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Contenido

¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA HUMILDAD EN N.A.?

ETIOLOGÍA DE LA PALABRA "HUMILDAD"

¿QUÉ ES LA HUMILDAD?

¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA HUMILDAD EN N.A.?:

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE: (PASOS 1, 2 y 3).

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE AUTOANÁLISIS O AUTOCONOCIMIENTO: PASOS 4, 5, 6 ...................................

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE CAMBIO PROFUNDO, (PASOS 7, 8, 9 y 10).

TRAMPAS DEL CAMINO: "LA FALSA HUMILDAD"

LA HUMILDAD EN EL EQUILIBRIO FÍSICO, MENTAL Y ESPIRITUAL

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA ESPIRITUAL: (PASOS 11 y 12)

¿COMO INFLUYE LA HUMILDAD EN LA ESTRUCTURA DE N.A.?


¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA HUMILDAD EN N.A.?

INTRODUCCIÓN

Primeramente, un caluroso y fraternal saludo a todos los compañeros de Neuróticos Anónimos de México,
quienes en este momento están leyendo este valioso instrumento de recuperación como lo es nuestra revista
“Fraterna”; en esta oportunidad me da un inmenso placer poder compartirles por escrito la ponencia
asignada a Venezuela, en el marco de la IV Convención Internacional de Neuróticos Anónimos. Jamás
imaginamos que iba a tener tanta aceptación, pero después de vivir incontables y efusivas demostraciones
de cariño y solidaridad, durante el desarrollo del tema y al término del mismo, entendí que algo que fue
hecho con tanto amor no podía arrojar otros resultados. Es por ello que le damos infinitas gracias a DIOS por
su inspiración y por permitir nuestra presencia acá, a Grover B. por dejarnos este precioso legado, al Comité
Organizador de este santo evento, quiénes aún sin conocernos tuvieron esa grandeza de corazón para
asignarnos la gran responsabilidad de desarrollar en forma verbal este tema de “La Humildad”, tan delicado
y vital para nuestra evolución integral. Gracias también al equipo de la revista “Fraterna” por regalarnos
esta oportunidad de oro para llevar este mensaje escrito a toda la comunidad y por último damos las gracias
a todos los compañeros de N.A. por ser los principales soportes orgánicos de nuestra organización y en
especial de esta gran IV Convención Internacional.

La gran ventaja de poderles presentar por escrito este tema, radica en que se amplificará la fecundidad del
mismo ya que así les puedo expresar en forma ordenada y sistemática, todo, absolutamente todo, lo que no
les pude expresar en aquellos memorables treinta minutos de exposición interactiva.

Esta visión de la humildad que aquí les presentaré no es más que el producto de algunas vivencias
personales, en combinación con una ruta o bitácora espiritual de viaje, inspirada y engranada debidamente
con los DOCE PASOS de recuperación de nuestro programa. Espero les pueda servir como una clara
referencia tanto del itinerario del camino de recuperación así como de su meta, porque “El que no tiene
metas o no sabe adónde va sencillamente ya llegó y si ya llegó allí se quedó”, pero gracias a DIOS que en
nuestro caso es diferente, ya que la meta última de todas nuestras metas es encontrar, a través de una
inagotable búsqueda, el genuino gozo de la vida y la paz interior que solo se puede obtener dentro de la
práctica del amor puro y para lograr eso debemos caminar un largo pero agradable sendero, guiados de la
mano de DIOS, de nuestro PROGRAMA y con ese colosal bastón de apoyo que se llama “LA HUMILDAD”.

Voy a iniciar este trabajo diciéndoles (tal como lo hice en la Convención) que: Mi nombre es Neurótico, mi
apellido es Anónimo y mi gran problema se llama Carlos Franco……… (Gracias por ese hola), y como el tema
es tan trascendental para la vida de todos nosotros vamos a abordarlo de manera directa y sin más
preámbulos. Antes, les quiero comentar que el desarrollo de este tema está ligado a la secuencia de unas
diapositivas que también están a su disposición en la O.S.G. de tal manera que les iré indicando el número
de la diapositiva que le corresponda a cada parte, así si algún compañero considera de alguna utilidad hacer
esta exposición en cualquier Grupo e inclusive ponerle su toque personal, resumirla e incluso mejorarla
según sea el caso, podrá hacerlo con toda libertad, así que arrancamos esta presentación con el título de la
ponencia en la Diapositiva Nº. 1, seguido del origen de la palabra:

ETIOLOGÍA DE LA PALABRA “HUMILDAD”:

Considero indispensable saber cuál es el origen de la palabra “Humildad”, ya que todas las palabras al igual
que nosotros, los seres humanos, tienen un mapa genético y una historia propia, entonces, conociendo estos
elementos podremos saborear su significado dentro de la profundidad y alcance que ella posee, y esto,
compañeros, es válido para todas las palabras ya que ellas fueron creadas por DIOS como un lenguaje más
(de tantos que ÉL usa) para entendernos entre nosotros y entender lo que ÉL desea para nuestras vidas,
además, que de su buen uso, depende que llegue o no, nuestro mensaje de amor y esperanza a los más
necesitados.

No quiero que piensen que describir el origen de la palabra “Humildad” es un ejercicio más de pedantería
intelectualoide, no compañeros, las palabras tienen fuerza porque tienen un determinado origen y una
evolución histórica, factores que le confieren una personalidad propia, una energía vital y un sonido especial
a cada una de ellas, el cual retumba en nuestras mentes produciendo un efecto determinado.

De esta manera podemos sostener que buscar la raíz de las cosas es parte de la naturaleza de un N.A.,
fíjense que si el compañero Grover no hubiese buscado y encontrado que el egoísmo innato es la raíz de
nuestra enfermedad física, mental y espiritual, jamás existiría este maravilloso PROGRAMA, él nos enseño
con su ejemplo que hay que buscarle el génesis a las cosas.

Otro ejemplo de lo que les digo: En cuanto al PROGRAMA se refiere, tenemos que si en el QUINTO PASO no
buscamos la raíz exacta de nuestros defectos de carácter, jamás lograremos construir las bases de inicio,
para los cambios necesarios, que nos llevarán a nuestra recuperación total; por lo tanto conocer la raíz, no
tanto de las palabras, sino, de todas las cosas de la vida, se nos hace necesario mantenerlo como una
disciplina de estudio y aún más, desarrollarlo como una forma de ser de un N.A.

Un miembro de N.A. siempre debe estar sediento de conocimientos, de lo contrario nos costará mucho
entender el PROGRAMA y mucho más adentrarnos en su esencia para crecer en forma constante y armoniosa.

Bien, dicho esto les comento que la raíz de la palabra humildad proviene del adjetivo latino húmilis, del
cual se derivó la palabra “húmil”, lo mismo ocurrió con los siguientes adjetivos latinos:

frágilis que pasó a “frágil”.


fácilis a “fácil”.
útilis a “útil”.
Sin embargo es necesario aclarar que yendo más atrás, este adjetivo, húmilis deriva de húmus, es decir
“tierra”, algo que está muy cerca de la altura del barro, algo bajo, que no sobresale, así que nuestra
palabra humildad, nace del latín con un sello primario de muy bajo perfil, para mayor comprensión fíjense
en estas expresiones: turris húmilis et parva (Es una torre, baja y pequeña), húmilis habitare casas (Habitar
casas de bajo techo), húmilis córpore hómines (Hombres de baja estatura), húmilis volat (Vuela a ras de la
tierra).

Quiere decir, entonces, que partir de estos significados puramente físicos, se desarrollan, en consecuencia,
los significados específicos referidos al ser humano y a su entorno que en todo caso implicaban un juicio de
valor negativo e inclusive llegó a utilizarse como un insulto: la húmilis casa es efectivamente una choza de
bajo techo pero se entiende que también es de bajo nivel social, de baja categoría; fíjense otro ejemplo:
húmilis mentis o húmilis ánimi era la persona de poca inteligencia o de poco valor y así poco a poco el
término fue degenerando quedando subordinado a niveles de humillación, pero posteriormente en la era del
cristianismo se rescató su significado despojándolo de esa carga despectiva, siendo la palabra humilitas
(humildad) una de las más excelsas virtudes humanas, hasta el día de hoy.

Sinónimos de humildad: Modestia, docilidad, recogimiento, recato, paciencia, moderación, suavidad,


sencillez, llaneza, acatamiento, obediencia, decoro, pudor, mansedumbre.
Antónimos de humildad: Soberbia, orgullo, vanidad, rebeldía, bajeza, ruindad, envilecimiento, desamparo.
Bien compañeros, conociendo parte del génesis y la historia de la palabra “Humildad”, vamos a
introducirnos de una buena vez en la navegación de este fascinante tema desglosándolo en los cuatro puntos
siguientes:

1.- ¿Qué es la humildad?

2.- ¿Cuál es la función de la humildad en N.A.?

3.- ¿Cómo adquirir la humildad a nivel individual? Y

4.- ¿Cómo influye la humildad en la estructura de N.A.?

Seguidamente vamos con el primer punto:

¿QUÉ ES LA HUMILDAD? :
Existen muchos conceptos en la sociedad sobre este valor, pero de eso no nos ocuparemos hoy, mejor
iniciaremos como es lógico, con el concepto que manejamos dentro del PROGRAMA de N.A.

En función de este concepto vamos a basar la adquisición de nuevos valores, amén de reforzar los que
medianamente traíamos antes de entrar en el PROGRAMA y de esta manera ir desarrollando las herramientas
necesarias para trabajar nuestro crecimiento y nuestro cambio de personalidad.

Uno de los muchos legados que nos dejó Bill W. fue el siguiente concepto de humildad, por el cual
iniciaremos las bases de este estudio a partir del mismo:

“La humildad es un término medio entre esos extremos emocionales violentos. Es un lugar tranquilo donde
se puede mantener una perspectiva y un balance emocional para lograr subir al próximo pequeño escalón
del camino que nos lleva a los valores eternos”. (Adaptado de Bill escribe sobre lo mejor de Bill. Pág. 46).

Es importante destacar que el anterior concepto, contiene dos elementos importantes: El primero es el
elemento emocional, cuando Bill habla de “esos extremos emocionales violentos” él nos quiere indicar que
existen varios extremos emocionales violentos, que son caras de una misma moneda ya que según sea su
intensidad, nos ubican en ese extremo indeseable y además, nos pueden llevar al estancamiento y a la
autodestrucción, ejemplo de ellos son los extremos de la rabia y el miedo (dos caras de la misma moneda),
igualmente la euforia y la depresión, pero sobre todo los extremos de la culpabilidad y la soberbia. La
culpabilidad nos hace sentir como un despojo humano, exagerando nuestros defectos de carácter, y por el
otro lado, la soberbia espiritual nos hace vanidosos, autosuficientes y egoístas, es decir, nos hace creer que
somos el centro del universo; en consecuencia, la humildad nos impide inclinarnos hacia algún extremo de
los ejemplos antes mencionados, ya que siempre estaremos dentro del fiel de la balanza, en la calle del
medio, en la banda central, es decir, en ese punto donde dice: “Es un lugar tranquilo donde se puede
mantener una perspectiva y un balance emocional”.

Ahora bien, indudablemente que no es fácil ubicarse y mucho menos mantenerse permanentemente en ese
eje central o de equilibrio, ya que el reto es precisamente aprender a través de la humildad a ubicarnos allí,
pero no hay porque preocuparse ya que todos, absolutamente todos, sin excepción, tenemos la capacidad de
aprenderlo y aplicarlo en nuestro diario vivir como lo veremos más adelante, así como también, más
adelante les complementaré este importante concepto de humildad anteriormente planteado, a fin de
presentarles una visión mucho más amplia e integral del mismo.

Posteriormente, el concepto de Bill nos arroja al segundo elemento, es decir al elemento espiritual,
diciéndonos lo siguiente: “Para lograr subir al próximo pequeño escalón del camino que nos lleva a los
valores eternos”, son esos valores eternos los que le dan la característica espiritual a este enunciado ya que
son esos valores los que nos van a servir de escalera espiritual para lograr los cambios internos que nos
llevarán a ser mujeres y hombres con una nueva personalidad.

Antes de proseguir, es necesario precisar qué es un valor eterno: Un valor humano y eterno es un Bien
Universal, es una manifestación ética y moral propia de la naturaleza humana; son eternos porque son
permanentes e infinitos, nunca se acaban, también son intemporales porque su esencia no se transforma con
el paso del tiempo; son humanos porque la única criatura del universo que tiene la capacidad de
humanizarse y deshumanizarse es precisamente el ser humano, en cuanto a esto tenemos que la única forma
de humanizarnos es a través de los valores y la única forma de deshumanizamos es a través de los
antivalores, los cuales, a su vez, inducen a la práctica de todos los defectos de carácter habidos y por
haber, convirtiéndonos en unas criaturas sin control.

No se puede juzgar a un gato, a un perro, a un caballo a una serpiente o a un burro, ya que ellos solo actúan
con una conducta de sobrevivencia genéticamente preestablecida, y aunque la mayoría de estos animales no
viven en función de valores, no deja de sorprendernos algunas manifestaciones impregnadas de amor, tales
como la práctica de la lealtad y fidelidad que se profesan las ballenas desde que se unen en pareja para
toda la vida (igual situación ocurre con algunas aves) o cuando un perro se queda deprimido al lado de la
tumba de su recién fallecido amo, solo para dejarse morir de inanición o también los increíbles códigos
familiares que practican las sociedades matriarcales de los elefantes, donde los más chiquitos tienen la
preferencia e incluso en situaciones de peligro, los adultos dan la vida por su núcleo familiar, practicando en
forma instintivamente natural nuestra PRIMERA TRADICIÓN.
Sin embargo, nosotros no debemos ni tenemos la necesidad de vivir para sobrevivir como lo hacen los demás
los animales, nosotros debemos esforzarnos por vivir bien, por vivir con sabiduría, que no es otra cosa que
“El arte de saber vivir”. Esta sabiduría solo puede ser conseguida a través de la práctica de esos valores
eternos y por supuesto del Don de la humildad en primera instancia, ya que somos las únicas criaturas del
reino animal que tenemos la capacidad de aprenderlo y practicarlo.

Compañeros, tengan la plena seguridad de que no existe otra forma de vivir a plenitud, así que, una vez que
manejemos bien esta información, tenemos la libertad de elegir actuar por valores o por antivalores y como
estoy seguro de que sus deseos son actuar con valores, sigamos adelante.

Fíjense en una cosa curiosa: La alegría se nos presenta en forma luminosa y la audacia en forma
espectacular, pero en el ideario popular la humildad se presenta como macilenta, con aires tristes y el
cuello torcido, cuando en la realidad es una inmensa fuerza que puede llevar al género humano a altísimos
niveles de trascendencia, por eso este trabajo pretende reivindicarla tal y como es. En tal sentido la
humildad, para ser bien entendida, deberá estar representada como el valor eterno más sublime ya que ella
se comporta como madre e hija a la vez, ya que es madre de todos los demás valores, virtudes y principios y
paralelamente es hija predilecta del AMOR, ¡sí! el amor utiliza a la humildad como su hija mayor, como su
herramienta principal y puerta de entrada de los demás valores o bienes espirituales a nuestro mundo
interior.

Ahora bien, ¿cuáles son esos valores? Bueno, la verdad es que son muchos y todos muy importantes,
empecemos por ejemplo con la honestidad, seguimos con la tolerancia, luego la responsabilidad, el respeto,
el trabajo, el coraje, la unidad, la igualdad, la amistad, el buen humor (sí, el buen humor es un valor), la
bondad, la lealtad, la verdad, la justicia, la caridad, la solidaridad, el servicio, la libertad, el perdón, la
gratitud, la paz, etc., sin embargo, y para hacerlo bien sencillo, en este momento deseo compartir con Uds.
una clave infalible (repito: infalible) que aprendí para diferenciar, cuando estamos parados delante de un
valor y cuando estamos parados delante de un anti valor, es decir que, con este método nosotros, mis
queridas compañeras y compañeros, no tendremos que estar escogiendo cual valor debemos utilizar en
determinado momento y cual no, sino que simplemente lo único que se debe manejar es la siguiente
premisa: Un valor es todo aquello que yo pienso, todo aquello que yo digo y todo aquello que yo hago que:

1.- Agrada y honra al Poder Superior.

2.- Que beneficia y da gozo a mi persona y

3.- Que beneficia y da gozo a los demás.

De tal manera que si quiere comprobar esta fórmula, la próxima vez que Uds. vayan a decir o hacer algo,
sométanlo a estas interrogantes: Será que lo que yo voy a decir o lo que voy a hacer:

1.- ¿Agradará y honrará a DIOS?

2.- ¿Me hará gozoso a mí?

3.- ¿Hará gozosas a otras personas?

En caso de que las tres preguntas les respondan afirmativamente entonces estaremos inequívocamente
delante de un valor, pero en caso de que al menos sólo una de esas tres preguntas le responda
negativamente entonces ya su palabra o su acción dejará de ser un valor, por lo tanto, retroceda,
rectifique, reflexione porque estará actuando bajo el dominio de algún defecto de carácter (probablemente
egoísmo) y por consiguiente tarde o temprano le estarán ocasionando penosas consecuencias.

Bien, volviendo a la humildad, es básico saber que ella es un valor relativo, es decir, que no es absoluto ya
que el único valor absoluto es DIOS y el Amor que ÉL irradia hacia todo el universo.

La humildad es tan relativa que se puede perder en micro fracciones de segundo, en solo un instante
podemos pasar de un estado de humilde sosiego a un grave defecto de carácter como la ira, sin ni siquiera
darnos cuenta.

Lo ideal sería no llegar a esos estados indeseables, pero así como llegamos con tanta facilidad, los podemos
revertir cada vez con más agilidad mental, hasta llegar a un punto en donde nos controlaremos totalmente
sin llegar a esos extremos. Recordemos que al principio es como caminar en una cuerda floja, sólo con el
tiempo y la práctica convertiremos a la humildad en parte actuante de nuestro ser.

A la humildad no se le puede comparar con la FE, pero lo que sí podemos hacer es contrastarla con ella, ya
que la FE para que pueda operar en su totalidad debe ser practicada en forma extrema. La FE es una virtud
que no acepta términos medios ya que cuando estamos en un estado ideal de FE, estamos situados en un
nivel de creencia positiva sobrenaturalizada, en este estado de absoluta confianza no tememos a nada, ni
tampoco tendremos nada, pero nada de miedo, el cual es la otra cara de la moneda, así que si tenemos FE
no tenemos miedo y si tenemos miedo no tenemos FE y lo que es peor, la falta de FE nos ubica a espalda de
DIOS.

La FE, compañeros, “Es dar por hecho, un hecho que no está hecho, para que se haga un hecho”.

La FE debe ser ciega ya que se trata de creer en algo invisible e intangible, la FE debe ser espiritualmente
alimentada en forma constante para que se vea acrecentada paulatinamente, en cambio con la humildad
vamos como caminando en una cuerda floja y se comporta como una especie de válvula reguladora de
admisión y de escape que nos mantiene en equilibrio constante hasta que logremos el total dominio de ella y
este nivel sólo se adquiere literalmente con la práctica diaria.

Entonces ya para ir cerrando esta parte, completaremos el concepto de humildad como les indiqué al
principio, con estos enunciados complementarios: La humildad es aceptar a los demás como son.

Ser humilde significa, en contra de la creencia popular, tener una alta autoestima y un fuerte y sano
autoconcepto.

La humildad nos hace ver como somos realmente, no como queremos ser, sin sentirnos superiores a los
demás, pero sin complejos de inferioridad. La humildad es la conciencia que tenemos acerca de lo que
somos, de nuestras fortalezas y nuestras debilidades como seres humanos y nos impide por lo tanto,
creernos superiores a los demás.

Subestimar a los demás no sólo es desconocer su naturaleza sino la de nosotros mismos. Gracias a la
humildad tomamos conciencia de nuestra pequeñez frente a la inmensidad del universo, ignorar esta
condición nos puede conducir a actuar de manera vanidosa y arrogante frente a las cosas verdaderas, pero
la humildad no se queda en un mero ejercicio de autoconocimiento personal, luego de aceptarnos tal y
como somos, la humildad es la fuerza que nos motiva a superar nuestras debilidades y a consolidar nuestras
fortalezas, siendo mejores cada día sin sufrir ataques de egolatría infantil ya que la humildad nos
proporciona madurez y dominio propio.

El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno y lo malo como malo. En la medida en que el ser
humano es más humilde crece dentro de sí una visión más correcta de la realidad.

En este punto ya estamos en capacidad de dar un enunciado más completo de lo que es la humildad:

“La humildad es autocontrol por excelencia, es mantenerse en el término medio de los fenómenos
emocionales extremos que pudiesen empujarnos en un momento dado hacia una vida tormentosa y sin
sentido, es un valor esencial que nos introduce al mundo espiritual y que además nos proporciona un
balance exacto de la realidad que nos circunda y de quienes somos, identificando nuestras fortalezas y
debilidades, pero que no se limita a este inventario ya que al comprender nuestras deficiencias, la humildad
se constituye en una enorme fuerza que opera impulsándonos a superar esas debilidades amén de consolidar
nuestras fortalezas, sin que medie ningún ápice de orgullo, vanidad, soberbia o autosuficiencia”.

Me gustaría finalizar este punto comentándoles una pregunta muy importante que me hiciera una
compañera en la IV Convención, ella me planteó la siguiente interrogante: “¿Es la humildad un valor o una
virtud?” (Parece que ella estaba convencida de que era una virtud), entonces le comenté que algunos
connotados autores coinciden en catalogar a la humildad como una poderosa fuerza multivalente, capaz de
catapultar a cualquier ser humano a niveles tan trascendentales de acción, iluminación y contemplación sólo
equiparables con la santidad, de hecho en mis investigaciones la he conseguido como un valor, como una
virtud, como un don y como un principio, así que concluyo diciéndoles que más importante que darle a la
humildad un rango o clasificación intelectual, es entenderla medularmente, para luego adquirirla en toda su
esencia y finalmente practicarla en todo momento y a cada instante, como una manera de vivir.

Bien compañeros ya hemos contestado la primera parte de este trabajo, ¿Que es la humildad?, ahora le toca
a la segundada parte:

2.- ¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA HUMILDAD EN N.A.?:


Esta es quizás la parte más fácil de responder ya que con darles el siguiente enunciado: “La función de la
humildad en N.A. es constituirse en una fuerza motora capaz de generar los cambios necesarios tanto a nivel
individual, como a nivel estructural a fin de cumplir con el objetivo principal del PROGRAMA, es decir, llevar
una promesa de recuperación y un mensaje de amor lo suficientemente claro y convincente pero con la
sutileza que sólo la humildad puede conferirle a ese mensaje, a fin de que sea escuchado y atendido con
confianza por nuestra sociedad”. Les repito con darles el anterior enunciado, ya estaría saldada la
interrogante de esta parte, pero, sucedería que no tendríamos una visión completa de ella, ya que se nos
crea otra interrogante: ¿De dónde viene y cómo actúa esta fuerza motora para que esos cambios se lleven a
efecto?, pues la respuesta consiste en que es necesario adquirir la humildad a nivel individual en primera
instancia, para que ella pueda proyectarse dentro de la estructura en segunda instancia y así reflejarse
directamente en forma de un mensaje atractivo sobre nuestra sociedad, en tercera y última instancia.

Por lo anterior expuesto paso a la tercera parte (y la más importante).

3.- ¿CÓMO SE ADQUIERE LA HUMILDAD A NIVEL INDIVIDUAL?


Bien compañeros, prepárense para disfrutar de un paseo agarrados de la mano de una humildad bien
acoplada al programa de los DOCE PASOS de recuperación y cambio, y para que esos cambios sean
verdaderamente efectivos y se reflejen en forma práctica en nuestras vidas, deben darse de adentro hacia
afuera, primero debemos cambiar nosotros internamente y después automáticamente cambiará nuestro
entorno; me refiero a la pareja, a los padres, a los familiares, a los compañeros de trabajo, de iglesia, a los
compañeros de N.A. etc., y luego la estructura que ellos componen (familia, empresa, iglesia, estructura de
N.A. etc.).

Ahora bien, partiendo de esta premisa anterior, nace otra pregunta: ¿Cómo hacer para adquirir la humildad
y que esta nos transforme como individuos? Pues bien compañeros, esto solo puede hacerse con la práctica y
la única forma de practicar y adquirir la humildad es con el servicio.

El servicio es el laboratorio práctico donde todo lo aprendido en los laboratorios teóricos de la literatura, el
apadrinamiento las juntas de terapia, la escritura, los eventos de la estructura (Congresos, Asambleas,
talleres, seminarios, etc.) e inclusive en los grupos virtuales de Internet, se convierte en habilidad, en
hábitos de vida.

Les quiero comunicar que la práctica se realiza a través de la repetición y la repetición es el mecanismo que
utiliza la naturaleza para lograr la permanencia. La repetición es la madre de la habilidad, fíjense en algo:
¿Cuál es la característica que tienen en común el mejor pianista, el mejor ciclista, el mejor cantante de
ópera, el mejor escritor, el mejor pintor de cuadros, el mejor chef de cocina, el mejor ajedrecista, el mejor
atleta, el mejor futbolista, etc.? Pues bien, aunque ellos despliegan diferentes actividades, lo único que
tienen en común estos triunfadores es que tienen la más absoluta convicción de que la única forma de
conseguir la excelencia es practicar esos dones que DIOS les dio, todos los benditos días de su vida, y así lo
ejecutan, ni siquiera porque han llegado a la cima de su carrera, dejan de practicar todos los días, porque el
día que dejen de hacerlo ya no podrán ser los mejores.

Como les compartía en La Convención a propósito de una pregunta y a manera de verso:

“La repetición es la madre de la retención,


la retención al llegar a un punto de saturación,
baja de la mente al corazón sólo para convertirse en revelación,
que no es más que “La iluminación de la información”,
esta revelación se convierte en convicción,
la cual se transforma en pura acción,
que al ejecutarse con toda pasión,
se constituye en un proceso de realimentación,
completando así la misión,
de lograr nuestra total conversión,
a través de la repetición”.
Esta realimentación de la acción, completa un flujo que nos lleva a la fijación definitiva de nuevos hábitos
positivos que poco a poco serán los que vayan conformando nuestra nueva personalidad.

Cabe destacar que este flujograma que les acabo de compartir en forma de verso, utilizado para adquirir y
fijar definitivamente un hábito, está científicamente comprobado.

La ciencia, específicamente la neurología, está en constante descubrimiento de las maravillas que realiza
nuestro cerebro, el cual es el que marca la diferencia entre los seres humanos y el resto de la creación, y
permítanme la libertad de mezclar algunas consideraciones científicas con este tema tan espiritual, pero me
pareció de gran importancia y además no cabe duda que la ciencia también pertenece a los dominios de
DIOS, porque entre otras cosas, está muy claro que ÉL utilizó a un hombre de ciencia como Grover para
llevar este milagro de N.A. a todos nosotros y a los que están por venir.
Hoy día ya se sabe que el cerebro tiene la capacidad ilimitada de recibir información y además procesarla,
también se sabe que tanto el hemisferio derecho (H.D.) como el hemisferio izquierdo (H.I.) trabajan en
forma combinada, o sea que tanto el pensamiento lógico, el área de la planificación, el pensamiento
matemático y lineal que se asientan en el hemisferio izquierdo y por otro lado el pensamiento creativo,
imaginativo, ético, estético y espiritual que se produce en el hemisferio derecho, actúan en forma conjunta,
pero lamentablemente no nos han educado para que trabajen juntos. La educación formal sólo nos ha
permitido desarrollar el hemisferio izquierdo, quedando el derecho rezagado, pero con todo su potencial
intacto.

Ahora bien, el H.I. procesa la información recibida a una velocidad de cuarenta (40) bits/seg., en cambio el
H.D. la procesa a una velocidad entre un millón a diez millones (1.000.000 a 10.000.000) de bits/seg.,
fíjense la enorme diferencia en velocidad que existe entre ambos, y mientras esa información no sea
transferida hacia el H.D. para que sea procesada y transformada en pensamientos creativos, sólo nos
mantendremos en la etapa de intelectualización o racionalización de la información, y ¿cómo se hace para
realizar esta operación?, pues debemos convertir esa información en imágenes, imágenes nítidas, creativas y
a todo color. La mayoría de los seres humanos procesamos mejor las imágenes, de allí que las películas
tengan tanto éxito, ya que se retienen mejor en la mente.

Una vez convertida la información en imágenes, el H.D. las podrá procesar mejor para convertirlas en
elementos sublimes y espirituales llamados revelaciones, “Eurekas” o también “Click”.

Por otro lado es necesario que creemos una confianza ilimitada en nuestro cerebro, debemos romper esos
paradigmas que nos sugieren que nuestro cerebro tiene limitaciones o que si abusamos de la información nos
vamos a volver locos, o aquellas consejas que más comúnmente se oyen, las cuales nos advierten
erróneamente que si leemos demasiado el cerebro nos va a explotar; todo eso es falso de toda falsedad y es
por eso que me pareció prudente tocar este tópico del cerebro y como trabaja en nuestro aprendizaje y
recuperación. Podemos afirmar con total seguridad que el cerebro humano es la corona de la creación y
como tal tenemos la delicada responsabilidad de aprender a utilizarlo adecuadamente.

Seguidamente les daré algunos “tips” (métodos prácticos) para desarrollar el hemisferio derecho
progresivamente:

Empezaré por la oración, pienso que el PASO ONCE es el método por excelencia para desarrollar este
importante hemisferio. El cerebro posee un maravilloso entramado neurológico cuya base son las
neuronas, las cuales están interconectadas entre sí por las llamadas "conexiones interneuronales" que
son las autopistas por donde fluyen los pensamientos y las ideas. Cuando oramos estamos
estimulando vigorosamente la creación de nuevas conexiones neuronales y rutas de pensamiento
haciendo más denso ese entramado neuronal, ampliando así nuestras capacidades mentales.
- Luego tenemos la música, escuchar música del alma, sobre todo música clásica o culta como le
dicen algunos expertos, "toca" selectivamente algunas áreas del H.D. desarrollando sus capacidades.
Tocar algún instrumento.
Aprender otros idiomas.
Desarrollar la imaginación leyendo y visualizando en imágenes la lectura (lectura imaginativa).
Estudiando en profundidad el programa de N.A.
Haciendo juegos educativos e interactivos.
Haciendo exposiciones en los Grupos.
Estar en contacto consciente con la naturaleza.
Profundizar en el concepto de espiritualidad.
Igualmente al ir ampliando a través del PROGRAMA nuestro concepto de amor puro y una nueva forma de
amar de verdad, estaremos cultivando está área tan importante del cerebro.

Como dato curioso les diré que ya se ha descubierto recientemente que en el corazón existe una zona que
contiene un paquete de aproximadamente 40.000 neuronas, es decir que, en términos simples pareciera que
el corazón cuenta con su propio cerebro y que este pequeño cerebro está conectado y trabaja en
combinación con el verdadero cerebro de la materia gris, de allí que podemos inferir que los poetas y
grandes filósofos de la antigüedad no estaban tan equivocados al poner el corazón como símbolo por
excelencia del amor y de las emociones más intensas.

Cerrando esta parte diremos entonces que será con la práctica del servicio perseverante y sobre todo
amoroso, que adquiriremos el Don de la Humildad, para poder llevarlo a la práctica constantemente
saboreando finalmente su santa pureza y su fragancia divina.

He aquí revelado el “Gran Secreto”, para adquirir la humildad, ahora bien, es necesario clarificar la exacta
ubicación del servicio, porque de lo anteriormente expuesto pudiese mal interpretarse que el servicio es un
mero ejercicio práctico, que sólo sirve como un método sistemático para adquirir humildad y todos los
valores que ella arrastra tras de sí, cuando la verdad es que el servicio es la más sublime expresión humana
de entregar amor y dar amor incondicional, es la misión más trascendental que humano alguno pueda
realizar; para ilustrar este punto les dejo un par de máximas enunciadas por dos extraordinarios servidores y
líderes espirituales ya fallecidos: San Agustín solía decir:

“El que no vive para servir, no sirve para vivir”.


Pero por si esta máxima fuera poco la Madre Teresa de Calcuta expresaba lo siguiente:

“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del
amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.

Debemos tener muy presente que para prestar servicio se requieren de ciertas condiciones mínimas y para
poder cumplir con ellas, es necesario pasar por un período de “descontaminación interna” que nos habilite
para prestar un servicio de calidad, ya que llegamos a la comunidad encerrados en un negro capullo donde
se conjugan todas nuestras frustraciones, miedos, traumas, pasado, resentimientos etc., no somos como las
flores de la naturaleza; ellas inicialmente están dentro de su capullo sin preocupaciones ni problemas ya que
guardan dentro de sí toda la belleza que DIOS les confirió y sólo están a la espera del paso del tiempo para
abrirse en flor y sin ningún esfuerzo mostrar a plenitud toda esa hermosura que tenían guardada dentro de
sí.

En nuestro caso es muy claro que ¡sí! Que sí vamos algún día a emerger como esa flor para sacar toda
nuestra belleza interior que DIOS también nos dio, pero para ello, debemos primero sacar lo feo, lo negro,
para luego despertar esa belleza que está en vida latente o dormida dentro de nosotros, solamente
esperando germinar, como germinan las semillas cuando las condiciones están dadas.

Antes de continuar con el tema, me parece prudente mencionarles a grandes rasgos, dos características
principales de la fase de inmadurez espiritual que nos identifican como recién llegados:

1.- Nuestro nivel de dependencia.

2.- Nuestra realidad personal.

En cuanto a nuestro nivel de dependencia la podemos clasificar en tres niveles:

a) Dependencia.

b) Independencia.

c) Interdependencia.

Lo mismo sucede con nuestra realidad personal ya que la realidad también la podemos clasificar en tres
tipos de realidades:

a) Realidad personal o “falsa realidad”.

b) Realidad verdadera.

c) Realidad absoluta o Realidad Divina.

Para efectos de esta parte abarcaremos solamente la (a) o fase Dependencia ya que la (b) Independencia y
la (c) Interdependencia la veremos más adelante.

Lo mismo haré con el punto de las diferentes realidades, comentaremos la (a) o “Falsa Realidad”, y las
realidades (b) y (c) las comentaré más adelante.
En la primera fase de dependencia, esta puede ir desde un nivel promedio o llamada también dependencia
externa, hasta llegar a niveles extremos de co-dependencia a situaciones o personas, lo cual no tocaremos
en este trabajo.
En cuanto a la dependencia externa se puede reconocer de varias maneras ya que tiene distintas pero muy
simples formas de manifestarse, y para que se den una idea, les comentaré brevemente algunas de ellas:

Cuando andamos todo el tiempo buscando la aceptación y la aprobación de los demás, estamos
evidenciando que somos dependientes, en este punto dejamos de ser nosotros mismos para
adaptarnos a los intereses de los demás y así lograr un sentimiento de pertenencia y de aceptación
dentro de un determinado grupo social, algunos psicólogos lo llaman “mecanismos adaptativos de
sobrevivencia elemental”, nos desvivimos por lograr la aprobación de amigos, compañeros de
estudio, pareja, familiares directos (padre, madre, tíos, hermanos mayores, compañeros de trabajo,
etc.) creyendo que con esto vamos a lograr llenar nuestros vacíos internos, esta situación a veces se
torna cruel ya que siempre conseguiremos quién se aproveche de esta situación de minusvalía
emocional, manipulándonos y aprovechándose de nosotros ya que podemos llegar a niveles de
servilismo tan bajos que perdemos completamente nuestra dignidad. Demás está aclarar que una
persona con esa condición no está capacitada para prestar un buen servicio en la comunidad ya que
concebiría el servicio como servilismo y no sería un servidor, sino un lacayo de sus defectos de
carácter. El programa aspira sacar al recién llegado de este bajo nivel de desarrollo emocional e
impulsar con la humildad su verdadero potencial.
Aprovecho este punto para insertar esta máxima muy apropiada: “El que no es capaz de gobernarse a
sí mismo, está condenado a ser gobernado por los demás”.
Otro de los fenómenos observados con más insistencia en las personas necesitadas de aprobación, es su
enorme inclinación a la sensación de rechazo, sentirse rechazado es otra forma sutil de depender de
los factores externos y que lógicamente proviene de experiencias negativas de la infancia, las cuales
serán bien canalizadas en el PROGRAMA.
Otro signo de dependencia externa es creer que todo el mundo nos está viendo en cada momento y a
cada instante; una cosa es estar alertas y pendientes de los que nos rodea y otra cosa es esta molesta
sensación que nos agobia a toda hora, la cual, muy probablemente se originó cuando nuestros padres
han sido sobreprotectores o controladores y todo el tiempo han estado vigilando, censurando y
cuestionando sistemáticamente nuestra conducta. Debemos tener cuidado con esta sensación de
dependencia externa ya que progresivamente se pudiese convertir en una patología (manías
persecutoria, paranoia, etc.).
Como dependemos de la atención de los demás muchas veces no tendremos reparos en comprar “cariño”
a través de una tendencia exagerada a regalar cosas, inclusive, mejores a las que uno se pueda
comprar. De igual manera el querer siempre pagar las cuentas ya sea por demostrar que se tiene
dinero o para comprar afecto es otra manera de navegar en el mar de la dependencia.
Pensar siempre antes de dar un paso o tomar una decisión, por ejemplo: “¿Que dirá fulano o mengano si
yo hago tal o cual cosa o si yo me pongo tal o cual ropa?”; solo indica que no somos libres para
decidir, ni para actuar.
Uno de los factores comprobados del miedo escénico es tener exageradamente en cuenta, la percepción
que van a tener los demás de nosotros, a veces somos tan dependientes del “qué dirán”, que no
somos capaces de hablar o de defender nuestra posición en público, por no contradecir a los demás,
somos capaces de pensar que si decimos una opinión distinta, le gente nos va a rechazar o no nos van
a querer más y eso, compañeros, es otro signo de dependencia externa.
Dejarnos manipular por la sociedad de consumo es un síntoma de dependencia, esa necesidad de
pertenecer al “rebaño consumista”, el estar siempre pendiente de la moda y de comprar ropa y
calzados de marca para lograr la aceptación y poder “pertenecer” a esa sociedadmercantilista solo
indica una falta de independencia mental.

En virtud de que este trabajo está siendo redactado en el mes de diciembre, tomaremos como
ejemplo el fenómeno que ocurre en él y a su vez aprovecharé este punto para hacer un llamado de
conciencia: Fíjense como se ha distorsionado el objetivo principal de esta época, que no es otro
que celebrar el nacimiento de Jesucristo el cual es el líder espiritual más importante de nuestra
reciente historia, para rendirle culto a una simbología extraña que nos separa del deber ser, estos
días que son para fortalecer los lazos familiares y de amistad, para entrar en una fase de reflexión,
para orar más que nunca, para hacer un inventario personal, para compartir los alimentos y regalar
(pero regalar con amor y no por compromiso o para probar que tenemos poder adquisitivo) para
renovar nuestra fe, nuestras esperanzas, para renovar compromisos personales y los valores de la
vida, para mantener las tradiciones culturales autóctonas, en fin para reafirmar nuestro amor por
los demás y por la vida, la mayoría lo invierte en la práctica de una neurosis colectiva entrando en
una desbordada espiral consumista que nos aleja de la realidad, convirtiéndonos en unos
dependientes ya que condiciona nuestra felicidad al consumo u obtención de cosas deslumbrantes
pero superficiales.

Igual fenómeno ocurre con otras fiestas espirituales como la Semana Santa y días especiales, como
las fiestas del “Halloween”, etc., creados e impuestos por los estrategas del “marketing” para
conducir el rebaño social dependiente a un despeñadero consumista.
Compararnos constantemente con los demás en cuanto a su aspecto físico, a su conducta, a su nivel
intelectual, a su forma de vestir etc., sólo indica que no nos aceptamos como somos, que tenemos
una mala autoimagen y una baja autoestima y por ende andamos a la búsqueda de otros modelos
supuestamente “mejores” para copiarlos.
Competir obsesivamente con los demás por obtención de bienes materiales (joyas, vehículos, obras de
arte, ropa lujosa, etc.) y pretender ganarse el respeto de los nuestros en función de la obtención de
esos bienes, es poner nuestras vidas en el camino del vacío existencial ya que dependemos de esas
cosas para “creer” que somos alguien. Una cosa es tener una equilibrada prosperidad con calidad de
vida y otra cosa es creer que nuestra felicidad depende de vivir y morir para atesorar riquezas
materiales.
El buscarse una pareja de acuerdo a los patrones de “belleza externa” impuestos por la sociedad, para
luego exhibirla como un trofeo, ufanándonos internamente, solo indica que somos dependientes de
los parámetros artificiales de belleza impuestos por la economía mercantilista. Cuando la realidad
indica que más vale la belleza interna que la supuesta belleza externa con la cual pretenden
clasificarnos y hacernos inseguros e infelices como seres humanos.
El tener la idea de que nuestros padres o nuestras parejas tienen la obligación de mantenernos, afectiva y
económicamente durante toda la vida es dependencia externa o “Parasitismo Psicológico”.
Depender de cómo nos traten los demás, para decidir la forma de tratarlos a ellos, es otro signo de
dependencia externa, dejamos de ser auténticos porque dependemos del estado de ánimo de los
demás, para sentirnos bien o mal, vamos a un ejemplo: Si en un restaurante el mesero nos atiende
con cara de perro bulldog entonces ya no disfrutamos de la comida porque en vez de saborearla y de
disfrutar de nuestra compañía, nos dedicamos como jueces a calibrar paso a paso su desempeño,
fraguando nuestra venganza con la propina.
Otro ejemplo aún más patético sucede cuando no nos devuelven el saludo o los “Buenos Días”, entonces
nos hacemos todo un drama en nuestra mente y hasta llegamos al colmo de echarnos a perder el día,
cuando lo que en realidad cuenta, es que cumplimos con el deber de saludar o dar los buenos días y
si el otro no lo hace, es su problema y no el nuestro; algo similar sucede con los amigos que no nos
llaman por teléfono, entonces nosotros en represalia no lo hacemos tampoco, o si no me felicitan el
día de mi cumpleaños, entonces me pongo a la caza del “infractor”, para no felicitarlo tampoco
cuando a ellos les toque cumplir años, y así un sinnúmero de ejemplos que denotan esta inmadura y
dependiente práctica.
El andar buscando obsesivamente la pareja ideal o “El Príncipe Azul” en el caso de ellas y “La Princesa
Encantada” en el caso de ellos, sólo indica que el individuo está queriendo solucionar su soledad y su
vacío emocional buscando la “Tabla de salvación” en otro ser humano.

Al depender de otro y no de nosotros mismos para lograr la felicidad, se puede caer dentro de dos
situaciones extremas: La primera es que nos volvemos unos permanentes ilusos enamoradizos
entrando en un círculo vicioso de cambio constante de pareja ya que luego de encontrada esa
“pareja ideal” y pasado ese período inicial de luna de miel como se le conoce popularmente, o
“Borrachera hormonal” como atinadamente la llaman algunos autores, le vamos a ir encontrando
defectos y más defectos a la pareja de turno, hasta que llega la decepción y la ruptura, quedando
libres y habilitados para entrar de nuevo en el mismo ciclo perverso pero con otra infortunada
víctima.

La segunda situación es aún peor ya que al estar aferrados al falso paradigma, aprendido de
nuestras generaciones pasadas, de que dependemos de una pareja para estar realizados como seres
humanos, entonces, luego de encontrada esa supuesta “pareja ideal”, se puede desarrollar un
estado psicológico extremo llamado co-dependencia, con consecuencias desastrosas y que, como
dijimos al principio, no analizaremos en esta oportunidad dada su complejidad. Simplemente y a
título informativo les diré que la co-dependencia ya ha sido categorizada como enfermedad, por la
Organización Mundial de la salud (O.M.S.).
El miedo a la soledad es otro de los signos que delatan dependencia externa ya que la soledad no existe,
la soledad es solo una sensación aprendida desde la infancia, la soledad es un estado artificial creado
por la mente y el estar necesitado constantemente de compañía solo indica que se ha adquirido un
mal hábito para sentir seguridad. No debemos confundirnos con el carácter gregario natural y la
necesidad que tenemos todos los seres humanos de vivir en sociedad, me refiero a la necesidad de
estar acompañados las veinticuatro horas del día para poder funcionar medianamente como
personas.
El abrazar doctrinas radicales bien sean políticas, religiosas o de otro corte en forma de fanatismo
significa que dependemos de una doctrina o ideología “X” para sentir que nuestra vida adquiere
algún sentido, en este estado de fanatismo la mente se cierra herméticamente y se niega a la
posibilidad de otras formas de pensamiento, lo cual nos enquista en una realidad propia, que nos
inhabilita para comprender la gran diversidad cultural que compone al mundo.

Sin embargo, existe algo peor aún que abrazar doctrinas extremistas, me refiero al hecho de seguir
ciegamente a los líderes de esas doctrinas. Cuando seguimos incondicionalmente a un líder o a una
personalidad estamos renunciando a nuestra propia inteligencia y a nuestro derecho a la
autodeterminación, para depender de las directrices y de la forma de pensar de otro, nos estamos
subestimando ya que despreciamos totalmente nuestra propia capacidad de liderazgo y energía
interna invirtiéndola en alimentar el ego enfermo de ese supuesto líder, le estamos firmando un
cheque en blanco a otro para que nos convierta en títeres y maneje nuestra forma de pensar y por
ende nuestro destino. Estamos dándole la espalda a todo nuestro potencial y a los dones que DIOS
ha puesto en nosotros para nuestro desarrollo y por lo tanto estamos yendo en la dirección
contraria de lo que ÉL quiere.

Por eso es que una de las características de las sociedades dependientes y vacías, se evidencia
cuando están en la búsqueda obsesiva de héroes, de líderes carismáticos, de mesías salvadores de
la humanidad y no se dan cuenta que la salvación está dentro de todos y cada uno de los individuos
que la componen.
En este estado primitivo e inmaduro de dependencia nos aqueja una entidad morbosa llamada “La culpa”,
la cual se nos puede presentar bajo dos odiosas manifestaciones:
En primer lugar, podemos andar por la vida trasladando la culpa de todo lo malo que nos pasa a los
demás (padres, hijos, pareja, gobierno) dependemos hasta del clima para que nos parezca que algo
nos está saliendo mal o tal como lo dictamina nuestra sacrosanta voluntad.
La otra forma de culpa es sentirnos miserables porque nos creemos culpables de todo lo que nos
pasa, de lo que pasa alrededor nuestro, e inclusive de lo que le pasa a los demás; bien dice nuestra
literatura que la culpa es el equivalente a la neurosis y que las consecuencias son las mismas.

Cuando le echamos la culpa de nuestros males a todos los factores externos de nuestro entorno,
proyectamos nuestras frustraciones hacia fuera, nos volvemos, rebeldes, soberbios y agresivos con
los demás, en cambio cuando nos creemos culpables de todo proyectamos esas mismas
frustraciones pero hacia adentro volviéndonos introvertidos y depresivos.
La crítica permanente a los demás o lo que comúnmente se le llama “El chismorreo”, es utilizada por
aquellos individuos inmaduros emocionalmente para evadir sus problemas internos, proyectando sus
defectos en los demás y su incapacidad de autoanalizarse con honestidad, bien sea para sentirse mal
gracias al efecto “espejo” que origina ver los defectos propios en los demás o bien sea para sentirse
bien, creyendo que en la medida que los demás son peores, nosotros somos “mejores”, en otras
palabras más sencillas, esta persona depende del comentario mordaz hacia sus semejantes para
lograr cierto alivio superficial al evadir enfrentarse a sus propios defectos de carácter.
Justificar las cosas malas que hacemos con el pretexto de que otro también lo hace, es otro ejemplo de
dependencia. Estamos claros que en el ser humano existe una tendencia al “seguidismo”, y si no me
creen, bostecen ante un grupo y verán como los demás lo siguen, o empiecen a tararear una canción,
verán como los demás no tardan en entonarla y sin ir más lejos cuando estén en un evento aplaudan
de primero y verán el efecto “dominó” que causan, al igual que reírse a carcajadas. Así también
sucede con otros hechos de más importancia, a veces hacemos cosas mecánicamente, por mera
imitación sin darnos cuenta y de paso lo justificamos porque mi papá, mi mamá o fulanito también lo
hace, cayendo en dependencia externa.
No dudo que existirán otras manifestaciones de dependencia externa, pero identificando las anteriores
podemos tener una idea clara de la situación de dependencia que posee el recién llegado y que en algunos
casos nos acompaña durante un largo trecho de nuestra recuperación.

Para ir cerrando esta parte de la dependencia, les comento que nuestro PROGRAMA de N.A. sólo pretende
elevarnos por medio de la humildad al nivel (b) y después al nivel (c) o sea el nivel de la independencia e
interdependencia respectivamente.

El nivel de independencia es el nivel de la libertad personal, libertad de conciencia, libertad de


autodeterminación, libertad para actuar con valores, libertad sin culpas, libertad para escoger nuestro
camino, en fin la libertad plena para ser lo que DIOS quiere que seamos.

Este nivel de independencia no es el final, es una fase intermedia y si no sabemos manejar bien el concepto
de independencia correremos el riesgo de creer que podemos hacer las cosas solos, que podemos ir solos
contra el mundo o que no necesitamos a nadie para poder ser felices; decíamos que esta fase es de
transición ya que nos servirá para llegar a la fase (c) de interdependencia, en la cual lograremos entender
humildemente que no somos solos, que necesitamos a los demás para lograr el equilibrio individual y para
lograr cosas trascendentales en la vida, esta fase es a la que debe llegar todo líder servidor recuperado de
N.A., para así poder interactuar en equipo de la manera más armónica, cumpliendo a cabalidad con nuestro
objetivo primordial que es llevar este mensaje de esperanza a la humanidad.

Termino este punto diciéndoles que ser dependientes: “Es dejar de ser, para no ser”.

Pasando al punto de las realidades, nos conseguiremos con la realidad personal o “falsa realidad”, que es
esa realidad que se ha ido formando a lo largo de nuestras vidas (gestación incluida), en función de todas las
experiencias vividas y que nos coloca en forma egoísta en el centro de ella convirtiéndose lamentablemente
en nuestra única herramienta para poder sobrevivir. Nosotros iremos actuando en función de esa realidad ya
que es nuestra verdad, es lo único que conocemos y la misma nos tiene atrapados dentro de un área muy
particular, donde se conjugan todas nuestras esperanzas pero también nuestras miserias (llámese neurosis),
esta realidad es tan personalísima y tan llena de matices que sólo la conoce quién la creó, es como estar
atrapados dentro de nosotros mismos.

Esta realidad se ha ido alimentando en función de nuestro entorno familiar, educativo, social, religioso (en
algunos casos), laboral, ambiental, etc., y la defendemos a capa y espada ya que se constituye en nuestra
“zona de confort” en virtud de que la conocemos muy bien y nos da mucho miedo salir de ella, es más nos
negamos rotundamente a cruzar sus límites.
Nuestro PROGRAMA pretende actuar directamente a través del PRIMER LEGADO de recuperación y más
fundamentalmente por intermedio de la humildad, rompiendo esa burbuja que nos mantiene atrapados en
esa falsa realidad que creamos por la dinámica natural de nuestras vidas, introduciéndonos paulatinamente
dentro de la realidad real o verdadera que es la que realmente signa la ecología natural de las relaciones
entre los seres humanos y el mundo.

Bien compañeros, hasta acá y de la forma más breve posible las características negativas iniciales más
comunes de un recién llegado y como gravita el valor de la humildad para irlas eclipsando paulatinamente y
así superarlas en forma definitiva.

Seguidamente vamos a responder la siguiente pregunta: ¿Cómo se adquiere la humildad a nivel individual?
Vamos entonces a iniciar la respuesta, reiterando que la humildad es una fuerza polivalente capaz de
impulsar al individuo a elevados niveles de trascendencia espiritual, pero para ello es necesario entenderla
en toda su extensión; así que la enfocaré como una herramienta multidimensional bien engranada a la
dinámica de los DOCE PASOS de recuperación.

En tal sentido clasificaremos a la humildad de la siguiente manera:

La humildad como herramienta de aprendizaje, (Pasos 1, 2 y 3).


La humildad como herramienta de autoanálisis o autoconocimiento, (Pasos 4, 5 y 6).
La humildad como herramienta de cambio profundo, (Pasos 7, 8, 9 y 10).
La humildad como herramienta espiritual, (Pasos 11 y 12).

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE: (PASOS 1, 2 y 3).


Tenemos entonces que en los PASOS UNO, DOS y TRES la humildad debe utilizarse como herramienta de
aprendizaje, es una forma de humildad dócil, alerta y obediente que pretende que tengamos la mente
abierta a las nuevas sensaciones, esta humildad quiere que seamos como niños, como niños abiertos a las
maravillas que nos depara el mundo, los niños exploran y se maravillan de las cosas que van descubriendo,
son poseedores de una humildad natural, su capacidad de sorpresa es ilimitada, el niño es ingenuo, su
virginidad emocional le permite gozar de su crecimiento y sus descubrimientos, recordemos que una vez
fuimos niños y aunque ya perdimos la práctica debemos volver a ser como esos niños para poder desarrollar
sanas expectativas del futuro, que no es más que la virtud de la esperanza que viene detrás de la práctica
de la humildad que está en estos primeros TRES PASOS.

PRIMER PASO

“Admitimos que éramos impotentes ante nuestras emociones, que nuestras vidas se habían vuelto
ingobernables”.

Nuestro programa es tan amplio que fácilmente lo podemos llamar programa: “AMOR”, o también programa:
“HUMILDAD” ya que este valor se empieza a practicar sin darnos cuenta desde el mismísimo PRIMER PASO y
se seguirá practicando inexorablemente, a partir de allí, durante los TREINTA Y CINCO PASOS o PRINCIPIOS
siguientes y de ser posible durante toda nuestra vida.

En relación a este PRIMER PASO debemos ser lo suficientemente humildes para poder agachar la cabeza con
hidalguía y así superar los tres eventos claves que definen si hemos hecho bien o no este paso, me refiero a:

La Admisión.
La Derrota y
La Aceptación.
Es en ese mismo orden como se deben superar, ya que la admisión es un mero ejercicio intelectual primario,
para entender a través del razonamiento que tenemos un problema, esto nos permitirá posteriormente
entrar en un escenario claro de derrota total para luego aterrizar de pecho en la aceptación.

Permítanme detenerme un pequeño rato en el proceso de rendición o derrota total, ya que considero de
importancia capital compartirles lo siguiente:

El Dr. Harry Tiebout fue un hombre de extraordinarias cualidades humanas, famoso por su buen humor y
grandes valores, amigo y custodio de A.A. en sus inicios. Este Dr. fue el primer psiquiatra que a partir de
1939 convalidó e introdujo en el mundo científico, el método de los DOCE PASOS DE A.A. utilizándolo en su
práctica profesional. Él sostiene que el evento de la rendición o derrota total es un proceso inconsciente e
involuntario (aún en el caso de que se quisiera hacer en forma consciente) que solamente ocurre cuando el
individuo tiene en su mente inconsciente ciertas características y está envuelto en una determinada
combinación de circunstancias tales como: La soledad, el haber descartado infinidad de fórmulas para dejar
de sufrir (método de ensayo y error), un hogar destruido, graves problemas económicos, inestabilidad
laboral, una sensación de vacío existencial (vida sin sentido), un permanente sentimiento de culpa,
agotamiento emocional, ausencia de espiritualidad, etc.

Ahora bien, según el Dr. Tiebout, para poder llegar a ese estado de rendición se deben vencer dos factores
que atentan claramente contra de este proceso, ellos son:

La grandiosidad.
El desafío.

Parece ser que ambos factores actúan a nivel inconsciente generando una marcada resistencia a la rendición
total y su subsiguiente evento que es la aceptación plena.

En cuanto a la grandiosidad tenemos que no es otra cosa que el ego infantil persistente, es un ego inmaduro
que nos mantiene convencido de que somos poderosos e invulnerables como los superhéroes del cine y la
televisión, este estado neurótico se nutre de sentimientos de omnipotencia, arrogancia y superioridad que
nos predispone a interpretar cualquier frustración que nos acontezca, como un evidente rechazo y falta de
amor, reaccionando con la máscara de la invulnerabilidad.

En cuanto al desafío o individualidad desafiante sostiene que es una actitud retadora ante la vida que se
alimenta del orgullo, la soberbia, la autosuficiencia y el resentimiento, revistiéndonos de una armadura
artificial que nos disfraza de fortaleza y confianza, pero que en el fondo es rebeldía, para resistir dentro de
un teatro de batalla interno donde somos los principales protagonistas, nuestra lucha se concentra en
rechazar desafiando estoicamente cualquier cambio o “agente contaminante” que pretenda romper nuestra
“Capsula de confort” o de realidad personal a la cual estamos acostumbrados y por lo tanto nuestra
rendición no será posible.

Vale preguntarse en este momento ¿Cómo hacer para vencer ambos factores antes mencionados?
Seguramente ya se habrán contestado esta interrogante: ¡CON LA HUMILDAD! Exactamente compañeros, es
con el poderoso instrumento de la humildad que lograremos vencer este par de obstáculos para poder crear
el camino hacia esa rendición que antecede a la aceptación plena y que es lo que en definitiva nos va a
indicar si nuestro primer paso se ha completado a cabalidad.

Es importante diferenciar la derrota parcial o sumisión, de la derrota total. En la derrota parcial o sumisión,
puede haber algo de arrepentimiento, dolor, muchas lágrimas (de cocodrilo) y oración pasiva, en forma de
letanías repetitivas y huecas, pero no pasa de ser un acto autocompasivo que sólo produce un leve alivio
momentáneo. Es una especie de “catarsis teatral” que sólo nos sirve como válvula de escape.

En la derrota parcial solo hay una simple admisión de la realidad en forma consciente, el individuo aún
guarda en su más profunda intimidad, la esperanza de poder resolver por sí mismo su problema. En cambio
en la derrota total se produce un verdadero suceso o despertar espiritual, un terremoto interno liberador, se
siente un gran alivio, como no, pero también se siente y vive un cambio interno profundo de un estado
negativo a uno positivo, en este momento se marca una clara línea divisoria entre un antes y un después.
Cuando la derrota es total y honesta opera con cambios internos que nos abren ciertos puentes espirituales y
emocionales muy vigorosos los cuales nos ayudan a asimilar el proceso que le sigue, es decir, el de
aceptación plena. Esta aceptación consiste en una absoluta persuasión, es una convicción muy íntima a nivel
visceral y medular de que tenemos un grave problema, pero no solamente que tenemos un grave problema,
sino que no tenemos la capacidad de resolver por nosotros mismos dicho problema ya que nuestra vida se ha
vuelto sencillamente inmanejable, completamente ingobernable. Indudablemente que acompañando el
proceso de aceptación anterior, también ocurre una aceptación del PROGRAMA, el cual comienza a fluir
dentro de nosotros sutilmente.

Es bastante probable que en aquellos casos muy difíciles de rebeldía, el individuo tenga que derrotarse
parcialmente varias veces hasta llegar al “quiebre total”, en esto no hay reglas fijas.

Como verán, hacer el primer paso no es tan fácil como aparenta y el proceso de aceptación definitiva solo
se hará posible por intermedio de la humildad, es por ello que entender este valor es de vital importancia
para nosotros.

Seguidamente, les paso a compartir el concepto que sobre la derrota o rendición total maneja el Dr.
Tiebout, poniendo en claro que todo este planteamiento se mantiene con absoluta vigencia hasta hoy:

“La rendición total es el momento en que las fuerzas inconscientes de desafío y grandiosidad dejan de
actuar en forma real y efectiva. Cuando esto sucede el individuo abre su mente a la realidad, escucha y
aprende sin conflictos ni reacción. Se torna receptivo, no antagónico a la vida. Experimenta una sensación
de relación con sus semejantes y de unidad consigo mismo. Esta sensación se convierte en fuente de paz y
serenidad interior cuya posesión libera al individuo. En otras palabras, un acto de rendición es una ocasión
en la cual el individuo no sigue luchando contra la vida sino que la acepta tal como es, lo cual le confiere un
vigor emocional en todos los pensamientos y sentimientos, asegurándole un reajuste saludable de su
personalidad”.

Debemos comprender que el anterior concepto no menciona el aspecto espiritual ya que ese campo era
prácticamente desconocido por la psicología y la psiquiatría de la época (1939). Pero, afortunadamente, en
la actualidad a setenta años de los estudios que dieron lugar a este concepto de rendición, podemos
comprender perfectamente lo que nuestro gran aliado y amigo el Dr. Tiebout quiso decir pero no pudo
hacerlo, para ello sacaré con pinzas de cirujano la siguiente parte del enunciado anterior: “Esta sensación
se convierte en fuente de paz y serenidad interior cuya posesión libera al individuo” es aquí donde está
encriptada la parte espiritual del proceso de rendición, es en las palabras: “fuente de paz” y “serenidad
interior” donde está la esencia que le da la condición de espiritualidad al concepto y que a simple vista
pareciera que le falta al enunciado, por lo cual, con ello queremos hacer justicia a nuestro querido amigo el
Dr. Harry Tiebout.

Para completar esta parte de la rendición o derrota total, podemos concluir con el siguiente axioma:

“Sin la humildad no habrá admisión, sin admisión no habrá derrota parcial y mucho menos derrota total, sin
derrota total no hay aceptación plena y sin aceptación plena: ¡NO HAY PRIMER PASO! y si no hay PRIMER
PASO no entenderemos el PROGRAMA, no podremos avanzar en el y por lo tanto no habrá dominio del
PRIMER LEGADO y en consecuencia no estaremos habilitados para prestar un servicio de calidad y si no
podemos prestar un servicio de calidad jamás lograremos nuestra recuperación y mucho menos estar más
cerca de Dios”.

Para mejor comprensión les presento el siguiente flujograma (Diapositiva Nº. 4):

“Admitimos que éramos impotentes ante nuestras emociones, que nuestras vidas se habían vuelto
ingobernables”.

En este PRIMER PASO la humildad le da el primer golpe a nuestro ego enfermo, es lo que podemos llamar “el
mazazo egorreductor inicial por excelencia” y se hace muy necesario para que esa energía egocéntrica mal
canalizada empiece a ubicarse en el lugar que le corresponde, es decir como un instrumento más, de los
tantos que DIOS nos dio. Un ego sano debe actuar esencialmente como aliado y protector de nuestras vidas y
no como amo y señor de ellas.

En este PASO, ya algunos valores como la honestidad, el coraje, la sinceridad nos empiezan a invadir a
través de la humildad y es por ello que decimos que ella es la puerta de entrada al mundo maravilloso de la
espiritualidad. Con la humildad y un PRIMER PASO bien hecho, comenzaremos a ser nutridos por resto de los
siguientes PASOS con gran suavidad y naturalidad.

SEGUNDO PASO

“Llegamos al convencimiento de que solo un Poder Superior a nosotros a mismos podría devolvernos el sano
juicio”.

En el SEGUNDO PASO se siguen afianzando nuestra preparación a través de la humildad, ya que en este paso
no sólo existe un reconocimiento implícito de que no tenemos la capacidad de superar nuestra enfermedad,
sino que le conferimos esa responsabilidad a una entidad incorpórea desconocida o muy poco conocida,
llamada inicialmente: “Poder Superior”.

Cuando dice: “Llegamos al convencimiento de que solo un Poder Superior a nosotros mismos, podría
devolvernos el sano juicio”, nos apartamos mucho más del centro de nuestra falsa realidad, nuestro
protagonismo sigue en picada, le propinamos el “segundo mazazo egorreductor” a nuestro ego enfermo y
entonces empezamos a creer en algo diferente a nosotros, se comienza a pavimentar nuestro camino hacia
la FE, crece nuestra confianza en algo que no es nuestro intelecto, ni nuestra capacidad de raciocinio,
intuimos que existe un elemento espiritual muy poderoso que nos ayudará a obtener la tan ansiada salud
mental.

Comienza nuestra gloriosa relación con el DIOS de nuestro entendimiento para llegar al PASO TRES con un
menor esfuerzo y poder asumir como propio su enunciado:

TERCER PASO

“Decidimos poner nuestra voluntad y nuestras vidas al cuidado de DIOS tal como nosotros lo concebimos”.

En esta gran decisión voluntaria de vida, definitivamente abandonamos cualquier intento de seguir
manipulando nuestras vidas, la humildad nos permite llegar a un grado tal de FE, que nos abandonamos con
absoluta entrega a los designios que solo nuestro DIOS sabe manejar. Seremos lo suficientemente sencillos
para dejar que DIOS nos guíe por el camino de la vida, porque hemos logrado algún grado de humildad, ya
no luchamos, no resistimos, solo sustituimos nuestra fuerza de voluntad por nuestra buena voluntad estando
conscientes de que apenas somos instrumentos de DIOS cuyo objetivo es enseñarnos a amar y permitirnos
llevar este mensaje de amor con gratitud hacia donde ÉL nos indique.

Si recordamos el despertar espiritual de Grover, veremos cómo dentro de esa hermosa experiencia, él se
lanza desde “la orilla de un precipicio que era tan profundo que parecía no tener fondo.” atendiendo, según
Grover, a “una voz que me decía que saltara. Yo sentía que DIOS me estaba hablando” y entonces luego de
algunas dudas él se arrojó con decisión, describiéndolo de esta manera: “No tenía miedo ni me sentía
inseguro. Me lancé al precipicio y gracias a DIOS no pasó nada. ÉL me apoyó y sentí una gran seguridad,
como nunca antes la había sentido.” “Estaba en las manos de un Poder Superior y yo estaba totalmente
consciente de ello”.

Se puede decir que Grover cayó en los “brazos amorosos” de DIOS que lo acunaron y lo protegieron,
llevándolo a una especie de viaje astral alrededor del mundo o como él dijo “a un lugar del cielo”
regresándolo sano y salvo.

Lo revelador de esta experiencia es que Grover se lanza con la más absoluta confianza y fe en los brazos de
DIOS, dejándonos un vivo ejemplo de cuál es la actitud correcta que se debe observar al hacer este TERCER
PASO.

El TERCER PASO es el punto de inicio para conocimiento profundo de DIOS. Aquí empezaremos a
comprenderlo, a “verlo”, a conversar con ÉL, a entablar una sólida amistad, a confiar plenamente en ÉL,
llegando al final a una completa comunión con ÉL a través del AMOR que nos irá prodigando a lo largo de
nuestro proceso de crecimiento.
Cabe destacar que no existe ningún tiempo preestablecido para estos procesos internos, cada quién tiene su
ritmo personal, es una pérdida de tiempo tratar de compararse con los demás: “Que si fulanito o perencejo
va más adelantado que yo y eso que empezamos juntos en el programa”, “Que si aquel que tiene diez años
en N.A. y está más enfermo que yo que tengo menos tiempo dentro del PROGRAMA” y así por el estilo.
Debemos recordar que este camino que escogimos no es una carrera de pista olímpica a ver quién llega
primero, este camino o mejor dicho este viaje, es como una gran peregrinación colectiva hacia el mundo
divino y más específicamente hacia el encuentro con DIOS, en donde todos tenemos una responsabilidad
específica y una dinámica personal que nos permite avanzar a determinada velocidad, ¡ojo! no es cuestión
de inteligencia ni de capacidad, sino la conjunción de infinidad de factores personales entre los que se
encuentra el entendimiento de la gran filosofía que se esconde detrás de los lemas: “Vive y deja vivir”,
“Poco a poco se llega lejos”, “Primero lo primero”, “Sólo por hoy”, lo que significa que, si alguien ha
logrado importantes avances dentro del programa, es porque se ha mantenido, de veinticuatro en
veinticuatro horas, fiel a los siguientes principios: FE, DISCIPLINA, RESPONSABILIDAD y el más firme deseo de
curarse de la enfermedad llamada egoísmo innato.

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE AUTOANÁLISIS O AUTOCONOCIMIENTO:


PASOS 4, 5, 6
CUARTO PASO

“Sin ningún temor hicimos un inventario moral de nosotros mismos”.


A este nivel ya tenemos abiertos algunos importantes canales o puentes espirituales para iniciar el gran
viaje interno que nos depara el CUARTO y el QUINTO PASO; seguimos utilizando la humildad como llave de
apertura a nuestro más profundo interior. Haciendo nuestro inventario moral por escrito en el CUARTO
PASO, sacaremos a flote todos los eventos negativos que han marcado nuestra vida, así como también los
positivos, para ello ponemos nuestra mirada fija hacia adentro, eso sí, no con una lupa, si no con un
microscopio electrónico capaz de ver hasta nuestra más mínima partícula interna y entonces entramos en
acción tomando lápiz y papel, y con ello también empezaremos a descubrir el valor de la escritura, porque a
través de ella llegaremos al conocimiento más exacto de quienes somos.

La escritura es llevar a la realidad nuestros pensamientos, con ella le damos forma a las ideas, las
organizamos y las estructuramos, con la escritura las palabras cobrarán más importancia y se fijarán mejor
en nuestras mentes ya que las hemos transformado de invisibles a visibles, las podemos tocar, las podemos
ver, las podemos leer y releer, las podemos borrar, cambiar, añadir; la escritura es un recurso ilimitado que
DIOS pone en nuestras manos para su mejor utilización y honra.

No es fácil ponerse a escribir, pero créanme compañeros, que no existe otro método más efectivo. Con la
humildad lograremos sentarnos (a veces con la ayuda nuestra madrina o padrino) en el escritorio o la mesa,
agarrar el cuaderno y el lápiz y comenzar a contestar el cuestionario, iniciando con confianza nuestro más
importante viaje de autoconocimiento.

Un psicólogo amigo y asesor de la comunidad me comentó que si sentía alguna resistencia en contestar el
cuestionario, bien podía empezar con una narración “Light” de mi vida, escribiendo a grandes rasgos una
historia completa sin tantos detalles, eso me facilitaría el camino hacia mi encuentro terapéutico en el
CUARTO PASO.

Nuestro Grover tenía un clarísimo concepto general de la humildad, sin embargo vean lo que para él
significa en relación al CUARTO PASO cuando respondió a la siguiente pregunta:

Pregunta: “¿A qué tiempo de haber llegado al grupo se hace el CUARTO PASO?”.

Respuesta: “Siempre es necesario aplicar los pasos lo más pronto posible, pero algunas veces hay unas
personas que no están preparadas. Uno puede empezar escuchando y anotando. Pero no es aconsejable
esperar mucho tiempo, ni es conveniente hacerlo complicado. Cuando se hace con humildad es bastante
sencillo y además se pierde el miedo de entrarle al programa, por eso debemos buscar la humildad”.

Con la humildad garantizamos terminar de la forma más honesta nuestro balance de vida, y cuando
hablamos de balance o inventario se me hace muy necesario repetir que esta acción comprende tanto la
identificación de las cosas malas como la de las cosas buenas que hay dentro de nosotros, ambos elementos
son de suma importancia como veremos más adelante.
Habiendo identificado la raíz exacta de nuestros defectos de carácter, comienza un proceso muy efectivo de
descontaminación de nuestro inconsciente. Comenzamos a desmantelar aquella vieja programación
neurótica entrando en el QUINTO PASO:

QUINTO PASO

“Admitimos ante DIOS, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestras
faltas”.

Admitir ante nosotros mismos, luego ante DIOS en detalle y con toda la honestidad que este acto merece, se
convierte en otro evento liberador que nos impulsa con humildad a seguirnos deslastrando de nuestros
demonios internos, expulsándolos y reconociéndolos ante otro ser humano de nuestra más absoluta
confianza.

La intención de este trabajo no es tanto profundizar en los pasos, más bien pretendemos establecer un sutil
engranaje, entre los DOCE PASOS DE RECUPERACIÓN y este bien, llamado La Humildad, para así demostrar la
gran amplitud de acción y versatilidad que ella posee y cómo la misma nos va a acompañar constantemente,
abriéndonos todos los caminos necesarios para encontrarnos a nosotros mismos, llegando a saber a
cabalidad, lo que realmente somos y lo que podemos llegar a ser en función de lo que hemos vivido.

En estos CUARTO Y QUINTO PASOS descubriremos que aunque hemos hecho cosas indebidas, producto de la
deformación de nuestra emociones e instintos naturales, también poseemos una matriz noble, que también
hemos sentido, vivido y hecho cosas buenas en la vida y lo más importante, que el amor está y siempre ha
estado dentro de nosotros, sólo que creamos barreras para impedir inconscientemente que él se manifieste
en forma plena ante el mundo.

Indudablemente que tendemos a concentrarnos más en las cosas malas que en las buenas ya que ellas son la
manifestación directa de nuestro egoísmo y es lo que a la larga queremos desaparecer de nuestras vidas,
pero no debemos perder de vista los aspectos positivos de nuestra personalidad (por muy pequeños que nos
parezcan) ya que ellos serán el punto de partida para la formación del nuevo individuo, con la humildad se
irá descubriendo el velo que mantiene oculto a nuestro verdadero yo, ese yo amoroso que está ansioso por
despertar.

SEXTO PASO

“Estuvimos dispuestos a dejar que DIOS eliminase todos estos defectos de carácter”.

En el SEXTO PASO nos vamos a encontrar en un oasis espiritual donde construiremos una sólida plataforma
de despegue hacia el verdadero cambio. Es un remanso tranquilo de tiempo y espacio en donde ubicaremos
dentro de una madura perspectiva cuál es nuestra relación con DIOS y con nuestro entorno. Es una fase de
transición en donde se ubica una especie de área de reconocimiento personal sopesando nuestros avances.
Estaremos en capacidad de valorar en su más justa dimensión nuestra liberación de las formas primarias que
nos servían de evasión o escape (gula, cigarrillos, alcohol, fármacos, drogas ilícitas, café, otras
compulsiones, etc.) afianzaremos más nuestros conocimientos de los CINCO PASOS anteriores,
reafirmaremos nuestras nuevas herramientas adquiridas, igualmente estableceremos una clara conciencia de
cuáles son los defectos de carácter y cuales las deficiencias que nuestro egoísmo insiste en mantener
tercamente en nuestras vidas y fundamentalmente logramos una fuerte compenetración con el valor de la
humildad ya que al entrar en el PASO SIETE la invocaremos directamente en su enunciado. Diremos en
términos deportivos, que estamos dando repetidos saltos en el trampolín de la madurez.

LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA DE CAMBIO PROFUNDO, (PASOS 7, 8, 9 y 10).

SÉPTIMO PASO
“Humildemente le pedimos a DIOS que nos librase de nuestros defectos”.

Es en este paso donde se invoca “oficialmente” y en forma directa, la palabra “humildemente”, sin
embargo, ya para nosotros es completamente familiar este valor, porque desde el PRIMER PASO nos hemos
visto en la necesidad de practicarlo, so pena de no poder avanzar hacia las profundidades del PROGRAMA.

Si hemos llegado correctamente a este PASO, entonces quiere decir que ya estamos preparados para iniciar
en forma efectiva el proceso de cambio de personalidad que ya venía fraguándose en el horno de la
humildad desde hace un buen tiempo.

Pero es en este PASO donde vamos a utilizar dicha humildad como herramienta fundamental para la lucha
espiritual. En esta lucha se equiparan las acciones ya que los contrincantes que son nuestra vieja
personalidad comandada por el egoísmo, y la nueva personalidad comandada por el amor, están de igual a
igual y ya verán porqué.

En este PASO poseemos tanto la conciencia como la seguridad y el carácter necesarios para solicitar
“Humildemente a DIOS que nos libre de nuestros defectos”, le pedimos con propiedad a DIOS porque desde
el TERCER PASO hemos desarrollado una estrecha relación con ÉL, le tenemos confianza o mejor dicho FE;
sabemos que es ÉL, el que nos va a asistir constantemente para que nos elimine todos nuestros defectos de
carácter, pero ¡ojo!, no debemos exigirle nada, sólo solicitarle con humildad que elimine nuestras
deformaciones ya que el cómo, a qué velocidad y cuales defectos nos irá eliminando, lo decide ÉL y solo ÉL,
no nosotros, así que mucha paciencia, compañeros, que no es otra cosa que humildad para esperar los
cambios.

Decimos que la lucha se equipara por lo siguiente: Tanto el viejo “yo” dominador y persistente, como el
nuevo “yo” que ya empieza con amor a abrirse a la vida como la flor de la diapositiva 6, poseen el mismo
peso específico, ya nuestra vieja personalidad no está en ventaja, fíjense, nuestro poderoso ego enfermo
(egoísmo), ya no actúa encubierto, lo hemos desnudado, ya conocemos su historia, como se fue
desarrollando y a expensas de que fue creciendo adentro de nosotros, conocemos su forma de manipularnos
y cuáles son los defectos de carácter que él usa para controlar nuestras vidas. Por otro lado está nuestro
nuevo “yo”, ese yo que estaba dormido o en estado de vida latente, ese yo donde reside el verdadero amor,
ese yo donde está domiciliado DIOS, ese yo que estaba aguardando pacientemente para ser despertado, que
viene cobrando vida y fuerza con la práctica de los pasos de recuperación, que viene tomando conciencia
propia, ese yo que viene emergiendo con determinación y que pretende barrer a estos viejos patrones para
implantarse definitivamente en nuestro interior y así lograr una total conversión física, mental y espiritual.

Así, que la lucha está pareja, hablando en términos boxísticos los dos contrincantes están en la categoría de
“Pesos Pesados” y listos para el combate.

Sin embargo nos debe quedar bien claro que este cambio será el producto de un gran enfrentamiento entre
estas dos fuerzas, una que se niega a morir y la otra que nace a la vida, dentro de nosotros no hay lugar
para ambas, nuestra nueva personalidad no admite ambigüedades, ni contradicciones; o logramos una vida
plena en función del amor o seguimos actuando reactivamente en base a emociones primarias mal
canalizadas por la neurosis, el nuevo yo representa a ese amor y el viejo moribundo yo representa al
egoísmo.
También nos debe quedar muy claro que la lucha por el cambio nos va a ocasionar nuevas sensaciones y
sentimientos, algunas veces agradables pero otras veces tan dolorosas y tan traumáticas que estos normales
“Dolores de crecimiento” pudiesen llegar a confundirse con sufrimiento y este punto es supremamente
delicado porque muchas personas no lo soportan y pueden estancarse e inclusive alejarse del PROGRAMA por
el temor natural al dolor.

En la gráfica de la curva de la enfermedad, que está en todos los grupos, tenemos muy bien explicado que
cuando descendemos hacia el gran fondo emocional, nuestra vida está signada por el sufrimiento, pero que
cuando vamos ascendiendo hacia nuestra recuperación ese sufrimiento se trastoca en dolor de crecimiento,
al cual es necesario reconocerlo como parte, precio o sacrificio que hay pagar para lograr el cambio que nos
habilitará para entender el amor en su más pura esencia y en consecuencia el gozo pleno de la vida.
Así que, mis apreciados compañeros, lo que quiere el egoísmo derrotarnos en combate, es dejarnos
“noqueados” en la arena de la lucha espiritual, el egoísmo lo que desea es robarnos las fuerzas para seguir
luchando, el pretende que volvamos al punto inicial o que nos estanquemos o que no lleguemos al punto
final de recuperación, su objetivo es no dejarnos avanzar y que nos caiga la maldición de Sísifo, aquel
personaje de la mitología griega que en castigo por su mal comportamiento, los dioses condenaron a
empujar por una loma, cuesta arriba, una pesada piedra redonda y antes de llegar a la cima dejarla caer
voluntariamente hasta abajo, para luego empezarla a empujar de nuevo y dejarla rodar, repitiendo este
ciclo indefinidamente de por vida.

Siguiendo en este mismo orden de ideas, habíamos comentado que el ego enfermo es una energía poderosa
muy mal canalizada y su fuerza se debe a que nos ha dominado durante muchos años y que cada
veinticuatro horas que pasan sin detenerlo, se perfecciona y se afianza más y más; pero resulta que el amor
que va incubándose en nuestro interior gracias a la humildad y nuestro PROGRAMA, es aún más fuerte, sólo
que no conocíamos su poder y es en este SÉPTIMO PASO donde vamos a entender ese poder y utilizarlo para
doblegar al egoísmo y desaparecerlo para siempre de nuestra personalidad, porque si DIOS es amor y DIOS es
la entidad más poderosa del universo, entonces el egoísmo está condenado a ser desaparecido de nuestras
vidas por intermedio del amor. De allí que entender al amor y su inmensa fuerza es entender a DIOS y
aprender a amar y actuar en consecuencia en torno a este sublime valor, es el objetivo más importante de
nuestras vidas y el factor clave de la cura total de nuestra enfermedad, por lo tanto debe ser puesto de
primero dentro de nuestra escala de valores.

Y hablando de amor, les comparto que los PASOS OCHO y NUEVE son los pasos donde confluyen la madre y la
hija, es decir, el amor y la humildad; ambas se encuentran para actuar en equipo ya que son los PASOS
donde el PERDÓN cobra la gran dimensión y profundidad que posee, pero para que opere de manera fluida y
en la correcta dirección debe hacerse con la llave del amor y la humildad, como veremos seguidamente:

El amor es quién empuñará el martillo de la humildad, el cual golpeará incesantemente al cincel del perdón
que romperá las cadenas esclavizantes del odio y del resentimiento para liberarnos plenamente y así sanar
definitivamente las heridas del alma.

OCTAVO PASO

“Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar
el daño que les causamos”.

NOVENO PASO

“Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño que les habíamos causado, salvo en aquellos
casos en los que el hacerlo perjudicaría a ellos mismos o a otros”.

Ahora bien es necesario manejar, que el perdón actúa sobre la base de cuatro competencias:

Saber que ya todos nuestros errores u omisiones están perdonados previamente por Dios.

Perdonarse a sí mismo.
Perdonar a quienes no nos comprendieron durante nuestra enfermedad, así como a los que no nos
comprenden actualmente en nuestra recuperación dentro del programa.
Pedir perdón a las personas que hemos dañado.
Vamos a considerar un momento estas cuatro competencias del perdón:

Les decía que en los PASO OCHO y NUEVE se entrelazan el amor y la humildad porque al saber que DIOS en
su infinita comprensión y amor, nos ha perdonado todos nuestros grandes, medianos y pequeños pecados,
comenzamos a sentir su excelso amor, su bondad, su tolerancia, su magnanimidad. Sentir que ÉL nos ama sin
ninguna condición es saber cómo se puede proyectar el amor en nuestro interior y más importante aún
entender como proyectarlo hacia nuestro exterior.

Ahora bien, como ya nos sabemos perdonados por DIOS y acusamos un sincero arrepentimiento, nos es más
fácil pasar a la segunda competencia del perdón que es el acto de perdonarnos a nosotros mismos. Este duro
proceso ya había comenzado en los PASOS CUATRO y CINCO, usando la humildad como herramienta de
autoanálisis; más sin embargo es necesario sacudirse definitivamente de encima ese tormentoso sentimiento
de culpa que nos invade cada vez que recordamos nuestras malas acciones.

Cuando nos perdonamos a nosotros mismos podemos recordar esos momentos del pasado, como una lección
de vida, como algo anecdótico para no repetirlo, cuando logramos perdonarnos a nosotros mismos ya vemos
el pasado como nuestro gran patrimonio de vida, es nuestro camino recorrido, es nuestro tesoro, más que un
libro de vida es nuestra gran biblioteca, nuestro más completo banco de datos, la mejor referencia de que
hemos vivido y hemos vivido de acuerdo a nuestra naturaleza humana y cuando logramos perdonarnos,
llegamos a sentir que valió la pena vivir y respetamos a nuestro pasado porque ese fue el camino que DIOS
destinó para nosotros y debemos quererlo como a nuestra mejor escuela.

El día que lleguemos a perdonarnos totalmente, podremos decir esta afirmación con plena conciencia y
gozo: “Si volviera a nacer, repetiría mi vida exactamente igual, sin ningún cambio”.

En los dos actos anteriores de sabernos perdonados por DIOS y de habernos perdonarnos a nosotros mismos
apenas comenzamos a sentir y vivir la grandeza del perdón y del amor ya que en el primero sentimos la
comprensión y el inmenso amor que DIOS nos tiene y en el segundo acto empezamos con el proceso de
amarnos, si compañeros, perdonarnos es un acto de amor interno, solo así nos podremos llenar de amor para
luego poderlo irradiárselo a nuestros semejantes, porque nadie puede dar de lo que no tiene.

Habiéndonos perdonado con honestidad, ya tendremos preparada y lista para aplicar la herramienta de la
humildad a fin de entrar en la tercera competencia del perdón, es decir, perdonar a quienes nos dañaron o
simplemente no nos comprendieron durante nuestras crisis neuróticas, el perdonar a otros no sólo elimina
los resentimientos y odios que están alojados en algún espacio de nuestro corazón, sino que le cede ese
espacio al amor que sin duda nos viene invadiendo poco a poco.

En la cuarta competencia o cuarto acto del perdón se crea el escenario donde la humildad y el amor hacen
su acto de comunión estelar, ya que debemos agachar la cabeza con humildad para pedir perdón por los
daños causados con total arrepentimiento y aceptar con amor tanto la reconciliación, como el rechazo o la
posible agresión de la persona agraviada en caso de no surtir efecto nuestra solicitud de perdón.

DÉCIMO PASO

“Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitimos


inmediatamente”.

En el PASO DIEZ, la práctica de una humildad cotidiana, nos va a permitir pulir los PASOS CUARTO y QUINTO,
eliminando los vestigios malsanos del pasado que aún están enquistados en nuestro inconsciente, este tipo
de humildad doméstica pero muy efectiva, nos va a permitir desarrollar la habilidad de detectar
rápidamente y casi en el acto, nuestros errores diarios, para luego admitirlos y posteriormente corregirlos
haciendo un balance diario de nuestro comportamiento para mejorarlo posteriormente.

Los veteranos en esta materia me han recomendado, que se debe iniciar este paso apuntando en una libreta
todas esas cosas malas y buenas pensadas, habladas y ejecutadas a lo largo del día para en la noche
proceder a su análisis y corregir lo que haya que corregir y reafirmar lo que haya que reafirmar (un ‘cierre
de caja’ espiritual), también me dicen (y así lo creo) que con el tiempo podremos prescindir de esa libreta
de anotaciones ya que habremos adquirido la habilidad o veteranía mental de “detectar, admitir y corregir”
con una velocidad casi automática, hasta llegar al elevado nivel que de nuestras bocas solo salgan las
palabras apropiadas y de nuestra humanidad las acciones adecuadas.

En este paso podemos decretar que hemos entrado en los predios de aquella humildad que se refería con
gran acierto Bill W., él hablaba de una “Humildad Realista” como una forma de describir nuestra capacidad
de entender claramente y día a día cuál es nuestra realidad verdadera, quienes somos, donde estamos, cuál
es nuestra función en este mundo y como debemos relacionarnos con él.

TRAMPAS DEL CAMINO: “LA FALSA HUMILDAD” :


En este nivel de la ponencia se me hace imprescindible hacerles una alerta muy importante y le puse ese
título “trampas del camino” porque es muy fácil caer en la trampa de la falsa humildad.
En honor a la verdad, es muy fácil desviarse del camino del PRIMER LEGADO, porque todos los defectos de
carácter que venimos arrastrando nos pueden sabotear el mismo, e inclusive sacarnos de él hacia otras rutas
muy rutilantes pero tan engañosas que son enceguecedoras, además de eso el ser humano posee una
tendencia natural a buscar lo inmediato a través de atajos, pero no vamos a analizar estos casos, acá vamos
a precisar e identificar únicamente a la falsa humildad.

Es común la tentación de actuar bajo la careta de la humildad, es decir que externamente nos comportamos
como personas calladas, hacendosas, proactivas y hasta afectuosas, sin embargo internamente la motivación
de esa conducta fingida solo desea obtener el aplauso, el prestigio, el poder de la manipulación, en fin, la
obtención de alguna recompensa egoísta a cambio de esa conducta calculada a nivel consciente o
inconsciente y esta conducta incongruente se explica porque la falsa humildad se alimenta y obedece nada
más y nada menos que al orgullo, la vanidad, la soberbia, la autosuficiencia, la hipocresía, la jactancia y la
abyección. Fundamentalmente se alimenta del orgullo, ya que está demostrado que el orgullo es hijo
directo del egoísmo y que a partir de él se generan los demás defectos de carácter antes mencionados, el
orgullo es la completa antítesis de la humildad.

En la diapositiva 6 hacemos la analogía con un cactus, el cual está coronado por unas flores muy bonitas,
pero el tallo está minado de espinas, así mismo es el que practica la falsa humildad, bonito en la superficie,
pero de sentimientos espinosos en lo interno.

El gran filósofo y pensador de la era moderna Immanuel Kant la denominó Humilitas Spúria o humildad
viciosa para distinguirla de la humildad virtuosa. Así que compañeros, ojo avizor y mucha madurez para
detectar este antivalor que nos puede llegar a desviarnos del camino verdadero y perjudicar a la estructura
de N.A. en un momento dado.

LA HUMILDAD EN EL EQUILIBRIO FÍSICO, MENTAL Y ESPIRITUAL


Y hablando de las trampas del camino, sus atajos y desviaciones, una de las dificultades que presenta la
evolución hacia la madurez espiritual es adquirir la habilidad para mantenernos en el centro del triangulo
que encierra nuestra naturaleza física, mental y espiritual (Diapositiva Nº. 8):

Vean como en la diapositiva, LA HUMILDAD se ubica a modo de esqueleto externo, que sirve como
aglutinante para mantener en equilibrio los tres elementos (físico, mental y espiritual) que componen la
totalidad del ser humano y está representado en forma de triángulo, para justamente mantenernos en el
centro del mismo, (la palabra NA en el centro del triángulo no se refiere a la comunidad, sino al Neurótico
Anónimo como individuo).

Para utilizar un ejemplo simple, la humildad funciona como el molde triangular usado en el billar, el cual
mantiene a todas las bolas dentro del mismo. Con esto quiero decir que nada hacemos si nos dedicamos a
trabajar por separado estos tres elementos.

Es muy común ver a algunos compañeros obsesionados con los psicólogos, psiquiatras y terapeutas, otros con
las religiones y comunidades pseudoespirituales (magia, hechicería, esoterismo) otros esculpiendo sus
cuerpos febril y artificialmente (con fármacos) en los gimnasios, manteniendo dietas férreas que solo
aumenta su ansiedad, otros abrazan el vegetarianismo y así sucesivamente, cayendo en radicalismos
perniciosos y tratando en forma parcelada cada área de sus vidas; cuando en realidad lo que buscamos es la
sanación sincronizada y en conjunto de los tres factores antes mencionados.

Esta forma aislada de tratar el problema trae como consecuencia que tal vez y sin darse cuenta, empiecen a
salirse del centro del triángulo y a concebir el PROGRAMA como algo complementario dentro de su
estrategia de recuperación, cuando la realidad verdadera nos indica que es al revés, o sea que debemos
tomar el PROGRAMA como eje fundamental de recuperación y de vida y, cómo no, ser humildes para tener
la mente abierta a fin de explorar y utilizar otras alternativas, pero eso sí, como actividades suplementarias
al PROGRAMA e ir enriqueciendo el mismo con estas experiencias, a fin de mantenernos en el centro del
triángulo.

Debo dejar en claro, para que no se mal interprete, que no es que esté en contra de los profesionales de la
salud mental, ni de las iglesias, ni mucho menos de los deportes, muy por el contrario los considero aliados
fundamentales del programa por muchísimas razones que no vienen al caso detallar en este momento. Lo
que quiero puntualizar con esto, es que las actividades de mejoramiento y crecimiento humano extra-
programa se pueden hacer en forma dosificada, equilibrada y siempre en función de nuestro PROGRAMA,
cuidándonos de las desviaciones, los fanatismos y las obsesiones.

No se puede ni se debe descartar a la psicología convencional ya que ella ha hecho unos tremendos aportes
a nuestro programa; en este punto es necesario recordar que nuestro cofundador Grover, fue psicólogo
clínico y fue él quien introdujo el término ortosicología (el correcto uso de la psicología) para darle una
connotación científica al PROGRAMA. Pero si trabajamos únicamente con ellos, por separado, entonces nos
estaremos saliendo del centro del triángulo. Me explico: Trabajar solamente con la psicología convencional
indica que solo estaremos aplicando una terapéutica científica sobre nuestras emociones, dejando en
descuido tanto el aspecto físico, como el espiritual. Si por el contrario nos dedicamos, en forma vanidosa,
solamente a mantener un cuerpo atlético para cumplir con las ordenanzas sociales y a la vez nos
alimentamos sanamente pero en forma obsesiva, nos alejaremos de lo mental y del alimento espiritual. En
cambio si nos refugiamos de lleno en la iglesia, solamente estaremos dedicados a nuestra religiosidad y
eventualmente a nuestra espiritualidad, dejando de lado los otros dos aspectos.

Por cierto, antes de proseguir quiero hacer un alto para comentarles las diferencias que existen entre la
religiosidad y la espiritualidad. Cuando les hable de religión, lo haré en su concepto más general, sin
involucrar alguna en especial:

En mi opinión, la religión es un sistema de creencias, es una forma particular o específica de concebir a


DIOS. La religión está sustentada y fundamentada en base a doctrinas y/o dogmas practicados en forma de
ritos, los cuales a su vez, son actos ceremoniales simbólicos, concebidos para darle realce, estilo propio y
para reforzar un conjunto de creencias.

La religión es una forma ortodoxa de concebir el mundo divino. Cuando describo a la religión de esta
manera, no piensen que la estoy criticando o juzgando, solo establezco sus características más generales
para tener un punto de referencia comparativo a la hora de hablar de la espiritualidad. Para terminar el
punto, esta sentencia:

“La religión se convierte en la camisa de fuerza del alma, cuando no se la practica


con espiritualidad”.
En cambio la espiritualidad es otra cosa, me atrevo a decir con fervor, que la espiritualidad lo es todo, son
todos los acontecimientos que ocurren en el mundo visible e invisible, desde el fenómeno de la respiración,
que involucra a esa molécula de oxigeno donde DIOS está presente y que sirve para mantener la vida,
pasando por actos “aparentemente” cotidianos como abrazarnos, compartir un café o té con alguien a quién
apreciamos, celebrar en familia, oír música sublime, la concepción de una vida cuando un óvulo y un
espermatozoide se unen, observar el comportamiento de un niño, acariciar una mascota o simplemente
contemplar extasiados la naturaleza que nos rodea, valorándola en su más justa dimensión; todo esto y
hasta los eventos universales más gigantescos que la mente humana no puede comprender, son ejemplos de
actos espirituales.

La espiritualidad es la sumatoria de todas las religiones del planeta y más allá, ya que incluye el ateísmo y
todas las formas de pensamientos creencias concebidas por el ser humano. Para ilustrar lo que trato de
transmitirles voy a transcribirles algo del libro “Llegamos a creer” de AA:

“La espiritualidad es un despertar. Es comprensión. Es la libertad si consideras el miedo como una


esclavitud. Es confianza. Es adherirse a los dictados de su conciencia, es un agudo y claro deseo de
sobrevivir. Es un hombre o una mujer, es la alegría de ser joven en un mundo joven. Es gratitud por todos
los acontecimientos del pasado que lo trajeron a un momento de justicia. Es ver un poder mimético hacia el
bien, en todo y cada uno de los seres humanos. Es paciencia ante la estupidez. Es querer ir a casa a pesar de
ya estar ahí. Es mirar a alguien que aparentemente es repugnante pero que irradia belleza. Es un niño. Es
ver a una oruga transformarse en mariposa. Es el convencimiento de que sobrevivir es una lucha salvaje
entre usted y su ego. Es el jalón magnético hacia aquellos que están abajo y afuera. Esa cosa tan especial
que es la espiritualidad no se le puede dar a un ser humano por medio de las palabras. Si todos los hombres
deben tenerlas, entonces todos los hombres deben ganárselas a su propio modo, por su propia mano
marcada con el sello particular de cada uno, dentro de su propio derecho individual”. (Extracto de el
artículo “En su propio derecho individual” del libro Llegamos a creer… Pág. 14).

En lo personal estoy convencido de que la espiritualidad es a menudo tan complicada de explicarla, que es
preferible sentirla y vivirla a plenitud que tratar de entenderla intelectualmente.

Se puede ser religioso sin ser espiritual, se puede ser espiritual sin ser religioso, se puede ser religioso y
espiritual a la vez y hay otra alternativa, dentro de la cual en lo personal me inscribo, en donde se puede
ser interreligioso y espiritual a la vez; esta forma de actuar solo pretende impulsar el diálogo entre todas las
religiones serias a fin de que puedan lograr trabajar en paz y armonía, en función del único objetivo que las
impulsa: DIOS.
Finalizo este punto diciendo que con la humildad como amalgama espiritual del programa, vamos a
desarrollar una gran capacidad de interconectar las tres áreas básicas de nuestra existencia (física, mental y
espiritual), comprometiéndolas con el PROGRAMA y a nosotros mantenernos en el centro del mismo.

(5) LA HUMILDAD COMO HERRAMIENTA ESPIRITUAL: (PASOS 11 y 12)


UNDÉCIMO PASO

“Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con DIOS tal y como
lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer Su voluntad para con nosotros y nos diese la
fortaleza para cumplirla”.

En esta diapositiva la palabra LA HUMILDAD ubicada en el bosque, en la parte arriba, simboliza que a este
nivel ya la misma debería empezar a confundirse con el follaje de nuestra personalidad, por ser parte de la
misma, sin embargo, más abajo observarán que aunque hemos conseguido “alguna” serenidad en el río de
nuestras vidas, todavía quedan algunas cuantas turbulencias en nuestras emociones, representada por esa
pequeña caída de agua en la cual está superpuesta de nuevo la palabra HUMILDAD como forma de
contrarrestar alguna emoción que pretenda desbordarse.

Pero pasemos a ver como se desenvuelve en este plano espiritual: Definitivamente, si la humildad como
herramienta de cambio logra un cambio de personalidad, la humildad como herramienta espiritual cambia el
alma y el espíritu. Antes de continuar nos sería muy útil considerar la diferencia entre ambas: El alma es
una sustancia etérea que se constituye en el motor energético que impulsa nuestras acciones como seres
humanos y su esencia es individual, algunos autores sostienen que el alma es una ramificación especializada
del espíritu que atiende al individuo en forma personalizada.

En cambio el espíritu, aún cuando al igual que el alma, es una sustancia incorpórea e invisible, alternativa a
la materia y que nos une a un todo universal, es fundamentalmente de esencia colectiva y es justamente el
vehículo o “Caldo cósmico” que nos comunica a todos con “Todo”, especialmente con ese Ser Superior tal y
como lo entendemos. Aún no se ha descubierto donde residen el alma y el espíritu, pero lo que sí está claro
es que todos los eventos espirituales se domicilian en el cerebro, de allí la importancia de entender cómo
funciona el mismo y como fluyen las ideas que a la final son las que le dan forma y estilo a nuestra
conducta.

Para que se logre una conversión trifásica total (física, mental y espiritual) es necesario conmover nuestra
esencia espiritual más íntima y para lograrlo no existe nada más completo que el PASO ONCE.

El PASO ONCE es el complemento del PASO TRES, así como los PASOS CUATRO y CINCO actúan hermanados,
el Paso Tres y el Once también actúan complementándose o mejor dicho profundizando la acción del
primero.

En este PASO nos dedicaremos buscar una conexión directa con DIOS. La meditación y la oración es nuestro
lugar de encuentro con ÉL y si recuerdan como comienza aquella máxima de la Madre Teresa que les referí
anteriormente cuando les hablaba sobre el servicio: “El fruto del silencio es la oración……..”, verán que sin
silencio no podrá haber un contacto efectivo con DIOS y es en este momento de hacer silencio donde entra
en acción como herramienta la humildad espiritual, si compañeros, para hablar con DIOS hay que practicar
una humildad profunda y espiritual para callar al ego que convierte a nuestra mente en una maraña
anárquica de pensamientos desordenados y en consecuencia permitir el escenario silencioso adecuado para
que ÉL nos hable.

Encontrar ese silencio, es entrar en ese estado neutral al cual no estamos acostumbrados, ya que siempre
hay un “ruido” en nuestras mentes, siempre estamos en constante diálogo interno o externo, siempre con
ansiedades, con quejas, siempre pidiéndole cosas personales al Ser Superior, pero ¿En qué momento nos
quedamos en estado de quietud mental?, la respuesta es: ¡casi nunca! cosa que nos dificulta hacer el
silencio necesario para conectarnos con DIOS. Con el silencio y la oración logrados a través de la humildad
espiritual, permitiremos que ÉL nos hable con ese lenguaje divino que solo puede ser entendible al
despertarse aquellos núcleos cerebrales aletargados (lóbulo derecho) donde reside la espiritualidad, DIOS no
habla en inglés, ni en francés, ni en alemán, ni en mandarín, DIOS sólo habla en AMOR en FE y en VALORES,
pero ese lenguaje intenso y directo solo se puede entender en un estado perfecto de humildad espiritual.

La humildad espiritual nos regala una agradable sensación que nos mueve a sentir que aunque pequeña,
somos una parte importante de este vasto universo, que nos da la certeza de que no estamos solos porque
sentimos que nuestro espíritu y nuestra alma forma parte de un todo universal que no es otra cosa que DIOS.

En este particular San Francisco nos dio una lección práctica de humildad espiritual, también de que el
universo somos todos y que todos estamos unidos espiritualmente, cuando al contacto con la naturaleza en
sus largos peregrinajes llamaba al agua “Hermana agua”, al viento lo llamaba “Hermana brisa” a la Luna
“Hermana Luna” y al Sol “Hermano Sol”, así mismo, en sus oraciones jaculatorias y adoraciones al aire libre,
las aves se congregaban en los árboles para acompañarlo y le cantaban a DIOS cuando él se los pedía, incluso
las plantas lo entendían, ya que en una oportunidad él le solicitó a un almendro que le hablara de DIOS y el
almendro floreció sin estar en la estación.

San Francisco jamás hubiese necesitado de la física cuántica para saber que somos materia y energía al
mismo tiempo y que además somos un TODO en donde DIOS está incluido en nosotros y nosotros en ÉL.

Por ello les quiero transmitir el concepto de plenitud espiritual expresado y practicado por San Francisco de
Asís:

“El hombre que está en el nivel de plenitud espiritual nada pide para sí, no anhela
riqueza ni le atraen los honores ni busca los placeres. Tampoco necesita la ciencia
puramente humana. Su espíritu, sobrenaturalizado por la FE, respira en la esperanza, y su
corazón, henchido de AMOR, late satisfecho. ¡DIOS es todo para él!”
(Instrumentos de tu paz, Alejandro F. Díaz. Pág. 14).
Esta humildad espiritual, es la llave que abre la puerta para el encuentro consciente y personal con DIOS y
con su mundo espiritualmente invisible del cual somos parte activa y tiene sus leyes, sin embargo la
humildad espiritual no se conforma con abrirnos la puerta a DIOS sino que crea un puente o canal de
comunicación mental que nos induce al entendimiento de aquella realidad divina que les comentaba al
inicio, de ese escenario divino que fluye bajo unas leyes que solo Él maneja a toda perfección, pero que es
necesario llegarlas a entender para que podamos cristalizar la realización como individuos.
Lograr la quietud mental es un reto, de allí que se necesite de un gran esfuerzo. La meditación es quedarnos
en silencio, es hacer silencio en nuestro interior, es conseguir que la mente, el corazón y la voluntad se
introduzcan en la cámara secreta del silencio y desde ese silencio en forma pasiva observar nuestro mundo
interior (nuestro yo verdadero) y a continuación observar el mundo exterior de forma pasiva. Es aprender a
ordenarle a la mente que esté tranquila e impávida. Es vivir el momento presente, solo ese momento de
forma plena.

La meditación es una especie de limbo consciente. Es un estado previo a la oración y ésta es el camino para
acceder a niveles inexplicables de comunión con DIOS. La gran ventaja del PASO ONCE es que nos da entera
libertad para hacer la oración con el método que mejor se adapte a nuestras creencias, costumbres y
personalidad.
En lo personal creo y practico la meditación contemplativa, es decir aquella experiencia vívida en donde
más que dialogar, se siente la presencia de DIOS, es aquella en donde no se usan las palabras sino el
sentimiento, aquella en donde le pido dirección con palabras mudas, donde le ruego que se haga su voluntad
y que me revele su voluntad para conmigo, aquella donde nos comprometemos, a dejar de hacer nuestra
voluntad, para hacer la de ÉL, convirtiéndonos en sus servidores incondicionales y para ello se le pide que
nos invada de esa energía divina llamada amor puro, es aquella donde se le implora que como sus servidores
nos permita actuar bajo ese amor y nunca más bajo el egoísmo, es aquella donde no pedimos por nosotros,
sino por los demás, por nuestros padres y demás familiares, por los enfermos, por los presos, por los que no
creen en ÉL, pedimos que el amor penetre en la sociedad, en sus líderes y con ello lograr la paz mundial,
pedimos por nuestra comunidad, y por muchas cosas más.

En conclusión como el PASO ONCE es un paso tan trascendental en nuestra recuperación y en general en
nuestras vidas, se hace necesario darle un tratamiento solemne precedido por esa humildad espiritual que
nos permitirá eliminar los obstáculos naturales que nos impiden entender a DIOS y su mensaje, solo así
obtendremos esa madurez espiritual que buscamos con esta reveladora práctica.

Y hablando de madurez espiritual les quisiera compartir rápidamente algunos signos de esa madurez, ya que
es necesario tener un perfil claro de la persona que debemos aspirar a ser una vez que dominemos el PRIMER
LEGADO. La madurez espiritual se basa fundamentalmente, en la capacidad de aceptación total en el
término más extenso de la palabra.

El servidor que ha llegado a la madurez espiritual por intermedio de la humildad además de poseer una
absoluta capacidad de aceptación plena, posee entre otras cualidades una sana autoestima, es paciente,
tolerante, no tiene deseo de prestigio, no discute, ha dominado la lujuria y todas las conductas obsesivas-
compulsivas, ha perdido el apetito desmedido por el dinero y lo material, practica la “Ley del Dar” con
absoluto amor y desprendimiento y además en completa concordancia con la SÉPTIMA TRADICIÓN, sabe
escuchar, ha desarrollado el hábito por la lectura, es asertivo, es coherente, sabe discernir, tiene dominio
propio y por sobre todas las cosas sabe lo que es el amor y lo practica a través del servicio.

“Saber que el servicio que prestamos en N.A. es exclusivamente a DIOS y solo a DIOS es un signo inequívoco
de Madurez espiritual”.

Cuando se consigue la madurez espiritual, cesa la lucha interna, el ego está en el lugar que siempre ha
debido estar; nuestra amorosa personalidad fluye con suavidad, hemos encontrado un mar de serenidad
inconmovible y eso es lo que transmitiremos: Amor y paz duradera por ser dueños de una humildad plena.

DUODÉCIMO PASO

“Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este
mensaje a los neuróticos y de practicar estos principios en todos nuestros actos”.

En el PASO DOCE se ponen en conjunción todo lo asimilado en los PASOS anteriores para cumplir con el único
objetivo de nuestra comunidad: ¡Llevar este mensaje de esperanza a todo aquel que esté sufriendo!

Nuestro cambio radical, nos convierte en unos seres humanos confiables para los demás, nos convertimos en
unos mensajeros ambulantes sin necesidad de andar vociferando consignas, nuestra humildad es la mejor
manera de hablar, cuando le llevamos el mensaje a una persona no mostraremos ansiedad por hacerlo
entender, no lo saturaremos con tantas palabras, solo nos limitaremos a oírlo con interés y atención,
debemos dejar que la persona drene sus sufrimientos y frustraciones y cuando tengamos una oportunidad
insertaremos nuestro testimonial en una forma natural y sincera.

La navegación correcta por los DOCE PASOS en correcto engranaje con la humildad y en completa comunión
con DIOS produce un ser humano de una integridad incuestionable, expresada en tres coordenadas que
confluyen en una sola dirección, me refiero a que la forma de pensar, de hablar y de actuar son
coincidentes en todos los actos de su vida, somos transparentes y de convicciones tan nítidas que hasta
nuestros actos más cotidianos están basados en función de virtudes y no de emociones. Nos presentamos al
mundo con toda la belleza interna que al igual que la flor, hemos ido descubriendo poco a poco (Diapositiva
Nº.11).
Bien compañeros ya hemos descubierto las diferentes facetas de la humildad, ya no queda duda de la
poderosa herramienta que ella es y del enorme beneficio que nos brindará si la sabemos utilizar
adecuadamente, ahora veremos como esos beneficios individuales se proyectarán al resto de la comunidad
convirtiéndose en beneficios colectivos.

4.- ¿COMO INFLUYE LA HUMILDAD EN LA ESTRUCTURA DE N.A.?


La gran sabiduría de nuestra literatura y específicamente de nuestro Manual de Servicio, se evidencia en el
hecho de que a partir desde el mismísimo momento que alguno de nosotros aspira a ser Representante de
Grupo (R.G.) se nos pide, entre otras características muy importantes, poseer el valor de la humildad, voy a
citarlo textualmente y en negritas tal cual el Manual: Tener “La humildad suficiente para buscar el beneficio
colectivo, antes que el propio”. (Pág. 84, MANUAL DE SERVICIO DE NEURÓTICOS ANÓNIMOS). Vean que
cuando dice “suficiente”, quiere decir que aunque no dominemos en un cien por ciento (100%) ese valor,
bastaría con la humildad que se posea en ese momento o que hayamos sido capaces de alcanzar a ese nivel,
para que por lo menos con esa cantidad de humildad seamos capaces de anteponer la unidad y los intereses
de la comunidad, antes que los nuestros. Esto en palabras sencillas quiere decir que ya un R.G. se debe
perfilar como un líder servidor con la suficiente humildad y madurez espiritual como para aspirar
legítimamente a los servicios que le siguen, los cuales son de mayor responsabilidad y trascendencia.

Antes de entrar en materia deseo destacar algo que considero de suma importancia: Fíjense bien, dentro de
los requisitos fundamentales para ser un R.G., está la asistencia regular al grupo de al menos dos (2) años,
de allí que aplicando lógica simple, podemos deducir que el Manual de Servicio nos sugiere que en un
período de dos (2) años prácticamente debemos haber logrado el dominio del PRIMER LEGADO o lo que es lo
mismo, llegar a ser un líder servidor casi completo fraguado bajo la luz de la humildad.

Aprovecho para informarles, que en esta última parte les presentaré una visión de la humildad ligada
íntimamente a la filosofía de liderazgo planteada en el Concepto IX para el Servicio Mundial de AA.

En lo personal, prefiero eliminarle la palabra “Mundial”, porque no refleja la verdadera intención de esas
doce extraordinarias herramientas, ya que estos DOCE CONCEPTOS DE SERVICIO son para aplicarlos a todo lo
largo y ancho de la estructura, no son solo para uso exclusivo para el servicio internacional. Ese título de
“Mundial” se lo pusieron los cofundadores de A.A., ocasionalmente, en una época en donde A.A. solo existía
en Estados Unidos y el único puente de comunicación con los grupos de los demás países se hacía a través de
la Oficina de Servicios Mundiales en la ciudad de New York, quiere decir que para aquel entonces A.A. era
una sola estructura, era una corporación mundial con una sola cabeza: La O.S.M., así mismo había una sola
Conferencia Mundial que manejaba todos los asuntos de la comunidad y por lo tanto Bill W. tenía una sola
visión, la visión de una empresa espiritual mundial asignándole a los DOCE CONCEPTOS la palabra “Mundial”
para arropar a todos los grupos del mundo.

Sin embargo la comunidad fue creciendo, y cada país se vio en la necesidad de crear su propia estructura
interna o nacional, creando la figura de la Oficina de Servicios Generales (O.S.G.), la Conferencia Nacional
(el equivalente a nuestra Asamblea Nacional) y las demás instancias de su estructura, de tal manera que a
esos Conceptos bien pudiéramos llamarle “LOS DOCE CONCEPTOS para el Servicio Nacional o para el Servicio
Estadal o para el Servicio Distrital o para el Servicio en los Grupos”.

Me pareció muy necesario hacerles este comentario ya que he observado que la palabra “Mundial” intimida,
porque produce el espejismo de que estamos muy lejos de ese nivel mundial y le restamos interés al estudio
de estos DOCE PRINCIPIOS tan básicos para el servicio, en todos los niveles.

Siguiendo con el tema, una vez que ya nos manejamos con cierta fluidez dentro del PRIMER LEGADO y con
esto quiero decir que hemos dejado de ser dependientes, que ya entendemos cual es la realidad verdadera y
que ya nos hemos encontrado y entendido a nosotros mismos, es necesario saber que el proceso del
liderazgo verdadero y espiritual se inicia en nuestro interior.

Con la herramienta de la humildad, en todas sus modalidades, nos hemos encontrado, convirtiéndonos
primeramente en nuestros propios líderes, porque ya somos líderes de nuestros pensamientos, de nuestras
emociones y de nuestras acciones. Posteriormente ese liderazgo es capaz de transmitirse a otras esferas
tales como la familiar, la laboral, la vecinal y por supuesto a la comunidad de N.A. que nos transformó y a la
cual le debemos gratitud.

Si analizamos la estructura de nuestra comunidad veremos que existen varias instancias o niveles de
responsabilidad, tal como en una empresa o corporación, bien sea económica o social. En nuestro caso
hablaremos de una Empresa Espiritual, diremos que ese carácter de espiritual le da ciertas características
especiales, la primera de todas es que nuestro objetivo no es el lucro económico, por lo tanto nadie paga ni
nadie percibe un salario, nuestra empresa espiritual es rica por naturaleza, ella nutre su funcionamiento en
función de valores y principios espirituales y por lo tanto no se puede declarar en “bancarrota” jamás, en
nuestra empresa espiritual no existen cláusulas ni compromisos contractuales, no hay vacaciones ni días
feriados; más sin embargo, debemos empezar diciendo que como toda empresa necesita ser alimentada de
materia prima y para ello contamos con un manual operativo espiritual que lo ejecuta un andamiaje humano
que debe tener ciertas condiciones para que pueda operar y atraer con eficiencia esa materia prima que
necesita y que no es otra que todos aquellos seres humanos que están sufriendo a causa de la neurosis.

En tal sentido podemos decir que el elemento central para su funcionamiento es la buena comunicación,
esta comunicación debe ser directa, sincera, fluida, respetuosa, vigorosa, rica en mensaje, humilde y
amorosa para que pueda cumplir una función de verdadera atracción.

En este punto los grupos de N.A. se constituyen en instancias transformadoras de esa materia prima ya que
nos enseña a comunicarnos en armonía, fíjense que la comunicación al igual que el liderazgo es un proceso
que se inicia a partir de nosotros mismos, se estima que una persona habla consigo misma por un espacio
promedio de doce (12) a catorce (14) horas (si desean lo pueden medir) y que mientras ese diálogo interno
sea de mayor calidad pues también mejorará la calidad de nuestra comunicación con los demás.
Retomando la línea de la humildad ligada al liderazgo que plantea el IX CONCEPTO DE SERVICIO, clasificaré
el liderazgo en dos tipos:

El liderazgo espiritual.
El liderazgo no espiritual.
Hoy en día se habla de innumerables clases de liderazgo, pero para no hacer tan complicado el asunto, he
decidido establecer solamente estos dos (2) tipos de liderazgos antes mencionados. En líneas generales el
liderazgo no es otra cosa que influir sobre los demás para lograr un objetivo común, de allí que desarrollaré
esta parte estableciendo las diferencias entre los dos, para que vean que la esencia de ambos son
diametralmente diferentes aunque contengan muchas similitudes, quiere decir que las diferencias no son de
estilos, ni de formas, sino que son diferencias de fondo, de estructura, de propósitos y de metas.

Dentro del liderazgo no espiritual se desarrollan actividades y metas concretas en el campo de lo social,
político, económico y hasta religioso, estos objetivos y metas se limitan a una concepción materialista de
“progreso” planetario.

En cambio el liderazgo espiritual busca objetivos de mayor trascendencia dentro del campo universal,
dentro del plano intangible de DIOS y la energía divina que ÉL emana y a partir de esa cosmovisión, llevar al
mundo hacia una forma de convivencia donde el principio fundamental sea la transformación de esa energía
divina en AMOR.

Como vemos en la diapositiva, existen dos grandes grupos de líderes, los líderes convencionales o no
espirituales y los líderes espirituales, aunque no se niega la existencia de una combinación de ambos, que
pudiera en un momento dado ser beneficioso para la sociedad, pero para la mejor comprensión del líder que
N.A. quiere desarrollar, es necesario tener una referencia clara al respecto.

Como ven los líderes dictadores no espirituales son una clase de individuos neuróticos cuya enfermedad
termina progresivamente arropándolos y que degeneran siempre en un perfil egocentrista, mesiánico y
dictatorial capaces de destruir sociedades enteras. Estos líderes alimentan su ego enfermo con defectos de
carácter y con egoísmo y más egoísmo.

En cambio los líderes espirituales se alimentan de los combustibles de mayor octanaje que puedan existir en
el Universo, es decir: ¡El amor puro y su hija la humildad! ya que su objetivo es dar amor y para darlo se
tienen que alimentar constantemente del amor que emana de DIOS. (Diapositiva Nº. 13):

En la diapositiva anterior a la derecha, la paloma representa al Poder Superior como cada quién lo
comprenda, el cual está emitiendo rayos energéticos de amor al líder espiritual, este líder se plena de esta
energía amorosa y divina, logrando irradiarla hacia su entorno, hacia su familia, sus compañeros de grupo,
su prójimo en general. No solamente los ejemplos de líderes amorosos que les enumeré en la diapositiva 12
(Jesucristo, Los Santos, Buda, Gandhi, etc.), son los únicos capaces de lograr ese liderazgo, debemos
entender que todos nosotros, si nos lo proponemos, somos capaces de llegar a esos niveles tan elevados de
trascendencia espiritual, todos tenemos el potencial de llegar a la santidad a través del programa, pero ese
sería una meta suprema basada en una decisión muy personal y tomada desde una comprobada madurez
espiritual.

En realidad lo que se busca dentro del programa es lograr un nivel de liderazgo espiritual funcional capaz de
contribuir, a partir de los grupos, al cabal funcionamiento de la estructura y cumplir con el objetivo máximo
de la misma que es llevar el mensaje de esperanza y de amor a los que sufren a causa de la enfermedad
mental y emocional.

Indiscutiblemente que el ego es energía pura y cuando está enfermo de egoísmo, esa energía se encuentra
mal canalizada distorsionando la conducta del individuo, creando graves daños en el mismo, pero cuando se
es líder y se actúa desde la neurosis, pues lógicamente que estos daños se transmiten al entorno inmediato.

En la diapositiva se puede observar a la izquierda, que el ego del líder dictador está representado por un
neutrón, el cual es el componente fundamental de la bomba atómica, con esto quiero decir que aunque el
ego sea invisible como ese neutrón, el daño que puede causar puede llegar a dimensiones catastróficamente
gigantescas, de allí que el ejemplo a Mao Tse Tung sea uno de los más representativos, ya que bajo su
liderazgo político y militar en la China roja, hubieron tantos muertos que aún hasta la fecha no se han
podido cuantificar, se estiman que hubieron entre veinte a treinta millones de muertos.

Otros millones más podemos cuantificar con el terrible “Holocausto” que protagonizó Hitler en la Segunda
Guerra Mundial, pues el número de muertos causados por las SS y por países colaboracionistas en su
“limpieza étnica”, da un total de catorce millones, incluyendo los seis millones de judíos muertos en ghettos
y campos de concentración.

Si comparamos la cifra anterior, con los desastres causados por las bombas atómicas de Hiroshima y
Nagasaki en 1945, verán que ni siquiera un dispositivo concebido y ejecutado por el ser humano para
destruir masivamente, puede hacer tanto daño, como un ego enfermo. La cantidad de muertos directos,
heridos y dañados por la radiación de las dos bombas atómicas, antes mencionadas, no llega al millón de
personas (unos dicen que 500.000 otros 600.000).

Existen otros ejemplos de menor impacto como los líderes pseudoespirituales o mesiánicos creadores de
sectas que manipulan al ser humano para desangrarlo económicamente e inclusive llevarlos a la
autodestrucción como en aquel histórico caso de suicidio colectivo (algunos testigos sostienen que fue un
asesinato en masa), de aproximadamente novecientas (900) personas, ocurrido en noviembre de 1978 en
Guyana bajo el liderazgo del “Reverendo” Jim Jones quién fundó “La iglesia del pueblo” o “Templo
Popular”. Dentro de ese mismo estilo tenemos a la tragedia de Waco (Texas) en abril de 1993, ocasionada
por un “líder espiritual” llamado David Koresh, quién llevó a la muerte por calcinamiento, dentro de un
Rancho llamado “Monte Carmelo” o “Rancho del Apocalipsis”, a sesenta y nueve (69) adultos y diecisiete
(17) niños, luego de casi dos (2) meses de enfrentamiento armado contra las autoridades federales (FBI).

Es un lugar común que esta clase de líderes, se amparen bajo el gran poder de convicción que dan las
máscaras del amor, la paz, la unidad y hasta se elevan como abanderados o enviados de sus dioses. Hablan
de amor sin entenderlo. Ellos se nos presentan con un lenguaje muy emotivo que conmueve y persuade,
cuando en realidad son los reyes de la manipulación y de la “falsa humildad”.

Estos anteriores ejemplos, que son sólo algunos de los muchísimos que hay en todo el mundo, se los
presento con el único objetivo de ilustrarles el nivel extremo al que puede llegar un líder enfermo de
egoísmo.
Ahora bien, para efectos de este trabajo me gustaría llevar estas bases, o sea, con las que trabajan los
líderes egoístas, a niveles menos intensos o dramáticos, es decir a situaciones más cotidianas y útiles para
nuestra dinámica de recuperación, como al liderazgo que ejercemos en el hogar y más específicamente en
los grupos de N.A.

Cuando un compañero no entiende las bases enunciativas del liderazgo que plantea el CONCEPTO IX, y se da
a la tarea de practicar un liderazgo empírico basado en el ejemplo de los líderes políticos tradicionales, se
convierte en un servidor perturbador que no llega a la categoría de líder y lo peor es que se cree como tal y
quiere actuar como tal, pero lo que hace es dañar y estancar la estructura contaminándola de vicios que
después pueden ser muy difíciles de erradicar y cuando una conciencia está desinformada, hasta pueden
convertirse en seguidores de ese pseudolíder, perdiendo tiempo, energía y dinero, siguiendo a alguien que
solo anhela prestigio, poder, figuración y en algunos casos especiales siguiendo a quienes basan su capacidad
de liderazgo en algún conocimiento de la literatura y en función de ciertos resentimientos.

Así que es esencial para nosotros, tanto, saber diferenciar la calidad del liderazgo que debemos ejercer, así
como, el ejemplo del liderazgo que debemos seguir. Es importante saber que si nos desviamos en su
aplicación a cualquier nivel el efecto devastador es el mismo, no importa si somos responsables del
refrigerio, RGs. o delegados a la Asamblea Nacional; de allí que el programa lo que busca es irnos formando
como ese líder ideal constructor de sociedades sanas empezando por la familia como base de la misma y
también la comunidad de NA a la cual le debemos nuestra felicidad.

El perfil del líder ideal está bien claro en la literatura, así que apenas enumeraré las características más
resaltantes que aplican para este concepto: (Diapositiva 14):

Como verán la primera condición del Líder servidor ideal es la humildad, con ella se inicia y se desarrolla
todo el equipamiento mental y espiritual que se requiere para ser un buen líder. Las demás características
se explican por sí solas. Por lo que pasaremos a la diapositiva Nº. 15:

Este diagrama de la estructura es simplemente para explicar en qué forma la humildad influye en ella,
fíjense que en el gráfico la palabra HUMILDAD que corre por ambos lados de la estructura, comienza a partir
del Representante de Grupo (R.G.) y acompaña a la estructura en toda su extensión. La humildad no
aparece antes ya que se supone que en los grupos, durante dos (2) años, estaremos preparándonos como
servidores para llegar a RGs. Durante ese tiempo estaremos concentrados en el PRIMER LEGADO de
recuperación y en conseguir la suficiente humildad para poder optar a esa responsabilidad e inclusive, en
algunos casos, el servicio se inicia en una primera fase como una terapia ocupacional, mientras que vamos
adquiriendo la humildad necesaria y los demás valores que vienen atrás de ella, los cuales nos permitirán
entender cuál es la verdadera esencia del servicio y su significado en nuestra recuperación.

En esta etapa de los grupos, solo estamos ubicados a nivel de servidores, solo somos servidores rasos,
tratando de proyectarnos hacia el nivel de Líderes Servidores, condición que comienza a germinar y a
vislumbrarse cuando somos experimentados coordinadores de grupo, pero que en realidad se inicia
oficialmente cuando se llega a ser elegido R.G. A partir de ese momento, la humildad nos acompañará a lo
largo de toda la estructura y de toda la vida y en consecuencia nos iremos perfeccionando progresivamente
dentro de la filosofía del liderazgo ideal plasmada en el Concepto IX de Servicio. Nuestra organización es
una Universidad de vida y dentro de ese contexto también una escuela de liderazgo, en este sentido la
estructura está diseñada para que cualquier miembro se capacite y logre prestar los servicios de más alta
responsabilidad.

Podemos decir en forma lapidaria que: “LOS TRES LEGADOS RECUPERACIÓN, UNIDAD Y SERVICIO reflejados
en los DOCE PASOS, las DOCE TRADICIONES y los DOCE CONCEPTOS DE SERVICIO están unidos
indisolublemente y dependen de la humildad para que puedan cobrar vida plena”.

Con la práctica de la humildad mantendremos una excelente, fluida y respetuosa comunicación con todos los
compañeros y tan buenas relaciones con los ellos en cualquier nivel del servicio de la estructura, que
nuestro liderazgo será sencillamente incuestionable y los beneficios se reflejarán en la eficiencia de la
maquinaria espiritual encargada de llevar el mensaje de esperanza, amor y unidad hacia la sociedad,
trayéndole a la comunidad un gran crecimiento cuantitativo y cualitativo.
Ahora bien, si seguimos creciendo dentro de la estructura, verán que al final pasaremos de ser Líderes
servidores, al nivel de Líderes servidores ideales. En la diapositiva, hay una flecha que conecta este nivel
con la Asamblea Nacional y para explicar el porqué de esta conexión, se hace necesario refrescar algo de la
historia de A.A. para comprender a cabalidad la importancia que tiene el llegar a este nivel de la A.N. con el
grado de madurez espiritual adecuado o de Líder servidor ideal.

Siguiendo con la historia debemos recordar que una gran parte de la etapa de la adolescencia de A.A. se
sostuvo y sobrevivió a duras y delicadas pruebas que pusieron en peligro la vida de esta organización, gracias
a la veteranía y capacidad de liderazgo de los dos cofundadores de esa organización (Bill W. y el Dr. Bob S.).
Ambos líderes, integraban la Junta de Custodios alcohólicos y no alcohólicos de “La Fundación Alcohólica”;
esta fundación tenía la gran responsabilidad de administrar todos los asuntos de la comunidad, pero cuando
en 1950, A.A. inicia su camino hacia a la mayoría de edad y el Dr. Bob muere, surgen unas grandes
interrogantes: ¿En manos de quién quedara el destino de A.A. cuando fallezcan sus cofundadores?, ¿Quién
tendrá el suficiente conocimiento, la suficiente experiencia, veteranía y liderazgo para no dejar que el
barco naufrague? Pues bien, esas interrogantes quedaron saldadas cuando en ese mismo año se decide la
creación de la Conferencia de Servicios Generales, aunque es al año siguiente, en 1951, cuando se realiza y
se acuerda la creación de la Junta de Servicios Generales que reemplazaría a la "Fundación Alcohólica" y que
empezaría a funcionar en 1954. Ambas instancias se constituyeron en las coronas y piedras angulares del
SEGÚNDO LEGADO de Unidad y TERCER LEGADO de Servicio ya con ello se terminó de completar toda la
estructura de A.A. De allí que cuando en 1955, Alcohólicos Anónimos llega a su mayoría de edad con sus
TRES LEGADOS bien consolidados, Bill W. descansa y se le desaparecen definitivamente y como por arte de
magia sus episodios depresivos. Bill se cura de la depresión al asegurarse que la vida de la organización
estaba garantizada por siempre ya que todo aquel miembro que tuviese la capacidad de llegar a la
Conferencia de Servicios Generales, (la equivalente a nuestra Asamblea Nacional) sería un Líder servidor
ideal en función del Noveno Concepto de Servicio y que prácticamente estaría a la par en conocimientos con
los cofundadores, contando con la suficiente humildad, madurez espiritual y sabiduría para enfrentar
cualquier situación que pudiese poner en peligro la vida de este hermoso proyecto: ¡LA OBRA DE BILL, BOB Y
DE LOS QUE LO ACOMPAÑARON, YA ESTABA A SALVO!, y con ella nuestra comunidad de Neuróticos Anónimos
y las demás comunidades de DOCE PASOS.

Espero que con esta corta explicación haya quedado muy bien delimitada la función de la humildad dentro
de la estructura. Solo me resta mostrarles la diapositiva 16 para reforzarles lo siguiente:

Y a la vez decirles que ese hermoso paseo nos lleva a conseguir la verdadera libertad expresada en la
diapositiva 17:

Entendiendo la libertad no en su concepto más tradicional, el cual nos enuncia que: “La libertad es la
capacidad de elegir responsablemente entre lo bueno y lo malo”.

En este punto, me gustaría compañeros, que entendamos la libertad que hoy les planteo de dos formas, la
primera como: “La capacidad de elegir responsablemente entre lo bueno, lo mejor y lo excelente, y aún
cuando no podamos llegar a términos de perfección, por cuanto ella se encuentra en los dominios de DIOS, si
podemos buscar la excelencia en todos los actos de nuestra vida. Para un líder de N.A. la libertad ya no es
opción escoger entre lo bueno y lo malo, porque lo malo ya lo hemos escogido en el pasado y en demasía y
no queremos que exista más en nuestras vidas”.

Y la otra forma de libertad es la capacidad de decirle al mundo que ¡NEURÓTICOS ANÓNIMOS SÍ FUNCIONA! y
que funciona porque utiliza nada más y nada menos que la energía más poderosa de todo el universo: EL
AMOR.

Quisiera concluir este trabajo con una hermosa experiencia que DIOS me envió al finalizar los treinta
minutos de esta ponencia:

Resulta ser que después que cierro la exposición y todo el mundo está aplaudiendo muy efusivamente, se me
acerca un compañero que estaba situado en los asientos de las primeras filas (con esa imagen que sólo
proyectan los veteranos) y con amabilidad me dijo así: “Compañero con todo respeto le quiero sugerir algo”
y seguidamente me pasó un papelito que decía: “El Dr. Bob y los Buenos Veteranos, pág. 234”, lo miré y me
dijo, “léasela por favor”, entonces le di las gracias y me guardé el papel. Una vez llegado a Venezuela e
intrigado por el asunto busqué el libro en la página indicada, la leí y fue así como pude entender la
importancia de lo que mi sabio compañero me quiso transmitir, por lo tanto me pareció tan interesante que
en honor al Dr. Bob y a ese compañero mexicano (que DIOS lo bendiga y lo siga iluminando donde quiera que
esté), escogí este mensaje para ir cerrando con broche de oro esta ponencia. De inmediato paso a
transcribirles la página del libro:

["La actitud del Dr. Bob hacia las grandes alabanzas y las ovaciones de pie tuvo algo que ver con la actitud
de la humildad."una cosa con la que no hemos sido bendecidos la mayor parte de nosotros".

Como él decía, no era ésta “la fingida humildad del Uriah Heep de Dickens”, ni era de “la variedad del
tapete que se pone en la puerta”… Estoy hablando de la actitud de todos y cada uno de nosotros hacia
nuestro Padre Celestial”, decía el Dr. Bob.

“Cristo dijo: `Por Mi mismo no soy nada. Mi fortaleza viene de Mi Padre que está en el cielo´. ¿Si Él tuvo que
decir eso”, preguntaba el Dr. Bob, “que pasa contigo y conmigo? ¿Tú lo dijiste? ¿Yo lo dije? No. Eso es
exactamente lo que nosotros no decíamos, en su lugar nos inclinábamos a decir: `Mírenme muchachos. Estoy
bien, ¿eh? No teníamos ninguna humildad, ningún sentido de haber recibido algo por medio de la gracia de
nuestro Padre Celestial.

“No creo tener ningún derecho a estar orgulloso por obtener sobriedad”. Decía: “es solo mediante la gracia
de DIOS que lo hice. Puedo sentirme muy agradecido por haber sido privilegiado… Si mi fortaleza viene de
ÉL, ¿quién soy yo para enorgullecerme al respecto?”.

Sobre su escritorio, el Dr. Bob tenía una placa definiendo la humildad: “La perpetua tranquilidad del
corazón, es no tener problemas. Es nunca estar enojado o apesadumbrado, irritable o dolorido; no
extrañarme de nada de lo que me hacen, sentir que nada se hace en contra mía. Es estar tranquilo cuando
nadie me alaba y cuando soy culpado o despreciado, es tener un bendito hogar en sí mismo en donde yo
puedo entrar, cerrar la puerta, arrodillarme ante mi Padre en secreto y estar en paz, como en un profundo
mar de tranquilidad, cuando todo lo que hay en mi alrededor y cerca de mi aparente ser un problema”.

Indudablemente que el carácter del Dr. Bob tuvo una fuerte influencia en dar forma a las juntas de la
localidad.]

Saquen Uds., compañeros, sus propias conclusiones…………………..

Debo concluir para el anecdotario, que esta ponencia la comencé hace más de un mes con el objeto que
fuera un pequeño artículo para la revista “Fraternidad” de México y del mundo, y finalizó siendo una
extraordinaria y fascinante aventura sobre la humildad, no sé cómo, pero desde que comencé a escribir no
pude parar hasta llegar a este momento en que estoy cerrando este gratificante trabajo, por lo tanto no me
queda más nada por decir y como abrimos con un concepto de la humildad de nuestro gran benefactor Bill
Griffith Wilson, cerraremos entonces con dos enunciados cortos pero con una contundencia y profundidad
impresionantes, el primero es del mismo Bill W. y el segundo de nuestro amado Grover B.:

“La humildad perfecta sería la buena voluntad de hacer a todas horas y en todas
partes, lo que Dios quiere” (Bill escribe sobre lo mejor de Bill, pág. 48).
“Hazlo todo con amor”
Grover B.
Gracias a todos mis hermanos de crecimiento por haber tenido la paciencia de leerme y en honor al PODER
SUPERIOR, a nuestra comunidad de NEURÓTICOS ANÓNIMOS, al AMOR y a la VIDA:

¡¡¡Sólo por hoy trataré de hacer con amor la voluntad de DIOS!!!


Neuróticos Anónimos

"LA HUMILDAD"

REVISTA FRATERNA

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