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Ahora bien, como ya hemos visto, la normativa canaria parece limitar la obligación de la
consulta previa a los instrumentos de ordenación sometidos a evaluación ambiental
estratégica ordinaria y no a todos. De entenderlo así, significaría que los instrumentos
cuya iniciación no debe someterse a consulta previa no tienen naturaleza reglamentaria
pues, si la tuvieran, quedan incluidos en la obligación del artículo 133 LPACAP. El
debate doctrinal sobre la naturaleza reglamentaria de los planes urbanísticos tiene larga
historia; en todo caso, aún con diversos matices, la jurisprudencia al respecto viene a
sentar la naturaleza normativa (con rango reglamentario) de los instrumentos de
ordenación territorial y urbanística. Además, sería poco sostenible predicar la naturaleza
reglamentaria de los instrumentos sometidos a EAE ordinaria y negársela a los restantes.
En consecuencia, si al elaborar un instrumento de ordenación (esté o no sometido a EAE
ordinaria) ha de entenderse que la Administración correspondiente está ejerciendo su
potestad reglamentaria, entonces todos ellos, sin excepciones, están sujetos a la
obligación del artículo 133 LPACAP y, por lo tanto, la iniciativa pública de su
elaboración ha de someterse al trámite de consulta previa a través de la web.
No obstante, el mismo artículo 133 LPACAP prevé que podrá prescindirse del trámite de
la consulta previa cuando (1) concurran razones graves de interés público que lo
justifiquen, (2) la propuesta normativa no tenga un impacto significativo en la actividad
económica, no imponga obligaciones relevantes a los destinatarios o regule aspectos
parciales de una materia y, finalmente (3) si la normativa reguladora del ejercicio de la
potestad reglamentaria por una Administración prevé la tramitación urgente de estos
procedimientos (en este caso, la eventual excepción del trámite por esta circunstancia se
ajustará a lo previsto en aquella). No voy a entrar en los dos primeros motivos que habría
que valorar analizando el contenido concreto de cada iniciativa de planeamiento para
discernir si son de aplicación. En cuanto al último, en cambio, es claro que la normativa
que en Canarias regula la potestad (reglamentaria) de elaborar instrumentos de
planeamiento es la LSENPC y el RPC; por tanto, cabría defender que los instrumentos
cuya regulación procedimental se basa en la urgencia de la tramitación (entre los que
están las Ordenanzas Provisionales municipales e insulares), estarían eximidos de la
consulta previa y sometidos al procedimiento de la Ley (que no lo prevé).
El acuerdo de iniciación de un instrumento de ordenación no es en el fondo otra cosa
Lo cierto es que en Canarias se ha asumido, sin demasiada reflexión, que las Ordenanzas
Provisionales (tanto las municipales como las insulares) no requieren someterse al
procedimiento de evaluación ambiental. De hecho, eso mismo pensaba el grupo
parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso cuando a los pocos meses de entrada
en vigor de la LSENPC presentó recurso de inconstitucionalidad contra ella: sostenían
que el artículo 154.1 de la ley canaria excluía las ordenanzas provisionales de la
evaluación ambiental estratégica, incumpliendo lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley
21/2013 de Evaluación Ambiental (LEA). No es así, ni en el artículo 154 ni en ningún
otro, la Ley exime expresamente a las Ordenanzas de la evaluación ambiental. Tampoco
cabe concluir que, como el procedimiento de la LRBRL no contempla la EAE, las
Ordenanzas están exentas, ya que ello implicaría el absurdo de que cualquier
procedimiento establecido antes de la promulgación de la LEA no está obligado por ella.
Por el contrario, en tales casos lo que hay que hacer es integrar el procedimiento
específico con las exigencias derivadas de la evaluación ambiental estratégica.
Como no podía ser de otra manera, el Tribunal acogió los argumentos que defendían la
constitucionalidad de esta materia, declarando que para discernir si las Ordenanzas habían
se someterse a evaluación ambiental habría que atender al contenido concreto de las
mismas en cada caso. Por tanto, no debería haber dudas al respecto: si el contenido de
unas OPM (o Insulares) es el propio de un instrumento de planeamiento sometido a EAE,
aquéllas deben someterse a la evaluación ambiental. Solo estarían eximidas de ese
procedimiento cuando su contenido no es propio de ninguno de los instrumentos de
planeamiento de la Ley sino de unas normas reglamentarias (como, por ejemplo, las
ordenanzas municipales tradicionales).
Ahora bien, de la propia definición de las OPM que hace el artículo 154.1 LSENPC
parece claro que el contenido de las mismas es —si no siempre, casi siempre— la
modificación menor del contenido de un plan. De hecho, la propia Ley contempla las
OPM como instrumento alternativo (más rápido, se supone) a la modificación menor del
correspondiente instrumento de planeamiento. En otras palabras, lo habitual es que los
contenidos sustantivos de las OPM sean determinaciones de planeamiento urbanístico, en
concreto de la ordenación pormenorizada (como era el caso que planteaba el
Ayuntamiento de Telde), cuyo objeto es precisamente legitimar futuras actuaciones.
Consecuentemente, tal como expuso en el recurso de inconstitucionalidad la letrada del
Gobierno de Canarias y corroboró la sentencia del TC, la regla general es que las
Ordenanzas Provisionales están sometidas al procedimiento de evaluación ambiental
simplificada.
Creo que ésta es conclusión obligada de la lectura de la normativa legal (LSENPC y LEA)
a la luz de la sentencia citada del Constitucional; pero, además, me parece de sentido
común. Si, mediante unas Ordenanzas Provisionales hacemos lo mismo que mediante una
Modificación menor del Plan, y ésta está requiere de evaluación ambiental, también las
primeras han de someterse al mismo procedimiento. Lo contrario sería, a mi modo de ver,
un fraude de Ley. No es admisible que, para conseguir una tramitación más rápida, se
suprima uno de los requerimientos fundamentales del proceso, como es la evaluación
ambiental. No obstante, las pocas Ordenanzas Provisionales de las que tengo noticia se
han tramitado sin someterlas a evaluación ambiental. En el próximo post comentaré
algunas de ellas.
– Ordenanza Provisional Adaptación del Régimen de Usos del PGOU-05 (Santa Cruz);
inicio en junio 2021
– Ordenanza Municipal Provisional para la ejecución de un sistema general viario en El
Paso (La Palma); aprobación inicial abril 2022
– Ordenanza Provisional Municipal para la modificación de los parámetros urbanísticos
de la zona 5-Naves Industriales (Tamaimo); aprobación inicial marzo 2022
– Ordenanza Provisional Municipal de Regulación (Zonificación y Parámetros
Urbanísticos) de suelo urbano en relación a la parcela municipal (Los Llanos de
Aridane); aprobación definitiva octubre 2021
– Ordenanza Provisional para la modificación de la tipología de aplicación en la parcela
situada en la calle La Resbala (La Victoria); aprobación inicial:
– Ordenanza Provisional que redistribuye usos dotacionales y de equipamiento sobre
dos parcelas públicas (Puerto de la Cruz); aprobación inicial junio 2022
– Ordenanza provisional para la ampliación de la infraestructura viaria y dotación
general en el núcleo de Adeje; aprobación inicial agosto 2022
– Ordenanza Provisional Insular del Complejo SocioSanitario Insular de La Palma;
informe ambiental febrero 2022
OPM para modificar parámetros edificatorios de las parcelas de uso dotacional (Arrecife)
La OPM consiste en la modificación del artículo 173 del PGO de modo que se permite,
en el caso de construcción de edificios de uso dotacional, la composición libre dentro
de la parcela, suprimiéndose todos los parámetros edificatorios de la zona homogénea
de aplicación salvo la edificabilidad, que incluso se permite aumentar en un 25%. Se
aprobó inicialmente por el Pleno municipal en abril de 2018, se sometió a información
pública y, al no haberse presentado reclamaciones, el acuerdo se elevó a definitivo
mediante publicación en el BOP 106 de 3 de septiembre de 2018. No hubo EAE.
OPM para redistribuir usos dotacionales y de equipamiento en dos parcelas públicas del
Puerto de la Cruz
El antiguo hotel Taoro y la parcela anexa (bienes patrimoniales) fueron arrendados
para su explotación a una empresa turística, previéndose la ejecución de unas obras
que exigían la redistribución de los usos establecidos en la ordenación urbanística sin
incremento de la superficie edificable. Entre tanto se apruebe un nuevo PMM que
contemple estos cambios, en marzo de 2022, el Cabildo insta al Ayuntamiento la
tramitación de una OPM redactada por GESTUR por encargo de la corporación
insular. Antes de iniciar la tramitación, en abril de 2022, el Ayuntamiento solicita a la
CEAT que se pronuncie sobre si procede someter esta OPM a evaluación ambiental.
La CEAT, en mayo de 2022, acuerda que no es necesaria la EAE porque la OPM no
tiene efectos significativos sobre el medio ambiente, desarrollando una extensa
justificación jurídica basada principalmente en la sentencia TC 86/2019 de 20 de junio.
El Pleno municipal de 27 de junio de 2022 acordó la aprobación inicial de la OPM y
someterla a información pública.
Tiene por objeto calificar con el uso de cementerio una parcela adyacente al actual a fin
de permitir su ocupación con nuevos nichos, estableciéndose los parámetros
urbanísticos pertinentes. Se aprobó inicialmente por el Pleno municipal de 22 de enero
de 2020, se sometió a información pública sin que se presentaran reclamaciones, el
Gobierno de Canarias se pronunció favorablemente sobre la OPM señalando además
que no requería EAE y, finalmente, en el Pleno de 25 de junio de 2020 se aprobó
definitivamente (publicación en el BOP de 1 de julio de 2020).