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ADVERTENCIA

Este segundo tomito, guarda referencia con el anterior en que ha surgido simultáneamente del escritorio y
de la puesta en marcha de Nuestro Trabajo.

Una introducción breve en los tópicos iniciales nos pondrá en tema, dejando el terreno listo para la primer:
parte; charlas significativas en torno al tema de interés: el Cambio y sus posibilidades. Encontraremos en
estas páginas la simple llaneza de lenguaje de cualquier equipo siloísta que se expida sobre tales asuntos.
Tal llaneza los hace bien comprensibles.

De repente, surge la segunda parte. haciendo un giro quizá inesperado en el comienzo del texto. Ahora
entramos con buen rigor metódico y una minuciosa exposición de tema: específicos. Periferia y Profundidad
quedarán a la mano para ser trabajadas. Biotipo, Personalidad, Centros, Esencia, desfilarán ordenadamente
en una tarea de autoconocimiento a fin de realizar luego prácticamente la “Ficha Personal”. (Que resulta
básica para futuros trabajos mayores).

Es así como argumentos de fondo (de la l parte) se complementan con la metódica exposición de la
segunda parte y con posibilidad de consultar los apéndices singulares. De manera tal que con la exposición
del material, la primera faz del Proyecto Comprensión queda hecha. La segunda faz, la práctica, queda en
manos del lector y/o estudioso.

Otra vez reiteramos la sugerencia anterior de que mientras se lean estas páginas de Fragmentos del Poder
Joven (1 y 2). se tenga a la mano el paquete de libros siloístas para contar con su magisterio y el de H. van
Doren como guías. No solo remitimos a tal autor para reafirmar conceptos y criterios, sino que invitarnos a
realizar un verdadero operativo repaso de su obra, ya que tal vez sea lo más contundente que escriba hoy
occidente.

Ángel Bravo
Madrid. 6 de julio de 1.972

PRÓLOGO
Nuestro Trabajo, nada menos y nada más que a esto nos vamos a referir.

Conectamos hoy, nuevamente. con esta exposición de una línea milenaria aparecida y desaparecida tantas
veces como fue necesario: es participar de una oportunidad tremendamente afortunada, cada uno verá
como aprovecha la ocasión.

Más específicamente. hablar de “Nuestro Trabajo“ parece decir algo más que “El” Trabajo. En efecto. un
cambio de palabra significa un cambio hondo de actitudes, marca claramente dos etapas. La primera en la
que cada uno entra al Trabajo. paso que tiene todas las características de la transición. de la penetración a
un recinto diferente como continente y contenido. y la salida de un ámbito (la vida ordinaria) con
presupuestos totalmente opuestos, en uno se quiere despertar y en el otro se quiere dormir. Para algunos
las diferencias son abismales. según los estragos que haya hecho el Sistema ordinario con él, para otros
quizá sea más sencillo: de cualquier modo. lo que nos enseñan oportunamente siempre viene al caso
"Disposición de quien desee iniciar el Trabajo" (1).

“1.- Que no es libre para tomar ninguna decisión. Que todo lo que cree elaborar y elegir. es producto de las
determinaciones del medio y de las propias necesidades de su maquinaria sicofisiológica. Debe tener
presente la fórmula El hombre no puede hacer nada, sino que todo le sucede”.

“2.- Que no debe buscar fines, ni declaraciones de principios, ni cosas semejantes. Si hay una Finalidad, es
la de enseñar métodos de liberación que permitan al ser humano dejar de obrar mecánicamente. Sólo un
hombre no mecánico puede trazar planes y orientarse hacia fines con significado.”

“3- Que a la Escuela se viene a aprender y no a enseñar o a discutir. Lo primero que debe aprender es a
escuchar.”

“4 - Que no puede saltear ningún paso de los que se le indiquen sin peligro de arruinar todo lo que ha
ganado y destruir toda posibilidad futura.”

“5.- Que la impaciencia es su peor enemigo.”

"6.- Que todo lo que haga contra la Escuela lo hace contra sí mismo.”
“7.- Que a él no se le necesita.”

“Si no asimila desde el comienzo los puntos enunciados, ha emprendido una tarea estéril.”

Cualquier comentario sobre todo esto huelga, evidentemente. Así empieza la primera etapa de
acercamiento; luego pasan muchas cosas. muchas revoluciones en cada quien y en el contorno, digamos
que hay una “aceleración” especialísima que pronto se da como "cambio de nivel de conciencia", en
mayores o menores grados; aquí, entre otras cosas. cada uno ha incorporado el Trabajo a sí mismo, ya no
está “afuera” sino en cada uno, es el momento de decir Yo soy el Trabajo, y cuando varios asisten a esta
tremenda realidad nueva, es cuando se afirma Nuestro Trabajo.

Ya hemos dejado atrás definitivamente, “el mundo de las tinieblas", de las dudas. los resquemores y por
sobre todo, la conciencia emocionada.

Ahora asistimos a una Realidad diferente, en donde las palabras convencionales se acortan, se encogen,
no alcanzan a cubrir el nuevo panorama de cambios. Estaremos pues lindando el límite de lo fantástico?; no,
muy por el contrario, estamos tratando con lo real, con lo inusitadamente Real, digamos con lo... ¡tres veces
REAL!, pero dejemos esta descripción para no despistar a nadie diciendo simplemente que hay otra área
topográfica de la realidad que se puede conocer, que por encima de ese continente que por frontera tiene el
sueño profundo y la vigilia ordinaria, hay otro continente nuevo, ya explorado, que por norte tiene la
autoconciencia y por sur el autoconocimiento, continente en el que con seguridad muy pronto, no ha de
ponerse el Sol.

Que cada uno empiece a velar por el Trabajo hasta ponernos en contacto. Y hacerlo por fin nuestro, como
ya sucede, como sucedió y como sigue sucediendo todos los días en esas regiones físicas donde el
esfuerzo de todos está canalizado en esta dirección.

Que cada uno sea autónomo y espontáneo, sin falsas expectativas, sin falsas identidades, hasta
comprender “que nada de todo eso vale la pena” para caer luego en la tremenda, en la simple, en la única
necesidad: la necesidad de Despertar.

Ángel Bravo
Madrid. 6 de julio de 1.972

(1) Consultar “Temas Fundamentales" en S. y la L. de H.v.D., Edit. Transmutación.


I PARTE

Temas básicos de comprensión, introducidos en charlas espontáneas, que resultan inevitablemente


accesibles.

INTRODUCCIÓN
Comenzaremos un largo desarrollo, que nos permitirá configurar una visión estructurada del asunto que nos
ocupa: el fenómeno humano y su evolución posible.

Antes de seguir conviene dejar expresados los llamados "Primeros Tópicos”, los que darán el punto de
partida en nuestra empresa primera, la autoconciencia y el autoconocimiento.

Como Primeros Tópicos entendemos: “El hombre atomizado”, “El rescate del Centro de Gravedad”, “El latir
Generacional” y “La Comprensión Liberadora”.

1.-- El hombre atomizado: Es el caso singular de hombre que se encuentra no integrado y dividido
interiormente. La fórmula: “piensa en una dirección, siente en otra y actúa en otra diferente” lo enuncia
suficientemente.

Se trata sin duda de una fragmentación habitual que a veces se exagera peligrosamente, que no permite
cohesionar intereses con creencias, actitudes con ideas; en ocasiones por deficiencia personal y en otras
por reflejo del contorno, de tal modo que no cuenta con el liderazgo de su propia vida, sino que los hechos,
los demás o el accidente eligen por él.

Las distintas experiencias se memorizan de modo anacrónico y diferenciado, sin establecer relaciones
globales y sintéticas, perdiendo la oportunidad de un salto cualitativo en una ordenada forma de aprovechar
la experiencia biográfica, histórica y la acción biológica.

Por otra parte, la psiquis, que podría actuar sobre el mundo, también aparece irrelacionante y estereotipada
en un camino de desintegración.

A efectos de comprender este caos habitual, surge el ensueño, dando un mínimo de orientación a la vida.
Sabemos que estos ensueños fluctúan hasta que uno toma mayor importancia y se conforma en núcleo.
polarizándose en una dirección y en un clima que le son propios. Alrededor de este núcleo girarán los
demás, conservando la misma forma que en el átomo. Cuando la diferenciación de las "partículas“ (en este
caso ensueños, creencias, actos) aumenta su desorganización, la orientación mínima tiende a interrumpirse
haciéndose posibles tres vías diferentes: a) o bien aparece otro ensueño como reemplazo del núcleo
desgastado o b) la alteración síquica aumenta en manera progresiva (desde pérdida del hilo mental o de la
memoria, hasta la manifiesta desintegración) y c) una vez hecha la fisura, se puede modificar el clima y
dirección llevados Introduciendo una fuerza convenientemente ponderada, con resultados evolutivos, no
conflictivos y catalizadores de mejores procesos. Este momento -con la fisura- ofrece la oportunidad de
liberarse de un modo mental ensoñativo en beneficio de un superior estado de conciencia. En otras
palabras, se puede desplazar el ensueño-de-sí, por la conciencia-de-sí.

Concomitante con esta atomización interna, el contexto social y el clima cultural, sufren análogo proceso.
Hay un núcleo de ensueño compensatorio para lo social y otro para lo cultural, con distintas expresiones e
intenciones.

En este momento de la explicación conviene entender bien dos cuestiones, una la existencia del ensueño
compensatorio y otra la crisis que se produce estos núcleos se desgastan y dejan de servir. Es decir que el
ensueño sirve para mantener la vida al menos en ese estado, de ensueño; pero producida la crisis, ¡no sirve
ni siquiera para esto! Momento en el que unos se desesperan y otros se preparan a un salto significativo.

El ensueño a nivel síquico tiene una evidente extensión conductual, a nivel social será político por ej., y
culturalmente se extenderá desde usos étnicos a expresiones científicas, artísticas y religiosas. Por esto la
atomización de “partículas” a nivel social se expresará en grupos regresivos y anacrónicos (sectarismos en
general, como neofascismos por ejemplo) y culturalmente aparecerá como separatismos regionales y
corrientes extemporáneas que cuando no desvían, impiden y sabotean demorando una conjunción de
fuerzas que por atracción armónica den lugar a un Mundo relacionante e integrador (1)

Pero lo interesante, es que estas contradicciones, dejan fisuras abiertas para entrar en la estructura (síquica,
social y cultural) a fin de operar benéficamente en un proceso de cualificación liberadora. Es decir, que una
vez cambiada -y no antes-, la dinámica del núcleo ilusorio y sus implicancias puede pasarse e un tipo de
pensamiento relacionante y globalizador que permite aproximarse a la experiencia fundamental de la
comprensión liberadora, y a partir de la cual pueden emprenderse numerosas variaciones reformadoras de
incalculable dimensión.

En la medida que este pensamiento relacionante avance, y el hombre sintético se afirme, surgirán
oposiciones, ya que por una parte se hará cada vez más evidente la conciencia desintegrada y en fuga de
nuestros días y por otro la cultura no tolera el hecho de que salten a la vista todos sus sectarismos.
Tensiones, temores y violencias, la conciencia en fuga y la cultura fragmentada proyectarán sus peores
defectos en la oposición al surgimiento irrefrenable del hombre nuevo en su nueva sociedad. He aquí la
posibilidad y he aquí la contra.

(1) Nota: Para ilustrar esta fragmentación exagerada, piénsese en la cantidad de sectas religiosas, políticas,
ocultistas, etc. que pululan en estos días. Piénsese que la esquizofrenia es la enfermedad de la mente
desquiciada, dividida, que también hoy hace gala de abundancia, en el terreno cultural véase por ejemplo
Rusia con regiones sin lengua escrita, vecinas de las grandes construcciones literarias conocidas y en el
campo político no es necesario hablar de la miseria de Bolivia y la opulencia de USA.

2.-- El rescate del Centro de Gravedad: Es observación universal la existencia de un núcleo ordenador.
Las galaxias lo tienen, los sistemas planetarios lo tienen y también un átomo y una célula. Estos núcleos
forman centros de referencias ordenando cíclicamente la actividad de la estructura en cuestión,
aprovechándose desde la mínima a la máxima expresión energética, esto también se cumple en el hombre.

Este centro deja su huella que se ve al recorrer la historia (1). Se han visto han visto épocas de apogeo y de
decadencia, de incorporación y de transferencia de este centro de radiación, y como de otro modo no podría
ser, se ve su extensión personal, social y cultural. En este caso nos interesa compréndelo a nivel personal
como mínimo.

Observamos el núcleo de ensueño oficiando de modo compensatorio de deficiencias personales, pero más
profundamente la comparación está hecha a una carencia fundamental, a la carencia de centro de gravedad
personal. Comprobado este fenómeno (con rigurosa auto-observación) adquiere dimensión la frase antes
dicha: El recate del C. de G.

Autoobsérvese cómo el volátil ensueño carece de fortaleza para dar sentido pleno y cómo a menudo el
centro de referencia se transfiere fuera de sí y se rota alrededor de los demás, de los prestigios, del ídolo de
la estupidez.

Esta transferencia hace evidente la contrapartida: el hombre hueco en un mundo artificial.

Pareciera que algo recuerda de las épocas en que contó efectivamente con ese centro ordenador y no ha
notado su ausencia, adjudicándose todavía ciertas características de su presencia, Se autocree con
permanencia e individualidad, con atención y voluntad y así se pueden seguir enumerando esas
“virtudes“ que ensueña aún tener.

Cuando el hombre abandona esa buena costumbre de encontrar y encontrar-se permanentemente, pierde
la artesanía de hacer-se y hacer en cualquier plano que se exprese. Cuando el Centro mencionado se
rescata y se lo incorpora, da lugar efectivamente al individuo no-dividido y como realidad personal se asiste
a la especial construcción de un “segundo cuerpo“ que realmente cuenta con voluntad, atención,
permanencia y no es perecedero. Las primeras señales de su presencia se ven en la armonización de las
funciones (intelectual, emotiva, etc.) y estabilización del biorritmo (ciclaje periódico de las mismas funciones),
sucede también que merced a las diversas fricciones en el Trabajo comienza a “magnetizarse” al centro, a
ordenarse las partículas en polaridad estable, equiparándose las fuerzas de atracción y repulsión (valga
este modo de explicarse).

Mientras en la ausencia del centro se observaba una dilapidación de la energía, ahora se nota un
ordenamiento y aumento energético, que es expresa como generación e irradiación.

Como la función emotiva es sumamente inestable y sumamente energética transmite ambos aspectos al
resto de las funciones, inestabilidad y energetización. Por otra parte esta función conecta con el mundo de
un modo sintético y veloz, es así que si estas propiedades se combinan en mezcla precisa provocará
efectos muy positivos y también será índice de asentamiento de un centro de gravedad alrededor del cual
girarán con buena referencia el resto de las funciones y la extensión de esto será de interesantes
concomitancias.

Es así como estabilidad emotiva y estabilidad de biorritmo lleva a una armonización que se da concomitante
con una modificación de la conciencia hacia la conciencia de sí, todos estos fenómenos son testimonio de la
formación de un "más esencializado" dando un destino unificado a toda la estructura.
Comprendido esto a nivel personal, se puede extender a nivel social y cultural y pudiéndose comprender
numerosas posibles modificaciones en estos terrenos, llevando el asunto a dotar a todo esto de un profundo
e inequívoco sentido.

(1) Piénsese en los tremendos centros que fueron Atenas, las orillas del Mar Muerto o las costas del Nilo en
su momento y las inmediaciones del Aconcagua de hoy.

3.-- El latir generacional: El principio de Dinámica que acusa la Física con sus ritmos y duraciones, por Ley
de Simultaneidad Universal, se expresa en el terreno humano. En una vida individual se expresa con ritmos
biográficos y biorritmos funcionales. Tomando el momento histórico en que conviven muchos individuos de
distintas edades se observa la misma dinámica con ritmos y duraciones, expresada como generaciones que
se reemplazan unas a otras en ocupar el clímax de ese momento dado.

A veces las nuevas generaciones aceptan y continúan la obra de las mayores, pero otras veces esto no
sucede, sino más bien lo contrario, des-aceptan y no comulgan en absoluto; son pues tiempos de
renovación y de imperativo creador; esta generación renovadora se expresará en numerosas actividades,
pero tendrán el mismo tinte revolucionario. Sin embargo hay tiempos mayores que engloban varias
generaciones; estos tiempos pueden ser de “caída”, de “compás de espera”, de “expectativa" o de
“imperativo creador”, etc, de todos modos es una generación precisa la que provocará la detonación del
cambio fundamental.

Le ley de superación de lo viejo por lo nuevo, se imprime generacionalmente con particular vigor, y los
mantenimientos y propósitos son hilvanados de manera diferente a los intereses de les facciones. Cuando
las nuevas generaciones se presentan al momento vigente traen energías nuevas que los viejos circuitos no
canalizan, produciéndose el desborde energético de consecuencias imprevisibles. Esta falta de acuerdo
entre viejos circuitos y nuevas energías deviene en presión joven, en presión revolucionaria. El momento del
desborde se ve acosado por líneas desviatorias que pretenden canalizar las energías en tareas
superficiales a fin de desgastadas, llevándolas al terreno de la superficialidad, a la falta de soluciones
profundas (1).

Este desvío puede comenzar al no reconocer la generación como unidad vital y cada uno sentirse sólo,
cortándose entonces el nervio unificador y cayendo en desatender el destino histórico, fugándose hacia el
paraíso de las mentiras.

Este desvío fragmentador se produce en beneficio único del enemigo del hombre: el opresor.

Es una generación la que asumiéndose como tal, favorece el corte biográfico y conecta con otra gama de
sucesos francamente evolutivos. Es esta misma generación la que se autoelige y decide ser precisamente
generadora de un nuevo estilo de vida.

Es decir, que si hubiera un dilema generacional, sería el asumir el destino de planteos radicales y
beligerantes que le compete o desviarse de su destino en tareas in-significantes.

En qué momento comienza una acción evidentemente renovadora; en el preciso momento en que se
comienza a bombardear el núcleo de ensueño de toda una generación, produciendo un desplazo de éste
hacia un camino revolucionario y al terreno de los efectos consecuentes.

En tanto el ensueño cualquiera que sea, conserve las propiedades de embriaguez, encantamiento y
fascinación, no pasa nada de nada. excepto regresar a etapas de inconsciencia.

(1) Ver "Dialéctica Generacional" y "Corrientes desviatorias" en el Manual de! Poder Joven, de H. van Doren.
Edit. Transmutación.

4.-- La comprensión liberadora: Desde el momento de reconocer el fracaso de los ensueños ineficaces,
comienza a surgir la experiencia fundamental de la Comprensión liberadora.

Qué es esto? No se trata de otro acto que de recoger las fuerzas y acometer sin demoras un trabajo de
independencias de los conflictos y situaciones opresivas.

Es necesario buscar el meollo de los problemas con un claro entendimiento y una profunda indagación en
su raíz. El entendimiento y la experiencia producen la comprensión básica para continuar seguros de sí
mismos.

Se trate del terreno de la cultura, de la sociedad o personal, no hay otra manera de evolucionar que ésta.

El fracaso de las falsas expectativas lleva a la toma de conciencia y esta deviene en comprensión liberadora
en la medida que no quede solo en comprender ya que así se atascase, el proceso se hace incompleto y de
consecuencias regresivas. Esta comprensión permite avanzar definiendo y distinguiendo claramente qué ha
de hacerse y qué no ha de hacerse, permitiendo un proceso firme y completo de concomitancias íntegras y
relacionantes. Las nuevas fuerzas en juego no atienden a otra cosa que a difundirse en obras con
significado.

Autocrítica
Comprensión Meditación
Autoconciencia

La comprensión así mencionada puede darse después de intensos pasos metódicos o también por un
desplazamiento a "saltos comprensivos", sea como fuere importa mantener semejante actitud.

Parece también desde otro ángulo que la Comprensión Liberadora saldrá como resultante de tres vectores,
los que responden a 3 fuerzas: La Autoconciencia, la Meditación y el Autoconocimiento.

Es decir, que si se llevara adelante una sola de estas tres tareas no se llegaría a una comprensión completa,
sino parcial; o sea, que el conocido círculo con un triángulo interior, tiene aplicación si en cada lado del
triángulo esta sucesivamente la autoconciencia, la meditación y el autoconocimiento, que rotando
convenientemente forma el círculo de la comprensión liberadora.

CHARLAS ESPONTÁNEAS

Comentario:

En el mes de Septiembre-Octubre del 71, nos reuníamos en Madrid para sostener conversaciones sobre los
temas de interés, simultáneamente en Chile varios amigos, entre ellos H. Van Doren, eran detenidos por el
régimen de turno.

Eso no impedía nada, sino que por el contrario reforzó el ánimo para seguir la enseñanza.

Estas charlas se desarrollaron en un ámbito de informalidad e improvisación.

En una casa sencilla de un barrio de Madrid nos reunimos esa tarde como de costumbre, sólo que los
vecinos del barrio se acercaron a visitarnos y a consultar sobre algunas dudas que tenían sobre su vida y
sobre la sociedad en que vivimos. Así se sumó la amabilidad de los vecinos con nuestra habitual mente
investigativa, en un clima de nobleza y natural simpatía como es característico en todo lo español. Así fue,
como el lnfaltable sentido del humor, como españoles y extranjeros (que eramos varios) dimos pie a la
"juerga" y a la meditación.

Fue interesante también, comprobar que no es ahora España tan invertebrada para las nuevas
generaciones. juicio que puede extenderse a los europeos en general, claro que no se trata de vértebras
sino de nervios; nervios que se conectan en sinapsis maravillosas en un sano contagio síquico, que por su
fuerza unificante molesta a los reaccionarios de todas las tendencias.

Al final de las charlas, alguien del lugar llegó a calificar de “heroico” el hecho de mantener una actividad
sostenida en un país de difícil comunicación humana, en el cual ni un pobre pájaro puede trinar con soltura.

PRIMERA CHARLA

El primer tema lo introdujo alguien que con aire flamenco y guitarra, se acompasó al recitar en broma
algunas frases del Zarathústra, las risas y palabras que siguieron se compaginaron en lo que transcribimos:
“A decir verdad nadie acepta con rigor la imagen del superhombre nietzchano, sin embargo queda en el
ambiente la posibilidad de ese arquetipo de hombre, que visto de donde fuere, resulta francamente superior
al que conocemos, superioridad que no estriba en esa degradada versión que se le ha dado en ciertos
ámbitos; más que nada parece referirse al índice mayor de libertad como desacondicionamiento que pueda
obtener.

Hoy este arquetipo está referido a eso del Hombre Nuevo; el Ché Guevara habla de él y también las
campañas publicitarias lo mencionan. así que hay que delimitar conceptos. Si el Zarathustra estaba o no en
lo cierto. no es cosa nuestra por ahora; para nosotros la posibilidad de efectivizar un tipo de hombre distinto,
comienza cuando uno se descubre en la mecánica situación de la vida ordinaria, se horroriza de ella por su
mediocridad y decide -en un acto querido- tornarse diferente. Hasta tanto esto no suceda nos quedamos en
imaginaciones de ideales lejanos.
Las primeras autoobservaciones en este sentido, nos pondrán en inmediato contacto con un tipo
precisamente opuesto al esbozado, un hombre dividido internamente y con extensión análoga, ésto permite
inferir. con algún rigor conceptual, que estamos en presencia del hombre atomizado en la faz de repulsión
interna, que se expide en buenas dosis de tensiones insoportables que se extravierten y hacen del ambiente
una fuente de conflictos inacabables.

Los sentimientos, actos e ideales, sueltos y meditaciones. no se conjugan en sentido único, y es entonces
cuando estas "partículas". como en el átomo. se repelen y se disocian. Situación que se agrava
memorizándose y afianzándose, formando luego una noción de sí y del mundo fragmentada y difusa. En
esta noción el tiempo es lineal (esto primero, esto después), los fenómenos diferenciados y en contradicción
y sin relación ni estructura. A veces el hombre es un reflejo del contorno, y a veces el mundo es al ser
pensando siempre dualidades, ambivalencias y dicotomías que desconciertan. Hasta que un día un shock
conmueve y el resultado es trágico: sólo hay respuestas parciales y desconectadas, encerramientos y
tensiones; es decir, todo se conforma en un jeroglífico inexplicable. La realidad se aparece como un
cuadriculado de parcelas incomunicadas, para mí y para los demás. Si se entiende algo de historia, se
desconoce el sentido de la vida, si se conoce alguna ciencia se ignoran morfologías generales, si entiendo
mi contorno, me desatiendo de mí, y así siguiendo en innumerables ejemplos.

Siempre la misma falta de relaciones globales, de comprensiones sintéticas que puedan permitir una
cosmovisión lo suficientemente amplia y lo suficientemente especializada como para ir circulando de lo
menor a lo mayor, de lo íntimo a lo externo con idéntica confianza en resultados inequívocos.

Esta noción fragmentada de sí mismo es la misma que se tiene del mundo, hay una proporcionalidad que
pudiera formularse en "así fuera como adentro". Esto indica que en la medida que profundizo en el mundo,
profundizo en mí mismo y en los demás en una misma Comprensión, tal vez porque la estructura de la
conciencia y del mundo sea la misma o tal vez por otros motivos, lo cierto es que se verifica con facilidad y
frecuencia, o sea que un punto de vista parcializado puede dar lugar a otro llamado global, unificador y
relacionante; siempre que se quiera.

Obsérvese que esta factibilidad de pasar de un punto de vista parcializado a otro sintético y relacionante,
puede descubrirse desde otro ángulo, desde el ángulo biológico-cultural: en nuestros días sucede que hay
un proceso histórico que tiende a la síntesis, no a etapas anteriores de diferenciación. Las grandes
transmigraciones populares, las mezclas biológicas, las combinaciones de razas en el acoplamiento de
sexos, la expansión de datos de diversos orígenes en las redes de comunicación, la facilidad actual de
viajar, de intercambiar vivencias, llevan a la manifestación de un nuevo tipo de hombre dado a llamarse
"sintético" (1) en el que se da el aprovechamiento del bagaje cultural, la superación de la finitud étnica con la
compaginación de un riquísimo compendio intelectual (sea científico o filosófico).

(1) Ver: hombre sintético en Vocabulario del Siloísmo H. van Doren.

Este hombre sintético amalgamándose con el punto de vista global, puede dar lugar a un salto cualitativo, a
varios niveles, cuya magnitud podré medirse en la reacción concomitante: grupos regresivos se opondrán,
en sectarismos étnicos o políticos, religiosos o científicos. Se opondrán porque precisamente no toleran el
tener que reconocer su extemporalidad, su estar fuera del proceso; cosa que no tiene ninguna importancia.

Quienes acusan con agrado la presencia de este hombre sintético y de este punto de vista relacionante, son
los jóvenes que no canalizan su nuevas energías en los odres viejos y esta coyuntura les ofrece un mundo
posible y factible de efectivizar. Es la dialéctica generacional y su presión, la que dinamiza esta síntesis de
hombre nuevo y visión global, con respuestas totalizadoras para el origen del universo, el sentido de la Vida
y la importancia de la Historia.

Es esta amalgama entre síntesis y nuevas visiones, la que hace cercano al hombre nuevo con una
posibilidad a veces ausente, la de accionar por la evolución del ser humano en general.

Antes se mencioné, la necesidad de conocer la mecánica manera de la vida ordinaria, ahora es preciso
mencionar otra necesidad: la de reconocer el fracaso de esa falsa manera de entender el mundo y de estar
en él. Hasta tanto esté destartalamiento no se produzca (de esquemas, conceptos, creencias, sentimientos,
etc.) resulta vano que "el ave Fénix resurja" en un vuelo superior.

Es a partir del desplome de todo el mamotreto de soportes montado, que se puede emprender otro camino.
Camino que no necesariamente lleva a la liberación, puesto que la falta de inteligencia puede llevar a
situación de bloque, de encerramiento, de círculo vicioso de triunfos y fracasos parciales; es decir que sin
una actitud decididamente libertaria de por medio, el fracaso puede no pasar a mayores; esta actitud va
como sombra de su propósito, ese encerramiento latente que puede darse a fin de soportar mejor los
embates de la existencia, en un refugio más o menos frágil, pero de transitorios resultados. Este refugio
anula toda trascendencia y corta la intersubjetividad, es decir, que comunicación y desarrollo quedan
paralizados. El para-sí y el para-el-otro, se desligan aumentando el abismo, hasta que el refugio desaparece
en la insignificación.

La vía libertaria comienza después de este reconocimiento en la afirmación del yo y en la intensidad de la


conciencia, con esto se produce la reconciliación del sí mismo, del mundo y de la intersubjetividad. Asunto
que se comprueba, al sentirse con seguridad, más allá del éxito y del fracaso, ya que ambos son, a pesar
de todo, sueño, ilusión, estupidez. El placer y el dolor, el triunfo y el fracaso, son los dos extremos del
péndulo, que acondicionan nuestra existencia de un modo más profundo que lo que suponemos.

Si en efecto traspasamos este plano bipolar, solo la presencia de la humildad será testimonio de la
comprensión profunda realizada.

El fracaso deja la puerta abierta a un salto liberatorio, salto que al principio se siente como "salto al vacío".

Una profunda toma de conciencia implica permanecer en una situación nueva, difícil por lo inhabitual y con
significado de revalorización radical en urgencias de fondo. No se trata de modificaciones parciales ni
consideraciones periféricas, ni fórmulas paliativas; se trata; se trata de que se cambia o no se cambia. Se
trata de hacer un corte biográfico pasando a otra gama de sucesos que difiere de la anterior por el grado de
conciencia que mantienen; situación en que afortunadamente los ensueños se tambalean seriamente
pudiéndose desprender de ellos en aras de reorganizarse en otro sentido.

Saltar al vacío quiere decir abandonar una forma mecánica de ser y renunciar a los apoyos que se adoptan
para sobrevivir. Es también un punto preciso para distinguir las superficie de la esencia en una decisión.

Para quien esté antes del salto será una cuestión de dudas y de valor, para otros será necesidad y para
otros será una mera continuación de lo emprendido. Pero para todos es un paso decisivo, un momento sin
el cual no se hará nada con significado, y en todo caso una experiencia básica que no admite justificaciones
o largas teorías.

La ruptura de largos acondicionamientos es una situación dura a superar, pero también es una apertura a
zonas no exploradas en la realidad.

Desde aquí a la construcción de un Centro de gravedad, único, no atomizado y con sentido coherente, hay
un paso. Importa destacar que en el plano individual, estos procesos se verifican como realidades
personales profundas y no procesos eidéticos o sicológicos; por eso se insiste en eso de la "experiencia" y
no simplemente a título de comentario.

Hay un español (1) que menciona un criterio semejante a esto del centro gravitatorio, como ámbito
energético y significativo, habla de ese "fondo insobornable", desde el cual puede vivirse. En efecto se trata
también de eso, de no dejarse sobornar en los proyectos de fondo, peo para eso hace falta una torre de
lanzamiento y de control más o menos sólida.

(1) Hace referencia a Ortega y Gasset.

Nótese como la actividad humana y social, tiende a girar alrededor de un tema central, que puede ser
esencial o de superficie, tiende a girar alrededor de las cosas, de los prestigios, de los demás, de
ambiciones, etc., este tema central tiene como representante interno al núcleo de ensueño, es decir, hay un
centro, pero de calidad e implicancias no muy deseables, aquí se produce el vacío y se rota con él hasta el
momento de un complemento o una correspondencia lo suficientemente esencial como para no salir fuera-
de-sí, es decir, que suponga auténtica gravedad, y con esto impedir la transferencia frecuente, que lleva a la
alteración acentuada.

Cuando alguien siente una fuerza especial en el pecho, que se afirma y se expande, afirmándose con
soberanía y como señor (casi en sentido bíblico) ante sí y el mundo, el palabrerío se encoje en beneficio de
la experiencia y de la comprensión profunda"..

Así termina esta charla, que de la juerga pasó a la gravedad temática y retornó a la fiesta:

¡Ea!, que siga la cuerda brotando y a cantar...

"Anda jaleo, jaleo"

"ya se acabó el alboroto"

"y ahora comienza el vapuleo..."


SEGUNDA CHARLA

Esta ocasión también se dio como la anterior, en el mismo clima festivo y amistoso, y es en verdad
interesante como en un ámbito favorable, donde se produce una especie de compenetración síquica, sin
tensiones ni discordias, la mente se predispone espontáneamente a ir floreciendo en mil y una posibilidad; y
como en el caso contrario, en un clima de opresión y de conflicto, la mente se tuerce represivamente hacia
sus fases oscuras y negativas. Con esto de los climas positivos y abiertos y los negativos de encerramiento,
introducimos el primer aspecto de esta charla, se habló al comienzo de "lo mejor y lo peor" y más tarde se
hicieron hondas consideraciones sobre "El Cambio", a continuación siguen los apuntes confeccionados.

Lo mejor y lo peor: "La órbita de la actividad humana general, es bastante extensa, gira alrededor de un
centro de gravedad del cual se aleja en ocasiones en un perihelio y se acerca en un parahelio, esta enorme
oscilación se registra en la historia y también en la conciencia individual, se oscila entre periodos de enorme
productividad y confianza en sí mismo, épocas de gnosticismo, de profundidad, y en otras con todo lo
contrario, épocas de servidumbre, de caída, de agnosticismo, de superficialidad. Así surge "Lo mejor"
cuando hay sentido pleno, hay significación y claridad que se expresa en autonomía, confianza y destino. El
polo opuesto es "Lo peor", el caso del desorden, del sin-sentido, de la oscuridad.

Sabemos que hay muchos mitos que aluden a esto de una u otra manera, pero el caso que nos ocupa es
esbozar un pequeño esquema, que nos permita orientarnos en los ascensos y descensos que se producen.

Estos dos polos no están aislados y librados solo a una órbita cíclica y exacta, si así fuera sería todo
cuestión de física y mecánica. Están relacionados por numerosos caminos y numerosas puertas que
exhortan a la correcta elección y al cuidado del desvío; se trata de saber elegir la huella y de abrir las
puertas. Se puede apuntar a Lo mejor, el camino será ascendente y de esfuerzo; el contrario es la caída , el
descenso por lo fácil, uno se abandona, se hace negligente y pronto la falta de sentido lo inunda todo en un
crepúsculo que anuncia que hemos llegado al desastre, a lo peor.

Silo alude a estos polos en sus conferencias cuando explica: "...La Verdadera lucha del hombre está en su
conciencia, entre su zona oscura y su zona clara, importa pues despertarla". La zona oscura tiene como
correlato el estado crepuscular, irracional e irreflexivo, donde no hay autocrítica posible, es la zona de los
ensueños y de su señorío. En este estado la conciencia fabrica "ídolos", simulacros sin esencia; es la
conciencia mágica y en fuga que torna frágil cualquier empresa. Este estado de la conciencia es peligroso
por la forma de alteración que presenta y su proximidad a la locura y la muerte.

El polo opuesto es la claridad y "El Sentido" que comienza a darse con la conciencia de sí como ámbito. La
"Conciencia de sí" es un estado de autoconciencia no natural sino logrado, accidentalmente se lo puede
lograr, pero su característica es el de producirse a consecuencia de un esfuerzo invertido. La conciencia se
desdobla hacia la percepción sensible y hacia sí misma, produciéndose un acuerdo consigo misma. Este
desdoblamiento en dos direcciones, comenzó con la división atencional en dos focos equivalentes; uno al
suceder general y otro hacia un punto más o menos fijo, a veces fue la sensación de intracuerpo, un punto
visceral por ej., luego fue el puño (que lo podía abrir y cerrar para mayor referencia) y luego fue la posición
del cuerpo, estos tres casos producían diferentes sensaciones, pero preferíamos los dos últimos (por un
correlato de tensión y firmeza); habiendo adiestrado la división atencional, el foco que estaba en los puntos
de apoyo, lo dirijo ahora a la conciencia misma, no es ya físico (ni síquico), ahora observo simplemente los
mecanismos internos de la conciencia, mecanismos que acompañan a las percepciones; esto resulta algo
más difícil pero con insistencia se lleva a hacerse permanente, es entonces cuando hablo de Conciencia-de-
sí, y han sido precisamente las dificultades las que me permiten consolidarla. En este nuevo estado no
caeré con facilidad en esas antiguas divagaciones alevosas, en esa enajenación. Se trata ahora de someter
a prueba al nuevo estado, se trata de forzarlo a fin de que se afirme.

Conozco situaciones límites que obnubilan la conciencia habitualmente; enojos, irritabilidades, autismos, etc.
Ahora las produzco o me expongo a ellas y noto que mi mente se mantiene imperturbable, se conserva en
sí misma: si quiero insistir en la prueba, traigo a colación por ejemplo viejos ensueños y los evoco con
intensidad, pero noto que mi conciencia no se encandila ante ellos como antes, "que nos los cree" y los trata,
como tales, como ensueños, noto además que éstos se desvanecen más rápidamente, retornando la
conciencia a sí misma en el nuevo estado. La mente no se ha perturbado tampoco esta vez. Comprendo
que, en efecto, la conciencia se "ha despertado" en algo, que no cae en el sopor y que se consolida, ahora
es el caso de forzar su intensidad.

Si recuerdo los estados de alteración (de enorme poder ensoñativo), recordaré también que fueron épocas
grises en mi vida, en las que no "me daba cuenta de nada" y en las que el accidente predominaba con
insistencia, que a pesar de estas miserias, mi personalidad era engreída y pedante, con prestigiosos
proyectos y alevosas mentiras; tengo una buena noción de lo peor, y si ahora veo el estado de Conciencia-
de-sí, con sus posibilidades, la tengo de lo mejor.

Un esbozo final nos lo da el dibujar dos circuitos distanciados prudentemente, el superior será "Lo mejor" y
el inferior "Lo peor". Arriba tendremos el sentido, lo lleno, el fundamente, lo justo; abajo tengo el sin-sentido,
el vacío, lo superfluo, lo injusto.

Entre estos dos polos queda un espacio intermedio ocupado sucesivamente desde abajo hacia arriba; el
sueño, el semisueño, la vigilia, y la conciencia de sí cerca de lo mejor. Desde abajo surge con resolución un
rayo ascendente que intenta llegar a la cúspide destinada, pero atraviesa un punto, un momento de
decisiones serias (llamado por algunos "la luna negra") en donde puede haber una purificación o una
confusión y vuelta a la rueda a girar en el ensueño y la estupidez. (Para facilitar la comprensión del tema,
supóngase cada uno en casos semejantes y tal vez eso ayude). El rayo descendente baja hacia zonas
oscuras cementadas, sin esfuerzo, por la ley de la caída, en la línea de la degradación, con frustración y
luego resentimiento, de aquí a la locura y la muerte hay un paso.

Así suceden las cosas en el árbol de la conciencia; o sus ramas se elevan al cielo, o sin piedad se hunden
el fango.

Es conveniente hacer estudios y saber por cuales huellas va cada uno, si cae o si asciende, si a lo
crepuscular o mediúmnico, o hacia la luz y la conciencia de sí. Recordando que hay un punto en que pueda
perderse todo en la confusión de caminos y aunque siempre se puede recomenzar, las malas
cristalizaciones no son fáciles de disolver. Pero en los caminos de la evolución las cosas no son terminantes,
siempre y cuando se ponga en juego una fuerza considerable a los inconvenientes. De otro modo éstos nos
vencen.

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Sobre el Cambio: En no pocas ocasiones se nos consulta referente al cambio, a su posibilidad, sobre su
frecuencia y magnitud.

El cambio que nos interesa se produce en el ámbito de la conciencia y con su esfuerzo. Así es que para
descubrir cuando se trata de modificaciones mecánicas (ya sea en el contorno o en los ensueños que se
desplazan) o de modificaciones conscientes, conviene dar un rodeo hacia las características y ocasiones de
los cambios de más fácil registro.

Los cambios de vida, más o menos significativos, suelen ocasionarse por confrontaciones situacionales, con
roces entre los demás y con los ámbitos frecuentados, produciéndose una ruptura entre la tensión
soportable y la producida, llevando este hecho a variaciones de conducta. También se producen por
grandes decepciones o grandes ilusiones, que lo arrebatan a uno en caída o en salida. Pero en general y en
el fondo, los cambios son producidos por variaciones en el núcleo de ensueño; éste por ej., no puede
realizarse en una dirección y se encausa en otra, o se desgasta y viene otro en su remplazo, o un viejo
ensueño encuentra posibilidades de complacerse y engancha en este sitio de conveniencia rompiendo con
otros; en todos estos casos se ven variaciones de conducta, pero de ningún modo de dimensiones
profundas y mucho menos esenciales.

Para un cambio esencial es necesaria una profundidad permeable y una intimidad receptiva, para que las
señales esenciales puedan tener resonancia, de otro modo no es posible "enganchar" en otra dimensión.

Dentro de las variaciones de conducta, hay algunas más marcadas que otras, pero las de más resalte son
los traspasos de etapas biológicas fundamentales, donde hay cambios orgánicos y síquicos importantes; el
paso de la niñez a la adolescencia, de ésta a la juventud y luego a la primera y segunda madurez, hasta
vejez y ancianidad; aquí de hecho hay cambios sustanciales, pero tampoco necesariamente evolutivos.

Para que de algún modo haya una modificación esencial y evolutiva, tiene que ser la conciencia el centro de
gravedad, ya que si éste está transferido a las cosas, al cuerpo, a los demás, a los prestigios; los cambios
serán posicionales y de aumento de expectación o desgaste del objeto referido.

Las grandes etapas biológicas tienen un enorme poder determinante que hace surgir un sentimiento de
piedad por el género humano. Pueden considerarse tres grandes etapas de 12 años cada una y que luego
de los 36 vuelven a repetirse. La primera de ellas la llamamos "etapa del Cordero", por la sumisión a las
condiciones creadoras, el desarrollo es en la línea de la dependencia y con la energía en la biología
fundamentalmente. Aquí la intimidad es totalmente plástica y maleable. Cada tres años se van produciendo
cambios notables con la relevancia de la incorporación progresiva al ambiente y de los aprendizajes básicos:
a hablar, a caminar, etc.
Es fundamentalísimo poner cuidado en la interioridad que se está forjando ya que será definitiva en la vida
del individuo. Aquí se produce una crisis, el paso a la segunda etapa, la del "León", etapa característica por:
contacto con el prójimo, con los demás en mayor comunicación, no tan receptiva como la anterior. El
choque con el medio ambiente que se presenta como selva precisamente, y sobre el cual uno trata de reinar
de un modo ingenuo y agresivo. Íntimamente la energía se dirige a la siquis, después de haberse formado lo
biológico; aquí los primeros ensueños suelen ser importantes y cuantiosos. Mientras las fantasías infantiles
eran construidas con un gran divorcio de la realidad y muy imaginativas (recuérdese "amigos y situaciones
imaginarias en los juegos"), en la 2ª etapa tienen más que ver con el contorno inmediato, "se hacen más
realistas" dentro de lo que cabe, precisamente porque se elaboran como reflejo del medio y su información.
Como resultado de los primeros contactos con muchas cosas, por ej.: sexualidad, "primeros amores",
primeros estudios y trabajos, etc. Es una época tormentosa y de definitivas huellas. El temperamento que se
vislumbra, ahora comienza a manifestarse conjugado con una personalidad que también sufre
confrontaciones a menudo conflictivas. Lo sustantivo está dado por el mundo de las relaciones nuevas y de
las primeras experiencias.

La 3ª etapa es la del "Arquero" las tormentas han menguado y comienza a gestarse los comienzos de una
individualidad, formada la biología y la siquis, la energía se dirige al ámbito del pensamiento; se tendrán las
primeras ideas, los primero contactos con doctrinas; a medida que se transcurre en ella surgen ensueños
lógicos de estabilización y de dirección única. El residuo sustantivo se registrará en el ámbito de las
decisiones básicas inequívocas, y más tarde en la proyección de sí mismo en el mundo.

La 1ª atiende a la maleabilidad del niño y amén de un cuerpo sano puede ponerse especial cuidado en la
forjación de un " subconsciente" y un trasfondo mental sólido y sin malas grabaciones para que sirva de
predisposición de fondo al resto de los aprendizajes; en la 2ª habrá de suministrar amplia información y
atender a los procesos emotivos, ya que es edad de intensa sensibilidad, luego en las primeras
experiencias el cuidado irá a que no sean equívocas y desviatorias; finalmente en la 3ª la gran definición del
individuo implicará elecciones de graves consecuencias futuras, así que no tendrá que ser tomada con
formalidad, sino con profundo espíritu de comprensión de lo que se hace.

Si se tratara de una educación más esencial, se tratará ya de una enseñanza más específica, que conviene
esté en manos de capaces instructores y de trabajos amplios y posibilitarios, sin presiones ni violencias de
tipo alguno, paulatinamente cada uno irá encontrando su camino, que, en la medida que coincida con el
gran proceso en juego, progresará, de lo contrario caerá en fijaciones, detenciones o regresos a etapas no
superadas. Las enseñanzas idóneas, presentan siempre trabajos menores, a modo de autoconocimientos
progresivos y no bruscos, preparando al neófito hacia etapas de trabajos Mayores, con comprensiones
amplias de sí mismo y las opciones a cambios fundamentales. En los trabajos menores deben quedar
superados todos los problemas relativos a ensueños y personalidad, ya que se trata de instruir
esencialmente a fin de que esta también haga su crecimiento, su crianza generará un "segundo cuerpo" (por
llamarlo así) de características trascendentales y no naturales y periféricas como son las del conocido. Este
segundo cuerpo de esencias se conecta con los planos mayores y trascendentales.

Como pueden ver siguiendo el trema, hemos partido desde la posibilidad del cambio, hemos distinguido los
cambios naturales (por cambios de etapas biológicas y de ensueños) haciendo un diseño breve de las
etapas básicas a fin de evitar confusiones.

Finalmente hemos llegado a dos posibles educaciones y desarrollos, uno periférico (con ganancias en la
esfera de la personalidad y del mundo "oficializado") y otra más profunda, en el ámbito de las esencias y
canalizada por la Enseñanza con un destino puramente trascendental. En ambas líneas hay variaciones de
conducta con modificaciones de personalidad y sicobiológicas, amén de las variaciones menores de tipo
argumental (cambios de argumentos biográficos) que son los más comunes. El cambio que a nosotros nos
interesa no queda a nivel sicológico, sino que se experimenta con terrible veracidad personal. Este caso
puede partir de un autopregunteo que puede ser más o menos este: ¿Quiero yo seguir así o de otro modo?,
¿Me atrevo a dar un salto libertario, con modificaciones radicales de fondo, o no?, ¿Estoy dispuesto a variar
el sentido total de mi vida?, ¿Me atrevo a dejar de ensoñar? y cosas semejantes. Es decir, se trata de elegir,
de elegir si se quiere seguir viviendo y en que condiciones; se trata de tomarse al artífice de la propia vida o
de seguir la servidumbre al suceder, en otras palabras, se trata de realizarme o no realizarme.

Así es que para quienes el cambio importa, será cuestión de separar, distinguir y reconocer el camino del
futuro.

Ensueños

Otro asunto: el problema del ensueño y de las grabaciones vividas, como dos determinaciones de peso,
comprendidas individualmente y en su extensión social.
Comencemos por una corta historieta: "Un joven estudioso leía con afán sus interesantes libros, en los que
supone encontrará las soluciones que busca, hasta que cierta vez descubrió una fórmula fantástica, que
podía aplicarse a resolver todos los problemas habidos y por haber. Luego "pensó" que publicaba artículos
que más tarde se recopilaban y aparecía un gran libro con sus tesis resumidas; profesores y alumnos lo
consultaban y vitoreaban; grandes paginones en la prensa mundial lo nombraban y así fue postulado por fin
a recibir el premio Nobel (entre otros) a la sabiduría fantástica. Cuando se disponía a consumarse el
magnífico hecho, nuestro intelectual cierra bruscamente el cajón y se pilla los dedos, "despertando" con
dolorosas consecuencias. Ahora tenía muchos libros por leer, mucho por aprender y tal vez así,
verdaderamente descubre la fórmula de resolver los problemas. Tal vez está en dejar de ensoñar.

Esta pequeña historia se cumple en cada uno de nosotros y en todos los días; en cada estudiante, en cada
profesor y también en cada policía, en cada importante de nuestra sociedad; en todos los casos se divaga
de la misma manera. Divaga el pobre y divaga el rico, divaga el duque y divaga el siervo, divago yo y
también el héroe de la nación.

Este ensueño interrumpe y deforma la realidad, no solo en el alto sentido que lo enseña la Escuela; como
obstáculo para los caminos de la trascendencia, sino para el simple transcurrir de la vida cotidiana. Los
hombres no pueden comprender sus problemas y sus reales intereses porque ensueñan y cuando
pensamos que los destinos de las diversas naciones están en manos de gentes que también ensueñan, el
tema tiene ecos de peligrosidad.

Según se nos explica y comprobamos con rigurosa autoobservación, los ensueños configuran un trasfondo
mental, un clima sicológico que carga los demás contenidos de conciencia y que se transmite al cuerpo y al
mundo; este clima produce efectos tangibles en uno y en los demás, el ensueño se proyecta de un modo u
otro, y tiende a efectivizarse, y al no suceder el hecho anhelado se produce una tensión nefasta que se
manifiesta como frustración y sufrimiento, y el regreso a intentarlo nuevamente con amarga sensación de
impotencia, que se tratará de simular (a falta de humildad) produciendo las máscara mas inusitadas. Los
ensueños rezagados tratan de todas maneras de aflorar y lo hacen camuflados de proyectos, de "ideas", de
aspiraciones, de críticas o de cualquier forma que les valga (1). Los ensueños rezagados conforman un baúl
debajo del umbral de la conciencia, que siempre se mantiene inquieto y dispuesto a soltar sus
conveniencias; tal vez se le pueda denominar a esto sub-consciente (por debajo de la conciencia) aunque
no precisamente como es concebido por las teorías modernas. En el Centro Intelectual los ensueños se dan
en la motricidad del Centro, con gran velocidad y sin esfuerzo alguno; esta parte se conecta con las otras
motricidades de los demás centros, y en esta "pantalla" tendremos los programas que se proyectan desde la
pasión emotiva, desde los reflejos propiamente motrices, desde la zona instintiva y desde la mecánica del
sexo. Esta es la vía de lo mecánico, de algún modo de lo "irracional". Por otras conexiones se registran
proyecciones de otras partes de los centros señalando otras proyecciones, así encontramos en la pantalla
los programas proyectados desde el resto del aparato humano, esto se suma a lo percibido desde el
ambiente externo, completándose un panorama endógeno y otro exógeno que se combina en el ensueño en
transformaciones diversas. Es interesante descubrir esta utilidad de señalización en pantalla, porque con
observación sutil e inteligente, podemos descubrir numerosos datos significativos del panorama que nos
compete. Como sabemos, la pantalla pierde la "censura" atencional en el sueño nocturno y entonces las
señales suelen se más reveladoras de todo un mnodo de ser que expresa en la in-conciencia (término que
alude a la no concientización de tales fenómenos y no en la concepción moderna como el concepto anterior
de sub-conciente). Cabe recordar para ambos casos, que en toda la bibliografía budista y otras de la
antigüedad, se mencionan estos términos (2).

También veremos que el ensueño actúa reflexivamente, precisamente como una flexión de la conciencia
ante los contenidos que se le allegan. Es decir, hay una acción inmediata, no reflexiva precisamente, dando
lugar a una velocidad y frecuencia característica del ensueño, si en vez de una simple flexión, un rebote,
hubiera una reflexión, un acto mediato, de segunda instancia si se quiere, no estaríamos en el ensueño sino
en el terreno del pensamiento, de la reconsideración (precisamente el prefijo re implica repetición, "hacer
más de una vez" y obviamente en el ensueño esto no sucede; se suelta como le de la gana y eso es todo).

Resumiendo, descubrimos el clima y trasfondo mental del ensueño, su proyección a través del cuerpo y al
mundo, vimos su posibilidad de frustración y violencia que implica la persecución del espejismo, y también
como se quedan en un baúl detrás de la conciencia siempre dispuestos a aflorar; como reflejan los
programas endógenos proyectados desde los otros centros (1*) y la compaginación exógena de la
percepción del contorno. Entendimos la utilidad de interpretación que tienen las señales expuestas y su
comportamiento flexivo de soltarse en rebote sin consideraciones racionales. Para completar el tema, cabe
mencionar la importancia temática de los ensueños que ya vimos señalizada. Los temas que se ensueñan,
configuran el mundo en que vivimos, por los caminos que andamos. Mundo que al proyectarse y
abastecerse es no tan interno que digamos, seguir el hilo temático, es encontrarse de frente con lo que nos
interesa, detrás del umbral de la conciencia que es en bastante medida, lo que somos, lo que queremos, lo
que nos sucede (claro está, irracionalmente). Es así como llegamos a descubrir que la mayor parte de
nuestro precioso tiempo, la vivimos desde el ensueño. Con él nos conectamos con los demás, él interpreta
los datos, él estima, él baraja "la realidad" y él, en fin... se encarga de todo, transmitiendo sin permiso
alguno, sus características: inestabilidad, fragilidad, deformación y perturbabilidad. Resultando así la vida
que tenemos y por este motivo, en razón de verdad, no tenemos por qué quejarnos, si no hacemos nada
porque todo resulte de-otro-modo.

II

Si todo lo expuesto es aproximadamente cierto, nos será suficiente como para comprender
simultáneamente su versión social.

Ya vimos que si todos nosotros, divagamos, los héroes actuales divagan y así “El arte de conducir al pueblo”,
que es la ciencia política, se transforma en “El show de engañar al pueblo” y también comprendemos, que si
nosotros podemos esforzarnos en superarnos a otros estados superiores de conciencia, también pueden
hacerlo desde el más al menos importante dirigente popular; ¿o no?. Es así que buenamente podemos
hacer extensiva esta exhortación a despertar, a todos los campos de las actividades humanas, sea la
política, el arte, la ciencia o la religión; ¿o alguien lo impide?; ¿quién ha dicho que las experiencias
trascendentales se hacen en jardines silenciosos y sin tocar la vida cotidiana?; ¿o es que acaso en defecto,
estos ámbitos tienen un "mundo aparte" para que no goce de los beneficios de la luz meditativa?.

Amigos, según parece, extender la práctica del despertar, de la no-violencia y de la hermandad, es uno de
los primeros pasos decidida y humildemente revolucionarios. No tiene que quedar ningún rincón del
universo sin tocarse en acto de despertar (y no se trata de una alegoría), sin que la Sociedad o la Cultura se
enteren que también para ellas es necesario despertar, y que cuando menos, mal no les va a venir.

Por ley de estructura (nada se da aislado, sino en relaciones dinámicas dentro de ámbitos condicionantes)
se entiende el ensueño estructuradamente con el resto de las tareas humanas y en recíproca dinámica. O
sea, el ensueño condiciona mi vida, mi vida se proyecta fuera de mí (al otro y al contorno) condicionando mi
mi exterioridad y retornando el acondicionamiento a casa. Y entonces, ¿dónde está mi libertad?; en alguna
parte, ya veremos.

Enumeremos una cantidad de acondicionamientos cotidianos; el tipo de vestimenta, la moda que presiona
con sus cambios; el transporte y sus implicaciones; todos los “utensilios que aparecen como necesarios en
el mercado de consumo”; la vivienda , su disposición y normas; la ciudad y sus particularismos. Estos
acondicionamientos tangibles se combinan con otros menos tangibles pero no menos pesados: la presión
de los prestigios de la moda, los chismes del vecindario, los libros que “hay” que leer, las películas que ver,
los programas de TV, las noticias de periódicos, los horarios de trabajo y estudio. También las normas,
costumbres y usos culturales; “que esto está bien, que esto no”, las presiones familiares, en definitiva las
creencias del ambiente: es decir, nos condiciona todo. Y por si fuera poco aparece la salvadora política
moderna: inestabilidad ministerial, alza y baja de precios, aumentos y rebajas, que la bolsa, que la
“ideología”, que las divisionistas campañas de “derecha y de izquierda”, que las monarquías, que el
proletariado; en total, que la fragilidad del sistema de moda tampoco me deja vivir en paz (observemos
como esto de la moda y sus cambios, nada tiene que ver con la “superación de lo viejo por lo nuevo” - que
es un principio de esencias – está directamente conectado con el paisaje de ensueños inestables
desgastados por los nuevos, “más modernos”).

Es decir, a mí me condiciona todo y yo acondiciono también. Pero lo que más me preocupa es que no
puedo creer en los planteos externos, porque no se detrás de eso, en qué dirección ensueña. No se le
puede creer, ni tomar en serio, a un señor que para en la tarima y empieza a cantar odas prometedoras al
proletariado, porque no estoy seguro de que no ensueñe con “el cadillac en la puerta” y tampoco me
convence el pobre obrero que llora su pan porque no se hasta que punto mantiene ensueños de
resentimientos contra la oligarquía, que más tarde desencadenará en violencias ingobernables. El líder que
mitifica y se deja idolatrar, tampoco aparece como solución posible. Es decir, yo desconfío, y a esto me ha
llevado el Sistema, que mantiene esta política divisionista de desconfianza, para que uno no ame al prójimo,
y pueda salir de allí una fuerza unificada, de consecuencias definitorias en cuanto hace a separar la ilusión
de la verdad en esencia.

Cuando antes dije ¿dónde está mi libertad?, no lo sabía, pero ahora si. Ahora se que comenzar a separar el
ensueño de las enseñanzas permanentes, tanto en lo personal como en lo social me ayudará a entenderme
y a entender, y ayudar a los demás con ésto. Ahora se que si se supone que hay que llenar el poder, puedo
optar por proponer vaciar el poder para que luego salga a la luz el bagaje de necesidades que debemos
atender, matando el deseo inauténtico de los éxitos de la sociedad de consumo.

Ahora se, que fomentar la confiabilidad entre la gente disipa el velo separatista y facilita la conjunción de
fuerzas. Ahora sé que si queda en manos de minorías el control político nadie se entera de nada; y
opuestamente lo que conviene es una tarea de esclarecimiento a la masa popular. Ahora sé, que no puede
quedar en manos de un ministerio la tarea inmensa de salvar la economía nacional, por ej., que es más bien
un problema de todos y que se puede resolver con grandes y ordenadas asambleas, con estudiantes,
profesores y especialistas o simples interesados en la materia, para arribar a soluciones valederas, ya que
si “el todo” decide “por las partes” no hay garantías de concientización general y si aumento de expectativas
falsas. Ahora si sé, que tampoco tengo que confiar en mi personalidad frágil y ensoñativa, ni tampoco debo
confiar en las exaltaciones personalistas de los propagandeados dirigentes, ya que son los problemas a
resolver lo importante y no la sonrisa de un señor que saluda y firma papeles. Si bien un hombre en un
momento, puede orientar por su lucidez los destinos populares, es su esencia la que cuenta, como lo es la
mía la que importa. También sé que ayuda más una campaña de comprensión profunda que un juntavotos
largando promesas. Y que una coalición de fuerzas revolucionarias organizadas en son de paz (no de
demagogia), hacen más que la cuarteada configuración de ejércitos anónimos; esto lo veo por mí, ya que mi
atomización (en ensueños, deseos, intereses, etc.) me mantiene en una inoperante intimidad, y no en una
permanente realización personal, y si esto me ocurre a mí, qué no les ocurrirá a los ejércitos
“revolucionarios” modernos?. Lo vea por donde lo vea, la cuestión se arregla por la vía de simultaneidad,
por la plurivalencia de actos renovadores: en mí, en ti, en el otro, en el contorno y en lo que se ponga por
medio.

Finalmente compruebo que enfoque por donde sea este asunto, una premisa es definitiva: trabajar sin
violencia (esto es difícil, porque por todos los sentidos me meten la violencia, si voy al cine a esparcirme:
tiros; si leo el periódico: mazazos, gases y tumbas; si hablo con mis compañeros igual; cárceles y
hostigamientos) tanto en el campo sicológico, religioso, económico o racial y físico, ya que si hago violencia
soy un funcionario más del Sistema, “ad honorem” o con sueldo.

III

El ensueño y su fragilidad, su frecuencia y perturbabilidad, son los más serios inconvenientes para el
despertar en todos los campos descritos (personal, social y cultural), pero esto ni es un fenómeno aislado ni
sucede una sola vez; sino que se conjuga con otros (personalidad por ej., temperamentos...) y además se
repite con comprobada frecuencia, esta repetición deja una huella que hace memoria y queda registrado
cerebralmente pudiéndose rememorar u olvidar. Estas grabaciones (1) de actos se configuran en positivas
(según favorezcan un proceso, estimulen o sean base para el futuro) y negativas (en la medida en que
obstaculicen, conflictúen y sean regresivas) o neutras (según puedan tornarse positivas o negativas en
alguna ocasión). Estas grabaciones (vividas en el pasado) cuentan en mi presente y acondicionan o
posibilitan. Haciendo un balance se descubren las que predominan, y si son negativas habrá que dedicarse
con ahínco a “descristalizarlas”, disolviendo lo que dificulta el paso, desechado fijaciones y conductas de
todo tipo, seguramente habrá técnicas para tal tarea. Si son positivas, todo perfecto, porque se las
consolidad y refuerza en bien de todos y a las neutras se las capitaliza por ley de simpatía en esta dirección.
Atendiendo a esta solidaridad de grabación incorporo la noción de Proceso y sus cuatro posibilidades:

Evolución (paso a paso, con crisis y progresos).

Transmutación (dar un salto cualitativo a identidad superior).

Regresión (retornar a etapas nos resueltas).

Fijación (o detenimiento)

Estos dos elementos me dan pautas suficientes como para llevar una dirección correcta hacia metas
trazadas conscientemente. Sin descuidar el alto número de situaciones imprevisibles libradas al azar (azar
que tampoco es tanto, con una conciencia como artesana). Reduciendo a lo importante; queda claro que el
presente se encuentra atravesado por el futuro y por el pasado, y que si el pasado está mal “cargado” con
significaciones atravesadas, el presente se hará conflictivo y el futuro dudoso. Como evidentemente es el
presente el que se tiene a mano, cualquier vivencia quedará desbaratada con la intensidad con que se viva
esta vez, en un sentido o en otro: puede catalizar la realización en marcha o reventarla en un futuro
imposible.

Es decir, que con estilo adecuado se puede desencadenar el pasado enrarecido, calificarlo y enderezar su
destino, puedo además con el presente “cargar” positivamente el futuro. Todo se trata de tener en claro
propósitos, fuerza y sentido, de no ser así, el panorama inverso es claro; el pasado conflictúa el presente
atando a la rueda de repeticiones, hábitos y reveses, desconectando a su vez el futuro hacia el ámbito de
las incertidumbres y temores. Lograda esta división interior, no aparece en el medio un anestesiante
suficientemente poderoso como para ahogar en el sopor al dilema, de aquí se pasa a la fuga sin horizonte ni
meta.
Por más desfavorable a atravesada que se presente una situación, por más cadenas y determinaciones que
haya, por más cárceles y cercos que coloquen, no hay nada que pueda vencer una profunda decisión
tomada con energía y con consecuencias revolucionarias. No hay avatar y cadena alguna que pueda tolerar
la energía de una subjetividad que decide y elige una vía diferente. Todas las crisis, personales o de época
quedan trascendidas por el imperio de la meditación.

También aquí empieza mi libertad, cuando afirmo mi subjetividad frente a una objetividad que puede dar o
no las condiciones de revolución, respecto a este dilema que nos colocan los postergadores de todas las
tendencias por el imperio de la meditación.

Cuando un amigo está atravesando una crisis delicada y nosotros vemos desde fuera las falsas puertas que
elige y las verdaderas que no abre, ¿no nos tentamos a aconsejar de buena fe?, y no vemos con disgusto
que desoye nuestro exordio? ¿no sentimos con igual desagrado, que no se deja ayudar? No vemos acaso
que interpone a nuestra ayuda su orgullo, defensas y demás necedades?. Bien esto pasa también con
pueblos enteros, ¿Por qué?, porque no se dan cuenta, porque están anestesiados, deseosos aún y a pesar
de todo, de triunfar en la misma línea en que se ahoga. Entonces ¿qué se hace?, pues simplemente
ayudarle a darse cuenta, a que reconozca la necesidad de cambiar, y no presionarlo con nuevos estilos de
vida. Sugerencias, proposiciones, invitaciones de todos los colores y crear condiciones para que “despierte”
subjetivamente a los problemas, que simultáneamente le muestre la realidad objetiva.

Si no se da cuenta, es imposible que vislumbre posibilidades: Están los problemas y están las soluciones,
pero es necesario (e imprescindible) enterarse, apercibirse, darse cuenta de las soluciones; sin dramas ni
victorias, simplemente avanzar despertando y con cuidado de no volver a caer para que no vuelva la noria a
girar. Habrá pues que esforzarse en mantenerse alerta, por el sólo hecho y con el sólo fin de despertar, no
buscando premios, ni palmas ni honores.

Esto es así de simple: desde que el mundo es mundo, no se ha hecho nada esencial a espaldas de la
conciencia.

Para en efecto, devenir posibles estas cosas, es necesario encontrar coyunturas, momentos justos para dar
el golpe salvador. Si bien es cierto que en algo pesa aquello de “preferir malo conocido a bueno por
conocer”, también es cierto que las nuevas generaciones no tienen tanta carga nefasta sobre sus espaldas,
precisamente se topan con ellas cuando se incorporan al medio sociocultural, y aquí empieza la decisión: o
conservar, o renovar o desviarse al quinto pino!. Las coyunturas históricas se develan en su íntima
profundidad, con la acción directa de las generaciones en su dialéctica y en su presión revolucionaria, por el
hecho de traer energías nuevas y sin cargas pesadas que soportar; se trata de que resuenen en los
planteos, estos idearios y este afán de cambiarlo todo, es porque si intimidad está dominada por el temor y
por el interés fascinante del triunfo mundano; y con la revolución humilde y profunda, nada tiene que ver.

Hay señales internas y externas de la presencia de “ese algo” diferente, se llame liberación, cambio o como
se quiera, el caso es que uno se canaliza revolucionariamente a través de la resonancia básica y honda de
los planteos libertarios.

Crease o no, esto es así de fácil y así de valedero.

IV

Antes de terminar esta “salpicadura”, recortaremos un poco más esta noción del acto libertario, del gesto
liberador.

La libertad comienza con el acto querido de revolucionarme internamente y a mi contorno. Comienza con la
decisión simple de quererse libre.

Libertar, es liberarse y ayudar a liberar.

Liberar es hacer lo que se quiere, sin perjudicar al otro.

Mientras la fuga es el camino encadenante hacia la no-libertad, el despertar es un camino renovador a que
la libertad sea la fuente permanente de todo valor y significación humana.

Toda acción libertaria es una instrucción al hombre en el modo de ganar y no perder libertad.

Quien trabaje lejos de los hombres, se pierde a sí mismo y actúa en contra de ellos.

Yo trabajo con mi fuerza interior, en el medio en el que vivo, para mí, para ti y para todos los demás.

Trabajo porque trabajo, sin buscar fines ni premios, ya que el fin universal y mayor es la libertad misma.
La libertad es una opción que exige tomar partido.

“Debe impedirse que la tiranía y el crimen de instalen triunfalmente en el mundo; la conquista de la libertad
es la única justificación y por tanto imponiéndose a aquellos, debe mantenerse de una manera viva la
afirmación de la libertad”. (1)

La libertad es lo único que importa, sin olvidar al hombre en el camino, ya que la partida y la meta son la
libertad misma.

(1) Parágrafo de un escrito de circulación interna: “Ética existencial”.

II PARTE

De los comentarios hechos oportunamente, se extrajo el presente Repaso del Aparato Humano,
basado en materiales de circulación interna.

Introducción

Como queda expresado en el antetítulo, es un repaso de temas conocidos, específicamente en el libro


“Siloísmo”, aparece tratado como “La estructura del hombre”. (1)

Trataremos de abarcar el tema esta vez con alguna amplitud y profundidad a fin de dar herramientas de
trabajo a quienes tienen verdaderos anhelos de investigación.

La estructura humana se encuentra constituida por un aparato sicofísico y una periferia de éste.
Técnicamente hablando, tal aparato está integrado por las funciones humanas y la periferia por la
Personalidad. Veremos a continuación ambos aspectos:

I TEMA

a) Apoyo de observación: Por una parte tenemos los centros, con su función específica, con energías y
conexiones. Una de estas funciones y partes se destaca, dando lugar al biotipo; alrededor de éste, se irá
construyendo la Personalidad que es la Periferia del aparato sicofísico; así, esta estructura al trabajar, al
vivir, pierde energías y también las produce. Este movimiento entre estructura y energía registra una
vibratoriedad, un tono y una frecuencia de vibración que se entiende también como tono vital y estado de
conciencia. Esta vibración, en el estado ordinario, produce una frecuencia de onda que se expresa como
sueño. A medida que se cualifica y dinamiza la estructura en cuestión y su energía fundamental, el tono
vibratorio se acelera expresándose en otros estados de conciencia más sutiles, de mayor frecuencia y
vibratoriedad, como es el caso de “vigilia verdadera” y más tarde de “conciencia de sí”.

(1) Ver libro mentado de H. Van Doren. Edit. Transmutación.

Esta estructura está básicamente integrada por:

Aparato sicofísico (centros), Biotipo, Periferia (personalidad) y Ensueño (u otros posibles estado de
conciencia).

Evidentemente, para comenzar a meter mano en todo esto, tenemos que encontrar un punto de apoyo, que
nos sirva para comenzar y en la medida que avancemos podamos también prescindir de él.

Tal punto de apoyo solo puede provenir de los momentos de mayor conciencia que provienen de la simple
fórmula: darse-cuenta-de, estos momentos de mayor vibratoriedad permitirán la observación-de y por ende
permitirán crear la plataforma de observación constante de los procesos y de la constitución de la estructura
en cuestión. En la medida en que se insiste y se acentúa esta observación surgirá lo que podemos llamar
“Yo-Observador”. Este no solo se encargará de estudiar y conocer sino que devendrá en vigilante-de,
produciéndose una metamorfosis de simple observador a un verdadero “Yo-Vigía”, que permite la auto-
observación eficaz, la permanencia en su misión, y mantener alerta a la estructura, se verá más tarde en
una modificación del estado de conciencia mismo.

Un breve diseño nos ilustra mejor:

Para comprender el significado de las funciones en el hombre, se puede dar un rodeo y entender que el
hombre en su aspecto periférico (existencial diríamos) es circunstancial e histórico y por consiguiente está
en constante cambio.

Esta periferia se modifica constantemente y no existe en ella la tan mentada “naturaleza humana”. Además,
la transformación de esta periferia y su contorno son concomitancias inseparables.

Ahora bien, como ya se dijo, existe un aparato sico-físico que también se transforma pero a ritmo distinto de
su periferia. Este aparato pertenece a la especie Homo sapiens y se transforma a ritmo distinto de la
periferia; mientras esta lo hace históricamente, culturalmente y en cada individuo biográficamente la especie
lo hace evolutivamente y en su esencia específica. Estas dos transformaciones a ritmos distintos se
interrelacionan influyéndose recíprocamente. Las modificaciones individuales pueden tocar las estructuras
profundas de la especie, pero es ésta la que da el ritmo evolutivo de fondo. No se trata de dos fenómenos
distintos sino de dos ritmos distintos de un mismo fenómeno: del fenómeno humano.

Para aclarar podemos comparar esta estructura con el Sistema Solar. La periferia hace las veces de Tierra,
con sus transformaciones y rotando alrededor del Sol y éste a su vez tiene sus transformaciones y también
se desplaza (hacia la Nebulosa de Andrómeda) llevando consigo a todo el sistema. Además las
interrelaciones entre estos son evidentes. Finalmente, lo más periférico y cambiante del fenómeno
estudiado es esa vibración que se expresa como ensueño, que puede muy bien hacer las veces de Luna
rotando alrededor de la Tierra e interrelacionándose también. (1).

Hecho este rodeo, podemos comprender las posibilidades que abriga.

(1) N. del E.: Tal vez no sea nada descabellado eso de relacionar la Luna con el ensueño.

b) Posibilidades: Estos cambios en la periferia y en su profundidad, pueden hacerse conscientes; mientras


que el primer caso no nos llevará demasiado lejos, el aparato sicofísico hecho consciente se torna en lo que
llamamos “Yo-Profundo” que implica además, un recuerdo enorme: el recuerdo de la especie (equivale a la
idea hoy en boga del “inconsciente colectivo”). Es decir que la concientización de la estructura estudiada,
nos lleva no sólo al recuerdo individual, biográfico, sino que profundamente nos lleva a integrarnos en la
memoria profunda de la especie. El hombre recordándose así, se integra con el Universo.

La clave del Yo-Profundo, es la memoria profunda. El recuerdo de la especie es la “reminiscencia” (o dicho


en lenguaje actual: reactivación de huellas celulares que acumulan datos e impresiones pasadas).

Es conocido que “no hay nada en la conciencia que no haya pasado antes por los sentidos”, pero la
genética hoy demuestra que los sentidos de los ancestros actúan llevando impresiones al cerebro y a los
genes y por ende, al resto del cuerpo.

Hay pues en la conciencia impresiones grabadas en otros grabadores, en otros sentidos.

Desde este ángulo, no es difícil comprender ciertas imágenes repetidas, que surgen en pueblos diversos, ya
en ritos, en cuentos o en accesos demenciales. Todos los ejemplos que se encuentran al respecto, permiten
comprobar que siendo expuestos por diversos pueblos en lugares distantes y con culturas diferentes, e
incluso lo que es más importante, de razas diferentes (sub-razas de un mismo origen) existen
“reminiscencias comunes”, lo que permite afirmar que la Humanidad es una y la misma y que las diferencias
culturales y de razas son relativamente periféricas. Además, estudiando la estructura de la conciencia en sí
misma, vemos que también es la misma en todos los mortales (descontando especiales excepciones).

Sintetizando, por la vía de la memoria profunda y por la vía de la estructura de la conciencia se puede inferir
legítimamente que, no hay separatismos, ni dicotomías, ni diferencias en la Humanidad ni en los hombres,
tales diferencias aparecen cuando se desconecta la periferia de su profundidad, de la Fuente. Por este
motivo los hombres “resultan iguales” en su profundidad, con iguales posibilidades latentes, pero distintos
en su individualidad periférica. Esta desigualdad también se expresa en la toma de conciencia, ya que no
todos quieren trabajar en este sentido, resultando desiguales de los que sí trabajan en ellos.

Conviene destacar de paso, que además de la descrita, aparecen dos tipos de memoria más, una inmediata
que sirve para recordar las cosas pasajeras y de uso cotidiano; otra mediata que hace las reservas de todo
lo que se aprende en una vida, contando además con facetas específicas para franjas diferentes, como son
por ejemplo: los datos, las experiencias, las vivencias, etc. Por otra parte, cada centro dispone de carretes
grabadores para almacenar lo que les concierne. Por ejemplo: en la emoción, lo emotivo; en el intelecto, lo
intelectual y así siguiendo. Resulta pues que esto de la memoria, apenas esbozado, es en rigor un gran
tema a desarrollar.

Volviendo a las funciones, nos encontramos con que son por lo menos 6, a saber:

1. La Somática (la base orgánica, la vitalidad).


2. La Sexual (o energética y de reproducción).
3. La Motriz (de desplazamiento).
4. La Emotiva (la relación y la inestabilidad).
5. La Intelectual (de selección).
6. La posible Función Superior (o generación). (1)
Estas pertenecen a la especie y a cada uno, manifiesta o potencialmente como en el caso de la función
superior.

Trabajando sobre las funciones se despierta en el hombre la memoria profunda (de la especie) y a su vez se
trabaja sobre la evolución de esto. La esencia (el Yo Profundo) evoluciona con su ritmo y su duración, pero
trabajando en ella se aceleran los procesos, adelantándose a la evolución mecánica que de todos modos se
producirá más tarde. Esta aceleración es entendida como transmutación.

Es decir que la conciencia ofrece la posibilidad de transmutar el fenómeno humano en otro que puede
llamárselo supra-humano. (Aunque suene rimbombante).

Si no hubiera un trabajo ex profeso, dedicado a acelerar y de todos modos se hicieran presentes cambios
superiores, estamos en presencia de una mutación, pero esta versión del cambio no nos interesa por estar
excesivamente librada al azar. A nosotros lo que nos interesa es provocar los cambios, manejarlos y
administrarlos y no ser sorprendidos por ellos, ya sea que se produzcan naturalmente o por otros accidentes.
En el caso de la mutación, será bienvenida pero también interesa seguirla controlando.

Cuando se comprende que el árbol de la especie crece a la supraconciencia mientras más hunde sus raíces
en la experiencia pasada, el vocablo “manejo”, adquiere real dimensión. O sea, que conectar con la fuente,
con el Yo-Profundo, a través del Yo-Vigía es también conectar con el futuro con el Super-Yo.

(1) Ver en “Siloísmo” de H. Van Doren: -La Estructura del hombre-.

Este Yo-Vigía, se lo entiende técnicamente como una rigurosa autoobservación y así se comprueba esta
modificación de la concepción nueva en cuanto a espacio, a tiempo, amalgamados y no en distancias de
profundo y periferia y de pasado desconectado de presente y de futuro. Se entiende por concientización de
la propia estructura mental y profunda del fenómeno humano, y no por variaciones sensoriales (ilusión) o de
percepción (alucinación).

Un nuevo diseño pedagógico, también nos ilustra en esto:


Estos esquemas nos ilustran en la dificultad del tema, pero no indican que los fenómenos descritos se
produzcan efectivamente de esa manera. Finalmente nuestras dificultades se resuelven en otro nivel, al
nivel de química, de física y en última instancia de geometría.

¿Qué estamos diciendo?

1) Que el trabajo de Escuela es trabajo sobre la Química de la máquina humana. Que como tal Química no
es admitida oficialmente, decimos que se practica una humilde suerte de Alquimia.

2) Que Alquimia se parece más a la Física que a la Química actual.

3) Que este planteo en Alquimia, puede reducirse a fórmulas y a símbolos por esto Geometría.

Finalmente este trabajo de Escuela es una operación honda, no de superficie y por este hecho, la Escuela
está latente en toda la humanidad haciéndose también única y la misma, con diferencias periféricas y
relativas a su aparición en superficie. Problemas y planteos son para la Escuela siempre los mismos por
devenir de la misma profundidad cada vez; sólo difieren en lenguaje y en actualizaciones, pero así como la
humanidad que es única, evoluciona y se transmuta por acción de sus individuos; la Escuela no es, ni
mucho menos, una noria repetitiva, sino que también evoluciona y se transmuta por el aumento de nivel de
sus integrantes. Así la Escuela y la humanidad aparecen integradas en una misma relación y en un mismo
intento, en el intento de la Liberación.

Por este hecho también es que se mantiene independientemente de los acondicionamientos propios de la
periferia, de la circunstancia.

c) El Trabajo de Escuela: Así como la Escuela nace de la profundidad de lo Humano, su trabajo también
se dedica a ésto, al Yo-Profundo y por añadidura a la Periferia.

El trabajo es sobre la esencia y no sobre la personalidad.

Esbozadas las funciones se puede comprender al hombre como un sistema de alimentación y eliminación:

IMPRESIONES I CORRIENTE NEVIOSA


AIRE E EXPIRACIÓN (ELIMINACIÓN DE CO2)

COMIDA M EXCRECIONES VARIAS


(SÓLIDO LÍQUIDO)

La energía circula por circuitos precisos que conectan a todas las funciones.

Cuando hace el pasaje por dentro de cada función, también se encuentra con un circuito interno idóneo. Es
en ese momento y no en otro, cuando se trabaja sobre las funciones, como válvulas que regulan la energía.
Aquí se registran las cargas y descargas energéticas y por ende se pueden producir las aceleraciones
necesarias para que el pasaje de energía devenga en cambio cualitativo y cuantitativo.

Acelerada convenientemente cada función, la descarga se hace ascendente a otro nivel.

Normalmente los centros se limitan a trabajar en sus partes mecánicas así que para movilizar las partes
más conscientes es menester dinamizar las energías de cada centro en él mismo y hacer circular en todos
una energía de más poder. Esta acción de dinamizar y administrar energías más poderosas, lleva el
pintoresco nombre de “shock”.

El centro Superior es el más beneficiado con este shoqueo, ya que no acostumbra a movilizarse
mecánicamente sino en contadas ocasiones y con un mínimo de expresión.

Es decir, que el trabajo no se hace con mejorías de alimentos, aunque de hecho es saludable, sino por
regulación y manejo de la energía fundamental; operación que se hace sobre las funciones ya que son las
válvulas reguladoras de entrada y salida. El bombardeo así realizado, dinamiza la energía ya que marcha y
transmuta la materia prima, llevando entonces a toda la máquina a un salto de nivel. Hecho que se expresa
como de mayor conciencia.

En otros términos, se trata de ascensos de energía hacia partes inactivas, ya sean partes de centros
diversos o específicamente el centro Superior.

Comprendido esto veremos someramente otros trabajos que se emprenden con parecida intención pero con
resultados y métodos que no llevan a los propósitos fundamentales.

En primer lugar encontramos una extensa variedad de líneas sicológicas que en la actualidad se
desparraman sospechosamente. Estas líneas, cada una a su modo, se desarrollan en la Periferia y sólo en
la medida en que rozan el Yo-Profundo, a la esencia, es que adquieren una dimensión considerable. En
tanto no traspasan la superficie, las cosas se entienden “desde afuera”, pro encima de la estructura del
hombre. Estas líneas no sólo no aclaran demasiado sino que complican las cosas haciéndose algunas
desviatorias del asunto fundamental. (1)

Luego de estas líneas más o menos oficiales, aparece toda una caterva de seudocorrientes, anunciándose
a espaldas de las antes aceptadas; y así aparece una extensa gama de representantes de distintas sectas,
neo-religiones, gurús, swamis, etc. que llevan a falsos trabajos con deterioro del practicante y con logros de
conciencia inferior, crepuscular, a través de la autohipnosis general.

Sabemos además que la presencia de estas seudocorrientes se explica por la mente en fuga (2) de
nuestros días, por esa conciencia mágica, emocionada que boga por la no-libertad y que ritualiza lo que en
fondo es una simple técnica de conocimiento, un modo de operar o una manera de explicar el Universo.

(1) Ver: “Corrientes desviatorias de las nuevas generaciones”. Manual de Poder Joven. H. van Doren.

(2) Ver: “fuga” en el vocabulario de “Siloísmo” y en el tema en “Silo y la Liberación” de H. van Doren.

La Escuela se organiza de mil maneras diferentes pero conserva una estructura infaltable, que es la
formada por: métodos idóneos, instructores especializados, conocedores de la materia, una práctica en
marcha y una gran cuerpo de gente que la integra perfeccionándose cada vez más en el proyecto básico, la
liberación. Además goza de la reacción del medio ambiente y de un clima y ámbito que les son propias sin
el cual y sin las herramientas que da, el proyecto montado sería imposible de llevar a cabo.

De todos modos, antes de seguir, no está de más ver algunas líneas que de alguna manera tocan el Yo-
Profundo, la esencia humana, pero imcompletamente ya que tocan o bien el aspecto de la alimentación o
los centros en forma aislada.
Entre las primeras, están las que se preocupan por purificar las impresiones, por el alimento “impresiones”
haciéndose puristas en este aspecto que en definitiva sigue siendo externo a pesar del esteticismo que
involucre. Luego hay numerosas técnicas respiratorias que mejoran la oxigenación sanguíneo-pulmonar, es
decir el alimento “Aire” es más cualificado, pero igualmente es una concepción externa e incompleta. Luego
aparecen los puristas de la alimentación sólido-líquida, que desvarían en sibaritismos inconducentes (como
es el caso de los vegetarianos por ejemplo).

Todos estos señores descuidan la energía fundamental y por ende su manejo, cosa que se expresa en una
manifiesta falta de tensión vital. No decimos que sea del todo inadecuado el mejorar las sustancias que se
incorporan ya que su ulterior combustión redituará en una energía más cualificada; pero esto no roza el
problema del ensueño, por ejemplo, que sí es un inconveniente serio para el despertar; y a menos que esto
no las competa estarían con alguna corrección.

Luego, ya con más seriedad, encontramos aquellas escuelas impuras que atienden a aspectos parciales en
sus doctrinas y trabajan también parcialmente en el aparato sicofísico. Están por lo tanto, en una
profundidad mayor, pero también desconectados del resto del aparato, desvencijando la estructura.

Encontramos: A – los que trabajan sobre el intelecto, con intensas meditaciones o diversas formas de
hipnosis, o combinando ejercicios motrices, danzas por ejemplo y operaciones mentales. B – Los que
actúan sobre la emoción, escuelas yogas o devocionales y monjes acompañándose de posturas y
respiraciones o cánticos, o especiales oraciones en ambientes especiales, también con humos, gases y
adornados con sus imágenes. C – Las que ejercitan la motricidad, como el faquir por inmovilidad o el
karateka con movimientos estudiados; a veces combinan con artes marciales o con danzas rituales.

Estos 3 casos sucesivamente expuestos, hacen algún desarrollo profundo, pero como está visto, sin
abarcar la estructura en su integridad suprema.

Además en todas las seudolíneas expuestas, el concepto de preparación paso a paso en Trabajos Menores
preparatorios en la primera instrucción y luego Trabajos Mayores, queda abolido, para exaltar una parte de
sus técnicas, a veces muy elementales y de gran envergadura u otras muy difíciles que se hacen de
imposible acceso.

En síntesis, no basta poner cuidado en los alimentos o en trabajos externos que en efecto logran algún
resultado (ya sea por ayuno, superesfuerzos, ascetismos, respiraciones, etc.), pero el individuo cae luego
del shock con deterioro de su máquina y sin manejo de su propio proceso, cuestión que se evidencia en
falta de memoria y de conciencia.

Para finalizar el tema de las líneas que no hacen un trabajo de Escuela, queda por citar a las religiones
externas actuales oficializadas o sin vigencia popular.

Hemos de saber que éstas se originaron en la Escuela pero se fueron exteriorizando cada vez más, hasta
perder el contacto con lo trascendental. Así han quedado entre un carnaval de ritos, ídolos o leyendas y una
burocracia eclesiástica, que más que ver con el despertar, tienen que ver con el roncar.

Sigamos con lo nuestro.

Los trabajos sobre las funciones pretenden dar suaves shocks para la toma gradual de conciencia y
progresiva comprensión de la maquinaria (1). Es un trabajo de autoconciencia y de autoconocimiento. Los
trabajos más avanzados son de manejo de energía y de pasos en meditación trascendental; por las dos
vías son trabajos de índole transmutativa. Se trata de carga y descarga controlada en los puntos que el
operador desea con el único objetivo del salto de nivel y no por fenomenismos relucientes. Este salto de
nivel se hace con conciencia de sí y con memoria de proceso para no caer luego del salto a un nivel inferior,
como pasa en las experiencias crepusculares. Para que esto sea posible, es necesaria una compaginación
entre técnicas ocasionales, intensificaciones oportunas y un constante trabajo que se hace luego Estilo de
Vida.

¿Qué es esto del Estilo? Para comprenderlo hay que diferenciar entre Entrenamiento y Estilo propiamente
tal. El primero implica una instrucción adecuada y una práctica gradual, desarrolladas en grupo e
individualmente, en etapas sucesivas según el nivel de que se trata. Estas etapas no significan jerarquías o
trabas de ninguna especie, significan pasos progresivos a fin de no entorpecer el desarrollo del practicante
con apuros o demoras que arruinen sus condiciones y posibilidades, en este sentido la paciencia será su
mejor colaborador.

A diferencia de esto, absorber el Estilo es desde un punto de vista vivir el instante, no dejar que un solo
momento de vida se escurra de nuestro ser, como sucede en un organismo o mecanismo sin conciencia.
Mantener el Estilo es no fugarse del presente hacia pasados inconclusos o futuros lejanos, es intensificar la
conciencia para que ésta sirva de ámbito al surgimiento del Yo-Permanente, que es la metamorfosis final y
completa de aquél Yo-Vigía conectado con el Yo-Profundo y el Super-Yo.

(1) Ver Autoconciencia y Autoconocimiento. “Siloísmo” H.v.D.

El Estilo comienza con la división atencional, pasa a la autoobservación y se hace conciencia-de-sí,


quedando la posibilidad de extremar el proceso en la Conciencia Objetiva.

Para entender un poco mejor esto, demos una vuelta a la mentación ordinaria. Allí hay desintegración
atencional; mientras se hace algo, se divaga en otra cosa, es así como no vivo el presente sino que “me voy”
a otros asuntos; ahora dejo de divagar o por lo menos divago menos, e instalo mi atención en el presente,
así que si estoy cantando, por ejemplo, sólo estoy cantando, si escribiendo, escribiendo; es decir, el mínimo
acto, con conciencia, con atención.

Luego que puedo hacer esto, hago un esfuerzo en dividir la atención entre sonidos que oigo y palabras que
digo, por ejemplo, es decir entre percepciones y actos propios. Luego tengo un punto fijo con un foco
atencional y con el otro atiendo a lo que hago y sucede. Este punto fijo de atención me impide “irme” a otros
asuntos. Este punto fijo puede ser el puño, o un punto interior del cuerpo o más tarde todo el cuerpo; esta
última actividad me da una sensación sicocorpórea única, que me ayuda a concebir el yo; luego que
controlo mi atención (en el presente) y que obtengo dos focos simultáneos y no alternativos, practico la
autoobservación, que es llevar uno de los focos atencionales desde el punto fijo a la propia conciencia, a
estudiar los mecanismos íntimos de la mente, autoobservo los trabajos mentales que se dan con las
percepciones o con cualquier operación mental. Este último caso es el más difícil pero el de mayores logros:
con el tiempo y la insistencia incorporo este trabajo a mi actividad con toda simpleza, recién entonces he
absorbido el Estilo, en toda su magnitud; más tarde, esta simpleza, desembocará en lo que denominamos
conciencia de sí que en rigor de verdad, no es nada del otro mundo.

Este trabajo lleva a una vigilia verdadera, y el estado de alerta se acentúa de tal suerte que penetra en el
sueño nocturno. Es entonces cuando adquiere real significado el vocablo: “Despertar”. En todo este proceso,
la conciencia se ha desdoblado en dos focos atencionales, separándose de los mecanismos que ésta
emplea y superando los enormes inconvenientes del principio; tal cosa no queda encerrada allí en la
conciencia, sino que se extiende enormemente apareciendo dos vertientes perfectamente combinadas, una
dedicada al estado ordinario configurado por la periferia cambiante y disímil y otra dedicada al crecimiento
del yo-permanente, siempre despierto y jamás afectado por las circunstancias.

El Yo Permanente vive en sí mismo y no está adherido a la conciencia periférica, el Yo Permanente se va


despertando gradualmente en la medida que se des-adhiere de la percepción fenoménica.

No debemos creer sin embargo que la periferia y el Yo Permanente obedecen a principios diferentes, y que
actúen en contradicción, lo que ha sucedido es una trasmutación energética en la que lo periférico ha ido
quedando como residuo.

Evidentemente el mundo periférico es diferente del mundo esencial, del mismo modo que el Yo Permanente
difiere del residual. En este sentido no hay diferentes números, sino configuraciones graduales de menor
densidad o de mayor espiritualidad, como dirían los antiguos.

Habiendo esbozado el tema de los centros y funciones, en la mención del aparato sicofísico, entraremos
ahora en una descripción hecha a fines prácticos de poder filiar actos en los centros, implicando las
conexiones y modo de actividad de cada uno.

II TEMA

a) Centros y Funciones: Hay que distinguir entre centros y funciones. Los primeros tienen relación con
plexos nervioso, glándulas endocrinas, núcleos sanguíneos y toda una estructuración fisiológica que se
arma en el cerebro con sus consecuencias. Pero cada centro se expresa de diferente manera, con
diferentes implicancias, es decir: mientras la mecánica y los componentes son más o menos
semejantes ”funcionan” de diferente manera. Además lo de centro, da la idea de localización, de ubicación
en una parte y no en otra, en cambio lo de función da idea de extensión, de difusión. Veamos un ejemplo:
tenemos en una misma zona una central telefónica, otra central televisiva, una radiodifusora, una central
hidroeléctrica y una termonuclear. Todas son centrales y tienen contacto con la cuestión energética, tienen
partes, especializaciones, etc. pero todas ellas funcionan diferente, cada una de ellas tiene su misión.
Análogamente encontramos el mismo principio en los centros y funciones.

Para comprender cabalmente el problema de los centros y funciones, aplicaremos el método (1). Así una
función se la entiendo por:

1) Su composición interna.

2) El medio en que se desarrolla.

3) Su plano Superior.

4) Su plano Inferior.

Aplicando el método a la Emoción por ejemplo, tenemos: Su composición interna está dada por partes,
subpartes y carretes grabadores. Tiene un medio interno que es el plexo nervioso-cardiaco-respiratorio, y un
medio externo que es el aire y la oxigenación. El plano mayor está dado por el centro que tiene encima que
es el Intelecto y debajo tiene la Motricidad. Entre ella y ambos planos habrá conexiones y relaciones que
ayudarán más a conocer el tema.

(1) Ver “Poética Menor”.

Además como el mismo método lo propone, el tema se ve en estática (que es lo esbozado) y luego en
dinámica. Es decir, ver el proceso: de dónde viene, dónde está y adónde se dirige. Esta parte del método, el
proceso, nos dará el aspecto de ciclos y ritmos de las funciones, pero también el estado en que se
encuentran, si de deterioro, de evolución o qué. Como nuestro punto de vista ya está fijado, no siendo otro
que el de comprender la maquinaria para producir su trasmutación, nos queda solo fijar la amplitud de
estudio, en este aspecto dejaremos el tema a punto par que el investigador o especialista lo prosiga de
acuerdo a su interés.

Sumerjámonos pues, en el tema: las funciones y sus centros. Veremos su esquemática y su relación
fisiológica.

Hay quienes afirman que esto de los centros tiene como antecedente el asunto de los “chakras”, cuya
traducción sería la de “ruedas”, aunque sea así lo cierto es que al ver un mapa de nervios y plexos, la
fisiología nos muestra centros bastante evidentes. Ya hablamos de las 6 funciones; en cada una de ellas se
encuentran 3 partes: la intelectual, la emotiva y la motriz; a su vez hay 3 subpartes: la intelectual, la emotiva
y la motriz; lo que da nueve elementos conectados por un preciso circuito energético.

Abreviando, en cada centro puede distinguirse:

1) Localización (fisiológica)

2) Funcionamiento.

3) Partes.

4) Subpartes (y carretes de memoria).

5) Polaridad (positiva-negativa).

6) Aspectos: atención, velocidad, complejidad.

Centro y Función Intelectual:

1.- Localizado en el plexo frontal (con apoyo de glándula hipófisis y centro del cerebro).

2.- Funciona cotejando, comparando, es decir complementariamente.

3.- Partes: 1. (como ideas y abstracciones), E. (como deseo de saber) y M. (imaginación y divagar).

4.- Subpartes: i (selector), e (adhesor), m (elevador).

5.- el centro puede trabajar en selección o confusión.

6.- Aspectos: Atención; se da dirigida por el sujeto y con máximo esfuerzo. Velocidad; es mínima, por
esfuerzo y dedicación resulta lento. Complejidad; es máxima ya que cuenta con numerosos dispositivos
para su actividad.
Este centro posibilita la autoobservación y la meditación.

Centro y Función Emotiva:

1.- Localizado en el plexo cardíaco centro del pecho-, con relación nervioso-cardio-respiratoria.

2.- Funciona en síntesis.

3.- Partes: I. (intuición), E. (emoción), M. (pasión).

4.- Subpartes: i (selector), e (adhesor), m (elevador).

5.- Polaridad: oscila entre el rechazo o desadherencia y la atracción o adherencia.

6.- Aspectos: Atención; abundante, pero atraída por los objetos, por el contorno. Velocidad más velos que el
anterior y menos que el Motriz. Complejidad también intermedia.

También caracteriza a la emoción la inestabilidad y el caudal energético, por lo que puede tornarse “centro
de gravedad” de los otros centros y base de la Personalidad. Además fisiológicamente se respalda en el
sistema límbico. Este centro posibilita emociones superiores como la fe, el amor, la voluntad y otras.

Centro y Función Motriz:

1.- Localizado en el plexo solar y médula.

2.- Funciona diferenciadamente, separadamente pero con organización.

3.- Partes I (cuidado en el movimiento, aprendizaje), E (gusto o disgusto por el movimiento, actitud), M
(movimientos aprendidos, reflejos condicionados).

4.- Subpartes: i (selector), e (adhesor), m (elevador).

5.- Polaridad entre tensión e inhibición (acción o parálisis).

6.- Aspectos: Atención; diferenciada y esparcida en los diferentes movimientos. Velocidad máxima en los
movimientos aprendidos y reflejos condicionados. Complejidad mínima, pocos circuitos y elementos en
juego.

Centro Vegetativo-sexual:

Función somática:

1.- No es centro ni tiene localización por ser precisamente la base orgánica de la maquinaria humana.

2.- Funciona con concordancia.

3.- Partes: I (el plan del cuerpo), E (afinidad o rechazo del cuerpo con sustancias), M (reflejos
incondicionados e instintos).

4.- Subpartes: i (selector), e (adhesor), m (elevador).

5.- Polaridad entre vitalidad y enfermedad.

6.- Aspectos: Atención; no tiene, hay trabajo vegetativo (lo que no indica que no se pueda concientizar,
como el caso de la respiración por ejemplo). Velocidad, velocísima (piénsese en la velocidad de conos y
bastoncillos al confirmar la imagen visual). La complejidad también es máxima.

Función de Sexo:

1.- Es en rigor una localización de la función somática y vegetativa.

2.- Su funcionamiento se expresa como altamente energético.

3.- Partes: I (plan del centro), M (mecánica del mismo). Este centro no tiene emoción sino a nivel de
subpartes.

4.- Subpartes: así quedan: i (selector), e (adhesor), m (elevador).

5.- su polaridad se da entre tensión y distensión.


6.- Aspectos: Atención; con falta total (el sujeto “se abandona”) o con máxima atención (el sujeto controla).
Velocidad la misma de la vegetativa pero con ritmo propio. Complejidad amplia y que se conecta con todos
los demás centros, inclusive con el Superior. Por esta razón el resto de la maquinaria depende del estado
de este centro.

Centro Superior

1.- Localizado en la glándula pineal.

2.- Funcionamiento, se da como “dador de luz” (también se llama “centro luminoso”).

3.-4.- No tiene partes ni subpartes, se registran en él grados de desarrollo con características casi motrices,
o emotivas, o intelectuales: Éxtasis, Arrebato y Reconocimiento.

5.- su polaridad se da entre más despierto y menos despierto.

6.- Aspectos: Atención; con conciencia de sí. Velocidad considerable y complejidad propia del estado que
implica.

Este centro se “despierta” por vía energética o por intensas mediaciones (el caso de Nuestro Yoga o
Meditación Trascendental).

Es también imprescindible distinguir la aparente semejanza de los fenómenos de este centro con los que se
dan a nivel crepuscular.

Conexiones:

Como es sabido, estos centros se encuentran relacionados entre sí, pudiéndose distinguir cinco tipos de
circulación energética:

1.- Transporte de sustancias (por torrente sanguíneo).

2.- Circuito no alquímico (corriente endocrina).

3.- Circuito eléctrico (corriente nerviosa).

4.- Circuito armónico (corriente de simpatía).

5.- Circuito dentro del propio centro (corriente entre sub-partes) y hay puntos de unión entre los grandes
circuitos: eléctrico y alquímico.

Ciclos y Ritmos.

Habiendo considerado en estática los centros hasta ahora, se puede comprender su dinámica, es decir, su
desplazamiento en el tiempo queda registrado en ciclos y ritmos más o menos previsibles, esto es lo que se
denomina biorritmo.

A pesar de las variaciones individuales en cada quien, las funciones tienen sus ritmos propios dada su
velocidad y su complejidad.

Así resulta, adoptando una medida abstracta, que el Sexo es el más veloz y de ciclos más cortos: 3, la
somática de 7; la motricidad de 14; la emoción de 28, y 57 para el intelecto.

Piénsese en la velocidad de regeneración vegetativa por ejemplo, en el tiempo de duración de las


emociones y en la permanencia de las ideas.

De todos modos es un trabajo de registro individual en cada caso.

Problemas

Finalmente los problemas de la maquinaria:

1) Generalmente trabajan las partes mecánicas, la “línea de lo fácil”, las partes más interesantes
quedan rezagadas, así por ejemplo es más frecuente la imaginación, la pasión y los reflejos condicionados
que las ideas o las intuiciones o el cuidado motriz, dando un trabajo unilateral e incompleto.

2) Los errores de conexión dan también un trabajo incorrecto, que se puede entender como “neurosis”
por ejemplo.
3) La inestabilidad del biorritmo en exagerada expresión, indica un desequilibrio progresivo.

4) La energía fundamental puede: ascender, fijarse o regresar en destructivos procesos,


estropeándose y estropeando a los otros centros. El caso óptimo: es sin duda aquel que registra el
funcionamiento completo de las partes y subpartes; las conexiones se conectan adecuadamente, el
biorritmo se estabiliza y la energía fundamental dinamiza los otros centros y shoquea al Superior,
activándolo. Cuando esto sucede, las funciones están armonizadas y el individuo puede afirmar que posee
esencia.

b) El shoqueo (o manejo energético): Como podemos comprender, no basta con poner cuidado en los
alimentos “comida”, “aire” e “impresiones”, no basta con las técnicas y disciplinas de las escuelas impuras.
Es necesario saber transmutar esa materia prima y no solamente dejarla como alimento; para esto
contamos con la energía fundamental, para bombardear las Funciones y producir aceleraciones de
vibración y lograr luego el salto de nivel; es decir, que con esta energía se acelera a todas las funciones,
dinamizando los procesos de asimilación y eliminación de alimentos y transmutando la maquinaria completa.

Por otra parte se trabaja en las funciones mismas con ejercicios tales que posibilitan las domesticación de
cada centro y función. Esta domesticación se comprueba con la puesta en marcha de cada centro y el
detenimiento de los mismos en la frecuencia, ritmo y duración que se deseé. O sea, que cuando se conocen
los centros, se los controla y no se “disparan solos”, esto permite voluntariamente movilizarlos o detenerlos
según el caso.
Esto es una diferencia básica entre un centro domesticado y un centro en bruto. Este último se suelta, se
dispara a su manera sin tener control sobre él, más bien la estructura toda depende de ellos, de su
inestabilidad y de sus reacciones, reacciones que se producen por roces situacionales o movilizaciones
internas de la máquina, pero en todos los casos prima la accidentalidad. El centro domesticado “obedece” al
operador y es éste quien dirige la actividad de los mismos.

Este caso de la domesticación se conecta con aquello del “Centro de Gravedad” y a otro nivel con lo del
“Yo-Permanente”. ¿Por qué? Sencillamente porque cuando el yo está atomizado, las diferentes funciones lo
están también, y como eje de acción se tienen diferentes elementos, o las circunstancias, o una emoción
predominante, o un movimiento, etc., mientras que la armonización de las funciones ha producido una
“magnetización” si se quiere, que desprende a la estructura del acondicionamiento circunstancial y cuenta
con dinámica propia, “con cuerda propia”; tiene fuerza por sí misma, sin depender de estímulos extraños a
ella misma.

Como ejemplo puede ponerse un trozo de hierro dulce; se lo arma como solenoide y merced a la corriente
eléctrica ocasional se imanta, pero cuando no pasa la corriente no es imán sino que permanece en su
estado habitual. Mientras que si se utilizan otros procedimientos, el hierro en cuestión se puede imantar
paso a paso, hasta que esta propiedad quede en él permanente. Aquí ha habido un salto de nivel, de hierro
común ha pasado a hierro-imán en un estado permanente y no ocasional. Aunque el ejemplo ilustra
medianamente a nuestro tema, la idea de permanencia queda entendida. Así, en el hombre, con
procedimientos adecuados y paso a paso podemos transferirle esas cualidades que interesan de modo
definitivo y no ocasional, lo permanente en este caso será el estado de alerta, los centros domesticados, la
autoobservación, etc.

Tampoco debe considerarse esto de la Permanencia como una cosa rara o difícil. Así como se encuentran
experiencias habituales en la actividad del Centro Superior, en los fenómenos llamados parasicológicos o en
otros más simples como f”esto ya lo he vivido”, el Yo-Permanente está a modo de germen en frases como:
“me doy cuenta que Yo soy así o asá”, o “sé lo que quiero”, etc., que manifiestamente indican una
permanencia en una dirección positiva; claro está que en ambos casos se registran como latencia y a modo
natural, cosa que, obviamente, no es completa.

Para terminar este punto del desarrollo veremos con más exactitud lo referente a los shocks, o dinamización
de energía consciente.

Nos ayudaremos de una máquina que ya fue explicada en Occidente aunque de modo incompleto.
Utilizaremos el eneagrama. No veremos esta vez la máquina en sí ya que sería tema de Morfología General
y no cabe en estos desarrollos elementales (1). Nos basta con saber que el eneagrama sirve para
comprender en forma relacionada elementos diversos que de otro modo aparecen aisladamente. En pocas
palabras, esta máquina, como su nombre indica, sirve para relacionar 9 elementos (hay diagramas,
pentagramas, exagramas, etc.), 3 de estos elementos están referidos a aspectos básicos, infaltables,
esenciales si se quiere, los que se unen con el triángulo; y los otros 6 están referidos a elementos
constitutivos que se marcan en el círculo; finalmente aparece una línea interna que une lso puntos 14 28 57,
que nos muestran conexiones internas entre los elementos en juego.

Montada la figura resulta:

Y “cargándola” con los datos que interesan, que no son otros que las 6 funciones mencionadas y los shocks
conscientes posibles.

Las 6 funciones son los elementos constitutivos, y en las puntas del triángulo tenderemos los shocks que
interesan.

(1) Ver Poética Menor, de H. van Doren. Edit. Transmutación.

Así:

Veamos ahora lentamente este diseño, a fin de que nos explique y no nos confunda. Las funciones
colocadas sucesivamente en los puntos 1-2-4-6-8, dejan libres los puntos 3, 6 y 9, allí tenemos oportunidad
de dinamizar la máquina.

El punto 3 está entre Motricidad y Emoción, en él podemos aplicar choques energéticos pero no conscientes,
es decir, que todavía jo hay atención en el proceso, pero de todos modos se producen energetizaciones en
la maquinaria que se expresarán casi en fenómenos paranormales. Tenemos por ej. un intenso ejercicio
físico e intensas emociones que llevan la maquinaria a otro nivel, pero no definitivo sino ocasional, ya que
falta la conciencia; es decir, que se pueden estar haciendo considerables superesfuerzos pero divagando o
simplemente sin atender al estado de conciencia. Aquí trabajan numerosas disciplinas que van desde
ascetismo diversos, líneas devocionales, místicas variadas, y también los que trabajan con danzas
especiales como macumbas, misas raras, etc. Si se quiere tener idea de esto puede ensayarse en ejercicios
motrices intensos y exaltación emotiva y se verá cómo hay un pequeño salto cualitativo del que más tarde
se decae.

Es interesante destacar al pasar, que cualquier esfuerzo que se haga y más un sobre-esfuerzo, afianza el
estado de conciencia que se mantiene; así que si se ensueña de lo lindo y se hace sobre-esfuerzo, el
ensueño se afianza, aunque en algún momento se sobrepase. Esto es muy importante.

I Shock consciente: Comienza cuando pongo atención en lo que hago, sigue con la división atencional y la
autoobservación ulterior. Simplemente esto. De tal modo que entre Intelecto y Función energética hay un
espacio a ocupar por la Autoobservación que es la que concientiza los procedimientos y actividades de la
maquinaria. Es decir, que si se hace un ejercicio intelectual intenso y no hay autoobservación se está
todavía en lo mecánico; y si movilizo energías fuertes sin autoobservación tampoco se hace un trabajo
consciente.

II Shock consciente: Es el Recuerdo de sí, la Conciencia de sí.

Una vez que la autoobservación se ha hecho trabajo común, se ha afirmado, aquello del “Yo-Profundo”, de
la memoria profunda, se hace muy tangible, porque sencillamente el sujeto no se olvida de él, sino que se
recuerda, se mantiene reintegrado con lo que fue, con lo que es y será. O sea, que la estructura mental, la
“forma mentis” ha variado de mecánica a consciente, lo que ya es decir bastante.
Veamos ahora las implicaciones del shoqueo efectuado en los centros ya esbozados.

El shock mecánico, puede darnos idea de la función Motriz y Emotiva, pueden desarrollarse ambas e
incluso domesticarlas en alguna medida, pero el intelecto ha quedado apenas rozando y al margen. Con el I
Shock consciente domesticamos el intelecto y la Función Energética y podemos controlar ambos centros,
amén de concientizar toda la maquinaria, pero queda rozado apenas y al margen el C. Superior. Por ej.: Ya
no divagaremos, se acrecentará la memoria y la atención. Así cuando se trate de ideas. Deseos de saber o
imaginación propia (las 3 partes del centro I) se las podrá canalizar adecuadamente y cuando se haga una
disciplina específica como en el caso de meditaciones especiales se podrá llegar muy lejos con ellas y no
invertir el proceso a la autohipnosis si fuera el caso, ya que el ensueño mismo va desapareciendo.

En cuanto a la energía fundamental, que está presente en todo, “es todo” en un amplio sentido; no se
desgastará inútilmente en cóleras, en alegrías bruscas, en impulsos sin sentido, en ideas fantásticas o en
imaginerías quiméricas, sino todo lo contrario, se la encausará por manantiales amplísimos, energetizando
allí donde sea necesario.

En el II Shock consciente cuenta como base la Autoobservación que se afianza y se hace conciencia de sí.
Ahora tocamos el C. Superior, que con el shock anterior quedaba apenas rozado y el shock mecánico lo
roza infinitamente. Ahora los fenómenos de “éxtasis”, “arrebato” y “reconocimiento” serán fácilmente
distinguibles de otros aparentemente semejantes y también evocados voluntariamente si es que se quiere.
Y lo interesante es que también atañe a la función somática, es decir que toda la base orgánica de la
maquinaria está en vías de trasmutación, de cambios significativos, y por lo tanto todo el resto de la
maquinaria. Si esto es correcto, el creer que cuando se proponen cambios, o saltos de nivel, o cuestiones
semejantes, es sólo en el ámbito sicológico, es totalmente inverdadero. Los cambios que se proponen, las
operaciones que se hacen van más allá, van a lo profundo, a la esencia humana.

Cuando hemos provocado los dos shocks conscientes, comprendemos mejor aquello que insinuamos hace
un momento, “que cualquier esfuerzo o sobre-esfuerzo que se haga afianzan el estado de conciencia que
se tenga” ya que sin atención, las empresas más arduas afianzarán el ensueño, es decir, se divagará más,
a pesar de alguna toma ocasional de conciencia. Ahora con la autoobservación de por medio, cualquier
esfuerzo que se haga (ya en la emoción, motricidad o intelecto), vendrá a reafirmar la conciencia de sí; cosa
que es pero que muy interesante, ya que permite una variante que es la de aprovechar la vida cotidiana en
beneficio de la conciencia de sí. O sea que no es tan necesario austeras disciplinas, complejos ejercicios,
para despertar, sino que la misma exigencia de la vida ordinaria, las dificultades que propone, os esfuerzos
que evidentemente se hacen día a día en el plano existencial, se pueden capitalizar en favor de la
conciencia superior, echando mano a la simple autoobservación. Así, cualquier coetáneo animoso y
dedicado a estas historias del salto de nivel, encuentra cualquier circunstancia y hecho corriente como
favorable a su desarrollo, al “bombardeo” consciente y benéfico de la maquinaria; logrando no sólo des-
adherirse de aquellas situaciones que por sus características pueden tornarse oprimentes, sino también
aprovecharlas como esfuerzos hechos, en el afianzamiento de la autoobservación.

Finalmente, el mismo círculo da una conexión estrecha entre cada función, así un trabajo de la Somática
reditúa en la Motriz, en ésta sobre la Emotiva y así siguiendo, pero como se ve se hace aisladamente y sin
suministrar el shokeo que interesa; puede hacerse tal trabajo sólo a efectos de testeo de cada centro y
corrección de alguno si es que fuera el caso y lo óptimo es compaginar el trabajo consciente con el
específico en cada función, esto permitirá “no olvidar” lo hecho e integrar la estructura.

Además de esta relación estrecha mostrada por el círculo, nos quedan las conexiones dadas por la línea
14-28-57, (1) aquí se observa la relación Somática-Emoción, es decir que un trabajo somático está
directamente conectado por esto a la emoción (piénsese en un buen estado de salud cómo reditúa en
emociones positivas o a la inversa, la emoción negativa reditúa en enfermedad. La línea 28 conecta
Motricidad y Centro Superior, aquí movimientos intensos pueden soltar algún acto

(1) Esta fórmula proviene de dividir el 1 entre 7 partes: 0,142857.- Esta fórmula da la variación en cada
centro.

del C. Superior (por ejemplo “visiones” que surgen en danzas extenuantes). Aquí tenemos un caso de
activación del C. Superior pero sin mayor consciencia, lo que produce la fatal caída después del shock a
estado disímiles y sin recuerdo. (El caso de la Torre de Babel y de Simón el Mago, ilustran plásticamente).

La línea 57 conecta el Intelecto con la energía fundamental. Véase cómo meditaciones cada vez más
abstractas movilizan fuertes energías, que no se expresan estrepitosamente sino con sutilidad, pero
energías al fin; y cómo a la inversa, cuando alguien se encuentra “energetizado” nota una tendencia a la
activación intelectual y goza de particular atención.

O sea, que estas conexiones nos explican también numerosos trabajos posibles.

Pero centralizaremos para terminar el punto 8 con el Centro Superior: vemos que se puede activar por la
línea 2-8, a partir de la Motricidad y del shock mecánico (sin conciencia), con fatal caída después del trabajo
(ej.: danzas como macumbas u otras que con esfuerzo motriz, exaltación emotiva y cansancio físico, sueltan
algún estado superior, pero sin control ni recuerdo. El sujeto es “poseído” por el estado, amén de no
explicárselo en absoluto).

La segunda posibilidad está dada por la línea 5-8, es decir, por trabajos intelectuales intensos (Meditación
Trascendental), con shock consciente y por esto con control, dominio del proceso y explicación del nuevo
estado.

La tercera posibilidad está dada por la relación estrecha y consecutiva de los puntos 7-8, es decir, la
Energía Fundamental se dirige y activa el centro en cuestión; este caso es muy importante porque además
de controlar el proceso y de explicarlo, se cuenta con energía como para hacer pasajes energéticos a otros
cuerpos o elementos, ya que se cuenta con ella y se la domina (Este concepto de energía fundamental se
aclara si se piensa que los casos más altos de energía física, emotiva, intelectual o sexual, por ejemplo, es
de un mismo tipo; que además es también la que se encuentra en las cosas o en la naturaleza por eso si se
cuenta con esta energía única, se puede operar tanto sobre sí mismo como sobre las cosas o naturaleza).

Es decir, en síntesis, lo que interesa es la Domesticación de los Centros.

Resumiendo:

I Tema

1) Vimos un apoyo de observación útil para comenzar la toma de Conciencia; a partir del Yo-Vigía se pasa a
la Autoobservación y al Yo-Permanente.

2) La posibilidad de concientizar la estructura humana en su aparato sicofísico y su periferia, mencionando


al Yo-Profundo y al Super-Yo.

3) Esbozamos el Trabajo de Escuela, separando las seudolíneas, las escuelas impuras, del Trabajo idóneo
de la Escuela, que es única como es única la Humanidad. Comprendimos también Estilo y Entrenamiento.

II Tema

1) Diseñamos esquemáticamente centro por centro, a fin de comprender su mecánica, su estado y trabajo
posible: su domesticación.

2) Vimos las conexiones, los ciclos y ritmos y también los problemas de los centros.

3) Vimos el shoqueo o trabajo energético-consciente sobre la maquinaria. Vimos el shock mecánico y el I y


II shoqueos conscientes, a saber: la Autoobservación y la Conciencia de sí (Recuerdo de sí).

4) Para comprender mejor montamos la maquinaria en un Eneagrama.

5) Al finalizar dejamos expresa la premisa básica para efectuar cualquier trabajo. Dijimos: LO QUE
INTERESA ES LA DOMESTICACIÓN DE LOS CENTROS, EL DESPERTAR Y ACCIONAR DEL CENTRO
SUPERIOR Y EL MANEJO DE LA ENERGÍA FUNDAMENTAL.

III TEMA

Introducción: Veremos la Periferia de la estructura sico-física; esta zona que cambia con mayor ritmo y
frecuencia que el aparato de la especie. La Periferia está en relación estrecha con el contorno, con la
circunstancia, por eso es histórica, existencial y para cada uno biográfica. Es con la Periferia que se
establece una vasocomunicancia entre el individuo y su medio.

Aplicando nuevamente el Método podemos distinguir: 1º. Elementos compositivos. 2º. Relaciones con el
medio. 3º. Relaciones con planos mayores. 4º. Relaciones con elementos menores. Luego de elegido el
punto de vista, ver el tema en estática y dinámica.

Generalidad:

1) Los elementos que integran la Periferia son:

a) Personalidad y sus capas.


b) Personaje como un núcleo de personalidad.
c) Biotipo o temperamento, que está en relación directa con el aparato sicofísico profundo.
d) El ensueño, con sus núcleos secundarios (con correspondencias a las capas de la personalidad).
e) El núcleo de ensueño, que centraliza toda actividad.

2) La relación con el medio está dada con el tenérselas que ver con la circunstancia histórico-cultural y
socioeconómica en que toca vivir. Pero además haya un medio interno que es el que hace que las vivencias
se graben de un modo individual y no de otro.

3) Como elementos mayores, están por ejemplo las creencias que predominan, las influencias
históricas grandes (como hoy por ejemplo la crisis general es un plano mayo para todo) En general los
presupuestos mentales de la época.

4) Los elementos menores pueden ser todos los actos conductuales que se desprenden de una
periferia tal o cual.

La estática nos permite ver estos elementos en esquemas inmóviles pero ilustrativos, por eso se realiza el
rastreo de capas de personalidad, de ensueño, la filiación del biotipo, etc.; ahora bien, esto se desplaza en
el tiempo, con el correr de los días y meses va surgiendo la biografía, es entonces que aparece el proceso
con cambios, modificaciones, fijaciones, etc. Vemos también ciclos y ritmos, pero de periferia,
desplazamientos de ensueños, fijaciones de capas de personalidad, etc.
Problemas: El primer problema que se encuentra frente a la periferia es que se torne un refugio, un
caparazón enorme para soportar los embates de la existencia. Este caparazón y este refugio se hacen
inflexibles e impermeables, lo que impide una conexión adecuada con el contorno, llevando más bien al
individuo al aislamiento y a la incomunicación.
El segundo problema que puede surgir es que la Periferia se divorcie de la esencia, y así tenemos Esencia
y Personalidad desconectadas, cortadas en direcciones extrañas. Esto producirá la adhesión al mundo
periférico, el apego a las cosas, a las circunstancias, a los demás, etc. Es decir, el centro de gravedad que
tendría que estar en lo esencial se ha desplazado y transferido a lo superfluo.
El tercer problema es que la Personalidad se endurezca hasta el punto de no permitir que llegue ningún tipo
de movimiento esencial; esto se llama “ahogar la esencia”, y sucede a menudo cuando crecen las máscaras
de modo incontrolable.
Posibilidades:

1) La fundamental es que la esencia haga su crecimiento en combinación con la personalidad, pero


siempre predominando la primera.

2) La Esencia humana se desprende de los acondicionamientos periféricos, se independiza y


progresivamente aumenta su autonomía y autodesarrollo, así se convierte en un auténtico sol, que sirve de
eje a todo un sistema enorme. (Mientras que cuando esto no sucede, el eje está en cualquier parte y las
posibilidades del sistema en cuestión se reducen al simple caos constante). En tal sentido la periferia
(personalidad, personaje, etc.) se hacen extensión de lo esencial.

EL COMPLEJO PERIFÉRICO

1) Biotipo (predominio de un centro y parte, del aparato sicofísico profundo).

2) Personalidad (con un núcleo que es el Personaje y capas diversas que se van formando en
situaciones y vivencias).

3) Ensueño (“vibración” del ser humano que se expresa como estado de conciencia; el primer estado
es el ensueño que también fija un núcleo preponderante y otros secundarios a su alrededor).
1.- Biotipo

Es la armazón biosíquica con que se nace, es una predisposición natural que se organiza de un modo típico
en cada uno para responder a los estímulos y para dirigir la energía. Todas las predisposiciones heredadas,
innatas y no aprendidas forman parte del biotipo, que profundamente es un centro básico el que predomina
y luego subtipos al desatacarse una parte y una subparte. Así se admiten 4 tipos básicos (1) los somáticos,
los motrices, los emotivos y los intelectuales y luego 12 subtipos que ordenadamente resultan.
Los Somáticos: Tienen predominio de la función vegetativa, el cuerpo, la base orgánica. La estructura
corporal se presenta con predominio del torso algo alargado, piel blanco-marmórea, una reacción lenta
como por ejemplo el andar. Gestos tranquilos y pegados, y un vestir cuidadoso. Orgánicamente predomina
el sistema linfático y el tejido de sostén y mesodermo.
Los Motrices: Predomina la función motriz. La estructura corporal es angular y maciza. Se destacan los
miembros, la piel es rosa oscuro, la reacción es veloz. El andar es veloz, amplio y directo. Gestos
quebrados y veloces. Un vestir variable. Predomina orgánicamente el tejido muscular, sistema conector y
endodermo.
Los Emotivos: Predomina la función emotiva y con estructura corporal redondeada, se destaca el torso.
Piel rosa-claro, reacción veloz y andar lento y amplio. Gesto armónico y vestir vistoso. Orgánicamente se da
el sistema sanguíneo respiratorio en conexión con el sistema límbico. Se destaca el peridermo.
Los Intelectuales: Predomina la función intelectual. La estructura corporal: rectas y largas. Predominan los
miembros, piel oscura. Reacción media-veloz, andar rápido y corto, gestos veloces y plegados, un vestir
serio y orgánicamente predomina el sistema nervioso.

Como dijimos, en cada biotipo se da una parte especial del centro que lo define, esta parte se conecta por
relación de simpatía con las partes homólogas de los otros centros, así por ejemplo: un emotivo motriz,
conecta las otras motricidades
(1) Ver los Tipos Humanos, en “Siloísmo” ya citado.

(la m. del I, la M. de la M y la M. de l S), así se amplía el espectro de posibilidades innatas a los otros
centros.

Entonces los 4 tipos básicos son: I M E S

Que dan lugar a los 12 subtipos según predomine en ellos la parte Emotiva, Intelectual y Motriz, Resultando:

intelectual i i i
I emotivo E e M e S e
motriz m m m

Denominando de un modo aproximativo a cada subtipo, tenemos:

Ei: Intuitivo Mi: Proyectista Si: Corporal Ii: Planificador


Ee: Susceptible Me: Esteticista Se: Ávido Ie: Curioso
Em: Pasional Mm: Habitual Sm: Instintivo Im: Imaginativo

Como puede comprobarse, el bio-tipo es en rigor un desarrollo innato de un centro y una parte, es decir que
uno nace, en lo profundo, con una gama inherente de posibilidades, esto que aparentemente es una
limitación, es en rigor un don de fortuna, ya que uno cuenta con elementos propios que puede movilizar sin
esfuerzo, sin tener que adoptarlos costosamente; el problema está en que en el ambiente inmediato no hay
instrucciones al respecto para comenzar cualquier educación o autodesarrollo a partir de esto, así que en
vez de contar con lo innato como apoyo para futuros desarrollos, se lo desconoce y surgen así
contradicciones, por ejemplo un emotivo quiere ser más motriz, produciendo un conflicto por
desconocimiento de sus posibilidades innatas. Pero esto no es más que una consideración, lo que
simplemente importa es “qué hace con la energía cada biotipo”, si la despilfarra, la mal-invierte desbordando
sus posibilidades, si las canaliza o qué. Estos es lo importante y no distraerse en cuestiones que se hacen
cada vez más periféricas. Si el sujeto limita su energía en lo que le es inherente y afirma su parte innata, los
otros centros se armonizarán con el apoyo de éste y se dinamizarán energéticamente también.
2.- La Personalidad

Antes de entrar de lleno, daremos un rodeo hacia ciertas consideraciones que ayudarán a encuadrar este
aspecto. Se trata de los factores de Tendencia y Vocación. Mientras la última es un número de
predisposiciones profundas que canalizan al sujeto en una línea honda en su quehacer, la tendencia es una
especie de “tobogán a lo fácil”, por el cual suele caer el individuo en vez de ascender, es también un
impulso periférico que arrastra al individuo hacia campos de actividad que en nada lo ayuden sino que lo
confunden. En las tendencias básicas, se distingue aquella que lanza al individuo fuera de sí, hacia el
mundo de las cosas, de los demás, etc; es la tendencia alocéntrica que disgrega al sujeto en mil y un
intentos externos. La opuesta es la tendencia a encerrarse, al autismo, en que el sujeto superficialmente se
convierte en centro de actividades, quiere abarcar todo y sin poderlo hacer, es una especie de encerrarse y
no abrirse, es el egocentrismo. Estas tendencias básicas tienen muchas representaciones diferentes cada
vez y para cada quien, pero conservan ese impulso de encerramiento o de afuerarse, centrípeto o
centrífugo.
La Vocación, opuestamente, ofrece un camino conducente, auténtico y profundo, que implica un
autodesarrollo y un obrar sobre el mundo.
Muchas veces la tendencia y la vocación se ven entremezcladas, lo que exige una tarea de separación y
distinción.
Aparte de estas dos facetas, una a lo auténtico y otra a lo fácil, aparecen 2 elementos muy importantes en el
ámbito de la personalidad, se trata de: la Identificación y la Consideración interna.

La Identificación está basada en esa confusión entre acto de conciencia y objeto de conciencia. El sujeto
“se pierde a sí mismo en lo que se identifica”, ya sea un estado emotivo por ejemplo o algo externo a él,
como es su nacionalidad, o la causa”, etc.
En la Consideración interna el individuo se esclaviza de lo que considera, es decir, se “olvida de sí” y
depende de lo otro; es una esclavitud concesiva de lo otro, de los demás, de las influencias, de lo que sea.
Es decir, que mientras que la identificación disminuye la autenticidad en la confusión con lo otro, la
consideración esclaviza en la dependencia de lo otro. La identificación hace un todo mágico entre sujeto-
objeto y pérdida de sí. Ambas características se encuentran exaltadas en la conciencia emocionada y en las
situaciones obsesivas. Para detallar: la consideración es una identificación con personas, y la identificación
es con objetos, estados de ánimo, creencias etc, pero ambos están definidos “por la pérdida de conciencia
en lo otro”, por la fusión sujeto-en-objeto; esto en el fondo es derivación de la adherencia al mundo
fenoménico mediante la percepción ilusoria, apoyada por un correlato de sobreadhesión emotiva.
Ambos casos considerados, tienen su contrapartida en la desconexión emotiva, en la eliminación de esa
sobreadherencia emocional.
Hecha la desconexión, el sujeto se des-fascina de la ilusión percibida y se desadhiere, la sobrecarga
emotiva desaparece y el grado de sugestión del “enganche” con la persona u objeto, se desvanece.
Quedando ahora el camino libre para reemplazar a la identificación por la percepción atenta y la
consideración interna por el trato afable con las personas sin crear conflictos entre ellas.
Ahora tenemos una especie de leyes sicológicas que se dan colateralmente a la Identificación-
Consideración, pero que desde otro ángulo son modos de expresión que adoptan ambos fenómenos, se
trata de: proyección, transferencias y compensación; en los 3 casos se ve el hecho de “teñir el mundo” con
los propios contenidos mentales, cuestión que es interesante en la medida de la calidad de tales estados.
La proyección hace gala de sacar para afuera los estados internos y volcarlos en la situación vigente, es el
“estar preocupado y ver a los demás preocupados”, es el tener un defecto y verlo en los demás, es
interpretar algo mediante el propio defecto.
La transferencia se hace fundamentalmente con personas, es atribuirle a uno cualidades que provienen de
otros, adjudicándole características ajenas, por ej. es ver en alguien representado al padre, o al viejo amigo;
ejemplos hay muchos, lo importante es comprender la idea para ver cómo la consideración es traspaso de
características, es transferencia.
Finalmente la compensación: se trata de disimular una carencia compensando con algo más o menos
equivalente, por ejemplo hoy se ve muy difundida la imagen del joven bravío y fortachón, y con esta
fanfarria compensa su fragilidad interna, su autodesconocimiento. Se hace compensación a carencias
básicas, los ensueños son en general especialistas en esta materia de proponer grandes viajes imaginarios
cuando el sujeto no se puede mover de la silla, o hacer creer que es muy inteligente cuando no tiene
comprensión alguna. La compensación también es situacional, es decir, en un momento dado, las tensiones
producidas se compensan y simulan de varios modos.
Estos elementos, con más o menos variantes, predominan en la Personalidad formada en mentación
ordinaria. Con otro tipo de conciencia, obviamente la personalidad resulta de otro modo, aunque en rigor lo
que sucede es que el Yo-Profundo crece y la personalidad queda como residuo en mínima expresión, la
estructura se ha esencializado.
Resumiendo: La Personalidad, en estado de mentación ordinaria, está acompañada colateralmente de los
que precisamente podemos llamar efectos colaterales, a saber:

Alocentrismo
- Tendencia :
Egocentrismo
- Vocación : (Conecta con el Yo-Profundo)
Efectos
Colaterales - Identificación : ("Perderse a sí mismo en el otro", con sobre carga emotiva).
- Consideración : (Igual que identificación pero "lo otro" son las personas).
Proyección y transferencia: ("teñir el mundo" y adjudicar
- Leyes :
características ilegítimas a alguien).
- Compensación : (Suplir un déficit ilusoriamente).

Estos efectos colaterales, nos permitirán comprender qué pasa con la Personalidad no-trabajada y externa.
Personalidad propiamente tal: Es la estructura de comportamiento o carácter que se va formando por
aprendizaje, por incorporar lo aprendido en la “fricción” con el medio, con las diversas circunstancias, en las
diversas experiencias. El biotipo da una línea innata sobre la cual se irán haciendo las incorporaciones, pero
lo definido estará dado por el ensueño que determina la conducta.

Como bien se nos explica (*), la personalidad estará dada por las máscaras que se colocan para las
diferentes personas y situaciones, tal vez por eso se puede sugerir, con un poco de humor, otro vocablo; el
de “Mascaralidad” ya que caracteriza mejor esa simulación representativa. Se nos explica también cómo
descubrir las capas sucesivas, investigando por aspiraciones, por reflejo y por críticas, por compensación.
Veremos así cómo la mentada “sensación de desnudez” evidenciará las capas flojas y la sensación de
“rigidez” evidenciará las capas consolidadas.

Como la personalidad se forma fundamentalmente en la “vida de relación”, podemos apoyarnos también en


esto para ver su constitución variable. Descubrimos así índices de intimidad con los demás: véase como por
ejemplo una cuestión de espacio y aproximación al otro, me da un índice de menor a mayor intimidad. Estiro
mi mano y veo que desde la punta de los dedos hacia afuera están “los otros” más o menos allegados,
detrás de ellos está “el otro” generalizado; toda esa gente con la que no tomo contacto pero que critico o
admiro según coincida o no con mis defectos proyectados o mis deseos reflejados. Cuando tomo contacto
con el otro, con el simple gesto de dar la mano ya me aproximo, y los que entran de mi mano hacia el pecho
son de mi mayor estima. Es decir, que formo así manifiestos círculos de intimidad y en ellos diferentes
capas con diferentes tratos, afectividades, etc.
(*) Ver autoconocimiento, Personalidad (círculos), en Siloísmo, de H. van Doren.

Luego veo círculos en los ámbitos que frecuento, desde el hogar familiar al de estudio, al de trabajo, al de
esparcimiento, etc. Estos ámbitos provocarán también diferentes círculos personales. Combinando estos
elementos, de intimidad y de ámbitos, tenemos por ejemplo “la familia”, “los amigos”, “los respetados”, “los
que me interesan”, etc.

También se da como fundamental en la constitución de lo que nos ocupa, elementos que provienen de la
educación recibida, el medio cultural frecuentado y ámbito social sobrellevado. Estos tres elementos dejarán
huellas profundas y definitivas en la Personalidad no-trabajada. Finalmente pueden verse como importantes
fuentes de hábitos y grabaciones dos cosas: la profesión que se tenga y el bagaje ideológico que se abrigue.
La primera da evidentemente una serie de formas propias de cada renglón profesional (la albañilería por
ejemplo da diversas conductas que las que dan las profesiones de médicos o el medio comercial). Todas
estas vertientes de conducta mencionadas son en verdad secundarias, pero lo que da el índice de fondo de
la personalidad son esas máscaras que se forman basadas en los prestigios, deseos y aspiraciones, que se
descubren por reflejo “de lo que se admira” y en los defectos y carencias que se tienen y se compensan de
diferentes modos y se traslucen en las críticas que se hacen a los demás o a ciertos temas. También la
temática mencionada con repetición trasluce las capas comprometidas, y por último, las cóleras o
agresividades soltadas en discusiones bruscas o en cualquier otra situación, traslucen las capas “heridas” y
lastimadas.

Y para broche de oro, toda personalidad no-trabajada puede comprenderse con un cuadrado que en cada
lado tiene:
1) Sexo

2) dinero

3) Prestigios
4) Violencia

Indudablemente cada vértice aglutina una temática que da impulsos básicos para la conducta ordinaria, y el
último, la violencia, revela el caos de la estructura mal formada (personalmente la violencia se expresa en
agresividad que gradualmente llega hasta la compulsión bélica).

Para resumir este aspecto de la Personalidad, en su gama de interinfluencias, formaremos una regla
mnemotécnica un poco larga, que es: C.A.I.-M.E.S.-C.I.P.-T.He.

C. Crítica M. Medio C. Cultura T. Temas


A. Ambición E. Educación I. Ideologías He. Heridas

I. Intimidad S. Social P. Profesión.

Después de estos apoyos expuestos, solo queda hacer el esbozo práctico de rastrear las diversas capas de
Personalidad, ver la más endurecidas, las más blandas, las nefastas y las más favorables; pero entendiendo
siempre que se trata de máscaras situacionales. (1)

Hecho esto podemos pasar a develar el núcleo de Personalidad, que estará dado por la línea central que
imprime el bio-tipo, recubierta por una capa que da una representación central a todas las situaciones por
vivir, se trata del personaje que más muestro a los demás, y que yo mismo me creo o no me creo.

(1) Esto de la personalidad y sus máscaras no estema nuevo, ya desde las antiguas sectas Shankya se
concebían las máscaras, además “persona” en griego quiere decir también “máscara” a usarse en el teatro.
3.- El Personaje

Es una síntesis de la Personalidad, es de ordinario “la gran figuración”.

El personaje surge, así parece por lo menos, por una honda necesidad de darse a sí mismo un significación.
Tarea interesantísima que por optarse por la periferia se degrada el intento hacia el personaje; una forma sin
contenido, una máscara de un hueco. Todo personaje abriga un conflicto entre lo que muestra y lo que es,
entre lo que parece que es y lo que verdaderamente es, este conflicto es quien ocasiona personajes
paralelos; uno para sí y otro para los demás. Por esto quienes teorizan sobre el hombre y aseveran que es
“dual”, tienen legitimidad solo en la periferia no-trabajada, además lo comprueban ellos mismos en la
proyección que hacen. Así surgen por ejemplo “el fanfarrón” con increíble inestabilidad interna, “el tigre de
papel”, el “doctor insano”, el “sabio loco”, etc. Es decir, la cáscara suprema, la máxima figuración, tapa
(medianamente) la frágil y dividida interioridad del sujeto. Tal vez con esto esclarecido, cobre mayor sentido
esa magnífica frase escrita en otra ocasión: “... y en el que incluso la poesía pueda oponerse a la razón sin
división interna del poeta” (1).

Entendiendo con claridad que tanto el Personaje como la personalidad se forja en la vida de relación con
esa dicotomía de tendencias de fondo, la de encerrarse o afuerarse, la extensión social y cultural adquieren
dimensiones de cuidado. Ya que el sistema (socio-cultural, político-económico) puede forjar a su gusto la
personalidad de pueblos enteros, y así se mete dentro de la gente diciéndoles día y noche qué debe pensar,
cómo debe sentir y dónde debe actuar, diciéndoles con las modas de moda qué hay que ponerse, cómo
disfrazarse (vestirse), qué representa; a los demás qué prestigios perseguir, y también impondrá qué
división interna es la mejor para la época; una vez será la tuberculosis romántica, otras veces la sicosis, o
los complejos de esto y aquello.

La cultura, en vez de dar respuestas y apoyos para la conciencia, dará crisis abismales de dudas
insalvables y de conocimientos huecos. La educación individual
(1) Léase “El socialismo Libertario”, en el Manual del Poder Joven, de H. van Doren. Edit. Trasmutación.

se hace un simple lavaje cerebral de mediocres contenidos y de valores no pensados.


Los temas tabú y los fetiches mentales desfilarán sin pudores por todas las aulas y en todas las infancias.
En el fondo, el Sistema no hace nada que no sea forjar una personalidad, y claro, lo hace “a su imagen y
semejanza”. Esto de poner al Sistema de por medio no es un detalle al pasar, sino un asunto de fondo, ya
que esas historias de ermitaños y anacoretas no son del todo realistas; hasta ellas mismas fueron en su
momento expresiones de problemas sociales, tal vez se justifican como gesto de asco a ese mundo
imbecilizante, o gesto de autopreparación para volver al mundo de los hombres, ya que hacer algo lejos de
ellos es en rigor prepararse para nada y fugarse desde siempre. Esas imágenes de aislamiento o las
actitudes de los extremistas que con una bomba quieren cambiar al mundo, son surgidas ambas de la
desesperación inestable de la misma opresión que quieren transformar.

Para no irnos demasiado lejos con esto, conviene no olvidar al hacer una filiación personal, que tanto la
sociedad como la cultura forman parte estructural y acondicionan poderosamente, ya sea a través de la
familia, de los colegios, de la nación o en la vía pública; el Estado moral, religioso y cultural, forja personajes
y personalidades que muy poco tienen que ver con la esencia humana, y que si tienen alguna relación no
queda muy clara para la inmensa mayoría. Así es que por donde se vea, importa una tarea esclarecedora a
fin de distinguir entre lo profundo y lo periférico, entre lo que encausa y entre lo que desvía.

Tal filiación correcta puede empezarse con trabajos metódicos o con simple observación de las
manifestaciones comunes, como son la simple charla mecánica en donde se devela el sujeto en sus
proyecciones, en sus deficiencias, en lo que trata de encubrir o de destacar, etc. Cuando se trata del
Sistema, también se devela en lo que escribe en sus proyecciones, en sus deficiencias, en lo que trata de
encubrir o de destacar, etc. Cuando se trata del Sistema, también se devela en lo que escribe en sus
periódicos, en los discursos de sus héroes, en lo que oficializa y en lo que prohíbe, en los valores que
propaga y en los que persigue. (1).

(1) Léase “Tipología del difamador” en “Jaque al Mesías” de H. van Doren. Edit. Trasmutación.

Ya sea por la observación de la extraversión habitual y mecánica, o en la investigación metódica, interesa


descubrir la telaraña que rige la periferia a fin de impedir que una sociedad en fuga y un Sistema opresor,
castren toda posibilidad futura ahogando el espíritu. Tanto personalmente como a nivel de especie, esto que
se esboza exige de especialistas dedicados que efectivamente produzcan y ayuden con fuerza hacia
nuevos caminos en comprensiones profundas (1).

Volviendo al personaje, y aplicando la noción de la tendencia bipolar, podemos visualizar algunas


características generales que se dan en buena medida.
Podemos distinguir tipos antitéticos de caracteres. Básicamente son 6, a saber:

1.- El impulsivo: es el que tiene un impulso fuerte, que se expresa en disputa, en agresiones, en
oposiciones, luchas, conquistas o riñas. Actúa sin rodeo y directamente.
2.- El considerado: Es el opuesto, conciliador, sincretista, persuasivo, vueltero, buscando acuerdos en
insinuaciones indirectas.

3.- El amplio: Con concepciones abiertas, no herméticas, globalizador, dicharachero, sociable y abierto.

4.- El cerrado: Autista, cortante, inflexible, limitado, concibe objetos únicos y no múltiples. Hermético, sin
sociabilidad y taciturno.
5.- El secundario: Concibe los actos en segunda instancia, se separa del hecho y del presente, y responde
al estímulo “después”, sin sobresalto.
(1) Esto alude a una seria invitación a trabajar en la línea expuesta, no solo a siloístas, sino a todo el que de
alguna manera coincida con los planteos básicos.

6.- El primario: Reacciona súbitamente ante el estímulo, “sin pensar”, sin considerar consecuencias,
reacciona bruscamente y nada más.
Para finalizar este punto, vemos con interés cómo se forma una triada entre personaje, biotipo, y núcleo de
ensueño, y cómo con sincronización se expresan permanentemente en la actitud que se tiene ante los
hechos con que se toman las cosas.
La actitud: No es una cuestión solo momentánea y pasajera, sino que es un modo de encarnar el quehacer,
es un modo de predisponerse al mundo, de resolver los problemas, de recortar la imagen de todo lo que
ataña.

Con la actitud básica que se tiene, uno se proyecta al mundo y también atrae las circunstancias de una
manera específica. No resultando lo mismo si se tiene una actitud u otra, ya que no es lo mismo
predisponerse a aclarar las cosas y atraer por esto claridad hacia sí, que embarrar los problemas más de lo
que están y atraer también hacia sí más oscuridad.

Este punto se presenta como álgido, ya que cambiando su disposición, se pueden desencadenar
numerosos cambios menores. Así por ejemplo, si se varía la actitud mecánica de ver complicaciones por
doquier, hacia la de “buscarle el lado bueno a las cosas”, o llevándolo más allá, en vez de buscar venganza
de mi enemigo, le “busco su lado bueno”, tendré obviamente resultados y posibilidades bien diferentes.
Tanto es así que variando una actitud, como quien cambia el dial de una radio, se puede modificar
íntegramente la situación de una vida entera, sin importar edad, frustraciones o éxitos; claro está que si tal
variación se hace por accidente, no será tan significativa como en el caso de que esa variación devenga de
una impresionante toma de conciencia y de una profunda comprensión. Así la actitud con su repertorio de
gestos puede obrar sobre la circunstancia interna y externa del sujeto con definitivas consecuencias.
4.- El ensueño

Hemos llegado por fin a este punto, aludido como “tono de vibración”, como “empañador del ojo de la mente”
resulta infaltable en la conciencia ordinaria.
El ensueño es el eje en la conducta humana. Es quien ofrece un clima y un trasfondo mental que engloba al
sujeto, el ensueño se expresa corporalmente como un “pathos” especial y con un “tempo” mental propio.

El ensueño se caracteriza por:

1) Ser un clima y trasfondo mental, que tiene una importancia personal y una amplitud generacional; así
toda una generación puede estar bajo un mismo núcleo de ensueño.

2) Dar respuesta totalizadora a los estímulos internos y externos, organizando estructuralmente la


sensación, la percepción y la grabación de datos.
3) Dar un sentido personal a las ideas, a los valores y proyectos. También acepta las creencias de un modo
particular, pudiéndole servir o no de base nutricia.

4) Esta dirección que imprime puede estar en la dirección evolutiva del individuo y la especie, o puede no
estarlo, sino que contrariamente se puede oponer diametralmente a cualquier avance progresivo.
5) El ensueño se entiendo por la polaridad: carencia-compensación. El ensueño compensa carencias
fundamentales y personales,de conducta y déficit de personalidad.

6) El ensueño sirve al hombre común, para mantenerlo en el nivel evolutivo en que lo dejó la naturaleza,
pero no sirve a quien está en vías de despertar; es decir, de ir más allá de la etapa hecha por la naturaleza.
7) Del ensueño derivan los efectos colaterales descritos anteriormente, la identificación, la consideración,
las tendencias, canalizadas por proyección, transferencia o compensación.

8) El ensueño cuenta además con un fuerte poder sugestivo, con pérdida de reflexión, aumento de la
frecuencia de imágenes y de sobrecarga emotiva.
9) Los esfuerzos de la atención por eliminar el fantaseo demuestran la resistencia seria que ofrece, es decir
que además del núcleo central hay ensueños secundarios en un fantaseo variable y frecuente.

La compensación está hecha tanto a nivel interno del sujeto, o de la generación en cuestión, como a nivel
externo y en fricción con el medio en que vive. Es una compensación simultánea que va variando en el
correr del tiempo y dándose lugar los procesos de etapas vitales, biográficas e históricas. Los ensueños
tienen grados de densidad y sutilidad, así en esta última parte roza la conciencia de sí y en la densidad
mayor, avanza hacia los estado penumbrales y oscuros de conciencia.

El ensueño perturba la atención y obstaculiza la retención y evocación de datos, es así que oficia como
minimizador de atención y de memoria, amén de deformar la percepción dando lugar a la “percepción
tendenciosa”, que es el hecho de predisponerse a percibir en la gama que admite e interesa al ensueño
vigente.

Como se nos explica, los ensueños se desplazan o se fijan según las etapas vitales y las situaciones
epocales, así por ej. no es igual un ensueño en la niñez y en épocas prósperas, que en la madurez y en
épocas críticas, aunque en todos los casos actúe compensando las carencias internas y en el roce con el
medio. Los ensueños pueden progresar con las edades, fijarse o regresar, haciendo una disritmia con el
progreso evolutivo natural, tenemos así “los niños grandes”, “los jóvenes viejos”, etc. También los ensueños
pueden anticiparse a la época, apareciendo como premoniciones englobando una interesante intuición, pero
en tanto quede en ensueño nada ganamos.

En otro momento hablamos de forma y contenido en el ensueño; a veces el contenido puede ser muy
positivo, pero en tanto conserve la “forma de ensueño”, nada ganamos, en esto ilustran las doctrinas
simbolistas de variados expositores, pero no es suficiente ilustrar el símbolo del ensueño, sino cómo actúa y
cómo sugestiona.

En el ensueño se puede distinguir el clima sicológico que propone y los temas que programa, siendo ambos
del repertorio de determinaciones que se sufren. Temática y clima atraviesan por un proceso, lo que importa
descubrir entonces es el momento en que se está, si de nacimiento, de apogeo, de caída, de reemplazo, de
exaltación o de fracaso, este es el momento óptimo para hacer un trabajo de bombardeo en otra
significación que la mecánica. El ensueño dispone de una energía muy positiva en cuanto tal, pero no en
cuanto empleo y dirección, así lo interesante es rescatar esa energía con otros propósitos.

El ensueño es un tema tratado desde antiguo, porque desde entonces se reconoce su poder perturbador de
la visión profunda, por ej. hay una vieja historia que relata a un hombre meditando y en esas ocasiones ve
unos monstruos extraños que le perturban la mente, debido a esto no se le ocurre mejor cosa que matarlos,
para esto consulta a un amigo quien le aconseja que antes de hacer nada, los marque con pintura a fin de
que no se le escapen y para no errar luego; así lo hace y después el mismo amigo le pide que se mire en un
pequeño lago, allí ve su imagen reflejada, pero esta vez pintarrajeada por todas partes. Así comprobó que
tales monstruos no tenían existencia material aislada, sino que sólo existían para él en su alevosa
imaginación descontrolada; su amigo le aconsejó esta vez que en efecto podía “matarlos”, pero únicamente
con la espada de la atención.

Estas pequeñas leyendas ilustran más que bien, y pueden encontrarse muchas más. El hombre cuando se
fue desarrollando en la especie, desde sus cavernas y otros modos de vida primitiva, no contaba con la
conciencia de semi-vigilia de hoy, sino que eran más penumbrales, su estado era crepuscular; allí las
imágenes hacían buena presencia y señorío, hasta considerarlas como reales, y por su rara “presencia”
indefinida y volátil, las calificó de deidades o de demonios, pero no existían más que en su imaginación; en
este sentido el hombre ha avanzado enormemente, y tanto ayer como anteayer y hoy, la conciencia rozó
ocasionalmente estados superiores y de tales estados devinieron obras que por ser hechas con mayor
conciencia tuvieron mayor significación y perdurabilidad; de allí que haya historia de la conciencia
crepuscular y de la conciencia superior. Nuestros relatores no reparan a menudo en este detalle, y nos
transmiten una mezcla de hechos y héroes que no nos ilustra demasiado. Si en cambio se organizara una
historia de los estados de conciencia, sus avances y sus caídas, y su extensión social, comprenderíamos
mejor a las religiones, los mitos las filosofías y las ciencias, y lo que es más: comprenderíamos mejor la
Presencia de la Escuela en todas sus acciones históricas y en todos sus aportes.

También lo que hizo con ella el hombre desgradador, cuando cae en la penumbra a ritualizar y a
incomprender... Hay posibilidad de hacer una historia y otra, la que se escriba más allá del ensueño; o bien
desde la conciencia de sí o desde la conciencia objetiva; tal vez por esto nos digan: “... hacer un corte en la
prehistoria y entrar en la Historia verdadera y cálidamente humana” (1) o tal vez una historia de la

(1) Ver Manual del Poder Joven de H. van Doren. Edit. Trasmutación.

conciencia trascendental. Evidentemente que si la Escuela estuvo presente en el mundo, no se empezará


desde cero esta vez, sino que se contará con los elementos más progresivos logrados en cada oportunidad,
y el cómo se pasen y recompongan esos datos será cosa de la gente de Escuela y para nosotros será tan
raro como la telegrafía sin hilos lo fue en su momento u hoy la televisión trasmitida de satélites y otras
maravillas de la comunicación moderna; pero de todos modos podemos teorizar diciendo que tal
reconstrucción de aportes pasados y futuros trabajos, es posible únicamente desde la estructura y estado
mental de quienes hicieron tal cosa y no de quienes estamos acondicionados hasta para ensoñar.

Todo esto difícil de probar como sabemos, pero únicamente después de intentarlo repetidas veces y
corroborando logros se podrá afirmar o negar estas consideraciones; pero que el ensueño ¡obstaculiza! Y si
no se cree hágase un pequeño ejercicio: póngase la mano delante de los ojos por un tiempo, ¿obstaculiza o
no la visión?, empáñense los vidrios de las gafas y véase si deforma o no la vista sensible. Ambos casos
ilustran la interrupción a l visión del sentido ocular; algo parecido pero a otro nivel ocurre con el “lente
empañado del ojo de la mente”. No por nada Silo termina su primera conferencia: “... tal vez Vd., pueda
aprender a ver por encima del ensueño” (1).
Si esto es posible, sin duda alguna las mentes practicantes ofrecerán la experiencia nueva a sus
semejantes y darán a luz un Arte y una Ciencia Nueva, ambas salidas de la experiencia de la Meditación
Trascendental, esa experiencia que se eleva por encima del ensueño con un número infatigable de nuevas
posibilidades.
(1) Ver “Meditación Trascendental” de H. van doren Edit. Trasmutación.

III Tema

Resumiendo: Mencionamos la Periferia, sus problemas y posibilidades. También su estructura:

Biotipo Personalidad
X

Personaje Ensueño

Explicamos con algún detalle este complejo periférico, destacando su poder determinante, considerando la
siguiente premisa: El complejo periférico (Biotipo, Personalidad, Personaje y Ensueño) determina la
conciencia, pero no es la conciencia misma, por lo tanto, ésta puede desprenderse de tal complejo y
afirmar progresivamente su autonomía. En esta posible liberación, volvimos a reparar en la importancia de
la Escuela, su función para el hombre y en la Historia.

IV TEMA

Inscripción biografía y Corporal: ¿Qué es Ésto?; muy simple, se trata de que todo lo que va sucediendo
en la maquinaria descrita, tanto en el Yo-Profundo como en la Periferia, deja huellas de sus actividades;
estas huellas se inscriben en diferentes partes, la primera en que se inscriben es en el cuerpo.

En el cuerpo se van grabando numerosas huellas que pueden rastrearse e interpretarse, no es nuevo eso
de “la cara es el espejo del alma”. No estamos insinuando nada de “leer las manos” o cosas semejantes,
simplemente que la actividad de los centros se expresa corporalmente y como biorritmo: la personalidad por
su parte también se manifiesta en el cuerpo, es decir, que ambos aspectos se registran en la estructura
corporal, de muchas maneras por cierto y sin reglas fijas, pero hay correspondencias. En otra parte donde
se registra todo lo que sucede a la maquinaria es en la biografía, en la historia personal, así puede haber
dos biografías: una la de los hechos y accidentes vividos y otra que explica el estado y actividad de los
centros y personalidad.

Es entonces que esto de la Inscripción de las huellas que se dejan, se ve en el cuerpo y en la biografía.
Veamos ambos aspectos.

DINÁMICA CORPORAL

Se vio al pasar cómo la estructura corporal hace correspondencia con el bio-tipo; los intelectuales tienen
cuerpo alargado y rectangular con desarrollo de los miembros más que del torso. En los motrices también
predominan los miembros pero la estructura es más cuadrangular y maciza, en estos predomina el sistema
muscular y en los anteriores el sistema nervioso. En los emotivos y en los somáticos el torso; que es más
grande que los miembros. En los primeros predomina las formas redondeadas y el sistema sanguíneo-
respiratorio y en los somáticos las formas son ovales y predomina la vegetativa. Esto da, obviamente
innumerables combinaciones.

Por otra parte la localización física de los centros da también una forma corporal según su trabajo y
desarrollo, así en un diseño tenemos:
Así derivamos en la postura corporal, como develadora del trabajo de los centros. Las distintas tensiones
en las diversas partes referirán al centro más próximo. Así por ejemplo, tensiones en la musculatura craneal
dará un funcionamiento raro del intelecto, si las tensiones están a nivel torácico serán emotivas y si a nivel
del plexo solar, en la motricidad. En la zona pubial, indicará problemas de sexo.

Este caso descrito es el negativo, y la postura corporal lo indicará muy bien, ya que los centros tenderán a
“fugarse del mundo” (A), y por esto darán una curvatura hacia atrás. En aquellos lados en los que los
centros trabajen “disparados por sí solos” los centros irán hacia adelante, lanzados en esta dirección y por
ende la curvatura corporal será esta (B). Ambos casos son extremos, o por inhibición o por exceso no hay
equilibrio.

Amén de esto podemos descubrir problemas en la “nerviosidad corporal” esa prolifera gama de tics, gestos,
verborragia, etc. que evidencian una impresionante tensión sicofísica que tiende a desgastarse en exceso
de movimientos nerviosos y descontrolados. Inversamente se observa también el relax excesivo, la falta de
tono físico por estar internamente decepcionado y trabajando con los centros en descarga.

Así resulta que la cara y el cuerpo son los primeros testigos de lo que pasa por dentro, se enteran a veces
antes que yo mismo y que los demás; de aquí la importancia que tiene el cuerpo en este aspecto, y si
recordamos algo expresado en otra ocasión, tal vez le demos la justa magnitud que tiene. Aquella vez se
dijo: “... para que eleves tu corazón, para que eleves tu espíritu y para que no olvides elevar tu cuerpo” (1).

Resumiendo, lo interior y lo periférico, es decir, centros y bio-tipo (lo congénito) más la Personalidad (lo
aprendido) puesto en un medio ambiente socio-cultural tiene primeramente su manifestación en su cuerpo:
en la postura corporal, en su cara, en su boca, en su tono de voz y en su escritura autógrafa. Luego -y no
antes- se expresa más ampliamente en su fricción con el mundo, sin dejar de lado el intracuerpo, en donde
están los órganos que simultáneamente también van sufriendo esta inscripción; en otras palabras, el cuerpo
y el intracuerpo es donde primeramente se escribe la biografía personal y el estado de los centros. Por esto
tendrá su lenguaje y su mensaje. El cuerpo dejará de ser sólo cuerpo para ser también “figura significativa”.
(1) Ver “Silo y La Liberación” de H. van Doren. Edit. Trasmutación.

Es sabido que el hombre es esencialmente obrar, actividad, estar siempre haciendo algo. Por esto tendrá
órganos (internos y externos) dedicados al hacer. Pero también ese obrar se afirma en una plataforma más
o menos estática, habrá pues órganos para esta función, de soporte y sostén. Esto nos indica también una
metódica, un paso en estática y otro en dinámica.
La estática la veremos en las partes más fijas como son las del tronco, las del torso, y la dinámica se verá
en los miembros, especialmente en las manos. Así tenemos lo que el hombre es (en estática) expresado en
las partes menos móviles y lo que el hombre hace en las partes más dinámicas. Ambos elementos se
expresan simultáneamente en el rostro y cabeza. Aquí tendremos expresada la estática y dinámica en forma
combinada.

El intracuerpo es básicamente estático (desde un ángulo) ya que no se percibe el movimiento interior pero
sí se sabe que existe (como es por ejemplo el desplazamiento de la corriente nerviosa), es estático desde el
ángulo que sirve de apoyo.

Finalmente los elementos que más destacan son: las manos, la boca y sus consecuencias; el gesto hablado
y el gesto escrito, es decir, el simple hablar y el simple escribir, revelarán más de uno mismo que lo que
nosotros suponemos.
Sirviéndonos esto de rodeo e introducción, expondremos un sinóptico para aclarar y dedicado a fines
prácticos para ver “desde fuera” lo que ya hemos visto “desde dentro” así nuestro Yo-Vigía, podrá observar y
modificar simultáneamente. (1)
(1) Ya desde antiguo se conoce la importancia del intracuerpo y los órganos. Por ejemplo los egipcios
señalaban al hígado como base del alma. Más tarde se le adjudicó como base de la cólera. Platón lo
considera como más alto, la expresión irracional de lo eterno. Luego Descartes, adjudica a la pineal como
base del alma. Es decir, que desde siempre se ve el cuerpo como importante en el espíritu y no separado
de él.

Estática corporal:

Cuerpo

Postura corporal expresada fundamentalmente en las variaciones con respecto a eje central. Las tensiones
se registran en: Cabeza, cuello, hombros, tórax, abdomen y pubis. (Cada tensión tiene que ver con un
centro y por ellas descubro el déficit del centro en cuestión. Se tratará de distender y equilibrar.

Intracuerpo

Órganos internos: estos también estarán aludidos por el centro conectado y el déficit de este repercutirá en
ellos (por ejemplo: úlceras, asma, cefaleas, etc.) Se tratará de vitalizar.
En rigor, todo mal funcionamiento repercute sobre la somática, sobre el sistema vegetativo.

Ordenando resulta: la emoción conecta aparato respiratorio y cardíaco y se apoya en el sistema límbico. La
motricidad conecta médula y glándulas suprarrenales y se apoya en el sistema muscular. El intelecto
conecta hipófisis y cerebro y se apoya en el resto del sistema nervioso. El sexo conecta gónadas y sistema
glandular (incluida la pineal) y se apoya en el sistema neuro-vegetativo.

Todos estos órganos se verán afectados por el mal trabajo de los centros y repercutirán sobre ellos
cerrando el circuito. Y si los centros trabajan correctamente también repercutirán en alza.
Dinámica corporal: dijimos que se expresaba básicamente en: cabeza-rostro y extremidades y que más
evidentemente en el gesto hablado (la boca) y la escritura autógrafa. Continuando el sinóptico resulta:
(también veremos aquí manifestada a la Personalidad).
Rostro

DIBUJO ESTÁTICA DINÁMICA


Extremidades y en especial mano:

Extremidades largas y musculosas indicarán motricidad, con gestos amplios y armónicos indicarán emoción.
Gestos tensos y veloces indican nerviosismo. La falta de vitalidad se verá en la desgana corporal general y
en los miembros flojos y pegados.

En la precisión, velocidad, justa tensión-relax, se evidenciarán los centros trabajando en deliberación.


Contrariamente, en la mala firmeza, en la estereotipia, en las tensiones disímiles, etc. veremos centros
trabajando en descontrol.
La Mano: ya en el cerebro hay una amplia zona dedicada a la mano y otra zona también amplia dedicada a
la boca. Es decir que orgánicamente la estructura está montada para dar suficiente base a estas partes en
su dinámica.
Someramente, en la mano podemos distinguir dos zonas: a- la reflexiva y b- la instintiva. Como el obrar en
el mundo es característico del hombre, la mano aparece como la primera herramienta, innata y orgánica. La
técnica humana empieza con el uso de la mano, y la comunicación humana empieza con la boca.

Este tenérselas que ver con el mundo queda expresado por el dedo mayor como atribuido al Yo, la palma
como la circunstancia y en los dedos las distintas facetas circunstanciales.
Hay como sabemos, manos motrices, emotivas, intelectuales y somáticas, pero esto da para mucho y nos
limitaremos a graficar lo antes dicho: parte reflexiva y parte instintiva, el Yo, la circunstancia y las facetas de
ésta, así el gráfico resultante
DIBUJO parte reflexiva parte instintiva

El tono de voz: es quien más refleja el estado interno del sujeto. Habrá tonos de voz más profundos y más
superficiales según sea así el sujeto y luego habrá timbres intelectuales, emotivos, motrices y somáticos.
También descubriremos una cadencia de voz según el sujeto hable “regresivamente”, “agresivamente”
“progresivamente”, etc. El tono de voz ya comunica al otro un mensaje a nivel de clima que puede o no
coincidir con el sentido de las palabras. Por ejemplo, alguien puede hablar de la “vitalidad” y el tono de voz
es precisamente enfermizo. Pueden hablarnos del despertar y crear un clima de tensión. Es así que
tenemos otra vez la necesidad del equilibrio entre contenido y forma, entre lo que se es y lo que se aparenta.

Tanto en las manos como en la boca o en el tono de voz, aparecen gestos evidentes de tensión nerviosa y
de descontrol que también se proyectarán en la escritura:; más ampliamente tendremos la personalidad
expresada en buena medida. Por eso es que si obviamos lo que nos dicen y nos fijamos en “cómo lo dice”,
veremos más realmente lo que pasa. O sea que hay que hacer coincidir la dinámica corporal con el estado
interno del sujeto (tanto en centros como en personalidad), con lo que se extravierte para no fomentar
abismos luego insalvables.
La escritura: Aquí aparece la dinámica sintetizada y fijada en el tiempo, es decir, el gesto se plasma en lo
escrito. Tendremos muchas características: situaciones momentáneas y permanentes, cambios al paso de
los años y en el hábito de afirmar la escritura personal. Tendremos formas típicas (I,E,M,S,) y formas
incorporadas culturalmente. Tendremos gestos de Personalidad y de Esencia. Tendremos manifestadas
épocas fastas y nefastas, también veremos personalidades afianzadas y desintegradas, veremos la
profesión repercutir en el tipo de letra y el hábito o deshábito de escribir. Es decir que la simple letra revelará
enormes y curiosas características, unas mayores y otras menores.

Como apoyo de observación daremos una regla y dos puntos importantes: el primero es la evidencia de la
energía ascendente (optimismo o posibilidad por ejemplo) y descendente (pesimismo o regresión por
ejemplo). El segundo es la personalidad definida e integrada (en las letras unidas y consecutivas) y la
personalidad deshilvanada e inconclusa (en letras mal unidas). También se ve el trazo ligero y el tenso, en
donde veremos al debilitado o al afirmado.

Así resulta:

Momentáneas (letras afectadas)


Situaciones <
Permanentes (letras definidas)

Pasajeros (cambios en el tipo de letra)


Hábitos <
adquiridos (fijeza en la letra)

Intelectual (letra pequeña y vertical)


Emotiva (letra redonda e inclinada)
Típicas < Motriz (letra abrupta)
Somática (letra grande oval)
Esencia < Letra prolija y sencilla, precisa y legible.

Letra con floripondios excesivos.


Personalidad <
(estado) Letras deshilvanadas e inconclusas o letras coherentes y relacionadas, “sin lagunas”
Profesión < Letras según oficios. Hay que indagar en cada caso.
Hábito de < En ambos casos se verán letras maduras o inmaduras, con índices más o menos estables.

escribir y
cultura individual

Regla: en general ver:


1) Estabilidad de centros.
2) Integridad personal (personalidad formada o a medias).
3) Ascendente (optimismo) y Descendente (pesimismo).

Estas características en cuanto a la letra escrita, luego queda todo el lenguaje que se emplea que es
también revelador, por ejemplo: si se emplean los adjetivos más que los sustantivos, más verbos, más
sujetos que predicados, etc.
Es importante si el discurso es animoso o deprimido, si es posibilista o encadenador si es aburrido o
dinámico, si futurista, si regresivo o del presente, etc.

Como se comprende es trabajo de enormes posibilidades de investigación, cosa que al hacerse se deben
dejar de lado los prejuicios ajenos y presuposiciones falsas ya que es un tema importane, de un capítulo
importan que se llama Autoconocimiento.

Tarea que se hace simultánea "desde dentro" y "desde fuera", desde el estado y constitución de la
maquinaria y desde su extraversión dinámica; para completarlo, debemos mencionar a la Biografía como el
gran libro donde queda escrito todo lo que hicimos, lo que nos pasó, lo que sentimos o pensamos, cvlaro
que este libro nos relatará según haya sido nuestra conciencia "al escribirlo", porque soñábamos de lo lindo
no recordaremos nada y tendremos enormes lagunas y separados fragmentos de vida, a veces antitéticos,
a veces coincidentes, pero que de todos modos no manejaremos por desconocimiento.

La Autobiografía: Al comenzarla veremos cómo cobra valor y sentido aquello del Recuerdo de sí; sin esto
bien poco podremos hacer, así, el primer descubrimiento es que nuestra biografía es la historia personal
de nuestros estados de conciencia. Veremos que al predominar los más bajos se incentivaron los
accidentes, "como si los atrajésemos" por nuestra inconciencia. Paralelamente veremos qué extrecha
conexión hay entre el suceder y la conciencia, entre lo que hacermos y lo que nos pasa, entre lo que
podíamos haber hecho, lo que hicimos y lo que nos sucedió. Veremos cómo en efecto dando un corte
biográfico podemos pasar desde "lo que nos pasa", a ser el propio artífice de la propia vida, podemos hacer
nuestra cara y nuestro cuerpo, nuestro presente y nuestro pasado, pero antes nos conviene hechar un
vistazo al pasado, que hoy nos determina y que para mañana nos predispone.

La biografía escribe lo que el hombre hizo y lo que no hizo, lo que dejó de hacer y lo que le sucedió. Verá
que no es dueño de sus actos ni de sus días. Verá que "duerme profundamente y que su mayor ilusión es
creer que está despierto" (1). La biografía demuestra cómo las situaciones obsesivas, los accidentes y los
desvíos fueron repertorios corrientes, demostrará cómo el suceder y los hechos eligieron por él. También
demostrará cómo el medio socio-cultural lo acondicionó de una forma y no de otra. Veremos cómo el apego
al mundo fenoménico devino en inconprensión y en conflictos. Veremos cómo los elementos progresivos
logrados en los mejores momentos se ven oscurecidos por los peores momentos y sus catastróficas
consecuencias.

Notaremos también cómo comprendiendo nuestra propia vida podemos mejor comprender a los demás y
aclarar nuestro futuro. Veremos cómo las grabaciones a lo largo de ella repercuten en el presente y cómo
cuesta disolver las nefastas consecuencias de las vivencias sin reflexión. Veremos cómo es un bravo
trabajo el descristalizar las torpezas cometidas y rescatar las mejores experiencias. Veremos cómo los

(1) Ver "El Mensaje". En el Librito y en Fragmentos del P.J.-1 en "Aproximación al Trabajo".

Desvíos nos alejaron de metas propuestas y cómo las frustraciones devinieron en impotencias y
decepcioens pero la ilusión no menguó hasta darse un fracaso profundo y posibilista de nuevas vidas.

También d:escubriremos los cambios biológicos y sus implicancias y el traslado de puntos de referencia.
Finalmente descubriremos cómo los ensueños nos rigieron, cómo se reemplazaron unos a otros y cómo
dominaron.

Veremos también cómo las distintas épocas se conectan relacionadamente en distintas convergencias.
Al hacer nuestra biografía, veremos cómo podemos comprender la historia del Homo sapiens al haber
atravesado momentos crepusculares, otros de alguna vigilia y otros de franca lucidez; y cómo lo hecho, la
obra ejercitada, tiene cada vez mayor o menor significado, mayor o menor perdurabilidad; y cómo los
extremos lúcidos nos han permitido siempre vislumbrar caminos a seguir.

Ahondando, descubriremos que hemos podido o no realizarlos internamente, que según nos apeguemos a
las circunstancias nos postergamos en ellas y que según tomamos perspectivas nos pudimos guiar a
nosotros mismos y descubrimos cómo realizarnos. Así tendremos una biografía de la vida mecánica y
periférica entrecortada de vez en cuando por el ritmo de la autorrealización y de los mejores momentos de
conciencia.

Para ilustrar ambos aspectos, reproduciremos dos esquemas: el primero para comprender más o menos las
circunstancias cotidianas y otro para comprender algún proceso interno realizador. A saber:

1- En un círculo disponemos de 12 casilleros, allí admitiremos nominaciones para cada uno, lo que facilitará
ordenar los datos metódicamente y sin que se escapen algunos importantes (pero para esto previamente
hemos visto el capítulo de autobiografía” en el mentado libro “Siloísmo”).
Sucesivamente tenemos:

Casillero 1: Personalidad: aspecto-vitalidad-máscaras.


Casillero 2: Posesión: dinero-riqueza-pobreza.
Casillero 3: Ambiente: hermanos-vecinos-relaciones.
Casillero 4: Prestigio: hogar-raza-fin.
Casillero 5: Placer: fiestas-artefactos-protección.
Casillero 6: Salud: malestar-utilización-beneficios.
Casillero 7: Complemento: matrimonio-riñas-firmas.
Casillero 8: Muerte: regalos-temor-fortuna.
Casillero 9: Viajes: Complicación-ciencia-transporte.
Casillero 10: Profesión: acciones-renombre-caídas.
Casillero 11: Afinidad: amigos-trabajos-ventajas.
Casillero 12: Violencia: duplucidad-encierro-máquinas.

Hecho el círculo y colocado cada casillero con su denominación, podemos ver año por año, etapa por etapa;
cómo nuestra vida se fue desarrollando, fijando o regresando, como se apegó a las cosas o hechos y cómo
se confundió. También cómo se despegó y se tornó autónoma. Lo interesante es establecer relaciones entre
los casilleros y por su intermedio entre los distintos años, pasados y por venir.

2) Referente a Realización interior: Toda realización empieza después del fracaso reconocido, se rescatan
las mejores experiencias y se empieza con seriedad la autognosis. Así se irá produciendo una suerte de
alquimia verdadera ya que tenemos a la conciencia como medio y al Yo como artífice. Cuando se deja el
simple estar-en-el-mundo, desadhiriéndose del mundo fenoménico y conectándose con el Yo-Profundo, la
realización personal da sus primeros pasos. Como es natural, este desapego de la periferia y contacto con
el nuevo proyecto de autognosis, produce un primer caos, una primera confusión, insistiendo en el proceso
vendrán luego las primeras distinciones y las primeras definiciones.

Todo este paso es una etapa oscura, por falta de luz, y por ser el color negro el que atrae la luz. Es etapa de
absorción, de incorporación de nuevos elementos y de primera crisis.

La segunda etapa será más activa, de rebelión ante el medio, y de saltar de la crisis hacia nuevos estados
progresivos. Es una etapa roja, de acción, de confrontaciones, de luchas, de fricción interna y en el medio.
Se hizo una activación fuerte pero ya con elementos propios además de los ajenos. Es también propio de
esta etapa circular por todas partes, adentro y afuera, a fin de ir rescatando los elementos positivos. Así al
finalizar la etapa, es posible formar algo más perdurable.

La tercera etapa deviene en sedimentaciones y esclarecimientos con lucidez, por eso: blanca, por contar
con la luz del entendimiento y más tarde proyectarla. Así se está en condiciones de hacer una segunda
compenetración, más aplicada y profunda para con las cosas del espíritu, así este se des-confunde de las
impurezas que antes lo asfixiaban e impedían su señorío. Haciéndose ahora entonces una conversión en un
nuevo individuo, en una nueva identidad, y que por todos estos hechos se podrá multiplicar en mil y un
gesto de obra Mayor.

Insistiendo en esta metódica de exponer sinópticos pedagógicos hacemos la salvedad de que no suceden
así precisamente los fenómenos que nos ocupan, sino que emprendemos la tarea de aproximarnos,
considerando también un margen de error y equívoco.
Etapas tangibles en la autorrealización y su extensión exterior. (1)

(1) Ver Proceso Poético en “Poética Menor”, de H. van Doren.

Etapa negra: O de conciencia menor y crepuscular. Caracterizada por la dependencia a los


acontecimientos propios y del medio. Etapa con 4 características:
1) Condición (o sumisión a las condiciones creadoras).

2) Fusión (primer caos entre “lo nuevo” y lo natural).

3) División (separa “lo mejor” de lo peor).


4) Disolución (disolver la impureza y definir lo que importa).

Etapa roja: O de mediana conciencia. Caracterizada por los primeros intentos de independencia y de
autodesarrollo. Etapa de fricción con el medio.
5) Activación (dinamización del letargo y de la inercia).

6) 6) Circulación (rescata “lo mejor” de todas partes).

7) Precipitación (sedimenta “lo mejor”).

8) Formación (con esto en la mano ya se construye).

Etapa blanca: O de mayor conciencia. En el umbral de la independencia y en vías de total liberación. Etapa
del espíritu.

Con las últimas 4 caracterizaciones:


9) Compenetración (inmersión en “nuestras cosas”).

10) Des-confusión (único proyecto, único destino).

11) Conversión (transformación de la identidad).


12) Proyección (multiplicación de “lo mejor”).

El proceso también admite fijaciones y regresiones, amén del progreso en él.

Si de alguna manera hemos comprendido aquello del Yo-Profundo, del ensueño entorpecedor y de la
posible conciencia de sí, de la esencia y de la personalidad, y de cómo al desarrollarse lo esencial: la
conciencia y el Yo-Permanente, ocurre que la periferia, el ensueño y la personalidad van quedando
progresivamente como residuo al dar lugar a otro fenómeno, al fenómeno del hombre liberado; podremos
sin duda comprender también esto de la realización y del proceso insinuando, e incluso podemos encontrar
en el esquema sugerencias y guías significativas. Sin entender que tal proceso se dé aislado en la intimidad,
sino que por la intencionalidad del Universo y de la estructura de este, que es también la de la conciencia,
tal realización se hará simultánea en un hombre y en muchos, en su biografía y en la historia de todos, en la
Historia de la conciencia, que es la del Universo.
Resumiendo:
Vimos en el IV Tema la importancia del cuerpo como “figura significativa”, en estática y dinámica.

Estudiamos aquí la Biografía y sus determinismos cíclicos.

Vislumbramos por fin una corriente de realización esencial, en etapas y en logros. Este proceso profundo
nos dio la pauta general: nada se logra de un golpe, sino paciente y dedicadamente.

Última página

El carpintero terminó su labor: contenido y forma guardaban esa precisa proporción que daba una obra de
arte.

Tomó alguna distancia para observar de lejos la silla que había hecho con sus manos; recordó entonces
aquél día que dejó atrás sus cosas y sus amigos, para ir a hacer aquello que él llamaba. “Hacer por lo
menos una cosa bien en la vida”.
Después de hacer miles de sillas, esta era la perfecta; la había hecho y mientras... se hizo a sí mismo.

Para completar la obra denominó a cada pata con una palabra:

Atención 1; atención 2; atención 3; atención 4.


Con la primera comprendió el ensueño.

Con la segunda comprendió la identificación.

Con la tercera comprendió la ilusión.


Con la cuarta comprendió todo lo demás.

Él supo que esta sociedad nos quiere hacer tragar un cubo indigerible, al que le llama: dinero-sexo-
prestigio-violencia.

Y por supuesto, él no se interesó.


Está seguro de haber atravesado la tontería y la contradicción.

Había hecho su labor porque quiso, sin perseguir premios ni victorias; su obra fue un fin en sí mismo, por
esto liberación.

Ahora estaba más allá del éxito y del fracaso, del verano y del invierno.

Saludó a uno por uno de sus colaboradores y se marchó; al llegar al umbral se dio vuelta y comentó: “Luz
es fuerza, mediten de a dos (o de a más)”.
APÉNDICES

APÉNDICE I

Ficha Personal

Se trata de confeccionar una ficha donde quede establecido el estudio de Autoconocimiento hecho, de tal
manera que uno no tenga que rehacerlo, sino simplemente ir viendo las modificaciones que se producen en
el Trabajo sobre sí. Por otra parte es una síntesis personal que trata de cerrar una puerta (la personal) y
abrir otra: la de los Procesos Transmutativos propiamente tales.

Con todas las herramientas que se nos dan, por vía oral, escrita, en retiros o en libros de consulta, trato de
simplificar las observaciones en sinópticos más o menos claros; atendiendo a la estática y la dinámica, ya
que todo lo que filiamos está en movimiento y varía, en todo caso, las fechas nos darán los cambios de
criterios.

Siguiendo la metódica de este texto, tenemos dos partes: el aparato sicofísico y el complejo periférico. De
tal modo procedo:

1.- Centros: estado particular de c/u. Testeo de partes y subpartes.

Conexiones entre sí y trabajos en los que repercute.

Biorritmos de cada centro.


2.- Shocks Conscientes: Aquí se registra la autoconciencia: con la graduación en que desarrollo los pasos
de ADMI. Para lograr 1er Shock: Autoobservación.
2do Shock: Conciencia de Sí 8recuerdo de sí).
3.- Complejo Periférico: a) Filiación de Biotipo (Centro, parte y subparte, y en especial la dirección de la
energía).

b) Personalidad: Filiación de las capas que la conforman, desde las más íntimas a las más externas, (ver
de manera de hacerlo).

c) Personaje, descripción del mismo.

d) rastreo de ensueños, del núcleo y de los secundarios. (Este es tal vez el punto álgido de la ficha).
4.- Dinámica: Se tratará de sistematizar las huellas de la maquinaria al transcurrir el tiempo. Recurrimos a:

a) Morfología corporal (huellas, gestos, etc.).

b) Escritura autógrafa (modalidades varias).

c) Autobiografía (se tratará de ver accidentes, vicios, determinaciones, logros, tendencias,


argumentación, etc. Etapas mecánicas en su sucesión).

d) Finalmente detectar la posible Etapa de Realización por la que se atraviesa. Intuyendo caracteres
profundos en modificación y no secundarios.

Síntesis última

Centros (estado y biorritmo) Autoconocimiento


(biotipo) (pasos del ADMI logrados)
X …......................................................Centro Gravedad Personal
Periferia (núcleo de ensueño) Biografía (relaciones, etapas)
(personalidad, personaje)

APÉNDICE II

Criterios fundamentales para la interpretación de


Centros, Partes y Subpartes

Buscando siempre lo característico y desechando lo secundario, se puede dilucidar el acto específico de


cada centro, parte o subparte. Por ej.: en el Intelecto al evocar una imagen, lo característico no es la
atención puesta en juego -que de hecho tiene que haberla- sino el brillo, el mantenimiento y la selección
adecuada.

En todos los casos, se puede utilizar la “rosa de los centros”, para observar la polaridad:

+ Tensión adhesión selección

- Confusión rechazo relajación

En el caso + el centro, parte o subparte, trabaja correctamente; en el caso - trabaja incorrectamente.

La memoria trabaja en todos sus aspectos y niveles, y es base de grabación para todo el proceso, así
figurativamente, la memoria se ubica a nivel de carretes grabadores y no a nivel general del Centro. Cada
carrete está en cada subparte Haciendo un corte en el centro, resulta:

Función

Centro

Parte

Subparte

Carrete

Es decir que 3 elementos nos ayudan en la interpretación: Lo característico, al memoria y la polaridad.

Prosiguiendo ordenadamente resulta:


1. CENTRO INTELECTUAL

Este centro trabaja cotejando, complementando datos. Necesita de un máximo de atención, dirigida por el
sujeto.

Tiene las 3 partes, intelectual, emotiva y motriz.


Parte Motriz: con sus 3 subpartes: motriz, emotiva e intelectual.

Esta parte da como acto característico el Mecanismo del centro y la Imagen.

Subp. M: + Brillo, fuerza de imagen (ej.: imagen fuerte, “visible”.


- Inhibición, palidez de imagen (ej.: imagen débil, opaca).
Subp. E: + Mantenimiento y control de imagen (ej.: la imagen aparece y se queda).
- Rechazo y pérdida de la imagen (ej.: la imagen aparece y desaparece).

Subp. I: + Selección, cuidado en la imagen (ej.: la imagen aparece y desaparece).


- Confusión, trastoque de la imagen (ej.: se quiere una imagen y aparece otra).
Parte Emotiva: Deseo e interés intelectual, curiosidad.

Subp. M: + Fuerza en el interés (retención de imagen, idea, etc. por gran interés).
- Interés débil (sin retención, desinterés, aburrimiento).

Subp. E: + Mantenimiento del deseo intelectual (ej.: me intereso y desintereso a voluntad).


- Rechazo, disgusto en mantenerse en un interés (ej.: no puede atender un objeto de interés).

Subp. I: + Selección de intereses (ej.: me intereso en un tema y no me desvío a otros).


- Confusión del interés (ej.: busco un tema y estudio otro).
Parte Intelectual: Atención, Plan, ideas, Abstracciones. Esta es la parte del centro considerada de mayor
esfuerzo. Aquí haya abstracciones, no imágenes.
Subp. M: + Intensidad de ideas (ej.: hay atención en las abstracciones logradas).
- Distensión, inhibición de ideas (ej.: se atasca el razonamiento).

Subp. E: + Mantenimiento de ideas (ej.: se mantiene el hilo de un razonamiento).


- Rechazo, pérdida de la idea (ej.: se pierde el hilo, la continuidad).

Subp. I: + Selección de ideas y abstracciones (ej.: sin error de razonamiento, sin equívoco).
- Confusión del ideas (ej.: error de razonamiento, equívoco, malentendido).

NOTA: En esta parte trabaja la Meditación. Si hay energía en la subp. m. y se mantiene y se selecciona bien,
sin mezcla de planos.

2. CENTRO EMOTIVO

Este centro trabaja con atención requerida por el objeto y de un modo sintético, la emoción “sintetiza el
mundo”, todo es de un modo y no de otro.

Parte Motriz: Aquí está la pasión, entendida como la expresión motriz de la emoción.

Subp. M: + Intensidad de la pasión (ej.: la emoción provoca un gesto acorde).


- Inhibición, palidez pasional (ej.: la emoción no tiene armónica motriz).

Subp. E: + Mantenimiento de la pasión (ej.: conserva la emoción “pero con perspectiva”).


- Pérdida o rechazo pasional (ej.: corta duración de la emoción).

Subp. I: + Selección de la pasión (ej.: la armónica motriz está relacionada con la emoción, estar
contento y reír).
- Confusión pasional (ej.: la armónica motriz es equívoca de la emoción, estar contento y llorar).

Parte Emotiva: La emoción propiamente tal. Hace al apego, tonos emotivos, sentimientos, estados de
ánimo, etc. Se da también la identificación.

Subp. M: + Fuerza de la adhesión (ej.: estado de ánimo fuerte, intenso).


- Inhibición, incapacidad emotiva (ej.: sentimiento voluble).

Subp. E: + Mantenimiento de la emoción (ej.: adherencia extensa, durable).


- Rechazo, pérdida de la emoción (ej.: la emoción o sentimiento desaparece).

Subp. I: + Selección emotiva (ej.: emoción definida y clara).


- Confusión de sentimiento (ej.: se observa especialmente en las decisiones vitales. Estados
de ánimo incompatibles).
Parte Intelectual: Intuición, atención intuitiva.

Por intuición se entiende la “Comprensión” por vía emotiva, un rápido cómputo de datos que da certeza. Al
considerar las emociones en general, conviene tener en cuenta la situación, el clima, el medio. No como en
el caso intelectual, que puede trabajar en un ámbito más cerrado, “El mundo de las ideas”, por ej.

Subp. M: + Intensidad de la intuición (ej.: inspiración fuerte).


- Inhibición de la intuición (ej.: inspiración débil, difusa).

Subp. E: + Mantenimiento de la intuición (ej.: se mantiene la inspiración en conjunto).


- Se pierde la intuición (ej.: la inspiración desaparece).
Subp. I: + Selección de la intuición (ej.: el pálpito oportuno).
- Confusión intuitiva (ej.: supuesta premonición equívoca).

3. CENTRO MOTRIZ

Este centro trabaja con modalidad diferenciada (movimientos independientes entre sí) y la atención leve,
difusa y repartida.

Parte Motriz: Movimiento, mecanismo habitual. En general movimientos automáticos que no requieren
atención (reflejos condicionados, los incondicionados corresponden al sistema vegetativo).

Subp. M: + Energía, fuerza en el movimiento (ej.: movimiento o reflejo, rápido y seguro).


- Inhibición o flojera en el movimiento(ej.: reflejo sin respuesta o respuesta débil).

Subp. E: + Conservación del movimiento (ej.: mantenimiento de reflejos).


- Ruptura del movimiento (ej.: un movimiento conocido se quiebra, se pierde).
Subp. I: + Selección del movimiento (ej.: un malabarismo preciso).
- Confusión de movimientos (ej.: suelta un reflejo discorde con el estímulo).

Parte Emotiva: Actitud. Aquí se da el gusto o disgusto al moverse en algún sentido. Su mejor expresión en
la armonía corporal.

Subp. M: + Intensidad en el gusto por moverse (ej.: mover sin dificultad el cuerpo).
- Inhibición en el gusto por el movimiento (ej.: gran dificultad en mover el cuerpo).

Subp. E: + Mantenimiento en el gusto (ej.: constancia en ciertos movimientos).


- Ruptura en el gusto (ej.: fluctuar en una actitud).
Subp. I: + Selección en la actitud corporal (ej.: selección acorde de movimientos).
- Confusión en la actitud corporal (ej.: movimiento equivocado con la tarea en cuestión).
Parte Intelectual: Cuidado Motriz. Movimientos deliberados, no-automáticos. Aquí se da el aprendizaje de
movimientos, que primero necesitan de atención, pero luego se efectúan “solos”, ya automatizados. La
imitación de movimientos también se da aquí.

Subp. M: + Intensidad en la atención puesta (ej.: aprender atentamente un movimiento).


- Inhibición o flojera en la atención (ej.: incapacidad de aprender un movimiento).

Subp. E: + Conservación de la atención (ej.: mantenimiento del aprendizaje o de la imitación).


- Ruptura de la atención motriz (ej.: “distracción”, ruptura de la imitación o aprendizaje).
Subp. I: + Selección de movimientos (ej.: elección correcta del movimiento requerido).
- Confusión de movimientos (ej.: elección equivocada del movimiento requerido).
4. FUNCIÓN SOMÁTICA

Está aquí la base orgánica del aparato estudiado. En general puede admitirse la denominación de
“Somática”, pero en rigor se trata del sistema vegetativo sexual. Esta función no tiene localización, porque
no tiene plexo, ya que es la base de todas las funciones.
Parte Motriz: Instintos y reflejos incondicionados (reflejos de hambre, dolor, sed, etc.).

Subp. M: + Intensidad de los reflejos orgánicos (ej.: velocidad vegetativa).


- Inhibición de los reflejos orgánicos (ej.: sin respuesta vegetativa).

Subp. E: + Conservación de instintos y reflejos incondicionados (ej.: siempre la misma respuesta al


mismo estímulo; -dolor, pinchazo-).
- Ruptura de instintos y reflejos incondicionados (ej.: distintas respuestas ante el mismo
estímulo -ante el pinchazo, sin respuesta-).

Subp. I: + Selección de reflejos orgánicos (ej.: ante el hambre querer comer).


- Confusión y desequilibrios de reflejos orgánicos (ej.: ante el hambre no querer comer).
Aquí se registra la enfermedad, específicamente como desequilibrios orgánicos.

En principio ven la parte Motriz están los reflejos incondicionados, pero suelen ser mixtos (con r.
condicionados). Así que hay que distinguir los hábitos vegetativos de los reflejos incondicionados, que en
principio no son domesticables pero luego se comprueba que sí.

Parte Emotiva: Afinidad con sustancias (fijación o eliminación).

Se refiere a la relación general entre cuerpo con sustancias (vitaminas, proteínas, minerales, etc. etc.).

Subp. M: + Intensidad en la transformación de sustancias (ej.: buen metabolismo).


- Inhibición en la transformación de sustancias (ej.: metabolismo o asimilación lenta).

Subp. E: + Mantenimiento de sustancias (ej.: adhesión a sustancias útiles al organismo).


- Rechazo de sustancias tóxicas (ej.: vómitos, sudor, etc).

Subp. I: + Selección en la afinidad con sustancias (ej.: incorporar alimentos necesarios).


- Confusión en la afinidad con sustancias (ej.: incorporar alimentos tóxicos al organismo
-alcohol, excitantes, etc.-).
Parte Intelectual: Plan del Cuerpo. “conciencia” orgánica.

Subp. M: + Intensidad del plan, la organización del cuerpo (ej.: buen crecimiento, pubertad, etc.).
También restablecimiento del plan (ej.: cicatrización veloz).
- Inhibición del plan (ej.: retrasos en pubertad o niñez; o recuperación lenta de enfermedades).

Subp. E: + Mantenimiento equilibrado del sistema vegetativo (ej.: comida, sed, sueño armonizado a la
necesidad).
- Desequilibrio del sistema vegetativo (ej.: marcadas tendencias en sed, sueño, comida, etc).

Subp. I: Selección o confusión en el plan corporal.


+ El plan se encuentra sin desarreglos morfológicos (ej.: miembros bien desarrollados,
glándulas endocrinas sin hipo o hiperdesarrollos).
- Anormalidades morfológicas, corporales e internas (ej.: miembros más cortos, asimetrías,
desarreglos endocrinos por naturaleza, etc.).

Comentario: Obviamente la comprensión del sistema vegetativo estará mejor abordada en el terreno de la
medicina, la bioquímica y demás ciencias oficiales, pero esto no impide hacer un esquema comprensivo de
la maquinaria.
Averiguar lo que sucede a nivel vegetativo profundo, implicaría una técnica que nos llevaría lejos de la
simple interpretación que ahora hacemos. Pero al nivel al que ahora llegamos nos permite comprender
cómo podemos actuar sobre la vegetativa desde la motricidad que es más voluntaria, sin irnos demasiado
lejos. Por ej.: los reflejos incondicionados pueden abordarse desde los hábitos o desde los reflejos
condicionados.

Es decir, que de un modo indirecto, se puede meter voluntad en un ámbito que en principio es incontrolable,
ya que instintos y r. incondicionados están en el campo de lo i-rracional, de lo no-consciente.

5. CENTRO SEXUAL

Se puede distinguir como “centro” ya que sí tiene localización en la somática.

Por su estrecho contacto con la vegetativa, se habla de sistema vegetativo-sexual y no simplemente como
se lo designa a veces, de “instinto sexual” minimizando su importancia. Este centro parece poder cumplir
con otras funciones que las mecánicas de placer o reproducción, pero al mismo tiempo se encuentra de
ordinario muy alejado de la voluntad, siendo que se encuentra bien conectado con el resto de los centros,
incluso un posible centro superior. Es así, que si se pudiera voluntarizar este centro, tal control repercutiría
manifiestamente en la totalidad de la maquinaria.
Finalmente se diferencia de los otros centros por la falta de parte emotiva (lo que se comprueba con las
dificultades en el mantenimiento del acto propio del centro), es decir que la emoción se detecta sólo a nivel
de subpartes.

Sintetizando, este centro se encuentra ampliamente conectado con toda la maquinaria; de ordinario está
lejos de la atención, puede expresarse de otro modo que como simple instinto y carece de parte emotiva.
Finalmente se caracteriza por se tremendamente energético, tanto es así, que figurativamente se lo llama la
“Función Energética”. Esto se acopla con la vegetativa en su poder de conservación energética, llamándola
a veces el “Gran Acumulador”. Es decir que en el sistema Vegetativo-Sexual, se da la función energética y
el gran acumulador de energía. De aquí la tremenda importancia de sacarlo del plano instintivo al de la
conciencia y control.
El centro consta de Parte Motriz e Intelectual.

Parte Motriz: Potencial y mecánica del centro.

Subp. M: + Intensidad o potencia (ej.: tensión en la carga propia del centro).


- Inhibición e impotencia (ej.: frigidez, distensión de la carga, etc.).

Subp. E: + Conservación de potencia y mecánica (ej.: se mantiene la tensión de la carga).


- Ruptura de la potencia y mecánica (ej.: la carga fluctúa, se pierde).

Subp. I: + Selección apropiada de mecanismos del sexo (ej.: precisión en “masculinidad” o “fe minidad”).
- Confusión de mecanismos (ej.: “desviaciones” en general, falla de selectores en donde se
dan reemplazos de mecanismos orgánicos, hábitos o reflejos que no tienen
correspondencia estricta con los plexos idóneos).
Parte Intelectual: Se refiere a la relación del centro con los objetos estimulantes. Hay estrecha relación con
las sensaciones.
Subp. M: Intensidad o inhibición de excitación frente a estímulo
+ Excitación y estímulo en correspondencia (ej.: la sensación provoca una tensión acorde).
- Excitación y estímulo sin correspondencia (ej.: a pesar de estímulo y sensación, no hay
tensión).

Subp. E: Conservación o rechazo del objeto sexual. (Facilidad o impedimento para la conservación
del “objeto”).
+ Mantenimiento del objeto (sensación, imagen, etc.) (ej.: conservación de la estructura:
excitación-tensión).
- Ruptura, pérdida, cambio de objeto (ej.: fluctuación de estímulos, sensaciones, tensiones, etc.).

Subp. I: Selección o confusión del objeto.


+ Precisión en la elección de lo necesario (ej.: se selecciona una gama de sensaciones de
la misma categoría).
- Confusión de elección (se intercambian sensaciones, imágenes, etc.).
NOTA: No tiene relación lo descrito con fenómenos de erotización o líbido, o diversas connotaciones
secundarias, hoy muy de moda. Simplemente averiguamos cómo se expresa y traba el centro en cuestión.

Consideración general: en todos estos casos (I., E., M., V., S.,) hemos observado la polaridad: positiva y
negativa, pero únicamente desde el aspecto de dispositivos que disparan y frenan una actividad. Pero lo de
estrictamente “negativo” como destructivo, es diferente, ya que por ej. en exceso de adherencia emotiva, de
cierta avidez a nivel de todas las subpartes que se expresan como exceso de curiosidad (en I.),
identificación (E.) disgustada actitud (M.) problemas con sustancias (V.) y rupturas (en S.), es decir que
puede ser tan pernicioso un exceso de positividad como de negatividad. Y opuestamente una inhibición
(saber frenar oportunamente la imaginación o un instinto) es índice de control. Así que la polaridad + -
explica dos expresiones básicas posibles de los centros. Pero como positivo en general, se entiende el
control, lo controlable; y como negativo, se entiende lo que perjudica, lo que no se controla.

6. CENTRO SUPERIOR

Aquí no se distinguen partes ni subpartes, sino grados de configuraciones cada vez más sutiles, de los más
densos a los más abstractos. Entre los primeros están los de recurrencia, de inspiración o arrebato y entre
los más abstractos están los propios de la Meditación Trascendental, tales como “Vacío Dinámico” la idea de
“Orden Universal”, etc.

Dinámica Intuitiva Superior: Los fenómenos menores del C. Sup. son los de éxtasis, arrebato y
reconocimiento. Todos ellos pueden producirse por accidente o por trabajo sostenido.
El Éxtasis: fenómenos superiores pero de características motrices (inspiración poética o artística en
general -no nos referimos a la “poesía” o “arte” ordinarios).

El Arrebato: fenómenos de inspiración mística (no quiere decir que las liturgias, o mistificaciones ordinarias
tienen relación con esta emoción superior).

El Reconocimiento: fenómeno superior que envuelve a la comprensión superior con característica


intelectual. Comprensión intelectual directa que sobrepasa los lentos mecanismos lógicos y los formuleos
escalonados (esto no significa que científicos o estudiosos y sistema de estudios tengan que ver
permanentemente con esto). El caso de percepción directa del pensamiento ajeno, o solución de problemas
que aparecen como “dictados”, tienen que localizarse aquí.

Tanto el éxtasis, arrebato o reconocimiento son experimentados como independientes de las funciones
normales, de allí la idea de “sugeridos”, “dictados” o “propuestos” por una voluntad externa. Esto se debe
por lo general a que no haya un proceso que avanza de lo normal a lo para-normal de un modo gradual. A
nosotros nos interesa el control de todo esto.

Cada estado descrito, va acompañado de modificaciones en el tono corporal y de armónicas emotivas


internas, esto último hace filiar al centro como “Emotivo superior”. Y se comprende cómo la emotividad
negativa y el tono somático débil, van en detrimento del uso de tal centro.
Este género de fenómenos pueden ser confundidos con otros; en el caso de éxtasis con una suerte de
inspiración mecánica y subjetiva, en el caso del arrebato con un cierto “tono beato” y sentimental, y el
reconocimiento con la comprensión veloz de realidades a las que se llega por la vía mecánica de la
inferencia lógica.
El caso de percepciones extrasensoriales como los llamados “fenómenos psi” les corresponden en muchas
ocasiones; aparte de estos aparecen otros como la percepción de auras, de puntos azules luminosos etc.,
que resultan difíciles de admitir como originados en un estado superior o en modificaciones de percepción
como alucinaciones. También efectos de drogas provocan rarezas similares. En todos los casos aparece
necesario distinguir muy bien qué está pasando.
Finalmente conviene ver el estado de conciencia que tiñe estos fenómenos, ya que se da la aparente
contradicción de que por una vía de autoconciencia o la opuesta de sin-conciencia, se puedan producir tales
fenómenos. El segundo caso posible es el producido en accesos demenciales, en ritos y ceremonias
seudomágicas y en general por todos esos procedimientos de conciencia crepuscular en los que el sujeto
se siente “poseído”, “tomado” por tal estado, con total descontrol y fatal deterioro después de las pruebas. El
primero caso, con autoconciencia, permite un desarrollo paulatino y seguro de tales fenómenos por el
control sobre ellos que es factible ejercer.
En cuanto a los “actos puros en busca de su objeto”, las “certezas o intuiciones superiores”, no parecen
darse en el ámbito de este centro Superior (de características emotivas, sino en otro de características
intelectuales, a llamarse posiblemente “centro intelectual superior”.

CONEXIONES

Los centros explicados no se encuentran aislados entre sí, sino que perfectamente conectados, directa e
indirectamente. Mencionaremos los circuitos generalmente admitidos, a saber:

1) Circuito de transporte.
2) Circuito alquímico.
3) Circuito eléctrico.
4) Circuito síquico o de armonía.
5) Circuito dentro del Centro.
6) Puntos de unión entre circuitos.
El primer circuito menciona el transporte de sustancias por el torrente sanguíneo, llevándolas a todas partes
del cuerpo.

El llamado “circuito alquímico” alude a la corriente endocrina, pero es alquímico precisamente, porque con
tel Trabajo consciente, tales sustancias dejan de ser las simples sustancias químicas orgánicas. Este punto
es sin duda de particular interés para estudiosos, el cómo una sustancia orgánica cambia propiedades
gracias a un trabajo consciente.

El circuito eléctrico utiliza una energía “cuasi-eléctrica”, -que en especiales trabajos también se modifica la
simple energía nerviosa- adquiriendo otras propiedades.

El circuito síquico o armónico es el que une los centros entre sí a través de los puntos de gravedad y los
une por armónica, por simpatía, no directamente.

Dentro de cada centro la energía sigue un circuito preciso: entra por los elevadores, pasa a los adhesores y
de allí a los selectores para pasar al centro siguiente.

El circuito eléctrico y el alquímico tienen dos puntos de contacto (uno a nivel de hipotálamo-hipófisis y otro a
nivel de plexo pudendo).

En general el más útil para el testeo de funcionamiento es el síquico o armónico, por ejemplo un trabajo
motriz da por armónica una imaginación exagerada, una emoción fuerte moviliza por armónica la motricidad
y la curiosidad intelectual e incluso vigoriza la somática. Estos casos se detectan fácilmente y permiten
montar esquemas personales de las armónicas más frecuentes. También se encuentran los “errores de
conexión” que son armónicas inadecuadas grabadas y hechas hábitos, por ej.: a una tensión motriz se le
hace corresponder un malhumor; o a una necesaria atención, ante la dificultad, surge el divagar más fuerte;
en fin ejemplos hay a mares, y modos de solucionarlos también.

APÉNDICE III

El asunto de la energía

Bosquejo rápido, sin mayores detenimientos, hecho para tener una guía en esto de la energetización de la
maquinaria y sus expresiones; para su confección se han tenido en cuenta datos estrictamente
experimentales. En esta vez solo veremos la energía entendida como “síquica”, en principio y desde el
punto de interés de su presencia ordinaria, “natural”, no fomentada por trabajos especiales; es decir, se trata
de la energía con que normalmente se cuenta, su uso y desperdicio.
Fuentes de energía: a) Vitalidad, energía propia que humanamente se tiene; b) energía fomentada por
prácticas idóneas y por conexiones “más que humanas”.

Caso favorable: La maquinaria, por un motivo u otro, advierte una subida energética y en este caso
favorable lo óptimo es: Se energetizan todos los centros, en especial las partes más conscientes; aumenta
la conciencia de sí, los sueños menguan, la personalidad se hace flexible, se trabaja en deliberación y
desadherido del contorno “con perspectiva”.

Caso desfavorable: La energía en alza, sufre circuitos contradictorios. En los centros se atasca el pasaje o
se detiene y desborda. En general se queda en las partes mecánicas (motricidades). La personalidad se
endurece en cáscaras que asfixian al Yo. Los sueños aumentan sugestionabilidad y dimensión. La
autoconciencia nula.

Proceso: La energía puede progresar, fijarse o regresar.

Polaridad: Puede expresarse positivamente (construcción), negativamente (destrucción) o neutra


(alternancia entre una y otra).

Tránsito: La energía se “lanza” desde los elevadores (m), se “mantiene” en los adhesores (e) y se
“selecciona” en los selectores (i).

Utilización: La energía puede aprovecharse, conservarse (poco tiempo) o desperdiciarse.


Premisa de comprensión: Estos procesos y facetas de las posibilidades de la energía pueden comprenderse
únicamente con una base media de autoobservación y el desarrollo de una especie de “sensibilidad de
intracuerpo” es decir: de detectar fácilmente qué está pasando y poder filiar correctamente, de otro modo,
todo esto suena un poco “extraño”, precisamente uno es extraño a sí mismo cuando no se conoce.
Efectos energéticos: De acuerdo al estado interno de la maquinaria serán los efectos. Si hay “tragedia
interior”, es decir, centros mal dispuestos, conexiones incorrectas, partes mecánicas predominando, trabas
de identificación o consideración, efectos del deseo como son los estados negativos de angustia, soledad,
frustre, etc., la energetización aumentará esta especie de tragedia y resaltará más, así que hay un punto en
que se cambia la polaridad y desaparece lo negativo (experiencia interesante).

Si el estado interno es armónico, se enfatizará tal armonía, y la vía de shoquear el Centro superior está en
libre acceso.

Siempre que haya un centro en mal estado, éste absorbe la energía de él y de todos impidiendo cualquier
irrigación posible, y cualquier ascenso al C. Sup., así la energetización servirá para evidenciar y corregir
simultáneamente, pero sin energía bien poco se puede hacer.

Habiendo armonía interna, la energía no tiene posibilidades de sufrir ninguna zancadilla de ningún centro o
parte, y puede shoquear arriba, (cosa que no es del otro mundo). Con las “Esferas Mentales” se trabaja en
este sentido, con bastante sencillez por cierto.

En suma, que si haya desorden interior, la energía lo exaltará y corregirá con la insistencia, y si hay armonía
pasa al centro superior directamente.

Esquema: Veremos el asunto de la energía normal en los siguientes aspectos:

a) En las etapas vitales.


b) En el “tempo mental”.
c) En los gestos.
d) En los centros.
e) En la personalidad.
f) En los sueños.
Veremos el caso desfavorable como pérdida de energía y el caso favorable y positivo como mantenimiento
y ascenso de la misma. Hecho un balance entre ambos casos, nos dará la posibilidad de contar con energía
y así manejar y disponer de ella.

1.- Caso desfavorable:


a) Las etapas vitales pueden ser: 1ª y 2ª niñez, 1ª y 2ª adolescencia, 1ª y 2ª juventud, 1ª y 2ª madurez,
vejez y ancianidad. La energía vital de este proceso puede ir pasando de una a otra sucesivamente,
complementándose en cada vez o también puede fijarse en una etapa a pesar de que los años pasan (esto
de fijarse en una etapa puede entenderse como fijar ensueños de esa época, puede progresar o puede
regresar (tener “grandes aniñados” por ej.), es decir, se regresa a etapas no vividas completamente, o
adelantarse y ter los “niños grandes” de contextura grotesca, los que tendrán que volver a la niñez cuando
sean grandes.

Una etapa se fija o regresa por problemas de huellas mnémicas, de grabaciones que “tiran” y no dejan el
paso libre.
Adelantarse, retrasarse o fijarse es producir tensiones negativas, que no permiten construir con solidez, sino
frágilmente el aparato síquico. En rigor son formas de fuga del presente a etapas supuestamente más
felices o algo por el estilo.
Como se entiende, esto de la energía y sus posibilidades tiene relación directa con el grado de conciencia
con que se vive. Desde este ángulo (tal vez el más importante) tal vez se pueda afirmar que siempre se está
en pérdida cuando no haya autoconciencia.
b) El “tempo mental”: se puede futurizar en banalidad, en proyectos “imposibles” sin asimilar ni vivir el
presente, esto provoca volver al pasado para entender el hecho que no se entendió en su momento, se
apega al pasado, sin entender el presente y proyectar en el vacío. También hay fuga, el presente oprimido
se va hacia atrás en busca de recuerdos fáciles o adelante en futuros “sin compromiso alguno”. Olvidos
“sospechosos”, recuerdos obsesivos, denotan ligazón al pasado. Futurizar en el vacío denota tendencia
hacia adelante y no acentuar el presente, denota fragilizarlo, a la larga se da un apego a ciertos recuerdos
sin entender otros, perplejidad para el presente y el futuro se enrarece, es decir, el no vivir el presente
fragiliza hacia atrás y hacia adelante; y “vivir el instante” aglutina la energía en disponibilidad.
c) Gestos: corporales, orales y escritos.

Como los gestos es dinámica por excelencia, la energía se ve muy bien en ellos, como se trata de “eliminar”
sacudiendo el cuerpo, o simplemente como se expresa la tensión en el tic. El exceso de tics, indica energía
en descarga de tensión negativa, es esta tensión la que se trata de eliminar, “de sacarse de encima” con
gestos, con hablar mucho etc, etc. Los casos más comunes, son los tics, el tamborilear de los dedos, el
titilar de los párpados, la charla desmesurada, la inhibición al hablar, la imaginación descontrolada, en rigor
todos los demás gestos provienen de est e, del descontrolado divagar que se exalta con las energías
negativas. En la charla se ve también el tempo mental y el tono de voz, si dramático, apesadumbrado,
histérico, etc. Y gramaticalmente es interesante ver si se usan más adjetivos que sustantivos, más verbos
en pasado o futuro, etc. Hay muchos signos reveladores en la charla mecánica, amén de las consabidas
“proyecciones”, “transferencias” y compensaciones. La escritura también plasma el orden o desorden
interior. Una letra tensa, garabateada, deshilvanada, nos da desorden interno y la energía por cualquier
parte. Una letra prolija, sencilla, reflexiva, indicará un relativo orden interior.

Resumen: charla desmesurada, tics y gestos repetitivos (orales o escritos), indican pérdida y mala
administración de energía.

d) En los centros: La energía se combuste mayormente en las partes mecánicas (motricidades) y para las
partes atentivas (intelectuales) queda poco. Es decir que es más frecuente que predomine mecanicidad
sexual, reflejos y hábitos motrices, pasiones e imágenes, que cuido sex., cuidado motriz, intuiciones e ideas.
En la somática, en general predomina lo instintivo más que lo sicosomático.
Los centros que fallan combusten toda la energía, quedándose el resto escuálido, ya que por armónica
conecta con las partes y subpartes homólogas de cada centro. Por ej. la E. se suelta, se dispara, conecta
con todos los adhesores y partes E. del resto de la maquinaria, combustiendo la energía de cada centro. O
cuando un centro desborda su energía, ésta se infiltra también en los otros centros tiñéndolos a su gusto.
Por ej. el sexual mal trabajado “se desborda” y sexualiza digamos la somática, la motricidad la emotividad y
el intelecto, estos centros tratados por el sexo se expresan diferente a lo propio. Por ejemplo, una emoción
desborda e inunda el I. dando el fanático ideológico, o el intelecto desborda y así se tratan de justificar
intelectualmente sentimientos, actos, etc. Es decir, que un centro puede absorber la energía de los demás, o
puede desbordar y teñir a los demás.
e) En la Personalidad: Digamos que se trata de otro tipo de energía que la de los centros, pero energía al
fin.

Las máscaras se cristalizan y se endurecen para finalmente asfixiar al Yo. Este fenómeno muy común, tiene
como base la identificación y la consideración. Es decir que la fusión sujeto-objeto trae problemas. Le pasa
algo al objeto y me pasa a mí, lleva a un desgaste intolerable porque además en la identificación se está en
funcion-de. Hoy se dan casos rarísimos, como identificación con animales, recuerdos de muertos, utensilios,
ropas, libros, actores, etc, etc. Puede decirse que “yo me pierdo e mí en lo que me identifico”, en la
adhesión al mundo ilusorio.

En la personalidad también se dan regresiones, progresiones y fijaciones de máscaras.


Se regresa a buscar una máscara antes útil; se progresa a buscar una máscara mejor. En ambos casos se
ve una situación de “desnudez” y se va al pasado o al futuro a buscar la máscara encubridora. Una máscara
se fija cuando resulta eficaz para un amplio espectro de situaciones. Cuando las máscaras son enormes,
consumen también en sus procesos la energía que podría ir en otra dirección.
f) Los ensueños: Llegamos por fin a los “excelentes desgastadores del alma”. Estos son los que se llevan,
nadie sabe para qué, toda la energía. El fantaseo, el reemplazo de unos por otros, el titilar de su intensidad
y frecuencia, consumen la energía que podría ir a procesos superiores. Hay quien dice por alguna razón
que los “ensueños son alimentos para la Luna”, cosa rara pero simpática, y útil además, por ser así una
especie de “despertador cósmico”, ya que ver la Luna y pensar que nos está “embuchando”, le ocasiona a
uno cierta sensación de desagrado y para contrarrestar la nefasta acción del “trogoautoegócrata”, no queda
otra que autoobservarse con intensidad. Además la Luna aparece en las horas nocturnas, que son la más
ensoñativas. El cuentecito es sugerente, pero solo de utilidad a nivel de asociación óptica, asociar el
proyecto de autoconciencia con ver la Luna, es una regla mnemotécnica como la de atarse un hilo al dedo o
cambiar el reloj de mano. Es buena referencia para autoobservarse en los casos que uno se descuida.

El divagar se expresa en otros centros y corporalmente. Los centros se alteran y se dan los tics, charlas
abrumadoras, risas histéricas, oscurantismos internos, pesadillas nocturnas etc. Y es curioso cómo hay
gente que con estos líos internos, se vuelven “puristas” y quieren perfeccionar el detalle sin mamar el
contexto. Así se bañan seguido para “purificarse”, o les molesta el “pelo en la sopa”, o la coma del discurso.
Este purismo evidencia un im-purismo de alma y de fondo bastante regular.

Hay ensueños groseros y más sutiles, pero ensueños al fin. Cuando la atención no puede con ellos, es que
la fuga se impuso; mientras que cuando puede con ellos la autoconciencia está cerca.
Resumen:
Desfavorables:

1) Etapas vitales inconclusas y absorbentes.

2) Tempo mental absorto y desconectado; o apegado al recuerdo o en el proyecto fácil y sin base (la mente
se “suelta” sin control en esas direcciones).

3) Gestos: tics, charla desmesurada, escrituras tensas.

4) Los centros se disparan solos; el I. deviene en confusión, la E. en rechazo y alteración, la M. se inhibe o


tensa coléricamente. La Somática sedesvitaliza y el S. desenfrena o inhibe con perjuicios graves.

En relieve, los centros se ven más o menos destacados según los impulsos energéticos de cada vez,
pero no tienen porqué sobresalir más uno que otro si se armonizan. La simple sensación de que
“algo no marcha” para la sensibilidad de intracuerpo ya es suficiente como para tomar medidas
correctoras.
5) La personalidad “encallecida” es una compuerta cerrada para la canalización de la energía.

6) Los ensueños gastan todas las reservas energéticas para mejores destinos.

En general, sentimientos de frustración, o de culpa, o de resentimiento, odios, etc. provienen de energías


mal encausadas que “dañaron” los circuitos, dejando esas huellas y si perduran tales sentimientos
negativos, la involución es un hecho. La mala utilización energética se registra como vitalidad descendente.

Aspecto favorable:

1) Cada etapa vital se vive completamente, sin transferencias ni complejos, pasando de una a otra los
elementos más positivos de cada vez.

2) El “tempo mental” se hace “vivir al instante” sin dejar que la vida pase por uno como por un organismo
sin conciencia.

3) Gestos medidos e intencionales.


4) Los centros trabajan armónicamente, sin rebasar y teñir a los demás y sin quitarles las energías propias.
El I. en selección, la E. en positivo, la M. en tensión-relax oportuno, el S. en su medida (“poéticamente”
digamos), la S. en salud. Es decir, centros en deliberación y con vitalidad ascendente en general. Los
centros se ponen en marcha y se frenan a voluntad.
5) La personalidad se hace flexible y permeable, como extensión de la esencia, y no como barrera
mascaral.

6) Los ensueños se concientizan y desvanecen su poder sugestivo.


Predominan ahora los sentimientos positivos de “solidaridad”, “amor”, “fidelidad”, “todo tiene sentido”, etc.

Esto en cuanto al uso ordinario de la energía, un uso extra-ordinario es posible y puede intentarse algún
trabajo en este sentido.
APÉNDICE IV
Tipología

Hace referencia a lo “permanente” innato en el hombre (mientras que la personalidad es lo que se va


“incorporando” a esta parte innata en el tránsito por el mundo).

Al T.H. Le corresponde una sincronización orgánico-síquica. Es decir, que orgánicamente haya mayor
desarrollo en unas partes que en otras (por ejemplo en los motrices más músculo, en los emotivos más
aparato respiratorio etc.) lo que hace tener diversas disposiciones y aceptaciones orgánicas. Síquicamente
tiene también modalidades particulares. En rigor, el tipo humano es una determinación innata que urge
conocer y dominar.

En este comentario, daremos énfasis a las cualidades o características temperamentales, recurriendo a


comentarios, descripciones, analogías etc., más o menos admitidas.

Hay 12 tipos básicos provenientes de los cuatro grandes tipos:

Agua Somáticos
Tierra Intelectuales
Fuego Emotivos
Aire Motrices

Fuego (E): con características de expansión, resplandor, entusiasmo, generosidad, brillantez, vitalidad,
valentía, nobleza, autoridad (orgullo, agresividad, déspota, afectos pueriles).
Tierra (I): provisión, meditación, ensimismamiento, astucia, cautela, dubitación, sigiloso, reservado, reflexivo,
imaginación, razonamiento (misantropía, autonegación, melancolía, testarudez, frialdad, desconfianza,
pesimismo).

Agua (Sm): sensibilidad, memoria, que influye, permanencia, austeridad, adaptable, conciliación,
abnegación, autorregulación, paciencia (abulia, contradicción, fantasías, inercia, gula, despectivo).

Aire (M): explosión, lo inesperado, la variabilidad, la tensión, inventiva, fuerza, desplazamiento, equilibrio,
plasticidad, entusiasmo, la acción, dinamismo (inestabilidad, vanidad, irresponsabilidad, imprudencia, riñas).

Estudio de los 12 Tipos Menores:

Intuitivo: Ei. (Seco-caliente, violento, ígneo, móvil). Representa “lo que comienza” (jefe, pionero, guía), lo
que brota, lo que se inicia. Intrépido, vivaces con sentido del humor, agradables, optimistas. Entusiastas,
infatigables, audaz, energético, inspiran confianza. Tenacidad. Atañe a cabeza y/o rostro. Posibles
enfermedades hepáticas y renales. (Aspecto negativo. - : Envidia, irritables, cruel, infiel, brusco, indiscreto,
cobardía, temeroso). Virilidad, sentimiento ardoroso. Clave: valentía, tenaz ( - temor). [Aries]

Susceptible: Ee. (Caliente-seco, ígneo, fijo, suave). Representa a lo “decisivo” la “determinación de dar”.
Magnánimo, generoso, amplísimo, fuerte, sincero. Dignidad, tolerancia, simpatía, voluntad. Dinámico,
vibrante. Amantes de la justicia. Atañe al corazón y circulación sanguínea. Enfermedades cardíacas e
intestinales. (Aspecto - : erotismo torcido, arrogantes, intolerancia, orgullo desmedido, despótico). Clave:
justicia, nobleza ( - vanidad, egocéntrico). [Leo]

Pasional: Em. (Cálido, húmedo, ígneo, doble, locuaz). Representa la originalidad, el impulso, la elevación
y la caída. Impulsivos, propulsores, grandes pasiones (místicas, carnales o metafísicas), franco y generoso,
solitario, sensato, viajantes. Profundo e insatisfecho (florece y marchita). Atañe a los muslos, la cadera,
sistema muscular-arterial. Enfermedades: perturbaciones sanguíneas, respiratorias como el asma.
(Aspecto - : cambiante, arrogante, falsos, irreflexivos, “lengua de víbora”, inconstantes, altibajos marcados,
se ofende, ingratitud). Clave: Organización, original. ( - desorden). [Sagitario]

Planificador: Ii. (Seco-frío, terrero, fijo). Representa el embestir. Calmados, ponderados, cautos,
independientes, ensimismados (no admite consejos), serio, paciente, tiernos, amables. Reflexivo y crítico.
Atañe a la garganta, enfermedades de nervios, uremia. Son obstinados y prudentes. (Aspecto - :
sensualizado, cerrado, incomunicativo, crítica negativa, desconfiado, tegiversado). Planificador insistente.
Clave: comunicación, paciencia, obstinación ( - grosero, posesivo). [Tauro]
Curioso: Ie. (Cálido-seco, ígneo, diurno, fijo). Representa la recolección, la “vuelta a...” por esto es
precavido, cauteloso, reúne datos y analiza. Ordenados, meticuloso y exactos. Colectan con afán.
Curiosos, interesados por todo. Profundidad. Sociables, hábiles, elocuentes, actúan con calidad. Lógicos,
intuitivos, aplicados. Les preocupa la salud. Atañe al vientre e intestinos. Enfermedades digestivas,
apendicitis. (Aspecto - : detallistas, sectarios, compasivos, “hablan de ellos”, obstinados, considerados,
muy nerviosos, entrometidos y “encerrados”). Curiosidad. Clave: permanencia, minucioso ( - lentitud,
reserva). [Virgo]
Imaginativo: Im. (Seco-frío, nocturno, móvil, fijo). Representa la concentración, el desprendimiento.
Enigmáticos, ensimismados, tranquilos, disciplinados, reflexivos, imaginativos, puntuales, discretos,
solitarios. Persuasivos. Atañe al sistema óseo. Enfermedades de articulaciones, enfriamientos.
Trabajadores y estudiosos voluntariosos. (Aspecto negativo: desconfiados, artilugios engañosos,
mentirosos, fantasiosos, mezquinos, murmuradores, vagos, rencorosos). Sentimientos complejos. Clave:
conocimiento, sacrificio ( - irritabilidad, traición). [Capricornio]

Corporal: Si. (Frío-húmedo, móvil, tortuoso). Representa al inicio, la fertilidad, la coraza y el “caminar para
atrás”. Tras la coraza escode la vulnerabilidad. Inquietos, tozudos, prestigiosos, con “ideas contrarias al
resto”, les preocupa lo material, lo mundano y lo metafísico. Muy generosos, prácticos, sensuales e
instintivos. Memoria. Atañe al estómago y pulmones. Enfermedades del sistema linfático, dispepsia,
gastritis, úlcera. Conservadores, de moralidad y mente complejas. (Aspecto - : hiriente, acomplejado, duro,
ansioso, tímido, exquisito, sensualidad alterada, incomprendido). Clave: sentimientos buenos,
receptibilidad, autonomía ( - oposición mecánica). [Cáncer]

Ávido: Se. (Frío-húmedo, acuoso, violento, fijo, silencioso). Representa la calma del mar y sus honduras
movidas. Potencia sicológica, esfuerzos notables, cáusticos, irónicos. Se imponen más que se adaptan.
Bravura, osadía, instinto enérgico, tenaz, fecundo, sincero, intrépido. Atañe a la zona pubiana.
Enfermedades: intoxicación sanguínea, próstata, inflamaciones. (Aspecto - : rencor, enemistades, agresivo,
impío, rudos, dobleces, irritables). Trabajador, nobleza, simpático. Clave: laboriosidad, puede influir,
temerario ( - crueldad, falso, enemigo). [Escorpión]

Instintivo: Sm. (húmedo-frío, fecundo, nocturno, raro). Representa lo difícil, las extrañas cosas, místico y
sacrificios. Austero, paciente, internamente agitado, imaginación fuerte, sensitivos, devotos, emocionables,
idealistas, comprensivos, amistosos, respetuosos, asimilación y memoria destacada, investigación,
abnegados, tareas duraderas. Sentimientos especiales. Atañe a pies y sistema linfático. Enfermedades de
piel, ganglios, afecciones purulentas y mentales. ( Aspecto - : débil, indeciso, timorato, pasivo, serviciales,
quisquillosos, reservado, negligente e indolente. Voluble y versátil). Clave: apoyo, abnegación ( -
negligencia, indecisión, temeroso). [Piscis]

Proyectista: Mi. (Húmedo-cálido, aéreo, doble, diurno). Representa la transición, la dualidad, la indecisión,
la separación...). Difunde, transmite, une y huye. Movimiento, ligero, ágil, razonador, difuso y concreto,
inasible. Curiosos, observadores, diligentes, tenaces, interesados, creativos e ingeniosos, les falta
profundidad pero tienen tacto, sutileza, entusiasmo y fluidez. Atañe a la espalda, brazos y hombros.
Enfermedades de inflamación respiratoria y musculares. (Aspecto - : perplejos, huidizos, discordias, falta
de concentración, inconstancia, superficiales, desconfiados, vanos, olvidadizos, pretenciosos y arrogantes.
Clave: tenacidad, proyectos, osadía ( - autopostergación). [Géminis]

Esteticista: Me. (Húmedo-cálido, móvil, aéreo, locuaz). Representa la necesidad de equilibrio y armonía.
Como a todos los motrices les preocupa el “complemento”. Esteticismo, belleza, buen gusto. Agradables,
benévolos, corteses, animosos, aprecian, valoran e intuyen “lo mejor”, amistosos y querendones.
Mantienen el sentimiento ideal de la pareja ideal. Generadores, entusiastas, propulsores emotivos.
Especialización en relaciones humanas. Reconciliadores. Atañe a baja espalda y riñones-suprarrenales:
lumbago, de la piel, tos, vientre delicado. (Aspecto - : ambivalencias afectivas, inestabilidad, inseguridad,
pedantería, caprichosos, frívolos, nada profundos, melosos y amanerados). Clave: conciliación,
integración ( - avidez, irritabilidad). [Libra]

Habitual: Mm (Húmedo-cálido, locuaz, fijo, aéreo). Representa la afinidad, los amigos, las relaciones,
voluntariosos, independientes, dinámicos, eficaces, con inventiva y originalidad, curiosidad científica.
Persuasivos, amistosos, buscan la verdad. Solitario y reservado. No se somete a la voluntad de otros,
anárquicos. Atañe a: tobillos y tendones. Enfermedades nerviosas y artritis. Son espiritualistas y místicos.
(Aspecto negativo: superstición, maquinaciones, subterfugios, egoísmos, fastidiosos, cortedad intelectual).
Clave: reconocimiento, renovación, cerebral ( - ambición). [Acuario]

APÉNDICE V
Identificación y consideración

Ambos fenómenos se dan en la vigilia ordinaria y se encuentran particularmente exagerados según el


grado de conciencia emocionada-mágica y oscurecimiento de la razón.

Descubrimos la identificación en la confusión entre acto de conciencia y objeto de conciencia, cuando no


se establece esta diferencia, sino que se los ve como una cosa en vez de dos, se produce el fenómeno.
Mientras la identificación es en general lo descrito, la consideración es el identificarse con personas. La
Consideración interna tiene que ver con transferencias, compensaciones, etc, causando
encadenamientos y considerable “esclavitud exterior”: uno depende, está en-función-del-otro. En realidad
ambos fenómenos son bien complicados en sus mecanismos pero se encuentra con facilidad lo siguiente:
el punto de referencia fuera de sí, la conciencia se diluye, se disuelve (como por ejemplo, el terrón de
azúcar al caer en un líquido, se disuelve en “lo otro” y no puede regresar a la primera faz de terrón). Los
respaldos de estos fenómenos están hechos en la facilidad de apego, por una parte y de fascinación por
otra, que derivan en poder de sugestionabilidad en la identificación-consideración. Es así que el no-apego
llega a mayores grados de libertad interna, pero es mejor agregar dosis altas de autoconciencia para
disminuir la fascinación, la sugestionabilidad.
Los contenidos de identificación son estructuras internas-externas, por ej. me identifico con un elemento
físico (auto, alhaja, etc.) pero tal elemento externo tiene un representante interno (por ej. el deseo de
posesión, el prestigio, la seguridad, etc.) es decir, que la estructura de adhesión es la que importa
desvincular, para des-identificar a la conciencia de ello. La múltiple gama de elementos a considerar o
identificarse es enorme, pero sustantivamente lo que pasa es claro: la conciencia se diluye y el Yo se
debilita. En el proceso de concientización sucede lo contrario la conciencia se intensifica y el Yo se
autoafirma.

Colateralmente, cesan los sueños secundarios y mengua el grado de influencias que normalmente ejercen
los demás y el ambiente sobre uno, es decir, aumenta la soberanía sobre sí, con los demás y en el
contorno.
La identificación está en relación con el deseo y sufrimiento, de manera que la no-identificación lleva a
mantenerse en los estrictos límites de la necesidad (no sólo es perjudicial el deseo-sufrimiento sino que lo
es más estar identificado con eso).

La consideración está basada en los “lazos síquicos” con los demás, pero si es interna, se trata de
esclavitudes disfrazadas, perniciosas y superficiales. La consideración externa es el trato afable y “objetivo”
sobre y con los demás.

Pero como siempre dejemos que el practicar la no-identificación nos enseñe mucho más allá de esta
paginita introductoria.

ÍNDICE

Advertencia
Prólogo

PRIMERA PARTE

INTRODUCCIÓN

El hombre atomizado
El rescate del centro de gravedad
El latir generacional
La comprensión liberadora

CHARLAS ESPONTÁNEAS

Comentario
PRIMERA CHARLA
SEGUNDA CHARLA
SEGUNDA PARTE

I TEMA

a) Apoyo de observación
b) Posibilidades
c) El Trabajo de Escuela

II TEMA

a) Centros y funciones
b) El Shockeo
III TEMA

El Complejo Periférico

a) Bío-tipo
b) LaPersonalidad
c) El Personaje
d) El Ensueño

IV TEMA
Inscripción biográfica y corporal
Dinámica y Estática corporal
Referente a la Realización Interior

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APÉNDICES

Apéndice 1
FICHA PERSONAL
Apéndice 2
CRITERIOS FUNDAMENTALES PARA LA INTERPRETACIÓN
DE CENTROS, PARTES Y SUBPARTES

Centro Intelectual
Centro Emotivo
Centro Motriz
función Somática
Centro Sexual
Centro Superior

Apéndice 3
SOBRE LA ENERGÍA

Apéndice 4
TIPOLOGÍA
Estudio de los 12 Tipos Menores
Apéndice 5
IDENTIFICACIÓN Y CONSIDERACIÓN

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