro y la colaboración entre la policía y los
ciudadanos.

Sistema judicial eficiente: Garantizar un sistema judicial efectivo y eficiente


que pueda procesar rápidamente los casos y asegurar la aplicación de la ley.

Educación y concienciación: Desarrollo de programas educativos para


concientizar a la población sobre temas de seguridad y fomentar una cultura de
respeto a la ley.

Es importante destacar que la seguridad ciudadana es un esfuerzo conjunto que


implica la colaboración de diferentes sectores de la sociedad, y su
implementación puede variar según las características específicas de cada país
o comunidad.

Objetivos
Estos objetivos buscan crear entornos seguros y pacíficos para que los
ciudadanos puedan llevar a cabo sus actividades diarias sin temor, al tiempo que
promueven la justicia y el respeto por los derechos individuales. Es importante
que las estrategias de seguridad ciudadana sean integrales y consideren
múltiples factores para abordar eficazmente los desafíos relacionados con la
seguridad pública.
Este objetivo se puede desglosar en varios aspectos interrelacionados:

1. Prevención del Delito:

- Reducir la incidencia delictiva mediante estrategias y políticas que


aborden las causas subyacentes del crimen, como la pobreza, la
falta de oportunidades y la desigualdad.

2. Protección de la Vida y Propiedad:

- Asegurar la seguridad física de los ciudadanos y proteger sus


propiedades de posibles amenazas y peligros.

3. Mantenimiento del Orden Público:

- Garantizar un entorno en el que los ciudadanos puedan vivir y


trabajar sin temor a disturbios, violencia o desorden público.

4. Respuesta Efectiva a Emergencias:

- Desarrollar capacidad de respuesta rápida y eficiente para hacer


frente a situaciones de emergencia, desastres naturales, crisis y
eventos que puedan poner en peligro la seguridad pública.

5. Promoción de la Participación Comunitaria:

- Involucrar a la comunidad en la identificación de problemas de


seguridad locales y fomentar la colaboración entre los ciudadanos,
las autoridades locales y las fuerzas de seguridad.

6. Garantía de Derechos Individuales:

- Proteger y respetar los derechos individuales de los ciudadanos


mientras se llevan a cabo acciones para mantener la seguridad
pública, evitando el uso excesivo de la fuerza y respetando el
debido proceso legal.

7. Construcción de Confianza:
- Fomentar la confianza y la cooperación entre la policía y la
comunidad para fortalecer la eficacia de las medidas de seguridad
y promover una relación positiva entre ambas partes.

8. Desarrollo de una Cultura de Seguridad:

- Promover una cultura de seguridad que incluya la conciencia


ciudadana sobre la importancia de mantener un entorno seguro y
la responsabilidad compartida en la prevención del delito.

9. Mejora del Sistema Judicial:

- Fortalecer el sistema judicial para garantizar que los delincuentes


sean llevados ante la justicia de manera efectiva y justa,
contribuyendo así a la disuasión del delito.

10. Adaptabilidad a Cambios Sociales:

- Mantener la capacidad de adaptarse a cambios en la sociedad y en


las dinámicas delictivas, ajustando las estrategias de seguridad de
manera continua.

SIMILITUDES Y DIFERENCIAS entre Seguridad Jurídica y Ciudadana


Ambos conceptos comparten la meta fundamental de garantizar la protección y
el bienestar de los individuos, pero difieren en su enfoque. Mientras que la
seguridad jurídica se concentra en la estabilidad normativa y la igualdad ante la
ley, la seguridad ciudadana aborda directamente las amenazas a la vida
cotidiana y la convivencia pacífica.

La simbiosis entre estos dos conceptos radica en la creación de un tejido social


donde la certeza legal se entrelaza con la tranquilidad ciudadana. Aunque sus
objetivos difieren en enfoque, ambos convergen en la aspiración de construir
sociedades donde los individuos puedan vivir con confianza, libres de amenazas
y con la certeza de que sus derechos son protegidos. La comprensión y
promoción conjunta de la seguridad jurídica y ciudadana son esenciales para la
construcción de sociedades resilientes y justas, donde la ley no solo sea un
instrumento normativo, sino también un escudo protector para cada ciudadano.
CONCLUSIÓN

Abarcando el tema estudiado desde un tono general, podemos concluir que la


seguridad jurídica es un concepto multidimensional que abarca desde la garantía
del conocimiento de la ley hasta la protección contra la arbitrariedad. Su papel
como fin autónomo del derecho o valor dependiente genera debates
sustanciales. Aunque se busca proporcionar certeza y orden en el ordenamiento
jurídico, la complejidad de su definición y su relación con otros valores
fundamentales, como la justicia, reflejan la naturaleza dinámica y desafiante de
la seguridad jurídica. En última instancia, su realización implica equilibrar la
necesidad de un marco normativo claro con la adaptabilidad necesaria para
abordar las complejidades cambiantes de la sociedad y la ley.

De la misma manera la seguridad ciudadana busca mantener a las personas


seguras y protegidas en su vida diaria. Esto implica prevenir el delito, responder
a emergencias, mantener el orden público y fomentar la participación de la
comunidad. Todo esto se logra respetando los derechos individuales y
construyendo confianza entre la sociedad y las autoridades. Es un esfuerzo
conjunto para crear entornos seguros y pacíficos en los que todos puedan vivir
sin miedo.

En la intersección de la seguridad jurídica y la seguridad ciudadana, se revela


la compleja red que sustenta la estabilidad de una sociedad. La seguridad
jurídica proporciona el cimiento normativo sobre el cual se erige el Estado de
Derecho, asegurando la confianza y la equidad en el sistema legal. Por otro lado,
la seguridad ciudadana se materializa en las calles y comunidades, ofreciendo
un entorno propicio para el florecimiento de la vida cotidiana.

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