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La responsabilidad notarial surge de las tareas que implica la función notarial, tanto como funcionario público como profesional del derecho. El notario debe atender solicitudes del público de manera responsable y evitar defraudar la confianza depositada, ya que ejerce una función pública de calificación. Las cualidades fundamentales de un notario deben ser la rectitud y honestidad. A mayor importancia de los poderes conferidos a un notario, debe haber una mayor severidad en su régimen de responsabilidad para garantizar una actuación jurídica correcta.
La responsabilidad notarial surge de las tareas que implica la función notarial, tanto como funcionario público como profesional del derecho. El notario debe atender solicitudes del público de manera responsable y evitar defraudar la confianza depositada, ya que ejerce una función pública de calificación. Las cualidades fundamentales de un notario deben ser la rectitud y honestidad. A mayor importancia de los poderes conferidos a un notario, debe haber una mayor severidad en su régimen de responsabilidad para garantizar una actuación jurídica correcta.
La responsabilidad notarial surge de las tareas que implica la función notarial, tanto como funcionario público como profesional del derecho. El notario debe atender solicitudes del público de manera responsable y evitar defraudar la confianza depositada, ya que ejerce una función pública de calificación. Las cualidades fundamentales de un notario deben ser la rectitud y honestidad. A mayor importancia de los poderes conferidos a un notario, debe haber una mayor severidad en su régimen de responsabilidad para garantizar una actuación jurídica correcta.
La responsabilidad notarial es una consecuencia derivada
de los quehaceres que impone la función y esto se refiere a las
tareas ejercidas por el notario, tanto en su carácter de funciona- rio público como el de profesional del derecho. La responsabi- lidad existe porque el notario atiende una función pública y tiene que atender a las solicitudes de las personas que acuden en demanda de sus servicios fedatarios y jurídicos. Es por eso que ninguna persona que solicite los servicios notariales puede ser defraudado en la confianza que depositó en el notario al que solicitó sus servicios. Cuando se habla de la función notarial se habla con razón, no sólo de una función pública sino de una función de calificación de prevención ejercida a prueba de mucho valer personal y también con base de virtudes supo- riores. Las cualidades de todo notario han de ser, pues, la rectitud y la honestidad,
Todo esto es inegable e indiscutible y sirve de base como
principio de la responsabilidad notarial. En otras palabras, es fácil comprender que a mayor importancia de los poderes conferidos, debe corresponder mayor severidad en el régimen de responsabilidad ya que la responsabilidad es una garantía de actuación jurídica correcta, todos sabemos los que ejercemos esta noble función, de la importancia de la institución notarial; ya que cada notario asume personalmente todas las atribucio-