Está en la página 1de 4

Colegio Lincoln Collage

Geografía, Territorio y Desafíos Socioambientales


Profesora Daniela González de la vega
Terceros-Cuartos Medio 2023

GUÍA DE TRABAJO: “CONFLICTOS DENTRO DEL ESPACIO GEOGRÁFICO”

Nombre del alumnos(a)…………………………………………………………………………………………………..

Aprendizaje Esperados:
1.- Identificar problemas que se dan en los Espacios Geográficos.
2.- Analizar la posible raíz y las posibles soluciones en los conflictos dentro de los Espacios Geográficos.

Freirina: el conflicto que evidenció el problema de olores


industriales en Chile
Andrea Cisternas, vocera de Freirina durante el conflicto socioambiental con la empresa Agrosuper,
repasa su vida en torno a la que en su momento fue la planta de cerdos más grandes de
Sudamérica. Además, hace un análisis crítico sobre la futura norma de olores en planteles porcinos.

Desde su fundación, el 20 de octubre de 1752, bajo el gobierno del español Domingo Ortiz de Rozas, la
pequeña comuna de Freirina nunca tuvo la resonancia mediática que alcanzó en el año 2012. Malos olores,
una regulación débil y la indiferencia del gobierno, condujo a los ciudadanos de Freirina a visibilizar
activamente su situación para defender su territorio de un vecino poderoso. Tal fue la repercusión de
este conflicto que impulsó al Ministerio del Medio Ambiente (MMA) a elaborar la primera norma de olores en
Chile, que actualmente está a mitad del proceso para su entrada en vigencia.

Freirina se ubica en medio del valle del río Huasco en la Región de Atacama, a 179 kilómetros de
Copiapó. Esta localidad es parte del fenómeno del desierto florido, donde la mayor parte de la flora es
endémica. En medio de este particular territorio, el 2005 la autoridad ambiental y sanitaria autorizó a la
empresa Agrosuper para construir la planta faenadora de cerdos más grande de Sudamérica en ese
tiempo, proyectada para alimentar a 2.5 millones de cerdos, en 70 mil hectáreas.

Luego de ocho años, Andrea Cisternas, vocera de Freirina en el conflicto con Agrosuper, nos cuenta cómo
fue la vida de la localidad con el plantel porcino: “Fue realmente una mala experiencia porque te quita tu
dignidad. Recuerdo que en una de las tres reuniones que tuvimos con Agrosuper, un vecino dijo que él ni
siquiera podía tener intimidad con su mujer porque el olor era tan nauseabundo que él no podía, y eso
era indignante”.

La vida cotidiana de todas las personas que vivían el 2011 en Freirina se vio afectada por los hedores que
emanaban de la empresa. “En verano teníamos que tener puertas y ventanas cerradas porque se llenaba de
moscas. No podíamos hacer asados, disfrutar del río o salir al cerro porque era un olor entre muerte
con feca, asqueroso. Los niños ni siquiera podían salir a recreo o hacer sus clases de educación física”,
explica Cisternas.

Los olores se producían todos los días, pero con diferentes intensidades según la hora. De acuerdo a
Cisternas, los más intensos se daban en las noches y duraban hasta las 8:00 a.m. del día siguiente. Además
de ser una molestia permanente, los olores perjudicaban la salud de la comunidad. Andrea Cisternas
dice que “trajo consecuencias como dolores de cabeza, estomacales, respiratorios y psicológicos. El olor
asqueroso afectaba la concentración de los niños, traía alteraciones respiratorias a las personas que
sufrían de asma y malestares estomacales”.
Conflicto y consecuencias en Freirina

Agrosuper invirtió aproximadamente US$400 millones en el criadero de cerdos, asegurando que poseía las


mejores tecnologías para mitigar los efectos adversos en las residencias cercanas. Además,
proclamaba la disminución de la cesantía y la reactivación económica de la zona. “El tema de la
cesantía es siempre el lema que traen estas megaempresas cuando se quieren instalar y saquear los
recursos y los bienes naturales de los territorios, vienen con esta falsa promesa del progreso”, señala
Cisternas. 

Respecto al desempleo, la vocera de Freirina comenta que aproximadamente solo unas 59 personas de
Freirina trabajaban en Agrosuper, y como la empresa no alcanzó a funcionar un año completo, la
comunidad laboralmente no fue afectada cuando cerró. Aunque sí, hubo algunas familias que se
endeudaron debido a la ilusión de mayores oportunidades económicas. 

Cisternas sostiene que la peor consecuencia para la comunidad es la esperanza que producen estas
empresas. “En las pequeñas comunidades no existe el mall ni grandes tiendas, entonces cuando
vienen estas empresas y hablan de lo que podrías tener, ilusionan a la gente y la convencen de que
tener una empresa grande, una megaminera, una mega agroindustria, un mega monocultivo es
necesario para la comunidad, para salir de la pobreza, pero al fin y al cabo las empobrece”, dice la
vocera de Freirina.

Las autoridades que en 2005 otorgaron al megaproyecto de Agrosuper una Resolución de Calificación
Ambiental (RCA) positiva no contaban con las capacidades para monitorear o fiscalizar los problemas
que surgieran de esa industria. En ese tiempo no había un Ministerio del Medio Ambiente (creado el 2010)
ni tampoco una norma específica de olores. Por tanto, no había una institucionalidad sólida para fiscalizar las
contaminaciones o atender los conflictos ambientales a los que estuvieran expuestos los ciudadanos. 

Antes de comenzar una protesta más activa, la comunidad de Freirina recurrió numerosas veces a la
autoridad correspondiente para realizar sus denuncias, sin embargo, ninguna autoridad proporcionó
respuestas claras o acciones para enfrentar el problema. “Usamos todos los protocolos, la denuncia con
el alcalde, la gobernación, la seremía, el intendente, la empresa, y no hubo respuesta. Nadie daba una
solución clara y con tiempos, era una burla para la comunidad.  En ese momento se decidió tomarse las
calles, porque había muchas mentiras, tanto de la empresa como del gobierno”.

Las primeras manifestaciones datan de diciembre del 2011. Los sucesivos cacerolazos y protestas contra
Agrosuper culminaron el año 2012, con enfrentamientos entre fuerzas especiales y la comunidad. “Nosotros
estuvimos bastante tiempo en movilizaciones fuertes, las últimas fueron entre noviembre y diciembre
del 2012, tiempo donde estuvimos sitiados con fuerzas represivas en Freirina”, comenta Cisternas. 
Finalmente, con un comunicado general explicando que las nuevas exigencias de la autoridad limitaban la
viabilidad económica del proyecto, el criadero de cerdos más grande de Sudamérica cerró indefinidamente en
diciembre del 2012. Sin disculpas ni lamentaciones.

Sin embargo, las preocupaciones de los vecinos no se disiparon allí.  Tras una fiscalización ciudadana a la
empresa, se percataron de que las fosas destinadas a la mortandad de los chanchos no estaban cumpliendo
los requisitos que se habían especificado en el proyecto. Esta negligencia podía contaminar las aguas de
la napa, que consumían las comunas de Huasco y Freirina.
“Agrosuper en el proyecto decía que iba a tener fosas de hormigón para la mortandad de los chanchos, y
cuando nosotros hacíamos fiscalizaciones ciudadanas, vimos las fosas y no tenían lo que ellos decían. El
percolado de los chanchos muertos iba a caer directamente a las napas subterráneas, en esas napas
se ubica “El Chorro”, que es donde se saca agua para Huasco y Freirina, lo cual era sumamente peligroso, y
estábamos en nuestra legitima duda y derecho de denunciar dichas acciones de Agrosuper”, señala
Cisternas. Aunque se pidieron estudios sobre el agua para constatar el hecho, hasta ahora nadie ha
ido a estudiar la situación.

Norma de olores en planteles porcinos

A pesar de que este conflicto socioambiental generó gran cobertura y discusión en los medios de
comunicación, Andrea Cisternas considera que aún hay poca conciencia sobre los problemas que
generan estas empresas en la vida de las pequeñas comunidades. Al respecto comenta que “el
desconocimiento sigue, como territorio sabemos lo que es tener un vecino de tal magnitud. Pero en general la
gente no lo sabe, no hay mayor información sobre cómo es vivir al lado de esta mega granja y el daño que
provoca”.

La primera norma que regula los olores en los planteles porcinos considera tres exigencias: la mitigación de
olor por límite de emisión, reducción en algunas fuentes, principalmente en lagunas, y prácticas
operacionales, donde los productores levantarán información sobre la situación de cada plantel. Al tercer año
de la entrada en vigencia de la ley, comenzará la fiscalización por parte de la Superintendencia del
Medio Ambiente.

Andrea Cisternas es escéptica en cuanto a la eficacia de esta norma, y comenta que, “yo creo que ninguna
normativa de olores cambiará la vida de las personas y de los territorios en que están puestas estas
megagranjas porcinas. Cuando dice que los mismos empresarios subirán la información de sus
propias granjas eso es irrisorio y ridículo porque ellos jamás van a decir la verdad. No podemos
confiar en quienes nos tienen en esas condiciones”.

Respecto a las exigencias tecnológicas para reducir los olores, Cisternas dice que, “ningún mecanismo
tecnológico puede decirnos a nosotros cuál es la calidad del olor que estamos sintiendo. Eso fue
también lo que pasó acá, la Universidad de Massachussets de EE.UU. hizo un estudio y pusieron narices
electrónicas, porque claro, una comunidad estaba errada, no podía ser ese olor que decíamos. ¿Cómo una
comunidad va a estar errada en eso? Recuerdo claramente que la seremi de salud de Atacama en ese
tiempo, Lilian Sandoval, dijo que la comunidad tenía problemas psicológicos, a ese nivel”.

Freirina el 2012 se enfrentó no solo a Agrosuper, sino también, se unió al conflicto socioambiental que se
vivía a nivel valle, en ese entonces contra Pascua Lama, ubicado en Alto del Carmen. Este megaproyecto
minero amenazaba principalmente las reservas hídricas y ponía en riesgo la contaminación del agua y las
tierras del Valle del Huasco. Tras las manifestaciones activas de la comunidad el proyecto no alcanzó a iniciar
sus actividades y cerró indefinidamente el 2013. Aún continúa en juicio por daños ambientales y los vecinos
siguen luchando por su cierre definitivo. La termoeléctrica Guacolda con sus cinco unidades y la planta de
Pellets, de CAP Minería, continúan funcionando a pesar de los fuertes contaminantes que emiten y que
mantienen al Valle del Huasco en permanentes conflictos socioambientales.
a.- ¿Qué otros conflictos en el Espacio Geográfico encuentras tú en el día a día? Explica (3 puntos)

b- Si escogimos vivir en Espacios Geográficos, ¿Por qué crees que se dan estos conflictos? Fundamenta (3 puntos)

También podría gustarte